Enraizados en la fe. La Universidad como campo de batalla generacional y anticomunismo católico en Ayacucho (1967-1977)

Abstract

En el año 1917 un sector de la Iglesia se distanciaba del creciente ateísmo universitario fundando la primera universidad privada y católica en Lima, mientras que la política se convertía en un orientador de la juventud dentro de las universidades estatales. Hacia 1950 el incremento de universidades disminuía la proporción de creyentes católicos. Este trabajo describe una ruptura generacional, expresada en las culturas adversas de la generación testigo y de un sector del clero católico ayacuchano; ambos inmersos en la dinámica universitaria de la década de 1960. El clero ayacuchano intentaba fortalecerse delegando la diócesis a la Congregación Salesiana, conocidos por su labor con los jóvenes y los centros educativos. Desde el arzobispado dos sacerdotes salesianos fundaron la Universidad Católica de Ayacucho (1967) con un respaldo político aprista. Con la creación de esta institución privada se pretendía frenar el avance comunista en la universidad estatal reabierta en 1959. Sin embargo, la gestión de la UCA arrastró irregularidades desde su fundación. El CONUP identificaba vicios jurídicos que las autoridades justificaron amparándose en la autonomía universitaria. Esas autoridades y los alumnos, acusados de politiqueros, hippies o comunistas, libraron una batalla aparte. La revisión de diarios de la época, memorias y cartas conservadas en archivos personales y públicos nos permitió describir este contexto. Todo ello como reflejo de dos grupos generacionales enfrentados por definir, cada uno según su cultura generacional, el rol de la universidad como un medio para el cambio.

In 1917, a sector of the Church distanced itself from growing university atheism by founding the first private and Catholic university in Lima, while politics became a guiding force for youth within state universities. By 1950, the increase in universities was reducing the proportion of Catholic believers. This work describes a generational rupture, expressed in the adverse cultures of the generación testigo and a sector of the Ayacucho Catholic clergy; both immersed in university dynamics of the 1960s. The Ayacucho clergy attempted to strengthen itself by delegating the diocese to the Salesian Congregation, known for their work with young people and educational centers. From the archbishopric, two Salesian priests founded the Universidad Católica de Ayacucho (1967) with APRA political support. The creation of this private institution was intended to halt communist advancement in the state university reopened in 1959. However, the management of the UCA was plagued with irregularities from its foundation. CONUP identified legal deficiencies that the authorities justified by invoking university autonomy. These authorities and students, accused of being political opportunists, hippies, or communists, fought a separate battle. The review of newspapers from that period, memoirs, and letters preserved in personal and public archives allowed us to describe this context. All of this reflects two generational groups confronting each other to define, each according to their generational culture, the role of the university as a means for change.