¿Será posible una implementación eficiente del control de operaciones de concentración empresarial en el Perú?
Abstract
La promoción de la competencia es uno de los elementos de política pública esenciales para
alcanzar el bienestar social. Así pues, el Derecho de la Competencia se constituye en una
pieza clave en todo ordenamiento legal.
En el Perú, el nacimiento del Derecho de la Competencia no se origina como muchos
piensan con la Constitución de 1993 y su capítulo sobre el Régimen Económico y el
reconocimiento de una economía social de mercado. El primer antecedente es el artículo 1
del Decreto Supremo Nº 296-90-EF, publicado el 5 de noviembre de 1990, en el que se
establece que “el Estado propicia la libre competencia en la producción de bienes y
servicios y la garantiza mediante la prevención y sanción de los actos que la limitan […]”1.
Posteriormente, se crea el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la
Protección de la Propiedad Intelectual – Indecopi y se promulga un 7 de noviembre de
1991 la primera ley de competencia en el Perú: el Decreto Legislativo Nº 701, contra las
prácticas monopólicas, controlistas y restrictivas de la libre competencia.
Esta norma, así como, la que se encuentra vigente actualmente (el Decreto Legislativo
Nº 1034) regulan las acciones del Indecopi frente a prácticas que restrinjan la competencia.
Debido a ello, se persiguen a los cárteles (colusiones horizontales y verticales) y se
sancionan las modalidades de abuso de posición de dominio. Es decir, se realiza un control
de conductas anticompetitivas (control ex post).
No obstante, y hasta hace muy poco tiempo, salvo en el sector eléctrico y a diferencia de la
gran mayoría de países con normativas de competencia, no existía un marco normativo que
regule el control previo de operaciones de concentración económica. Por eso, las fusiones
en el Perú no tienen un desarrollo práctico ni conceptual a la fecha.
En el presente trabajo comenzaremos analizando el control de concentraciones
empresariales desde sus orígenes para poder entender su naturaleza y cuál es el objetivo que
persigue su regulación.
Posteriormente, situaremos al control de operaciones de concentración empresarial como
una política regulatoria. Para ello, deberemos entender el marco teórico de la regulación
económica, es decir, cuándo resulta eficiente que el Estado intervenga en el mercado y
cuándo es mejor que los agentes económicos actúen libremente en él.
A partir de los conceptos mencionados, realizaremos una revisión de los principales
argumentos a favor y en contra respecto a establecer un control de las operaciones de
concentración económica en el Perú. Así pues, el lector podrá sacar sus propias
conclusiones en relación con las eficiencias y “deficiencias” de esta regulación.
Asimismo, creemos que el control de estructuras es un elemento que debe tomarse en
cuenta de manera prioritaria en cualquier decisión de crecimiento empresarial, en los
nuevos emprendimientos de inversiones o simplemente, en una diversificación industrial.
Por lo tanto, esta política se encuentra estrechamente vinculada con el bienestar social y
económico de cualquier país. Ahí radica la importancia del estudio respecto al impacto de
su implementación y efectos en el mercado.
Finalmente, una vez superado el debate respecto a si debemos o no controlar las
operaciones de concentración empresarial, elaboraremos una serie de recomendaciones y
propondremos medidas jurídico-regulatorias que apunten a una implementación eficiente
de un control previo de actividades de concentración económica que se ajuste a la realidad
peruana.
Temas
Competencia económica--Política gubernamental--Perú
Ley antimonopolio--Perú
Regulación del comercio--Perú
Empresas--Perú
Ley antimonopolio--Perú
Regulación del comercio--Perú
Empresas--Perú
Para optar el título de
Magíster en Regulación de los Servicios Públicos
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