dc.description.abstract | En la actualidad nuestro país enfrenta una serie de conflictos sociales entre las
comunidades campesinas y/o nativas, las empresas dedicadas a la extracción de recursos
naturales (minerales, especies acuáticas, hidrocarburos, árboles, etc.) y el Estado. Estos
enfrentamientos exigen respuestas desde las distintas disciplinas, siendo la jurídica tal
vez no la más importante pero si la típicamente eficaz para resolver dichos problemas.
Esta postura propositiva, si bien no la única, constituye la motivación principal del
presente trabajo.
En comparación con otros países, en el Perú, la discusión académica sobre estos
temas es algo tardía. Uno de los factores de dicha demora respondería a las experiencias
de dictaduras militares que gobernaron durante décadas en la región y, en particular, en
nuestro país. Recordemos que, en su mayoría, los regímenes militares proclaman, a
partir de un poder autoritario, una sociedad igualitaria. Por ello, el Estado no se percata
de las diferencias (culturales o lingüísticas) que existen en las personas que conforman
la población.
En este contexto, cabe apreciar algunas cifras. En la amazonía peruana, de
acuerdo con la información brindada por el economista Jürgen Schuldt, al 31 de
diciembre de 2009, se han otorgado concesiones hidrocarburiferas que abarcan 322.000
Km2, que equivalen al 41.2% del área total de la Amazonía1
Esta misma carencia de diálogo explica, por ejemplo, los acontecimientos del 5
de junio de 2009, en la ciudad de bagua, Departamento de Amazonas, donde fallecieron
32 peruanos, de los cuales 23 eran policías y 9 nativos. El denominado Baguazo delató
la ignorancia e insensibilidad sobre temas indígenas por parte de la mayoría de medios
de comunicación nacionales, y por no decir menos de la población. Lo expuesto se
evidenció cuando muchos medios informaban correctamente lo relacionado con el
número de policías fallecidos, pero no mostraron mayor interés en conocer el número
exacto o aproximado de indígenas peruanos que perecieron en dicho evento, revelando
que existe en nuestro razonar una escala de ciudadanías. Cómo olvidar la presentación
en los medios de una mujer indígena aguaruna, expresando el dolor que sentía por lo
sucedido el 5 de junio, usando su lengua madre. La necesidad de un traductor para
entenderla puso en evidencia, incluso, que muchos peruanos escuchaban por primera
vez el idioma aguaruna | es_ES |