PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL 
PERÚ 

Escuela de Posgrado 

Progresivo, psicodelia y fusión: construcción de estéticas y prácticas del 
rock de finales de los años sesenta y principios de los setenta desde el 

discurso estilístico musical del grupo El Polen 

Tesis para obtener el grado académico de Maestro en Musicología 

que presenta: 

Esteban Rodríguez Ocampo 

Asesora: 

Zoila Elena Vega Salvatierra 

Lima, 2024 

 



 

 

Informe de Similitud 

Yo, Zoila Elena Vega Salvatierra. docente de la Escuela de Posgrado de la 
Pontificia Universidad Católica del Perú, asesor(a) de la tesis/el trabajo de 
investigación titulado Progresivo, psicodelia y fusión: construcción de 

estéticas y prácticas del rock de finales de los años sesenta y principios de 

los setenta desde el discurso estilístico musical del grupo El Polen , del autor 
Esteban Rodríguez Ocampo, dejo constancia de lo siguiente: 
El mencionado documento tiene un índice de puntuación de similitud de 17%. Así 
lo consigna el reporte de similitud emitido por el software Turnitin el 09/09/2024. 

- 

He  revisado  con  detalle  dicho  reporte  y  la  Tesis  o  Trabajo  de  Suficiencia 
Profesional, y no se advierte indicios de plagio. 
Las citas a otros autores y sus respectivas referencias cumplen con las pautas 
académicas. 

Lugar y fecha: Arequipa 10 de setiembre de 2024 

- 

- 

……………………………………………………………………………….. 

Apellidos y nombres del asesor / de la asesora: Vega Salvatierra, Zoila Elena 
 

DNI:29738283 Firma 
 ORCID: https://orcid.org/0000-0002- 

6748-7648 
 

 

 



 

 

AGRADECIMIENTOS 

A mi asesora, la doctora Zoila Vega, por su invaluable orientación profesional y confianza 
depositada durante todo el proceso de la tesis y lograr su culminación. Gracias a todos y 
todas, docentes y compañeros en la maestría, por sus enseñanzas, ideas y experiencias 
compartidas. Un agradecimiento también a todos los músicos y maestros que 
contribuyeron a esta investigación con sus testimonios y por la experiencia de escucha y 
discusión compartida de la música. 

Finalmente, este trabajo no hubiera sido posible sin el apoyo y amor incondicional 
de mi familia, mi esposa Paola y mi hijito Vicente. A ellos les debo y dedico este trabajo. 

 



 

 

RESUMEN 

Las corrientes conocidas como rock psicodélico y rock progresivo surgidas a 
finales de los años sesenta y principios de los setenta del siglo XX en el mundo anglosajón 
se han reconocido, entre otras cosas, por su valor artístico basado en aspectos como la 
ambición y sofisticación musical y conceptual, así como la asimilación de y mezcla con 
otras músicas mediante el eclecticismo y la fusión. Este mismo periodo histórico coincide 
con el desarrollo de la llamada primera generación de rock peruano, cuyo lado artístico y 
estético se ha considerado de mayor relevancia respecto a su dimensión contracultural y/o 
social. Dentro de esta generación se encuentra a su vez el grupo El Polen. Considerado 
un grupo de rock fusión, su propuesta musical ha sido abiertamente reconocida por su 
pionerismo, innovación y trascendencia para la música y la identidad en el Perú. No 
obstante, a pesar de esto y de haber sido abordado por la historiografía del rock peruano 
y por recientes estudios musicológicos, la dimensión artística y musical de El Polen, como 
ocurre con la mayoría de casos del rock en el Perú, no ha sido explorada y estudiada en 
un sentido amplio. Dada esta situación, la presente investigación espera contribuir a llenar 
vacíos en el estudio de la dimensión artística del rock peruano, a entender la música 
popular en el Perú desde los procesos creativos de sus actores y, al tomar el caso de El 
Polen, dar cuenta del lado artístico de esta propuesta particularmente relevante para la 
música en el Perú. 

En tal sentido, se busca conocer cómo la práctica y obra musical del grupo El 
Polen construyen lo progresivo, la psicodelia y la fusión en tanto estéticas y prácticas 
musicales asociadas al rock entre finales de los años sesenta y principios de los setenta y 
al mismo tiempo, determinar tendencias y particularidades de estas construcciones en su 
discurso musical. Se sostiene que estas tres estéticas en cuestión son consustanciales a la 
identidad musical de este grupo y que su estudio conjunto nos acerca a una comprensión 
más amplia de su dimensión artístico musical. Así también, se considera que la lectura 
que este grupo realiza de dichas prácticas y estéticas, constituye una forma de comprender 
los procesos de recepción y asimilación del rock en contextos locales. 

Desde un enfoque de la música como hecho artístico, se propone un análisis 
estético-estilístico mayormente centrado en los textos musicales y que considera aspectos 
extra musicales, procesos socio culturales alrededor de la contracultura, el hipismo, así 
como la realidad del rock en Latinoamérica y el Perú hacia finales de lo sesenta como 
marco contextual referencial. El estudio es de tipo sincrónico y analítico-interpretativo, 
compuesto principalmente por enfoques de análisis musical morfosintácticos y 
semióticos. La investigación se apoya en modelos de análisis del estilo musical, las teorías 
musicológicas del rock, estudios sobre el rock progresivo y psicodélico, así como 
diferentes enfoques sobre la fusión como praxis musical. 

Palabras clave: El Polen, rock peruano, rock progresivo, psicodelia, fusión musical, estilo 
musical, estética musical. 

 



 

 

ABSTRACT 

The currents known as psychedelic rock and progressive rock that emerged in the 
late sixties and early seventies of the 20th century in the Anglo-Saxon world have been 
recognized, among other things, for their artistic value based on aspects such as ambition 
and musical sophistication and conceptual, as well as the assimilation of and mixing with 
other music through eclecticism and fusion. This same historical period coincides with 
the development of the so-called first generation of Peruvian rock, whose artistic and 
aesthetic side has been considered of greater relevance with respect to its countercultural 
and/or social dimension. Within this generation is also the group El Polen. Considered a 
fusion rock group, their musical proposal has been openly recognized for its pioneering, 
innovation and significance for music and identity in Peru. However, despite this and 
having been addressed by the historiography of Peruvian rock and by recent 
musicological studies, the artistic and musical dimension of El Polen, as occurs with the 
majority of cases of rock in Peru, has not been explored. and studied in a broad sense. 
Given this situation, the present research hopes to contribute to filling gaps in the study 
of the artistic dimension of Peruvian rock, to understand popular music in Peru from the 
creative processes of its actors and, by taking the case of El Polen, to give an account of 
the artistic side of this proposal particularly relevant for music in Peru. 

In this sense, we seek to know how the musical practice and work of the group El 
Polen construct the progressive, psychedelia and fusion as aesthetics and musical 
practices associated with rock between the late sixties and early seventies and at the same 
time , determine trends and particularities of these constructions in their musical 
discourse. It is argued that these three aesthetics in question are consubstantial to the 
musical identity of this group and that their joint study brings us closer to a broader 
understanding of its musical artistic dimension. Likewise, it is considered that the reading 
that this group makes of these practices and aesthetics constitutes a way of understanding 
the processes of reception and assimilation of rock in local contexts. 

From an approach to music as an artistic fact, an aesthetic-stylistic analysis is 
proposed mostly focused on musical texts and that considers extra-musical aspects, socio- 
cultural processes around counterculture, hip-hopism, as well as the reality of rock in 
Latin America and Peru towards the end of the sixties as a contextual referential 
framework. The study is of a synchronic and analytical-interpretive type, composed 
mainly of morphosyntactic and semiotic musical analysis approaches. The research is 
supported by analysis models of musical style, theories. rock musicology, studies on 
progressive and psychedelic rock, as well as different approaches to fusion as musical 
praxis. 

Keywords: El Polen, Peruvian rock, progressive rock, psychedelia, musical fusion, 
musical style, musical aesthetics. 

 



 

 

INDICE 

INTRODUCCIÓN: ASPECTOS FORMALES DE LA INVESTIGACIÓN ............ 1 
1. 

2. 

3. 

4. 

5. 

6. 

7. 

8. 

Planteamiento del problema ............................................................................................. 1 

Preguntas de investigación ............................................................................................... 2 

Objetivos .......................................................................................................................... 2 

Justificación ...................................................................................................................... 3 

Propuesta de investigación ............................................................................................... 3 

Estado de cuestión ............................................................................................................ 4 

Metodología...................................................................................................................... 6 

Estructura ......................................................................................................................... 7 

CAPÍTULO I: MARCO TEÓRICO – CONTEXTUAL ............................................. 8 
1.1. 

1.2. 

Contracultura, hipismo y valoración artístico - estética del rock anglosajón. ....... 8 

La estética “hippie” y lo progresivo como estética musical................................... 13 
1.2.1. 
1.2.2. 
1.2.3. 
1.2.4. 
1.2.5. 
1.2.6. 

La influencia clásica .......................................................................................... 15 
Tendencias estilísticas de lo progresivo desde aspectos formales ...................... 17 
Temporalidad, narrativa y aspectos formales .................................................... 19 
Virtuosismo y experimentación ......................................................................... 22 
Eclecticismo, sincretismo metodológico, bricolage e improvisación................. 23 
Lo progresivo y lo conceptual ........................................................................... 26 

1.3. La psicodelia como cultura y fin estético del rock anglosajón .............................. 27 
1.3.1. 
1.3.2. 

Psicodelia como experiencia, intención y estilo ................................................ 28 
Psicodelia y semiótica: representación de la experiencia alucinogena y la 

“plasticidad” temporal ........................................................................................................ 30 
1.3.3. Psicodelia y teoría tópica: campos tópicos usados en los estilos psicodélicos y la 
psicodelia como tópico ....................................................................................................... 31 

1.4. La fusión musical como estética y proceso creativo ............................................... 33 
1.4.1. 
1.4.2. 
1.4.3. 
1.4.4. 
1.4.5. 

La problemática de la fusión .............................................................................. 33 
Fusión como interculturalidad ........................................................................... 34 
El binomio jazz-rock, género y estilo musical y marcos estilisticos .................. 35 
Fusión, tipologias y el espectro autenticidad-originalidad ................................... 39 
Fusión musical desde la semiosis y la intertextualidad ...................................... 42 

1.5. 

1.6. 

Contracultura y alcance sociopolítico del rock en el contexto latinoamericano 45 

Praxis musical y contexto Latinoamericano: imitación, nueva ola, emulación y 
modernidad ............................................................................................................................ 48 

1.7. 

1.8. 

1.9. 

Conciliación entre lo local y lo cosmopolita y “rock con raíces” .......................... 50 

“Música andina” y mistificación de lo andino........................................................ 52 

Consideraciones y precisiones metodológicas ........................................................ 56 

CAPÍTULO II: ANÁLISIS .......................................................................................... 61 
2.1. ANÁLISIS DE COMPORTAMIENTO ESTILÍSTICO ............................................. 61 

2.1.1. Problemática del rock en el Perú a finales de los sesenta y El Polen como “un gran 
experimento” ....................................................................................................................... 61 
2.1.2. La construcción de la psicodelia en el comportamiento estilístico de El Polen ......... 68 

 



 

 

2.1.3. Implicancias de la instrumentación en la psicodelia y la fusión ................................. 72 
2.1.4. La fusión como práctica musical y el comportamiento esilístico de El Polen ........... 76 
2.1.5. Lo conceptual en El Polen ........................................................................................ 81 

2.2. ANÁLISIS INTRAOPUS .............................................................................................. 87 
2.2.1. Temas “cosmopolitas”: La Flor, Sitting Dreaming, Tondero. ................................... 88 
2.2.2. Temas de “raíz andina”: Mi Cueva, El Hijo del Sol, Concordancia. ....................... 113 
2.2.3. Covers y versiones: Valicha, A las orillas del Vilcanota, Cholito pantalón blanco. 
.......................................................................................................................................... 134 
2.2.4. Temas de transición: Paisaje de quenas, Secuencia de Organillo y Polifon, La Puna. 
.......................................................................................................................................... 152 

CAPÍTULO III: EVALUACIÓN Y CRÍTICA ........................................................ 162 
3.1. Evaluación: Tendencias y particularidad en el discurso estilístico de El Polen ...... 162 

3.1.1. Tendencias y características de lo progresivo desde el comportamiento estilístico162 
3.1.2. Tendencias y características desde el análisis intraopus .......................................... 164 
3.1.3. Estrategias en el discurso estilístico musical a nivel de idioma y dialecto .............. 170 
3.1.4. La psicodelia en el discurso estilístico desde una perspectiva histórica .................. 177 
3.1.5. Tendencias y características de la psicodelia como estilo ....................................... 180 
3.1.6. Tendencias y características de la fusión desde la dimensión sintáctica y semiótica 
.......................................................................................................................................... 184 
3.1.7. De la fusión como eclecticismo a la fusión sistemática .......................................... 192 
3.1.8. La fusión “respetuosa” de lo andino ....................................................................... 194 
3.1.9. “Lo rock” en el discurso de fusión .......................................................................... 195 

3.2. Crítica: El discurso musical, el contexto del rock local y las interpretaciones 
musicológicas ....................................................................................................................... 201 

3.2.1. Continuidades: protofusiones, covers y operación exotista ..................................... 201 
3.2.2. Las nociones de autenticidad, originalidad y el discurso del rock desde El Polen en  
el contexto del rock en el Perú .......................................................................................... 204 
3.2.3. El Polen y el contexto sociopolítico del Gobierno Revolucionario de las Fuerzas 
Armadas ............................................................................................................................ 209 
3.2.4. El discurso musical y la visión idealizada y romantizada de “lo andino” ............... 212 
3.2.5. El discurso musical, la evocación de un pasado pre colonial y el problema de la 
representación ................................................................................................................... 216 
3.2.6. El discurso musical y la noción de “rock andino” ................................................... 221 

CONCLUSIONES ...................................................................................................... 224 

REFERENCIAS.......................................................................................................... 233 

APÉNDICES ............................................................................................................... 243 

 



 

 

INDICE DE TABLAS 

Tabla 1: Grupos y codificación de piezas ....................................................................... 87 
Tabla 2: Estructura y elementos formales (La Flor). ...................................................... 89 
Tabla 3: Estructura y elementos formales (Sitting Dreaming). ...................................... 90 
Tabla 4: Estructura y elementos formales (Tondero). .................................................... 91 
Tabla 5: Texturas y formas de articulación en “La Flor” ............................................... 93 
Tabla 6: Estructura y elementos formales (Concordancia). .......................................... 114 
Tabla 7: Estructura y elementos formales (El Hijo del Sol) ......................................... 117 
Tabla 8: Estructura y elementos formales (Mi Cueva) ................................................. 118 
Tabla 9: Estructura y elementos formales (Valicha). ................................................... 135 
Tabla 10: Estructura y elementos formales (A las Orillas del Vilcanota). ................... 136 
Tabla 11: Estructura y elementos formales (Cholito Pantalón Blanco). ....................... 137 
Tabla 12: Estructura y elementos formales (La Puna).................................................. 154 
Tabla 13: Estructura y elementos formales (Secuencia de Organillo y Polifón). ......... 156 
Tabla 14: Estructura y elementos formales (Paisaje de Quenas). ................................. 156 
Tabla 15: Elementos de construcción de la psicodelia ................................................. 182 
Tabla 16: Elementos, procesos y tendencias de la fusión musical ............................... 186 

INDICE DE EJEMPLOS 

Ejemplo 1: Texturas y articulación de material melódico en “La Flor” ......................... 93 
Ejemplo 2: Texturas e hipermetría en “Sitting Dreaming” ............................................ 95 
Ejemplo 3: Temáticas y texturas en “Tondero” [TDA]. ................................................. 96 
Ejemplo 4: Temáticas y texturas en “Tondero” [TDB]. ................................................. 97 
Ejemplo 5: Esquema de eventos musicales en “Sitting Dreaming” [SDC]. ................. 101 
Ejemplo 6: Drones en “La Flor” [LFC]. ....................................................................... 104 
Ejemplo 7: Giros melódicos convencionales de rock en “Tondero” y “La Flor” ......... 108 
Ejemplo 8: Métrica sesquiáltera (marinera) en “La Flor” ............................................ 109 
Ejemplo 9: Alusión a “lo andino” (pies rítmicos de huayno) en “Sitting Dreaming”.. 110 
Ejemplo 10: Acompañamientos en “Mi Cueva” .......................................................... 119 
Ejemplo 11: Texturas melódicas, hipermetría y temporalidad en “Mi Cueva” [MCA,B]. 
...................................................................................................................................... 119 
Ejemplo 12: Texturas melódicas, hipermetría y temporalidad en “Mi Cueva” [MCC]. 
...................................................................................................................................... 120 
Ejemplo 13: Intención dialogante en “Concordancia” [CDintro]. ................................ 121 
Ejemplo 14: Intención dialogante en “Concordancia” [CDA]. .................................... 121 
Ejemplo 15: Intención polifónica - contrapuntística en “Concordancia” [CDB]. ........ 122 
Ejemplo 16: Intención polifónica - contrapuntística en “Concordancia” [CDC]. ........ 122 
Ejemplo 17: Fraseo periódico con simplificación melódico-rítmica en “El Hijo del Sol” 
[HSB]. ........................................................................................................................... 122 
Ejemplo 18: Fraseo en “El Hijo del Sol” [HSG]. ......................................................... 123 
Ejemplo 19: Fraseo y texturas en “El Hijo del Sol” [HSC]. ......................................... 123 
Ejemplo 20: Textura acumulativa en “El Hijo del Sol” [HSD]. ................................... 124 
Ejemplo 21: Monofonías en “El Hijo del Sol” [HSE,F]. .............................................. 124 
Ejemplo 22: Frase de violín (folk-andino) en “Mi Cueva” [MCC(a)]. ........................ 132 
Ejemplo 23: Riff de guitarra en “El hijo del Sol” [HSD]. ............................................ 132 
Ejemplo 24: Desarrollo de intención polifónica - contrapuntística en “A las Orillas del 
Vilcanota” [OVA5,6]. ................................................................................................... 138 

 



 

 

Ejemplo 25: Desarrollo de intención contrapuntística en “A las Orillas del Vilcanota” 
[OVA1,2]. ..................................................................................................................... 139 
Ejemplo 26: Desarrollo de intención contrapuntística en “A las Orillas del Vilcanota” 
[OVA8]. ........................................................................................................................ 139 
Ejemplo 27: Intercambio de roles mélódicos en “Valicha” .......................................... 140 
Ejemplo 28: Intercambio de roles melódicos en “Valicha” .......................................... 141 
Ejemplo 29: Intercambio de roles melódicos en “Valicha” .......................................... 142 
Ejemplo 30: Roles melódicos de marinera en “Cholito Pantalón Blanco” ................... 146 
Ejemplo 31: Remisiones del piano en “Cholito Pantalón Blanco” ............................... 148 
Ejemplo 32: Melodía “amazónica”, tipo “chunchada” en “Valicha” ........................... 149 
Ejemplo 33: Desarrollo y texturas en “La Puna”.......................................................... 157 

INDICE DE APÉNDICES 

Apéndice 1: Tabla de observaciones SHMRG (La Flor) ............................................. 243 
Apéndice 2: Tabla de observaciones SHMRG (Sitting Dreaming) .............................. 246 
Apéndice 3: Tabla de observaciones SHMRG (Tondero) ............................................ 250 
Apéndice 4: Tabla de observaciones SHMRG (Concordancia) ................................... 254 
Apéndice 5: Tabla de observaciones SHMRG (El Hijo del Sol) .................................. 257 
Apéndice 6: Tabla de observaciones SHMRG (Mi Cueva).......................................... 261 
Apéndice 7: Tabla de observaciones SHMRG (Valicha) ............................................. 265 
Apéndice 8: Tabla de observaciones SHMRG (A las Orillas del Vilcanota) ............... 268 
Apéndice 9: Tabla de observaciones SHMRG (Cholito Pantalón Blanco) .................. 271 
Apéndice 10: Tabla de observaciones SHMRG (La Puna) .......................................... 274 
Apéndice 11: Tabla de observaciones SHMRG (Secuencias de Organillo y Polifón). 277 
Apéndice 12: Tabla de observaciones SHMRG (Paisaje de Quenas) .......................... 278 
Apéndice 13: Ficha analítica de lo progresivo (LA FLOR) ......................................... 280 
Apéndice 14: Ficha analítica de lo progresivo (SITTING DREAMING) .................... 281 
Apéndice 15: Ficha analítica de lo progresivo (TONDERO) ....................................... 282 
Apéndice 16: Ficha analítica de lo progresivo (CONCORDANCIA) .......................... 283 
Apéndice 17: Ficha analítica de lo progresivo (EL HIJO DEL SOL) .......................... 284 
Apéndice 18: Ficha analítica de lo progresivo (MI CUEVA) ...................................... 285 
Apéndice 19: Ficha analítica de lo progresivo (VALICHA) ........................................ 286 
Apéndice 20: Ficha analítica de lo progresivo (A LAS ORILLAS DEL VILCANOTA) 
...................................................................................................................................... 287 
Apéndice 21: Ficha analítica de lo progresivo (CHOLITO PANTALON BLANCO) 288 
Apéndice 22: Ficha analítica de lo progresivo (LA PUNA) ......................................... 289 
Apéndice 23: Ficha analítica de lo progresivo (SECUENCIA DE ORGANILLO Y 
POLIFON) .................................................................................................................... 290 
Apéndice 24: Ficha analítica de lo progresivo (PAISAJE DE QUENAS) ................... 291 
Apéndice 25: Ficha analítica de la psicodelia (LA FLOR) .......................................... 292 
Apéndice 26: Ficha analítica de la psicodelia (SITTING DREAMING) ..................... 293 
Apéndice 27: Ficha analítica de la psicodelia (TONDERO) ........................................ 294 
Apéndice 28: Ficha analítica de la psicodelia (CONCORDANCIA) ........................... 295 
Apéndice 29: Ficha analítica de la psicodelia (EL HIJO DEL SOL) ........................... 296 
Apéndice 30: Ficha analítica de la psicodelia (MI CUEVA) ....................................... 297 
Apéndice 31: Ficha analítica de la psicodelia (VALICHA) ......................................... 298 
Apéndice 32: Ficha analítica de la psicodelia (A LAS ORILLAS DEL VILCANOTA) 
...................................................................................................................................... 299 
Apéndice 33: Ficha analítica de la psicodelia (CHOLITO PANTALON BLANCO) . 300 

 



 

 

Apéndice 34: Ficha analítica de la psicodelia (LA PUNA) .......................................... 301 
Apéndice 35: Ficha analítica de la psicodelia (SECUENCIA DE ORGANILLO Y 
POLIFON) .................................................................................................................... 302 
Apéndice 36: Ficha analítica de la psicodelia (PAISAJE DE QUENAS) .................... 303 
Apéndice 37: Ficha analítica de la fusión (LA FLOR)................................................. 304 
Apéndice 38: Ficha analítica de la fusión (SITTING DREAMING) ........................... 305 
Apéndice 39: Ficha analítica de la fusión (TONDERO) .............................................. 306 
Apéndice 40: Ficha analítica de la fusión (CONCORDANCIA) ................................. 307 
Apéndice 41: Ficha analítica de la fusión (EL HIJO DEL SOL) ................................. 308 
Apéndice 42: Ficha analítica de la fusión (MI CUEVA) ............................................. 309 
Apéndice 43: Ficha analítica de la fusión (VALICHA) ............................................... 310 
Apéndice 44: Ficha analítica de la fusión (A LAS ORILLAS DEL VILCANOTA)... 311 
Apéndice 45: Ficha analítica de la fusión (CHOLITO PANTALON BLANCO) ........ 312 
Apéndice 46: Ficha analítica de la fusión (LA PUNA) ................................................ 313 
Apéndice 47: Ficha analítica de la fusión (SECUENCIAS DE ORGANILLO Y 
POLIFON) .................................................................................................................... 314 
Apéndice 48: Ficha analítica de la fusión (PAISAJE DE QUENAS) .......................... 315 

 



 

 

“raíces rockeras, tintes sinfónicos, progresivos, psicodélicos, 

mezclados con folclore peruano”1 

1 (Gestores Culturales, 2021). 

 

 



 

 

INTRODUCCIÓN: ASPECTOS FORMALES DE LA INVESTIGACIÓN 

1.  Planteamiento del problema 

A finales de los años sesenta y principios de los setenta del siglo XX, el rock anglosajón 
desarrolla dos corrientes conocidas como rock psicodélico y rock progresivo. Estas refieren a 
un conjunto de valores y tendencias estéticas y estilísticas, como la experimentación, 
improvisación, ambición, sofisticación y conceptualización musical y discursiva, así como la 
asimilación de y mezcla con otras músicas mediante el eclecticismo y la fusión. Debido a estos 
elementos y en comparación con otras músicas populares u otros periodos históricos en el rock, 
la música enmarcada en estas corrientes puede ser – y de hecho ha sido - considerada como una 
manifestación de gran valor artístico de identidad única e irrepetible2. Esto a su vez, constituye 
dichas corrientes en un campo significativo para el estudio de estéticas y lenguajes estilísticos 
alrededor del rock. 

Sin embargo, tanto a nivel latinoamericano como peruano, la musicología ha ahondado 
muy poco en el rock3. En el caso del rock en el Perú, si bien existe bibliografía considerable de 
tipo histórico, periodístico y sociocultural4, esta no presta mucha atención a los aspectos 
estéticos y artísticos, ni a los textos y discursos musicales. Esta situación resulta especialmente 
sensible para el periodo conocido como la primera etapa del rock peruano, comprendida entre 
mediados del cincuenta y finales de los setenta, donde el rock local destacaría más por su lado 
artístico y estético que por un compromiso contracultural o social5. 

Entre la producción de rock en el Perú de esta primera etapa se encuentra el grupo El 
Polen. Considerado una propuesta de rock fusión, El Polen fue fundado en 1969 por los 
hermanos Juan Luis y Raúl Pereira del Mar, un núcleo al cuál varios otros músicos se irían 
integrando posteriormente; su primera etapa artística abarca desde su fundación hasta entrado 
el año 1973 cuando se disuelven y no retomarían actividad sino hasta finales de los años 
noventa, entrando en un nuevo periodo artístico que se extiende hasta hoy6. El caso de El Polen 
es significativo ya que a pesar de que su propuesta musical ha sido abiertamente reconocida por 

2 López Cano (2018) enuncia esto en su discusión sobre la intertextualidad en la música popular urbana para aclarar 
que a diferencia de ciertas corrientes de rock, la gran mayoría de la música popular se asemeja más a una artesanía 
y no tiene mayores pretensiones artísticas sino elaborar melodías populares y clichés para expresar sentimientos 
comunes (p.82). No obstante, aunque no cita especificamente al rock progresivo o psicodelico, es razonable pensar 
que estas formas de rock son parte de esas “ciertas corrientes de rock” y por ende poseen los atributos referidos. 
3 Según Juan Pablo Gonzales, “[…] los musicólogos latinoamericanos hemos ahondado poco en el rock. Han sido 
más bien los sociólogos,historiadores, antropólogos y periodistas quienes han abordado con cierta plenitud el tema, 
preocupándose principalmente de problemas vinculados con la ideología, el comportamiento social y la 
construcción de discursos” (2021, p.89). 
4 Algunos de los estudios y trabajos más importantes son los de Cornejo (2018), Torres (2018), (Sótano Beat, 
2012), (Gutierrez, 2004, 2021) (Oliart, 2023) (Melgar, 2020). 
5 Según Fidel Guitierrez, en esta etapa el rock peruano “no tendría connotaciones y manifestaciones contra 
culturales de importancia que superaran lo meramente estético y artístico” (2021, p.65). 
6 Aquí no se ahonda más en la descripción del grupo. Información detallada se encuentra disponible en línea. Como 
todo grupo en actividad, cuentan con canales de comunicación y redes sociales. Puede verse por ejemplo: 
https://www.facebook.com/ElPolenPeru/?locale=es_LA 

1 

 

 

http://www.facebook.com/ElPolenPeru/?locale=es_LA


 

 

su pionerismo, innovación y trascendencia para la música y la identidad en el Perú7, su 
dimensión artística no ha sido explorada de forma amplia y profunda. Como lo hace en la 
mayoría de casos, la historiografía del rock reconstruye y contextualiza a El Polen de manera 
mayormente descriptiva e informativa. Por su parte, la reciente producción musicológica, si 
bien se ha ocupado de los discursos del grupo alrededor de la contracultura, el hipismo y la 
identidad, solo ha alcanzado a abordar su dimensión artística y discurso musical de manera 
mayormente referencial o funcional. Así, por ejemplo, la fusión de El Polen se ha tomado como 
base para la construcción de otros conceptos – como lo andino - mas no necesariamente es 
estudiada en sí misma como proceso creativo o discurso artístico. Además, la fuerte asociación 
de la obra de El Polen con la fusión musical, eclipsa de algún modo la lectura que hace el grupo 
de lo progresivo y lo psicodélico, aspectos también consustanciales a su producción y discurso 
musical. 

2.  Preguntas de investigación 

Frente a la problemática planteada, la presente investigación se formula las siguientes 
interrogantes principales: ¿De qué manera se construyen en la obra de El Polen perteneciente a 
su primera etapa artística las nociones de lo progresivo, la psicodelia y la fusión musical en 
tanto estéticas y prácticas musicales asociadas al rock de finales de los sesenta y principios de 
los setenta? ¿Cómo se articulan los valores asociados a estas estéticas en el comportamiento del 
grupo y en su producción musical? y ¿Cuáles son las tendencias y particularidades que presenta 
su discurso estilístico musical alrededor de estas estéticas? Así también, frente a este discurso 
estilístico musical ¿Qué vínculos y cuestionamientos pueden plantearse alrededor de la realidad 
del rock en el Perú de la época y de las valoraciones e interpretaciones que la literatura ha hecho 
sobre El Polen? 

Estas preguntas implican a su vez indagar en otros cuestionamientos de índole más 
referencial y contextual pero necesarios como ¿De qué manera se establece el rock anglosajón 
como una manifestación musical y cultural con valor artístico a finales de los sesenta? ¿Cómo 
se contextualiza el rock en el contexto latinoamericano en esa época? ¿Qué marco de valores 
estéticos y/o criterios analíticos deben tomarse en cuenta para el estudio de lo progresivo, la 
psicodelia y la fusión musical? 

3.  Objetivos 

Como objetivo general se tiene: Explicar cómo se construyen lo progresivo, la psicodelia y la 
fusión en tanto estéticas y prácticas musicales asociadas al rock de finales de los sesenta y 
principios de los setenta en la obra musical del grupo El Polen perteneciente a su primera etapa 
artística y determinar las particularidades y tendencias de su discurso estilístico alrededor de 
estas estéticas. 

7 Al respecto de su trascendencia e importancia, El Polen ha sido recononocido como uno de los discursos más 
innovadores sobre identidad musical desde la fusión entre rock y folclor autóctono (Gutierrez, 2021, p.82), como 
proyecto fundacional del rock peruano y fuente de inspiración para las fusiones más modernas (Mendívil, 2022, 
p.248) o como uno de los grupos creadores del “rock andino” (Cornejo, 2018). 

2 

 

 



 

 

Como objetivos específicos se tienen los siguientes: 

• Determinar los componentes, características y tendencias del discurso estilístico de la 
obra de El Polen respecto a lo progresivo, la psicodelia y la fusión. 
Vincular el discurso estilístico de El Polen con la realidad del rock peruano de la época 
y las valoraciones e interpretaciones que la literatura ha hecho de su obra musical. 
Contextualizar la contracultura y el proceso de valoración artística del rock anglosajón 
a finales de los sesenta 
Determinar los marcos estéticos y estilisticos del rock progresivo y psicodélico y los 
criterios para el estudio de la fusión musical como proceso creativo. 
Contextualizar la contracultura y el rock anglosajón en el ámbito latinoamericano y 
nacional del periodo histórico de estudio. 

• 

• 

• 

• 

4. Justificación 

Vistas la relevancia de la dimensión artística del rock en el Perú en su primera etapa, la 
importancia del legado musical de El Polen, así como de su estado latente en tanto objeto de 
estudio musicológico, se hace necesaria una mayor atención al mismo como hecho artístico y a 
su discurso musical. Esta es la cuestión que la presente investigación busca atender. Un estudio 
del caso de El Polen desde esta perspectiva no solo contribuye a entender sus procesos creativos 
y reforzar la puesta en valor de su propuesta y legado musical, sino también a refuerza la 
comprensión de las dinámicas de lectura y asimilación a nivel local de estéticas y prácticas 
transnacionales como lo progresivo, la psicodelia y la fusión, las mismas que son 
representativas de un periodo histórico en el rock – tanto global como nacional - donde los 
aspectos estéticos y artísticos serían especialmente significativos. 

De otra parte, se considera que esta investigación aporta al entendimiento de la música 
popular en el Perú desde los procesos creativos de sus actores - un punto de alguna manera poco 
visto por la historiografía y la musicología peruana para el caso del rock - y de modo general, 
sumar a los esfuerzos interdiciplinarios orientados a comprender el fenómeno del rock en el 
Perú y valorar su corpus musical. 

Finalmente, al adoptar una perspectiva que considera las obras o producciones musicales, 
así como sus contextos sociohistóricos de producción y recepción, se pretende enriquecer el 
debate musicológico sobre la interacción entre el texto y el contexto como aspecto fundamental 
en el estudio de la música popular. 

5.  Propuesta de investigación 

Se plantea que las obras o producciones musicales pertenecientes a la primera generación 
de rock en el Perú en general y la de El Polen en particular, serían una forma de aproximarse al 
rock peruano como hecho artístico y de entender sus procesos de asimilación de estéticas 
transnacionales desde la práctica musical en un contexto sociohistórico local. Así entonces, 
desde un enfoque de la música como hecho artístico, se propone un estudio estético estilístico 
del caso del grupo El Polen que busque conocer cómo su práctica y obra musical construyen 
nociones de lo progresivo, la psicodelia y la fusión en tanto estéticas musicales asociadas al 

3 

 



 

 

rock entre finales de los años sesenta y principios de los setenta y al mismo tiempo, determinar 
tendencias y particularidades estilísticas de estas construcciones en su discurso musical. 

La propuesta de investigación se basa en la premisa de que la obra de El Polen forma parte 
de una producción concebida sobre preceptos artísticos, estéticos y culturales alrededor del rock 
desarrollados en el mundo anglosajón y asimilados en el contexto latinoamericano durante la 
época referida previamente. Se sostiene a su vez que estas tres estéticas en cuestión son 
consustanciales a la identidad musical de este grupo y que su estudio conjunto nos aproxima de 
mejor manera a una comprensión más amplia de su dimensión artística y musical. De otra parte, 
se considera que la lectura que este grupo realiza de dichas prácticas y preceptos durante los 
años setenta, constituye un aporte esclarecedor y significativo al entendimiento de las estéticas 
del rock a nivel local. 

La propuesta considera como componentes estéticos a los criterios y valores significativos 
de las diferentes corrientes del rock en cuestión mientras que el componente estilístico, refiere 
a los procesos de lectura, asimilación y reconstrucción de estos criterios en una propuesta 
musical en particular. Se propone analizar la construcción estético musical principalmente a 
partir de los textos musicales; no obstante, se toman en cuenta aspectos extra musicales y 
socioculturales alrededor de la contracultura y el hipismo, así como la realidad local del rock 
peruano de la época como marcos contextuales de referencia. 

6.  Estado de cuestión 

Al igual que la mayoría de cuestiones sobre el rock en el Perú, la labor y obra musical 
de El Polen se ha reconstruido de forma descriptiva desde la historia y la crónica periodística 
(Cornejo, 2018), (Torres, 2018), (Sótano Beat, 2012). En conjunto, estos estudios se refieren a 
El Polen como una propuesta de fusión entre rock y elementos locales (criollos y andinos 
principalmente) de carácter pionero, original y auténtico frente a la realidad que atravesaba la 
primera generación de rock nacional8. 

Aparte de la información histórica, en estos textos llaman la atención los juicios de valor 
estéticos que se han atribuido a la obra y la propuesta de fusión de El Polen tales como “música- 
tierra, orgánica, matérica, táctil, telúrica” (Torres, 2018, p. 314), de “álbumes telúricos y 
mágicos” (Cornejo, 2018, p. 77), un “coctel místico” o “una cascada de arpegios cristalinos 
cuyos sonidos, cercanos al huayno, transportaron con éxito la sensibilidad urbana del ritmo 
norteamericano a la serenidad rural del paisaje andino” (Bernilla & Flores, 2021). Lo 
interesante para nuestro caso es que estas descripciones metafóricas incitan a pensar en las bases 
formales y estilísticas sobre las cuales se sostienen este tipo de valoraciones. Los trabajos 
mencionados no lo precisan más allá de mencionar algunos géneros e instrumentos. Melgar 
(2020) se aproxima a una revisión más detallada del texto musical al describir el tema “La Flor” 
como una expresión de la confluencia de la cultura rock y las sonoridades clásicas y andinas 
bajo la forma de “una suite de folk psicodélico”; resalta una sección donde se alude una línea 
vocal de falsa fonética quechua como representación de una visión cósmica y hippie del retorno 
a la naturaleza y la idealización del mundo andino. En este trabajo pueden verse unas primeras 
aproximaciones de cuestiones estrictamente musicales. El artículo de Julio Mendívil El Polen: 

8 Aquí no es necesario reproducir las anécdotas e historias contenidas en estos estudios ya que se usarán como 
referencia histórica y contextual constante a lo largo de la investigación. 

4 

 

 



 

 

Rock andino fuera de la ciudad (2022) profundiza más en cuestiones de estilo mediante un 
ejemplo puntual de “tensión” entre música andina y rock desde cuestiones armónicas y 
tímbricas en el tema “Niña serrana”. Por otro lado, resalta la diferencia entre el tratamiento de 
carácter evocativo y ornamental en las primeras aproximaciones a lo andino de grupos de rock 
como El Opio y el rol fundamental que tendrían las estructuras formales de músicas populares 
peruanas en la obra de El Polen. Además, contrasta la instrumentación del grupo con la del rock 
convencional, resalta el uso de instrumentos característicos del folclor del Cusco e identifica en 
algunas composiciones el uso de géneros musicales tanto globales (folk y rock anglosajón) 
como locales (huayno, fox incaico, marinera y tondero). Por su parte, en su estudio sobre la 
construcción de lo andino en la fusión de El Polen, De Souza (2022), advierte en su mayoría 
los mismos rasgos que Mendívil y esboza de manera general las estructuras formales de las 
piezas que componen los dos discos correspondientes al periodo de los setenta; así también, 
propone la idea de una “matriz rockera” y sugiere considerar aspectos como la forma o el timbre 
para abordar la fusión rock-andino en El Polen. 

Si bien estos trabajos esbozan varios elementos asociados al estilo musical y a la fusión 
en particular, no llegan a constituir estudios sobre los discursos estilísticos o sobre la fusión 
propiamente dicha en el caso de El Polen, debido por un lado, a sus propósitos particulares – 
testimonial y descriptivo en el caso de Mendívil (2022) y funcional a otras construcciones como 
en De Souza (2022). Asimismo, al ubicarse en diferentes trabajos, todos estos aspectos 
estilísticos no se articulan como un estudio amplio y sistemático sobre el corpus musical del El 
Polen. Por último, al no tratarse de estudios estéticos estilísticos propiamente dichos, los 
aspectos proporcionados en estos trabajos permanecen en gran parte en calidad de información 
de carácter general y en algunos casos imprecisa. Estas aproximaciones a lo musical se 
constituyen, para esta investigación, en puntos de encuentro, comentario y debate. 

Ahora, como podría esperarse, lo anterior evidencia la tendencia a hacer de la fusión el 
eje central de discusión y la consecuente desatención a la psicodélica y lo progresivo. Si bien 
estos estudios refieren aspectos sobre estas estéticas, su aproximación es mayormente de orden 
ideológico-sociocultural que estilístico-musical o bien, están descritos de manera general y 
referencial. Todos los estudios relacionan a El Polen con lo psicodélico principalmente a través 
de la cultura del hipismo y el consumo de alucinógenos y no tanto desde su estudio como 
estética musical. Mendívil (2022) solo apunta una “clave psicodélica” subyacente a las letras y 
la música (p. 249) mientras que De Souza (2022), afirma que “el sonido de El Polen […] toma 
características sonoras de la psicodelia, género que impulsaría una ruptura e innovación 
radicales en lo musical, experimentaciones sonoras, exploraciones rítmicas, de timbres y de 
atmósferas sonoras, incorporando el ruidismo” (p. 55). Esta última resultaría en una apreciación 
genérica y referencial en tanto no se llega a ver cuáles son esas características sonoras o cómo 
se construyen dichas innovaciones, experimentaciones, exploraciones o atmósferas. Del mismo 
modo, al referir el segundo disco Fuera de la Ciudad, Mendivil (2022) solamente apunta “un 
acercamiento al lenguaje de los grupos de rock progresivo” (p. 245) dando una lista de las 
características estilísticas, pero sin entrar a discutir como se construyen estas para el caso 
particular de El Polen. Así también, para De Souza (2022) lo progresivo se limita a una 
referencia general, muy similar a la que se hace para la psicodelia, al afirmar que El Polen 
“toma del rock progresivo la duración de los temas, la tendencia a prescindir de cualquier 
división  formal  entre  versos  y  estribillos,  la  búsqueda  de  innovación,  experimentación, 

5 

 



 

 

exploración sonora” (p.55), nuevamente sin discutir a profundidad estos parámetros en los 
textos musicales. 

Luego de esta revisión, resulta razonable e interesante preguntarse: ¿Cómo entender el 
“acercamiento” a lo progresivo y la “clave” psicodélica? ¿De qué maneras se construyen la 
improvisación o lo experimental en un discurso musical? ¿Qué implican unas “raíces” rockeras 
o unos “tintes” sinfónicos, progresivos y psicodélicos”9 desde una perspectiva estético 
estilística? ¿Cómo explicar – y no solo identificar – la “mezcla” entre el folclor peruano y estas 
“raíces” y “tintes”? Cuestionamientos como estos invitan a indagar sobre las interacciones entre 
procesos creativos, circunstancias contextuales, elementos estilísticos y valores estéticos a 
través de las cuales se construyen discursos musicales, así como interpretaciones y valoraciones 
tanto desde la producción como desde la recepción. 

7.  Metodología 

El tipo de investigación propuesto es cualitativo y analítico-interpretativo, compuesto 
principalmente por métodos de análisis musical morfosintáctico, análisis de discurso e 
interpretación de tipo hermenéutico - semiótica. Se toma como instancia textual musical las dos 
producciones fonográficas oficiales que El Polen produce en la década de los setenta. Se utiliza 
además como fuente primaria una conversación personal con el fundador del grupo, Juan Luis 
Pereira del Mar, y como fuentes secundarias, testimonios, entrevistas y relatos disponibles en 
la bibliografía del rock peruano y en internet complementadas con metatextos (imágenes de 
portadas y cuardenillos de cd). 

La aproximación al texto musical contempla la escucha personal sistemática del 
repertorio así como una dinámica de escucha e interpretación conjunta con músicos y artistas 
expertos en música andina y música criolla a fin de integrar sus competencias y apreciaciones 
al análisis y la interpretación. 

La base teórica (desarrollada en el capítulo 1) se sustenta en diversas teorías del rock 
anglosajón y del rock en el contexto latinoamericano a finales de los años sesenta e inicios de 
los setenta: (Moore & Martin, 2018) (Costa, 2018, 2020) (Covach, 2006) (Macan, 1997) 
(Regev, 1994) (García Peinazo, 2015) (Gonzales, 2021) (Gutierrez, 2004, 2021); enfoques 
semióticos e intertextuales de la música popular (Echard, 2017) (Reising, 2009) (Whiteley, 
2003) (López-Cano, 2007) y aproximaciones a la fusión musical (Fellez, 2011) (Paraprathim, 
2014) (Montero-Diaz, 2018) (Steingress, 2004). 

El marco metodológico (detallado en el capítulo 1) entiende el concepto de estilo 
musical en dos sentidos: como discurso (Pascall, 2001) y comportamiento (Mundy, 2014) en 
un sentido amplio y en un sentido más restringido, como los elementos musicales formales 
constituyentes de un marco estilístico (style) determinado (Moore, 2001, Moore & Martin, 
2018) normalmente asociado a un género musical. El procedimiento analítico se estructura 
principalmente sobre la base de los modelos de análisis del estilo musical de Leonard Meyer 
(2000) y Jan LaRue (1989, 2001) complementados con consideraciones sobre el rock como 
estilo (Moore & Martin, 2018). Como herramientas operativas se emplearán medios digitales 

9 (Gestores Culturales, 2021). 

6 

 

 



 

 

de producción musical en la reconstrucción de la imagen aural del texto musical, su análisis y 
la elaboración de transcripciones. 

Finalmente, se desea apuntar que este enfoque metodológico se concibe en atención a 
la dicotomía entre texto y contexto y entre enfoques formales e interpretativos en el estudio del 
hecho musical. Se espera sortear el binarismo reduccionista10 de esta dicotomia al articular la 
autonomía relativa de la obra musical con su dimensión contextual y cultural de producción y 
recepción11. En síntesis, una postura dialéctica constructiva entre lo histórico y lo sistemático12 

donde el estilo musical deviene un medio de conocer la lectura que un hecho musical hace de 
las mentalidades musicales13 de su tiempo. 

8.  Estructura 

La investigación se estructura en tres capítulos. En el capítulo 1 se construye en primer 
lugar un marco teórico conceptual que comprende la relación entre rock y contracultura, el 
proceso de valoración artística del rock anglosajón, consideraciones estético musicales del rock 
progresivo y enfoques de estudio de la psicodelia en el rock y de la fusión musical. En segundo 
lugar, se elabora un marco contextual de la contracultura y el rock en el ámbito latinoamericano, 
así como de la realidad del rock en Lima y de bandas como El Polen a finales de los sesenta y 
en tercer lugar, se abordan en mayor detalle consideraciones de tipo metodológico y procesual. 
En el capitulo 2 se realiza el análisis del discurso estilístico, se realiza en primer lugar el análisis 
desde una dimensión más sociocultural y en un segundo momento, se pasa a un análisis musical 
de índole más formal. El tercer y último capítulo desarrolla en primer lugar una sección de 
evaluación donde se discuten las tendencias de lo progresivo, la psicodelia y la fusión en la obra 
de El Polen y las particularidades que presente su discurso estilístico musical. Por último, se 
elabora un apartado de crítica en el cual se ponen en diálogo los hallazgos alrededor del discurso 
con algunas valorizaciones, apreciaciones e interpretaciones relevantes que se han hecho sobre 
El Polen desde la historiografía y los estudios musicológicos. 

10 Este reduccionismo refiere a la confrontación entre dos herramientas metodológicas: el análisis formal, 
privilegiado por la musicología y la hermenéutica interpretativa, usada comúnmente en los estudios culturales y 
sociales (Fink, 1998, p.159). Al respecto Moore & Martin (2018) apuntan la limitación de tomar una postura 
metodológica ortodoxa, sea formalista o interpretativa. 
11 Según Treitler (1999): "si no aceptamos el estatus autónomo provisional de la obra musical, corremos el riesgo 
de reducirla a un símbolo y hacerla transparente para el significado (extramusical) cuya explicación se convertirá 
en el último propósito del estudio musical; es decir, corremos el riesgo de que desaparezca como objeto estético 
una vez haya cubierto su papel de significación" (en Nagore, 2004, p.7). 
12 (Padilla, 2000, p.14). 
13 Según Astor (2009): “Las ideas musicales presentes en las obras revelan la existencia de un pensamiento, de una 
mentalidad y de una postura ideológica, expresados como música” (p.54). 

7 

 

 



 

 

CAPÍTULO I: MARCO TEÓRICO – CONTEXTUAL 

1.1. Contracultura, hipismo y valoración artístico - estética del rock anglosajón. 

La contracultura o cultura juvenil se desarrolla a partir de la década de los sesenta del 
siglo XX siguiendo las pautas de la sociedad de consumo occidental de posguerra y el estilo de 
vida americano (Piñeiro, 2009). De esta se desprende el movimiento conocido como hippie o 
hipismo, el cual fue, de modo general, un ensamble de filosofías, culturas y formas de vida que 
se “recuperarían” malinterpretándose y de forma anacrónica (Weinrichter, 2015, p.12)14. 

Dos aspectos explicarían el alcance e influencia de esta ideología dentro y fuera del 
mundo anglosajón (Lufti, 2018). El primero es su naturaleza generacional, los jóvenes 
cuestionan un status quo representado en las generaciones más adultas y adoptan una actitud 
rebelde contra toda forma de dominación y autoritarismo (Piñeiro, 2009). El segundo es la 
pertenencia a una clase media y media alta que daba a los hippies acceso a capital económico 
(ingresos), social (redes de contacto), cultural (educación) y simbólico (bienes de consumo) 
(Lufti, 2018, p.46) para configurar un habitus que implicaba, entre otras cosas, un afán por una 
experiencia del presente despreocupada del futuro y con gestos contestatarios pero compatible 
con el sistema económico. Otro aspecto relevante de la contracultura es su postura en relación 
con la política. Durante los años sesenta se producen en Estados Unidos fricciones entre un lado 
más politizado del movimiento juvenil y otros menos interesados (apolíticos), lo que daría 
origen a dos grupos juveniles diferenciados: la nueva izquierda y los hippies (Mularsky, 2016). 
La línea divisoria entre estas dos facciones nunca sería absoluta debido a puntos de encuentro 
como el rechazo por la “tecnocracia” y una fuerte asociación entre doctrina política y estilo 
cultural (ibid. p.82). Esta última asociación confiere al hipismo agendas tanto culturales como 
políticas y lo ubica en un espectro que comprende un polo apolítico de actitud escapista, 
centrado en la libertad personal y que busca perfeccionar el ser (perfect the self) y otro 
fuertemente politizado que busca ante todo mejorar la sociedad (perfect the society) (Michals, 
2002 en Mularsky, 2016). 

Son las posturas más orientadas hacia el perfeccionamiento del ser las que establecen el 
vínculo entre contracultura, arte y música ya que los valores de libertad y expresión creativa 
individual del hipismo son fundamentales en el proceso de valoración artística del rock. Al 
señalar la escasez de canciones con evidentes objetivos políticos en el rock de Gran Bretaña 
durante los sesenta, Sheila Whiteley (2003) sugiere que el impacto de la contracultura sobre el 
rock no implicaría tanto una actitud política de llamado a la acción (perfect the society). Por el 

14 Esta gama de manifestaciones asociadas con la corriente del hipismo es descrita por Lufti (2018) del siguiente 
modo: “Los hippies eran jóvenes, de unos 25 años, en su mayoría provenientes de familias ricas, que rechazaron 
su estilo de vida y el sistema de valores materialista. Abandonaron la comodidad, la elegancia y las formas de vida 
superficiales de los adultos, y eligieron una vida simple, rústica y natural. Querían derribar barreras: nacionales, 
raciales, religiosas, de sexo y otras diferencias. Los hippies están estrechamente relacionados con términos como 
vegetarianos, nudistas, defensores de la medicina natural, la reforma del vestuario, la reforma sexual, y las reformas 
económicas, sociales, culturales y religiosas, así como la libertad para los niños, las mujeres y los animales.” (p.43) 
[traducción propia] 

8 

 

 



 

 

contrario, el rock tendría mas bien una simpatía por ese lado más “hippie” de la contracultura 
que profesaba la adopción de un estilo de vida personal alternativo, una política cultural de 
celebración y no de protesta y la visión optimista del ser humano y su potencial creativo (perfect 
the self). Para esta investigación, este potencial creativo celebrado por el hipismo se considera 
como una de las bases más importantes del proceso de valoración artístico-estética del rock 
ocurrido a partir de mediados de los años sesenta. 

La construcción del estatus cultural y la valoración artístico - estética del rock 
anglosajón se entiende desde la idea del campo de producción cultural. En este campo, la acción 
de agentes productores de significado determina la distribución, acumulación de prestigio, 
jerarquía y valor artístico a objetos culturales (Bordieu 1984, en Regev, 1994). Estos agentes 
inciden a su vez en la ruptura entre “alta” y “baja” cultura representada en las dinámicas de 
contacto entre música popular y vanguardias artísticas (ibid.), las mismas que para 1967, eran 
llevadas a cabo por varios artístas de música popular del mundo anglosajón (Fellez, 2011, p.46). 
En el caso del rock, esta valoración artística se produce bajo la forma de una creciente 
sofisticación y estetización (ibid.) y por la acción de críticos, instituciones y audiencias que 
generaron una ideología desde la cual el rock anglosajón reclama un estatus cultural de arte y 
de música “seria” (Regev, 1994). Este proceso que presenta al rock como una expresión 
“auténtica” de su tiempo, es denominado por Jacopo Costa (2020) como el discurso del rock. 
Aparte del proceso, con este término Costa refiere la persistencia histórica de algunas actitudes, 
ideas y argumentos - y el carácter efímero de otras - que los agentes productores de significado 
desarrollaron respecto al rock a partir de mediados de los sesenta (p.180). 

Ahora, entre estos agentes se encuentran en primer lugar los músicos. Muchos rockeros 
británicos, culturalmente más familiarizados con el legado musical clásico europeo que sus 
pares estadounidenses, asistieron a escuelas de arte o se relacionaban con tendencias artísticas 
de vanguardia buscando así dignificar su trabajo y la aprobación de la “alta cultura” (Rockwell, 
1980). Sin embargo, según Moore & Martin (2018), serían mas bien pocos los músicos de rock 
progresivo realmente entrenados académicamente, siendo más común entre estos el interés auto 
consciente por explorar técnicas más cercanas a la tradición musical formal que al pop o el soul. 
En segundo lugar, las universdades (en Estados Unidos) y las escuelas de arte (en el Reino 
Unido) fueron espacios para que un nuevo sector demográfico (los jóvenes adultos) se 
“apropien” del rock de un modo más “intelectual” (Fayard, 2011 en Costa, 2018, p.96). En 
tercer lugar, ciertos medios de comunicación como emisiones radiales FM, críticos y revistas 
especializadas, tratarían al rock anglosajón como “música seria” pretendiendo así alejarlo de su 
condición de mercancía de entretenimiento. 

A finales de los sesenta, con la acción de estos agentes se inicia el debate sobre la 
autenticidad y se crea la dicotomía entre rock y pop, una división que la industria discográfica 
ya había aprovechado vistas las nuevas audiencias que el rock generaba (Stratton 1986 en 
Bennett, 2007, p.9). En el discurso del rock, mientras el “pop” era efímero y impulsado por el 
afán comercial, el rock se atribuía un sentido de sinceridad y autenticidad (ibid.) e incorporaría 
la idea de la autonomía de la obra de arte y de sus creadores (Williams 1958, Bordieu, 1969, en 
Regev, 1994). La autonomía de la obra de arte que se aplicaba a la música académica se 
transplantaba al rock atribuyendo a sus obras (canciones, albums, grabaciones) la acción de una 
“verdad” más allá de pretensiones comerciales y la expresión interna de la “genialidad” de un 

9 

 



 

 

artista autosuficiente (Regev, 1994). Para Costa, aparte de esta visión del rock como expresión 
artística que integra valores del “arte culto” (como la búsqueda de originalidad, que en sí misma 
implica la idea de autonomía y una actitud individualista), se crea también un sentido de 
tradición histórica (2018, p.108) desde el cual el rock toma consciencia de su propia historia y 
“canoniza” ciertos acontecimientos y protagonistas15 (p.112). 

La pretensión de autonomía se refuerza también debido al avance de las tecnologías de 
grabación. El rock concibe al estudio como espacio central de un proceso creativo y no solo 
como herramienta para el registro de una ejecución o performance (Costa, 2018) y, al hacerse 
dependiente de esta tecnología, convierte la grabación (track/record) en objeto artístico (Kania, 
2006) y texto básico del género (Bennett, 2009). Con la grabación, la obra se concibe como 
“sustancia sonora” (Regev, 1994) y origina la noción del sonido en tanto descriptor del conjunto 
de características tímbricas, melódicas, armónicas, rítmicas y de estructura producto de todas 
las decisiones estilísticas que intervienen en el proceso creativo llevado a cabo desde una lógica 
de producción en estudio (Costa, 2018). La noción de sonido representa además la habilidad 
creativa en el uso de todos estos recursos y modos de producción disponibles y va más allá de 
la idea de “lo eléctrico” y del simbolismo de la guitarra eléctrica (Wicke, 1987 en Regev, 1994, 
p.95). Para fines de esta investigación, con esta noción de sonido se justifica además la 
cosideración de la naturaleza textual del rock como principalemente aural o sonora, lo que 
permite a su vez incorporar aspectos eminentemente aurales o referentes a la materialidad 
sonora al cuerpo de valores estéticos del rock. Así también, desde lo metodológico, se justifica 
tomar la grabación como texto musical y objeto de estudio ya que la “huella sonora” que la 
grabación hace tanto de la dimensión sintáctico formal como la performática, proporcionan al 
texto-objeto la autonomía relativa necesaria para un análisis estético-estilistico. 

Ahora bien, el proceso de valorización artística o discurso del rock dista mucho de ser 
una ideología sin fricciones, incongruencias y limitaciones. Costa se plantea si este proceso 
respondía a un verdadero deseo del rock de ser incluído como expresión de la “alta cultura” – 
algo que para Regev (1994) no tuvo ciertamente el resultado esperado – o si fue un acto que 
más bien intentaba erradicar la distinción entre diferentes "niveles" de cultura (Costa, 2018, 
p.109). En cualquier caso, según el autor, hoy en día el mundo del rock se muestra cada vez 
más indiferente frente a esta discusión (ibid.). Asimismo, a pesar de que para algunos un mayor 
estatus cultural del rock fue – y es aun - un estímulo importante, Costa sugiere que tal vez el 
origen del amplio vocabulario artístico del rock de finales de los sesenta y durante los setenta 
sea más banal y basado simplemente en un interés indiferenciado por diversos lenguajes 
musicales y artísticos (2018, p.110). 

Por otro lado, Simon Frith señala lo problemático que resulta pretender ser juzgado 
desde los parámetros del arte y al mismo tiempo, continuar dentro de un esquema de 
entretenimiento. Para este autor, el trabajo duro y dedicado de músicos de rock que se ven como 
artistas y creadores autónomos e individuales, se diluye fácilmente en la maquinaria de una 
industria de la música y el espectáculo que no pretende instruir a las audiencias (1983 en Moore 
& Martin, 2018). Entonces, si bien el rock no dejaba de ser una forma de entretenimiento, este 

15 Sobre esta concientización histórica y creación de un canon del rock anglosajón véase: von Appen & Doehring 
(2006). 

10 

 

 



 

 

toma al menos un carácter original, novedoso y más personal (Costa, 2018, p.97). Durante la 
época del rock psicodélico y en clubes londinenses como el UFO16, el rock se desvincula del 
baile pasando a ser desde simple música de ambiente hasta el foco de una forma de escucha 
más autónoma (en el sentido de que la música ya no es funcional a otra actividad) (ibid. p.98). 
Los modos de escucha cambian y los músicos, artistas y audiencias son conscientes de las 
implicancias de este cambio. Para Costa, la oposición entre música “para el cuerpo” y musica 
“para la mente” (music for the body-music for the mind) que advierte en el manifiesto incluido 
en el album Volume Two de la banda Soft Machine, ilustra esta nueva concepción17. Sin negar 
la funcionalidad del rock para el baile, dicho manifiesto afirma la posibilidad de una nueva 
forma de entretenimiento más personal e individual (2018, p.108). Estas nuevas formas de 
diversión y escucha serán fundamentales en el desarrollo posterior de las tendencias 
experiementales en el rock. Lo experimental se abordará más adelante en este capítulo, por el 
momento, se apuntan las implicancias de esta dicotomia cuerpo-mente para el marco estético 
del rock. 

Bajo la noción de música para el cuerpo, aspectos como la dimensión corporal, la 
materialidad sonora y la performance se tornan relevantes en la valorización estética del rock. 
Según Baugh (1993), mientras que en la música académica se valora el estímulo al intelecto de 
lo formal y composicional, la estética en el rock se fundamentaría en la materialidad de la 
música (music matter) y cómo esta afecta al cuerpo (p.3). Para Baugh, la materialidad sonora 
se manifiesta en tres aspectos: el tono (tone) – equivalente a la noción de “sonido”, el ritmo 
(rhythm) y el alto volumen (loudness); este último sería responsable en gran medida de la 
intensidad de una performance y constituye uno de los vehículos expresivos fundamentales en 
el rock (p.28). Ahora, si Baugh coloca al ritmo y el volumen como elementos estéticos centrales 
por encima de otros aspectos mas “intelectuales”, Stephen Davies (1999) muestra preferencia 
por un mirada integral que considere las dimensiones corporales e intelectuales (formales) como 
igualmente relevantes. Se considera que esta mirada conciliadora es más fructuosa ya que 
posibilita considerar las interacciones entre la materialidad del rock y otros valores más 
“intelectuales” asociados a la música académica. 

Respecto a la música para la mente, ya se ha visto que en esta época la música se 
desvincula de la función del baile y se enfatiza una escucha atenta que apela más a lo intelectual. 
Desde una crítica al discurso del rock, esta nueva forma de experiencia se relaciona también 
con la cultura del entretenimiento. Así, ¿qué más “intelectual” que un nuevo segmento de 
audiencia conformado por jóvenes estudiantes universitarios y de escuelas de arte? De hecho, 
el rock como música para la mente se basaría en que este deja de ser la música de los 

16 Creado en 1966, este fue el primer centro cultural asociado a la cultura de la psicodelia de Londres” (Costa, 
2018). 
17 “«Hay música para el cuerpo y hay música para la mente. La música para el cuerpo te levanta del suelo y te 
lanza a la actividad física del tipo que prefieras en el momento. La música para la mente te lleva suavemente 
corriente abajo, a través de giros y vueltas placenteros, altibajos, rápidos y aguas tranquilas. The Soft Machine 
toca música para la mente. En su sentido más estricto, puede imponer cierta responsabilidad cerebral a los oyentes, 
porque realmente no puedes tararear o tener la melodía pasando por tu cabeza mientras caminas por las calles. 
Pero la buena sensación final que genera “la Máquina” siempre permanecerá contigo, y el beneficio emocional 
final bien vale el esfuerzo mental.» The Soft Machine, Volume Two, Probe, CPLP 4505, 1969” (en Costa, 2018, 
p.99) [Traducción propia] 

11 

 

 



 

 

adolescentes de los cincuenta quienes, para mediados de los sesenta, ya buscaban algo más 
acorde a la vida adulta o universitaria (Costa, 2018, p.96). 

Por otro lado, para 1968 el potencial comercial del rock denominado “progresivo” era 
evidente a pesar de su asociación con conciertos de gran escala y estudios profesionales que 
implicaban grandes inversiones y rentabilidad (Moore & Martin, 2018). Asimismo, en esta 
época se establecía un redireccionamiento del rock, de sus orígenes en las clases trabajadoras 
hacia los circuitos universitarios. Este nuevo mercado emergente incentivó también a las 
compañias discográficas a crear sellos de rock progresivo y ofrecerlo como producto 
diferenciado del “pop comercial” (Moore & Martin, 2018). No obstante, la mayoría de musicos 
y artistas, conscientes de este proceso, no verían conflicto entre una sensación de control y 
autoexpresión y la elaboración de productos de una manera no menos comercial que el pop 
(ibid.) 

Ahora bien, dos aspectos se desprenden de lo expuesto; en primer lugar, que el discurso 
del rock tendría una base más ideológica que estilística en cuanto a su diferenciación con “el 
pop” a la luz de las dinámicas comerciales de la época. Así, solo en apariencia el rock se veía a 
sí mismo como no comercial, auténtico y con control sobre su material y producción (Moore & 
Martin, 2018) y, a pesar de su pretensión de ser una concepción del mundo y de la vida, la 
retórica del rock solo ofrecería metáforas estandarizadas y previsibles y un mito de origen 
(Alabarces 2008, p.4). Asi también, el binomio rock-pop, que representaba la asociación de 
apertura con progreso y lo masivo (mainstream) con conservadurismo, no tardaría en volverse 
un automatismo irreflexivo (Costa, 2018). El segundo aspecto se desprende de esta “dura” 
realidad es que la expresividad y creatividad del discurso del rock no son incompatibles con la 
dimensión comercial. De hecho, numerosos protagonistas del rock experimental – paradigmas 
de la originalidad y autenticidad – ya eran “estrellas pop” consolidadas internacionalmente o lo 
serían gracias a la inversión que sobre ellos harían la industria discográfica y los medios 
masivos (Costa, 2018, p.111). Igualmente, artistas crossover como David Bowie o Alice 
Cooper cruzaban con frecuencia la línea imaginaria entre pop y rock, al liderar las listas 
comerciales y producir al mismo tiempo álbumes como “serios” artistas de rock (Bennett, 2007, 
p.18). 

Un último punto a considerar es la implicancia que tuvo el desplazamiento del rock 
hacia audiencias relacionadas a universidades y escuelas de arte en el plano sociopolitico. La 
pretensión de un mayor estatus artístico se realizaría en detrimento de una autenticidad basada 
en el rol social del rock como agente subversivo y anti hegemónico – herencia del rock´n´roll - 
y en el compromiso con sus audiencias (Regev, 1994). El punto de inflexión en el discurso de 
valoración, es decir, cuando se retorna de lo artístico a lo social, emerge a mediados de los 
setenta con corriente como el punk y su búsqueda de reivindicación y retorno a los orígenes del 
rock, tanto en términos musicales (dejando las complejidad formal de lo progresivo) como en 
su significación. Así, retornar a “lo simple” era rectificar la “traición” del rock progresivo al 
verdadero “espíritu” y el retorno a la “verdadera autenticidad”: anti intelectual, superficial y 
rebelde (Costa, 2018, p.113). Por último, tal como apunta Costa, esto no significaría más que 
el debilitamiento de la pretensión por una legitimación de la “alta cultura” por un lado y de la 
“ortodoxia” del rock por otro. En otras palabras, su ocaso como música “para la mente” y el 
regreso a ser música “para el cuerpo” (2020, p.181). 

12 

 



 

 

Para finaliar, a pesar de sus contradicciones y limitaciones, el discurso del rock mantiene 
una coherencia relativa que permite tomarlo como marco epistemologíco de base para el estudio 
estético estilistico de obras musicales inscritas dentro del periodo histórico de estudio y sin el 
cual, estas obras no podrían ser estudiadas como “hijas de su tiempo”. Bajo esta premisa, el 
estudio de la estética y el discurso musical consiste principalmente en “conocer y dominar [los] 
códigos y patrones que comprenden las disposiciones del rock, el habitus específico [entendido] 
como conjunto de prácticas e imperativos estilísticos para hacer música […]” (Regev, 1994, 
p.88). Así entonces, el siguiente apartado expande el marco de valores asociados al rock con 
otros postulados teóricos y criterios analíticos más específicos de la praxis musical. 

1.2. La estética “hippie” y lo progresivo como estética musical 

Para empezar esta parte, se considera necesario determinar previamente lo que se 
entenderá por estética musical. En esta investigación, el concepto de estética no se contempla 
en un sentido amplio o filosófico, como el estudio de la belleza o la unidad, sino en uno más 
restringido y hasta funcional a la determinación de un discurso estilístico musical. Así, 
siguiendo los postulados de la propuesta experimental para el análisis estético de Holguín 
(2008), por estética se entenderá un cuerpo de aspectos y elementos de carácter musical (lo que 
la autora denomina el qué) que describe la dimensión tangible de una obra, y mediante la cual 
se construye a su vez su contenido y expresión (en este caso, estos son lo progresivo, la 
psicodelia y la fusión). Aquí podría establecerse un ligero contacto con la dimensión más 
filosófica de la estética en tanto que, siguiendo a Dahlhaus, Holguín señala que este contenido 
y expresión constituyen un “algo” que se comunica, siendo este el significado intencional que 
poseeria toda obra musical. Y este, al ser "revelado" por la interpretación, produce nuestra 
identificación con el mismo accediendo a su "belleza". Es de remarcar además que la autora 
propone que el qué (elementos, forma, contenido y expresión) está estrechamente ligado con lo 
que denomina el porqué de la obra, el cual refiere a su vez al contexto socio histórico y 
geográfico, así como al pensamiento filosófico de la época - las mentalidades musicales en 
términos de Astor (2009) - en la que una obra se circunscribe y cuya consideración es esencial 
para buscar los valores propios de la misma. 

Sobre esta base, se diría que una parte del porqué ha sido ya expuesta de alguna manera 
en la sección anterior al contextualizar el proceso de valoración artística del rock anglosajón. 
Este aspecto se continuará en la última sección de este capítulo cuando se revise el rock en el 
contexto latinoamericano. Por ahora, lo que viene a continuación se ocupa principalmente del 
qué de la obra, en el sentido que se determinan aspectos musicales que se consideran relevantes 
para aproximarse al contenido y la expresión, en otras palabras, el marco de los valores propios 
a lo progresivo, la psicodelia y la fusión musical, entendidos como estéticas musicales. 

Moore & Martin (2018) señalan que el énfasis en la libre expresión dentro de un marco 
de diversidad estilística dio origen a la corriente psicodelica en el Reino Unido, la cual 
rápidamente transmutaría hacia el rock progresivo. Esto sugiere una conexión histórica entre lo 
que aquí se consideran dos grandes categorias estético - estilisticas: lo psicodelico y lo 
progresivo. John Covach (2006), para quien el rock de 1966 a 1980 debe verse como un cuerpo 
contínuo de música, propone entender esta conexión desde el concepto de la estética hippie (the 

13 

 



 

 

hippie aesthetics). Para el autor, dicho concepto unifica la era psicodélica del rock de finales de 
los sesenta con los subgéneros derivados de esta a principios de los setenta a través de un 
conjunto de enfoques estéticos y de praxis18. La conexión histórica se refuerza en el hecho de 
que de todos estos subgéneros, el rock progresivo devendría en la expresión más elevada de la 
psicodelia de la década de los sesenta (p.75). El presente desarrollo comienza abordando lo 
progresivo como estética y posteriormente la psicodelia. 

El rock progresivo valoraría en gran medida la concepción de la música por parte de los 
hippies como una experiencia inmediata, absoluta, indecodificable e imposible de presentarse 
de otra forma que no sea “ella misma” (Willis 1978, p.106 en Moore & Martin 2018). Esto 
sienta la base de una visión de misticismo atemporal que Whiteley (2003) postula como base 
de la existencia de un conjunto de códigos musicales comunes a la gran variedad de expresiones 
derivadas del rock progresivo. A diferencia de Willis, Whiteley sí parece abogar por la 
posibilidad de la decodificación de estos códigos que construyen correlatos musicales y que 
connotan complejidad, sorpresa, contradicción o incertidumbre, aspectos que Edward Macan 
(1997) considera altamente valorados por los hippies. 

Antes de abordar los criterios analíticos que posibilitarían una lectura "decodificadora" 
de la música, es importante señalar que las fuerzas del mercado y la industria musical 
desempeñaron un papel crucial en la instauración del ideal hippie dentro del contexto del rock 
progresivo. La sólida situación económica de la industria discográfica en la Inglaterra de 
mediados de los años sesenta propició el desarrollo de una ideología centrada en la libertad 
artística y la autoexpresión. Esto brindó a los artistas la oportunidad de experimentar con 
géneros y estilos poco convencionales, otorgándoles un sentimiento de control sobre su trabajo 
(Moore & Martin, 2018). La implicación más significativa de este proceso radica en que "lo 
progresivo" adquirió una connotación más estrechamente vinculada con lo estético y con lo 
individual por sobre lo colectivo. Así, en la nueva ideología compartida por músicos y jóvenes 
en general, el concepto de "hacer lo tuyo" (doing your own thing) se convirtió en la “frase 
operativa” (ibíd.). Finalmente, debe reconocerse de antemano la dificultad de establecer un 
marco estilístico para el rock progresivo dado que este nunca llegaría a ser un estilo unificado 
(Moore & Martin, 2018) y en tal sentido, se deja en claro el alcance parcial que tendrá la 
construcción que se plantea a continuación. 

El rock progresivo se esfuerza por acercarse a la "alta cultura" y llevar a cabo una 
"intelectualización" de su discurso desde una perspectiva modernista (Costa, 2020, p. 181). 
Según Covach (2006, p. 66), esto implica en principio la pretensión de transformar la música 
popular comercial de masas en una expresión sofisticada, dotada de un sentido de seriedad y 
propósito que promueva una actitud de ambición musical basada en la experimentación y el 

18 En palabras del autor: “[...] "Una actitud hacia la creación musical que llamo la 'estética hippie'. Identificar y 
delinear esta actitud estética nos ayuda a reconocer las fuertes conexiones entre el rock psicodélico de finales de 
la década de 1960 y la variedad de estilos de rock que proliferaron en la década de 1970, sugiriendo un arco 
estilístico que se extiende desde alrededor de 1966 hasta al menos 1980.” (Covach, 2006, p.66) [traducción propia]. 

14 

 

 



 

 

eclecticismo. Covach expone la complejidad de esta estética "ambiciosa" de la siguiente 
manera: 

“Hippie rock also borrowed from folk and blues styles, but drawing on these styles gave the music a sense 
of earthy groundedness that can often balance the music’s higher aspirations. Jazz is mostly invoked 
through extended soloing, and often soloing employing modal scales within sections in a single key. The 
uses of classical music can be divided into two types: those which evoke the ‘great classical tradition’ 
(mostly eighteenth- and nineteenth- century European instrumental music), and those that employ 
techniques and practices more often associated with twentieth-century modernist and avant-garde music.” 
(2006, p.67) 

Son varios los puntos que Covach considera constitutivos del rock “hippie” en tanto este 
no solamente considera la música académica de los siglos XVIII y XIX y/o sus corrientes 
modernistas y vanguardistas del siglo XX, sino también tradiciones como el jazz, el folk y el 
blues. A esto se puede sumar incluso la adición de técnicas estilísticas de tradiciones como el 
Tin Pan Alley (Moore & Martin, 2018). Sin embargo, tanto Covach como otros autores 
consideran la relación del rock progresivo con la música académica como una de las 
características primordiales de esta estética, y si bien son varios los matices que presenta esta 
relación, para fines explicativos esta se denominará de manera general como la “influencia 
clásica”. 

1.2.1.  La influencia clásica 

Para empezar, la adopción de aspectos formales asociados a la música académica surgió 
como respuesta a la sensación de suspensión temporal y pérdida de sentido de direccionalidad 
producida por los extensos pasajes de improvisación (jams) que el rock psicodélico tomó del 
jazz y los ragas de la música de la India con el fin de exhaltar el momento presente y retar la 
“tiranía” del movimiento dirigido (Macan, 1997, p.41). No obstante, ni los largos pasajes 
instrumentales o el virtuosismo de los músicos compensarían la necesidad de variedad 
instrumental, dinámica o de balance entre pasajes solistas y secciones más melódicas). Frente 
a ello, el rock progresivo se valdría de concepciones formales “clásicas” para limitar la 
improvisación a solo algunas secciones integrando de este modo el sentido de organización, 
variedad y climax con la espontaneidad y atemporalidad del jam psicodélico (ibid.). 

Un primer aspecto de esta “influencia clásica” es el enfoque sinfónico. Para Covach, 
este considera la adopción de la forma musical a gran escala, el desarrollo motívico, temático 
o el contrapunto asociados al romanticismo del siglo XIX (2006, p.67-69). Macan matiza esta 
concepción y concibe “lo clásico en lo progresivo” como la adaptación de formas clásicas a los 
marcos del rock, o alternativamente, la combinación del sentido de gran espacio y 
momumentalidad de la tradición clásica con la rudeza, poder y energía del rock (1997, p.40). 
Macan señala además dos géneros académicos de particular relevancia en el rock progresivo: 
la suite multimovimiento y el poema sinfónico. Ambos se entienden como extensos trabajos 
orquestales compuestos por un determinado número de movimientos discretos (suite) o en todo 
caso, diferenciados pero interrelacionados (poema) (1997, p.40). En cualquier caso, el objetivo 
de aproximarse a estos géneros era la alineación con el fenómeno decimonónico de “lo 
programático”, es decir, la construcción de un relato desde lo musical (ibid. p.42). Para Macan, 
cuando estos géneros se integraban en la praxis del rock, tendían a ocupar todo un lado del disco 

15 

 



 

 

ya que algunas composiciones llegaban a durar incluso veinte minutos. Según el autor, esta 
característica haría difícil percibir dichas composiciones como canciones propiamente dichas. 
En concreto, la “dimensión sinfónica” en este tipo de piezas estaría dada por la alternancia entre 
largos pasajes instrumentales y secciones vocales que sí funcionarían como canciones 
relativamente independientes (1997, p.42). En contraste con lo anterior, piezas más “cortas” 
(entre seis y doce minutos) responderían a lo que Macan denomina una forma seccionada pero 
de movimiento único (single movement sectionalized form). En este tipo de forma, pasajes 
instrumentales semejantes a preludios, interludios y postludios o simplemente secciones 
“puente” (bridge) se insertan en una forma más sencilla como la canción dándole a esta una 
estructura aparente de mayores proporciones (ibid.). 

Ahora, la relevancia otorgada a la tradición decimonónica en lo progresivo es un punto 
cuestionable. El mismo Macan señala que la mayoría de albumes de rock progresivo incluyen 
canciones de tres a cuatro minutos de duración que siguen las convenciones formales de 
cualquier tema de pop al margen del énfasis puesto en las secciones instrumentales (1997, p.43). 
Por otro lado, la adopción de formas clásicas dista mucho de ser una estrategía estilística 
dominante. La forma seccionada de movimiento único es ya un primer desvío de la adopción 
de formas o géneros académicos. Otra estructura alternativa a los esquemas multimovimiento 
como la suite o el poema sinfónico es la forma expandida (expanded form) (Cohen, 2015). Este 
término refiere a una composición de larga duración caracterizada por una economía temática 
(a thematic economy) en tanto se mantiene un sentido de variedad, dirección y cohensión 
usando relativamente pocos recursos compositivos (ibid., p.1). 

Todas estas estructuras sugieren en última instancia que desde la “influencia clásica”, la 
forma musical deviene un objetivo compositivo en sí mismo y no se restringe necesariamente 
a la adopción de formatos provenientes de otras tradiciones musicales con la académica. 

Otra perspectiva que puede incluirse dentro de la “influencia clásica” es la noción de 
clasicismo (classicism). Para William Echard (2017) esta no solo refiere al uso de temáticas 
(tópicos) asociadas a la “música clásica”, sino principalmente a una perspectiva estética 
fundamentada en una clara y concisa aproximación a la forma a base de arreglos 
cuidadosamente trabajados por sobre un enfoque de improvisación19. Esta idea del trabajo en 
base a arreglos es ilustrada por grupos como The Beatles quienes “aspiraban a algo realmente 
atrevido y nuevo: una mezcla descaradamente ecléctica y musicalmente inteligente (armonías, 
ritmos y, sobre todo, arreglos) que solo podría haberse creado en un estudio de grabación 
moderno” (Rockwell, 1980, p.54, las cursivas son mías). Antes de continuar, se reconoce que 
el término “clasicismo” puede resultar conflictivo ya que puede confundirse con la corriente de 
la música europea del siglo XVIII o peor aún, da a entender que un enfoque de composición 
fundamentado en una forma concisa y en arreglos es algo exclusivo de la “música clásica” o 
académica, lo cual ignoraría otras formas de aproximarse a la composición y al arreglo musical 
propias de otras corrientes musicales. Por ello, se deja en claro que aquí se hara uso del término 
en el sentido estricto como lo plantea su autor, es decir, como descriptor del juicio de que el 
proceso creativo, la composición y/o la forma se basan principalmente en arreglos musicales 
por sobre otros esquemas como la improvisación (los jams) o los métodos aleatorios por 

19 “Me refiero al clasicismo no solo en el sentido estricto de tomar temas de la música clásica, sino también como 
un cierto tipo de estética del rock psicodélico: arreglos ajustados, no improvisatorios, con un enfoque claro y 
conciso de la forma” (Echard, 2017, p.378) [Traducción propia]. 

16 

 

 



 

 

ejemplo. Asi entonces, para este trabajo, la noción de clasicismo designa una relación 
alternativa entre lo progresivo y música académica en comparación a los enfoques vistos hasta 
ahora y deviene útil como otro criterio analítico de la “influencia clásica”. 

Finalmente, un último criterio para evaluar la relación entre lo progresivo y música 
academica, y otros tipos de música en general, es la idea de combinación. Con este término se 
hace referencia a la manipulación libre de diferentes aspectos musicales formales al margen de 
su pertenencia a algún género o tradición musical en particular, o a la indiferencia en su 
adecuación  a  cualquier  esquema de  estilo.  Desde  esta  perspectiva,  lo  progresivo  se 
caracterizaría por estar basado en tendencias más que en reglas, o dicho de otro modo, por su 
“falta de respeto” a los marcos estilísticos (Moore & Martin, 2018). Esto atenúa, por decirlo 
menos, el predominio de lo académico en lo progresivo al sugerir que este último se fundamenta 
más bien en la relación entre rock y otras músicas en general. En tal sentido, la música 
académica deviene una opción más que no necesariamente debe ser “respetada”, sino que es 
sometida a una combinación libre con otras músicas. 

Vistos ya los elementos que conforman lo que aquí se ha denominado como la 
“influencia clásica” - los géneros clásicos (suite, poema), la forma seccionada, forma 
expandida, clasicismo, combinación (falta de respeto), y considerando la idea de que lo 
progresivo se determina en función de tendencias, se pasa a determinar estas últimas desde 
aspectos musicales formales. 

1.2.2.  Tendencias estilísticas de lo progresivo desde aspectos formales 

Respecto al ritmo, la tendencia es hacia el uso de métricas con agrupaciones impares de 
pulsos, aunque más importante es la alternancia frecuente entre métricas o patrones rítmicos 
basados en ellas (Moore & Martin, 2018). Entre los factores que explicarían este tipo de 
métricas está por un lado, la insubordinación de la música al baile y por otro, las secciones de 
“verso libre” en donde la fluidez de las letras se impone por sobre un esquema métrico rígido 
(Macan, 1997, p.48). 

Respecto a la forma, se ha visto ya que lo progresivo no rechaza totalmente las formas 
populares convencionales (Macan, 1997). Sin embargo, si bien en el rock progresivo estructuras 
formales - como la de la canción - pueden hallarse en orden convencional, la forma responde a 
un proceso de adición de patrones (additive patterns). Bajo esta lógica, la estructura no 
necesariamente se basa en algun formato formal específico (sea clásico o popular) y puede 
concebirse como “una concatenación de secciónes separadas con posibles repeticiones” (Moore 
& Martin, 2018). Junto con el enfoque sinfónico y las formas seccionada y expandida, la idea 
de adición de patrones sería otra vía alternativa para el tratamiento de la forma en tanto sería 
posible lograr la “monumentalidad y grandeza” de las “grandes formas” utilizando esta 
aproximación de forma creativa. Al mismo tiempo, y en línea con la idea de combinación y 
“falta de respeto”, esta aproximación es otra manera que tendría lo progresivo de interpelar 
marcos estilisticos convencionales (incluídos los del rock mismo). 

Frente al hecho de que la forma en lo progresivo bien puede no seguir ningun formato 
establecido, surge la cuestión sobre si esta libertad no socava de algun modo la noción de unidad 
de una pieza u obra musical. Al respecto es pertinente considerar que “toda obra compuesta en 

17 

 



 

 

varias partes o movimientos tiene relaciones de unidad musical en sí misma” (Manco, 2015, 
p.81). Si bien Manco se enfoca en la música académica, es posible tomar este punto y plantear 
que toda construcción formal dentro del rock progresivo – que tiende a estar formada por varias 
partes - tenderá también necesariamente a construir una lógica de unidad particular, por más 
“irrespetuosa” que esta sea de cualquier marco formal convencional. En ese sentido, vale la 
pena considerar algunos puntos que permitan la observación y análisis de dicha lógica cuando 
las formas convencionales, tanto del rock, “lo popular” o de “lo clásico” sean insuficientes. En 
su discusión sobre la noción de unidad macroformal, Manco sintetiza que la unidad 
macroformal es una sensación estética del oyente que se basa en la construcción de un sentido 
de coherencia y conexión lógica a partir de asociaciones de rango amplio y balance global 
(2015). El punto relevante aquí es que según este autor, estas asociaciones, el balance y la 
noción de unidad en sí misma, se basan en aspectos como la reiteración temática, no solo 
melódica, sino también de otra indole (ritmica, armónica, textural, etc.) (p.71), así como en 
otros factores tanto musicales como extramusicales. Asimismo, en esta propuesta, el concepto 
de unidad musical implica a su vez el de variedad, teniendose que ambos aspectos son 
indispensables para la construcción de una obra (Belkin, 1999 en Manco, 2015, p.74). 
Considerando esta estrecha complementariedad entre el logro de unidad y de variedad, se 
considera que lo planteado por Manco (2015) constituye la base de lo que denominamos aquí 
como estrategias para la unidad y variedad macroformal en tanto criterio analítico de la forma 
dentro del marco estético estilistico de lo progresivo. 

Ahora, en relación a la armonía, Macan advierte la influencia del folk revival de los 
sesenta y en menor medida de la música clásica del norte de la India, en la tendencia de lo 
progresivo hacia el uso de los modos eclesiásticos así como de otros considerados exóticos 
(1997, p.51). A su vez, el uso de patrones armónicos de carácter discursivo tienden a usarse 
con menor frecuencia en comparación a otras estructuras “altamente repetitivas” (Moore & 
Martin, 2018), . Estos patrones “discursivos” sugieren que el sistema armónico tonal no se 
encuentra del todo ausente y que más bien coexiste con la modalidad. De hecho, aunque se 
reconoce que es poco frecuente encontrar un sentido hacia el acorde de tónica en una 
progresión, la prescencia de acordes dominantes preparatorios puede entenderse como 
“residuo” de una lógica armónica tonal y/o como parte de la influencia de “lo clásico” en lo 
progresivo (ibid.). 

Entre las características del sistema modal que lo progresivo parece adoptar está el 
carácter cambiante del ritmo armónico, es decir, la alternancia entre un ritmo armónico estático 
(un patrón tipo drone u ostinato) sobre el cual desarrollar extensos pasajes solistas y uno más 
dinámico, de rápido cambio, donde los acordes, al cambiar de manera frecuente, pueden incluso 
transitar entre centros tonales de forma imperceptible (Macan, 1997, p.53). Debido a esto, y al 
hecho de que en la armonía modal la relación entre acordes es más ambigua y menos jerárquica, 
la armonía modal se percibe como más impredecible que la funcional tonal (ibid.). Por otro 
lado, Macan también señala que armónicamente, el rock progresivo se basa en la “simpleza” de 
los acordes de triada y hace muy poco uso de otro tipo de acordes como los dominantes 
(extendidos de novena, oncena o trecena, aumentados o disminuidos) debido principalmente a 
su fuerte connotación de direccionalidad (cadencia o resolución). Esta característica, aparte de 
reforzar el alejamiento de lo tonal, muestra también que, al menos armónicamente, el rock 
progresivo no es más “complejo” que otras formas de rock y que sería incluso más “simple” en 

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comparación con corrientes como el jazz-rock (1997, p.54). Finalmente, debido a la relevancia 
que parece tener la modalidad en la estética del rock progresivo, resulta necesario determinar 
una forma de describir y hacer referencia a los aspectos armónicos durante el análisis. En tal 
sentido, se opta por la propuesta de sistematización de Moore & Martin (2018) que propone 
entender la armonía en el rock desde el sistema modal. 

Ahora bien, en relación a la textura, lo progresivo tiende hacia una independencia de las 
partes instrumentales. Moore & Martin (2018) entienden esto desde la noción de textura 
contrapuntística (contrapuntal texture) que se define como la práctica compositiva de lineas 
melódicas independientes y concurrentes (entrelazadas) en lugar de estructuras armónicas de 
bloque. Esto a su vez se evidencia en el uso de lineas obbligato (frases fijas precompuestas) en 
la guitarra y teclados y en una lógica de construcción melódico-lineal en el bajo, es decir, que 
este instrumento ya no está necesariamente sujeto al marcado rítmico o a enfatizar la armonía 
a base de notas fundamentales. Asimismo, esta tendencia va más allá del uso de ganchos (hooks) 
y riffs y de alguna forma, es otro vínculo con la tradición “clásica” ya que estos aspectos 
texturales se encuentran presentes en dicha tradición (ibid.).Sin embargo, de lo anterior no debe 
entenderse que lo progresivo o el rock en general utiliza la técnica del contrapunto académico 
en sentido estricto ya que en general, la música popular no exhibe esta característica (Nobile, 
2015). Drew Nobile se basa en la idea del “divorcio” (divorce) melódico-armónico de Allan 
Moore y propone formas para entender la situación – mucho más común en el rock – donde la 
melodía y la armonía se construyen de tal modo que sugieren un desarrollo independiente (2015 
p.189). En resumen, lo que propone es que si bien es posible encontrar alusiones e incluso uso 
deliberado de la técnica del contrapunto, resulta más operativo considerar que lo progresivo 
exhibe más bien lo que denomina una intención contrapuntística. De otra parte, hay un punto 
adicional de relevancia en cuanto a lo textural y es que, aparte de una relativa independencia en 
la construcción melódico-textural, lo progresivo se caracterizaría aun más por la variedad no 
ortodoxa y por los cambios frecuentes de textura (Moore & Martin, 2018).De hecho, en lo 
progresivo se espera que las texturas cambien dentro de una misma pieza en un numero mayor 
que la sola alternancia entre versos y coros (estribillos) y que incluso la identidad de ciertas 
piezas recaiga en la elección de una determinada textura y no solamente en las letras o melodía 
(ibid.). 

1.2.3.  Temporalidad, narrativa y aspectos formales 

La temporalidad no solo remite a la experiencia “kaleidoscópica” del presente propia 
del hipismo, sino también a la narrativa, es decir, el desarrollo de una situación hacia otra, un 
aspecto de igual importancia en el rock (Moore & Martin, 2018). Basándose en lo propuesto 
por Jonathan Kramer (1988), Moore & Martin identifican tres formas de temporalidad 
relevantes para el progresivo. 

La linealidad dirigida (directed linearity) remite al rol de la armonia funcional de la 
música occidental anterior al siglo XX, la cual conduce el movimiento de la narrativa de un 
punto inicial a uno final. La linealidad no dirigida (non-directed linearity) implica también 
movimiento, pero esta vez sin un “destino” claro (an equivocal goal). Para Moore & Martin, 
esta forma describe gran parte del rock convencional; la melodía asegura el movimiento 

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comportándose como una “línea” o frase, mientras la armonía sugiere un movimiento “local”, 
ya sea por la simple alternancia entre dos acordes o la repetición cíclica de una progresión (esta 
segunda forma tiende a ofrecer una mayor sensación de movimiento que la primera). 
Finalmente, una alternacia entre dos acordes estaría más próxima a entenderse desde la tercera 
forma: el tiempo vertical o verticalidad (vertical time) que concibe a la música como 
temporalmente indiferenciada (temporally undifferentiated). Esta temporalidad se manifiesta 
de dos formas: En primer lugar, en la ausencia de una noción de frase o fraseo (último 
remanente de una idea de linealidad) ya que la percepción de que una frase musical “termina” 
es la prueba más clara de la ruptura de un contínuo temporal. A esto se puede sumar el hecho 
de que la carencia de frases usualmente conlleva la ausencia de progresiones y en general, de 
un sentido de movimiento y/o dirección. En segundo lugar, la verticalidad se explora también 
a través de largos pasajes de improvisación, sea sobre un drone (nota o sonido sostenido de 
forma contínua) estático o sobre una secuencia armónica de la cual se pierde la cuenta o la 
sensación de su presencia por repetirse muchas veces. El resultado en todo caso es el mismo: la 
pérdida de toda noción de movimiento. 

Ahora bien, los límites entre linelidades dirigidas y no dirigidas y de esta con la 
verticalidad resultan difusos. ¿Cómo determinar si un frase o progresión tienen el suficiente 
movimiento para ser más dircursiva que cíclica? ¿En qué momento se pasa de un movimiento 
“local” a un pérdida total de esta sensación? Dado que aquí la percepción está altamente 
involucrada, no existiria en principio un criterio totalmente objetivo y/o formal para 
determinarlo. Moore & Martin (2018) afirman que la distinción sería en todo caso una “cuestión 
de tiempo”, es decir, evaluar el tiempo que le toma al “movimiento” para “dirigirse a otro lado” 
o “llegar al punto final”. 

Aun con esto, el criterio para determinar el tipo de temporalidad o narrativa sigue siendo 
subjetivo. No obstante, ya es posible pensar en ciertas construcciones musicales, que por 
naturaleza, tienden a duran más que otras. Así, para instrumentalizar lo más posible el abordaje 
de la temporalidad, se puede decir que nociones como la de período, oración, frase y semifrase 
musical construyen una narrativa más asociada a una linealidad dirigida; mientras que 
conceptos como el de vamp, riff, bucle o loop, en tanto ideas musicales autónomas (es decir, 
que no son partes parciales de un todo más grande – como una semifrase por ejemplo) sugieren 
una narrativa musical basada más en una linealidad no dirigida o cíclica. Las primeras 
estructuras se asociarían más a la narrativa de la música académica (y pueden verse como otro 
aspecto de la “influencia clásica”) y las segundas al ámbito de la música popular. 

Por otro lado, si se considera que en términos generales, la música popular se 
fundamenta en gran medida en la repetición, Middleton (1990) contribuye al entendimiento de 
su narrativa al plantear dos modos en los que la repetición se llevaría a cabo: repetición 
discursiva (discursive) y musemática (musematic). Lo discursivo se refiere a la repetición al 
nivel de frases o estructuras mayores (oración o período) mientras que lo musemático refiere a 
la repetición a nivel motívico, es decir, “pequeños” módulos o patrones melódicos, armónicos 
o rítmicos que el autor denomina musemas (musemes) (en Moore & Martin, 2018). Así 
entonces, la repetición musemática será más adecuada para referir una narrativa basada en la 
repetición de un elemento cuyo desarrollo musical se perciba como de corta duración; en tal 
sentido, los vamps, riffs o loops operarian al nivel musemático. Por su parte, los versos que 
componen una estrofa vocal, el desarrollo de un pasaje instrumental que se perciba como 

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compuesto de unidades menores (semifrases, frases) o el uso de extensas progresiones 
armónicas, responderían a una repetición de tipo discursivo. Asimismo, puede decirse que la 
repetición discursiva se asocia a la linealidad dirigida mientras que la musemática a la no 
dirigida y a la veritcalidad (dependiendo de la recurrencia en la repetición). 

Intersectando los modos de temporalidad y repetición, se tendría que estructuras como 
estrofas, periodos, frases o secuencias relativamente largas con sentido de resolución tonal, así 
como progresiones armónicas con cadencias configurarían una temporalidad larga discursiva 
y dirigida. Por su parte, melodías cortas unidireccionales o de pregunta y respuesta, 
responderían más a una temporalidad media semidiscursiva; en este caso, serán dirigidas o no 
dirigidas dependiendo del grado de sentido de resolución tonal. Un desarrollo más cíclico 
contemplaría una temporalidad corta musemática no dirigida a la que pertenencerían los 
vamps, loops, riffs, módulos armónicos o estructuras de repetición motívica con o sin sentido 
de resolución tonal y armónico. Por último, una temporalidad vertical haría referencia a 
secciones formales extensas basadas estructuras relativamente cortas y muy repetitivas. 

Moore & Martin (2018) consideran también otros dos tipos de estructuras musicales 
relevantes para la construcción de la narrativa en el rock progresivo. Las estructuras periódicas 
(period structures) se definen por la sucesión de dos frases en relación “pregunta/respuesta” o 
“abierta/cerrada” (open/closed). Esta configuración hace predecible la duración del periodo ya 
que normalmente la primera frase finaliza en una armonía no tónica (el quinto grado en muchos 
casos) y la segunda “cierra” en la tónica. El hecho de que una estructura abierta/cerrada se 
perciba como de linealidad dirigida o no dirigida sería, como se vió, una cuestion de duración. 
El otro tipo de estructura planteada es la de tipo “final abierto” (open-ended). A este tipo 
pertenecerían principalmente construcciones armónicas de 4 o 2 acordes repetidas en intervalos 
de 8, 4 o 2 compases (usuales en el rock); estas estructuras son comúnmente conocidas como 
bucles o loops armónicos y pueden relacionarse tanto con la linealidad no dirigida como a la 
temporalidad vertical. No obstante, lo que realmente le daría la cualidad “abierta” a estas 
estructuras es el mayor grado de libertad que ofrecen al momento de determinar la extensión de 
una sección musical, es decir, que la duración de una sección no se basa en la noción de un 
desarrollo que va de un punto inicial a uno final, sino en el número de repeticiones que se haga 
de estas estructuras abiertas (ibid.). 

Por ultimo, si bien se ha procurado definir e instrumentalizar criterios alrededor de la 
narrativa y la temporalidad, debe tenerse en cuenta que toda narrativa musical – y la del rock 
no es la excepción – nunca presenta temporalidades o narrativas en un estado “puro”, 
relacionándose más bien de forma dialéctica (Moore & Martin, 2018). De hecho, en el rock 
progresivo, estructuras periódicas cerradas y abiertas coexisten en el lenguaje de muchas 
bandas, albumes o canciones; así también, narrativas verticales y dirigidas se construyen como 
extensiones de estructuras de linealidad no dirigida (ibid.) Además, para Macan, en muchos 
casos secciones instrumentales aparentemente complejas se basan en la concatenación y 
repetición de ideas más cortas y simples sobre las cuales se monta una combinanción de pasajes 
solistas y estructuras temáticas más cortas (Macan, 1997, p.44). A modo de ilustración, lo dicho 
por Macan muestra por ejemplo una interacción entre repetición musemática y una lógica de 
estructura abierta (repetición de ideas cortas y simples) que funcionan como base de narrativas 
discursivas y semidiscursivas (pasajes solistas y estructuras temáticas cortas). 

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1.2.4.  Virtuosismo y experimentación 

Aunque para algunos es la antítesis de la expresividad, en la cultura occidental el 
virtuosismo se concibe generalmente como el logro más grande del arte de la ejecución 
instrumental solista (Pachet, 2012, p.116). Para Macan (1997), este enfoque estrechamente 
ligado a la ejecución instrumental - denominado aquí como “convencional” - provendría 
inicialmente de la figura decimonónica del solista en tanto héroe romántico, un aspecto que se 
consolidaría en el rock principalmente a través de la imagen del guitarrista virtuoso (guitar 
hero). De modo más general, a finales de los sesenta, los músicos de rock progresivo comienzan 
a desarrollar sus habilidades técnicas de ejecución debido a la influencia del blues y el jazz, así 
como a la posibilidad de forjar una reputación en base a la destreza de ejecución, la misma que 
cobraba valor por la tendencia a una escucha más atenta de la música (Covach, 2006). 

Ahora, este enfoque “convencional” no sería la única forma de entender el virtuosismo. 
Macan (1997) apunta otras tres: un virtuosismo de métrica que demuestra la habilidad en 
combinar exitosamente los ritmos regulares y sincopados de la tradición afroamericana con los 
patrones asimétricos y alternantes del folclor europeo; uno composicional o formal que busca 
juntar una gran cantidad de material musical bajo un concepto, sentido y experiencia de 
monumentalidad y grandeza (una exhaltación a la “influencia clasica”); y finalmente, uno 
tecnológico o electrónico basado en el perfeccionamiento del uso del teclado y el sintetizador, 
así como de las numerosas técnicas de producción en estudio (estéreo, paneos, montajes – 
overdubbing, manipulación sonora desde cintas, efectos, etc.). 

Por último, el enfoque “convencional” y la tipología de Macan (útil en el plano 
morfosintáctico) se complementan con la idea del virtuosismo como actitud (Covach, 2006). 
Esta refiere a la determinación de muchos músicos, dentro y fuera del rock progresivo, de “ser 
los mejores músicos que puedan llegar a ser” (p.70). En ese sentido, el virtuosismo como actitud 
no solo implicaría el desarrollo y mejoramiento constante de la ejecución instrumental solista, 
sino también la búsqueda de la autosuficiencia, es decir, la capacidad de escribir y ejecutar 
música propia en grabaciones propias, así como del reconocimiento del músico como un 
profesional experimentado (p.71-72). 

Respecto a la experimentación, esta fue la aproximación estética predominante de la era 
psicodélica, siendo asimilada posteriormente al marco estilistico de lo progresivo (Covach, 
2006). En primer lugar, puede entenderse como un proceso inherentemente relacionado al 
desarrollo tecnológico. La simple idea de una música “de estudio” constituyó en sí misma una 
orientación “experimental” dado que hasta mediados de los sesenta, el estudio y la grabación 
servían al proposito de registrar una performance. La experimentación surge por tanto en esta 
transición del escenario al estudio (ibid., p.70). De otra parte, la experimentación en el rock 
puede entenderse como la alusión a las sonoridades propias de la música de avant garde 
académica como la música electrónica o la música concreta. No obstante, la relación entre rock 
y estas estéticas puede ir más allá de una evocación simbólica. De hecho, ambas corrientes 
tenderían hacia la búsqueda de nuevos sonidos y fuentes sonoras, la extensión de técnicas 
ortodoxas, la equiparación entre sonidos “musicales” y “ambientales” (collages) o incluso hacia 
nuevas formulaciones de la idea mísma del sonido o del instrumento musical (Costa, 2020, 
p.84). A su vez, el desarrollo de la simulación de timbres y tonos orquestales desde los teclados 

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electrónicos, aparte de responder a las dificultades del rock progresivo de integrar verdaderas 
orquestas sinfónicas (Macan, 1997, p.32), sería otra iniciativa “experimental” relacionada a la 
creación de nuevos sonidos. 

En su estudio sobre el rock experimental, Costa (2020) expone el desarrollo histórico 
de la adopción y creación de procesos y técnicas de índole “experimental” dentro del rock 
anglosajón. El modelo propuesto permite considerar otras nociones como la diversidad 
estilistica, el eclecticismo, el sincretismo metodológico, el bricolage o pragmatismo y la 
improvisación como componentes fundamentales de una estética con base en la 
experimentación. En ese sentido, se toman los componente de dicho modelo para los fines 
analíticos de esta investigación. 

1.2.5.  Eclecticismo, sincretismo metodológico, bricolage e improvisación 

De modo general, el eclecticismo en la música se refiere a la selección, asimilación y 
deconstrucción de elementos, repertorios y lenguajes “prestados” en una obra a fin de crear 
nuevos textos musicales (López, 2013). En el contexto particular del rock de finales de los 
sesenta, el eclecticismo se basaría en la idea de apertura estilística (overture), entendida como 
una actitud abierta, curiosa y consciente que “hace reaccionar” materiales heterogéneos (Costa, 
2018, p.89) en la búsqueda de nuevas soluciones artísticas (p.106). Para Costa, esta apertura se 
reflejaría en la instrumentación, los modos de ejecución, los repertorios y los métodos de 
creación, así como en la apertura cultural, profesional y humana hacia otras culturas musicales 
y sus practicantes (ibid.). Por su parte, Moore & Martin (2018) remarcan que en lo progresivo, 
la diversidad implícita del eclecticismo se presenta de una forma constelatoria más que 
jerárquica, es decir, que entre los materiales heterogéneos, no necesariamente existe uno 
dominante. Los autores apuntan a entender lo diverso en lo progresivo como una reconciliación 
y/o convivencia igualitaria entre convenciones básicas del beat, el r&b y otras tradiciones 
musicales. 

En este punto es de remarcar que una obra reconocida como “ecléctica” cuestionaría en 
cierto modo el sentido del análisis estilístico, ya que el eclecticismo en sí cuestiona a su vez la 
idea de homogeneidad y las barreras de estilo, género o tradición (López, 2013; Brasa, 2012). 
Sin embargo, es importante considerar que la idea de unidad no necesariamente se limita a la 
correspondencia con géneros o corrientes estilísticas específicas, sino que puede construirse a 
partir del pensamiento estructural del compositor y en la evolución de su identidad creativa 
(Brasa, 2012). En tal sentido, en un análisis estilístico, “lo ecléctico” se puede abordar cómo el 
grado y la forma en que se crea desde la heterogeneidad o cómo la práctica creativa y 
compositiva “hace reaccionar” y/o “reconcilia” los repertorios y lenguajes "prestados". 

Alternativamente a las definiciones previas, el eclecticismo puede entenderse como una 
actitud o comportamiento en relación con la música. Robbette y Roueff (2014) lo describen 
como una preferencia por varios géneros o prácticas musicales en comparación con patrones de 
gusto más restrictivos, es decir, una actitud “omnívora” frente a una “unívora” (p.2). En relación 
a la contracultura, este comportamiento de carácter “omnívoro” sería funcional a la creación de 
una imagen más tolerante, liberal, flexible y móvil de las clases más privilegiadas (ibid.) – como 
aquellas a las que pertenecían una gran parte de los hippies. Además identidad que un sujeto 

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crea para distanciarse de las connotaciones elitistas del grupo privilegiado al que pertenece 
(Snyder, 2019, p.86). 

Por otro lado, la experimentación comprende también lo que Costa (2018) denomina 
como sincretismo metodológico y entiende como la adopción indiscriminada de diversos 
métodos de creación, composición y producción (p.88). El autor ilustra esto apuntando que a 
partir de los años sesenta, los procesos creativos del rock y otras escenas artísticas se valen de 
métodos como la composición escrita, la improvisación y/o la manipulación del sonido (p.85). 
Costa luego hace referencia a un método en particular que aquí se considera de interés en 
relación a la experimentación. Señala que desde la música académica, corrientes como el 
serialismo abordarían la creación desde un enfoque más propio de las ciencias duras en el cual, 
la obra se construye mediante la elección de material musical (datos) sujeto a ciertos principios 
predeterminados (condiciones) y cuya interacción implica un determinado grado de 
imprevisibilidad (2018, p.79-80). El autor propone la idea de una estética experimental derivada 
de este método en la cual, el foco de atención y valor recaería sobre los materiales, métodos y 
procesos creativos de una obra, más que en el resultado o “producto” final (la obra en sí) 
(p.106). Junto a ello, sugiere considerar la imprevisibilidad como un rasgo a tener en cuenta al 
momento de evaluar el carácter “experimental” de un determinado desarrollo musical. Costa 
señala que el rock adopta este método poniendo a prueba estrategias y materiales nuevos (no 
convencionales al formato del rock establecido hasta mediados de los sesenta) esperando que 
lo imprevisible de esta “novedad” evoque la indeterminación propia de esta estética 
experimental de los compositores académicos vanguardistas (2018, p.131). 

Por último, sumado a las nuevas audiencias universitarias y la idea de una escucha atenta 
e individual (música para la mente), la adopción de este método y estética experimentales 
académicos sería otro de los factores que explicarían el proceso de “intelectualización” del rock 
durante los sesenta. Esto debido a que la intelectualización que implican las estéticas 
"experimentales" tendría como mínimo, la tendencia a apoyarse en justificaciones verbales de 
su propia legitimidad (Costa, 2018, p.84). En el caso del rock, estas justificaciones vendrían, 
tal vez no tanto desde lo verbal, sino desde lo visual o lo performático, dos aspectos 
complementarios a lo musical en la creación de lo conceptual en el rock. 

Por otro lado, Costa denomina “rock de bricolaje” a la dinámica intuitiva y de “prueba” 
de la industria musical anterior a la segunda mitad de los sesenta que buscaba formas de crear 
un producto novedoso y atractivo para el mercado juvenil (Costa, 2018).Para el autor, dicha 
orientación sería eminentemente “pragmática” por estar centrada en la acción y no en la 
reflexión intelectual. Ahora, si el bricolaje se define como la reorganización y re 
contextualización de objetos para comunicar nuevos significados dentro de un sistema” (Costa, 
2018, p.91) o alternativamente, como “el arte de la improvisación” (Steingress, 2004), lo que 
hacía este “rock de bricolaje” no era más que reciclar y reutilizar (resignificar, re contextualizar) 
diversos elementos populares e improvisar con ellos un nuevo producto (significado) para un 
mercado emergente. A partir de esta referencia, se considera posible operativizar la idea de 
bricolaje concibiéndola como un método dentro de la experimentación en el cual se adopta una 
actitud pragmática que busca en principio acciones y soluciones según las circunstancias de 
determinado proceso creativo. 

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Desde esta consideración, el pragmatismo y el bricolaje pueden entenderse como 
contrapeso de lo intelectual, producto de la influencia de la estética experimental académica 
que llegaría en los sesenta. Ahora, si bien un rock más “intelectual” tendería a ser menos 
“pragmático” (como lo sería en su etapa inicial), Costa precisa que el pragmatismo – y por ende 
el “rock de bricolaje” - no se abandona del todo y continuaría repercutiendo en los procesos 
creativos y sus resultados (2018, p.93). Así entonces, aun en el rock más “experimental”, el 
enfoque pragmático de bricolaje convive y complementa a una estética “experimental” más 
intencional y pensada. Finalmente, la coexistencia de ambos métodos, el experimental y el de 
bricolaje, no haría más que reforzar el sincretismo metodológico adoptado por el rock a partir 
de mediados de los sesenta. 

Un último aspecto que se asocia a la experimentación es la improvisación. Lee Brown 
(2011), al definir la improvisación como “la toma de decisiones sobre la música que se está 
ejecutando mientras se está ejecutando”, sugiere considerar la espontaneidad como condición 
necesaria de la misma (p.65). En esa línea, la espontaneidad devendría un valor estético, uno 
que para Brown, manifestaría el acto “romántico” de hacer música libre de reglas y sin previa 
preparación (p.60). Aquí es interesante ver que el jazz, paradigma de la improvisación, acoge y 
al mismo tiempo desmiente esta visión. Brown evidencia ciertamente un espacio para la 
espontaneidad en el jazz al señalar que las propiedades de una performance “improvisada” no 
están completamente predeterminadas. Sin embargo, afirma también que siempre existe algún 
tipo de prescripción previa sobre la estructura que guía la improvisación (2011, p.66). 

Ahora bien, el vínculo entre la improvisación y lo experimental radicaría en principio 
en la apertura estilística del rock hacia otras músicas entre las cuales se encontraba el jazz. El 
rock adoptaría la forma de improvisación planteada por Brown al incorporar la estructura 
implícita del jazz bop de tema-improvisaciones-tema (Moore & Martin, 2018) donde las 
melodías o temas sirven como marco de encuadre de largos y “espontáneos” pasajes de 
improvisación solista (Covach, 2006). Así también, cuando Moore & Martin (2018) dicen que 
las improvisaciones en el rock no se basan tanto en variaciones de la melodía o tema principal, 
sugieren la predominancia del modelo del jazz modal donde el desarrollo melódico se articula 
a partir de escalas (Brown, 2011, p.59) y no tanto en delinear melódicamente secuencias 
armónicas. 

Por otro lado, del mismo modo que en el jazz y en muchas otras tradiciones musicales, 
improvisar en el rock consistiría en el uso de formulas preestablecidas que siguen las “reglas” 
de una comunidad y son aprendidas de forma sistemática (Moore & Martin, 2018). Estos 
autores apuntan no obstante que el objetivo de la improvisación en el rock no versaría tanto en 
la exploración y desarrollo de material musical (como tiende a ser en el jazz por ejemplo), sino 
que serviría a dos propósitos concretos: ofrecer al ejecutante la oportunidad de mostrar 
virtuosismo técnico instrumental y al oyente, la sensación de extensión del “momento de la 
experiencia” (la canción en concreto) (ibid.). 

Hasta aquí, los puntos tratados conciben la improvisación como un aspecto mayormente 
vinculado con jazz y sus formas de abordar la ejecución solista y la performance. No obstante, 
otras perpectivas sobre la improvisación pueden resultar útiles. Cuando Alperson (1984) señala 
que la improvisación es “la composición de una obra musical mientras esta se ejecuta”, vincula 
la improvisación con la composición a través de la performance en el sentido que la 
composición se apoyaría constantemente en performances improvisadas, entendido esto como 

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ejecutar ideas a modo de “prueba” mientras se compone (en Brown 2011 p.64). Desde esta 
óptica - que Brown denomina performance inprovisada para la composición ((improvisational) 
performance to composition) (2011, p.64), es posible conferir un sentido pragmático a la 
improvisación se se la considera como una herramienta, recurso y/o solución dentro del proceso 
compositivo. Para entender esto en el caso del rock, Moore & Martin (2018) plantean la 
situación siguiente: 

“As we have seen, unlike some other musics, rock songs are not constructed by means of 
notation. A songwriter will develop an idea, but will give most performers leeway to interpret that idea, 
whether it be the precise setting of the standard rock beat, the way the chords are to be arpeggiated, or the 
way notes are to be phrased. All these elements are aspects of improvisation. If an originator then wishes 
to exert control over the finished product, this is exerted after the other performers have made their 
contributions, not, as with concert musics, before they get to rehearse a piece” (2018). 

Cuando los autores relacionan lo que parece ser un proceso creativo colectivo con la 
improvisación, sugieren su alineación con la perspectiva de Alperson. “Improvisar” sería 
entonces una herramienta frecuente en el rock dado que su práctica no parte de un plan 
definitivo (obra terminada, partitura) sino de guías o pautas, sobre las cuales cada miembro 
involucrado construye su aporte al ir “probando” e “improvisando” ideas – o como diría Brown, 
llevar a cabo la (improvisational) performance to composition - hasta lograr un estado donde la 
composición se perciba como ya determinada o “hecha”. Por último, y para dar un carácter 
estrictamente “pragmático” a la improvisación, en el marco de un proceso compositivo, 
“improvisar” también implicaría que dicho proceso se lleve a cabo de manera rápida, eficiente 
y funcional - aunque no por eso menos creativa - si una situación determinada lo requiere. 

Vistos hasta aquí los componentes del modelo de Costa para entender la 
experimentación en el rock, se termina esta parte abordando la construcción de lo conceptual 
en tanto aspecto relevante para lo progresivo. 

1.2.6.  Lo progresivo y lo conceptual 

En general, para lo progresivo, lo conceptual refiere a la creación de una unidad estética 
que exceda los parámetros de la “canción pop” (Moore & Martin, 2018). Desde esta pretensión, 
se plantea que sus producciones (los álbumes o discos) sean vistos como objetos artísticos 
destinados al goce estético más que al entretenimiento (ibid.). 

Ahora, de modo más concreto, el concepto se articula en una colección de canciones 
que en conjunto “cuentan una historia” o, en un sentido menos restrictivo, refieren al menos 
una temática común (Covach, 2006, p.74). Asimismo, un album conceptual está normalmente 
concebido para ser reproducido “de principio a fin” de una manera ininterrumpida; esto implica 
que su contenido musical y lírico tenga la continuidad suficiente como para percibir que una 
pieza pasa inmediatamente a la siguiente (Moore & Martin, 2018). Es de notar que para Moore 
& Martin, el asumir esta intención resulta más importante en la atribución de un album como 
“conceptual” que el hecho de que la composición sostenga efectivamente una continuidad 
musical por un largo periodo de tiempo (ibid.).De otra parte, para Covach (2006) el album 
conceptual refuerza la idea planteada por la psicodelia de la música concebida como “un viaje”. 
El autor señala que los elementos visuales como las portadas, así como los aspectos teatrales 
que se comenzaron a añadir a las presentaciones en vivo, contribuyeron a consolidar esta idea 

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de viaje y por extensión, el carácter conceptual del album (p.74). En síntesis, puede decirse que 
todas estas acciones que construyen “el concepto” en el rock buscarían en última instancia 
potenciar la autonomía asociada a la música académica (Moore & Martin, 2018). 

Ahora bien, la lírica o las letras es otro componente importante en la configuración de 
un “concepto”. La lírica en el rock empieza a tomar una mirada conceptual al reemplazar las 
temáticas ligeras de amor de su primera etapa por otras de contenido más “serio”. Según 
Covach, el rock progresivo mantendría una conexión con las temáticas sociales, culturales y 
políticas del folk aunque desde una perspectiva más individualista, poética y filosófica 
dasarrollada por artistas como Bob Dylan donde el “yo” de la expresión personal está por 
encima del “nosotros” comunitario (2006, p.72-73). Otras temáticas comunes abordan la 
espiritualidad, mayormente aquella asociada a la filosofía oriental y a una sabiduría “ancestral”, 
así como la fantasía, lo natural y la ciencia ficción (ibid.) 

Por último, el “concepto” se puede entender también como un punto de convergencia 
entre la intención de los músicos de crear unidad y continuidad temática o narrativa y la 
voluntad desde la recepcion de aceptarla temporalmente como tal, y de este modo tomar por 
extensión el album como objeto estético artístico. Este acuerdo entre artista y oyente se produce 
cuando la escucha del album conceptual adquiere un carácter ritualístico de “aislamiento, 
consumo de sustancias y alta concentración” (Weinritcher, 2015, p.22), o en otras palabras, 
cuando “apreciar el concepto” implica una escucha autónoma desvinculada de otra actividad 
(música para la mente) (Costa, 2018). Así entonces, lo conceptual no solamente se 
fundamentaría en una intención artística o fin estético, sino también a la adopción de una forma 
particular de recepción. 

1.3. La psicodelia como cultura y fin estético del rock anglosajón. 

La cultura de la psicodelia refiere generalmente a los movimientos ocurridos a finales 
de los sesenta en los barrios de Haight & Ashbury en San Francisco y al fenómeno del Swinging 
London en la escena subterránea de Londres aunque no necesariamente es exclusiva del mundo 
anglosajón, pudiendo considerarse de modo más amplio como un conjunto experiencias, 
agendas y entendimientos (Echard, 2017)20. Un aspecto presente en la mayoría de los discursos 
alrededor de la psicodelia es su asociación con el uso de drogas. Si bien hubieron en Europa 
acercamientos hacia sustancias psicoactivas por su carácter exótico desde el siglo XVIII, es en 
las décadas del cincuenta y sesenta del siglo XX que emergen las primeras prácticas 
“psicodélicas” (Echard, 2017) fuera del mundo médico. En ese momento, artistas, religiosos y 
psicólogos comienzan una búsqueda sobre la naturaleza de la conciencia, los procesos creativos 
y las experiencias estéticas extraodinarias bajo el influjo de drogas, en particular del LSD 
(Reising, 2009) (Weinrichter, 2015). El resultado final de todo ello fue el desarrollo del 
denominado “arte psicodélico” que en general, buscaría representar la “expansión de la mente” 
provocada por las sustancias alucinógenas (Weinrichter, 2015, p.34). 

Más allá del evidente habitus hippie de consumo de drogas y el “trance psicodélico” 
como medio de escape (Lufti, 2018) o de los dramas de músicos de rock con sustancias 

20 Como se verá más adelante para el caso latinoamericano. 

27 

 

 



 

 

psicoactivas, la psicodelia tuvo un rol relevante en la popularización del rock. A partir de 
mediados de los sesenta, ”lo hippie” es rentable y la estética psicodélica se extiende por todas 
las superficies susceptibles de ser transformadas, desde la publicidad al porno (Weinrichter, 
2015, p.63). El rock con narrativa psicodélica comienza a recibir atención considerable de la 
industria y una mediatización importante llegando, simbólica y comercialmente, a audiencias 
más amplias y fuera de los círculos estrictamente contra culturales o hippies. Este hecho 
contribuyó en parte a la inserción de lo hippie y contracultural en la cultura de masas y reforzó 
en el imaginario popular la asociación del rock con la experimentación y el uso de sustancias 
(Whiteley, 2003). 

1.3.1.  Psicodelia como experiencia, intención y estilo 

Según William Echard (2017), uno de los impactos de la mediatización del rock 
psicodélico y su consecuente popularización fue la expansión de la noción de psicodelia. De 
entenderse como una experiencia fenomenológica directa con sustancias, pasó a considerarse 
un conjunto de prácticas (artísticas o no) alrededor de la exploración y expansión de la 
conciencia no necesariamente mediada por el uso de drogas para llegar finalmente a 
configurarse como un conjunto de objetos y simbolos culturales mediatizados y altamente 
convencionalizados. Basado en este trayecto, Echard configura un modelo que comprende la 
psicodelia de tres formas. En primer lugar, la psicodelia como experiencia fenomenológica 
(psychedelic experience), ligada con las drogas y a los contextos dentro de los cuales se da y se 
valora dicha experiencia (p.39); luego denomina como intención psicodélica (psychedelic 
intent) a la percepción de una determinada expresión (musical) como apropiada para o sugestiva 
de la experiencia psicodelica21. Finalmente, en la psicodelia como estilo (psychedelia as style), 
ciertos atributos de un fenomeno (musical) se constituyen en el marco dentro del cual se 
produce la percepción de intención psicodelica (Echard, 2017). Los diferentes estilos 
psicodélicos en el rock se formarían a partir de estos atributos y guardarían en un primer 
momento conexiones simbólicas tanto con la experiencia y con la intención pero, con el paso 
del tiempo, llegarían a convencionalizarse a tal punto que estas conexiones no serían ya 
necesarias para identificar “lo psicodelico” en un marco estilistico determinado (ibid.)22. 

Este modelo permite un analisis de la psicodelia de amplio espectro. Por un lado, los 
contextos, comportamientos y posturas de músicos y artistas en relación con sustancias y 
prácticas contraculturales se entienderían como manifestaciones de la psicodelia como 
experiencia. De otra parte, desde la intención se integra la percepción y el contexto de la 
recepción del discurso musical, mientras que la psicodelia como estilo posibilita el estudio de 
convenciones sonoras y prácticas musicales. Particularmente, se considera que la psicodelia 
como estilo (psychedelia as style) deviene en un aspecto fundamental para un análisis estético 

21 “La intención psicodélica no se refiere a la intención del autor, sino más bien a un juicio hecho por los oyentes 
de que la música parece haber sido creada con la intención de inducir, describir, guiar o mejorar la experiencia 
psicodélica.” (Echard, 2017, p.39-40) [Traducción propia]. 
22 “Finalmente, el estilo psicodélico se refiere a cómo ciertas características y signos fueron frecuentemente 
atribuidos o percibidos como apropiados para la intención psicodélica. Con el tiempo, estos rasgos se agrupan, 
formando estilos coherentes. Los estilos psicodélicos mantienen conexiones simbólicas con la experiencia y la 
intención psicodélica, pero al mismo tiempo se vuelven tan convencionalizados que ya no necesitan estar 
necesariamente vinculados a ellas.” (Echard, 2017, p.40) [Traducción propia]. 

28 

 

 



 

 

estilístico, ya que es un enfoque lo suficientemente estrecho para considerar la psicodelia como 
una estética que busca la representación de imaginarios asociados a la cultura psicodélica en 
general desde lo musical. La psicodelia como estética implica la necesidad de determinar 
criterios analíticos para observar y evaluar los procesos creativos, de representación y 
significación desde la praxis y el texto musical; este punto se aborda a continuación. 

Aparte de las tres maneras de entender la psicodelia, Echard propone abordar este 
fenómeno desde lo musical como la relación entre un estilo de base (base style) y uno donante 
(donor style) (Echard, 2017). La psicodelia como estilo operaría en principio desde la alteración 
de géneros y estilos musicales ya establecidos. Así, los estilos musicales de base (base style)23 

no serian inherentemente psicodélicos puesto que se habrían consolidado históricamente ajenos 
a la cultura psicodélica y mas bien adquieren esta cualidad por el “influjo” que le confiere el 
estilo donante (donor style)24 el cual sí contiene elementos alusivos a lo psicodelico25. Los estilos 
que terminan como de base o donantes a su vez se asocian a la psicodelia de tres modos: por 
intención (cognate by intent) cuando un estilo se relaciona a prácticas que inciden sobre la 
conciencia pero no pretenden ser psicodélicas (prácticas religiosas como el hinduismo, 
corrientes como el surrealismo o los cantos ícaros por ejemplo), por afecto formal (formal 
affect) cuando los atributos fomales del estilo son “amigables” para ser considerados 
psicodélicos aunque no necesariamente tengan esa intención (la musica experimental avant 
garde bien puede ser “psicodélica” de esta manera) y por contexto (cognate by context) cuando 
un estilo tiene una conexión histórico temporal con la psicodelia (muchas músicas 
contemporáneas a la era psicodélica en diferentes partes del mundo se asociarían de esto 
modo)26. En resumen, este enfoque concibe lo psicodélico como la interación entre dos o más 
estilos con diferente función en una obra musical y se considera una herramienta analítica útil 
que permite por un lado, discutir los contextos y las formas cómo un determinado estilo o 

23 “Un estilo base es aquel que no es inherentemente psicodélico. Los oyentes estarían dispuestos a aceptar una 
pieza musical como una representación de ese estilo sin que estén presentes dimensiones psicodélicas.” (Echard, 
2017, p.41) [Traducción propia]. 
24 “Un estilo donante es aquel del que se extraen signos que son compatibles con lo psicodélico, pero que no 
conforma la estructura general de la pieza.” (Echard, 2017, p.42) [Traducción propia]. 
25 Este modelo, segun Echard (2017) trabaja del siguiente modo: “Esta es la situación con estilos como el country 
psicodélico, el folk psicodélico y el funk psicodélico. Estos nombres indican que estamos tratando con un ejemplo 
de una pieza que tiene una influencia psicodélica y que está fuertemente asociada con un estilo base. [...] Funk 
psicodélico, es decir, una canción de funk con influencia psicodélica. Es probable que se escuche como una canción 
de funk propiamente dicha, solo que con un sabor particular, y por lo tanto, el funk es el estilo base en este caso. 
Por el contrario, "Norwegian Wood" de los Beatles probablemente no se escuche como música clásica india. No 
es un ejemplo de ese estilo, por lo que la música india, en este caso, es el estilo donante en lugar del estilo base.” 
(p.42) [Traducción propia]. 
26 Desde la explicación de Echard (2017): “Lo último que me gustaría señalar sobre los estilos base y los estilos 
donantes es que casi siempre parecen haber sido elegidos porque de alguna manera son afines a la intención 
psicodélica o al estilo psicodélico. Hay al menos tres formas diferentes en las que un estilo puede ser afín a la 
psicodelia. Afín por intención se refiere a rasgos estilísticos asociados con prácticas que tienen la intención de 
transformar la conciencia, pero que no tienen una intención psicodélica (por ejemplo, el budismo, el hinduismo, 
el surrealismo) [...] Afín por afecto formal se refiere a estilos que son formalmente adecuados para el uso 
psicodélico. El afecto formal y la intención a menudo van juntos (la música clásica india tiene ambos) pero no 
siempre (la musique concrète tiene un afecto formal afín, pero no una intención afín) [...] Afín por contexto se 
refiere a estilos que están implicados a través de una conexión temporal o espacial con la psicodelia. Algunos 
pueden invitar formalmente al vínculo (por ejemplo, los "rave-ups" al estilo de Yardbirds), y otros no (por ejemplo, 
la música country, el blues anterior a la década de 1960).” (p.42 43) [Traducción propia]. 

29 

 

 



 

 

género (uno folclórico por ejemplo) se termina asociando a la psicodelia, y por otro, determinar 
aspectos musicales concretos en tanto significantes de lo psicodélico para cada forma de 
asociación. 

1.3.2.  Psicodelia y semiótica: representación de la experiencia alucinogena y la 
“plasticidad” temporal 

Ahora bien, cuando Echard involucra la percepción o señala que ciertos estilos 
establecen conexiones simbólicas con la psicodelia, ya sugiere en cierta forma a la semiótica 
como un enfoque para el estudio de este fenómeno. De hecho, para autores como Dunbar-Hall 
(1991), la incorporación de la semiótica en el estudio de la música popular en general atiende 
en cierta forma el problema de la incompatibilidad entre los enfoques analíticos musicologicos 
más tradicionales y aquellos que enfatizan otros aspectos musicales (aparte de la melodía y 
armonía) y lo extramusical (p.128). Siguiendo al autor, los enfoques semióticos analítico e 
interpretativo resultan útiles para el estudio de la música popular desde la estética y el estilo al 
estudiar eventos musicales como un sistema simbólico. Sobre esta premisa, se desarrolla un 
cuerpo teórico de base semiótica que para el estudio de la psicodelia como estética musical. 

La relación entre rock y psicodelia se empieza a construir a mediados de los años sesenta 
con las crecientes referencias a varios aspectos relacionados con la experiencia fenomenológica 
con las drogas (Weinrichter, 2015 p.24). Ya se vio que en principio, el rock psicodélico o rock 
ácido es música inspirada por, o relacionada con la experiencia producida por sustancias 
alucinógenas la cual buscaría la emulación de las distorsiones perceptuales, la sensibilidad 
aumentada y la sensación de senestesia de dicha experiencia por medio de sus “nubes de 
sonido” (ibid. p.20-21). Si se asume esto, la representación de la experiencia alucinógena puede 
articularse a través de un sistema de códigos (musical coding) en el cual, ciertos aspectos 
concretos del ritmo, la armonía, el timbre o la textura, codificarían “la experiencia” en la 
estructura musical (Whiteley, 2003). Es de apuntar que lejos de ser un punto negativo, la relativa 
imprecisión de Whiteley sobre qué aspectos musicales formales en concreto conformarían este 
código27, otorga la flexibilidad necesaria a esta noción para adaptarse y/o construirse según 
necesidades epistemológicas o metodológicas particulares (algo que se evidencia en el propio 
análisis de la autora). 

Russell Reising (2009) por su parte señala la orientación de las prácticas en el rock hacia 
la representación de la dimensión temporal (p.526). Desde este enfoque, es posible analizar no 
solo el misticismo atemporal ligado a la visión hippie que se construye en el rock progresivo 
(Willis 1978, en Moore & Martin 2018), sino toda forma de representación del tiempo y su 
“plasticidad” desde lo musical. Así entonces, la percepción no racional del tiempo (Whiteley, 
2003) se constituye en una narrativa también codificada musicalemente. Reising expone varias 
construcciones de la temporalidad desde aspectos musicales. Una de estas es la representación 

27 “[...]Los diferentes estilos de rock progresivo tienen códigos comunes que transmiten un equivalente musical de 
la experiencia alucinógena. Estos incluyen la manipulación de timbres (difusos, brillantes, superpuestos), el 
movimiento ascendente (y su comparación con el vuelo psicodélico), las armonías (inestables, oscilantes), los 
ritmos (regulares, irregulares), las relaciones (primer plano, fondo) y los collages que proporcionan un punto de 
comparación con tratamientos más convencionalizados, es decir, normales” (Whiteley 2003, p.3-4) [Traducción 
propia]. 

30 

 

 



 

 

del momento cuando “la serialidad [temporal] es restablecida” (when seriality re-establishes 
itself). Desde este enfoque, el retorno a la melodía principal, la línea vocal o a los segmentos 
más formalmente estructurados luego de una extensa sección exploratoria o improvisatoria, 
representarían el momento cuando se desciende de un “clímax” de conciencia, de un estado de 
atemporalidad a una percepción más lineal y estable del tiempo y el espacio. Por otro lado, la 
manipulación de la métrica y el tempo, evocarían la contracción y dilatación temporal (Reising, 
2009, p.527-528). 

Otra construcción advertida por Reising (2009) es la de nostalgia psicodélica. En esta, 
el folclor o las músicas consideradas exóticas simbolizan el regreso a un “tiempo pasado u 
origen lejano”. Desde este constructo se entiende el interés del rock anglosajón por la música 
tradicional inglesa o el estilo gótico (ibid.) y las referencias a estilos pasados o antiguos a través 
de instrumentos, los cuales a su vez, interpelarían la instrumentación tradicional “rockera” 
(Weinrichter, 2015). Reising complementa la idea de nostalgia con el concepto de arqueología 
cultural. En este caso, músicas sentidas como más tradicionales simbolizarían “una era pasada 
imaginada que contiene alguna promesa orgánica, incluso prelapsaria, a partir de la cual el 
presente podría ser redimido y revitalizado” (2009, p. 538). Aquí es de remarcar lo 
contradictorio de la adopción de tecnologías de grabación y producción y la intención 
simultánea de evocar sonoridades de carácter tradicional y pre-tecnológico. No obstante, esta 
contradicción no resultaría problemática si se considera que entre los postulados de la ideología 
hippie se encuentraba el “establecer una matriz de distorsión del tiempo dentro en la cual todos 
los paisajes sonoros, pasados, presentes y futuros (o futuristas), puedan coexistir.” (ibid., p. 
539). 

En síntesis, las propuestas de Whiteley y Reising platean que el estudio de la psicodelia 
en la música se basa en un proceso de decodificación. Sin embargo, es de apuntar que el hecho 
de que ciertos pasajes o aspectos musicales se postulen como representaciones de un “viaje”, 
de la “plasticidad temporal” o de “un pasado remoto”, no implica necesariamente la develación 
de las experiencias y/o intenciones personales de músicos o artistas con sustancias, es decir, de 
la psicodelia como experiencia. Estas construcciones bien pueden ser producto de una 
intencionalidad meramente percibida (intent) dentro de un contexto determinado o del 
reconocimiento de aspectos musicales estilísticos (style) convencionalizados asociados a la 
cultura psicodélica en general y al rock psicodélico en particular. 

1.3.3.  Psicodelia y teoría tópica: campos tópicos usados en los estilos psicodélicos y la 
psicodelia como tópico 

La codificación musical (musical coding) constituye una aproximación semiótica a la 
psicodelia donde ciertas estructuras musicales se interpretan como signos de aspectos como la 
“elevación” (high) del viaje alucinógeno (p.e. frases ascendentes), la distorsión y la visión 
caleidoscópica de muchos “colores” (p.e. efectos, timbres). la atemporalidad (p.e. secciones 
altamente repetitivas) o la plasticidad temporal (p.e. cambios de métrica y tempo). A modo de 
ampliar esta aproximación semiótica, se considera la adaptación de la teoria tópica que Echard 
(2017) realiza a fin de estudiar la psicodelia en la música popular. Para Echard, la definición de 
tópico es bastante restringida, se trata de un signo que, para devenir en tópico, debe cumplir 
ciertas condiciones: en principio, debe ser removido de su contexto estilístico original o bien el 

31 

 



 

 

marco estilístico en su totalidad debe ser removido de su contexto original (p.47). Esto a su vez 
implica que el signo sea facilmente reconocible por el oyente y que algunas de sus 
caracteristicas esten altamente convencionalizadas (p.46)28 ya que de otro modo, su 
identificación en otros contextos no seria posible. De otra parte, el mecanismo por el cual el 
tópico produce significación se basa a su vez en la indexación, un proceso que Echard toma de 
Raymod Monelle29 para quien el tópico musical es “un signo especial caracterizado por la 
semiotización de su objeto por medio de un mecanismo indexical: la indexicalización de su 
contenido” (en Lopez Cano, 2005, p.7). 

Ahora, hay que considerar además que para Echard la psicodelia fue un campo tópico 
emergente durante los años sesenta. En este campo el proceso de topicalización funcionaría del 
modo siguiente: Por un lado, muchas expresiones musicales, entre ellas el rock, incorporaron 
elementos estilísticos que, al ser sacados de contexto, funcionaban como significantes que 
remitían a determinadas tradiciones musicales o expresiones culturales (p.e. la música de la 
india, el surf, el cine western, lo clásico, lo medieval, lo folk, etc.) las mismas que se volvían 
en tópicos por el mecanismo de indexación. Por ejemplo, los timbres semejantes a los de una 
cítara en el raga rock señalarían por indexación a “la India” o “la música de la India” (como 
tópicos) porque originalmente el instrumento y/o su sonoridad viene de ahí (2017, p.47). A esta 
parte del esquema denominamos el uso de tópicos en la psicodelia. De otro lado, ciertos 
elementos estilísticos en esa época se encontraban poco convencionalizados o resultaban a lo 
menos ambiguos y solo adquieren función tópica por retrospectiva histórica. Echard denomina 
estos elementos como prototópicos y los define como “componentes de estilo que en su 
contexto original no eran del todo significantes tópicos, pero que luego adquieren dicha función 
a través de una mayor convencionalización […] cuando los prototópicos se vuelven totalmente 
significantes en períodos de tiempo posteriores, su función es connotar el período anterior en el 
que se formaron” (2017, p.66). Así entonces, en retrospectiva, los prototópicos - que no serían 
más que componentes musicales formales - se vuelven significantes que por indexación, 
remiten esta vez al período de la psicodelia, al rock psicodélico y/o a sus marcos estilisticos. 
Denominamos esta segunda parte del modelo como la psicodelia como tópico. 

Echard señala que más allá de la elaboración de listados de signos musicales como 
significantes tópicos, el potencial de la teoría tópica radicaría en ser una vía de entrada a un 
completo estudio histórico cultural de fenómenos (como la psicodelia por ejemplo). No 
obstante, en este trabajo la utilización del enfoque semiótico y en particular del concepto de 
tópico musical no tienen el propósito de ir por este camino. Se considera mas bien que su 
utilidad radica en ser una herramienta para explicar la construcción de la psicodelia a partir 
signos musicales (componentes estilisticos) ya identificados o validados como tópicos usados 

28 “Los significantes tópicos son, por un lado, muy claros y convencionales; a menudo hay poca duda cuando se 
escucha una figura característica como el compás de vals, un cuerno de caza o un solo de guitarra al estilo de 
Chuck Berry.” (Echard, 2017, p.45) [Traducción propia]. 
29 En palabras de Echard: “Siguiendo a Monelle, considero que dos características son esenciales para que un signo 
musical sea un tema: (1) debe estar altamente convencionalizado dentro de una comunidad auditiva, y (2) debe 
basar gran parte de su significado en la indexicalidad del contenido (Monelle 2000, 17, 80) (p.46). A su vez, 
Monelle - y por extensión Echard - entiende la indexación desde la teoría de Pierce: "La indexicalidad aquí se 
entiende en el sentido peirceano. Un índice es un signo que funciona en virtud de una conexión contextual directa, 
como en el caso del humo que significa fuego o las huellas que significan el paso previo de un individuo.” (p.47) 
[Traducción propia]. 

32 

 

 



 

 

en el rock psicodélico o que apunten a la estética o estilo psicodélico como tópico. En ese 
sentido, el listado de tópicos y prototópicos que Echard elabora como parte de su propuesta, se 
toma aquí como una taxonomía operativa para reconstruir la psicodelia en el discurso musical 
de una obra. 

Por útlimo, la teoría tópica se toma con conciencia de sus limitaciones. Echard (2017) 
reconoce que Monelle asume que un tópico evoca la misma unidad cultural para oyentes que 
poseen el mismo nivel de competencia, es decir, los conocimientos y habilidades necesarios 
para producir e interpretar declaraciones en un sistema de signos (p.59). Considera también que 
estas competencias son monológicas en tanto implican un alto nivel de generalidad que colinda 
con la idea de universalidad atribuída a las competenecias linguísticas. Echard reconoce que si 
bien lo anterior es uno de los presupuestos de la teoría tópica, resulta poco aplicable a la música 
donde las competencias no necesariamente están igualmente distribuídas (p.60). Frente a esto, 
propone que la universalidad sea relativa, es decir que opere para una determinado estilo, 
subestilo o subgénero de música dentro del cual sea más razonable asumir que los miembros de 
dicha comunidad sí comparten las competencias necesarias (ibid.). Aun así, se diría que la 
competencia se mantiene como monológica ya que, aunque restringida a un marco estilistico 
particular, sigue presuponiendo una competencia distribuida de forma homogénera y producto 
de un consenso sobre juicios estéticos y valor social. En este punto, Echard se vale de los 
estudios de música popular para recordar que las competencias son el resultado de dinámicas 
históricas y que deben verse en un primer momento como dialógicas, como el resultado una 
dinámica de negociación entre diferentes grados de competencias cuya interacción a lo largo 
del tiempo genera progresivamente mayores niveles de generalidad y distribución (p.61-62). El 
autor señala que durante los primeros años de la psicodelia las competencias se encontraban en 
pleno proceso dialógico – lo que haría difícil entender la psicodelia como tópico en ese 
momento histórico -  sin embargo, apunta también que los procesos de canonización y control 
del discurso también comenzaban a desarrollarse (p.62). Así entonces y sobre la base de lo 
expuesto, en esta investigación se asume que históricamente ya se han desarrollado las 
negociaciones, así como las convenciones suficientes que sustenten la idea de una competencia 
generalizada sobre la psicodelia. Esto hace posible en última instancia la lectura actual de “lo 
psicodélico” como estilo en una obra musical. 

1.4. La fusión musical como estética y proceso creativo 

1.4.1.  La problemática de la fusión 

En un sentido amplio, la fusión no está sujeta a límites espacio temporales y es parte 
integral de todo el proceso evolutivo de la música (Parthapratim, 2014), lo que equivale a decir 
que “desde que el mundo es mundo, ha habido mezclas, uniones y combinaciones de modos de 
hacer música” (Menanteau, 2006). Por otro lado, desde la perspectiva de la hibridación 

33 

 



 

 

transcultural, la fusión es un proceso subordinado (Steingress, 2004)30 que ocurre de manera 
“no planeada” (García Canclini, 2003 en Corti, 2009, p.4). Estas afirmaciones configuran lo 
que aquí se denomina como la problemática de la fusión: Considerar la fusión, mezcla, unión 
y/o combinación – sinónimos para Mentaneau (2006) - como una cuestión ontológica u 
“orgánica” de la música o como acto espontáneo de un macroproceso sociocultural como la 
hibridación, dificulta su estudio como proceso creativo basado en intenciones artísticas 
puntuales y particulares. De hecho, en definiciones de fusión como “la combinación de varios 
géneros musicales que producen un nuevo género híbrido” (Vempala, 2014, p.3) o “procesos 
de síntesis en los que elementos de diferentes culturas musicales entran en contacto para crear 
versiones locales de géneros foráneos, recontextualizar elementos de raíz tradicional o producir 
nuevos géneros musicales” (Melgar, 2020), es posible advertir el énfasis puesto en la función, 
el resultado o el producto derivado de la fusión más que en explicar los mecanismos de 
combinación, contacto o síntesis que la producen. 

Para sortear esta problemática, resulta útil en principio desligar la hibridación de la 
fusión. Así, siguiendo a Steingress (2004), la hibridación se deja para explicar macroprocesos 
socioculturales de transformación a partir de la intersección de diferentes culturas y la fusión 
para estudir el tratamiento de elementos ajenos en un estilo musical y su evolución semántica 
y formal. Dicho de otro modo, la hibridación se ocupa de lo híbrido como producto y de los 
procesos de consolidación de su escuela, campo sociocultural, audiencia y significados, 
mientras que la fusión abordaría puntualmente los procesos y técnicas de creación de dichos 
híbridos sin preocuparse de lo que ocurra después con ellos. Entonces, el presente trabajo 
entiende que para un análisis de la fusión desde la estética y el estilo, esta debe verse como 
proceso, práctica y conjunto de técnicas de creación llevado a cabo desde la intencionalidad – 
individual o colectiva - de músicos o proyectos musicales puntuales. Abordar la fusión en un 
discurso estilístico implica entender las formas particulares de abordar las técnicas y procesos 
más que los productos (híbridos) y/o los significados socioculturales que estos puedan producir 
posteriormente. Dicho esto, la discusión a partir de aquí se centrará en examinar diversos 
aspectos que permitirán una comprensión más profunda de la fusión como proceso creativo. 

1.4.2.  Fusión como interculturalidad 

Un primer punto para entender la fusión como acto intencional es la idea de 
interculturalidad. Steingress (2004) ya sugiere esto cuando en la evolución semántica y formal 
de la fusión refiere la convergencia de músicos de diferentes tradiciones musicales (el flamenco 
y el jazz en su caso de estudio). Vempala (2014) apunta la misma situación cuando afirma que 
la fusión ocurre cuando un grupo de músicos entrenados en diversos géneros musicales 
interactúan en una situación de improvisación (p.4). En la misma línea, para Montero-Diaz 

30 Es de señalar que en su trabajo, el autor se propone mostrar mas bien que la fusión no alcanza para explicar la 
hibridación, la cual trasciendería la mezcla (melange) de diferentes estilos, la imitación (pastiche) o improvisación 
(bricolage) (2004). Para fines del estudio de la fusión, se recuperan 4 procesos de transgresión musical que el autor 
señala en referencia a Pfleiderer (1998): (1) la adición superficial exotista, (2) la oposición mediante el colage; (3) 
la transformación de elementos formales y (4) la tranformación de la expresividad individual. Estos procesos bien 
podrían exponerse de una forma alternativa: el pastiche como “imitación”, el bricolage como “improvisación” 
(Appen/Doehring, 2001), la fusión como “síntesis”, y la hibridación como producción de nuevos estilos autónomos 
(Steingress, 2002c). (2004). 

34 

 

 



 

 

(2018) la música fusión intercultural es aquella que “presenta una interacción armónica, 
democrática y respetuosa de diferentes culturas, lenguas e individuos” (p.101, las cursivas son 
mías). Si bien a primera vista la fusión intercultural se ve como semejante a la fusión “orgánica” 
o no planeada, la referencia a individuos (músicos) como agentes generadores del proceso de 
interculturalidad sugiere la posibilidad de una agencia intencional y consciente de crear 
situaciones de interacción, lo que a su vez deviene en cierto modo en una forma de puntualizar 
la fusión en alguna iniciativa artística particular. 

Otro aspecto que relaciona la fusión con la agencia individual es la idea del sujeto 
fusionado. Montero-Diaz (2018) describe con este término a músicos de fusión contemporáneos 
de Lima quienes reconocen la repercusión que tiene un entorno multicultural como el peruano 
en sus procesos creativos (p.102). Desde este concepto, la fusión no solo se daría desde un plano 
horizontal, es decir, mediante el convivio e interacción de individuos (musicos) de diferentes 
culturas, sino también desde una verticalidad, como producto de la sintesis de las fuentes y 
contextos musicales que forman parte de la experiencia e identidad de un músico - lo que en 
terminos populares se denominaría influencias o “raices”. En este caso, la fusión se origina 
“dentro” del sujeto al poner en contacto todas estas influencias en su ejercicio creativo o cuando, 
al reconocer las limitaciones de su propia idiosincracia o preferencia, decide incorporar 
elementos y técnicas provenientes de otras corrientes musicales (Vempala, 2014, p.3). Así 
entonces, se tiene un esquema donde la inteculturalidad representaría la fusión como pluralidad 
de individuos mientras que el sujeto fusionado refiere una pluralidad dentro del individuo. Si 
bien estas concepciones no son necesariamente operativas para una comprensión estrictamente 
formal de la fusión musical, proporcionan un criterio para entender el contexto sociocultural y 
las circunstancias de los músicos que la llevan a cabo. 

1.4.3.  El binomio jazz-rock, género y estilo musical y marcos estilisticos 

En la historiografía norteamericana, la fusión se refiere a los procesos de aproximación 
entre el jazz, rock y funk llevados a cabo durante los años sesenta y setenta y que consistían en 
la puesta en contacto de las técnicas de improvisación propias del jazz con una instrumentación 
y rítmica más asociada al rock o al soul. Dichos procesos tuvieron el rol de cuestionar desde la 
estética discursos raciales y sociales propios de la realidad estadounidense (Fellez, 2011, p.17). 
De manera más precisa, el jazz norteamericano usa el término fusión para denominar la práctica 
que consiste en “la combinación del jazz con otras músicas” (Menanteau 2006). Una forma 
particular de esta práctica, el jazz-rock, resulta relevante para entender la relación entre rock y 
fusión. El interés mutuo entre el jazz y el rock, así como el de estos por músicas consideradas 
“exóticas”, plantea a la fusión como la voluntad de expansión de los propios horizontes de 
entendimiento, acto que hace de expresiones musicales ajenas algo significativo (Dorter, 2004, 
p.165). Sobre esta base, la fusión se haría parte del marco de valores artístico - estéticos del 
rock anglosajón en tanto este impulso de expandir los horizontes de entendimiento y el territorio 
creativo sería una forma de expresión de la ambición musical de la estética hippie (Covach, 
2006). De otra parte, la fusión como valor artístico se consolida por factores como el debate 
sobre el estatus de arte de la unión entre jazz, rock y funk (Fellez, 2011, p.3), el interés de ciertas 
audiencias de jazz por las formas más progresivas de rock, así como el de públicos de bandas 
experimentales de rock por propuestas denominadas de fusión (ibid. p.31). 

35 

 



 

 

Ahora bien, durante el período histórico del desarrollo del jazz-rock los músicos adoptan 
una postura que Fellez denomina no jazz - no rock (a´int jazz, a´int rock). Esta refiere a la 
dinámica de encajar y abandonar convenciones de géneros musicales de manera intencional, 
pero principalmente, de establecer un estado liminal “manteniéndose en el medio” de estos 
(staying in between) (2011, p.5)31. Este concepto resulta análogo a la idea de cruce estilístico 
(stylistic crossover) que implica la referencia a dos estilos o géneros que normalmente son 
pensados como distintos el uno del otro (Covach, 1999, p.94). Estas posturas muestran la 
agencia que tendría la fusión para desencadenar cuestionamientos no solo a los limites de 
género desde la praxis musical, sino a cuestiones extramusicales como legados históricos, 
intereses institucionales, chauvinismos, convenciones de la industria de la música y deseos de 
las audiencias (Fellez, 2011, p.7). Si bien esto último apunta a una faceta más sociocultural de 
la fusión, lo cierto es que nociones como la de “permanecer en medio” (staying in between) o 
“cruzar estilos” (stylistic crossover), permiten separa aun más la fusión de lo híbrido ya que, 
como afirma Fellez para el caso norteamericano, una música que “no es rock ni es jazz” (ain’t 
jazz, ain’t rock) no era considerada como un nuevo género (2011, p.5). 

Otro concepto útil para abordar la fusión es el medio quebrado (the broken middle). Para 
Fellez (2011), este refiere a un tercer espacio liminal donde la dialéctica entre diferentes 
prácticas musicales, más que buscar una síntesis, pone en marcha un proceso de intensa 
restructuración de relaciones, de constante irresolución de prioridades, inestabilidades, 
contradicciones y de descubrimiento de enlaces y brechas idiomáticas en busca de una estética 
de la mezcla (p.8). Covach (1999) puntualizaría que esta dialéctica no es exclusiva del jazz- 
rock, sino que puede darse entre elementos de música popular, clásica, occidental, no occidental 
o incluso entre tradiciones musicales pasadas y presentes (p.107). 

Por último, para operativizar de algun modo las nociones expuestas se considera en 
primer lugar que la dialéctica entre los diferentes elementos involucrados en el espacio liminal 
(broken middle) produce lo que aquí se denomina como tensión. Esta podría adoptar dos 
sentidos: una tensión “vertical” apuntaría a un estado de coexistencia en un momento 
determinado en el tiempo, mientras que una en sentido “horizontal”, a un proceso de 
secuenciación, paso o transición a lo largo del tiempo. Ahora bien, el análisis de estas tensiones 
implica determinar los elementos musicales que se pretenden “cruzar” o entre los cuales se 
desea “permanecer en medio” y para ello es necesario revisar brevemente dos nociones 
importantes: el género y el estilo musical. 

De modo  amplio,  la  categoría  de  género  musical  define  un  conjunto  de  eventos 
determinados por reglas socialmente aceptadas de índole musical, formal y técnica, pero 
también semiótica, social, ideológica32  e incluso económica y jurídica (Fabbri, 1981). Estos 

31 En palabras de Fellez: “estos músicos que "no son de jazz, ni de rock" desafiaron los géneros al permanecer 
entre ellos, creando un conjunto informal, incluso salvaje, de prácticas y estéticas musicales. Al hacerlo, articularon 
una manera de estar tanto dentro como fuera de las categorías de género, perturbando las suposiciones sobre las 
tradiciones musicales, incluyendo las formas en que se ordenan la pertenencia (legitimidad), el dominio (autoridad) 
y el valor musical” [Traducción propia] 
32 En un invrestigación sobre Heavy Metal, Allan Moore señala que el objetivo de los géneros es articular el 
desarrollo de ideologías (2001, p.438). 

36 

 

 



 

 

eventos estan a su vez ligados a valores culturales, rituales o territorios33. Lo anterior muestra 
que el género excede una perspectiva estrictamente musicológica y resulta por ello más 
adecuado en las ciencias sociales para revisar procesos de producción, consumo y escucha de 
la música (Boix, 2018, p.1-2). Esto además explicaría la predominancia de la categoría de 
género - por sobre la de estilo - en los estudios de música popular (Moore, 2001, p.437) ya que 
esta disciplina prioriza los enfoques socioculturales. Finalmente, cuando Fellez considera al 
género como una “destilación del significado musical que se puede ver en la ropa y escuchar 
en el lenguaje de músicos, críticos y fanáticos, más allá de la música en sí misma” (p.17), 
sugiere en últma instancia entender al género como cultura. 

Si bien el género musical resulta de relevancia para la fusión, su consideración como 
cultura dificulta separar sus dimensiones socioculturales de las musicales a fin de tomar estas 
últimas para el estudio de la fusión. Un modo de sortear esta cuestión es entender al género 
como un punto de articulación entre la descripción técnica de la música y los significados y 
funciones sociales de la misma (Fellez, 2011, p.16). Así es posible abstraer lo primero (lo 
técnico, las reglas formales de Fabbri) de lo segundo (el significado o función). Esto además 
posibilita dar un rol más referencial y complementario a las cuestiones socioculturales y 
priorizar lo musicológico en un análisis estilístico. Ahora, lo musical dentro del género se 
entiende con mayor profundidad desde la noción de estilo. 

Si bien el concepto de estilo en la música comprende niveles generales y específicos, 
aunque cualquiera de ellos implica en gran medida entender cómo se articulan los aspectos 
formales de la música, incluídos aquellos que no suelen notarse gráficamente (Moore & Martin, 
2018)34. Así también, si se considera que los aspectos estilísticos se definen de modo más 
funcional que histórico en comparación a los géneros (Judkins, 2011, p.136), el estilo tendría 
cierta autonomía relativa en tanto su lógica interna puede ser explorada sin mayor referencia a 
cuestiones externas (Green, 1988, p.82 en Moore & Martin, 2018). Esta autonomía no solo 
operaría desde el lado creativo, sino que no sería incompatible con los procesos de recepción 
ya que el funcionamiento presupuesto por una obra musical - el “contexto del estilo” (Hatten 
1994 en Guerrero, 2019, p.77), es algo compartido por músicos y oyentes. Así, estos últimos 
serían competentes en reconocer las diferencias en la articulación de los sonidos musicales, 
aunque generalmente no puedan explicar dichas diferencias (Moore & Martin 2018). Entonces, 

33 Segun Fellez; “Fabian Holt demuestra que un "género puede ser visto como una cultura con las características 
de un sistema o funciones sistémicas", y que "los géneros se identifican no solo con la música, sino también con 
ciertos valores culturales, rituales, prácticas, territorios, tradiciones y grupos de personas." También entiendo el 
género como una lógica a través de la cual se crean, debaten y representan ideas sobre raza, género y clase social 
a través del sonido musical y el discurso” (2011, p.15) [Traducción propia]. 
34 En palabras del autor: “El término "estilo" se refiere a varios niveles, desde lo muy general hasta lo muy 
particular. Por ejemplo, en un nivel muy general, se puede hablar de un estilo musical occidental (en contraposición 
a un estilo no occidental), o de un estilo renacentista (en contraposición, por ejemplo, a un estilo barroco). En un 
nivel más particular, se puede hablar de un estilo de jazz dixieland, en contraste con el estilo de jazz en general. 
En un nivel aún más particular, se puede tratar del estilo de un compositor en particular, o incluso de una 
composición específica. En cualquier nivel, el término "estilo" generalmente implica una descripción de los 
elementos técnicos de la música. Pero una evaluación más completa de un estilo toma en cuenta ciertos aspectos 
de la música que no se ilustran fácilmente, verbal o gráficamente; ciertos aspectos de la interpretación, por ejemplo, 
que están asociados con la música, pero que no están anotados en ella. Una evaluación completa de un estilo 
también incluye información y, a veces, incluso especulación sobre las diversas relaciones entre el compositor, la 
música y su audiencia (Byrnside 1975: 159-60)” (Moore & Martin, 2018) [Traducción propia]. 

37 

 

 



 

 

para abordar la fusión desde el texto y la sintáxis musical resulta necesario la identificación del 
estilo en el género, o de modo más preciso, la determinación de los marcos estilísticos. 

El músico Jorge Madueño señala que la fusión refiere al proceso de creación de obras 
donde se emplean simultáneamente los idiomas de géneros musicales distintos o la situación 
donde se realiza un arreglo musical a una obra enmarcada en un género determinado, para que 
esta exprese “su propio idioma y el de otro género cualquiera” (en Olazo, 2002, p.18). Aquí es 
evidente que el término idioma refiere directamente a los marcos estilísticos que puede tener 
un género musical. Esto se demuestra cuando Madueño indica que el idioma comprende 
aspectos como “el compás, el movimiento, el formato, la armonia, los riffs, la figuración rítmica 
de la melodía, la clave”35 (ibid. p.17) o incluso el tipo de instrumentación (p.18). Es de remarcar 
la relevancia que Madueño otorga a estos aspectos formales cuando afirma que para se dé la 
fusión, los idiomas deberían idealmente estar presentes de manera simultánea a lo largo de toda 
una obra, o al apuntar que, siendo la clave un elemento altemente distintivo en algunos géneros 
musicales, no sería posible fusionar dos géneros que posean claves opuestas (p.19). 

Más allá de estas particularidades – útiles sin duda para el análisis, lo expuesto hasta 
aquí configuraría lo que podría entenderse como un enfoque estrictamente morfosintáctico de 
la fusión. Mientras la hibridación se concentra en el producto y los nuevos contextos de las 
fusiones y la inteculturalidad en la interacción colectiva, aquí la atención se pone en lo que 
puede explicarse con y desde el texto musical y en los elementos morfosintácticos o los marcos 
estilísticos involucrados en el proceso creativo de una música que se entiende “de fusión”. 

Ahora bien, en este punto es necesario atender una cuestión necesaria para el estudio de 
la fusión como estética y proceso dentro del rock, a saber, los marcos estilísticos que 
conformarían el rock. Esta delimitación se torna problematica si se considera que hacia los años 
setenta, el termino “rock” no hacía referencia a una práctica homogénea, siendo mas bien un 
paraguas que recogía varias formas de hacer música (Bennett, 2007, p.18). Además, la noción 
de “rock” durante esa época refería más a la pertenencia a un contexto ya que la apertura 
(ouverture) y diverificación estilística restringía en gran medida lo que el texto musical podría 
decir sobre lo que era o no “rock” (Costa, 2018, p.117). 

Dado que es necesario de algun modo contar con un marco estilístico referido al rock, 
se toma la propuesta de Moore & Martin (2018), que si bien admite que no existe una definición 
estática, establece ciertos aspectos que considera comunes a muchas prácticas de rock. Así 
entonces, para entender “lo rock” como estilo y no como género, tendencia o contexto se utiliza 
el término early rock. Este refiere en primer lugar al formato instrumental de los grupos de beat 
británicos de la primera mitad de los sesenta, formato que a su vez fue importado del blues 
urbano y en particular del rhythm ‘n’ blues de Chicago: voces, dos guitarras (solista y rítmica), 
bajo y ensamble de percusión (batería y otros instrumentos) (Moore & Martin, 2018). En 
segundo lugar, los roles instrumentales que este formato establece son incluso más relevantes 
estilísticamente. La instrumentación conforma un modelo de textura homofónica de 4 partes 
(Macan, 1997, p.50) o una distribución en 4 capas: Una capa “rítmica” asignada a la percusión 
y basada en repetición de patrones, una segunda de registro grave (bajo), la tercera de registro 

35 Por clave se comprende un recurso mayormente rítmico (un patrón de percusión para acompañar), con un nivel 
de convencionalización que determina la identidad de un género musical ya que sería suficiente su empleo para 
identificar un tema o pieza como un ejemplo de dicho género. 

38 

 

 



 

 

agudo que lleva “el tema” (the tune) ya sea vocal o instrumental y una cuarta, de “relleno” 
armónico (harmonic filler) normalmente ejecutado en una guitarra o en ocasiones en un teclado; 
esta última capa se coloca “en medio” de las dos anteriores definiendo un espectro grave/agudo 
(bass/treble) (Moore & Martin, 2018). Finalemente, sería el respeto por esta distribución 
instrumental lo que haría que una música se mantenga relacionada o sea reconocida como 
“rock” (Moore, 2011, p.67 en Costa, 2018, p.105). 

Por el momento bastan las características señaladas para dejar en claro lo que se 
entenderá por “rock” en la fusión. Por otro lado, se considera más efectivo ir desarrollando el 
early rock como marco estilístico a lo largo del análisis de la fusión en el siguiente capítulo. 
Ahora, del mismo modo que para el rock, es necesario atender brevemente la misma 
problemática para el caso de “lo andino”, un punto relevante para el caso de estudio del presente 
trabajo. 

Es sabido que es prácticamente imposible tratar el argumento música andina en su 
debida dimensión (Ferrier, 2020), lo mismo que delimitar los marcos estilisticos de cada una 
de sus formas, especies o subestilos. Frente a ello, se propone restringir la construcción de dicho 
marco al género del huayno, no solo por ser el más representativo y popular entre las músicas 
andinas sino principalmente porque, como se verá en el capítulo 2, sus características musicales 
son las que más se han involucrado en los procesos de fusión del caso del estudio. Tal como se 
ha aclarado para el caso del rock, en esta parte no se detallan estos elementos estilisticos. Estos 
se iran referenciando a lo largo del estudio de la fusión, donde también se especificará cualquier 
otro aspecto musical referido a otros tipos de música andina de ser necesario. Sí se apunta no 
obstante que el marco estilistico para el huayno definido para el estudio de la fusión tiene como 
base los trabajos realizados por Mendívil (2018), Romero (2002), Carrasco (2022), entre otros. 

1.4.4.  Fusión, tipologias y el espectro autenticidad-originalidad 

Ya se ha revisado la ultilidad de conceptos como el broken middle o las tensiones; sin 
embargo, entender la dialéctica de los elementos estilísticos dentro de un proceso creativo 
necesita de otras categorías más específicas. Para ello se considera la taxonomía propuesta por 
Parthapratim (2014), con la cual se amplia el marco de entendimiento de la fusión como praxis 
intencional, identificable, categorizable y alternativa a su visión “orgánica”. 

Esta taxonomía se compone de tres enfoques. El primero es el enfoque “aleatorio” 
(random approach). Por un lado, este es mayormente formalista, es decir, está necesariamente 
fundamentado en los aspectos formales que un músico identifica dentro de su propio repertorio 
y experiencia. De otra parte, los aspectos formales se ponen en contacto de forma mayormente 
compulsiva o intuitiva36. Antes que nada, la noción de “aleatorio” puede resultar conflictiva si 
se quiere incluir en la ecuación el grado de conocimiento y/o la intención de aprendizaje (sea 
formal o informal) de las músicas que se quieren fusionar. Esto porque resulta lógico pensar 
que, mientras más se conozca o busque conocer cómo funciona un determinado estilo musical, 
menos intuitiva será o se querrá que sea la aproximación al mismo. Para resolver esto, incluímos 

36 En palabras del autor: “El enfoque aleatorio (the random approach) es aquel en el que los elementos se mezclan 
sin ser demasiado cerebrales, tal vez surgiendo de una situación compulsiva, pero basado en el propio repertorio 
y el sentido estético innato absorbido de las técnicas formales. El enfoque es mayormente formalista, operando a 
nivel de una cognición cruda de ciertos elementos formales” (2014, p.4) [Traducción propia]. 

39 

 

 



 

 

el término sistemático como polo opuesto a lo intuitivo o aleatorio. Con esto, el enfoque no 
pierde su carácter formalista o la aproximación intuitiva sino que incluye la posibilidad de 
abordar la fusión de manera “más pensada”. Renonbramos por tanto el enfoque como aleatorio- 
sistemático. Así redefinido, desde este enfoque la fusión se basa tanto en el repertorio – las 
piezas que un músico conoce - como en los conocimientos formales sobre los estilos musicales 
que dicho repertorio proporcione. La determinación de si la aproximación es intuitiva o más 
sistemática dependerá del grado de conocimiento de los marcos estilíticos que una pieza pueda 
reflejar. Por otro lado, el énfasis puesto en lo formal hace que este enfoque se aproxime a lo 
que Pfleiderer (1998) calificaría como una transformación y manipulación, en este caso de los 
marcos estilísticos, ya que se opera “sobre el marco rítmico, sonoro, tonal y formal [y] mediante 
la integración de medios interpretativos procedentes de formas musicales ajenas 
(instrumentación, construcción formal, acompañamiento rítmico y tonal)” (en Steingress, 
2004). 

El segundo enfoque es el modelo “núcleo-caparazón” (machete-palette approach). En 
este caso, un determinado marco estilístico, normalmente aquel que el músico domina en mayor 
grado, se establece como estructura principal (el núcleo) mientras otros son usados para añadir 
“color” y decoración (el caparazón). Parthapratim (2014) señala que se espera que lo 
ornamental no se imponga sobre lo estructural y concibe el caso, mucho menos usual, de que 
la estructura se componga mas bien de los estilos menos familiares del músico37. Para Pfleiderer, 
este enfoque calificaría como una dinámica “exotista” basada en la adición superficial de 
elementos ajenos a la idiomática de un estilo que permanece inalterado (1998, en Steingress, 
2004). Del mismo modo, también resulta similar al modelo de estilo de base y estilo donante 
(base style-donor style) (Echard, 2017) visto en el apartado de psicodelia. Sea cual fuere la 
denominacion, lo cierto es que a diferencia del enfoque anterior, esta forma de fusión no pone 
énfasis en la tranformación o integración de los elementos involucrados, sino en la idea de que 
cada uno de estos cumple una función específica. A modo de ilustración, Claude Ferrier alude 
este enfoque al hablar de las fusiones que incorporan “matices” andinos a una base comprendida 
por “otra música”: “En todos estos casos, el punto de partida es otra música [p.e.rock], que 
incorpora matices considerados genéricamente como “andinos”, ya sea en la escala empleada, 
en la melodía, en la armonía, en la instrumentación, en el ritmo, etc.” (Ferrier, 2020. p.73). 

Finalmente el tercer enfoque o tipo de fusión propuesto por Parthapratim es el de 
“resolución de problema” (problem solving approach) donde una cuestión formal perteneciente 
a un estilo se “resuelve” con preceptos de otro38. En este caso la idea de resolución se entiende 
como una mecánica de transición, secuenciación o alternacia entre diferentes marcos 
estilísticos, algo que Pfleiderer identificaría como una combinación basada en “la oposición de 
diferentes estilos mediante el colage” (1998, en Steingress, 2004). 

37 En palabras del autor: “El enfoque núcleo – caparazón (machete-palette) está presente cuando el músico ya está 
iniciado en un legado y mantiene intacta la estructura impregnada mientras agrega colores de una amplia gama de 
otros legados o herencias. Los motivos decorativos son, por lo tanto, como se observa en otras formas de arte 
también, una carcasa o marco débilmente adherido y no relacionado con los elementos en el núcleo […] También 
puede ser un fenómeno invertido, es decir, el núcleo se toma prestado de otro legado y el caparazón del propio 
[…]” (2014, p.4-5) [traducción propia]. 
38 En palabras del autor: “El modo de resolución de problema es cuando un problema formalista típico en un legado 
es resuelto asimilando soluciones de otro” (2014, p.5) [traducción propia]. 

40 

 

 



 

 

Ahora, integrando estos enfoques o tipos de fusión con la idea de las tensiones que se 
forman en el broken middle, se tendrian ciertas equivalencias. Las tensiones desde la 
verticalidad bien podrian entenderse desde los enfoques “aleatorio-sistemático” y de “nucleo- 
caparazón” mientras que el enfoque de “resolución de problemas” sería compatible las 
tensiones desde lo horizontal. No obstante, esto no debe tomarse como una correlación dura o 
estricta puesto  que  muchas  de estas  tensiones  pueden  aparecer,  desaparecer, coexistir  o 
transformarse a lo largo de una pieza musical. Asimismo, esta tipologia que se ha desarrollado 
dista mucho de ser completamente operativa para el analisis. De hecho, si bien sugieren 
configuraciones más específicas y precisas, no especifícan cómo determinar el grado de 
conocimiento de un estilo o cuando un elemento musical debe considerarse como estructural u 
ornamental por ejemplo. A pesar de estas limitaciones, esta tipología se considera valiosa para 
el análisis de los textos musicales ya que nos aproxima a una mejor descripción y/o 
categorización del proceso creativo. 

Por otro lado, si bien la concepción “orgánica” de la música se ha considerado como un 
problema para el estudio de la fusión, esta posee un punto útil al análisis. Al cuestionar discursos 
sobre el estatus canónico de la música clásica hindú, Parthapratim (2014) discute una supuesta 
naturaleza antagónica entre las nociones de “lo auténtico” y “lo original” y cómo en realidad, 
el grado de interrelación y complementariedad entre estas es lo que permite el desarrollo de la 
música: 

“Music has to be both authentic and original, and nobody knows how, for somehow, especially in this 
post-modernist ambiance, there is an essential contradiction between the authentic that is static, and the 
original that is dynamic. It is in this antagonism that music grows, evolves, and sustains. One would be 
tempted to conclude that [the] dialectics of the so-called originality and authenticity is the fundamental 
impetus that keeps music going. Here, without being original, nothing is authentic, and the converse is 
also true.” (2014, p.3) 

Para nuestro caso, esta discusión permite operativizar las categorías de autenticidad y 
originalidad como polos de un espectro dentro del cual se puede evaluar un proceso que 
llamamos aquí como actitud hacia la fusión. En un sentido musical, una actitud “auténtica” es 
estática y autoritaria e implica el uso de materiales musicales con un mayor grado de 
consideración y respeto de las formas, elementos musicales formales y/o convenciones 
estilísticas originales. Por su parte, la vivacidad y dinamismo de una actitud “original” sugiere 
una manipulación mas agresiva y con mayor nivel de interpelación de dichas formas y 
elementos estilísticos. Dicho de otro modo, la fusión se ubica y/o transita por el espectro 
establecido entre estos polos o en todo caso, se construye como una tensión entre estos. Esto 
debido a que la autenticidad se complementa siempre con la originalidad en tanto esta última 
aporta el componente dinámico a la pretensión de la primera de capturar “esencias”. La 
dialéctica entre lo auténtico y lo orginal implic a su vez la imposibilidad de una fusión sin 
adulteración, es decir, que nunca estaría ubicada en alguno de los extremos del espectro. Por 
último, se remarca que la actitud hacia la fusión como criterio analítico supone dejar de lado 
concepciones escencialistas o puristas de los términos autenticidad y originalidad o sus 
definiciones desde otras disciplinas. Así también, su delimitación no tiene por finalidad calificar 
una pieza de “auténtica” u “original”, sino contribuir a entender la fusión en términos de 
tendencias y estrategias. 

41 

 



 

 

1.4.5.  Fusión musical desde la semiosis y la intertextualidad 

De manera alternativa y complementaria a los enfoques intercultural, morfosintáctico y a las 
tipología vistas previamente, se propone que la fusión puede contruirse desde procesos 
semióticos que involucran el acto creativo, el texto musical y la experiencia de escucha. Al 
igual que para la psicodelia, la teoría tópica resulta útil para abordar este proceso. Mark Spicer 
(2010) denomina tópicos a los “dispositivos musicales” (musical devices) que conforman un 
estilo y argumenta que la sola presencia de estos en una pieza musical, bastaría para “evocar la 
esencia de un estilo en su totalidad”39. Desde esta mirada, el potencial connotativo o simbólico 
de los elementos estilísticos se vuelve más importante que su función morfosintáctica. De esta 
manera, la fusión no solo se construiría desde la manipulación de aspectos como el ritmo, la 
melodía o la armonía, sino desde las interpretaciones y significados que tanto creadores como 
receptores otorgan a estos elementos. Dicho de otro modo, el contacto y síntesis entre diferentes 
tradiciones o culturas musicales se produce también en la identificación de significantes y su 
intepretación a partir de competencias alrededor de convenciones estilísticas y contextos 
particulares tanto de producción como recepción. 

De forma operativa, un elemento estilístico terminaría remitiendo a una determinanda 
tradición o cultura musical mediante un proceso de topicalización por indexación (Monelle, 
2000, en Echard, 2017). Este proceso evidentemente no es mecánico ni inequívoco ya que 
entran en juego las competencias sobre los marcos estilísticos de las músicas involucradas. 
Asumiendo que los aspectos morfosintácticos requieren de competencias más específicas, 
aspectos musicales más asociados a la materialidad sonora como el timbre son más suceptibles 
a desencadenar la fusión desde un proceso semiótico debido a su alta “carga” semántica (Sad 
s.f. p.6) y a su alto potencial implicativo para compositores y oyentes (Sad, 2019, p.25). 
Asimismo, es lógico pensar que toda esta carga y potencial del timbre es transmitida de manera 
casi directa al instrumento musical en tanto objeto que produce dicho timbre haciendo de este 
también un signo. A modo de ejemplo, la cítara en una canción como “Norwegian Wood” de 
los Beatles añadiría solamente un “color” inhabitual a una línea melódica que no tendría nada 
de exótica por sí misma (Costa, 2020, p.103). Ahora, semioticamente, su timbre se convierte 
en un signo-índice que no solo remite a tópicos psicodélicos como “la India” o “lo exótico”, 
sino que hace posible considerar esa línea melódica como un evento donde se lleva a cabo una 
fusión entre el pop o el rock (por su diseño melódico y por el contexto) y la “música hindú” 
(topicalizado por el timbre del intrumento). En el mismo sentido, los timbres de instrumentos 
como la quena, la zampoña o el charango, en tanto signos y desde ciertas competencias, 
topicalizarían nociones como las de “huayno”, “música andina”, o “música latinoamericana” 
dentro de un pieza sin necesariamente tomar en cuenta el material melódico, armónico y rítmico 

39 En palabras del autor: “Prefiero, en cambio, pensar en un estilo como un mundo musical que se define por una 
familia de recursos musicales específicos; en otras palabras, un estilo puede considerarse como una colección de 
tópicos [...] a veces, un solo pequeño tópico puede ser suficiente para evocar la esencia de un estilo en su totalidad 
[...] Aunque el universo de tópicos disponibles en el pop y el rock es bastante diferente de lo que podríamos esperar 
de una ópera de Mozart o una sonata para piano de Beethoven, argumentaría [...] que muchas de las canciones pop 
más interesantes y estilísticamente eclécticas forjan su significado musical de manera muy similar.” (Spicer, 2011, 
p.127) [traducción propia]. 

42 

 

 



 

 

que desarrollen40. Lo anterior muestra además que los instrumentos en muchas ocasiones 
funcionan a menudo como significantes dialógicos al expresar más de un tópico de forma 
simultánea (Echard, 2017, p.362) o en este caso, varias culturas o tradiciones musicales. 

Así entonces, desde una perspectiva de fusión, timbres e instrumentos musicales pueden ser 
espacios de contacto, síntesis y dialéctica entre diferentes músicas. Así también, la dialéctica o 
tensión puede darse entre el timbre y otros aspectos musicales más formales. Finalmente, la 
suceptibilidad del timbre a adquirir propiedades tópicas, no implica que otros elementos de 
naturaleza más morfosintáctica como patrones rítmicos, progresiones armónicas o diseños 
melódicos, no puedan ser también topicalizados41. 

Ahora bien, la intertextualidad resulta otro enfoque que enriquece el estudio de la fusión. 
Si se recuerda que esta última implica en principio el contacto entre elementos musicales 
diferentes, la fusión desde este enfoque puede constituirse como lo que López Cano (2018) 
denomina un nodo intertextual en tanto es “un momento, lugar o elemento preciso donde 
ocurren relaciones entre diferentes músicas” (2018, p.80). López Cano señala también que 
desde la intertextualidad se “describe las consecuencias afectivas o potenciales en la 
interpretación, comprensión y emergencia de significados de los textos involucrados en los 
nodos intertextuales” (p.79). Así entonces, la fusión como nodo intertextual sería consecuencia 
de la interpretación y/o del significado atribuidos a ciertos elementos que en este caso, remitan 
a culturas, tradiciones o géneros musicales diferentes. Esto, en última instancia, convierte la 
recepción en un espacio donde es posible construir una idea de fusión musical. Por otro lado, 
desde la musicología, la intertextualidad aborda el texto musical y examina armonías, melodías, 
ritmos y estilos para establecer relaciones intertextuales (Guerrero, 2019, p.79) y referencias 
musicales, es decir, momentos o partes de una obra específica, que remiten a fragmentos o 
momentos de otras obras (López Cano, 2007, p.30). Para el caso de la fusión, estas relaciones 
y referencias serían otra forma de contacto con músicas diferentes y en consecuencia 
complejizan y enriquecen el tejido de la fusión más allá de una identificación general de 
binomios operando a nivel morfosintáctico (jazz-rock, rock-andino, etc.) 

Para reforzar la aplicación de la intertextualidad a la fusión, se tiene que algunos autores 
sugieren de manera implícita ver ciertos procesos de intertextualidad como fusión. Corti (2009) 
evidencia que, alternativamente al uso de la sugerencia, semblanza o la relación sintagmática – 
que remiten a la fusión desde el texto y la sintaxis, algunas propuestas de fusión recurren a 
recursos intertextuales como la cita literal para presentar músicas populares (folclóricas) como 
bloques narrativos de escencialidad (p.1-2), Otros por su lado, hacen más explícita la relación. 
Melgar (2020) afirma que “la primera fusión de elementos de música andina y géneros 

40 Al comparar las expresiones tradicionales y modernas del huayno, Carrasco (2022) muestra que el timbre o los 
instrumentos pueden tener esta función tópica cuando advierte que sería suficiente la inclusión de un instrumento 
para que una agrupación adquiera la identidad de la cual proviene dicho instrumento (p.2) o cuando las 
estudiantinas utilizan el recurso de invitar ciertos instrumentos típicos o autóctonos para que de ese modo un 
pueblo determinado se vea representado en la agrupación. Así entonces, el instrumento autóctono sirve para dar 
una característica tímbrica a los conjuntos modernos o extranjeros (Carrasco, 2022, p.51). 
41 De nuevo Carrasco (2022) ilustra este punto al señalar que para conservar “lo andino” en un huayno más 
contemporáneo o de estética “global”, es importante conservar elementos de índole sintáctica como las claves 
rítmicas de modo que la fusión de muchos músicos peruanos queda legitimizada por el uso de estos recursos 
musicales (p.62). 

43 

 

 



 

 

asociados a la cultura del rock fue […] una versión local de la música pop anglosajona”. El 
autor se refiere específicamente a la versión del tema “Carnavalito” del grupo Los Incas 
Modernos42. Este caso muestra que la fusión puede basarse en uno de los recursos intertextuales 
más usados en la música popular: los covers o versiones que en sí, son una forma extrema de 
lo que López Cano denomina como transformación de un original (2007, p.33). Ferrier (2020) 
también apunta las “fusiones” que en los setenta producirían temas “andinos” como “If I could” 
de Simon & Garfunkel, que bien calificaría como una versión o una parodia43 de la obra “El 
Condor Pasa” de Daniel Alomía Robles (p.72). 

Aparte de la versión o cover y la parodia, existen otros recursos intertextuales. Si la cita 
es la remisión o referencia mas evidente por referir a una obra específica y reconocible, de 
manera intencional y con cierta “literalidad” (López-Cano, 2007, p.31), la alusión se ubicaría 
en un extremo opuesto al consistir en remisiones más vagas y latentes a un autor, un tipo de 
música o un cultura musical y que no son evidentes sin la intervención de un especialista (p.35). 
Se considera que este recurso en particular es identificado en mucha literatura con términos 
como “aires”, “matices” o incluso “reminiscencias”. Finalmente, para López Cano el tópico 
musical es también un recurso intertextual en el cual, una obra escrita en un estilo determinado 
remite a áreas genéricas de otros estilos, géneros o tipos de música diferentes (ibid). 

Sobre la base de lo expuesto y a modo de operativizar, es posible construir una tipología 
de fusión desde la intertextualidad complementaria a aquella de enfoque más morfosintáctico 
(es decir, aquella enfocada en el análisis de los procesos de manipulación y transformación de 
elementos estilísticos). Para propósito de diferenciación, esta tipología se denominará como 
protofusión, pudiendo ser de dos tipos: un primer tipo responde al modelo de estilo de base y 
donante (base style-donor style) (Echard, 2017) o al enfoque núcleo-caparazón (Parthapratim, 
2014). El estilo de base o núcleo se conforma de las convenciones más generales y aceptadas 
del rock o de algún género relacionado - dicho de otro modo, el “estilo rock” permanece 
inalterado, mientras que los elemento ornamentales o donantes son de tipo intertextual pudiendo 
ser remisiones intergenéricas, citas o alusiones que “se montan” sobre, preceden (a modo de 
intros) o suceden (como outros) a la “base de rock”44. El segundo tipo de protofusión se articula 
desde las versiones, donde se estaría haciendo uso de una obra “original” (una pieza local, por 
ejemplo) para realizar un arreglo de la misma en “el estilo rock” o en algún subgénero 
relacionado. A esta forma también se la podría denominar como traducción45. 

Se remarca que tanto las categorías de intertextualidad como las protofusiones que se 
basan  en  estas  no  son  algo  hermético.  En  muchos  casos  durante  el  análisis,  no  estará 

42 Melgar (2020) explica que el grupo peruano Los Incas Modernos tradujo al contexto local la melodía andina del 
tema “Carnavalito” de Zaldivar adaptándola a los parámetros rítmicos y armónicos del rocanrol y del género del 
surf rock estadounidense. 
43 Según López-Cano, la parodia implica reutilizar una pieza, una tema o una idea o pedazo de una obra en concreto 
para a partir de allí componer otra cosa diferente. Si bien la parodia puede entenderse como sátira o burla desde la 
imitación, su significado original apunta fundamentalmente a reelaborar un material original (2007, p.4). 
44Grupos de rock bajo la etiqueta de indian rock obedecerían a esta categoría. un grupo como El Opio sería 
clasificado como protofusión. Esto considerando lo dicho por Mendivil (2022) quien señala las reminiscencias o 
alusiones de esta banda a músicas como el rock latino, la música caribeña o la andina, es el caso de esta última, 
mediante la escala pentáfona a modo de tópico de lo andino en conjunto con el hard rock y el blues (p.243). 
45Esta clase de protofusión se ejemplificaría con las versiones de piezas de folclor local de bandas de rock peruanas 
de inicios de los sesenta como el Trébol (Cusco) con “El Cóndor Pasa” o Los Siderals (Ayacucho) con “Vírgenes 
del Sol”. 
. 

44 

 

 



 

 

necesariamente claro si un aspecto, elemento o fragmento de una obra corresponde a tal o cual 
forma de referencia intertextual o protofusión. Afortunadamente, esto no es determinante para 
identificar que en cualquier caso, la fusión se está valiendo de un proceso intertextual para 
construirse total o parcialmente. Ahora, sí es fundamental dejar en claro que al considerar mirar 
la fusión desde la intertextualidad, no se esta diciendo de ningun modo que todo proceso 
intertextual en la música es fusión. Para el presente trabajo, se toma como supuesto que las 
relaciones intertextuales se encuentran dentro de un contexto de fusión musical, es decir, en 
proyectos y obras con al menos una intencionalidad de establecer un contacto entre diferentes 
tradiciones musicales, o en un sentido más estricto, con intención de ser y ser reconocidas como 
músicas “de fusión”. Así delimitado, lo intertextual funciona como un medio de complejiza y 
por ende enriquece el tejido de la fusión al integrar las referencias a diferentes músicas que 
puedan surgir de los procesos de recepción. Asimismo, el nivel de las competencias también 
incide en la determinación de remisiones a estilos considerados como diferentes dentro de 
marcos musicales amplios (p.e. rock, jazz, andino) . Para cerrar, y a modo de ilustración, 
supongamos que desde unas competencias muy genéricas, se percibe en un primer momento 
que una pieza musical tiene la intención de poner contacto dos géneros musicales. Incorporando 
competencias más epecíficas, se podrían advertir areas o secciones o elementos estilísticos 
musicales que remitan a dichos géneros u otros derivados o diferentes a estos. En un tercer 
momento, desde competencias tal vez más específicas, podría ser posible identificar que ciertos 
elementos melódicos son alusiones a un determinado estilo regional, local o particular de un 
autor o tal vez citas a canciones, piezas u obras en concreto. A partir del ejemplo, vemos 
entonces que el proceso no orienta el sentido o determina el tipo de fusión en sentido 
morfosintáctico, sino que otorga a esta una dimensión alternativa y a la vez complementaria. 
En esta dimensión, se construye un sentido de fusión musical propio de la recepción basado en 
la experiencia de escucha donde puede ser posible reconocer y/o involucrar un número mayor 
de estilos o culturas musicales que no necesariamente estuvieron en la intención original del 
artista. Asimismo, esta fusión no es tampoco necesariamente contradictoria con aquella 
determinada desde ina perspectiva más morfosintáctica, debido a que deriva de la interacción 
entre las competencias del oyente y los elementos estilísticos presentes en el texto musical. 

Vistos hasta esta parte los aspectos concernientes a lo progresivo, la psicodelia y la 
fusión, se continua esbozando la contracultura y la practica del rock en el ámbito de 
latinoamérica como último punto necesario para explicar el rock en un contexto local. 

1.5. Contracultura y alcance sociopolítico del rock en el contexto 
latinoamericano 

En la década del sesenta, la región latinoamericana tuvo en algunos países escenarios 
de conflicto político y en otros, cierta relativa estabilidad democrática, aunque todos los casos 
devendrían en la antesala de dictaduras surgidas finalizando esta década. En este escenario, 
hubo no obstante cierta homogeneidad en la recepción de los movimientos de contracultura 
juveniles de occidente (Cépeda, 2013, p.47) dada su naturaleza generacional y transnacional 
(Lufti, 2018). La asimilación de sus valores  estéticos y artísticos se basaba en gran parte en 

45 

 



 

 

consumir sus objetos culturales: símbolos, modas, películas, música, etc.) que proveía el 
mercado del entretenimiento y la moda del mismo modo que en norteamérica y europa (Piñeiro 
2009). El hipismo sería percibido generalmente como un fenómeno que solo imitaba 
comportamientos extranjeros aunque su alcance social sería diverso. Así, mientras que el caso 
argentino muestra que existió cierta actitud contestataria (Piñeiro, 2009), el “hippismo criollo” 
peruano se percibia simplemente como algo inofensivo y mas bien pictórico (Santistevan, 
2021). Por otro lado, a pesar de que la contracultura juvenil sí tenía de algun modo un lado 
“político” encontraría problemático conciliar con las posturas de izquierda nacionales mucho 
más radicalizadas que en el mundo anglosajón. Y esto porque la percepción general era que los 
hippies, al solo imitar lo foráneo, (Ramírez, 2009) se presentaban muy poco comprometidos 
con la realidad política y social local y carentes de patriotismo y sentido de rebelión (Mularsky, 
2016). A pesar de que la presentación de Santana en Lima en 1971 simbolizaba un momento 
relevante para la contracultura, la reducida cantidad de “hippies criollos” que protestaron por 
su cancelación constituye un ejemplo de lo irrelevante, pasivo y elitista que llegaría a ser el 
hipismo en el Perú (Santistevan, 2021). En síntesis, las posturas políticas de derecha e izquierda 
tradicionales reaccionaron al hipismo con rechazo y distanciamiento y categorizándolo como 
“apolítico” (Mularsky, 2016, p.81). Ahora, si bien es cierto que el hipismo evadía mayormente 
involucrase políticamente (ibid.), es de señalar que el movimiento se definía en realidad como 
antipolítico tradicional46 y en ese sentido, era una “tercera ala” alternativa cuya inclinación 
cultural - política descartaba los discursos tradicionales de izquierda y derecha y definíendose 
mas bien en base al pensamiento contracultural y a expresiones como el rock (Mularsky, 2016, 
p.76). 

Ahora bien, respecto al rock, los sectores políticos y sociales tradicionales de 
latinoamérica desarrollarían un escepticismo hacia esta corriente. Este sería visto desde la 
izquierda como agente alienante (García-Peinazo, 2019, p.85), imperialista y resultado del 
consumismo (Mularsky, 2016) y como algo que, para la derecha, promovía la degeneración y 
degradación moral, social y religiosa (García-Peinazo, 2019, p.85) (Mularsky, 2016). De otra 
parte, los realidades económicas y sociales de los diferentes grupos sociales determinarían en 
cierta forma el compromiso político-social del rock. Al principio integraba jóvenes de 
diferentes clases sociales y no necesariamente era algo exclusivo de grupos privilegiados47. Sin 
embargo, hacia los 70 se terminaría “elitizando” al relacionarse cada vez más con las clases 
más acomodas48. Entonces, así como los hippies locales pudieron experimentar la modernidad 
desde los viajes y la cultura49 al contar con el habitus propio de una clase acomodada (Lufti, 
2018), un buen grupo de bandas y músicos de rock de los sectores más altos, sortearían las 

46 Esto se ejemplifica con lo dicho por la banda de Chile Los Jaivas quienes a principios de los setenta decían: “No 
podemos decir que no somos políticos, porque eso es imposible, pero no nos definimos con ningún partido político” 
(en Mularsky, 2016, p.87). 
47 Esto se ilustra desde el caso del Pérú cuando en la primera mitad de los senta las bandas de rock proliferaban de 
manera transversal a los sectores socioeconómicos, barrios y provincias, desde la más baja hasta las de clase más 
elevada, contaban con grupos de rock de nivel (Gutierrez, 2004). 
48 Gonzales (2021) ilustra esto desde el rock chileno, el cual si bien al inicio fue transversal a las diferencias 
sociales propias de latinoamerica, al final terminó consolidandose mayormente entre los grupos altos y medioaltos 
quienes tenían mayor conexión con las culturas juveniles anglosajonas importadas. 
49 Piñeiro (2009) observa que en Argentina, un estatus socioeconómico elevado hacía posible articular ciertas 
“representaciones” en lo que vendría a ser la cultura del “viaje”, de la vida comunitaria y del rock. Asimismo, la 
cultura del “viaje” también se manifestó entre los jóvenes que buscaban distanciarse del entorno de la ciudad. 

46 

 

 



 

 

dificultades producto de dispocisiones respecto a la importación para acceder a instrumentos y 
grabaciones o lo que fuere necesario para producir música50. 

Debido a esta elitización el rock quedaba considerablemente limitado para generar una 
“alteridad encarnada” del modo como lo haría la Nueva Canción chilena51 (Gonzales, 2021) o 
ser tan popular como la cumbia en el caso peruano (Gutierrez, 2004)52. Así también, sumado a 
este caráter elitista y a su actitud despolitizada, la mayor difusión medíatica y por ende mayor 
alcance de otros géneros musciales más afines a narrativas nacionalistas53, así como la política 
gubernamental respecto a la cultura serían otros factores que explicarían la escasa trascendencia 
del rock. 

Por último, una vez iniciadas las dictaduras al final de los sesenta, el rock experimenta 
circunstancias que, en ciertos escenarios, construiría y consolidaría cierto sentido de identidad 
social, mientras que en otras realidades solo subsistiría54 o se contraería y desvanecería55. 
Respecto al contexto peruano, la escasa represión que sobre el rock tendría la dictadura militar 
instaurada en 1968, no favoreció el desarrollo de posturas contraculturales basadas en este 
fenómeno. Así, el rock se limitó a reuniones sociales y conciertos esporádicos sin inguna pauta 
ideológica en relación a la realidad social del país (Santistevan, 2021, p.29). Además, la visión 
apolítica y la irrelevancia del “hippismo criollo” (Santistevan, 2021) son otros factores que dan 
sentido a la mayor relevancia de lo artístico y estético por sobre lo contracultural en la 
denominada primera generación de rock peruano (Gutierrez, 2021, p.65), Ciertamente, el rock 
en el Perú tendría la suficiente habilidad para asimilar las estéticas anglosajonas aunque no su 
carácter interpelador y de inconformidad (ibid.). Esto sugiere que la forma de manifestar la 
contracultura en el caso del rock peruano en las décadas de los sesenta y setenta, se diera 
mayormente desde su lado artístico. En tal sentido, vale la pena revisar brevemente el desarrollo 
de la práctica del rock a nivel regional. 

50 Gutierrez (2004) demuestra este fenómeno en el contexto peruano, destacando que la vibrante y fecunda escena 
rockera, acabaría por volverse elitista a partir de mediados de los años 60, en parte, como resultado de las 
restricciones a las importaciones impuestas por el gobierno militar. 
51 En cuanto a esta noción de alteridad encarnada, la Nueva Canción Chilena llamaría a una génesis desde lo 
campesino a través de figuras como Victor Jara o Violeta Parra quienes adscribiríanestas nociones a su 
personalidad artística (Gonzales, 2021). 
52 Gutierrez (2004) señala factores históricos relacionados con el racismo y el colonialismo, también las fricciones 
entre las clases criollas de élite y la creciente importancia social de los grupos indígenas y rurales impulsadas por 
el gobierno militar. En este sentido, el caso peruano es posiblemente el que mejor ilustra la elitización del rock, ya 
que nunca llegó a ser algo relevante para la cultura popular peruana, quedándose como una tendencia pasajera que 
la mayoría dejó al no ver un foco de identidad sino mas bien pose y clasismo. 
53 Por ejemplo, en Chile el lado politico de derechas simpatizaba más con la dominada Música Típica, la juventud 
conservadora con el Neofolclor, mientras qwue La Nueva Canción era la preferida de la izquierda politica 
tradicional (Mularsky, 2016). 
54 El rock argentino llegaría a tener crítica y consciencia social (Santiestevan, 2021) a raíz de la aparición de la 
dictadura de 1976 (Pujol, 2006 en Boix, p. 233). Por su parte la dictadura chilena que inició en 1973 conllevo a 
varios músicos a optar por exhiliarse auqnue además haría posible el surgimiento de circulos sociales clandestinos 
entorno all rock (Santiestevan, 2021). 
55 Como en el caso colombiano donde a mediados de los setenta desaparecieron gran cantidad de bandas y se 
redujeron las producciones musicales y se produjo el desvanecimiento del hipismo que dio paso a un silencio que 
ocupó el espacio que los jóvenes habían construido la década anterior (Martinez, 2009). 

47 

 

 



 

 

1.6. Praxis musical y contexto Latinoamericano: imitación, nueva ola, 
emulación y modernidad. 

Al igual que en el mundo anglosajón, la región latinoamericana abrazó músicas 
eminentemente comerciales como el surf, el twist o el rock and roll. En los cincuentas, los 
medios masivos peruanos (radio y cine) promoverían estos géneros como novedad y 
funcionales al entretenimiento (Gutierrez, 2021). Siendo en escencia productos, diversos 
conjuntos y formatos musicales tomarían temas principalmente estadounidenses56 y los 
interpretarían desde una práctica de imitación y/o los “trasplantarían” al cantarlos en inglés. 
Entrados ya los sesenta, el movimiento conocido como nueva ola mantendría esta práctica de 
la interpretación local de canciones foráneas (Gutierrez, 2021) solo que ahora, como opción a 
la versión “original” americana, se ofrecía una en castellano (Gutierrez, 2004)57 y con ello dando 
a la música popular extranjera un cierto carácter local (Mularsky, 2016). Sumado al cambio del 
inglés por el castellano, otros aspectos que “glocalizaban” – la letra al menos - eran la inclusión 
de temáticas locales y/o nacionales asi como jergas (Boix, 2018). Para Mularsky (2016), el 
cosmopolitismo de la región se veía confrontado con la “nacionalización” (“chilenización” 
para el autor): 

“Even as American and British recordings of musicians such as Elvis, Buddy Holly, frankie Avalon, Dion, 
Dean reed, and Connie Francis remained immensely popular in Chile through the early 1960s, nueva ola 
established parallel to this music a style that strongly reflected its influences, yet also asserted a Chilean 
character and an attempt to reclaim rock and roll from those who considered it an expression of 
cosmopolitanism” (2016, p.77). 

De lo anterior es de apuntar que la admiración por la cultura de Estados Unidos y Europa 
en los grupos más cultivados de la sociedad simbolizaría un cierto "espíritu cosmopolita" - a su 
vez evidenciado por el éxito de la versión original – que convivía con el carácter nacional que 
promovía la nueva ola. De otro lado, la apropiación vía la praxis musical de la modernidad era 
algo que daba sentido a esta filiación con lo cosmopolita (Cépeda, 2013). Cuando músicos y 
artistas tomaron consciencia de su presente histórico, construirían experiencias e identidades 
similares a las modernas occidentales dada su asimilación de los preceptos creativos y estéticos 
musicales globales. Ello en contraste con el período inicial donde la música era apropiada 
mediante la imitación no creativa y repetitiva (ibid.). Asimismo, desde una mirada de 
modernidad, incorporarían tradiciones, costumbres y valores como la igualdad, democracia y 
libertad en discursos fundamentados en la subjetividad y la experiencia individual (Cépeda, 
2013). Además, esta mirada hacía posible concebir la nación como algo que excedía las 
fronteras de territorio así como el cuestionamiento de tradicionales discursos nacionalista 
(ibid.). 

56 Se sabe que varios temas populares americanos de este período constituían en realidad versiones de músicos 
afroamericanos. Por su parte, los primeros grupos latinoamericanos que se vincularon con el rock eran conjuntos 
u orquestas que interpretaban una variedad de géneros de moda sin seguir necesariamente el formato instrumental 
que hoy se asocia comunmente a una “banda de rock”. 
57 Se resalta que el Pérú sería uno de los países pioneros de esta práctica ya que los grupos al inicio cantaban en 
castellano traduciendo las canciones del inglés a diferencia de otros países de la región donde esta práctica fue ya 
posterior (Guiterrez, 2004). 

48 

 

 



 

 

Se tiene, de otro lado, dos elementos considerables respecto al “espítitu” cosmopolita y 
la modernidad . La conexión entre música popular y vanguardias de arte y la noción que 
denominamos cultura de la emulación. 

Respecto al primer elemento, consideremos el concepto de música de integración 
(integration music) como un medio de comunicar la musica “culta” o “erudita” (high brow 
music) con lo folclórico y lo popular (low brow music) (Boyles & Cánepa 1987, p.235). El caso 
de Chile ilustra esto ya que hacia la mitad de los sesenta, se hacía ordinario que artistas de 
música popular se acercaran a los movimientos vanguardistas al explorar sonidos, 
instrumentaciones y formatos novedosos (Gonzales, 2021)58. Boyles & Cánepa (1987) toman a 
Violeta Parra y la Nueva Canción para mostrar que, mediante la síntesis con un estilo 
expresionista y clásico, la música foclórica adquiriría una estética de dimensiones universales 
y materializada en los que denominan “obras de integración” (integration works). Además, 
estas obras consideran añadir instrumentos de jazz y rock y usar recursos técnicos propios de 
música académica de cámara que se aplican a los intrumentos folclóricos, un rasgo estético 
obligado en esta música de integración (p.236). 

En relación a la cultura de la emulación. Puede decirse que artistas y músicos 
latinoamericanos toman como referencia a sus pares ingleses y estadounidenses puesto que la 
región estaba sintonizada con el desarrollo del rock anglosajón el cual, recordemos, desarrolla 
finalizando los sesenta un marco artístico-estético en busca de status cultural. Este escenario 
establece en esta época lo que se denominaría una praxis desde la emulación: una vuelta a una 
imitación de sonoridades foráneas y el uso del inglés que busca un acercamiento menos 
espontáneo y concreto a la actualidad de vanguardia (Gutierrez, 2021). Desde la lógica 
cosmopolita, esta praxis establecería localmente un atisbo de autenticidad, ya que los músicos 
de rock marcarían distancia de los “nuevaoleros” al buscar un sonido fiel a la “versión original” 
(Gutierrez, 2004). Por otro lado, considerando que la práctica de emulación conlleva adoptar y 
asimilar los marcos estéticos del rock anglosajón, puede decirse que, musicalmente, numerosas 
iniciativas regionales compartirían la misma ambición y el mismo sentido experimental, 
ecléctico y de vanguardia de las propuestas americanas y británicas. Esto sin importar cuan 
genéricas fueran las referencias al contexto nacional de sus temáticas (Gutierrez, 2021). 

Es en este contexto de coexistencia entre el binomio música popular - vanguardia 
arística y rock de emulación que entra a discusión la noción del “rock con raíces”. 

58 El autor utiliza a Violeta Parra y Víctor Jara como dos casos de la integración de lo popular con el arte, 
destacando su contribución a la renovación del folclor tanto chileno como latinoamericano (ibid.). Gonzales 
también menciona que la convergencia entre la música popular y la vanguardia solo podía prosperar fuera de los 
conservatorios, donde lo popular no tenía cabida, sugiriendo que este contacto no implicaba un diálogo entre la 
música académica y la popular (2021). Aunque este nulo interés podría ser verdadero, no implica que los músicos 
populares, y particularmente los del rock, no tuvieran la motivación de educarse musicalmente o de buscar 
relaciones con músicos con formación académica. Por ejemplo, Claudio Parra, integrante de Los Jaivas, recibió 
formación como pianista en el conservatorio nacional de música de Santiago (Boyles & Cánepa, 1987). 

49 

 

 



 

 

1.7. Conciliación entre lo local y lo cosmopolita y “rock con raíces” 

En un escenario como el latinoamericano, la idea del “rock con raíces” se fundamentaría 
en la tensión implicita entre modernidad y tradición o entre lo occidental y lo nativo – proceso 
denominado por Mignolo (1993) como la “doble conciencia” (en Rozas, 2007). Esta idea refiere 
a la acción conciliadora entre lo local y lo cosmopolita que integra elementos anglosajones – 
una especie de autenticidad “intrínseca” (las raíces del rock) - y locales - una autenticidad 
“extrínsica” (las raíces del músico) para la construcción de una identidad artística. 

De una parte, la noción de “raíces” apela a lo tradiconal dentro de una corriente musical 
en concreto (por ejemplo las tradiciones folclóricas de un pueblo o el folk o blues como 
tradiciones de  origen  para el  caso  del rock59).  Ahora,  buscar “las  raíces” refiere 
fundamentalmente crear y/o extender ramas propias a través de un sentido de ubicación y 
relación con una “raíces originales” representadas en el pasado60 (Sharif Gemie en García- 
Peinazo, 2019, p.74). Además, desde una perspectiva de modernidad, las “raíces” para el rock 
devendrían una forma de relectura de lo tradicional, lo nacional y lo local al articular la 
construcción de imaginarios alrededor del patrimonio nacional, tanto musical como cultural 
(ibid.). 

De otra parte, García Peinazo (2019) al estudiar el caso de España de la década del 
setenta61 señala que “rock con raíces” significaba adoptar una actitud antiimperialista y 
emanciparse del rock anglo a pesar de que, la idea de un rock local “autónomo” resultaba en 
realidad una paradoja. Este caso muestra que el rock con raíces no prescindía de la estética 
musical anglosajona, siendo mas bien parte fundamental del repertorio de rockeros populares 
construído a base de constantes referencias intertextuales con lo “de afuera”; y esto al margen 
de las posturas negacionistas de críticos y sellos discográficos que consideraban el divorcio con 
lo foráneo como requisito incondicional para el carácter autónomo del rock nacional (p.81-82). 
Es de apuntar, no obstante, que el caso expuesto por este autor no sugiere un carácter local del 
rock como algo imposible, señala mas bien que el rock con raíces al final apunta al sincretismo 
entre el rock anglosajón y todo elemento local. 

Ahora, de forma similar a la música de integración planteada por Boyles & Cánepa 
(1987), corrientes como la vanguardia primitiva explicarían la búsqueda y construcción de las 
“raíces” en el rock para un ámbito como el latinoamericano. Dicha corriente se origina al 

59 John Covach apunta que dentro de la estética hippie, el rock se “enraiza” recurriendo al folk y al blues (2006, 
p.67). 
60 Texto original: “Las tradiciones pueden revitalizarse, reinventarse o sencillamente inventarse (...) La búsqueda 
de las raíces (...) ¿implica el simple deseo de ubicación personal? ¿Actúan estas raíces “recién descubiertas” como 
barreras? ¿O es esta búsqueda de las raíces simplemente el primer paso de un proyecto mayor, esto es, el de 
extender las ramas “propias”? Si esta última interpretación es correcta, en ese caso, apelar a lo viejo puede estar 
encubriendo la fundación de lo nuevo” (Gemie, 2005, p.103-104 en García Peinazo, 2019, p.74) 
61 García Peinazo sitúa su análisis de las "raíces" en el marco de España entre 1975 y 1979, período en el cual 
surgió el término "rock con raíces," que posteriormente se conocería como rock andaluz. Examina las narrativas 
promovidas por sellos discográficos como Gong-Movieplay sobre los criterios estéticos de un rock autóctono en 
contraste con un "otro" anglosajón. Esta discusión es relevante para esta investigación ya que el caso español es 
cercana a lo que vivió Latinoamérica desde finales de los años sesenta en relación con el rock anglosajón. Además, 
García Peinazo menciona el caso del rock chileno y la nueva canción para ilustrar la percepción compartida 
respecto a este fenómeno. 

50 

 

 



 

 

contactar  vanguardias  artísticas  mayormente  académicas  y  manifestaciones  musicales 
populares (rock)62. Juan Pablo Gonzales señala respecto a esto: 

“ […] Las modernidades primitivas se articularon en torno a la necesidad de construccion de una identidad 
nascional moderna basada en un pasado local que comenzaba a ser reinvindicada en los años treinta luego 
de haber sido rechazada por las elites culturales y gobernantes. Las vanguardias primitivas, en cambio, 
surgieron de la necesidad de construcción de una identidad colectiva casi tribal basada en un presente 
abierto a múltiples experiencias. La experimentación propia de la vanguardia se daba la mano con la 
invocación de un pasado remoto que se hacía presente mediante una performance que  involucraba tanto 
a los músicos como el público. Ese pasado fue actualizado en un nuevo indigenismo, distinto al del 
muralismo mexicano y su denunica social, al de la musica nacionalista de concierto y su rescate del indio, 
y al del boom literario latinoamericano y a su realismo mágico. A fines de los años sesenta en cambio, el 
pasado precolombino quería ser transformado en experiencia del presente, una experiencia que debía ser 
ritualizada a través de la música, la performance y el consumo de alucinógenos” (2021, p. 160). 

Puede advertirse que este “nuevo indigenismo” – como lo denomina Gonzales – 
adscribe una conciencia histórica a la pretensión de relectura de lo local y recreación de un 
“pasado remoto” ya que: 

“la cultura indigena dejaba de ser un referente del pasado rescatado por la música, la literatura o el arte 
moderno y empezaba a hacer una experiencia del presente para jóvenes intelectuales lograda mediante 
una improvisación libre, de sonoridades no tonales que mezclaba instrumentos indígenas con 
instrumentos de rock.” (2021, p. 165) […] “estableciendo una relación entre evento comunitario con ritual 
indígena y de experiencia con trance chamánico […] el mundo indígena americano ingresaba a la 
contracultura de la época, dejando de ser un referente lejano a rescatar, reivindicar o representar. Este 
nuevo indigenismo era practicado, vivido, y construído desde la experiencia. Al mismo tiempo, era 
actualizado mediante su contacto con la vanguardia” (p.173). 

Al invocar un pasado histórico con valores propios de un imaginario tradicional 
nacional, esta postura termina alineándose con el proyecto modernista (Cépeda, 2013, p.58) 
auque con la característica de originarse en las vicencias y experiencias contrculturales y 
psicodélicas de jóvenes músicos rockeros. Así, se tiene que mezclar discursos y aspectos 
modernos y tradicionales y/o cosmópolitas y nacionalistas sería una manifestación de lo 
históricamente consciente que puede estar un rock con raíces cuando genera narrativas sobre 
lo tradicional lo nacional y lo local63. Así también, plantea una ruta estética ecléctica y omnívora 
para la labor creativa y para la fusión musical, la cual queda recontextualizada en esta 
convergencia entre discursos locales y elementos del rock. 

De hecho, en un escenario como el latinoamericano la idea de rock con raíces se vuelve 
una base para la fusión musical. Al momento que las músicas folclóricas, tradicionales y locales 
adquieren una función simbólica de forma similar a otras expresiones que connotan modernidad 
y cosmopolitismo, la fusión se vuelve un sistema de códigos alternativo desde el cual abordar 
los procesos de construcción de identidades (Rozas, 2007). Además, considerando que Dorter 
(2004) señala que la música no necesitaría de principios a priori para tener perspectiva universal 

62 Gonzales (2021) lo refiere a partir del grupo de rock fusión chileno Los Jaivas. 
63 En este sentido, es importante destacar que “reconstruir” el pasado desde el rock no es un fenómeno exclusivo 
de América Latina. Moore y Martin (2018) mencionan que el grupo británico The Kinks hace un uso extenso de 
timbres y referencias en sus canciones para evocar un pasado inglés (a homely english past). De manera similar, 
los homenajes del vocalista del grupo, Ray Davies, al music hall representarían, para el caso británico, un 
acercamiento a la tradición popular burguesa y un método eficaz para distanciarse de la influencia estadounidense. 

51 

 

 



 

 

en tanto se basa en un enfoque fundamentalmente estético, la idea de panamericanismo o 
universalidad regional deviene otra forma de entender a la fusión en un contexto 
Latinoamericano. 

Un ultimo aspecto es que en tanto práctica, y en contraste con su concepción como “jazz 
con otras músicas” (la visión estadounidense), la fusión en contexto local se entiende como 
cualquier expresión musical foránea (folclórica, popular o académica) combinada con músicas 
tradicionales de un país (Menanteau, 2006). Esto da a entender que la fusión está condicionada 
a incluir elementos (instrumentos principalmente) locales para ser considerada como tal y no 
tanto a construirse necesariamente desde la idea de estilos o géneros que funcionen, unos como 
“base” y otros como “montajes”. La fusión “rock – andino” (Gonzales, 1986, p.67) sería un 
ejemplo de esta forma de entender la fusión musical. Este movimiento de fines de la década del 
70 tuvo exponentes en Bolivia (Wara), Argentina (Arco Iris), Chile (Los Jaivas) y Pérú (El 
Polen). La lectura de lo andino se daría desde las estéticas progresiva y psicodélica y tendrían 
un “base rockera” (De Souza, 2022, p.4). Ahora, se vuelve imperativa un breve abordaje a la 
idea de la música andina dada su aparente relevancia en relación a la noción de “rock con 
raíces”. 

1.8. “Música andina” y mistificación de lo andino 

En términos generales, por "música andina" nos referimos a un constructo moldeado por 
circunstancias y contextos ocurridos durante gran parte del siglo XX. Comenzando el siglo, se 
concebía como la adaptación de temas melódicos tradicionales a las formas académicas 
europeas formando una estética "incaica" (Llórens, 1983). Posteriormente, entre los años veinte 
y cuarenta, esta práctica se consolida bajo el término de "falsificación folclórica", que en el caso 
peruano implicaba adaptar aspectos musicales tradicionales de la sierra a cualquier estilo o 
género de moda, conservando "lo incaico" —y ahora incluyendo "lo cusqueño"— como temas 
recurrentes. Esto provocó que desde la visión de ciudades como Lima una visión distorsionada 
y hasta estereotipada de lo andino, que poco tenía que ver con las prácticas musicales cotidianas 
de las comunidades, pueblos y ciudades serranas (p.99). Mendívil (2018) sostiene que, hacia 
los años sesenta, “música incaica” y "música andina" se dividen en dos categoría distintas, 
aunque la segunda heredaría los prejuicios de la primera, en particular una atribuída naturaleza 
pentáfona. Mendivil señala además que ello hacía caso omiso de lo compleja y diversa que era 
la realidad de los sistemas musicales de los Andes (p.92). Esta concepción se mantuvo a pesar 
de que ya para los años cincuenta, Lima se “andinizaba” debido a la consolidadción de grupos 
populares que revivían su tradición musical de manera más fiel a sus orígenes. Ello impulsado 
por la presencia de músicos andinos en la capital, el crecimiento de los coliseos folclóricos y la 
difusión radial masiva de la música folclórica (Llórens, 1983). Así también, la "música andina" 
refiere a otro esquema de falsificación folclórica producido en Europa en los años sesenta y 
setenta (Borras, 1992). En esta ocasión, conjuntos latinoamericanistas compuestos de músicos 
europeos y sudamericanos crearon una “música andina” pintoresca y romántica ajustada a los 
gustos y parámetros comerciales occidentales. De modo muy parecido a lo ocurrido a inicios 
del siglo XX, esta otra falsificación - ahora "europea" – al idealizar el carácter mestizo del 
cruce amerindio/europeo banalizaba la diversa realidad musical de los Andes, ya que no 
reflejaba ninguna tradición musical, oindígena o popular, de la región (Borras, 1992, p.145). 

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Lo anterior nos permite hacer la distinción entre por un lado, una realidad musical situada 
geográficamente y de complejidad como las músicas de los Andes64 y de otra parte, la "música 
andina" como un constructo imaginario basado en la mistificación, romantización, estilización 
y simplificación de manifestaciones folclóricas tradicionales en diferentes contextos y épocas. 
Es el segundo concepto el de interés para el presente trabajo. 

Denominamos mistificación de lo andino a la conexión establecida entre rock, contracultura 
y música andina. Para entender esto, se parte de que la cultura estadounidense y británica 
construyeron una mirada del Asia basada en una naturaleza no materialista, de espiritualidad y 
misticismo. Del mismo modo, la contracultura de los 60 reimaginó las religiones y filosofías 
orientales de acuerdo a su idiosncracia. Este proceso - que Albanese denominaría “Asia 
metafísica” (metaphysical Asia) (en Echard, 2017, p.122-124), se produjo de cierto modo en la 
región latinoamericana, solo que en este caso sería la cultura andina y los andes los elementos 
resignificados desde el rock, la psicodelia y el hipismo. Así entocnes, todo lo relacionado a lo 
originario, lo folclórico, lo tradicional y/o lo indígena sería visto como “ameno” – pero 
principalmente funcional – a filosofías conrtraculturales como la libertad individual, el 
“despertar” de la conciencia o la busqueda de “raíces”. 

Ahora, varias concepciones e ideologías locales evidenciarían el proceso descrito. Ya 
se ha visto que desde las vanguardias primitivas se buscaba integrar lo indígena – y por 
extensión lo andino - como parte de la vivencia presente homologando la performance con un 
ritual chamánico y llevando a cabo la ritualización de la performance mediante la “experiencia” 
con las drogas (Gonzales, 2021)65. Dios & Margiolakis (2020) por su parte, utilizan los términos 
ande filosofal y andesground para referir al “rescate” de la cultura andina desde experiencias 
vinculadas con la vanguardia y la contracultura (p.14). De otra parte, en su estudio sobre la 
construcción de lo andino en El Polen durante los setenta, De Souza (2022) señala: 

“al adoptar el espíritu de la cultura hippie Californiana, al adoptar ese espíritu, El Polen experimenta la 
necesidad de construir una identidad comunitaria, colectiva, tribal. Encuentra en lo andino un hipismo 
esencial, una forma de apropiación y resignificación del hippismo. Es decir […] se generó una 
reinterpretación y adecuación al entorno nacional en que lo andino constituía una parte importante” 
(p.29,). 

Para empezar, esta idea de “adopción del espíritu” por parte de El Polen confirmaría 
implicitamente lo determinante que sería lo hippie - y la contracultura en general – en la 
identidad e idiosincracia del rock local. A modo de evidencia, de la cita se remarca que esta 
“necesidad” se relacionaba en principio con postulados “típicos” del pensamiento hippie 
anglosajón como “el sentido comunitario, colectivo y tribal”. Ahora, el autor sugiere luego que 
para El Polen “lo andino” devendría entonces una forma de resignificar el hipismo. Más 
adelante se discutirá que tal vez lo que se resignifica no es el hipismo en lo andino, sino lo 
andino desde el hipismo ya que, de lo dicho por De Souza, se puede inferir que lo andino se 

64Al abordar el concepto de "música andina", Ferrier (2020) busca categorizar la amplia diversidad de la cultura 
musical en los Andes. Para comprender mejor esta complejidad, consideremos que segun Romero (2002), las 
expresiones musicales contemporáneas de los Andes son tanto recreaciones de géneros indígenas prehispánicos 
como desarrollos locales inspirados en modelos coloniales europeos, además de configuraciones más recientes que 
han surgido de la convivencia con expresiones musicales urbanas a nivel nacional y transnacional (p.39). 
65 Gonzales (2021) se refiere puntualmente a los happenings que el grupo chileno Los Jaivas realizaba en los 
auditorios universitarios a principios de los setenta. 

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usaría para cubrir estas “necesidades hippies”. Por lo pronto, se apunta que lo anterior posibilita 
considerar lo andino, no solo como un mecanismo para un proceso de resignificación, sino 
sobretodo como un elemento o un concepto sujeto a una instrumentalización a través de los 
ideales de la contracultura occidental - al igual que el “asia” o el “oriente” en el mundo 
anglosajón. 

El paralelo que puede establecerse entre el interés del hipismo por el exotismo atribuido 
a algunos espacios y la cualidad de “telúrica” de paisaje andino atribuida por el indigidenismo 
regional de inicios del siglo XX es otro punto relacionado con esta mistificación de lo andino. 
Así, mientras lugares como Goa, en la India, sedujeron a los hippies, quienes iban en su 
“transporte mágico” desde Europa buscando liberarse con sus paisajes, poblaciones exóticas - 
y un bajo costo de vida66, el indigenismo proponía a “un nuevo indio” fundamentado en lo 
telúrico del paisaje de los Andes (Rozas, 2007, p.23)67. Del mismo modo, la idea del ande 
filosofal también refiere a un lugar “entre la montañas” que mantiene aislada la cultura andina 
para así poder apreciarla (Dios & Margiolakis, 2020). Todas estas concepciones se podrían 
tomar como ímpetus desde el arte y la creatividad en el rock por hacer de lo andino y/o lo local 
una fuente alternativa de recursos a las que ofrece el rock anglosajón. 

En resumen, la mistificación de lo andino se refiere a una reinterpretación o 
relectura de las culturas, expresiones y espacios andinos, vistos a través del prisma de rock, la 
psicodelia, la contracultura y/o el hippismo. Es importante remarcar que, desde una mirada 
estético estilística, más que discutir ciertas problemáticas derivadas estas lecturas 
(idealizaciones, estereotipaciones), lo que se busca es la determinación de su correlato desde 
el discurso musical y en función a las nociones de identidad, autenticidad, valoración estética o 
libertad crativa construídas desde lo progresivo, la psicodelia y/o el “rock con raíces”. 

Por último, se usará la categoría de exotismo psicodélico a modo de lograr la 
operativización de lo planteado anteriormente y asociarlo con lo psicodélico. Desde la 
semiótica, esta noción referiía a que la música proviene de un lugar diferente a un "aquí" al 
utilizar elementos musicales representativos y reconocibles de una cultura "externa" que no es 
propia, creando así un "color exótico" dentro de un estilo más familiar (Echard, 2017, p.128). 
Dado que estos elementos son convencionales pero están circunscritos en un contexto ajeno, el 
exostismo psicodélico puede entenderse como un campo tópico (“lo exótico) (ibid.). En esta 
investigación, esto se  aplicaría para evaluar  cuan convencionales  serían ciertos recursos 
musicales andinos, los mismos que se encontrarían insertos en un contexto estético “ajeno” 
como lo es el rock. 

66 En palabras de Lufti (2018): “[…] los hippies de los años 70 fueron seducidos por las playas sin turistas, la 
jungla verde, los acantilados dramáticos y decidieron viajar en los "autobuses mágicos" desde Europa y crear un 
nuevo mundo de espíritu libre y económico entre los relajados nativos del norte de Goa. Fue el espíritu libre y las 
actitudes relajadas de los nativos lo que sedujo a los hippies, además de la naturaleza exótica del lugar en sí. La 
naturaleza salvaje que representaba su ideología de libertad y amor los hizo querer mudarse allí” (p. 51) [traducción 
propia]. 
67 Rozas señala a su vez que la glorificación del entorno geográfico permitió a los defensores del indigenismo 
presentarse como una corriente de vanguardia a pesar de encontrarse en un ambiente “exótico” y alejado de la vida 
urbana y su modernización. Afirma que esto se logra al sustituir las ventajas de la ciudad por la energía poderosa 
de la geografía andina. Mientras que los limeños tenían más cercanía con Europa, ellos poseían la capacidad de un 
contacto directo con lo telúrico, lo que les brindaba la posibilidad de recuperar la identidad indígena (Rozas, 2007, 
p.25). 

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Vistos la contracultura y el hipismo, así como el alcance sociopolítico del rock y sus 
diferentes formas de práctica en el contexto latinoamericano entre los sesenta y setenta, en la 
siguiente y última parte del presente capítulo se desarrolla en mayor detalle el marco 
metodológico con el cual se desarrollará el análisis de lo progresivo, la psicodelia y la fusión 
en la obra del Polen de los años setenta. 

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1.9. Consideraciones y precisiones metodológicas. 

En general, en este apartado se abordan los conceptos, pautas y herramientas que 
determinan y justifican el análisis estilístico como proceso metodológico central en la presente 
investigación. 

Para empezar, en el apartado de la fusión musical se dio una primera aproximación al 
concepto de estilo definiéndolo como el conjunto de los aspectos musicales formales de un 
género musical, es decir, su marco estilístico o sus reglas musicales (Fabbri, 1981) o su idioma 
(Jorge Madueño, en Olazo, 2002). No obstante, corresponde apuntar la relación jerárquica 
implícita que aquí se establece entre género y estilo, en tanto el segundo queda supeditado al 
primero. Esta relación se explica en parte por la influencia de los estudios de música popular 
en donde el estilo es entendido normalmente como un elemento que contribuye a determinar 
una categoría de género (Braae, 2020, p. 232). Así entonces, a pesar que se ha dicho que el 
estilo puede funcionar de manera relativamente autónoma, bajo este esquema jerárquico, la 
autonomía solo referiría a la abstracción que se hace del marco estilístico del género para fines 
analíticos ya que, en última instancia, este siempre estaría circunscrito al género musical al que 
pertenece. 

Si bien lo anterior no necesariamente es problemático al momento de abordar 
puntualmente la fusión en su dimensión más sintáctica, si resulta limitante para hacer del 
análisis estilístico una herramienta central y de mayor alcance con la cual abordar la 
construcción de estéticas musicales. Si la noción de estilo solo refiere un marco estilístico de 
un género, el análisis estilístico consistiría básicamente en un proceso de correspondencia entre 
un artista, grupo u obra y una categoría de género. Sin embargo, los límites de esto emergen al 
remarcar que existen géneros musicales que engloban varios estilos musicales y que incluso 
algunos carecen de un marco estilístico asociado (Braae, 2020, p. 233). Así también, las 
limitaciones de esta concepción de estilo se hacen visibles cuando este término hace referencia 
a los rasgos que caracterizan a los artistas y obras y no a la dimensión musical del género. Si 
bien el estilo de un artista o grupo puede corresponderse en totalidad con el marco estilístico de 
un género, el problema surge con las propuestas que no se supeditan a un género o marco 
estilístico único. Tomando de referencia su estudio sobre la banda Queen, Braae (2020) señala 
que muchos artistas van construyendo su “voz” mediante la combinacion de aspectos 
perteneciente a varios estilos (p.231). Spicer (2010) sugiere lo mismo al mostrar que la banda 
The Police se ubica al centro de un “universo de estilos” con los cuales construye su propuesta. 
A esto hay que sumar que, según Fornas, el estilo implica formaciones y relaciones particulares 
dentro de una obra o grupo de obras que a menudo atraviesan varios géneros (en Moore, 2001, 
p. 440). 

Lo expuesto no hace más que apuntar en principio otras relaciones posibles que sugieren 
mayor independencia – no total divorcio - entre género y estilo que van más allá de un enfoque 
jerárquico, así como el cuestionamiento de la supeditación de una propuesta musical a un 
género o estilo determinado. Este punto resulta significativo para la presente investigación ya 
que su objeto de estudio se inserta en las corrientes del rock progresivo y psicodélico siendo 
estas consideradas como estilos no unificados (Moore & Martin, 2018) o meta géneros en tanto 
engloban varios estilos (Braae, 2020). Ciertamente esto se debe a que la perspectiva de apertura 
estilística, el eclecticismo, así como la valoración de la individualidad y libertad creativa del 

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artista, se consolidaron como factores centrales del discurso del rock y de la contracultura hacia 
finales de los sesenta. Es debido a esta situación del rock de esa época y a la complejidad que 
exhiben las nociones de lo progresivo y la psicodelia que esta investigación ha optado por 
tratarlas más como estéticas musicales que como géneros o estilos, de modo que se mantengan 
como categorías más amplias y cuyo estudio justamente tome en cuenta esta complejidad. Por 
todo esto, la construcción de lo progresivo y la psicodelia – e incluso la fusión – requiere por 
tanto que se amplíe lo que se entenderá por estilo en tanto herramienta metodológica. 

En primer lugar, se conserva la noción estilo para referir a un marco estilístico puntual, 
no solamente durante el estudio de la fusión, sino en todo momento donde se haga referencia a 
los aspectos musicales asociados a un determinado género (p.e. huayno, early rock, folk, blues, 
etc.). En esta dimensión, género, estilo o marco estilístico pueden inclusive entenderse como 
términos equivalentes. Ahora, para un análisis estilístico en su dimensión más amplia, el estilo 
se conceptúa como discurso, entendido este a su vez como una manera, un modo de expresión 
o forma de presentación (Pascall, 2001). Planteado de esta forma, el estilo deviene un concepto 
de mayor alcance que puede ser visto en cualquier unidad o aspecto del hecho musical. Así, no 
solamente se manifestaría en los usos particulares de la forma, melodía, armonía, ritmo o 
textura, sino también en las convenciones históricas, geográficas y culturales que condicionan 
la creatividad (ibid.)68. A partir de aquí se hace la diferencia entre estilo y lo que denominamos 
como discurso estilístico como categoría que considera tanto aspectos estrictamente musicales 
como aquellos de índole contextual y/o extra musical. Así entonces, es en el discurso estilístico 
donde se determinará finalmente la construcción de lo progresivo, la psicodelia y la fusión. 

Ahora bien, el análisis desde el discurso estilístico requiere también algún grado de 
precisión. Para ello, se toman algunos fundamentos del análisis estilístico de Leonard Meyer 
(2000) quien relaciona los factores socio históricos y culturales con las intenciones y lecciones 
del compositor o artista. Según Meyer, el estilo es “una serie de elecciones realizadas dentro de 
algún conjunto de constricciones [las cuales] son aprendidas y adoptadas como parte de las 
circunstancias históricas o culturales de individuos o grupos (p.19). Para el autor, la elección se 
entiende como una decisión entre formas alternativas de decir las mismas cosas. En este caso, 
esas “cosas” no serían más que las estéticas asociadas al rock y el rock fusión de finales de los 
sesenta. Por otro lado, se considera necesario flexibilizar y/o adaptar la noción de constricciones 
dado que, en el modelo de Meyer, las constricciones refieren en principio a los marcos 
estilísticos propios de las músicas académicas. Para nuestro caso, las constricciones dentro de 
las cuales los artistas – o grupos de rock – realizarían sus elecciones, harían referencia en 
general a las tendencias y a los criterios que se han determinado en los apartados previos para 
cada estética musical. En otras palabras, las constricciones serían los valores artísticos estéticos 
asociados a lo progresivo, la psicodelia y la fusión musical. 

Si bien estos valores y tendencias son de algún modo cuestiones más amplias en 
comparación con marcos estilísticos concretos, no resultan inoperativos ya que como se ha 
visto, la mayoría se articulan desde aspectos musicales formales y mediante ciertas prácticas o 

68 Al referir esta definición de Pascall, Rachel Mundy sugiere lo apto que sería enfocar el estilo como discurso al 
señalar que para la década de los ochenta, el pensamiento musicológico estaba siendo reformulado por la influencia 
de disciplinas como la lingüística y la crítica cultural (2014, p. 758). 

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modos de abordar un proceso creativo sobre las cuales se tendría capacidad de elección. Así 
por ejemplo, puede haber cierto grado de elección sobre los estilos a involucrar en la fusión 
antes de elegir sobre otros aspectos más puntuales de dichos estilos. Asimismo, las elecciones 
que se hagan sobre ciertos elementos formales o ciertos procedimientos pueden terminar 
articulando el modo cómo se aborda una tendencia (el virtuosismo o la improvisación por 
ejemplo). Por su parte, si bien la consideración de una dimensión semiótica para el caso de la 
psicodelia y la fusión implica mayormente un proceso interpretativo que no dependería en 
principio de las desiciones por parte de la producción (el artista), estas de alguna forma se 
mantienen presentes en esta dimensión en tanto se asume que los elementos formales que 
desencadenan dicha interpretación son producto de elecciones hechas durante un proceso 
creativo inscrito en un contexto y bajo unas circunstancias determinadas. 

Ahora, la propuesta de Meyer (2000) contempla una jerarquización de las constricciones 
o de los parámetros que componen el estilo, estas son las leyes, reglas y estrategias. Se prescinde 
de las dos primeras por referir cuestiones tan amplias como las forma de cognición de la música 
misma o los fundamentos sintácticos de la música occidental. En contraste, las estrategías 
resultan útiles al entendimiento del discurso estilístico ya que refieren a las virtualmente 
infinitas elecciones compositivas posibles dentro de un esquema de reglas (p. 43-44) o para este 
caso, dentro de un marco de valores y tendencias. Meyer distingue tres niveles de estrategias: 
de dialecto, de lenguaje particular o idioma y de estilo intropus. El dialecto refiere a las 
estrategias compartidas entre una serie de compositores generalmente coetáneos y 
geográficamente vecinos, o dicho de otro modo, este se entiende en función a un área 
geográfica, nacionalidad, movimiento o periodo histórico (p. 49). En este caso, el nivel de 
dialecto se presenta en el movimiento del rock fusión en Latinoamérica de finales de los sesenta 
con grupos como El Polen, Los Jaivas, Arco Iris o Wara en tanto todos estos se inscriben dentro 
de los marcos de lo progresivo y la psicodelia en un contexto local. Se diría además que a nivel 
de dialecto se encuentran las estrategías que muestren la pertenencia a un movimiento artístico 
más grande, mientras que aquellas que resalten por ser reiterativas en un artista o propuesta 
particular pasan al nivel del idioma o lenguaje particular (ibid.). Finalmente, el estilo intraopus 
se refiere a las estrategias que se articulan en una obra en específico (p.50). Este último nivel 
es de especial relevancia ya que es el momento donde se otorga la mayor atención y valor a lo 
que “ocurre realmente en la música” (Moore & Martin, 2018). En nuestro caso, el analisis a 
nivel intraopus conlleva abordar cada una de las piezas de la obra de El Polen de los setenta. 

Existe una dimensión adicional del estilo en la propueta de Meyer de índole más cultural 
que el autor denomina como el comportamiento estilístico del individuo, artista o grupo. En 
este nivel, las elecciones y estrategias se contemplan en función al entorno cultural y son de 
orden mayormente pre compositivo (p. 65)69. La importancia de esto para un análisis estilístico 
radica en el hecho que Meyer afirma que desde esta dimensión, el comportamiento de un 

69 Meyer ilustra esto poniendo el caso de la música aleatoria: “Las elecciones humanas algo tienen que ver en la 
producción de música aleatoria. En primer lugar, la posibilidad de elegir escribir música aleatoria es un rasgo del 
estilo cultural del siglo XX , así como un aspecto del comportamiento estilístico del individuo. Y, en segundo 
lugar, se elige como constricción una tabla de números aleatorios o la tirada de dados para generar una serie de 
alturas, duraciones etc. No obstante, la elección no se encuentra entre las alternativas compositivas, sino entre las 
culturales. Los compositores aleatorios realizan elecciones, pues, no en el nivel de las relaciones de sonido 
sucesivas dentro de las obras, sino en el nivel de las constricciones precompositivas: reglas (que la obra sea 
aleatoria) y estrategias (que la aleatoriedad sea generada por medios como la tirada de dados)” (2000, p. 65). 

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compositor tendría estilo y por tanto este puede ser evaluado o valorado (ibid.). Esto a su vez 
sintoniza con los postulados de ciertos etnomusicólogos y musicólogos que ven el estilo como 
comportamiento social, algo que incita el entendimiento de la música como cultura (Mundy, 
2014, p. 753). El estilo como comportamiento al final, no haría mas que reforzar su concepción 
como discurso. Así entonces, desde nociones como el estilo cultural o el comportamiento 
estilístico, se integran al análisis del discurso las elecciones y estrategias de nivel pre 
compositivo, las mismas que responderían al contexto y a las circunstancias socioculturales – 
relevantes en los estudios de música popular – en las que se inscriben. 

Ahora bien, como complemento a los niveles y dimensiones que proporciona el modelo 
de Meyer, se considera también algunos postulados del método de análisis del estilo musical de 
Jan LaRue (1989, 2001) a fin de operativizar aun más el proceso analítico. En la misma línea 
que Meyer (2000), quien señala que el análisis del estilo debe comenzar con una descripción, 
clasificación de los aspectos reproducidos en alguna obra o repertorio de obras, LaRue apunta 
a un proceso de observación sistemática que aseguré considerar todos los rasgos considerados 
relevantes a fin de entender sus funciones y relaciones dentro del estilo y producir 
interpretaciones significativas (2001, p. 296). Esta observación sistemática tiene para nuestro 
caso el objetivo de construir lo que Moore & Martin (2018) llaman el texto primario (the 
primary text) el cual es una reconstrucción del texto musical desde la experiencia de escucha, 
en este caso, a partir de las grabaciones o los discos. 

Por otro lado, se consideran las tres etapas propuestas por LaRue: el marco referencial 
previo (background) que contextualiza la o las obras a analizar. En nuestro caso, se toma por 
esta etapa lo desarrollado en los apartados anteriores de este capítulo. En segundo lugar, la 
observación, que implica el análisis a profundidad a realizar en el segundo capítulo y como 
tercera etapa, la evaluación, que se realiza en el tercer capítulo y busca establecer las 
características, particularidades y tendencias del discurso estilístico. De otra parte, se adapta el 
esquema de tres dimensiones (grandes, medianas, pequeñas); así, para nuestro caso las grandes 
dimensiones de LaRue referirán a la obra discográfica de El Polen de los setentas, a saber, dos 
álbumes: Cholo (1972, El Virrey) y Fuera de la Ciudad (1973, El Virrey); estos se considerarán 
como el repertorio “oficial” y como texto musical principal de estudio. Se omiten las medianas 
y pequeñas dimensiones y se las reemplaza por las nociones de Manco (2015) de macroforma 
y mesoforma, entendiendo la primera como la totalidad de una obra o pieza y la segunda como 
las diferentes subsecciones que presente dicha pieza u obra. Finalmente, para la observación se 
toma de La Rue el sistema sonido-melodía-armonía-ritmo y crecimiento (SMHRG por las 
siglas en inglés). En el caso del crecimiento (G), este se compone de la forma (shape) y el 
movimiento o articulación (movement) que se articulan en las interrelaciones de los otros 
elementos (SMHR). Así entonces, para cada pieza del repertorio oficial se generará una matriz 
de observaciones respecto a cada uno de estos componentes a fin de garantizar la observación 
sistemática y evitar, como lo apunta LaRue, que el proceso caiga en una recopilación de 
impresiones personales momentáneas (2001, p.297). Todas las matrices (una por cada pieza) se 
presentan en la sección de apéndices. Asimismo, dado que la mayoría de tipologías que La Rue 
(1989) considera en su sistema SMHRG son específicas para la música académica, se toman 
solo algunas de estas y más bien se integran al sistema aspectos como los roles y funciones 

59 

 



 

 

instrumentales, así como parámetros rítmicos, armónicos, melódicos y de textura que Moore & 
Martin (2018) consideran relevantes para el rock. 

Finalmente, el proceso de análisis se estructura de la siguiente manera: en la primera 
parte del capitulo 2 se aborda el análisis del comportamiento estilístico, aquí se contemplan 
todas las circunstancias, los contextos y las acciones pre compositivas que construyen el 
discurso de El Polen para cada estética, así como aspectos más extra musicales como lo 
conceptual, la lírica y la dimensión visual. En la segunda parte del capítulo se realiza el análisis 
a nivel intraopus donde, para cada pieza, se abordan las cuestiones músico formales y 
semióticas en función a las tendencias y criterios determinados para lo progresivo, la psicodelia 
y la fusión. Si bien el enfoque es principalmente analítico interpretativo a partir de la 
reconstrucción aural del texto primario, se incluyen como herramientas metodológicas 
complementarias el testimonio de uno de los fundadores de El Polen, Juan Luis Pereira del Mar. 
Dicho testimonio proviene de una conversación personal realizada específicamente para esta 
investigación, así como de otras entrevistas y material audiovisual disponible en línea y en la 
literatura sobre la historiografía del rock peruano. Asimismo, se incluyen las observaciones y 
valoraciones de músicos expertos en música andina y criolla70 con quienes se realizó una 
escucha conjunta del repertorio. Esto tuvo la finalidad de incluir en el proceso interpretativo 
otras competencias más específicas a otros tipos de música que complementen las del autor de 
esta investigación. 

Hechas las precisiones metodológicas que guiarán el proceso de análisis, en el siguiente 
capítulo se empieza con el desarrollo de la construcción de las estéticas de lo progresivo, la 
psicodelia y la fusión en el discurso estilístico de El Polen. 

70 Estos son en primer lugar el señor Rubén Concha Aquino, músico, especialista en música andina, quenista 
profesional y profesor de música. Fue durante los años ochenta alumno del músico de folclor y antropólogo 
Alejandro Vivanco, quien a su vez, llegaría a trabajar con El Polen y contribuir con su producción musical a 
principios de los setenta (escucha conjunta vía la plataforma Zoom el 03 de enero de 2023). En segundo lugar, el 
músico Juan Pareja, guitarrista y arreglista profesional, especializado en música criolla peruana y egresado de la 
facultad de artes escénicas de la Pontificia Universidad Católica del Perú (escucha conjunta vía la plataforma Zoom 
el 11 de febrero de 2023). 

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CAPÍTULO II: ANÁLISIS 

2.1. ANÁLISIS DE COMPORTAMIENTO ESTILÍSTICO 

Como ya se advirtió en el capítulo anterior, el rock - y en particular grupos como El Polen, 
darían lectura a aspectos locales, como lo andino, desde los marcos ideológicos de la 
contracultura, el hipismo y la psicodelia. En un sentido más amplio, es sabido que los miembros 
de El Polen abrazaron en gran medida los postulados de estos movimientos, los cuales 
plasmaron tanto en su proyecto musical como en su estilo de vida. Al respecto, Torres (2018) 
ya ha señalado a El Polen como el gran hito contracultural de la primera escena del rock en el 
Perú en tanto que más allá de lo musical, incursionaron en una serie de decisiones de vida 
radicales – típicas de los hippies - como el vivir en comunidad o el tener un discurso crítico de 
la sociedad (p.314). Sin embargo, aquí no se busca abordar a El Polen desde el hipismo como 
cultura. Existen entrevistas y documentales que ya muestran su adhesión a este movimiento y 
a sus diversos postulados, así como el reconocimiento explícito de lo inocuo y pintoresco que 
fue el hipismo “criollo” en el Perú de los setentas71. En esta primera parte del capítulo se estudia 
el comportamiento estilístico (Meyer, 2000) para el caso de El Polen. Sobre la base de la idea 
de la libertad y potencial creativo individual que el hipismo profesaba, se apunta a explicar la 
relación entre las decisiones y la práctica musical del grupo, las circunstancias socioculturales 
de finales de los sesenta y principios de los setenta a nivel local y los marcos de valores artísticos 
y estéticos de lo progresivo, la psicodelia y la fusión en tanto estéticas y prácticas musicales. 

2.1.1. Problemática del rock en el Perú a finales de los sesenta y El Polen como “un gran 
experimento” 

Para empezar, se ha visto que hacia finales de los sesenta, el escenario comprendía las 
conversaciones entre música popular y vanguardias artísticas, así como el desdoblamiento del 
rock entre una búsqueda de raíces y la semejanza con los modelos anglosajones. En el caso del 
rock en Lima, su producción en ese momento estaría dominada en gran parte por la cultura de 
la emulación y la anglofilia. Desde la perspectiva de uno de los fundadores de El Polen, Juan 
Luis Pereira: 

“Era normal que la gente cante en inglés, ¿no?, y en castellano también, ya después, a finales de los 
sesenta, que salen todos los grupos ingleses, con creaciones, [hubo] grupos que empezaron a hacer su propia 
música como Telegraph [Avenue] y Traffic [Sound] pero en inglés, los York´s traducían pero también 
inventaban la letra de acuerdo a cómo sonaba en inglés, habían varios grupos que componían, los Mad´s, 
eran bastante [de] covers y componían también e improvisaban o sea, era un grupo creativo [...] pero no 
había una identidad todavía porque incluso los Traffic hacían rock que podía ser de California [aunque] 
igual por ser peruanos les salía algo ¿no?. En el caso de La Bruja en el Cusco que es de El Opio, o sea le 
ponían títulos, decía Cusco y ya, pero no había una fusión digamos […] incluso con los Shains tocábamos 
algunas [composiciones] pero era como tocar algo tradicional, pero con el estilo rock”72. 

71 Un breve documental acerca del hipismo en el Perú y la experiencia directa del fundador de El Polen, Juan Luis 
Pereira del Mar, se pueden encontrar en (Gargurevich, 2018, 24 de setiembre). Ver referencias. 
72 Conversación personal con Juan Luis Pereira del Mar (15 de diciembre del 2022). Todos los testimonios que se 
incluyan de aquí en adelante provienen de esta conversación personal a no ser que se indique lo contrario. 

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Puede verse en principio un continuismo de practicas “heredadas” de la época de la nueva 
ola: la normalidad de la práctica del cover, la traducción de letras en inglés o la invención de 
letras en castellano, pero también la tendencia a un mayor equilibrio entre covers o versiones y 
composiciones. Así entonces, según el testimonio, la problemática del rock para esa época no 
giraría alrededor de la falta de composiciones o de creatividad en general - una cualidad siempre 
presente ya que acomodar letras en castellano a una melodía o realizar una versión son en sí 
actos creativos, sino en la creciente tensión entre la emulación y una idea de identidad local. 

En este punto se tiene un primer aspecto del comportamiento estilístico que responde al 
postulado de lo progresivo de “hacer lo tuyo” (doing your own thing) (Moore & Martin, 2018). 
En este caso, no gira tanto alrededor de hacer música “no comercial” como en el caso 
anglosajón, ni tampoco componer temas propios, sino encontrar alternativas a la cultura de la 
emulación que permitan una nueva forma de expresión personal. Esta necesidad respondía, para 
el caso de los hermanos Pereira, a la sensación de que “la etapa de aprendizaje a través de los 
covers había cumplido su objetivo y llegado a su fin”73 y al aburrimiento de hacer “estilos de 
afuera”, una práctica que se veía como mecánica, predeterminada y contraria a “un rock más 
espontáneo y visceral”74. Es de remarcar que la idea de expresarse desde lo personal, mirando 
“hacia adentro”, era algo común para todo el rock “de afuera” en aquel momento, tal como lo 
reconoce Juan Luis: “sentimos la necesidad de hacer algo propio, como hacen muchos grupos 
de rock de cada país, empiezan a mirar hacia adentro, eso hicimos nosotros, con intuición, con 
meditación conceptual”75. 

Dada esta situación, la iniciativa de los hermanos Pereira – que terminaría convirtiéndose 
en El Polen – incurriría en una serie de acciones y soluciones artísticas afines a la 
experimentación que adopta el rock (Costa, 2018). Estas permiten que esta primera etapa del 
grupo pueda ser considerada como “un gran experimento”. 

Uno de los primeros aspectos colinda con una actitud mas bien propia de la primera etapa 
del rock (la de los años cincuenta) y es la de tomar una mirada pragmática hacia la práctica 
musical a través de la estrategia de los covers, Juan Luis Pereira señala al respecto: 

“y comenzamos a tocar en el Zanzibar y tocábamos covers tambien ¿no? Valicha, incluso de los Beatles, 
canciones que hablaban de amor universal, All You Need is Love, himnos y cumbias, o sea las canciones 
que más nos gustaban, eso tocábamos con el Polen, covers [con esos instrumentos] mandolina, violín y 
cello […] ya tocabamos Quisiera ser Picaflor y algunos huaynos, Cholito Pantalón Blanco, Virgenes del 
Sol […] tambien algunos ejercicios de violín de Fernando [Silva] los musicalizabamos”. 

Así entonces, la propuesta inicia como un rock de bricolaje (Costa, 2018), es decir, la 
recontextualización de temas tanto anglosajones, como folclóricos locales. La pauta 
experimental se encuentra en la adaptación de estos covers a la instrumentación alternativa y 
ad hoc que el grupo venía configurando y su presentación en espacios no convencionales (al 
menos para el caso de los temas folclóricos) representados en el bar Zanzibar. De hecho, para 

73 “llega un momento en que uno tiene la necesidad de expresarse, de hacer algo propio, de no estar copiando, ya 
llega un momento en que el aprendizaje [a través de los covers] cumple su tiempo, su fin” Testimonio de Juan 
Luis Pereira (Cazar truenos, 8 de marzo de 2018). 
74 “era un poco estar aburridos de hacer covers o estilos de afuera […] nos preguntábamos: ¿por qué voy a estar 
haciendo esto si puedo estar haciendo un rock que de repente me sale más espontáneo, más visceral?” Testimonio 
de Juan Luis Pereira (Espinoza, s.f.). 
75 Testimonio de Juan Luis Pereira (Cazar truenos, 8 de marzo de 2018). 

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el contexto de Lima, este espacio puede verse como equivalente al club UFO, un lugar central 
en el desarrollo de la escena rock de Londres a mediados de los sesenta76, ya que constituía un 
espacio donde la música no se hacía en función a un “servicio” en particular. Juan Luis Pereira 
comenta: 

“pero ahí en el Zanzibar hicimos varios experimentos, que a veces no los he contado mucho, ponte llegó 
un brasilero hippie y se nos hizo pata y cantaba y cantó en el grupo, peteneció al Polen como dos meses 
y compusimos algunas canciones, después también unos argentinos que llegaron, una pareja, ella bailaba 
moderno, contemporáneo y él tocaba y tocó mandolina en el grupo” 

Puede verse que en el bar Zanzibar, El Polen realiza actos afines a los happenings 
(sesiones colectivas de experimentación e improvisación). El énfasis en este momento no 
parece estar puesto en la manipulación sistemática de estructuras armónicas, rítmicas o formas 
convencionales, sino en aspectos - también experimentales - como la constante transformación 
en la alineación del grupo y la creación espontánea de composiciones (la mayoría de estas no 
llegarían a formar parte del repertorio “oficial” del grupo). 

Así entonces, una de las primeras soluciones frente a la cultura de la emulación, lejos 
de configurar una propuesta “auténtica” y “creativa” en su dimensión más escencialista, recae 
mayormente en recurrir a la “vieja” estrategia de recontextualizar objetos culturales 
preexistentes. Es interesante ver que esta dinámica ocurría en paralelo a lo que venían haciendo 
otras bandas denominadas como “indian rock”, que matizaban la emulación con composiciones 
que de algun modo incluían una atisbo de identidad mediante alusiones a lo local77. Asímismo, 
el aprendizaje a través de los covers no se abandona como método, sino que transforma su 
contenido al incluir temas de música local sin descartar temas foráneos. Sí resulta más 
“experimental” no obstante, la adaptación y consolidación del formato instrumental poco 
convencional que caracterizaría posteriormente a El Polen al cual se adaptaban tanto los covers, 
las improvisaciones o las eventuales composiciones78. Entonces, en esta primera etapa, la 
sensación de “estar haciendo lo tuyo” no recaería tanto en el acto de composición, sino en 
abrazar métodos y prácticas que se consideraban “experimentales”. 

Un último punto respecto a esta actitud pragmática es el hecho de que, más allá de esta 
primera etapa y el repertorio “oficial”, El Polen recurriría a los covers incluso luego de grabar 
su segundo disco. Es sabido que para 1973, El Polen viajaría a europa acompañando a Susana 
Baca a un festival en Berlín79. No obstante, contrariamente a lo que podría resultar lógico, las 
circuntancias de viaje harían que El Polen no toque su repertorio de composiciones, teniendo 
mas bien un repertorio compuesto enteramente de covers folclóricos y con una agenda que no 
consistió más que en “tocar para sobrevivir” tal como comenta Juan Luis Pereira: 

“en europa, tocamos un par de veces nomás, en ningun sitio importante, en la calle sí se juntaba gente, 
pero pasamos desapercibidos, tocamos mucha música folclórica, era para sobrevivir, para tocar el 
repertorio necesitabamos un teatro, para tocar con micro porque el punteo de La Flor, en la calle donde 
tocábamos, no salía […] fuimos cuatro: bombo, dos guitarras y violín, no teníamos el grupo como para 

76 “Creado a finales de 1966 por Hoppy y Joe Boyd, UFO - pronunciado 'you-foe', acrónimo de Unlimited Freak 
Out - fue la primera discoteca psicodélica de Londres” (Costa, 2018, p.98) (traducción propia). 
77 Al referirse al grupo El Opio, Mendívil (2022) señala que algunos elementos andinos y latinos daban a sus 
composiciones un cierto carácter local, así también, señala que el sello discográfico Odeón denominaba a este tipo 
de temas como “Indian rock” (p.243). 
78 Alberto (Beto) Martinez (miembro de El Polen durante algun tiempo) refuerza la idea de que en esta etapa, los 
covers eran predominantes: “tocaban Moliendo Café y Mataron al Negro Bembón. Su única canción propia era 
“La Flor” (en Torres, 2018, p.316). 
79 En (Torres, 2018, p.323). 

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tocar estas canciones, hubiera sonado feo, sin quenas, sin mandolina, sin chelo, haciamos covers nomás 
y todo andino y era para ganar plata”. 

Esto muestra que hacia el final de su primera etapa artística, El Polen adopta nuevamente 
una actitud de bricolaje y vuelve a ser un “grupo de covers” al recontextualizar un repertorio 
folclórico andino y adaptándo su formación instrumental a una situación en particular. Estas 
circunstancias se pondrían en este caso por encima de las identidad artística del grupo 
representada en sus composiciones. 

Ahora bien, por otro lado, el eclecticismo musical que caracterizaría a El Polen 
(Mendívil, 2022, p.250) tendría como base los privilegios de posición de poder social (Snyder, 
2019) con los que contaban - al menos los hermanos Pereira - por pertenecer a la élite cultural 
limeña (De Souza, 2022, p.16). Desde esta posición, Juan Luis y Raúl Pereira no solo habrían 
crecido “en un ambiente bohemio e intelectual, ajeno a los prejuicios sociales y raciales tan 
comunes en su época”80, sino que contarían con todos los tipos de capitales (económico, social 
y cultural) propios del habitus hippie para construir una actitud ecléctica de omnivorismo 
cultural (Robbette & Roueff, 2015). Esta situación sería en parte la causa para que Juan Luis 
Pereira considere hoy en día que “siempre tuvo oídos para la música”81 y la que posibilitó que 
desde niño se exponga, asimile y guste de varias expresiones musicales que lo conformarían 
como un “sujeto ecléctico”: 

“al principio nosotros escuchabamos mucha música diferente desde niños, en mi casa escuchabamos todo 
tipo de música, desde musica cubana antigua, hasta europea con Edith Piaf, clásica, Nat King Cole, Peter, 
Paul & Mary, eso [era lo] extanjero, que escuchabamos por radio y por discos, pero acá [de] Perú 
escuchabamos mucho Luis Abanto Morales, Los Kipus, Ima Sumac, Avilés para mí fue un maestro de 
toda la vida, siento que me ha influenciado mucho aunque no parezca en lo que hago, pero ahí está, o sea 
el concepto que tenía para meter sus melodías, en las introducciones que hacía eran ya la canción muchas 
veces […] bueno el afroperuano, Nicomedes Santa Cruz se escuchaba mucho en mi casa, como dije los 
huaynos, habia un huayno de moda que era Carnavalito de la sierra argentina, despues Quisiera Ser 
Picaflor, hay muchos temas ícono que nos marcaron […] se escuchaba en radio por ejemplo Virgenes del 
Sol, que para mí era lo máximo, se escuchaba el Cóndor Pasa a veces […] por mi familia habia un gusto 
por eso mismo, por esos tipos de música muy exquisita, sofisticada”82. 

Aparte de esta posibilidad de exposición a todo tipo de música, El Polen contaría a 
menudo con oportunidades que facilitarían el desarrollo de su propuesta y creatividad musical 
- como cuando pidieron al director de la película El Cholo “un cuarto para ensayar [y este les] 
cedió una casa bajo el puente de los suspiros”83. La actitud ecléctica se manifiesta también en 
que el proyecto comenzó buscando construir un repertorio variado - tocando todo tipo de 
canciones - y una propuesta musical que esté “abierta a todas las influencias [y que abarque] 
todas las sangres”84. El rol central de lo ecléctico en el discurso se evidencia cuando los 
miembros del grupo enfatizan en una entrevista de 1973 que “la música nuestra es el resultado 
de todo lo que ha influído en nuestra vida: la música popular de centroamérica, los huaynos, los 
valses, el rock, la música barroca, todo lo usamos”85. 

80 Testimonio de Juan Luis Pereira (Pinzas, 20 de noviembre de 2013). 
81 Testimonio de Juan Luis Pereira (Palacios, 16 de abril de 2019). 
82 Testimonio de Juan Luis Pereira (Cazar truenos, 8 de marzo de 2018). 
83 (en Torres, 2018, p.317). 
84 Según Juan Luis Pereira: "Yo creo que la música de El Polen está abierta a todas las influencias que ha tenido. 
Las influencias peruanas nos calaron mucho de niños, pero aprendimos a tocar guitarra con el rock. La música de 
El Polen abarca todas las sangres" (Redacción RPP, 4 de julio de 2018). 
85 Testimonio de El Polen (Caretas, 1973). 

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Por lo expuesto, puede decirse que los hermanos Pereira como individuos y El Polen 
como institución, valoraron desde un inicio la idea de expandir sus horizontes de entendimiento 
(Dorter, 2004) y en consecuencia asimilar rápidamente la actitud experimental de la apertura 
estilística (Costa, 2018) y la mirada constelatoria propia del rock progresivo donde ningun 
género o estilo se impone sobre otro (Moore & Martin, 2018). Todas estas posturas se refuerzan 
a su vez en la visión hippie de unidad y universalidad. 

Por último, es de resaltar que el discurso de El Polen se correspondía - como se esperaría, 
con una audiencia también “ecléctica”. Así, El Polen “era la banda de los artistas, intelectuales, 
hippies y extranjeros que pasaban por la ciudad”86 quienes, debido a su cultura musical, serían 
capaces de “entender” la propuesta. Juan Luis Pereira lo ilustra del siguiente modo: 

“en el Zanzibar fue un éxito total, a la gente le encantó, claro era gente que tenia cultura musical, que 
escuchaba de todo […] ellos [los del Zanzibar] eran progresistas en el arte, eran de izquierda la mayoría 
e intelectuales, poetas, pintores y esa novedad les parecía buena, todos eran cultos, jovenes pero inquietos, 
no eran ignorantes de la raíces, entonces sí sabían lo que era folclor” (las cursivas son mias)87. 

Por otro lado, otras son las acciones que muestran la adhesión por el sincretismo 
metodológico (Costa, 2018). Para empezar, la composición puede verse de dos maneras: por un 
lado, en la primera etapa se trabajaba mayormente a base de hacer versiones, lo que implica 
tomar de base composiciones y canciones “ya hechas” con las cuales “experimentar” y de otro 
lado, la tendencia por componer se consolidaría al momento de producir música propia. 
Sumando las piezas de los dos discos oficiales, Cholo (El Virrey, 1972) y Fuera de la Ciudad 
(El Virrey, 1973), puede decirse que, en general, el repertorio grabado privilegia las 
composiciones por sobre los covers y las estructuras más definidas por sobre otras más alusivas 
a una aproximación basada en la improvisación. Además, Juan Luis Pereira manifiesta la 
tendencia a que las versiones en vivo fueran muy similares a las de la grabación: “las tocabamos 
igual, igual pero improvisabamos también un poco […] por ejemplo en La Flor, la parte de los 
solos es abierta, ahí podía alargarlo, pero ponte en Mi Cueva no, siempre igual, [El Hijo del 
Sol] la ensayabamos bastante.” 

En segundo lugar, lo anterior nos muestra que El Polen trabajó con los enfoques de 
improvisación que el rock heredaría del jazz. Su primera composición (“La Flor”) tiene 
“muchos solos de guitarra”88 y la versión de “Cholito Pantalón Blanco” incluye una sección de 
improvisación solista de guitarra también. De otra parte, la improvisación como la capacidad 
para crear arreglos o resolver cuestiones circunstanciales sobre la marcha también fue un 
aspecto aplicado. Ejemplos de esto son la versión de “Cholito Pantalón Blanco”, que no estaba 
en principio pensada para el disco Cholo y fue grabada únicamente por los Pereira cuando 
practicamente ya se había hecho todo el trabajo (Torres, 2018, p.318) o el caso de “La Puna”, 
que, según Juan Luis, “fue improvisada totalmente, llegamos al estudio, yo empecé con las 
zampoñas y la [quena] de Raúl, [luego] Raúl montó una quena y yo monté el bombo y después 
le pusimos el viento en el estudio, era de la biblioteca de Virrey”. Puede verse que aunque Juan 
Luis diga que la pieza fue “improvisada”, esta no obedece al esquema de improvisación 

86 (KR Music, 30 de diciembre de 2011). 
87 Por su parte, Beto Martínez confirma la importancia del Zánzibar como espacio de desarrollo e interacción: “El 
Zánzibar era único, quedaba en una casona en Miraflores, a la vuelta de la casa de los Pereira. Llegaba toda la 
vanguardia intelectual y artística del Perú” (en Torres, 2018, p.316). 
88 (Gestores Culturales, 2021). 

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derivado del jazz o los jams, más bien, evidencia la aplicación de la improvisación como una 
estrategia usada de forma pragmática para, en este caso, producir una pieza de forma eficiente. 
El caso de “La Puna” nos lleva además a un tercer punto. El discurso de El Polen de lograr  

un concepto estético – musical “orgánico” – abordado más adelante – no resulta 
incompatible con el uso que haría de las técnicas de producción de estudio. Si bien Juan Luis 
manifiesta su preferencia por grabar en vivo – y de hecho así fue para el caso de los dos discos 
(Torres, 2018) (De Souza, 2022), precisa tambien que al menos en vivo se graba “la base” para 
luego ya después “montar cosas”. Esto muestra que la técnica del montaje (overdubbing) sería 
una herramienta muy utilizada en la producción. De hecho, gran parte de los entramados 
melódicos y arreglos son evidentemente producto de montajes posteriores sobre esta “base en 
vivo”. Asimismo, los sonidos del viento que se usaron en “La Puna”, así como los efectos de 
sonido y las voces que se escuchan en “Concordancia”, sugieren una cierta simpatía por el 
sampleo y el uso de sonidos “concretos”. Ahora, el hecho de que el sonido del viento pertenecía 
a la biblioteca del estudio El Virrey, sugiere a su vez que en un principio no se tenía pensado 
incorporar este tipo de recursos en “La Puna”. “Encontrar” e introducir este elemento constituye 

un gesto tanto experimental como pragmático. 
Lo anterior nos lleva al cuarto punto, el pragmatismo representado en la invención de 

métodos y en las “decisiones experimentales” durante el proceso creativo. Así, las partituras 
“criollas”89 por parte de Juan Luis ejemplifican “el pragmatismo que representa la invención de 
un sistema gráfico que funcione a los propósitos de los músicos, lo que a su vez configura un 
gesto de originalidad comparado con los métodos convencionales y la voluntad de usar un 
esquema organizacional específico”90. Otra muestra de la impronta pragmática es la decisión de 
incorporar “en el momento” el cajón con escobillas que se escucha en “Cholito Pantalón 
Blanco” aprovechando que alguien estaba grabando en el estudio el mismo día que los Pereira. 
Esta decisión, sumada al carácter general improvisado por los arreglos y montajes del momento, 
definirían la producción de la pieza: “y era un pata que estaba grabando con otro grupo y le 
dijimos, Raul agarró un bajo que estaba ahí, le puso el bajo, yo le puse piano, le puse un violín, 
[la base era] guitarras con el cajón y después le montamos todo.” Así también, el coro de monjas 
en “El Hijo del Sol” fue también producto de una de estas decisiones pragmático- 
experimentales: “El día que llegamos al estudio de grabación, vimos a un grupo de monjas. Nos 
acercamos a ellas y las convencimos para que grabaran los coros, ellas aceptaron. Aunque 
suponemos que no sabían el significado de la palabra ayahuasca”91. 

Un último punto en la construcción del comportamiento estilístico alrededor de los 
valores de lo progresivo es el virtuosismo que para este caso, se manifiesta en diferentes 

89 Según Juan Luis Pereira: “En esa época, escribía la estructura de la canción en una partitura a la que llamaba ´la 
partitura criolla´ […] Era puramente verbal, primera parte, tal cosa. segunda parte, entra la mandolina y así” 
(Melgar, 5 de marzo de 2018). 
90 Originalmente este fragmento es usado por Costa (2020) para referir el método empleado por Pink Floyd para 
tener una representación gráfica de la estructura pensada para el tema “A Saucerful of Secrets”. El mismo describe 
de forma bastante precisa el caso de El Polen. Texto original: “The last statement gives us a concrete example of 
the pragmatism I already mentioned, in this case regarding the invention of a graphic system that could 
accommodate the shortcomings of the musicians. As for the structure of the piece, Mason points out both its 
originality compared to popular-music standards and the voluntary use of a precise organizational scheme (the 
three movements)” (p.182). 
91  (Gestores Culturales, 2021) Este testimonio se encuentra en el folleto que acompaña la reedición del CD de 
Fuera de la Ciudad, fuente: Colección personal. 

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dimensiones. Desde el enfoque de la ejecución, para 1969 Juan Luis Pereira ya habia adquirido 
la reputación de ser “uno de los músicos y guitarristas más finos de la ciudad”92. Esto se 
evidencia en piezas como “La Flor” - principalmente en la sección de “aires flamencos”93 donde 
es evidente el despliegue técnico de precisión y velocidad en los pasajes y la facilidad con la 
que el solo de guitarra realiza varias alusiones (jazz, rock, blues, andino, etc.). De otra parte, 
Raul Pereira invita al violinista Fernando Silva a formar parte del grupo luego de escucharlo y 
juzgarlo como un virtuoso94. Raúl Pereira a su vez, puede cosiderarse también como un virtuoso 
ya que “tocaba muy bien la quena”. Esta habilidad, producto de su interacción con el maestro 
y quenista profesional Alejandro Vivanco, puede escucharse en la versión de “Valicha” y a lo 
largo de casi todo el segundo disco. El virtuosismo también se manifiesta en la “onda criolla” 
de “hacer sonar” cualquier instrumento, una habilidad que Juan Luis reconoce en su hermano: 
“En el primer viaje a Cusco compramos las quenas en el mercado, Raúl le sacó sonido al toque, 
a mí me costó un montón, Raul y yo somos bien autodidactas, nos es facil agarrar un 
instrumento y sacar sonido, él le sacó al toque y empezó a sacar canciones”95. 

De otra parte, también está presente la intención de evocar la idea de monumentalidad 
en tanto gestos de vituosismo formal (Macan , 1997). Juan Luis Pereira recuerda que para una 
presentación en vivo de “El Hijo del Sol” “había unos nueve instrumentistas y bastante gente 
que hacía coros. La idea fue triplicar cada instrumento: tres guitarras, tres mandolinas, tres 
quenas, yo tenía un arpa” (en Torres, 2018, p.321). Finalmente, e incluso más relevante, más 
allá de la habilidad instrumental o la ambición formal, El Polen adopta la actitud “virtuosa” de 
ser “los mejores músicos que pudieran ser” (Covach, 2006). Esto se manifiesta en la búsqueda 
por tocar siempre bien, de modo profesional96, armar cuidadosamente un repertorio y “curar” 
bien la música (Torres, 2018, p.316), plantear roles y funciones97, así como poder trabajar y 
aprender de músicos “clásicos” de conservatorio como el chelista Juan Sebastián Montesinos o 
folclóricos como Alejandro Vivanco. Al respecto de este último, los Pereira recibirían 
instrucción formal de lectura y ejecución musical de su parte (Torres, 2018, p.317). Juan Luis 
comenta: 

“Batiesky ya lo había contratado [a Vivanco], yo creo como asesor cultural y como actor, porque actua 
en la película [Cholo], Batiesky dijo: les voy a poner un profesor para lo que necesiten, entonces llegó y 
era quenista y nos dio clases de quena y guitarra acústica ayacuchana”98. 

92 (KR Music, 30 de diciembre de 2011). 
93 (Melgar, 5 de marzo de 2018). 
94  Según Juan Luis Pereira: “Mi hermano [Raúl] lo había escuchado tocar cuando iba a visitar a un amigo (lo 
escuchaba ensayar desde un tercer piso, pero no lo conocía) y le pareció un músico virtuoso” (Gestores Culturales, 
2021). 
95 Testimonio de Juan Luis Pereira (Canal Ipe, 2019, 11 de agosto). 
96 Juan Luis Pereira señala al respecto: “yo hacia esas partituras criollas, la idea era tocar bien y ya tenía la escuela 
de tocar canciones, es una escuela también y sí, la idea era también tocar profesional, bien hecho”. Conversación 
personal con Juan Luis Pereira (15 de diciembre del 2022). 
97 “Con Raúl nos pusimos papeles, el cantaba, yo hacía la primera guitarra y los arreglos” Testimonio de Juan Luis 
Pereira (Cazar truenos, 8 de marzo de 2018). 
98 Al parecer, el rol de Vivanco en la construcción del virtuosismo en el Polen fue circunstancial, ya que el grupo 
no buscó tener un profesor y es en el contexto de la grabación del disco Cholo que aceptaron recibir instrucción, 
aunque el testimonio en (Torres, 2018) sugiere que sí querían aprender a leer música. 

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El virtuosismo como actitud se extiende incluso al paso de Juan Luis Pereira por el 
conservatorio para estudiar arpa en un momento ya posterior a la primera etapa de El Polen99 y 
a mantener siempre una curiosidad por estudiar e investigar la música100. Asimismo, 
actualmente Juan Luis mira en retrospectiva y reconoce el impacto de esta actitud virtuosa y 
ambiciosa del Polen en la audiencia tanto pasada como presente: 

“yo creo que era el impacto musical y también la entrega de nosotros, o sea cuando tocamos y nos 
habiamos decidido a eso, conscientemente era siempre tocar la música con total entrega, así fuera un 
ensayo y eso llega y la gente escucha eso, más [el hecho que] son canciones hechas, con belleza, con arte, 
entonces a los que son sensibles y les gusta todo tipo de música la entienden y les gusta bastante”. 

Para cerrar, es interesante ver que en esta reflexión en retrospectiva, el factor más 
resaltante de la valoración desde la recepción es la “artisticidad” (musicianship), un aspecto 
fundamental de los valores del rock a partir de finales de los sesenta y que, en este caso, parece 
ser más importante que la construcción de una identidad nacional. 

Hasta este punto se han visto las circunstancias, acciones y contextos que construyeron 
la estética progresiva en El Polen desde su comportamiento y cultura estilística, a continuación 
se aborda este proceso para el caso de la psicodelia. 

2.1.2. La construcción de la psicodelia en el comportamiento estilístico de El Polen 

La relación entre el Polen y la psicodelia ha sido identificada por autores como Mendívil 
(2022) quien señala que los integrantes del grupo “experimentaban con plantas alucinógenas de 
uso ancestral para encontrar aformas alternativas al racionalismo de la cultura burguesa 
occidental” (p.246). Por su parte en (De Souza, 2023) se afirma que “a partir de la experiencia 
con alucinógenos, la banda profundizó en la exploración de una nueva sonoridad y de nuevas 
formas en lo musical” (p.29). Em ambos casos se muestra una evidente en relación entre 
consumo de drogas y jovenes hippies criollos inmersos en el contexto histórico de la 
contracultura y el hippismo de los sesenta, es decir, la psicodelia construída como experiencia 
(psychedelia as experience) (Echard, 2017). Sin embargo, hay un punto que resulta importante 
para el comportamiento estilístico musical. Juan Luis Pereira refiere una conocida anécdota: 

“En una etapa antes del Polen, que dejamos de tener grupo, un poco de casualidad, un poco a la aventura 
me comí un acido, un LSD y me hice un psicoanálisis profundo, me quedé encerrado componiendo […] 
es algo que ahora los científicos le dicen “expansión de consciencia”, tomé consciencia de lo que éramos 
y lo que teníamos que hacer”. 

Esta manifestación puntual de la psicodelia como experiencia fenomenológica sería la 
“epifanía musical”101  desencadenante de la actitud y la propuesta musical que desarrollaría El 
Polen ya que, como bien dice Juan Luis: “después del ácido empecé a buscar mis raíces”102. 
Más allá de buscar expandir posibilidades musicales en general (algo que practicamente todos 
los grupos de rock de la época hicieron), la “experiencia” canalizaría una “toma de consciencia” 
de la situación del rock local y en consecuencia, buscaría alternativas para una 
autoreconstrucción como artísta a partir de la noción de “las raíces”. Dicho de otro modo, desde 

99 “después ya como de cuatro años me metí al conservatorio a estudiar arpa clásica, [la disciplina] me hizo muy 
bien porque nunca había tenido esa escuela tipo universidad, me hizo muy bien para el futuro”. Testimonio de 
Juan Luis Pereira (Canal Ipe, 2019, 11 de agosto). 
100 Al respecto Juan Luis Pereira afirma: “En la música puse toda mi ciencia. La estudié e investigué” (Palacios, 
16 de abril de 2019). 
101 Al menos así denomina Slater (2018, 14 de junio) a esta experiencia. 
102 (Melgar, 5 de marzo de 2018). 

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la psicodelia se rechaza el rock como estilo (style) representado en la sonoridad y formatos de 
la primera mitad de los sesenta y principalmente la lógica de emulación como práctica 
dominante. Juan Luis lo pone de la siguiente manera: 

“y pensaba, si los grupos ingleses hacen su propia música, sus propias fusiones y son creativos todos ¿por 
qué acá no es lo mismo y estamos copiandolo de ellos? vi esa comparación y dije ni hablar, me puse a 
hacer mi música con las influencias que tenía”. 

Es importante remarcar el énfasis puesto en la aparente creatividad y en las prácticas de 
composición y de fusión en tanto valores estéticos atribuídos a los grupos de rock británicos, 
ya que aclara que este rechazo a la cultura de la emulación interpelaba un práctica local basada 
en la copia del sonido y no necesariamente estos valores “foráneos”. 

Ahora bien, otras manifestaciones de la participación del grupo de la cultura de la 
psicodelia son los jams (sesiones de improvisación) que se armaban con los hippies que venían 
al Perú, quienes a su vez, los introducían a los mantras, la música tibetana o el yoga103. Así 
también, Juan Luis Pereira buscaba compensar la austera información sobre el hipismo (De 
Souza, 2022, p.29) leyendo libros de antropología y sobre el LSD104. Finalmente, según Alberto 
Martinez, la cercanía con hippies extranjeros se traducía en disponibilidad de ácidos de modo 
que todos “volaban todo el día” (en Torres, 2018, p.321). No obstante, al margen de 
experiencias puntuales, al parecer no sería costumbre dar conciertos bajo el influjo de drogas105, 
lo que sugiere que la psicodelia no necesariamente estaba mediada por la experiencia 
fenomenológica. 

Lo anterior permite ahora ver la construcción de la psicodelia por intención (psychedelic 
intent) (Echard, 2017). Se puede asumir que en el contexto de los jams donde “todos volaban”, 
habrían momentos y/o personas desvinculados del consumo de sustancias. Bajo esta forma de 
recepción, no mediado por “la experiencia”, la psicodelia se articula en la percepción de la 
música como sugestiva para aquella, dicho de otro modo, en la interdependecia entre música y 
sustancias que se establece en un contexto de happening o jam. Si llevamos esto al plano de los 
conciertos, parte de la audiencia (del Zanzíbar por ejemplo) o del grupo, que no estarían 
necesariamente “en drogas”, percibírían lo que hacía o tocaba El Polen como algo “psicodélico” 
de todos modos. 

En este punto es interesante ver que los temas folclóricos locales del repertorio se 
asocian con lo psicodélico de modo contextual (cognate by context) (Echard, 2017). Los 
huaynos criollos, piezas andinas o los valses y marineras que El Polen solía tocar en conciertos 
se  consideran  como  lo  que  Echard  (2017)  denomina  roots  musics,  músicas  populares 

103 Segun Beto Martinez: “llegaban visitantes y gente con la que armábamos jams. Siempre cambiabamos de 
instrumentos […] Compartimos bastante con [Francisco] Mariotti. Nos introdujo en la música tibetana y 
aprendimos mantras. Además hacía yoga, nos iba abriendo la conciencia, preparaba comida macrobiótica que 
comíamos sentados sobre esteras en el suelo” (en Torres, 2018, p.318). Posiblemente gracias a estos jams el grupo 
afianzaría progresivamente “la actitud de libertad compositiva basada en la improvisación” (De Souza, 2023, p.29). 
104 “en aquella época solo había leído un libro medio antropológico sobre el hippismo y otro de Albert Hoffman 
sobre el LSD” (en Torres, 2018, p.318). 
105 De los testimonios de Juan Luis Pereira (en Torres, 2018, p.321-322) se tendrían dos de estas ocasiones: (1)” 
yo lo hice solo una vez en el Zanzibar. En los intermedios seguía tocando, estaba pegadazo, unía todas las 
canciones” (2) “antes de tocar en el Caupolicán [en Chile] me comí unas galletas de hierba y me puse como si 
estuviera en ácidos”. 

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contemporáneas pero muy ligadas a lo tradicional o lo folclórico106. La conexión entre la roots 
musics y la psicodélia radica en que aquellas pueden interpretarse de manera muy convencional 
o tradicional y aun así, por contexto histórico de producción y recepción, ser leídas o percibidas 
como psicodélicas sin necesariamente contener atributos estilisticos “psicodélicos” (ibid.)107. 
Este proceso no se produce unicamente al yuxtaponer elementos folclóricos con otros más 
psicodélicos (como se verá más adelante en el caso de temas como “Mi Cueva”, 
“Concordancia” o “El Hijo del Sol”), sino por la coexistencia y secuenciación entre material 
tradicional y psicodélico tanto en una pieza como en un repertorio. Así entonces, en las etapas 
del Zanzibar o en las presentaciones en general, El Polen haria coexistir sin problemas roots 
musics como “Quisiera ser Picaflor”, “Valicha”, “El mambo de Machaguay”, “Moliendo 
Café”o “Cholito Pantalon Blanco” con temas evidentemente psicodélicos de los Beatles o los 
Kinks. Resulta razonable pensar que debido al repertorio y sobretodo a la coincidencia 
histórico-espacial (los sesentas y espacios contraculturales como los clubes), músicas como la 
andina o criolla terminarían siendo recibidas como amenas para la experiencia ya que es este 
contexto el que confiere carácter psicodélico a estas músicas. Este significado añadido, valga 
la aclaración, no implica la pérdida de identificación de estas músicas como folclor. 

Finalmente, la intención psicodélica de la música de El Polen llegaría hasta la actualidad 
a través de las grabaciones. Juan Luis Pereira comenta: 

“una chica del franco peruano, me contó que una compañera de ella en Francia había ido a una casa donde 
escuchaban El Polen, porque había estado una chica averiguando musica psicodelica en las redes y 
descubrió al Polen, todos franceses y escuchaban El Polen”. 

Aunque del testimonio se puede asumir que la música conserva su intención – en el hecho 
de que estos franceses la “sienten” psicodélica, este también mostraría la linea borrosa que se 
traza entre la intención y la psicodelia como estilo (psychedelic as style) (Echard, 2017) ya que 
es igual de probable que la música de El Polen hoy en día se etiquete como psicodélica por 
poseer convenciones musicales y estilísticas que remitan a la estética o al rock de los años 
sesenta y setenta. Dicho en sencillo, los significantes prototópicos (ibid.) estarían “haciendo 
su trabajo”. En el siguiente apartado de este capítulo se abordará en detalle la psicodelia como 
estilo en el repertorio oficial del grupo, aquí basta con mencionar que debido a las influencias 
foráneas, El Polen estaría expuesto y asimilaría evidentemente rasgos estilísticos propios del 
rock y/o el folk psicodélico anglosajón108. 

106 Texto original: “roots music” in order to highlight that they draw upon a wide range of folk and folk-related 
sources, some of which are very traditional but others of which, like bluegrass and zydeco and Bakersfield country 
music, are more contemporary but still closely connected to traditional musics. I am using the word “roots” in the 
sense it came to acquire in the 1990s, when it was one of several genre names such as Americana and alt-country 
that emerged to describe a new wave of traditional/contemporary fusion musics” (Echard, 2017, p.289). 
107 El autor plantea esto para el caso de la banda estadounidense The Grateful Dead, aunque explicaría también el 
caso de El Polen. Texto original: “One key Grateful Dead feature, then, is how certain performances or long 
passages in a performance can be read as psychedelic through context without many or even any psychedelic 
features in the music as such” (p.290) […] ““they would present these elements sequentially, sometimes with the 
traditional material lasting an entire song or longer before the psychedelic elements appear in force. Even here, the 
composite effect could often be psychedelic because the contexts in which this traditional music was produced and 
received would frame it with psychedelic elements” (p.291, las cursivas son mías). 
108 La influencia de los grupos de rock británicos en el Polen es conocida y ha sido identificada en la historiografía 
del rock peruano, así como en los trabajos de Mendivil (2022) y De Souza (2022). 

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Otro punto relevante es la relación entre la psicodelia y lo andino. El acontecimiento central 
al respecto son los viajes (hubo más de uno) hechos a la ciudad del Cusco en los setenta. La 
anécdota es bastante conocida, aunque vale la pena presentarla para dar pie al análisis. En una 
conversación personal Juan Luis Pereira me comenta: 

“después del Zanzibar, de tocar varios meses dijimos, bueno ahora nos vamos a Cusco a aprender quena y 
canciones de allá […] queríamos ir a aprender la música del Cusco, no tanto por lo de mi abuelo [que era 
cusqueño] sino porque Cusco siempre ha sido como la leyenda del Perú y era la ciudad imperial, la leyenda 
de los incas era algo fantástico que a mí personalmente me ilusionaba mucho de niño y también el campo, 
irnos al campo y viajar también, justo en la época beatnik o hippie la onda era viajar”. 

En otra entrevista, Juan Luis refiere el mismo acontecimiento aunque añade algunas 
precisiones: 

“fuimos especialmente porque queríamos aprender quena, mandolina, arpa y también queriamos vivir la 
leyenda inca que tanto habiamos escuchado en el colegio […] nos inspiramos mucho con la cultura inca, tan 
fuerte y artística” 109. 

Lo anterior muestra una clara alusión al deseo de vivir “lo inca” o “la leyenda inca” 
representada en la ciudad del Cusco. De Souza (2022) señala que esto fue un acto para legitimar 
su construcción de lo andino y que esta, a su vez, tendría al menos tres factores que la explican: 
Las políticas del gobierno militar de Velasco Alvarado, el cambio de discurso que 
deshomologaba las nociones de música andina y música incaica y el hecho que El Polen 
“encuentra en lo andino un hipismo esencial, una forma de apropiación y resignificación del 
hipismo.” (p.41). En el capítulo 3 se discute el carácter directo de la influencia sobre El Polen 
que De Souza atribuye a estos factores. Por lo pronto, vale notar que la relación de la historia 
nacional con lo inca sería algo que los Pereira ya habrían recibido en todo caso desde niños en 
el colegio antes del gobierno militar (“queriamos vivir la leyenda inca que tanto habiamos 
escuchado en el colegio”). Asimismo, la homologación entre lo cusqueño con lo incaico y/o lo 
andino era algo que se venía forjando desde principios del siglo XX110. Ahora, se considera que 
es mayormente el tercer factor (el hipismo) el que subyuga los discursos anteriores y articula 
las intenciones y la agencia del grupo, es decir, que el impacto de estos discursos estaría 
mediado por lo que hemos denominado en el capítulo 1 como la mistificación de lo andino. De 
Souza (2022) dice que El Polen encuentra en lo andino una forma de resignificar el hipismo, 
no obstante, desde el enfoque propuesto aquí, el proceso sería mas bien el inverso: es lo andino 
lo que se resignifica a través del hipismo y la psicodelia. La influencia de los discursos 
nacionalistas y escencialistas que los miembros de El Polen reciben durante toda su vida “se 
activa” cuando, desde el filtro de la psicodelia, ven lógicamente al Cusco como un lugar místico 
y mágico debido a la asociación simbólica históricamente ya construída con “lo inca”. A esto 
se suma la coyuntura de los sesentas que hizo de esta ciudad y lugares como Machu Picchu, 
fuentes de atracción de hippies ávidos de aventura del mismo modo que las peregrinaciones a 
la  India111.  Así  entonces,  el  Cusco,  la  cultura  inca  y  la  cultura  andina,  sin  intenciones 

109 Testimonio de Juan Luis Pereira (Canal Ipe, 2019, 11 de agosto). 
110 Autores como Mendoza (2006) y Lloréns (1983) tratan este punto de manera amplia. Existe consenso en el 
hecho que la homologación de la música andina con la cusqueña data de esa época. 
111 Tal como lo plantea Lufti (2018) al ver el caso de las peregrinaciones a la región de Goa en la India. Ahora, en 
el caso de la ciudad del Cusco, en los años sesenta y setenta del siglo XX, la figura del turista sería percibida como 
vía de entrada de la cultura rock a la ciudad al margen de que el turismo no era aun percibido localmente como 
actividad empresarial. Durante esta época la ciudad se percibía como un “centro magnético” del planeta para la 

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psicodélicas en sí mismas, se termínan asociando por contexto deviniendo en lugares donde es 
posible experimentar un pasado remoto (no tanto precolonial histórico, sino universal o 
imaginario), la expansión de conciencia, el encuentro con la naturaleza (el campo o por 
oposición, todo espacio “fuera de la ciudad”) o más relevante aún, las “raíces andinas”. 

Hasta aquí, se ha visto cómo la psicodelia se manifiesta desde la experiencia de los 
miembros de El Polen y como intención desde las circunstancias de producción y recepción de 
su música, así como la forma como lo andino termina siendo un elemento “psicodélico”. A 
continuación se aborda el tema de la instrumentación, un punto donde se articula tanto la 
psicodelia como lo progresivo y la fusión. 

2.1.3. Implicancias de la instrumentación en la psicodelia y la fusión 

Un primer aspecto alrededor de la instrumentación es evidentemente el uso casi 
exclusivo de instrumentos acústicos. Con esto El Polen se enlaza directamente con el legado 
del folk revival de los sesenta y articula desde la psicodelia nociones como lo pastoral (Macan, 
1997, p.30) o la nostalgia psicodélica (Reising, 2009) - al representar un viaje a un pasado 
primigenio y lo “orgánico” por oposición a lo artificial o lo tecnológico. Todos estos aspectos 
coinciden con “la característica hippie de una comunidad orgánica y natural” (De Souza, 2023, 
p.34) aunque “lo orgánico” parece ser un factor más intencional ya que Juan Luis Pereira 
construye una asociación “acústico – órgánico” luego de escuchar bandas foráneas de folk 
psicodélico: 

“una vez, hice un trueque, cambié y me llegó un disco de varios grupos, me llegó Kinks, Incredible String 
Band, It´s a beautiful day […] lo que me gustaba de esos grupos era que usaban instrumentos acústicos 
como mandolinas, esa onda acústica me gustaba mucho, esta onda psicodélica que tuve también era un 
poco orgánica, lo orgánico también te llama a tocar con instrumentos acústicos y la idea era tocar primero 
acústico”. 

Ahora, de la instrumentación acústica se desprenden diversas connotaciones. Para 
empezar, las guitarras acústicas con cuerdas metálicas no solo refuerza la asociación de la 
sonoridad del Polen con el folk anglosajón o inscriben de manera subyacente una alusión 
constante al western - un tópico común en el rock psicodélico112, sino también representan la 
intención de acercarse a la tradición, de modo puntual, al sonido de Oscar Avilés quien prefería 
también el “sonido metálico”, según recuerda Juan Luis Pereira: 

“grabé [Cholo] con una guitarra arequipeña, pero le puse cuerdas de metal, a mí me gustaba el metálico, 
el nylon no me gustaba tanto, y el vals criollo antes [se tocaba con metal], Avilés tocaba con metal al 
comienzo, a él le he escuchado decir eso”. 

Por su parte, la inclusión del violín y la quena es signo de adhesión estricta de la música 
de El Polen a las tendencias progresivas. Aunque “raros” al rock, el violín y la flauta (en este 

cultura hippie la cual, teniendo al turista como referente extranjero, llegaría a ser fuente de influencias musicales 
e interacción (Castro, s.f). 
112 Echard (2017) explica esta asociación del western con la psicodelia: “By western I mean the set of features that 
resemble typical soundtrack elements in Hollywood westerns and western-themed records from the 1930s to the 
mid-1960s. Some aspects of western music in this sense had become fully standardized by the early 1960s, but at 
the same time the genre was still evolving, especially due to the influence of spaghetti westerns and the soundtracks 
of Ennio Morricone” (Echard, 2017, p.76). 

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caso reemplazada por la quena)113 fueron de uso común en el rock progresivo y, como se verá 
en varias piezas, cumplen en gran medida con las funciones que señala Macan: reemplazar a la 
guitarra en el rol melódico principal o fungir de complemento melódico (1997, p.37). A su vez, 
la mandolina al parecer siempre fue del agrado de Juan Luis: “y era el gusto también, le agarré 
un gusto a la mandolina, me encantaba ese sonido, siempre me gustó, no solo fue por lo 
psicodelico o lo orgánico”. Es de notar que sería luego de advertir su uso por bandas extranjeras 
que se agenció una: “Los Rollings Stones tienen un disco, Flower, que tiene mucha música 
medieval, instrumentos raros, a mí me gustaba personalmente mucho esa fusión donde había 
mandolinas, instrumentos antiguos, flautas”114. 

Aparte de esta asociación de la mandolina con lo medieval, este intrumento – junto con 
la quena, representa una aproximación a la tradición y la intención de aprendizaje de la música 
folclórica, ambas cuestiones representadas en la idea de ir a buscar “las raíces”. Así, el viaje al 
Cusco era: 

“Para aprender a tocar los instrumentos, como el charango, mandolina pero ya la cusqueña, la quena 
cusqueña, viajamos para aprender a tocar estos instrumentos porque sabíamos que estos instrumentos los 
ibamos a incorporar de todas maneras”115. 

De Souza (2022) plantea que “El Polen construye la representación de una ´música 
andina´ a partir de su contacto simbólico con la música cusqueña” (p.55) aunque no ofrece 
evidencia de que El Polen tuviera esta intención. El testimonio anterior apoyaría en todo caso 
esta tesis, aunque se considera aquí que tal homologación sería mas bien una manifestación más 
de la asociación histórica del Cusco como estereotipo de lo andino que el Polen simplemente 
adopta o reproduce también por desconocimiento inicial de los estilos musicales estrictamente 
cusqueños. Sea cual sea el caso, lo relevante aquí es el modo cómo se dió el aprendizaje: 

“habia fiesta patronal y nos acercábamos y veiamos como tocaban, cada vez que veiamos un musico 
callejero nos parabamos a escucharlos y veíamos algunas actuaciones que habían”116 […] “los niños nos 
enseñaban canciones y cumplimos con nuestro objetivo porque regresamos y ya nos sabiamos varias 
canciones, varios huaynos, aprendimos mucho en Cusco”117. 

En primer lugar, la intención de aprender a tocar los intrumentos coloca a El Polen en 
una lógica  “virtuosa” de  crecer como  músicos más  que en  una “experimental”  de solo 
incorporación sin un objetivo claro, en otras palabras, una preferencia por hacer sonar los 
instrumentos “como debían sonar” más que ver qué sonidos “se les puede sacar”. Por otro lado, 
resalta el afán “aventurero” y la curiosidad por el descubrimiento. El aprender “mirando” o de 
lo que “otros te enseñan” aproxima al grupo de algun modo a los métodos tradicionales de 
transmisión oral asocoados al folclor. No obstante, al no ser folcloristas, resulta más razonable 
la lectura desde una lógica hippie que los colocaría más cerca del afán modernista o de lo que 

113 Según Juan Luis: “la quena hasta ese momento no tocábamos, nunca habíamos tenido, flauta dulce sí”. El 
testimonio muestra la familiaridad con la flauta y sugiere una posterior inclinación “natural” por incorporar la 
quena más allá de su simbolismo asociado a lo andino. 
114 Testimonio de Juan Luis Pereira (Cazar truenos, 8 de marzo de 2018). Por otro lado, Macan evidencia el carácter 
“arcaico” y “medieval” de instrumentos como la mandolina citando la influencia que la musica renacentista y 
medieval tendria en grupos de rock progresivo como Jethro Tull, Gentle Giant, Steeleye Span o Gryphon (1997, 
p.134). 
115 Testimonio de Juan Luis Pereira (Voces del Bicentenario, 2021, diciembre). 
116 Testimonio de Juan Luis Pereira (Voces del Bicentenario, 2021, diciembre). 
117 Testimonio de Juan Luis Pereira (Canal Ipe, 2019, 11 de agosto). 

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Moore denomina autenticidad por emoción que refiere al músico como explorador que va a la 
aventura, decubre y luego regresar a comunicar sus hallazgos (2012, p. 269). Asimismo, El 
Polen estaría más cerca de una dinámica transcultural donde el entusiasmo por explorar tiende 
a tratar cualquier elemento (instrumentos o personas) como un “descubrimiento” o un “objeto 
encontrado” (found object)118. Finalmente, si se considera que El Polen en un inicio trataría el 
huayno de forma “experimental” por haberlo escuchado y aprendido de la radio y no en una 
comunidad serrana119, ello constituye una muestra más del sincretismo metodológico propio del 
rock. El Polen no se conforma con una sola forma de exposición haciendo de la radio su forma 
de contacto “urbana” y del Cusco su “comunidad serrana”. 

Por otro lado, mientras la incorporación del violín y el violonchelo contribuía, según 
Juan Luis, directamente con “lo orgánico”, otros instrumentos representan una mirada más 
experimental, pragmática así como exotista. El uso de una flauta de Tailandia en “La Puna” o 
de la flauta china en “Tondero” dan cuenta también de esta fascinación hippie por el 
descubrimiento de instrumentos “exóticos” (aparte de los andinos) que fueron “encontrados” e 
incorporados para aprovechar su sonoridad sin tener necesariamente claro cómo hacerlo: “en la 
Puna yo toco una flautita que es de Tailandia”, “[la flauta china] la compramos en la calle 
Paruro, en el mercado, es de bambú y tiene una telita de cebolla”. El rondín que suena en 
“Concordancia” fue a su vez, uno de los tantos instrumentos que se usaron porque “era lo que 
se tenía a la mano”. Asimismo, son “experimentales” instrumentos como el icosón120 o el 
Tarzán, un bombo hecho con una maceta121. Respecto a otras percusiones (bongos, congas, 
pandero), aparte de mantener una asociación con el folk californiano (De Souza, 2022), estas 
son ciertamente evocativas de “lo latino” y funcionarían con el elmento estilístico “donante” 
(donor style) que conecta a El Polen con el “rock latino”. Debido a esto no poseerían por otro 
lado, una connotación psicodélica tan fuerte y funcionarían adicionalmente como signos “pop” 
de la época (Echard, 2017, p.173). Esto se ilustra en el caso de “Tondero” dada la ausencia de 
significantes alusivos a un tópico típicamente psicodélico como el de “la India” por ejemplo y 
un rol más presente de las congas y los bongos. 

Un último punto a tratar antes de abordar la fusión es la implicancia de los procesos de 
producción y lo tecnológico en la noción de “lo orgánico”. Los discos Cholo y Fuera de la 
Ciudad se grabaron en vivo para proyectar esta noción. Señales de que “los músicos estuvieron 

118 Lovesey (2011) señala esto en referencia a la banda The Incredible String Band: “cross-cultural appropriation. 
As often happens in such situations, the band tended to reduce complex cultural practices to the status of ´found 
objects´, removed from their original cultural networks and significance” (en Echard, 2017, p.134). Además en 
“the case of the Incredible String Band, the metaphor of finding can be extended to one of exploring and 
discovering” (ibid. p.333). 
119 “Los Pereira no habían descubierto el huaino en una comunidad serrana, sino escuchando radio en su casa de 
Miraflores: para ellos no era un género puro alejado de la cultura de masas, sino una forma musical producida para 
el consumo masivo. En ese sentido, el huaino no era diferente del rock, y si el rock podía pasar por una etapa 
experimental no había razón para que el huaino no lo hiciera” (Melgar, 2018, 5 de marzo). 
120 Este instrumento aparece en una fotografía que acompaña la entrevista al Polen que aparece en una edición de 
la revista Caretas de 1973. Al parecer es un cordófono de 20 cuerdas inventado por Juan Luis Pereira. No se dan 
detalles sobre este (Caretas, 1973). 
121 “Recuerdo que construimos para Ernesto un instrumento que llamábamos El tarzán: una maceta enorme de 
cerámica, a la que le templamos un cuero porque nosotros queríamos el sonido de un tambor especial, que no había 
en el mercado, entonces lo inventamos”. Testimonio de Juan Luis Pereira (Gestores, 2021). 

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sentados en el piso, apagaron las luces del estudio y vibraron con la música”122 han quedado 
registradas en las grabaciones. Así, es posible percibir como “orgánico” algunos pasajes donde 
se cometen “errores”, como el momento que comenta Juan Luis donde la mandolina se adelanta 
y entra desafasada en la sección de marinera en “La Flor” (2:35), también los sonidos 
“residuales” al final de algunas piezas, o la evidente sensación de que el ensamble está 
coordinando en el momento los cambios de tempo y transiciones. Por su parte, el ritmo 
“relajado” y la “aglomeración” (densidad) en “A las Orillas del Vilcanota” y “Cholito Pantalón 
Blanco” sugieren que estamos escuchando en directo a hippies que tocan y cantan en 
comunidad, donde “todos son iguales”. La mezcla reforzaría esto, dado que todos los 
instrumentos parecen estar “al frente”. Por último, esta idea de que la música ocurre de forma 
“natural” se construye también en las exclamaciones vocales de júbilo (ahora si!, que viva el 
Cusco y sus alrededores!) en “A las Orillas del Vilcanota” asi como en los coros grupales en 
“Concordancia” o “El Hijo del Sol”. 

No obstante, lo “orgánico” coexsitiría sin problema con la visión del estudio como 
espacio creativo. Ya se han señalado crcunstancias en las que El Polen hace uso de técnicas 
como el montaje (overdubbing) o el sampleo. Irónicamente, el montar más instrumentos 
contribuiría con la ficción de estar frente a un grupo o una “comuna” más numerosa. No hay 
que olvidar también que las circunstancias de grabación respondían tanto a que los grupos de 
rock en general o El Polen en particular, no eran prioridad para la industria discográfica 
nacional, así como al hecho de que la grabación en vivo era práctica común en la época. 

Para terminar, la actitud radical inicial de El Polen por rechazar la instrumentación 
eléctrica fue determinante para la construcción de una estética y sonoridad “orgánica”, aunque 
respondía también en parte a un criterio práctico de simplificar la logística de los viajes. 
Posteriormente esta postura fue cediendo a una visión más conciliadora que los llevaría a usar 
instrumentación eléctrica y acústica en un set eléctrico alternativo con el cual presentar nuevas 
composiciones y grabar otros discos. El convivio entre lo orgánico y lo tecnológico se 
manifiesta finalmente en el respeto por la “identidad acústica” de las primeras composiciones. 
En palabras de Juan Luis: 

“al comienzo un poco también como que yo me radicalicé en el sentido de ser más orgánico, electrico no, 
al comienzo, pero después ya no, si tocamos eléctrico también ¿no? [pero al principio] no teniamos 
intrumentos electricos, lo que teníamos a la mano era cómodo para viajar y se dio, pero si teniamos la 
idea de tocar electrico, o sea si iba a ver de todas maneras, y se dio en los ultimos conciertos que tocamos 
con el Polen, por ejemplo Niña Serrana la tocábamos eléctrico, o sea una epoca ya empezamos a tocar el 
eléctrico, despues de este disco [Fuera de la Ciudad], [las otras composiciones] así estaban muy bien, y 
se quedaron siempre acústicas, o sea, aunque hagamos un concierto eléctrico, esas van a ser acústicas de 
todas formas”. 

Vistas ya las implicancias de la instrumentación y la producción, a partir de este punto, 
se aborda la fusión desde el comportamiento estilístico. 

122 (Gestores, 2021). 

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2.1.4. La fusión como práctica musical y el comportamiento esilístico de El Polen 

La construcción de la fusión puede empezar situando la propuesta de El Polen en un 
espacio liminal, un broken middle (Fellez, 2011) sociocultural inserto en el contexto de la 
realidad nacional y del rock peruano de inicios de los setenta. En ese contexto y debido a esta 
situación subversiva de “no pertenecia”, El Polen sería “demasiado europeo para los indios, 
demasiado indio para los limeños alienados y demasiado pacifista para una realidad sedienta de 
revoluciones” (Mendívil, 2022, p.251), o en todo caso, “su folclore experimental no era 
bienvenido ni en la escena del rock ni en el círculo de los supuestos guardianes de la música 
peruana [siendo] demasiado folclórica para la escena roquera y demasiado experimental para 
la escena folclórica”123. Ahora, indicios históricos que verifiquen estas interpretaciones son 
escasos. En un artículo periodístico124 se señala que “la osadía de mezclar música del Ande con 
rock no era bien vista, mucho menos por el sector social acomodado”, sin embargo más adelante 
en este mismo artículo Juan Luis Pereira recuerda que simplemente “a ellos [el sector 
acomodado] les parecía raro”. Si bien la osadía de mezclar queda intacta, la reacción parece 
mesurarse ya que la recepción no parecía considerar la propuesta como un intento de 
“indigenizarse” o “folclorizarse”, sino que “su espiritu hippie y lo avanzada de su propuesta”, 
como se lee después, los haría verse como poco convencionales. De otra parte, según el 
testimonio de Juan Luis Pereira, al parecer El Polen no tuvo oportunidad de tocar para un 
público “indigena”, respecto a la estadía en el Cusco señala: 

“como tocabamos en la calle en Cusco y en el mercado, nos escuchaba la gente de ahí, que no era tan 
rural pero era del pueblo, no sé como nos tomarían, les parecería interesante que unos limeños toquen esa 
canción, les gustaba, nos aplaudían ¿no? Les parecíamos pintorescos”. 

Lo “pintoresco” parece ser otra forma de describir lo no convencional de la propuesta 
que irónicamente, al parecer agradaba en cierto modo a este público, tal vez el más “indígena” 
que escucharía alguna vez a El Polen. De otro lado, no hay indicios de una relación con escenas 
folclóricas (durante mi conversación, Juan Luis al menos no parece tener un recuerdo al 
respecto) y El Polen no pertenecía tampoco a ninguna “escena folk” limeña - al parecer 
inexistentes en esa época. Para el contexto del rock la propuesta era mas bien, como dice 
Pereira, algo “muy solitario, porque cuando empezó el Polen todavía no existía la Nueva 
Canción […] la fusión que hicimos nosotros fue algo totalmente solitario, algo espontáneo que 
sucedío en un momento”125. Esto último puede verse como un factor circunstancial que de 
cualquier modo, reforzaría esta actitud individualista que el hipismo buscaba en su afán de 
encontrar el crecimiento y la perfección. 

A pesar de que la fusión de El Polen se describa como una manifestación espontánea, 
se configura ciertamente como una iniciativa intencional con una meta estética puntual de 
incorporar todas las “raíces” y desarrollar la creatividad descartando acercarse a lo comercial: 

“Raúl y yo decidímos hacer un grupo. Un grupo de fusión. Desde el comienzo, teníamos esa idea. 
Incorporar las raíces era una necesidad, algo consciente” (Torres, 2018, p.315) […] fue “una intención de 
hacer un rock que tenga todas nuestras raíces y sin pensar si iba a pegar o no, en realidad nunca lo 
pensamos así, sino era una expresión de la creatividad, una necesidad”126. 

123 (Melgar, 2018, 5 de marzo). 
124 (Gutierrez, 2014, 12 de setiembre). 
125 Testimonio de Juan Luis Pereira (Cazar truenos, 8 de marzo de 2018). 
126 Testimonio de Juan Luis Pereira (Cazar truenos, 8 de marzo de 2018). 

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Si se recuerda que en el contexto del rock local en esa época se adoptaba en gran medida 
la emulación, con esta decisión los hermanos Pereira escogieron el camino alternativo de la 
fusión para “reconstruir su yo y redescubrirse a sí mismos” (Montero-Diaz, 2018, p.108). Es de 
remarcar que la propuesta no hace tanto hincapié en el hecho mismo de mezclar - muchas 
bandas de rock de Lima igualmente progresivas o psicodélicas también fusionaban de manera 
creativa y no comercial desde la emulación, sino en el rol que la noción de “las raíces” adopta 
en la fusión de El Polen al usarse como resolución de la tensión entre emulación e identidad 
dado que estas “raíces” eran tanto locales como foráneas. Frente a esto, hay que recordar 
también que la idea de identidad local ya había empezado a ser atendida incluso desde la nueva 
ola al castellanizar temas anglófonos, en las versiones de temas locales y también desde los 
gestos y las alusiones del “indian rock”. Es razonable pensar por tanto que El Polen solo se 
inserta en esta corriente, aunque con una intencionalidad más consciente y comprometida hacia 
los diversos lenguajes musicales; es decir, que ya no solo debían “gustar”, sino ser buscados, 
explorados y aprendidos, una tarea en cierto modo más retadora y demandante que las versiones 
“accesorias” de varios proyectos de rock de la época, o la práctica de la castellanización. 

Ahora, la fusión de El Polen desde el comportamiento estilístico implica tener en cuenta 
además que antes de cualquier toma de consciencia y postura estética, esta se fundamenta en el 
gusto meramente “estético” por las músicas que formaban parte de la cotidianeidad de los 
Pereira - a diferencia de otros músicos que no le prestarían tanta atención a la diversidad musical 
que los rodeaba127. Esta circunstancia sería determinante no solo para su formación como 
hippies eclécticos, sino también para concebir el eclecticismo como una forma de fusión 
musical. Juan Luis Pereira señala al respecto: 

“incluso los Beatles tocaban fox trots, boleros, rock and roll, hasta música media Broadway, o sea, ellos 
hacian fusión también ¿no? Charleston, baladas, hacían de todo, esa apertura musical de en un solo grupo 
hacer varios tipos de musica a mi me gustaba mucho […] a mí no me nacía escoger un género, sino yo 
quería hacer algo más global, vertido en el rock, eso sí, porque el rock fue nuestra raíz prácticamente 
urbana, considero que el rock es un folclor universal, mundial” (las cursivas son mías). 

Aquí puede verse que tomando como modelo a los grupos de rock anglosajón, los 
Pereira construyen un idea de fusión basada en hacer varios tipos de música dentro de un mismo 
proyecto musical – un eclecticismo visto como fusión. Se ha visto que todas estas músicas 
constituyen el universo musical o las “raíces” que eventualmente entrarían en contacto desde la 
fusión. En el caso de los Pereira, vale notar al menos tres momentos en la construcción de dichas 
“raíces”. Un primer momento que puede denominarse de exposición y sensibilización, se ubica 
en los años cincuenta con la escucha en casa de músicas como tangos, huaynos, clásica y criolla 
a través de la radio; un segundo momento de “escuela rock” por el interés y aprendizaje de la 
ejecución instrumental a través del rock que coincide con el paso de los Pereira por los Shain´s 

127 En su estudio sobre la fusión en la Lima más contemporánea, Montero-Diaz (2018) advierte la escucha 
involuntaria e irreflexiva de músicas locales por parte de varios músicos limeños de la clase alta quienes, solo ya 
en la adultez, traerían estos “sonidos de su niñez” a sus proyectos de fusión muchas veces con implicancias 
problemáticas. Un fenómeno que la autora ha denominado como “nostalgia torpe” (p.104). 

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y los Drag´s y un tercer momento de retorno a los instrumentos acústicos y la música local128 y 
su posterior asimilación consciente como “raíces” propiamente dichas129. 

Ahora bien, tanto las “raíces” como la fusión como eclecticismo se plasman claramente 
en las producciones discográficas; de modo general y sin contar los procesos de tranformación 
que cada pieza construye de manera independiente, el primer disco Cholo se presenta como la 
coexitencia ecléctica de piezas que pueden corresponder a corrientes como el folk y/o rock 
psicodélicos (“La Flor”, “Sitting Dreaming”, “Tondero”), la marinera norteña (“Cholito 
Pantalón Blanco”) y la música andina (“Valicha”, “Paisaje de Quenas”). Es a este nivel general 
que el sentido de estar frente a una música y una estética entendida como fusión se mantiene a 
pesar de la percepción de que el rock y la música andina “no llegan a hibridarse” (De Souza, 
2022, p.46). Cuando De Souza afirma por otro lado, que en el segundo disco Fuera de la 
Ciudad, discernir lo rock de lo andino se torna mas complejo ya que la música forma una 
amalgama más compacta (p.47), sugiere implícitamente que a nivel general, la estrategia de 
fusión reemplaza el eclecticismo por una dinámica más propia de la fusión basada en la sintáxis 
musical. Esto resulta coherente si se tiene en cuenta que en el segundo disco no estan presentes 
algunos miembros que aportaron otras perpectivas e instrumentos (Alberto Martinez, Juan 
Sebastian Montesinos); así también, para el segundo disco ya habría un “mayor dominio de 
géneros musicales andinos” (Mendívil, 2022, p.245). Ambos enfoques resultan relevantes al 
final de cuentas puesto que la variedad tanto en el repertorio, como la que existe dentro de una 
misma composición, tendrían valor dentro del discurso de El Polen, tal como ya lo afirmaban 
en 1973: “en una misma interpretación ponemos por ejemplo, folklore, música clásica y rock 
[…] no solo en un mismo concierto, sino en una misma composición damos esa variedad”130. 
Se remarca que lo anerior funciona para una mirada panorámica y general de los discos, 
dinámicas y procesos específicos y particulares sobre el perfil estilístico de cada pieza alrededor 
de la fusión se ven en el apartado siguiente. 

Por otro lado, lo expuesto anteriormente da pie a ver el papel de la transculturalidad. La 
tendencia a lo ecléctico convierte a los hermanos Pereira en sujetos fusionados (Montero-Diaz, 
2018) en tanto músicos que reconocieron la heterogenidad y pluriculturalidad dentro de sí 
mismos usándola como una herramienta creativa. De otra parte, El Polen deviene claramente 
un proyecto de fusión intercultural que incluyó el bagaje musical y artístico de diversos 
individuos. Si bien es cierto que los universos musicales de Raúl y Juan Luis Pereira son pilares 
fundacionales, la propuesta musical en su dimensión más amplia se construye con la “escuela 
clásica” de Fernado Silva y Juan Sebastian Montesinos. Por su lado, el perfil de Alberto (Beto) 
Martinez – un amigo de la universidad que solo tocaba sus composiciones en inglés - 
mantendría a El Polen dentro de los marcos estilíticos más anglosajones. Prueba de ello es que 
dichos marcos son el estilo base de dos de las tres composiciones incluídas en Cholo (“Sitting 
Dreaming” y “Tondero”). La salida de Martinez se refleja en lo más difuminados y subyacentes 
que se encuentran los marcos estilísticos más ortodoxos del rock anglosajón en el segundo 

128 Esta construcción conversa con lo expuesto por Melgar (2018, 5 de marzo). 
129 Al respecto de este proceso Juan Luis expone: “Con Raúl, despues de los Shains tocábamos marineras un 
montón y con Lucho Gonzales, el guitarrista de Chubuca Granda, se aprendió valses más que otra cosa y nos 
gustaba, había ese bagaje y el rock, porque aprendimos a tocar con rock, o sea los primeros acordes, todo era en 
rock y fue al revés, aprendimos a tocar con rock, pero después del rock, aprendimos a tocar marineras, huaynos en 
la guitarra, pero la escuela fue los Teen Tops”. 
130 Testimonio de El Polen (Caretas, 1973). 

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disco. A su vez, Ernesto Pinto encarna la lógica experimental al ser, según recuerda Juan Luis 
“un pata de la esquina, de la otra cuadra, melómano [que] no tocaba nada” y que fue puesto a 
tocar percusiones131. Por último, las intervenciones de Alex Abad y Cuto Vasquez en el segundo 
disco remiten la idea de tabajar siempre con varios músicos. Todo lo anterior mostraría en 
síntesis que El Polen como institución excede de algun modo a los Pereira. Además, la 
conformación “oficial” es a su vez excedida por los aportes de otros individuos. La figura de 
Alejandro Vivanco, que no solo representaria la cercanía de El Polen con el lado más tradicional 
del folclor, es responsable de las sonoridades más “andinas” del repertorio al producir la pieza 
“Paisaje de Quenas” e intervenir con la quena y mandolina en la versión de “Valicha”. Esta 
conexión con Vivanco se materializa en cierto grado en la forma de tocar la quena de Raúl 
Pereira en Fuera de la Ciudad. Por su lado, más allá de ser productor de la película El Cholo, 
Bernardo Batievski reforzaría la premisa “ecléctica” aportando los sonidos más 
“experimentales” de todo el repertorio (“Secuencia de Organillo y Polifón”). 

Otro punto relevante son las implicancias de la construcción de “lo rock” para la fusión. 
Se ha referido que hubo un período de “escuela rock” en el cual los hermanos Pereira adquieren 
las habilidades instrumentales y asimilan por experiencia y repertorio los marcos estilísticos del 
rock´n roll y el early rock de la primera mitad de los sesenta. El punto de interés ahora es 
detallar los aspectos estilísticos que conforman esta “escuela” dada su influencia directa en el 
modo de abordar las músicas locales y folclóricas. De Souza (2022) denomina “musicalidad 
rockera”, “matriz rockera” o “lógica rockera” (p.49) al resultado de este proceso de influencia 
y asimilación. Sin embargo, asume que el contenido de esta “matriz” se sobre entiende por lo 
que, en lugar de detallarla, solo apunta que El Polen escuchaba “la música de los grupos de la 
invasión británica de 1964, Beatles, Rolling Stones, The Kinks” (p.31). Si bien la elección de 
no profundizar en este punto responde a sus objetivos particulares, para un enfoque estilístico 
esto resulta problemático ya que desde esta perspectiva, es indispensable conocer los 
parámetros sobre y desde los cuales se toman decisiones o se utilizan estratégias de estilo. 

De Souza señala un elemento espécifico, uno de índole rítmico-métrica: el compás de 
4/4 “típico del rock”, además, refiere que El Polen convierte los patrones rítmicos y melódicos 
de la música andina para que sean más afines a su musicalidad y matriz rockera (p.49). Para 
nuestro caso, esto comporta dos problemas; por un lado, se da a entender que El Polen adecúa 
en general los esquemas rítmicos de la música andina al esquema convencional métrico de 4/4. 
No obstante, como se verá en detalle más adelante, en varias de las piezas – por no decir la 
mayoría, los esquemas métrico rítmicos de lo andino, o son dominantes - y es más bien “lo 
rock” lo que se adecua a estas estucturas, o ambas músicas incurren en una dinámica de 
alternancia y equilibrio respecto a la métrica. En segundo lugar, asumir que las estructuras 
musicales se supeditan al esquema de 4/4, sugiere a su vez mantener una cierta dependencia 
estilística al early rock. Esto último no considera que un grupo como El Polen responde en 
mayor medida a las tendencias del progresivo, el cual hace de la alternancia e irregularidad 
métrica uno de sus valores (Moore & Martin, 2018) y una forma de virtuosismo (de métrica) 

131 Fernando Silva (violín) y Juan Sebastián Montesinos (chelo) de algun modo también entraron de este modo. 
Según Juan Luis: “Raul dijo: tengo un amigo que su hermano toca violín, y él no lo conocía, lo escuchaba tocar 
arriba y lo hizo llamar, vino y quedó y el chelista era mi amigo de la infancia, también lo llamé, ni sabía cómo 
tocaba pero lo llamamos”. 

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(Macan, 1997). Además, aludir a grupos como los Beatles o los Kinks no resulta tan 
esclarecedor teniendo en cuenta la variedad y complejidad estilística de estos grupos. Limitante 
también resulta reducir “lo rock” al compás de 4/4 ya que igual de relevantes serían el esquema 
de cuatro capas y los roles claramente definidos de la instrumentación del early rock (Moore & 
Martin, 2018). En esto el caso de El Polen es de destacar porque mantienen el esquema 
convencional de dos guitarras y las funciones solista (Juan Luis) y rítmica (Raúl) pero, al mismo 
tiempo rechazan mantener las capas de batería y bajo así como el “sonido eléctrico”. Juan Luis 
claramente reconoce estos aspectos como distintivos de la “escuela rock”: “pero el rock también 
es así [acústico] Led Zeppelin por ejemplo […] ese es más rock [señala el tercer disco Signos 
e Instrumentos], es que la eléctrica le da el rock también y la batería”. 

Esto no sería un asunto menor, no considerar el “sonido eléctrico” o la batería o el bajo 
como aspectos estructurales en el repertorio “oficial” (sí hay usos puntuales de los mismos), 
muestra que la instrumentación ad hoc de El Polen pone en cuestión esta “lógica rockera” y 
hace necesaria una observación más detenida de esta cuestión. Así, la ausencia de guitarra y 
bajo eléctricos no hace de la combinación y/o contraste con una sonoridad “eléctrica” una 
estrtegia posible, reforzando más bien la homogeneidad tímbrica de la instrumentación 
enteramente acústica y articulándose de este modo una mayor fusión desde lo tímbrico. 

La ausencia de la batería mitiga por su parte la relevancia del compás de 4/4 en esta 
“matriz rockera”, ya que su definición y presencia radica convencionalmente en los patrones 
rítmicos que ejecuta este instrumento. Esto propicia además mayor flexibilidad en la 
articulación de algo “psicodélico” como la plasticidad del tiempo. Esto incide también en el rol 
de las otras percusiones (bombo, bongos, cascabeles, pandereta, campanillas). A pesar de que 
en el rock progresivo estos instrumentos no se utilizan tanto para enfatizar algun patrón rítmico, 
sino para crear una variedad de colores tonales (Macan, 1997) en este caso, no solo mantienen 
esta función sino que en ciertos casos, llevan el beat tal como lo haría el kit de batería. De Souza 
(2022) plantea que estas percusiones atenuan la libertad métrica de lo andino (p.50) cuando al 
parecer más bien se supeditan a este en la mayoría de casos. 

Finalmente, desde el ámbito de la materialidad sonora, existe otro elemento constitutivo 
además del sonido eléctrico. En una entrevista132 Juan Luis Pereira señala: 

“cuando hicimos ese disco [Fuera de la Ciudad] fue una música que tenía mucho de rock como de las 
otras musicas, pero básicamente lo que imprimimos fue el espíritu del rock que es ese espiritu fuerte, 
guerrero, agresivo tal vez, un espiritu de expresión especial de juventud [actualmente] incluso hasta la 
musica clásica esta influenciada por la interpretación rockera, entonces eso es lo que hicimos nosotros 
con la música que adaptamos al Polen o sea, le imprimimos un carácter rockero a todo” (las cursivas son 
mías). 

Esta “interpretación rockera” - lo que Regev (1994) identificaría como el drive del rock, 
haría referencia a la traducción de una cuestión estética como el “espíritu de fuerza y 
agresividad” a una de índole performática en tanto para Juan Luis, El Polen “tiene la influencia 
del rock en la tocada [y es] un foclor tocado por rockeros”. Esto hace de la “interpretación 
rockera” un componente fundamental de “lo rock” en la fusión. No solo proporciona una 
dimensión alternativa a lo sintáctico para “lo rock”, sino que con esto El Polen se relaciona 

132 Testimonio de Juan Luis Pereira [37:47] (Agencia de Noticias Andina, 2018, 16 de abril). 

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además directamente con la concepción inicial del rock como música para el cuerpo (Costa, 
2018) y la búsqueda del alto volumen (loudness) como valor estético (Baugh, 1993). A lo largo 
del repertorio, es posible apreciar cómo la interpretación de las guitarras acústicas buscan 
evocar una sensación sonora fuerte y agresiva recurriendo a una ejecución de dinámica fuerte. 
Como se verá luego, este punto resulta de importancia para la fusión en piezas como “Valicha” 
o “Concordancia”. Por último, si en determinada circunstancia “lo rock” se manifiesta 
principalmente desde la materialidad sonora, ello sugiere que los aspectos más morfosintácticos 
quedan “vacantes” para otros estilos o géneros musicales. 

Haste este punto se han revisado aspectos y circunstancias que explican la fusión 
musical como proceso y práctica en el comportamiento estilístico de El Polen. El último punto 
a tratar en el presente apartado se centra en los factores y circunstancias que construyen lo 
conceptual en la obra del Polen. 

2.1.5. Lo conceptual en El Polen 

Dada la relevancia que tuvo la decisión de formar un grupo con la meta precisa de hacer 
fusión, una temática significativa y relevante que unifica el discurso musical en El Polen es “la 
unión de las raíces”. Esta sería una pauta fundamental en la construcción del concepto en tanto 
representa en principio las intenciones estéticas de sus fundadores. El énfasis del grupo de 
“juntarlo todo” o abarcar “todas las sangres” hace de esta temática algo transversal a todo el 
discurso. Es de observar que la misma se circunscribiría en un plano estrictamente musical en 
tanto para Juan Luis Pereira “la música en sí ya era el concepto”. 

La temática de “las raíces” desde lo musical al parecer sería condición suficiente para 
considerar a El Polen como algo “conceptual”. Aspectos extramusicales como el orden de las 
canciones o el diseño de logotipos y portadas no parecen haber tenido mucha injerencia, al 
menos desde la intención inicial del grupo, en reforzar lo que lo musical ya constituía a nivel 
conceptual. Esto puede advertirse cuando Juan Luis señala por ejemplo que los miembros de El 
Polen “no tuvieron nada que ver con el diseño de la portada del primer disco Cholo, o que no 
veían problemático “el tener varios logotipos” (el logotipo del nombre de la banda tienen un 
diseño diferente en cada album). Así también, indica que en su momento, el disco Fuera de la 
Ciudad no se concibió como un album conceptual y sugiere más bien que hubo una 
aproximación pragmática al mismo dado que simplemente “pusieron las canciones que tenían”. 
La propuesta se aleja además de una construcción más “ortodoxa” del album de rock progresivo 
ya que en los dos álbumes, las piezas no parecen haberse compuesto y ordenado pensando en 
crear una continuidad sonora. De hecho, cada uno de los dos discos se construye más como un 
ensamble de piezas discretas. En ese sentido, la idea de la música como “viaje” (Covach, 2006) 
quedaría cicunscrita a la narrativa interna de cada pieza. 

Si bien lo que se ha mencionado hasta ahora sugiere que los dos discos no presentan un 
carácter claramente definido como "álbum conceptual", al menos no desde la intención explícita 
del grupo, no implica que la obra en su totalidad no recurra a otros temas típicos del rock 
progresivo y psicodélico para la elaboración de "conceptos". Desde 1973, el grupo ya afirmaba 
que el nombre "El Polen" simbolizaba al "portador del amor de la naturaleza"133, lo cual 

133 Testimonio de El Polen (Caretas, 1973). 

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claramente alude al ideal hippie de paz y conexión con “lo natural”. Además, la elección de una 
instrumentación completamente acústica contribuye a reforzar el simbolismo de la naturaleza, 
el campo o “lo pastoral”, todos temas comunes en el folk psicodélico, en particular. 

Por otro lado, De Souza (2022) refiere que en su conjunto “las líricas en ambos discos 
evocan temas bucólicos, cósmicos, letras surrealistas propias del hipismo y de 
experimentaciones con alucinógenos.” (p.47) Esto indica que en general, la lirica en El Polen 
se alinea con los temas más convencionales que el rock o folk psicodélico esbozaba a finales 
de los sesenta. Ahora, dado que un análisis estilístico profundo de la letra excede los propósitos 
del presente estudio, se apuntan solo algunas cuestiones que resultan, a nuestro criterio, 
relevantes para la relación entre lírica y concepto y que han sido omitidas en estudios como el 
de De Souza. 

Un primer aspecto es la visión individualista característica de lo hippie y de lo 
progresivo que se encuentra subyacente a toda la amalgama de referencias bucólicas, pastorales 
y fantasiosas en las letras. Ninguna de las letras hace referencia explícita a un llamado colectivo 
de toma de consciencia, hermandad o unidad social. El mismo título de un tema como “Mi 
Cueva” alude desde ya un espacio estrictamente personal. Por su parte, la linea “llegó el 
momento de desengañarnos” no alude necesariamente a alguien dirigiéndose a las masas, sino 
una conversación entre dos personas, un trato directo, puesto que luego dice “respira muy hondo 
cuando aprendas, verdades por misterios cambiarás”. Esto ejemplifica por otro lado la 
“franqueza” de las letras psicodélicas en tanto quien habla actúa como un guía espiritual que 
muestra la urgencia de despertar y te exhorta a hacerlo (Echard, 2017, p.149). La visión 
individualista se manifiesta también en las letras de “Sitting Dreamig” y “Tondero” ya que 
parecen contar un “viaje” muy personal o una exploración mayormente instrospectiva (“sitting 
dreaming in my bedroom”/ “but in my mind, i am a lonely man”) y que, curiosamente, no parece 
suceder en un espacio rural, sino más bien urbano. 

Otro punto a remarcar es que la mayoría de las letras, aunque evidentemente bucólicas, 
no hacen referencia explícita a la geografía andina propiamente dicha. Las letras en 
“Concordancia”, “Mi Cueva” y “El Hijo del Sol” bien pueden referir a un espacio rural abstracto 
o imaginario, a un “campo” virtual que solo existe en oposición a la ciudad. Aquí resulta 
interersante el caso de “A las Orillas del Vilcanota”. Por un lado, la letra de este huayno – que 
en principio no tendría porqué concebirse como “pastoral” en su contexto original, puede 
adquirir dicha connotación al recontextualizarse como parte de un disco de rock psicodélico - 
otro caso de asociación por contexto (cognate by context) (Echard, 2017). De otra parte, es de 
advertir que una letra que dice (“a las orillas del vilcanota/grabé tu nombre sobre la arena/vino 
la ola y lo borró todo/y de tu nombre no quedó nada”) “traiciona”, por decirlo de algún modo, 
la tendencia del rock de abandonar los temas “ligeros” al incluir, entre todo lo místico y 
espiritual, una referencia a un sentimiento “mundano” como la añoranza por un amor – uno 
claramente diferente al “amor” universal. De modo similar, la reconstextualización de la letra 
“pícara” de “Cholito Pantalón Blanco” en donde se desea “ser pajarito con alitas azules” y se 
envidia a “las pulgas que gozan de la hermosura”, coloca al tema en el sendero de lo fantasioso 
y mágico. 

Finalmente, vale la pena detenerse en el caso de “El Hijo del Sol”. Lo primero a 
advertir es que de entre todo el repertorio, esta sería la única pieza cuya letra toca de algun 
modo la temática indígena o indigenista. Esto es significativo en términos de comportamiento 

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estilístico ya que muestra en principio el lugar incidental que tendría este tema en el discurso 
de El Polen durante los setenta. Por otro lado, la letra ilustra la mistificación de lo andino en 
tanto el indígena no se retrata como sujeto social - no se usan los términos “indio” o “indígena” 
en ningun momento, sino desde una metáfora o forma poética (hijo del sol). De otra parte, si 
bien las líneas (hablablan y hablaban/nada hacían por él) se han interpretado como una denuncia 
social134, esta caulidad perdería fuerza y realismo por estar presentada con una retórica de 
misticismo hippie que le dice al indígena que la única forma de sortear su estado de exclusión 
del mundo y de marginación por parte de la sociedad es mediante su comunión con la Madre 
Tierra y con la divinidad del mundo andino (Mendívil, 2022, p.250). Por último, De Souza 
(2022) atribuye una influencia directa del discurso de la redención heróica de lo andino al 
imaginaro que El Polen construyó sobre lo andino. En este discurso, la “música andina” se 
vuelve algo admirable y, más importante aun, “el indígena es el héroe triunfante del cuento, un 
héroe redimido” (p.26). Sin embargo, resulta curioso, por decirlo menos, que “El Hijo del Sol” 
habla de un indígena que más bien “canta sus penas, ahoga sus gritos y que nadie vela por él”, 
descripción un tanto lejana a la idea de héroe triunfante. 

En resumen, la lírica en la obra de El Polen presenta tanto convencionalismos como 
particularidades. Temáticas “típicas” como lo pastoral, lo espiritual y lo fantástico son 
abundantes y transversales a varios temas. A esto se le suma la lógica individualista, la misma 
que se evidencia en el estilo de la retórica, que prefiere usar el “yo” personal y no el “nostros” 
social (Covach, 2006) para comunicar los mensajes. De modo particular, letras como las de los 
huaynos y marineras entran en una lógica psicodélica mientras que aquellas como las de “El 
Hijo del Sol” colocan “lo indígena” en un punto dialéctico entre lo social y lo mistico. 

Ahora bien, aparte de la lírica, durante los setenta hubieron otras circunstancias que a la 
larga expandirían lo conceptual en el discurso de El Polen. En el caso del primer disco Cholo, 
entraría en juego un proceso de cotextualidad o cofonografía (Lacasse, 2018)135 en tanto el 
repertorio de El Polen termina estrechamente conectado con otra producción medíatica: la 
película El Cholo del director Bernardo Batievsky. De esta manera, el texto musical adquiere 
otros significados potenciales que no necesariamente habría podido producir por sí solo136. Al 
respecto consideremos lo referido por Juan Luis Pereira: 

"El director necesitaba música. Mi hermano mayor trabajaba con él, le dijo: 'tengo unos hermanos que 
hacen música'; quiso escucharnos. Fuimos a su casa a tocar nuestras canciones y dijo: 'esta es la música 
para la película'. Encajó. Era una fusión mestiza, era chola la música"137. 

134 Es conocida la anécdota cuando se le solicitó al Polen cambiar esta parte durante el Festival de las Aguas ya 
que a criterio de terceros, parecía aludir al gobierno militar. La decisión de no cambiarla fue interpretada como un 
gesto contracultural y político a pesar de que en realidad, como lo manifiesta Juan Luis, originalmente no se trataba 
de una crítica intencional. Se volvera a este punto en el capítulo 3. 
135 Según Lacasse (2018) La cofonografía designa la copresencia de textos intramodales o extramodales que 
comparten un espacio común de alcance. (p.36). En este caso, se trataría de una copresencia extramodal por tratarse 
de texto musical y material de cine. 
136 Lacasse (2018) lo pone del siguiente modo: “Las prácticas cofonográficas tienen el potencial de desarrollar 
significados a un nivel que un solo texto fonográfico no podría transmitir. Por ejemplo, cuando una canción 
grabada se combina con un video, los significados que surgen de la interacción entre las narrativas visuales y 
sonoras pueden diferir de los que transmite la grabación de sonido por sí sola” (p.37) (traducción propia). 
137 Testimonio de Juan Luis Pereira (Fonseca, 2018). 

83 

 

 



 

 

Puede decirse que las ideas de “lo mestizo” y “lo cholo” – que originalmente no parecen 
haber formado parte de la visión estética del grupo – se adscriben a la música desde la 
percepción del director. Esta percepción posiblemente fue producto del asombro de Batievsky 
de ver temas de folk-rock y versiones de folclor en el repertorio de unos jóvenes hippies urbanos 
o de la compatibilidad que vió entre la propuesta musical con el carácter experimental de su 
película. En cualquier caso, las nociones de transición y mezcla, representados en el recorrido 
del personaje de Hugo Sotil por el mundo rural (paisajes andinos), urbano local (Lima) y 
extranjero (Europa y Londres) en busca de su identidad, se “fusionaban” con la idea primigenia 
de “todas las sangres”. Ahora, el rol de la película va más allá de esta “trasferencia conceptual” 
ya que esta incide de manera directa en la identidad del repertorio del primer disco. La inclusión 
de las piezas “Paisaje de Quenas” y “Secuencia de Organillo y Polifón” respondieron a las 
necesidades de la película de contar con música para escenas donde se aprecian paisajes andinos 
y en la sección de los créditos y fueron producidas exclusivamente por Alejandro Vivanco y 
Bernardo Batievsky respectivamente sin la intervención de El Polen138. Así entonces, puede 
decirse que el disco  Cholo se basó  en un enfoque  que Lacasse (2018) denominaría  de 
polifonografía, en tanto es una estructura mayor (un álbum) resultado del ensamblaje (collage) 
de textos musicales menores discretos (piezas) con una función concreta (ser banda sonora de 
una película) (p.24) y que en este caso, fueron producidas incluso por agentes diferentes. La 
impronta de este proceso en la construcción de un concepto para el primer disco se refuerza al 
considerar que El Polen al principio no tenía como objetivo el grabar un disco y que, una vez 
terminado, Cholo nunca fue llevado al escenario en los setenta139. En síntesis, todas estas 
circunstancias suman “capas” de significado que terminarían finalmente por construir la 
cualidad de “album conceptual” de este primer disco que ha llegado hasta hoy. En ese sentido, 
su contenido resulta un ensamble unificado bajo ideas que van más allá de solo “la unión de las 
raíces” y cuya autoría suele atribuirse normalmente a El Polen de manera total140. 

En relación al segundo disco, Fuera de la Ciudad, ya se ha visto que inicialmente no 
fue pensado como un disco conceptual. No obstante, es claro que a nivel ideológico - estético, 
esta segunda producción conserva la visión inicial de hacer música con todas las influencias. 
Además, puede decirse que de algun modo se conecta con las temáticas atribuídas a Cholo en 
el sentido que se buscaría representar la unión de lo rural, representado mayormente en lo 
sonoro, con lo urbano, encarnado en los músicos. En otras palabras, en la aventura que 
representa salir de “la ciudad” y descubrir “el campo”, Juan Luis comenta al respecto: 

“un joven urbano que siempre ha vivido en la ciudad descubre el campo, descubrir el mundo porque el 
mundo no solo es la ciudad sino el mundo es el campo sobretodo, quisimos vivir la naturaleza y hay 
magia, hay música, hay muchas cosas que los jovenes de la ciudad no podíamos apreciar”141. 

138 En (De Souza, 2022) parece sugerirse que en “Paisaje de Quenas” intervinieron tanto los miembros “oficiales” 
del Polen como Vivanco: “… es un ensamble de quenas con la participación del quenista ayacuchano por entonces 
reconocido de [sic] Alajandro Vivanco” (p.44). No obstante, no es el caso. Según recuerda Juan Luis: “fue una 
decisión del director, entre ellos dos no sé, pero la pusieron, [no lo grabamos] solo Vivanco, él hizo todas [las 
voces] no estuvimos ni en la grabación”. Por otro lado, en el caso de “Organillo y Poliphon” recuerda que “ese fue 
como un capricho de Batiesky, porque él tenía esa máquina [el polifón], un aparato a cuerda y con unos discos con 
huequitos, lo tenia en su casa y lo quiso meter en la película”. 
139 Según Juan Luis Pereira (Torres, 2018, p.318). 
140 Los miembros que hoy conforman El Polen, incluido Juan Luis Pereira, han concientizado este punto. Juan 
Luis me comenta que han transcrito a partitura “Paisaje de Quenas” y lo han presentado en vivo en un concierto 
de conmemoración de la película el año 2021. 
141 Testimonio de Juan Luis Pereira (Canal Ipe, 2019, 11 de agosto). 

84 

 

 



 

 

Lo primero que se advierte es que tal vez sí hubo una intención conceptual para Fuera 
de la Ciudad, al menos como temática general - ya que en este caso, tampoco se sugiere una 
continuidad o una narrativa desde lo musical. Esta temática por su parte, remitiría a las acciones 
concretas que tomó El Polen en la búsqueda de sus raíces, como los viajes a espacios más 
“rurales” como la ciudad del Cusco o las estadías en las casas de campo en Santa Eulalia. No 
obstante, en una dimensión abstracta, el concepto lo coforman las nociones de campo, mundo 
o cualquier espacio o mundo imaginado “fuera de la ciudad”, aspectos “típicos” de la ideología 
hippie. Por su parte, el “campo” - como concepto – sí contaría con un correlato en lo musical 
al representar el predominio de los géneros y estilos andinos en las piezas o, en términos 
compartivos, en una sonoridad más “andina” respecto al disco anterior, así como en “la madurez 
del sonido buscado”142 que El Polen parece transmitir con su mayor dominio de la música 
andina. 

Del mismo modo que con las letras, un análisis de la dimensión visual de la obra de El 
Polen excede también los propósitos de este trabajo. Nos limitamos por tanto a referir 
brevemente cómo desde las portadas de los discos se refuerza la dimensión ideológica y estético 
musical. La portada de Cholo (imagen 1 – izquierda) es “sobria” en todo sentido ya que no 
parece aportar a lo conceptual desde lo visual. No presenta más elementos iconográficos que el 
nombre del grupo con las típicas tipografías deformadas de la psicodelia. En contraste, la 
portada de Fuera de la Ciudad (imagen 1 – derecha), producida por el pintor Emilio Hernández, 
es más compleja y presenta un ensamble de varios temas y motivos convencionales de la 
psicodelia, Juan Luis refiere al respecto: 

“[Emilio] era muy admirador de la onda pop, con el Polen quisimos hacer un concepto musical pero también 
estético [entiéndase visual], entonces todo eso fue combinado y Emilio lo trabajo muy bien o sea la onda 
psicodélica, la magia, ahí están los hongos, las plantas, las cuevas y el viaje, para arriba”143 

El testimonio identifica varios elementos iconográficos que construyen desde lo visual lo 
que Olazo denomina como “psicodelia andina” (2002, p.73): plantas, flores, hongos como 
símbolos lo pastoral, la naturaleza y la experiencia alucinógena; animales y objetos como el 
pavo real, el tucán o la pluma “india” fungen como significantes de “lo exótico”; animales 
“surrealistas” como el pez “volador” con piernas y el cóndor, símbolo de “lo andino” ahora 
“psicodelizado” por estar junto a este clúster iconográfico. De entre todos estos elementos, la 
torre ocupa un lugar central, no solo en la composición, sino a nivel conceptual puesto que 
representa este “viaje hacia arriba”, el mismo que a su vez simboliza la idea de la iluminación 
y perfeccionamiento individual (perfect the self) (Mularsky, 2016) del hipismo que, en el caso 
de El Polen, remite a la búsqueda, encuentro, aprendizaje y finalmente dominio de las “raíces 
andinas”. 

142 (Gestores Culturales, 2021) Esta expresión se encuentra en el folleto (booklet) que acompaña la reedición en 
CD del disco Fuera de la Ciudad, Fuente: colección personal. 
143 Testimonio de Juan Luis Pereira (Canal Ipe, 2019, 11 de agosto). 

85 

 

 



 

 

Imagen 1: Portadas de los discos Cholo (1972) (izquierda) y Fuera de la Ciudad (1973) 
(derecha). 

Fuente: https://i1.sndcdn.com/artworks-000305152275-5ho4yy-t500x500.jpg  
https://buhrecords.bandcamp.com/album/br90-el-polen-fuera-de-la-ciudad-1973-reissue 

Finalmente, para el caso de El Polen, el concepto también se construye como punto de 
convergencia o acuerdo con el oyente. En un video actual, Juan Luis Pereira exhorta a los 
oyentes a escuchar la música con audífonos144. Este gesto muestra de algún modo la intención 
de proponer adoptar un enfoque ritualista del acto de escucha - tal vez ya no incluyendo 
consumo de sustancias, pero sí aislamiento y concentración. Esto en definitiva sería un eco de 
la actitud surgida en los sesentas de hacer de la escucha un acto autónomo desvinculado de otra 
actividad – la música para la mente (Costa, 2018). Si bien esta exhortación a poner total 
atención a la música y por ende “apreciar el concepto” la hace Juan Luis hoy en día, es razonable 
pensar que esa sería en cierto modo la concepción que manejaba El Polen en los setentas. Ya 
se ha visto que Juan Luis rememora que lo más importante durante los conciertos era la 
comunicación con la audiencia a través de la apreciación de la música. 

Hasta este punto se ha hecho la construcción de lo progresivo, la psicodelia y la fusión 
en relación al comportamiento y la cultura estilística de El Polen. En el próximo apartado se 
continua con dicha construcción desde el estilo intraopus 

144 En el minuto (12:32) Juan Luis señala: “Una cosa muy importante, personalmente como músico, siempre que 
escucho una música, lo hago con audífonos, porque con audífonos se escucha como si estuvieras al lado de los 
músicos, es una diferencia bien grande que escucharlo con el celular así a un metro, en cambio con audífonos 
puedes notar los detalles, yo desearía que todos lo escuchen así para que lo aprecien muy bien” (EL POLEN, 2021, 
4 de setiembre). 

86 

 

 



 

 

2.2. ANÁLISIS INTRAOPUS 

En esta segunda parte se realiza el análisis estilístico a nivel intraopus (Meyer, 
2000) de las piezas que conforman el repertorio “oficial” de El Polen, es decir, las dos 
producciones discográficas de los años setenta. Si bien se analizarán las doce piezas que 
conforman este repertorio, el abordaje no se realiza necesariamente pieza por pieza. A fin 
de respetar la idea de una observación sistemática como lo plantea La Rue (2001) y al 
mismo tiempo reducir la necesidad de repetición, primero se ha optado por agrupar las 
piezas por afinidad estética y/o funcionalidad en cuatro grupos. Para cada grupo, se 
abordan las estéticas a estudiar determinando aspectos comunes y particulares de las 
piezas contenidas según sea el caso. Complementariamente, cada pieza cuenta con una 
tabla donde se detallan los aspectos formales más relevantes con los cuales se construyen 
las diferentes estéticas. El contenido de estas tablas deriva directamente de aquellas donde 
se consignan las observaciones sistemáticas según el sistema SMHRG (ver apéndices). 
Se utiliza además un sistema de codificación que integra una abreviación del nombre de 
cada pieza junto a lo que se denomina como secciones y subsecciones analíticas 
(detalladas en las tablas formales). Esta codificación sirve para hacer referencia rápida a 
alguna parte en específico de alguna pieza ya que el análisis no se realiza necesariamente 
de manera cronológica, sino en función a los criterios analíticos establecidos en el primer 
capítulo. En la tabla 1 se sintetizan los cuatro grupos, las piezas y sus códigos. 

Tabla 1: Grupos y codificación de piezas. 

A modo de ejemplo, si se hace referencia al tema “La Flor” en su sección B, 
subsección (b), o se habla de algún elemento o algún proceso que ocurre en esa parte, en 
el texto se coloca: [LFB(b)]. Finalmente, los ejemplos musicales y transcripciones que se 
incluyen tienen un fin mayormente ilustrativo aunque consignan, de ser necesario, 
información que ayuda a entender y precisar lo que el ejemplo busca mostrar. 

87 

Grupos Piezas Código 

Temas “cosmopolitas” 
(semejanza estética) 

La Flor LF 
Sitting Dreaming SD 

Tondero TD 

Temas de “raíz andina” 
(semejanza estética) 

Concordancia CD 
Mi Cueva MC 

El Hijo del Sol HS 

Covers o versiones 
(funcionalidad) 

Valicha VL 
A las Orillas del Vilcanota OV 
Cholito Pantalón Blanco CH 

Temas “de transición” 
(funcionalidad) 

Paisaje de Quenas PQ 
La Puna LP 

Secuencias de Organillo y Polifón OP 

 



 

 

2.2.1. Temas “cosmopolitas”: La Flor, Sitting Dreaming, Tondero. 

Lo progresivo 

En “La Flor”, “Sitting Dreaming” y “Tondero”, la influencia clásica se construye en 
un sentido más flexible. A nivel macro formal, si bien se ha considerado “La Flor” como 
una suite  de folk  psicodélico (Melgar,  2020), sus  secciones formales no  serían lo 
suficientemente discretas para considerarlas movimientos autónomos, lo que aleja a la 
pieza de encajar en esta forma académica. La estrategia principal de unidad consiste en 
la doble re exposición de la sección [LFA] ([LFA2], [LFA3]). Manteniendo el modo 
armónico, el material melódico en la primera repetición se presenta con variaciones, 
mientras que en la segunda es presentado en su forma original. Esto define a su vez dos 
secciones con mayor grado de contraste ([LFB], [LFC]). En [LFB], el cambio de modo 
(de ionio a dórico) y centro tonal (de re a la) son elementos de contraste en tanto el 
material melódico conserva su estructura y solo se adecua al nuevo modo armónico. En 
[LFC], el grado de contraste es mucho mayor, la transición [LFA2-LFC] implica un 
cambio simultáneo en tempo, modo armónico, dinámica y textura (ver tabla 2). Desde un 
enfoque de formatos académicos ortodoxos, una estructura macro formal como la descrita 
se aproximaría más a una forma rondó (A-B-A2-C-A3) al intercalar secciones de contraste 
con una de “tema”. Alternativamente, puede verse como una forma ternaria simple 
A(ABA2)-B(C)-A(A3) si se considera a [LFA] y [LFB] como una misma sección formal. 
Sin embargo, “La Flor” se comprendería más como una forma expandida (Cohen, 2015) 
debido al tempo y a la duración de las secciones formales que se traducen en un desarrollo 
“lento” y “dilatado”. Además, la pieza presenta una relativa “economía temática” dado 
que [LFA] y [LFB] se basan en la presentación variada de un mismo material melódico 
(el tema) y en un desarrollo solista improvisado, aunque temáticamente homogéneo. 

Por su parte, “Sitting Dreaming” y “Tondero” no parecen sugerir ninguna intención 
programática como para concebirse próximos a poemas sinfónicos o suites. Macro 
formalmente, la primera pieza consta de tres secciones [SDA,B,C] y la segunda de dos 
[TDA,B]. Estas formas alejarían estas piezas de toda pretensión de monumentalidad y 
“gran” forma (Macan, 1997) puesto que, desde una perspectiva académica, pueden 
describirse como formas binarias simples A [SD(AB)] B [SD(C)]; A [TDA] B [TDB]. Del 
mismo modo que en “La Flor”, se recurre nuevamente a la re exposición como estrategia 
de unidad, aunque esta vez se trata de la repetición total y sin variaciones de todo el 
discurso temático teniéndose finalmente las macro formas [SD(ABC) SD(A2B2C2)] y 
[TD(AB) TD(A2B2)]. Debido a esta configuración, “Sitting Dreamig” y “Tondero” 
responderían mayormente a la tendencia a la combinación, es decir, la adición de patrones 
o la concatenación de secciones sin ningún formato en particular (Moore & Martin, 2018). 
Esto pondría en cuestión la idea de unidad macro formal de no ser porque la repetición 
integral funciona como factor de cohesión (en otras palabras, el sentido de unidad se logra 
al escuchar el tema “dos veces” (ver tablas 3 y 4). 

88 

 



 

 

Tabla 2: Estructura y elementos formales (La Flor). 

0:00 1:03 1:58 2:35 3:30 4:35 5:13 6:05 6:58 8:16 10:21 

89 

  LA FLOR [LF]    
Secciones formales de análisis [LFA] [LFB] [LFA2] [LFC] [LFA3] 

a b c a b a´ a b a b a 
Tiempo                       rondó A B A2 C A3 

ternaria con reexp. breve ABA A B A 
ternaria con interudio y 

reexposicción breve A B A interludio A 

Tempo .J= 120 - 125 bpm .J = 74-67 bpm .J= 130 – 125 bpm 
Métrica 3/4 Sesquiáltera 3/4 - 6/8 3/4 

Letras (marcas clave) Instrumental 4 frases (quechua “inventado”) Instrumental 
Sección rítmica Bongós: desarrollo a base de improvisación Ninguno Bongós: improvisación 

 
Armonía 

 
Modal monocordal: D ionio (I-Isus4) 

Modal: A dórico (I II III II) (Am Bm C Bm) 
Secuencia melódica implícita (la-si-do-si) en B(b) 

Cadencia V-I (A-D) (4 últimos compases) 

 
Modal monocordal: D ionio (I-Isus4) 

Modal: E frigio (II – III – II -I) (F-G-F- 
Em) 

5 ciclos armónicos 

Modal monocordal: D 
ionio (I-Isus4) 

 
 
 

 
Material melódico 

 

 
 
 

Open ended 
Improvisación 

solista 
(guitarra) 

 

open/closed 
periodo: 4 frases 
aa´ba´ (violín, 

cello) 

 
closed/closed 

frase con repetición 
(violín, mandolina) 

 
open ended 

secuencia (mandolina, cello) 
 

open/closed 
periodo: 2 frases ab (violín, 

cello) 
 

Motivos de respuesta (quena) 

 
 

open ended         riff 
(violin, cello) 

 
Improvisación solista 

(guitarra) 
 

 
 

open/closed 
periodo: 2 frases 

ab (violín) 
 

Motivos de 
respuesta (quena) 

 

 
 
 

Open ended 
Improvisación - 

solista 
(guitarra) 

 

 
Open/closed periodo: 4 
frases aa´bb´ (violín, 

cello) 

 
 
 

Open ended 
Improvisación - 
solista: guitarra 

 

 
 
 

Open ended, 
pregunta 

respuesta: voz, 
quena 

 

 
open/closed 

periodo: 4 frases aa´ba´ 
(violín, cello) 

 
Open ended  

Motivos de respuesta 
(quena) 

Improvisación (guitarra) 

 
Open ended 

Motivos de respuesta (quena) 
Improvisación (guitarra) 

Open ended  
Motivos de respuesta 

(quena) 
Improvisación (guitarra) 

 
 
 

Textura 
 

 
 

Monofonica: 
línea melódica 

(guitarra) 
 

 
Polifónica – 

Contrapuntística 
(independencia de 

voces): 
violín/cello 

homofónica línea 
melódica  
(guitarra/ 

mandolina/violín al 
unísono)    

continuo armónico 
(cello) 

Polifónica – Contrapuntística 
(independencia de voces): 

mandolina/cello 
 

Monofónica: línea melódica 
(cello/violín al unísono) 

 
Homofónica: línea 
melódica (guitarra) 
Acompañamiento 
armónico - rítmico 

(violin, cello) 

 
homofónica 

línea melódica 
(violín) 

continuo armónico 
(cello) 

 
 

Monofonica: 
línea melódica 

(guitarra) 
 

 
Polifónica – 

Contrapuntística 
(independencia de 

voces): violín/cello - 
guitarra 

 
 

Monofonica: 
línea melódica 

(guitarra) 
 

Homofónica: línea 
melódica        

(voz, quena) 
continuo armónico 

(violin, 
mandolina) 

 
Polifónica – 

Contrapuntística 
(independencia de 

voces): violín/cello - 
guitarra 

Acompañamiento armónico cordal: rasgueo (guitarra rítmica) 
 
 
 
 
 

Temporalidad 
 

 
 

no dirigida 
discursiva: 
fraseo de 

desarrollo libre 
(guitarra) 

 

 

dirigida 
discursiva: 

periódo melódico 
con resolución 
tonal (violin, 

cello) 
 

 
 

dirigida semi 
discursiva: frase 

melódica con 
resolución tonal 

 

 
no dirigida musemática: rep. 
secuencia de rep. motívica 

(mandolina, cello) 
 

dirigida discursiva: periódo 
melódico con resolución tonal 

(violín, cello) 

 
 

no dirigida musemática 
(riff) (mandolina, cello) 

 
no dirigida discursiva: 

solo de guitarra 
 

 

dirigida 
discursiva: 

periódo melódico 
con resolución 
tonal (violín, 

cello) 
 

 
 

no dirigida 
discursiva: 
fraseo de 

desarrollo libre 
(guitarra) 

 

 
 

dirigida discursiva: 
periódo melódico con 

resolución tonal (violín, 
cello) 

 

 
 
 
 

no dirigida 
discursiva: solo 

de guitarra 
 

 
 
 

no dirigida 
discursiva 

frases cortas 
unidireccionales 

(voz, quena) 
 

dirigida discursiva: 
periódo melódico con 

resolución tonal (violin, 
cello) 

 
no dirigida discursiva: 

fraseo de desarrollo libre 
(guitarra) 

Verticalidad: armonía monocordal Verticalidad: repetición musemática melódica (riff) y armónica Verticalidad: armonía monocordal Verticalidad: armonía 
monocordal 

 Verticalidad: secciones formales exten sas    

 



 

 

Tabla 3: Estructura y elementos formales (Sitting Dreaming). 

90 

``  SITTING DREAMIN [SD]     
Secciones formales analíticas [SDA] [SDB] [SDC] [SDA2] [SDB2] [SDC2] a b a b 

Tiempo 0:00-0:57 0:58-1:42 1:43-2:35 2:36-3:31 3:32-4:18 4:19-5:59 
FORMA: Binaria con repetición A A´ (repetición) 

Tempo .J = 87-93 bpm 
Métrica 4/4 - extensiones métricas de 2/4 4/4 Misma configuración 

Letras (marcas clave)   
Sección rítmica 

Marcado de pulso: guitarra, batería (ride) Guitarra (♫) Marcado 
de pulso: batería (ride) 

 
Misma configuración 

Homoritmia con la melodía en frase 3 Patrón regular (JjJj) (pandereta) Desarrollo con variaciones (pandereta) 
 

Armonía Modal: A aeolio (III – V#3 – VI -- I – VII – III – V) 
C E F – Am G C Em 

Intercambio modal 
aeolio III – mixolidio I (C -A) 

Intercambio modal 
I-Im (Am-A) 

 
Progresión cromática: A Bb B C B Bb A 

 
Misma configuración 

 
 
 
 
 
 
 

Material melódico 
 

 
 

open ended 
 

Periodo melódico de hipermetría irregular: frase 1 (6/4 + 
4/4*2) frase 2 (4/4*2) frase 3 (4/4 + 6/4*2) 

 
Diseño: frase 1,2 a partir de nota repetida; frase 3 por 

motivo interválico de 2da menor y movimiento escalar 
descendente 

 
[frase1,2] (voz) [frase 3] (voz, violín, mandolina) 

 

open ended 
 

frase de tipo pregunta (voz, violín) - respuesta (mandolina, 
violín) 

 
[pregunta] 

Voz: nota repetida, salto ascendente de 6ta mayor 
Motivo de segunda menor (violín) 

 
[respuesta] 

Voz: intervalo de segunda mayor (sol-la) [define la 
modalidad mixolidia] 

Violín, mandolina: tema (frase) con repetición 
 

Frases ornamentales (piano) 

 
 
 

open ended 
 

motivo: intervalo de segunda menor 
(do si) y descenso al grado I (la) (voz) 

 
tema con repetición y alternancia entre 
segunda mayor y menor (mandolina, 

violín) 
 

 
 
 

Open ended 
 

Motivo de segunda menor (violín) 
Movimiento cromático/de pendiente 
ascendente hacia el registro agudo 

(mandolina) Frase                       
escalar ascendente y descendente 

(cello) 
Frases cortas (piano) 

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Misma configuración 
 

 
 
 
 
 

Textura 
 

 
Homofónica     

[frase 1,2] línea 
melódica (voz) 

continuo armónico (mandolina) 
 

monofónica -– unísono/octava 
[frase 3] 

(violín, cello, mandolina) 
 

 
Polifónica 

[pregunta - voz] [respuesta – violín, mandolina] 
 

Homofónica 
Linea melódica (voz) 
Contracanto (violín) 

 
Linea melódica (mandolina, violín) 

Contracanto (voz) 

 
 

Polifónica - Politemática (relativa 
independencia de identidad del 

material melódico) 
 

Voz/ 
Violín-mandolina (unísono) 

 

 
 
 

Polifónica (incidental): 
entrada/salida de eventos 

melódicas Mayor 

relevancia del aspecto timbrico 

 
acompañamiento cordal: rasgueo (guitarra rítmica); piano (ornamental)) 

 
 
 

Temporalidad 
 

 
 
 

discursiva semidirigida 
periodo de larga duración sin sentido de resolución 

 

 
 

no dirigida discursiva 
frases y temas melódicos unidireccionales 

(voz) (mandolina, violín) 
 

no dirigida semidiscursiva             
sin tendencia al desarrollo por fraseo 
melódico bucle armónico cromático) 

 
musemática 

rep. de motivo interválico de 2da menor 
(violín) 

 



 

 

Tabla 4: Estructura y elementos formales (Tondero). 

91 

 TONDERO [TD]    
Secciones formales analíticas [TDA] [TDB] [TDA2] [TDB2] 

intro a b c a b   Tiempo 0:00-0:23 0:24-0:39 0:40-1:20 1:21-1:52 1:53-3:01 3:02-5:00 5:01-7:16 
FORMA: Binaria con repetición A B Repetición 

Tempo .J. = 140 bpm .J = 85-92 bpm .J = 120 bpm ritardando al final .J = 77 bpm .J = 60 bpm  
Métrica 12/8 4/4 2/4-4/4 4/4  Letras (marcas clave)   

 
Sección rítmica 

 

 
 

Desarrollo a base de improvisación (bongos, congas) 
Acentuaciones (guitarra) 

 

 
Patron de backbeat (bateria) 

Acentuaciones (guitarra) 

 
Patron rep. regular [JjJj] (huiro) 

Patrón de backbeat (bateria) 

 
 

Guitarra rítmica (patron regular – ♫) 
 

 

Bongos, congas (desarrollo libre en segundo plano) Sin percusión  
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Misma configuración 
 

 
 

Armonía 
 

 
 

Tonal (la mayor): I IV V (A D 
E) 

 

 
 

Modal (la mixolidio): I VII V 
(A G E) 

 

 
Modal (Ia mixolidio): 

I – VII (A G) 
Modalidad ambigua: VI mixolidio – I 

frigio (acorde final F#m) 

 
 

Intercambio modal mayor-menor: 
I (E) – IIIb (G) 

 

 

Tonal (sol mayor): 
suspensión en dominante 

V (D) y resolución 
 

 
 

Tonal Sol mayor:    
I III IV V (G Bm C D) 

 
 
 
 
 
 

Material melódico 
 

 
 
 
 

open ended: 
riff/bordón (guitarra, cello) 

 

 
 
 
 

open ended: 
riff/bordón (cello), 
tema/motivo (voz) 

 

open ended: 
frase de pregunta-respuesta - paso 
conjunto y saltos asc. y desc.(voz) 

 
nota repetida (cello) 

 
fraseo (lick) escalar pentatónico 

descendente (guitarra) [en transición a 
A(c)] 

 
fraseo libre (piano) 

 
 

open ended:           
tema: motivo de nota repetida - salto 
ascendente (3ra menor – mi sol) y 

melisma escalar descendente (ornamental) 
(voz) 

 
(lick de int.3ra menor ascendente) (cello- 

mi sol, guitarra-si re) 
 

 
 

closed/open/closed 
Periodo de tres frases : escalar   

ascendente (violín, cello) - escalar 
descendente – escalar descendente (cello) 

 
open ended 

secuencias ascendentes (arpa) 
fraseo de desarrollo libre (flauta china) 

 

 

Open ended: 
fraseo de desarrollo libre (flauta 

china, guitarra) 
 

frase de hipermetría irregular, 
(gupos de 2-3-3 pulsos) (voz) 

 
frase/tema a base de notas 

fundamentales (sol si do re) (cello) 
 

 
 
 
 
 
 

Textura: 
 

 
 
 
 

monofónica: 
Unisono (guitarra y cello) 

 

 
 
 

Heterofónica [similitud de 
material melódico]     

(voz, cello) 
 

 
 

Homofonía: Línea              
melodica (voz)               

Contracanto (piano) 
Acompañamiento rítmico-armónico 

(cello) 
 

 
 

Homofonía: Línea 
melodica (voz) 

Armonización (guitarra) 
 

[rel. heterofonía por similitud de material 
melódico] 

 

 
 

Homofonía: violín/cello - octava(frase1) 
 

Polifónica – Contrapuntística (relativa 
independencia melódica): flauta/cello/arpa 

(frase 2,3) 
 

Politemática – Contrapuntística 
(relativa independencia de identidad 

melódica): voz – flauta -guitarra 
 

Homofónica: Linea             
melódica (voz, flauta,        guitarra) 
Acompañamiento rítmico-armónico 

(cello) 

Acompañamiento cordal: rasgueo (guitarra rítmica), piano Acompañamiento cordal: rasgueo (guitarra rítmica) 

Textura tímbrica 1: (congas, bongós, huiro, bateria, voz, guitarra, cello); incremento progresivo de densidad Contraste de textura tímbrica Textura 
tímbrica 2: violín, cello, arpa, flauta, voz 

 
 
 
 

Temporalidad 
 

 
 

No dirigida musemática 
Riff/bordón (guitarra, cello) 

Motivo (voz)               
Bucle armónico 

 

no dirigida semidiscursiva 
Frase corta (voz) Fraseo    

libre (piano)                     Lick 
de guitarra unidireccional 

 
No dirigida musemática: 

Alternancia entre dos módulos 
armónicos 

 
 
 

No dirigida musemática 
Motivo/Riff (guitarra, cello, voz) 

Alternancia entre dos módulos armónicos 
 

 
Dirigida discursiva   

Fraseo largo con cadencia 
(violin , cello) 

 
No dirigida semidiscursiva           

Fraseo sin sentido de resolucion (flauta, 
arpa) 

No dirigida discursiva 
Fraseo largo sin sentido de 

resolucion (flauta) 
 

no dirigida semidiscursiva fraseo 
repetitivo (voz), fraseo corto 

(guitrra) sin sentido de resolucion 
bucle armónico 

 



 

 

De modo particular, factores que contribuyen a la unidad en “Sitting Dreaming” son 
la estabilidad de tempo y centro tonal (la) y los diseños motívicos comunes en el material 
melódico de todas las subsecciones (como el intervalo de 2da presente en la voz, violín y 
mandolina). Por su parte, exceptuando [TDintro] y [TDA(a)] - que están en 6/8 o 12/8, la 
predominancia del compás de 4/4 en “Tondero” mantendría la pieza dentro de “la lógica 
del rock psicodélico y progresivo” (De Souza. 2022 p.45). Sin embargo, otro recurso 
unificador es la hipermetría (hypermetre) (Moore & Martin, 2018) regular, ya que las 
estructuras melódicas, armónicas y rítmicas ocupan igual número de compases145. En 
[TDB] duran dos compases, mientras que en [TDintro] y [TDA] un compás. La 
hipermetría logra unificar las secciones de subdivisión ternaria ([TDintro], [TDA(a)]) y 
binaria ([TDA(b,c)], [TDB]) 

Como contrapeso, estrategias de variedad compartidas por las tres piezas son la 
heterogeneidad modal146 y textural. De hecho, la sofisticación y estilización en estas 
piezas se fundamenta en gran medida en la variedad y alternancia de texturas melódicas. 
Se tienen construcciones monofónicas147 (p.e. LFA(a), LFC(a); TD(intro),B), 
homofónicas148 (p.e. LFB(b), LFC(b); SDA, SDB), polifónicas149 (p.e. LFA(b), A2(b), 
A3] y politemáticas150 (SDB(b); TDB(a)) (ver tablas 2,3,4). 

A nivel intraopus, “La Flor” se constituye en una primera muestra de sofisticación y 
ambición dada la variedad textural-melódica que funciona como elemento principal de 
desarrollo y movimiento. La alternancia de texturas y articulación (formas de aparición) 

145 Aquí es oportuno diferenciar la métrica de la hipermetría. Moore & Martin (2018) explican que la 
agrupación de pulsos en grupos de 4 es una de las normas estilísticas en muchas formas de rock. El uso de 
la métrica de 4/4 representa esta norma (por eso algunos lo denominan el compás o métrica “típica” del 
rock”). La hipermetría refiere a la organización métrica a un nivel jerárquico mayor. Así como grupos de 
pulsos originan la métrica, la hipermetría refiere a la agrupación de compases. Del mismo modo, los autores 
apuntan que normalmente la agrupación en el rock se basa en 4, es decir, que las estructuras tienden a tener 
4 compases de duración. Entonces, la hipermetría regular se entiende como la estructuración 
hipermetricamente homogénea y sin variación frecuente del material. En el caso del rock, partiendo de la 
base de 4 (compases) es posible tener estructuras menores de 1 o 2 compases o mayores (múltiplos) de 8 o 
16 compases (2 y 4 unidades de hipermétria respectivamente como lo postulan Moore & Martin). 
146 Los modos son: [LFA,A2,A3] (ionio), [LFB] (aeolio/dórico), [LFC] (frigio); [SDA] (aeolio), [SDB] 
(mixolidio), [SDC] (cromático); [TDintro,B] (modo mayor), [TDA(a,b)] (bimodal: mixolidio, ionio), 
[TDA(c)] (ambimodal ionio, aeolio). 
147 Según McKay (1963), la textura monofónica pone énfasis en la accion de una sola linea melódica. Esta 
puede construirse con una sola voz o varias voces en la misma octava (unísono) o con varias voces en 
octavas disferentes (octavación) (p.39-41). 
148 Aquí se entenderá la textura homofónica en base a contraste de roles y/o en función a lo que implica 
normalmente una textura de melodía con acompañamiento. McKay (1963) distingue tres roles 
fundamentales: melodía principal (melody), diseño de acompañamiento rítmico (accompanimental 
rhythmic desing) y armonía sostenida (sustaining chord) (p.55). Añade además que en la homofonía es 
posible encontrar lo que denomina como contracanto o contramelodía (counter-melody). Esta se relaciona 
con la melodía principal, aunque es “melódicamente incompleta” y no llega a ser por tanto causa de 
contrapunto (p.57). Se considera que una linea melódica de estas características tendría entonces un un rol 
secundario o de acompañamiento. 
149 Por polifonía se entiende una textura que presenta varias voces relativamente independientes (McKay, 
1963). Siguiendo al autor, es de considerr que lo polifónico implica la integración de dichas voces en una 
sola impresión. Esto conlleva a su vez que dichas líneas tengan cierta similitud en movimiento y diseño y/o 
se articulen en una dinámica de entrada y salida del tejido musical (p.49). 
150 Según McKay (1963), la textura politemática se basa en la interacción de estructuras con diseños 
principalmente motívicos altamente contrastantes – casi opuestos (p.58), este rasgo diferenciaría esta 
textura de una más polifónica. 

92 

 

 



 

 

del material melódico - y principalmente de lo que sería el “tema” - varía en cada sección 
formal (ver tabla 5). 

Tabla 5: Texturas y formas de articulación en “La Flor”. 

El ejemplo 1 muestra en conjunto las articulaciones, variaciones y texturas del tema 
principal en “La Flor”. Cabe mencionar en este punto que la quena contribuye con la 
sofisticación melódica, enriqueciendo su textura y tímbrica151, al funcionar como 
respuesta o consecuente de las frases principales más extensas hechas por las cuerdas 
(violín y chelo) y la voz (en [LFC]). 

Ejemplo 1: Texturas y articulación de material melódico en “La Flor”. 

[LFA(b)] [LFA3]: (re) exposición del “tema” (sin repetición) - Intención contrapuntística/polifónica 
frase 2 - cerrada frase 1 - abierta 

Violín 

Violonchelo 

(quena…) 
frase 4 - cerrada 
- cerrada 

frase 3 - abierta 

(quena…) (quena…) 
[Hipermetría regular: periodo de 4 frases (de 8 compases)] 

151 En de resaltar que El Polen no pensó en usar originalmente la quena en “La Flor”. Fue Alejandro Vivanco 
quién puso los arreglos de quena posteriormente. Por otro lado, Juan Luis Pereira reconoce actualmente el 
aporte de Vivanco, señala: “fue para mí una sorpresa porque no nos dijeron nada y la pusieron nomás […] 
Vivanco ya habia escuchado mucho la canción, no vi cuando lo grabó […] justo después yo pensaba, mucho 
y hace poco digo: que capo Vivanco para meter justo ahí la quena […] con gusto y sensibilidad exquisita”. 

93 

Secciones y 
subsecciones 

Textura melódica 
(detalles en tabla 1) Forma de articulación 

 

LFA(b) 
 

contrapuntística, 
polifónica exposición del “tema” sin repetición 

 

LFA(c) 
 

homofonía 
 

exposición de nuevo material melódico 
(guitarra, mandolina y violín) con repetición 

 

LFB(b,a´) 
 

 

homofonía 
 

Exposición de nuevo material melódico (solo 
de guitarra) 

reaparición del “tema” con variación (nuevo 
modo armónico) 

LFA2(b) 
 

contrapuntística, 
polifónica 

reaparición del “tema” con mayor grado de 
variación (contorno) 

LFC 
 

homofonía 
 

por contraste: nuevo material melódico y 
nueva “textura sonora” (cambio de densidad) 

LFA3 
 

contrapuntística, 
polifónica Re exposición del “tema” sin repetición 

 

 

 



 

 

[LFA(c)]: exposición de nuevo material - Textura homo fónica 
Mandolina (melodía) 

[Hipermetría regular: frase de 8] 
compases 

(quena…) 
Violonchelo (contínuo) 

[LFA(c)]: reaparición del “tema” con variación (modo armónico menor - la aeolio) 

frase 2 - cerrada frase 1 - abierta 

Violín 

Violonchelo 

(quena…) (quena…) [Hipermetría regular: frases de 8 compases] 

[LFA2(b)]: reaparición del “tema” con mayor grado de variación (contorno) - Intención contrapuntística/ 

frase 1 - abierta frase 2 - abierta 

Violín 
(quena…) (quena…) 

Violonchelo 

frase 4 - cerrada frase 3 - abierta 

(quena…) (quena…) (quena…) 

[Hipermetría regular: frases de 8 compases] 

En contraste, en “Sitting Dreaming” y “Tondero”, la variedad y sofisticación 
melódico-textural no serían tan fundamentales a nivel global, no obstante, cada pieza 
presenta alternancias de textura particulares. En las frases 1 y 2 de [SDA] la homofonía 
entre la voz (línea melódica) y la mandolina (continuo armónico) se convierte en 
homorritmia en la frase 3 cuando la mandolina, el violín, el chelo y la percusión adquieren 
el mismo diseño rítmico152. Esto contrasta con la dinámica en [SDB(a)] donde mientras 
el chelo tiene rol general de acompañamiento, la voz y la mandolina/violín alternan entre 
un arreglo homofónico (melodía y acompañamiento) y una textura más de tipo 
politemática en tanto la frase de la voz y el unísono del violín y la mandolina adquieren 
mayor complejidad e independencia temática en la segunda parte de la frase. Por último. 
[SDB(b)] es una variante de esta configuración (ver ejemplo 2). 

152 Esta homorritmia al parecer resulta significaiva en el rock progresivo. Macan (1997) señala que “A 
special feature of progressive rock, foreign to most other styles (save jazz-rock), is a tendency of the 
drummer to rhythmically double melodic lines” (p. 45). 

94 

 

 



 

 

Ejemplo 2: Texturas e hipermetría en “Sitting Dreaming”. 

[SDA] [fraseo discursivo con amalgama métrica] 

frase 1 (6/4 + 4/4*2)     

E 

  
F 

frase 3 (4/4 + 6/4*2) frase 2 (4/4*2) 
Em C Am G C 

voz 

(melodía) 
homofonía 

mandolina 
mandolina 

violín 
  

(continuo) 
homorrítmia   

chelo 
percusión (platillo) 

[SDB(a)] 
C 

A 

voz 
(melodía) 
  homofonía politemática 

mandolina 
violín 

(acompañamiento rítmico) 

chelo 
(acompañamiento rítmico) 

  
(continuo armónico) 

  antecedente       consecuente 

[fraseo semidiscursivo con hipermetría irregular (5 compases] 

[SDB(b)] 
C A Am A Am 

voz 
(melodía) 

homofonía politemática (variante) 
mandolina 

violín 
(acompañamiento rítmico) 

Chelo 
(continuo armónico) 
  antecedente   consecuente       

[fraseo semidiscursivo con hipermetría irregular (7 compases] 

Por su parte, “Tondero” se articula en principio mediante un momento de contraste 
textural: entre una primera sección [TDA], de variedad temática y mayormente 
homofónica (ver ejemplo 3) y [TDB]. En esta segunda sección, una monofonía escalar 
ascendente (violín y chelo) da paso a una textura de intención contrapuntística entre los 
diseños escalares (arpa, chelo) y los fraseos semidiscursivos (flauta china, guitarra). 
Posteriormente, se establece una homofonía cuando la voz adopta un rol de línea melódica 
principal y el chelo el de acompañamiento armónico. Por su parte, la relativa 
independencia de desarrollo de los fraseos de la guitarra y la flauta china, mantienen la 
sección con un cierto carácter polifónico o politemático (ver ejemplo 4). 

Ahora, junto a estas particularidades texturales, resulta relevante el rol que la 
dinámica y el tempo tienen a nivel intraopus. En “Sitting Dreaming” la dinámica es un 
elemento relevante en la sofisticación. En [SDA] se articula un desarrollo entre las frases 

95 

    

  

 

 

   

 

 



 

 

1, 2 (crescendo) y 3 (decrescendo), mientras que en [SDB(a)] resalta la alternancia entre 
una dinámica suave antecedente y su consecuente más fuerte. Por su lado, la sofisticación 
en “Tondero” recae en primer lugar en la alternancia de tempo. Mientras “La Flor” y 
“Sitting Dreaming” mantienen en general un tempo constante, “Tondero” se siente 
dinámico porque el tempo varía en cada sección: comienza “ágil” en [TDintro, A(a)] para 
luego “calmarse” en [TDA(b)] y volver a “acelerar” en [TDA(c)] entrando finalmente a 
un momento de “calma” en [TDB] (ver tabla 4). 

Ejemplo 3: Temáticas y texturas en “Tondero” [TDA]. 

[TDA(intro)] 
A 

[fraseo cíclico - no dirigido - musemático (bordón/vamp)] 

D E 
(tema/melodía) 

(bordoneo) Guitarras 
(acompañamiento 
rítmico) 

(rasgueo) 

[fraseo cíclico - no dirigido - musemático (bordón/vamp)] [TDA(a)] 
A G E 

voz (tema/melodía) 

guitarra 
(bordoneo) 

(acompañamiento 
rítmico) guitarra 

(rasgueo) 

chelo 

[TDA(b)] [fraseo semidiscursivo - no dirigido] 
A 

F 
# G 

(melodía) voz 

guitarra 
(acompañamiento 
rítmico) 

chelo 

[TDA(c)] [fraseo cíclico - no dirigido - musemático (bordón/vamp)] 
G E 

voz 

guitarra Politemática 

chelo 

96 

 



 

 

Ejemplo 4: Temáticas y texturas en “Tondero” [TDB]. 

[TDB(a)] [monofonía escalar ascendente - discursiva directa] V (D) 

violín 

chelo 

[TDB(b)] 
[fraseo semidiscursivo] 

Flauta china 
(improvisación) 

arpa (mov. escalar) 

intención contrapuntística 

chelo 

(acomp./continuo armónico) G Bm C D  (bucle armónico) G Bm C D 

[TDB(b)] 
[fraseo con agrupación irregular de pulsos] 

3 2 3 

voz 

(melodía) 
homofonía   

chelo 
(acomp./continuo armónico) 

G C D Bm (bucle armónico) 
[fraseo repetitivo semidiscursivo] 

guitarra (desarrollo independiente - 
carácter más politemático y discursivo) 

(improvisación) 

flauta china 
97 

(improvisación) 

 

   

 

 



 

 

Este último momento se articula a la par del contraste radical de textura tímbrica que 
[TDB] establece en comparación a [TDA]. De hecho, y como segundo aspecto, el 
eclecticismo tímbrico es otro rasgo estilístico de sofisticación relevante en “Tondero” 
dado que presenta la mayor diversidad de instrumentos de entre todas las piezas. [TDA] 
usa percusiones (congas, bongos, huiro), así como un timbre de voz de coloratura 
“agresiva” (de pecho) el cual contrasta con el timbre más “delicado” (de cabeza) que la 
voz adopta en [TDB]. En esta sección, la omisión completa de los instrumentos de 
percusión y la entrada del arpa y la flauta crean una textura tímbrica que constrasta 
completamente con la presentada en [TDA]. Finalmente, se puede decir que la transición 
[TDA – TDB] es un punto de inflexión estructural al concentrar varias dimensiones de 
cambio: tímbrica, tempo y modo armónico (de modal a tonal). 

La métrica por su lado se mantiene mayormente regular en las tres piezas. “Sitting 
Dreaming” se percibe casi en totalidad en 4/4 mientras que “La Flor” no abandona el 3/4 
- aunque se vuelve sesquiáltera en [LFB(a.b)]. Tondero solo cambia de métrica una vez 
en la transición [TDA(a) - TDA(b)]. Este es un primer aspecto desde el cual la obra del 
Polen se aleja de la idea de variedad y alternancia de compás que suele esperarse en lo 
progresivo. Asimismo, a nivel de hipermetría, “La Flor” tiende a la regularidad en base a 
grupos de 4; el tema principal en sí representa esta “ortodoxia” al constituirse de 4 frases 
de 8 compases de duración (un periodo de 32 compases) (ver ejemplo 1). En contraste, 
no ocurre lo mismo en “Tondero” y “Sitting Dreaming”. Si bien “Tondero” se cohesiona 
por mantenerse dentro de una métrica de 4/4, un “gesto de “rebeldía” se produce en 
[TDB(b)] cuando la voz presenta una frase de 2 compases, pero con agrupamiento de 
pulsos irregular (2-3-3) (ver ejemplo 3). La irregularidad se explota aun más en el fraseo 
melódico de Sitting Dreaming. En [SDA] se tiene un periodo melódico (iniciado por la 
voz y continuado luego por otros instrumentos) de tres frases con métrica basada en 4, 
pero con extensiones de 2/4 sugiriendo percibir una amalgama de compases de 6/4 y 
4/4153. En [SDB] ocurre algo similar, la línea de voz presenta este diseño de amalgama 
por las frases de 5 (2 + 3) y 7 compases (3 + 2 + 2) (ver ejemplo 2). 

Finalmente, un elemento que contribuye también con la percepción de irregularidad 
es lo que Moore & Martin definen como el feel: la tensión percibida entre el desarrollo 
de carácter improvisatorio y fraseo libre del “tema” (tune) y una sección rítmica más 
“regular”, es decir, mayormente patrones rítmicos con agrupaciones de dos o cuatro 
pulsos y repetición estable154. En este aspecto resalta el rol de la guitarra solista en “La 
Flor”. Debido a su presencia (primer plano) y desarrollo, esta articula una tensión 
constante con el rasgueo estable de la guitarra rítmica, la uniformidad del diseño rítmico 
de la melodía principal y sus variaciones, así como con los motivos de acompañamiento 
del violín, chelo y mandolina en [LFB(a,b)]. Aunque en menor medida, este efecto de 

153 frase 1 (6/4 + 4/4*2), frase 2 (4/4*2), frase 3 (4/4 + 6/4*2). 
154 Según Moore & Martin: “In rock, a more immediately perceived rhythmic tension will also be found 
between two heard aspects: the songs persona (represented by the third layer, the tune, whether invested in 
voice or solo instrument) and its accompanimental background (represented by kit and bass). This tension 
is actualised in terms of strictness and waywardness with relation to the beat (the “feel”) [It´s] playing 
around with’ the beat. This practice can only be possible where the beat is rigidly enforced, because 
otherwise awareness of the degree of latitude involved cannot arise. The tension between ‘wayward’ voice 
or guitar and ‘strict’ kit and bass” (2018). 

98 

 

 



 

 

“volubilidad” (waywardness para Moore & Martin), se refuerza también por el desarrollo 
libre de la percusión (bongos y congas), el cual constrasta con la presición rítmica de los 
bordones - riffs de guitarra en [TDA]. Además, por el contraste de la flauta china y la 
guitarra solista con el carácter regular y repetitivo de la linea melódica de la voz, el 
acompañamiento del chelo y el rasgueo de guitarra rítmica en [TDB(b)]. 

Ahora bien, como se espera en lo progresivo, las tres formas de percepción de la 
temporalidad se manifiestan en estas tres piezas, aunque con articulaciones particulares. 
“La Flor” se percibe temporalmente “vertical” en principio por la duración y extensión 
de sus secciones formales. Estas contienen a su vez los módulos armónicos monocordales 
y repetidos sin mayor variación u ornamentación en [LFA,A2,A3]. Las progresiones en 
[LFB] y [LFC], aunque no monocordales, pierden en cierto grado su noción de 
direccionalidad por la excesiva repetición en combinación con un tempo relativamente 
lento. Sobre esta verticalidad armónico-rítmica, se superpone la temporalidad larga y no 
cíclica que proporciona la mayoría del material melódico, tanto dirigida, como los 
períodos de estructura abierta/cerrada (open/closed) del violín y chelo, como los de final 
abierto (open ended) de la guitarra solista. 

Esta configuración, característica de “La Flor” a nivel intraopus, contrasta con la 
de “Sitting Dreaming” que opta por un mayor equilibrio entre lo discursivo y lo 
musemático. El período melódico de tres frases y la progresión armónica dan un carácter 
narrativo discursivo abierto a la sección [SDA] (ver ejemplo 2 y tabla 3), en [SDB], la 
temporalidad cíclica larga pasa a una más intermedia ya que si bien la repetición sigue 
siendo discursiva, la linealidad ahora se construye a partir de frases de antecedente y 
consecuente más breves (voz) o incluso motívicas (violín y mandolina). Seguidamente, 
el desarrollo musemático no dirigido se reafirma en [SDC] por la repetición constante del 
motivo de segunda menor en el violín y el bucle armónico cromático. 

En “Tondero”, la configuración temporal se da esta vez en sentido inverso. La 
sección [TDA] presenta mayormente una estructura cíclica corta, semidiscursiva, casi 
musemática y no dirigida. Esta se basa en los vamps, bordones y riffs (como los de la 
guitarra y el chelo) y en las frases vocales de un compás de duración (ver ejemplo 3). Es 
en la transición hacia [TDB(a)] donde se produce un gran contraste por la introducción 
del fraseo melódico discursivo del violín y chelo. Es más, su carácter dirigido se 
manifiesta en que esta frase ascendente resulta ser un pasaje de culmina en una tensión 
cadencial e el grado (V). Esto marca una clara intención de “llegada” a un punto (la 
segunda sección formal). En [TDB(b)], esta misma frase al descender únicamente en el 
chelo, se asienta como refuerzo del bucle armónico (guitarra rítmica) y sirve de 
acompañamiento a la frase vocal repetitiva. Esto provoca que en la transición [TDB(a)- 
TDB(b)] se llegue a una temporalidad media de equilibrio en tanto los fraseos libres de 
la guitarra solista y la flauta china continúan y coexisten ahora con la narrativa mucho 
menos discursiva y dirigida del violín y el chelo (ver ejemplo 4). 

Alternativamente, [TDB] puede verse estructurada como un divorcio melódico- 
armónico (Nobile, 2015) dada la relativa independencia del desarrollo melódico del 
chelo, la flauta china, la guitarra y la voz respecto a la armonía. Las melodías parecen 
solo “montarse” sobre la progresión armónica (I III IV V) sin tomar en cuenta la 

99 

 



 

 

funcionalidad cada acorde. Este “divorcio” al final refuerza tanto el carácter cíclico del 
bucle y el discursivo del material melódico. 

Hasta aquí se han visto los aspectos que construyen la unidad y variedad formal, 
así como aquellos que articulan la idea de sofisticación y/o ambición musical. Ahora, 
respecto a nociones como el virtuosismo, la variedad de tempo en “Tondero” y de 
hipermétrica en “Sitting Dreaming” pueden verse como expresión de un virtuosismo 
rítmico-métrico (Macan, 1997). En el caso de “La Flor”, el virtuosismo formal (Macan, 
1997) resultaría dominante de no ser por la imposición del virtuosismo “convencional” - 
destreza de ejecución - presente en la guitarra solista. Los pasajes de guitarra solista en 
[LFC] son los más representativos de esta forma debido a que en su mayoría, los fraseos 
son “típicamente virtuosos”: (lineales, escalares, rápidos y rítmicamente regulares155) sin 
dejar de ser “interesantes” (por los diferentes estilos que evoca). 

Por otro lado, “Sitting Dreaming” y “Tondero” se constituyen evidentemente en 
ejemplos de piezas que ponen en práctica estrategias comunes a mediados de los sesenta 
para evocar “la libertad en el aspecto compositivo” (De Souza, 2022, p.52) como las 
sonoridades “experimentales” o la incorporación de instrumentos ajenos al rock. Sin 
embargo, una vez circunscritas en las corrientes del rock psicodélico y rock progresivo, 
estas piezas muestran mas bien una aproximación “conservadora” a la experimentación. 
“Tondero” no presenta exploraciones más allá de las hechas con el tempo y sonoramente, 
tiene un tratamiento instrumental convencional, es decir, que más allá de la variedad en 
la instrumentación, no se buscan “nuevos” sonidos a los instrumentos, prefiriendo 
abordarlos “como normalmente se tocan”. “Sitting Dreaming” y “La Flor” van en la 
misma línea. Si bien es cierto que la manipulación sonora a través de técnicas extendidas 
está presente en el uso extremo del registro agudo y el tratamiento con slide que se hace 
a la mandolina en [SDC] y a la guitarra solista en [LFA(a,b)], a nivel intraopus, estas 
características son más incidentales que fundamentales. Ahora, alternativamente “Sitting 
Dreaming” tendría un momento “experimental” si se considera [SDC] como una sección 
“extendida” del tema [SDAB]. Aquí la pieza se transforma y adquiere este carácter 
“experimental” por el mayor grado de imprevisibilidad o indeterminación (Costa, 2018) 
que se produce al deshacerse del fraseo melódico estricto. Es de remarcar que si bien la 
descripción que en (De Souza, 2023) se hace de esta sección: “experimentaciones 
sonoras, exploraciones  rítmicas,  de  timbres  y  de  atmósferas  sonoras,  incorporando 
ruidos”(p.45) ilustra  en general  lo que  pasa, esta  es un  tanto imprecisa.  La única 
experimentación “sonora o tímbrica” sería el tratamiento no convencional en la ejecución 
de la mandolina, aunque se puede añadir las apariciones momentáneas de intervalos 
armónicos disonantes (piano). Si bien esto crea una “atmósfera sonora”, esta dista de 
parecerse a las atmósferas convencionales que pretenden emular la estética de la música 
experimental de avant garde, puesto que no es semejante o equivalente a la producida por 
los “ruidos” más “convencionales” a base de cintas o generados electrónicamente (Costa, 
2018). Es interesante apuntar que mas bien, esta “atmósfera” en [SDC] es el resultado de 

155 Estas son características que Pachet (2012) atribuye a una línea “virtuosa”: “Virtuoso phrases are played 
fast, typically 1/16th notes at 120 bpm or more, which represent at least 8 notes per second. This speed 
implies a number of characteristics for these passages that we call ‘linear’ […] (1) played fast (eighth-notes 
or faster), (2) monophonic, (3) without silences, and (4) rhythmically regular” (p.120-121, 124). 

100 

 

 



 

 

ideas musicales puntuales hechas enteramente con instrumentos acústicos como la 
progresión cromática de la guitarra (poco convencional en contraste con los módulos 
armónicos modales en [SDA,B]) y la textura politemática que comprende a su vez el 
fraseo escalar en la mayor del chelo, la repetición musemática del intervalo de 2da menor 
en el violín, así como las frases y disonancias del piano (ver ejemplo 5). 

Ejemplo 5: Esquema de eventos musicales en “Sitting Dreaming” [SDC]. 

[SDC]: elementos constitutivos (atmosfera sonora) 

(repetición) 

violín (2:06) motivo de intervalo de 2da 

hacia el agudo mandolina  

[SDC1] (1:52) 

Frase 2 (himno nacional - parodia) 
(2:19) 

Frase 1 (himno nacional - parodia) 
(2:02) piano  Cromatismo 

hacia el agudo 
Cromatismo 
hacia el agudo 
(2:12) 

hacia el 
agudo 
(4:27) 

mandolina 

[SDC2] 
Frase 3 (“Limeña que tienes alma de tradición” - cita) - piano 
(5:08) intervalos 

disonantes 
(piano) 
(4:34) 

Frase 4 (escala la mayor) - chelo 
(5:11) A-A#-B-C-B-A#-A (progresión cromática) 

Esta variedad temática irregularmente distribuida en [SDC] revela, por otro lado, 
cierto grado de espontaneidad y por ende una tendencia a la improvisación (Brown, 2011) 
como recurso articulatorio de la sección misma, así como contraste con las secciones 
anteriores percibidas como formalmente más estructuradas [SDA,B]. La improvisación 
en tanto espontaneidad se presenta también en el desarrollo de repetición irregular en las 
percusiones (bongos, congas) a lo largo de “La Flor” y en [TDintro,A(a)]156. Desde una 
concepción de la improvisación como espacio de extensión del momento de la 
experiencia (Moore & Martin, 2018), [LFB(b)] se constituye claramente en una sección 
formal de improvisación solista donde, como se espera, el solo de guitarra de fraseo libre 
toma un rol protagónico. [FLB(b)] representa en todo detalle el recurso “típico” de lo 
progresivo de “abrir” la composición e incluir una improvisación sobre un ostinato (el riff 
del violín) remitiendo así a los jams de la psicodelia157. Por último, en “La Flor” es de 

156 Al hablar de los bongós en “La Flor”, Juan Luis menciona: “mira los bongós son improvisados todos en 
la grabación, el bongosero nunca había tocado con nosotros, está flotando”. 
157 Macan (1997) al respecto señala: “even when progressive rock musicians perform their lengthy pieces 
note-for-note, a somewhat improvisatory quality is present. Furthermore, the musicians often try to leave 
at least one section open for improvised solos; in these sections forward motion tends to be temporarily 
suspended by the presence of a ceaselessly reiterated ostinato pattern and/or chord progression underneath 
the solo, so for a moment at least the timeless, acid-imbued ambience of the psychedelic jam is evoked” 
(p.45). 

101 

 

 

 

 

 

 



 

 

remarcar la constante tensión que los rasgos virtuosos, experimentales y espontáneos que 
componen la guitarra solista produce con el tratamiento composicional más estructurado 
del material melódico del violín, el chelo y la mandolina. Esto crea en última instancia la 
sensación de experimentar direccionalidad y orden y al mismo tiempo que libertad y 
exploración. 

Psicodelia 

En este caso, la psicodelia se construye principalmente como “estilo” (psychedelic as 
style) (Echard, 2017) debido al predominio en las piezas de varios significantes 
estilísticos (prototópicos) comunes en las “versiones psicodélicas” de géneros 
anglosajones como el folk (“La Flor”) o el folk-rock (“Sitting Dreaming”, “Tondero”). 
Así, mientras estos géneros actúan claramente como estilos de base (base style), los 
prototópicos provienen de estilos donantes (donor style) cuya función es proveer una 
cualidad “psicodélica” - en sentido estilístico - a estas piezas. Entre estos se tiene para 
empezar la guitarra con slide en “La Flor”, un recurso común en géneros de los sesenta 
como el raga rock. Al imitar el sonido de una cítara158, apunta a un tópico convencional 
de la psicodelia como la música de la India. Ahora, en las tres piezas, instrumentos como 
el violín, el chelo y el arpa y por otro lado, las congas y bongos, construyen una alusión 
genérica y continua a dos universos musicales también recurrentes en la psicodelia de esa 
época como “lo clásico” y “lo latino” respectivamente159. 

Más allá de esta construcción general de tipo base-donante y dada la relevancia 
estilística de los significantes tópicos160, se hace necesaria una revisión más profunda 
sobré cómo la psicodelia se articula a través de estos últimos. 

A grandes rasgos, “La Flor” articula dos campos tópicos contrastantes pero 
conectados en principio por el uso de la técnica del drone161 y cuyo rol unificador se 
construye a pesar de presentarse estilísticamente de formas diferentes. En el campo tópico 
1 [LFA, B, A2, A3], la combinación de una extensa duración de las secciones formales, 
la cualidad monocordal de la armónia y el desarrollo rítmico de repetición regular del 
rasgueo de guitarra produce un drone armónico-rítmico, el cual obtiene variedad al pasar 
por varios centros tonales (ver tabla 2). De otra parte, al ser el drone un significante 
altamente convencionalizado, confiere a toda la pieza una conexión constante con la 
naturaleza “meditativa” y de “atemporalidad” (timelessness) atribuídas a aspectos como 

158 Juan Luis Pereira hace explicita esta intención: “Usé un vasito de vidrio para darle a la canción esa 
melodía similar a la de un sitar (instrumento tradicional de la India y Pakistán), que tanto me gustaba” 
(Gestores Culturales, 2021). 
159 Ya se ha visto que el uso de percusiones “latinas” tiene una relación directa con la influencia en el rock 
de estilo como el latin-jazz (Costa, 2018). Por otro lado, Echard señala el uso comun de aspectos latinos, 
sobre todo rítmicos, en el rock psicodélico de mediados de los sesenta (2017, p.173). 
160 La presencia de estos significantes también ratifica la asimilación por parte de El Polen y los hermanos 
Pereira en particular de los elementos estilísticos característicos asociados a la psicodelia de bandas 
británicas como The Beatles, The Kinks, The Incredible String Band o It´s a Beautiful Day, las cuales 
formaron parte de sus “raíces” o de su “matriz rockera” (De Souza, 2022). 
161 Según Echard “Drones are key to psychedelic style because of their prominence as a signifier in the 
Indian topic but also for more general reasons. Drones of many types are found throughout the music, 
including long passages with minimal chord changes, the use of harmonic pedal tones, and outright drones” 
(2017, p.138). 

102 

 

 



 

 

los mantras de la India, los “viajes” de LSD162 o incluso articular un “exotismo” 
generalizado. Esto se refuerza con otros tipos de drone como los pedales armónicos 
(chelo) en [LFA(c)] y los riffs de acompañamiento (violín, cello) en [LFB(b)]. Estos 
últimos en particular debido a que en una sección extendida de improvisación, como lo 
es esta sección, es fácil perder la noción de su presencia por exceso de repetición. Ahora, 
otro significante común en la psicodelia es aquel que Echard (2017) denomina melodía 
escalar sobre drone (scalar melody over drone), el cual para el autor, refiere en principio 
a cualquier textura arpegiada en guitarra que incluye elementos de drone (una nota pedal 
por ejemplo) (p.134). Al respecto es relevante apuntar que la articulación constante entre 
el drone armónico-rítmico ya visto y gran parte del material melódico (violín, chelo, 
mandolina) articulan este significante de forma muy particular en este campo tópico dado 
que esta vez, no es un instrumento sino gran parte del ensamble el que produce esta 
estructura. Finalmente, en un segundo plano subyace la reminiscencia a “lo espiritual”, 
“lo religioso” o incluso la idea de himno que evocaría la cadencia plagal (sol-fa#) 
producida por la alternancia constante entre el grado I y el acorde ornamental Isus4 (D – 
Dsus4)163 que ejecuta la guitarra rítmica en [LFA]. 

Ahora, antes de pasar al siguiente campo tópico, en [LFB] existe un momento que 
“codifica” lo que Reising (2009) denomina el restablecimiento de la serialidad temporal. 
El solo de guitarra sobre un acompañamiento repetitivo que se desarrolla en [LFB(b)] 
llega en un momento a establecer una sensación hipnótica y circular propia de la 
verticalidad que produce una sesión de improvisación solista sobre un ostinato. Esta 
empieza a “romperse” no obstante, en [LFB(c)] cuando el tema melódico principal 
comienza a “reestablecerse”, primero con variaciones, para re exponerse finalmente en 
su forma original en [LFA2] luego de una acadencia perfecta V I (A D). Este tránsito 
representa en última instancia el retorno a la temporalidad “cotidiana y familiar” que 
sugiere el “tema” principal. 

Por otro lado, el segundo campo tópico comienza en la transición [LFB - LFC]. Esta 
constituye lo que en la psicodelia sería una pausa estructural (the structural pause)164. 
En este punto, “La Flor” parece detenerse abruptamente dejando paso a una sección 
contrastante que se percibe como más “silenciosa”. A pesar de que la métrica se mantiene 
en 3/4, se siente como de rubato generalizado por el cambio a un tempo aun más lento. 
Todo esto confiere una sensación de “vacío” o “choque temporal” y representa el 
momento cuando el “viaje” de expansión hacia un “pasado pastoral” (evocado en [LFA] 
y [LFB]) termina en la llegada a un lugar o momento aun más abstracto de revelación y 
transformación “mística” [LFC]. Una vez en este nuevo campo tópico, el clúster de 
significantes incluye otras formas de drone, en este caso, el diseño a base de nota repetida 

162 “Everett makes a point about the repetitive chord progression that can apply much more generally: it is 
a “type of repetition that may be related to the timeless quality of both an LSD trip and the mantra-based 
meditation in Indian practice” (1999, 66)” (en Echard, 2017, p.111). 
163 Analizando el tema See My Friend (The Kinks), Echard señala al respecto: “Finally, the suspended- 
fourth cadence is reminiscent of a plagal cadence, which brings evocations of hymn tunes and a general 
mood of spirituality” (2017, p.120). 
164 Según Echard “By this I mean a moment where the music suddenly stops and there is an extended 
silence, often after a multimeasure buildup and often with a strongly contrasting section following” (2017, 
p. 99). 

103 

 

 



 

 

(tipo axial)165 de la melodía de la voz y las notas pedal del violín y la mandolina (ver 
ejemplo 6). Respecto al primero, las 4 frases en quechua “inventado”166 que componen la 
melodía carecerían de mensaje verbal concreto (wordless) deviniendo más en un 
significante del exotismo que produce escuchar una lengua “extraña y diferente”167. El 
efecto de reverberación en la voz refuerza esta idea al funcionar como significante de una 
noción tan volátil como la de “algún lugar”168. 

Ejemplo 6: Drones en “La Flor” [LFC]. 

[LFC]: drones 
  melodía tipo axial   

voz 
(quechua 
inventado) 

eje      

frase1 fr.2 fr.3 fr.4 

violín/ 
mandolina 

notas sostenidas 

Por su parte, la transición [LFC - LFA3] construye otro momento de restablecimiento 
de la serialidad temporal. Si bien [LFC] no es una sección de improvisación propiamente 
dicha, como campo tópico sí representa un viraje hacia otro espacio, lugar o momento 
cargado de connotaciones “místicas y cósmicas”169 debido a las características 
contrastantes que presenta respecto al primer campo tópico. [LFC] quiebra la 
configuración establecida por la extensa duración de la pieza hasta ese punto e induce una 
sensación “novedosa”. Es posteriormente, en la transición [LFC - LFA3], que esta 
configuración cambia de nuevo de manera abrupta “reestableciendo” nuevamente la 
familiaridad del tema principal, esta vez, sin variaciones previas y con todas sus 
características “originales”. 

Finalmente, vale la pena apuntar la función tópica dialógica que cumple el timbre de 
la quena en los dos campos tópicos de la pieza. En principio, su alta convencionalización, 
incluso estereotipación, trae “lo andino” directamente al primer plano. No obstante, 

165 Esto refiere a melodías articuladas alrededor de una nota central (Middleton, 1990 en Moore & Martin, 
2018). 
166 Melgar señala que esta linea vocal es una aproximación fonética al quechua y representa “un gesto de 
sintonía “cósmica” entre el postulado hippie de volver a la naturaleza y un idealizado mundo andino” 
(2020). Mi análisis sugiere que lo que conlleva a interpretaciones como las del autor, es resultado además 
del diseño melódico y de la interacción de la voz con los demás elementos musicales dentro del momento 
tópico. 
167 Para Echard, la voz como efecto se configura como un tópico común en la psicodelia en tanto señala 
que “ nonsung sounds that invite attention given their clearly human origin yet also overlap with the wider 
category of extramusical or exotic sounds” (2017, p.164). 
168 Al hablar de los Yardbirds Echard señala: “Echo and reverberation made it seem as though the music 
was coming from a somewhere—from inside an enclosed architectural or natural space or “out of” a specific 
geographical location—and this “somewhere” was often semiotically highly volatile” (2017, p.88). 
169 Si bien Melgar (2020) parece conferir esta cualidad solo a la frase vocal en quechua “inventado”, puede 
pensarse que esta interpretación semiótica resulta en sí de la interacción de este recurso con el resto del 
arreglo. 

104 

   

 

 



 

 

debido a estar inmerso en un tejido musical más propio de las estéticas de rock o folk 
psicodélico, la quena se asocia contextualmente con lo psicodélico (mistificación de lo 
andino) adquiriendo así un carácter también exótico (exotismo psicodélico) (Echard, 
2017) 

Ahora, “Sitting Dreaming” presenta en contraste una distribución tópica más 
homogénea por la recurrencia de algunos significantes prototópicos en todas las secciones 
formales. Para empezar, una sensación de tensión e “intriga” constante es producida por 
la “sirena” (the siren thrill)170 que se construye a su vez en base al motivo interválico 
oscilante de segunda. Este recurso se presenta en menor en la tercera frase melódica en 
[SDA], en mayor en la voz, violín y mandolina en [SDB] y manteniéndose así luego en 
el violín en [SDC]. Por su parte, los patrones rítmicos de marcado regular de pulso de la 
guitarra - [SDA] (negra) y [SDB, C)] (corcheas), articulan la percepción “paso del 
tiempo”, en alusión al marcado de un reloj. Este tipo de acompañamientos de guitarra, 
time passing motives como los denomina Echard, son recursos bastante comunes en la 
psicodelia171. 

A la par de la construcción descrita previamente, [SDC] constituye en sí mismo un 
campo tópico que transforma la representación estilística de la psicodelia. Este empieza 
con una disolución textural (textural dissolve) en tanto el curso de la pieza planteado hasta 
el momento – más modal y con sentido melódico discursivo – cambia hacia el uso de 
material más ambiguo y menos direccionado172. Es decir, la textura anterior se “disuelve” 
para recomponerse progresivamente de un cluster de nuevos significantes “psicodélicos” 
como el efecto “coloristico” (strong color effects)173 que producen tanto la progresión 
cromática ondulante (A-Bb-B-C-B-Bb-A-A) como el tratamiento de la mandolina con 
técnicas extendidas. Así también, la ejecución de manera “teórica” - como un ejercicio - 
de la escala de la mayor en el chelo, produce una simbolización “lúdica” a “lo clásico”, 
En  contraste,  el  piano  hace  su  propia  interpretación  prefieriendo  evocar  cierto 

170 Respecto a este recurso: “This device underscores the ominous, tense mood and is extremely common 
in psychedelic arrangements of the period. There are many variants, but I use the term for passages where 
there is an extended alternation between two pitches, often a major or minor second apart, standing out 
from the rest of the texture and typically imposing an affect of tension or suspense” (2017, p.103). 
171 Para Echard, este prototópico remitiría no solo a la percepción mesurada del tiempo, sino también a la 
experiencia de una forma temporal abstracta, de duración “pura” y ajena a toda idea de medición: “This is 
an extremely common figure characterized by repeated or alternating pitches or chords at slow or moderate 
motor rhythm, usually medium to high register, usually with a fairly percussive timbre such as piano or 
clean guitar. By emphasizing periodic pulsation while at the same time minimizing metrical markers, such 
a figure can evoke the passage of time and/or clockwork. Paradoxically, it can also evoke a feeling of pure 
duration: an experience of temporality in which the usual standards of measurement and relationship to 
real-world events are attenuated or absent” (2017, p.340). 
172 Estas serían las propiedades de este prototópico propuesto por Echard: “I call a textural dissolve […] By 
dissolve I mean a passage where the regular course of the song seems to gradually fall away to be replaced 
by transitional or nondirected material. This could involve a range of factors, such as thinning or dropping 
out of the rhythm section; disappearance of core instrumental timbres (often alongside the introduction of 
more coloristically oriented or pointillistic ones); disappearance of the main melody line and of other strong 
formal markers” (2017, p.231). 
173 “The use of what could be called strong color effects is another harmonic technique of special importance 
to early psychedelia. These are chords that have some striking effect in a local way but do not confuse the 
prevailing tonal organization” (2017, p.97). 

105 

 

 



 

 

“atonalismo” y “ruidismo”174 al utilizar intervalos armónicos disonantes (otro efecto 
colorístico). Por otro lado, la alusión al himno nacional de Perú en del piano (2:03) puede 
considerarse como una tropicalización de la evocación tópica al periodo romántico o al 
siglo XIX (un giro común principalmente en la vertiente británica de la psicodelia). 

Alternativamente, la combinación entre este cluster descrito y los significantes 
prototópicos de las secciones anteriores que se mantienen en este campo tópico [SDC] 
construyen en conjunto un espacio formal de improvisación y experimentación colectiva 
cercano a lo que Echard califica como un developing variation jam, en tanto se trata de 
una sección instrumental sin dirección a un climax, más estática y con una sensación 
“hipnótica” y de divagación175. La sonoridad “psicodélica” tan convencional de [SDC] 
de debe principalmente al claro afecto formal (formal affect) que genera este tipo de 
constructo. Por último, la sensación “caótica”, de aleatoriedad y fluidez que producen 
todos estos significantes, se contrapesa con la “estabilidad” que provee la regularidad 
rítmica de la percusión (pandereta) y el rasgueo (guitarra rítmica) atenuándose de este 
modo, el dramatismo que la psicodelia adquiere en esta parte. 

Por último, desde el enfoque de la codificación musical. El decrescendo hacia el final 
de [SDC] sugiere que la atemporalidad propia del “sueño” o el “viaje” que se produjo en 
este campo tópico se va extingiendo y desvaneciendo dando paso a un “despertar” y a un 
retorno a la concepción temporal de la realidad cuando el crescendo y los acordes de la 
guitarra marcan nuevamente un pulso regular en la reexposición del tema [SDA]. 

Ahora, en el caso de Tondero, una forma de ver la psicodelia es nuevamente como 
dos campos tópicos altamente contrastantes. Básicamente, en [TDA] “tenemos un afecto 
caótico e inquieto que connota un tema épico en un estado de ánimo particularmente 
psicótico y apocalíptico. Luego, [en TDB] de repente tenemos un conjunto diferente de 
temas al final marcados por una sensación mucho más relajada y contemplativa” (Echard, 
2017, p.180)176. Esta caracterización se basa en el contraste estructural entre [TDA] y 
[TDB] dados todos los cambios que ocurren en varios aspectos formales (ver apartado 
anterior). 

Alternativamente, la construcción de la psicodelia puede verse desde el tratamiento 
del tempo. Los cambios de tempo y los diferentes retardos y aceleraciones (ver tabla 4) 
son una forma de evocar no solo la plasticidad temporal, sino también la idea de 
suspensión. Antes de revisar esto, es interesante ver que el “juego” que la pieza realiza 
con el tempo sería una forma de construir, desde la performance, un efecto similar al de 

174 En su descripción, De Souza (2022) advierte también el uso de “ruidos” (p.45) aunque no identifica que 
elementos los producen. Personalmente, aquí me refiero a “ruidismo” solo en un sentido vago relacionado 
solo a los intervalos disonantes del piano, que serían “ruidos” frente a los consonantes. Ciertamente, lo que 
hace el piano estaría lejos de asociarse al ruidismo en tanto corriente experimental dentro de la música 
contemporánea desarrollada a lo largo del siglo XX. 
175 Segun Echard: “I will describe a form of group improvisation called the developing variation jam […] 
this instrumental does not build to a climax like a rave-up and also does not suggest its own imminent 
ending like a vamp. Instead, it develops a much more linear, hypnotic affect. There is also an absence of 
extreme noise techniques and a fairly relaxed tempo, both of which emphasize the relative lack of 
directedness” (2017, p.148). 
176  Esta descripción corresponde a la descripción que realiza Echard del estilo del grupo estadounidense 
Love; sin embargo, describe de manera precisa lo que ocurre en “Tondero”. 

106 

 

 



 

 

variación de velocidad (vari-speed) producto de la manipulación de cintas, un “color” 
común en la psicodelia177. 

Para empezar, la sensación de retardo en la transición [TDA(a)-TDA(b)] y la de 
acelerando en [TDA(b)-TDA(c)] actúan como momentos de distensión y contracción del 
tiempo respectivamente. En la transición [TDA(a)-TDA(b)] se produce un retardando 
progresivo que se siente como un “estiramiento”, este efecto se refuerza por la suspensión 
de la voz en una nota y la desaparición casi inmediata de la sección rítmica. En la 
transición [TDA(b)-TDA(c)] se produce primero una pausa estructural (structural 
pause). La sección rítmica se detiene y aparece súbitamente acorde de F#m rompiendo 
con el módulo cíclico mixolidio (I VII – A G) y generando una ambigüedad modal (frigio 
I/mixo VI). La sensación de suspensión producida por estos factores es rota 
inmediatamente por el marcado de pulso en la guitarra ejecutada en palm mute, con 
crescendo y con acelerando. Al final, la música parece contraerse al retomar su velocidad 
original. 

Otro momento de suspensión se construye en la transición [TDA - TDB]. La 
articulación entre el retardo, la disminución de la dinámica y de densidad (debido a la 
desaparición del material rítmico y melódico) llegan a producir en un momento la 
disolución total de textura (textural dissolve). “Tondero” llega “pacíficamente” a un 
instante de casi silencio total, justo antes de que una temática totalmente nueva aparezca 
con el chelo en solitario. 

Luego de la disolución textural, la sección TDB(a) comienza construyendo una 
representación de la “elevación” (high) producto de la experiencia alucinógena a través 
de un movimiento ascendente, un upward movement (Whiteley, 2003) de gran escala. La 
melodía en solitario del violín y el chelo que asciende escalarmente en el rango de dos 
octavas puede verse como el inicio de un “vuelo”, de un ascenso hacia otro estado de 
conciencia o lugar (en la mente) producto de este “viaje alucinógeno” y que culmina con 
la llegada a “otro lugar” (musicalmente, la sección [TDB]). Este es un paisaje “delicado” 
que parece “flotar” debido al movimiento ondulante del arpa y es “pastoral” y “exótico” 
al mismo tiempo debido a la nueva textura tímbrica que establecen la flauta china, el 
violín, el arpa y la voz. Esta última en particular es “dulce” por su coloratura y por el 
modo mayor de la armonía que la sostiene. Así también, la construcción de este “otro 
lugar” queda reforzada musicalmente en el contraste dramático que [TDB] establece 
respecto de [TDA]. Si [TDB] es este lugar “idílico”, [TDA] representa mas bien el mundo 
real, consciente, material. 

Finalmente, ya inmersos en [TDB] el rasgueo sostenido basado en patrones estables 
(corcheas) de la guitarra rítmica configura otra representación del paso del tiempo (time 
passing motive) semejante al de “Sitting Dreaming”. Por su parte, la coloratura “dulce y 
gentil” de la voz, así como su ejecución con una dinámica suave, aparte de sugerir una 
conexión con un tratamiento vocal mucho más “pop”, insinua la presencia de una voz “de 

177 “This technique is topical insofar as vari-speed effects, and tape editing effects in general, are an 
important psychedelic prototopic” (Echard, 2017, p.341). 

107 

 

 



 

 

ensueño” (dream voice) la cual es evocativa de nociones comúnmente asociadas a la 
espiritualidad como la certeza, la paz o la tranquilidad178. 

Fusión 

Desde una perspectiva morfosintáctica, es evidente la predominancia de numerosas 
convenciones estilísticas que Moore & Martin (2018) determinan como características 
del primer periodo del rock o early rock. 

En “La Flor”, el material melódico de todas las secciones [FLA] presenta hipermetría 
convencional de base 4 (ver ejemplo 1). Por su parte, a nivel de macro forma, la métrica 
convencional del rock de 4/4 predomina en “Sitting Dreaming” y Tondero”, no se 
encuentran enmarcadas en esta métrica únicamente [SDA] (4/4+2/4) y [TDintro, A(a)] 
(12/8). Por otro lado, predomina la armonía base de módulos modales de estructura 
abierta (open ended) en un espectro que comprende estructuras mono cordales, bucles 
(loops) y progresiones más discursivas (ver tablas2,3,4). 

En “Tondero” resulta relevante la serie de giros melódicos convencionales en la 
práctica instrumental de la guitarra solista de estilos como el rock-blues o el hard-rock. 
El fraseo escalar pentatónico descendente al final de [TDA(b)] constituye una frase (lick) 
típica, los motivos a base de estiramientos (bendings) en [TDA(c)] funcionan como 
relleno (fills) melódico. Por su parte en “La Flor”, el motivo del violín y el chelo que 
accompaña el solo de guitarra en [LFB(b)] actúa como un riff (ver ejemplo 7). En 
contraste a esta variedad, en “Sitting Dreaming” no parece haber una guitarra que cumpla 
la función solista. Dicha función es asumida aquí claramente por la mandolina. 

Ejemplo 7: Giros melódicos convencionales de rock en “Tondero” y “La Flor”. 

[TDA(b) - TDA(c)]: lick pentatónico (guitarra) 

[TDA(c)]: fill melódico (guitarra) 

bend 

bend 

[LFB(b)]: riff - motivo de acompañamiento (violín/chelo) 

Violín 

Chelo 

178 Para Echard, “dream voices […] is the use of vocal textures (often backing vocals, but not always) that 
are sweet and dreamy in a conventional pop sense but made so extreme as to seem psychedelically 
otherworldly. There are several elements commonly used to create this effect: lush yet simple harmonies, 
gentle timbre, long notes, scalewise motion or stasis, a spatial location far back in the mix, heavy 
reverberation, and the use of vocables” (2017, p.359). 

108 

 

 



 

 

Respecto a otros marcos estilísticos, la regularidad y estabilidad métrica en 3/4 del 
acompañamiento de guitarra rítmica en “La Flor” constituiría el rasgo más alusivo al folk 
anglosajón y sería, junto con la instrumentación acústica, el responsable en gran medida 
de la tipificación de la pieza como un folk psicodélico. La tradición clásica se encuentra 
representada en la cadencia tonal perfecta (V I - A D) – el “residuo” de la lógica tonal 
para Moore & Martin (2018) que se produce en la transición [LFB-LFA2] (guitarra 
rítmica). Este elemento tan representativo se produce de manera muy particular en 
Tondero. En TDA(c), el movimiento escalar ascendente del chelo y violín – clásicos – 
finaliza delineando un acorde V (D) que resuelve en lo que puede describirse como “un 
gran I” dado que [TDB] se construye en total a base de material tonal en sol mayor. Por 
su parte,  la  marinera  adquiere  relevancia  a  nivel  formal  por  el  uso  de  la  métrica 
sesquiáltera. Esta se produce entre las melodías de mandolina (3/4) y violín (6/8) en 
[LFB(a)] (ver ejemplo 8) y entre el riff de violín y chelo (6/8) y el acompañamiento de 
guitarra (ambivalmente 3/4 - 6/8) en [LFB(b)]. Ahora, existe una instancia puntual del 
afroperuano, específicamente del festejo y se da – irónicamente - en “Tondero”. [Tdintro] 
articula en conjunto subdivisión ternaria (12/8) y el bordoneo convencional de guitarra 
basado en notas del acorde – en una progresión tonal mayor (I IV V) - de un compás de 
duración (ver ejemplo 3). 

Ejemplo 8: Métrica sesquiáltera (marinera) en “La Flor”. 

[LFB(a)]: métrica sesquiáltera (marinera) 

… cont. frase escala ondulante (mandolina) 

motivo de acompañamiento rítmico (violín) 

Ahora bien, desde una perspectiva semiótica, la sonoridad acústica y “metálica” 
de la guitarra y de la mandolina estalecen una alusión contínua a “lo folk”, aunque esta 
capacidad tópica no sería tan relevante en una pieza como “La Flor”, como en “Sitting 
Dreaming” – estilísticamente más asociada al rock179 o en “Tondero”, donde predominan 
“lo afro y lo rock”180 y siendo “lo folk” en estos casos el estilo donante. Por su parte, 
mientras el timbre de la flauta china topicaliza lo “exótico” en [TDB], la alta 
convencionalización de la quena hace lo propio con lo andino en “La Flor” sin necesidad 
de desarrollar ningun material melódico “andino”. De hecho su función es mayormente 
ornamental. Por su lado, la carga semántica (Sad, 2020) de la mandolina resulta 
significativa en estas piezas. Bien podría ser una remisión lejana o un símbolo de la 

179 Segun Melgar (2018, 5 de marzo). 
180 Según De Souza (2022). 

109 

 

 



 

 

música medieval181, sobre todo en “Sitting Dreaming”, donde no ejecuta fraseos alusivos 
a la marinera (por la métrica) como “La Flor”. Asimismo, aparte de su asociación con lo 
folk o lo medieval, deviene también signo de lo andino o el folclor, aunque esto desde un 
mayor nivel de competencia ya que esta asociación no es necesariamente tan generalizada 
como en el caso de la quena. Por su parte, el timbre de los bongos, las congas o el huiro 
en “Tondero” topicalizan la música caribeña, latina o tropical en general. Del mismo 
modo que con la quena, esto se refuerza debido a la aproximación más improvisada y el 
rol ornamental de estos instrumentos ya que, a nivel rítmico, no ejecutan ningun patrón 
asociado a un género en particular. Por su lado el violín, el chelo, el arpa y el piano 
remiten a la música clásica aunque de modos diferentes. En el caso de los dos primeros, 
su desarrollo sintáctico melódico se aproxima más a esta tradición que al folk y mucho 
menos a la música andina. A pesar de que el violín es un instrumento muy usado en varios 
estilos andinos, su timbre no tiene poder evocativo suficiente en el contexto estilístico de 
estas tres piezas. Por último, tanto el arpa y el piano tienen ambos rol ornamental (de 
coloratura), aunque el primero alude puntualmente a lo clásico en todo esplendor en el 
movimiento escalar ondulado en [TDB] y el segundo funciona más como piano o teclado 
de rock por el apoyo rítmico a la guitarra. 

Existen a su vez, otros momento puntuales relevantes desde un enfoque semiótico. 
Desde ciertas competencias, el consecuente de la melodía de la mandolina y violín en 
[SDB] y aquella del violín en [SDC] podrían ser una alusión a lo andino por su diseño a 
base de pies rítmicos de sincopa de un tiempo y galopa, redundantes en el fraseo del 
huayno (Romero, 2022, p.42)182 (ver ejemplo 9). Esta alusión podría basarse en parte en 
la “huella” - morfosintácticamente más andina – que el material melódico de la pieza 
anterior (“Valicha”) deja en la memoria183. Esta alusión podría basarse en parte en la 
“huella” - morfosintácticamente más andina – que el material melódico de la pieza 
anterior (“Valicha”) deja en la memoria184. 

Ejemplo 9: Alusión a “lo andino” (pies rítmicos de huayno) en “Sitting Dreaming”. 

[SDB] 

violín 
mandolina [SDC] 

181 Ya se ha visto en la primera parte del análisis como Juan Luis Pereira relaciona este instrumento en 
principio con la musica antigua al escuchar los discos de grupos como los Rolling Stones. 
182 Por otro lado, para justificar esta carga semiótica, Carrasco (2022) apunta: “El percusionista y productor 
Martín Venegas hace hincapié en el ritmo de la melodía y que esta ya sugiere la rítmica de la música. Se 
podría ejecutar una melodía sin acompañamiento y, por consiguiente, la melodía ya nos sugiere la rítmica 
del estilo. «Desde ya, las líneas melódicas llevan un ritmo implícito” (p.57, las cursivas son mías). 
183 De hecho, el diseño ritmico de la frase en [SDB] y [SDC] es similar al que se encuentra en “Valicha” 
[VLA], así como en “El Hijo del Sol” [HSC, G]. 
184 De hecho, el diseño ritmico de la frase en [SDB] y [SDC] es similar al que se encuentra en “Valicha” 
[VLA], así como en “El Hijo del Sol” [HSC, G]. 

110 

  

   

 

 



 

 

Por su parte, la aparición puntual del patrón rítmico de batería estándar del rock 
(back beat)185 en su forma más convencional en [TDA(b,c)] articula al early rock como 
un tópico fuera de la esfera intraopus. Esto debido a que es la única vez que este recurso 
aparece en todo el repertorio y por ello, es difícil que no remita a las bandas de rock de 
mediados de los sesenta. Finalmente, la guitarra solista en [LFC] es un campo semiótico 
en sí misma ya que la diversidad de elementos melódico-temáticos aluden a diferentes 
tipos de música que van apareciendo de manera secuencial. La remisión al flamenco 
producida por los rápidos fraseos escalares sobre un contexto armónico habitual al género 
(modo frigio) se alterna con breves pasajes melódicos alusivos al blues, por el uso de 
técnicas como el string bending (7:30), y a lo andino o criollo, por la armonización de la 
melodía por terceras (8:08). 

Hasta aquí se han determinado los elementos morfosintácticos y semióticos 
involucrados, se revisan ahora sus interacciones a modo de comprender los tipos y formas 
de relectura y tensión que se construyen entre estos. 

“La Flor” se articula como un espacio liminal continuo - un broken middle (Fellez, 
2011) – donde se construye una tensión [folk-rock-clásico] por la coexistencia vertical de 
una instrumentación acústica (folk), la hipermetría mayormente regular y el desarrollo 
solista de la guitarra (rock) y los timbres de chelo y violín, así como la estructura periódica 
de tipo abierta/cerrada (open closed) de las melodías (clásico). Esta tensión se transforma 
al abandonar momentáneamente lo clásico en [LFB]. Aquí, las armonías monocordales y 
modales y el material melódico (frases, riffs y solo de guitarra) se ponen en tensión con 
la métrica sesquialtera (3/4-6/8) articulando una tensión [rock/folk – marinera]. El uso 
deliberado de un recurso formal como una métrica para articular la marinera186 muestra 
la construcción de la fusión de tipo aleatorio-sistemático (Parthapratim, 2014) ya que 
sugiere el conocimiento de este parámetro como elemento idiomático del género. A su 
vez, [LFB] es una traducción de la marinera desde el lenguaje del rock ya que se articula 
rítmicamente pero conserva parámetros más propios del rock como la armonía modal (ver 
tabla 2) y una sección de solo de guitarra,. En otro sentido, “La Flor” desde el enfoque 
núcleo-caparazón (machete-palette)  tiene  la  armonía  (rock, folk),  la  métrica  (rock, 
marinera), la melódia y textura (clásico, rock) como aspectos de base y los timbres de 
quena y bongos (andino, latino) como ornamentos. 

Esta misma construcción caracteriza a “Sitting Dreaming”. Los módulos modales, 
el predominio del 4/4 y rol de guitarra solista - adoptado por la mandolina, constituyen 
el nucleo (rock). Las remisiones a lo latino de la percusión y a lo andino del diseño rítmico 
de la frase (mandolina y violín) en [SDB] son en este caso, ornamentos bien subyacentes. 

185 El back beat es una de las “claves” o patrones más convencionales del rock. Moore & Martin (2018) lo 
describen: “The snare sounds on the off- or back-beat, a cymbal sounds even quavers (twice per beat) and 
the bass drum […] plays on beats one and three, and sometimes in between […] I shall call this pattern the 
‘standard rock beat’ […] I do suggest that it is has become a fundamental technique for the rock drummer”. 
186 Según Juan Luis Pereira: “Esta pieza tiene varias partes que fusionan distintos géneros, como la 
marinera, por ejemplo, en la parte que empieza el solo de mandolina. Le quise incorporar ese aire de 
marinera un poco a propósito porque mi intención era hacer fusión, y fue parte de un experimento” 
(Gestores Culturales, 2021). Durante la conversación personal retifica: “esa fue la primera cosa que se me 
ocurrió de fusión [canta el ritmo] meterle eso, y combinaba muy bien con el rock”. 

111 

 

 



 

 

Sobre esto existe constantemente la tensión [folk-rock] si consideramos la 
instrumentación acústica. 

Por otro lado, la relectura del festejo en “Tondero” se articula desde lo armónico. 
V)187 El bordón de la guitarra basado en la armonía tonal convencional (I IV de 

[TD(intro)] se adecua a una armonía ambimodal (A G E) común en el rock en [TDA(a)]. 
Este bordón se transfiere incluso a un instrumento “clásico” (chelo). A su vez, la ausencia 
de claves rítmicas y el desarrollo más improvisado de la percusión (congas y bongos) 
aluden vagamente lo latino y lo afroperuano188. Puede decirse además que [TDA(intro)] 
y [TDA(a)] construyen una tensión múltiple [folk-rock-afroperuano] por las guitarras 
acústicas de cuerdas metálicas (folk), la ejecución con fuerte dinámica, la armonía modal 
(rock) y el bordoneo (afroperuano). Ahora, en la transición [TDA(a)-TDA(b)] ocurre lo 
que Parthapratim (2014) denominaría una fusión de resolución (problem solving) o un 
cruce estilístico (stylistic crossover) en términos de Covach (1999). Si ya [TDA(a)] 
presenta una tensión desde lo armónico entre afroperuano y rock, en esta transición, al 
finalizar la línea vocal (but in my mind…), lo afro en “Tondero” se va transformando y 
adquiriendo progresivamente un perfil mucho más “rockero”. El cambio de 12/8 a 4/4 es 
“suavizado” por el retardo, esto permite el ingreso gradual del patron de bateria (back 
beat) junto con un nuevo modulo armónico (mixolidio I VII – A G). En [TDA(b)], se 
termina confirmando un arreglo convencional de rock que abandona completamente los 
recursos del afroperuano. La pieza se desarrolla dentro del rock hasta llegar a [TDB] 
donde nuevamente transiciona a una nueva configuración liminal (broken middle). El 
desarrollo melódico del violín y el chelo, así como el timbre del arpa (clásico) se 
tensionan con la métrica de 4/4, el bucle (loop) armónico y la voz de cabeza (rock) y estos 
con el sonido acústico de la guitarra y la flauta china (folk). 

A modo de integrar todos estos procesos, puede decirse que las tres piezas se 
articulan en gran medida en base a aspectos convencionales del rock. Estos aspectos 
comprenden la hipermetría regular del material melódico y la estricta división de roles 
entre guitarras (rítmica y solista) en “La Flor”, así como la métrica de 4/4 y las armonías 
modales que son predominantes en “Sitting Dreaming” y “Tondero”. Desde una 
perspectiva de actitud hacia la fusión, ello nos llevaría a pensar en una orientación 
mayormente “auténtica” (Parthapratim, 2014) ya que en general, los parámetros del rock 
son solo interpelados en situaciones puntuales por otras convenciones estilísticas. 
Además, si bien se ha advertido que existen tensiones continuas entre lo rock y lo folk, 
estas no serían lo suficientemente disrruptivas, de ahí que las piezas se puedan catalogar 
como folk rock (género) y no como una tensión de fusión. En contrapeso, el sentido hacia 

187 El bordoneo sería producto de la estandarización de ciertas normas estilísticas de la música afroperuana 
que se dieron a nivel institucional durante los años 70: “En el caso del festejo, el patrón usual de la guitarra 
en un inicio fue básicamente rasgueado y se fue transformando en ostinatos pulsados que daban al género 
una polirítmia más firmemente anclada a la relación entre las métricas de 3/4 y 6/8 (León, 2015, pp. 232)” 
(en Carpio, 2021, p. 62), Por su parte, al estudiar el tema “El Surco”, Carpio alude lo convencional de esta 
armonía cuando dice que “en casi toda la canción, excepto las secciones B, la progresión de acordes consta 
de solo 3 grados de la escala mayor de E: los grados I, IV y V. Estos tres son presentados con un ritmo 
armónico que los incluye a todos en un solo compás” (p.44). 
188 En (Carpio, 2021) se reseña lo controversial que es la influencia de lo caribeño y lo tropcal en lo 
afroperuano,  aunque  todas  las  opiniones  convergerían  en  apuntar  la  progresiva  incorporación  de 
instrumentos como las tumbas, los bongós y el cencerro en la musica afroperuana (p.60). 

112 

 

 



 

 

la “originalidad” – lo que hace que estas tres piezas no sean de tokens estrictos de rock 
progresivo, psicodélico o de folk rock - radica en parámetros como la métrica sesquiáltera 
que condiciona el tratamiento melódico y rítmico y hace que [LFB] sea prácticamente 
una sección de marinera difícil de pasar desapercibida. Así también, el bordón de festejo, 
tanto en su forma convencional como modificada en [TDA(a)], o el chelo, que 
momentáneamente parece adquirir en [TDA(b,c)] una función de bajo (bass guitar) por 
el refuerzo armónico con notas fundamentales, sacan momentáneamente a “Tondero” de 
los marcos estrictos del rock. Por último, “Sitting Dreaming” se percibiría enteramente 
como un folk rock sin de no ser por reminiscencias locales como la frase de diseño rítmico 
“andino” en [SDB], la parodia del piano al himno nacional (2:03) y al vals criollo 
“Limeña”189 (5:09) en [SDC]. 

2.2.2. Temas de “raíz andina”: Mi Cueva, El Hijo del Sol, Concordancia. 

Progresivo 

Para empezar, “Concordancia” no trabaja la influencia clásica de manera “ortodoxa” 
ya que no pretende tomar ningun formato convencional académico. A nivel macro, luego 
de la introducción, la sección [CDA] es repetida cuatro veces diferenciándose por la 
alternancia entre presentaciones instrumentales [CDA1,2] y vocales [CDA3,4]. Se 
reexpone luego de manera vocal [CDA5,6] después de una sección temáticamente 
contrastante [CDB] y da paso a la sección final [CDC]. Desde un punto de vista 
académico, esta configuración podría entenderse como una forma ternaria: A [CDA1-4] 
B [CDB] A [CDA5,6] con coda. Sin embargo, resulta más relevante advertir que la pieza 
–en contra de la idea de no adhesión a marcos estilísticos específicos – se basa 
mayormente en las estructuras del huayno. Así, [CDA1-6] son estrofas vocales e 
instrumentales y [CDC] es una fuga190. En este contexto, [CDB] configura una sección 
“atípica” que evita que la pieza reproduzca de forma ortodoxa de la forma convencional 
de huayno (estrofas-fuga)191. Con esta sección la pieza se aproxima a una forma 
seccionada de movimiento único (single movement sectionalized form) (Macan, 1997) ya 
que en este caso, se expande una forma folclórica insertando una sección de interludio 
(ver tabla 6). 

189 Juan Luis recuerda: “es el himno nacional y ´limeña que tienes alma de tradición´ [canta]”. Respecto a 
este último se trataría una composición de Augusto Polo Campos. Juan Luis probablemente escuchó la 
versión de la cantante Edith Barr. La versión puede escucharse en: 
https://www.youtube.com/watch?v=6I9GWEa4EwU 
190 Se toma como referencia la estructura sugerida en (Carrasco, 2022): “una estructura típica de los huaynos 
ancashinos: Introducción, Estrofa, Instrumental, Estrofa, Fuga, Remate”. Carrasco da a entender que lo 
típicamente ancashino es la parte del remate. Se infiere por tanto que las otras secciones formales son 
comunes a huaynos de otros lugares (p. 34). 
191 Es posible tomar como “forma convencional” tanto la estructura basada solo en estrofas o la de estrofas 
y fuga - como en este caso, ya que en cualquier caso, el punto a enfatizar aquí es la inserción de una sección 
no convencional. 

113 

 

 

http://www.youtube.com/watch?v=6I9GWEa4EwU


 

 

Tabla 6: Estructura y elementos formales (Concordancia). 

114 

     CONCORDANCIA [CD]     Secciones formales analíticas [CDintro] [CDA1] [CDA2] [CDA3] [CDA4] [CDB] [CDA5] [CDA6] [CDC] 
Tiempo 0:00 – 0:23 0:23 – 1:04 1:04 – 1:48 1:48 – 2:32 2:32 – 3:15 3:15 – 4:47 4:47 6:13 6:13 – 7:35 

Forma convencional“aumentada” Huayno -estrofa Interludio (sección “aumentada”) Huayno - estrofa Fuga de huayno 
Tempo .J= 75-80 bmp 

 
Métrica 2/4 – 3/4 [3/4-2/4] [4/4 – 3/4] [2/4]  

4/4 
[3/4-2/4] [4/4 – 3/4] 

[2/4] 2/4 - 4/4 

1/4 1/4 
 

Letras (marcas clave) 
 

instrumental 
Cuando la luna redonda está Y      

se ilumina la oscuridad       Vienen 
de lejos hacia un lugar Duendes y 

magos a concordar (bis) 

Cuando la luna mágica está    
Cuando mil luces del cielo caen 

quedaron todos en realizar Llevar    
su magia hacia la ciudad (bis) 

 
Instrumental 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Misma configuración 
que A3,4 

 

Que me crezcan alas   
Que me hablen los magos 

Quiero estar presente 
Cuando lleguen ellos 

Sección rítmica Ornamental (triangulo) Guitarra ritmica (rasgueo):l.l. ; guitarra rítmica: homorrítmia con melodía  (rasgueo): semicorcheas 
(guitarra, mandolina) 

Progresión armónica V -I (B-Em) Bimodal (mayor) (IV I – C G) (menor) (V I – B7 Em) Tonal (mi menor) IV-
I (Am Em) V I (B Em) 

Bimodal (I mayor, I 
menor) (G Em) 

 
 
 
 
 
 
 

Material melódico 
 

 
 
 
 
 

Open ended 
Riff/bordón ascendente 

(guitarra) Secuencia 
descendente (violín) 

 

open closed 
[estrofa] 

período: 4 frases aa´bb (A1,2 – rondin) (A3,4 – voz)             
período: 4 frases aa´ [unisono/octava] bb [rep. nota] (violín en A3,4) 

 
open ended 

[codos entre versos] 
riff/bordón (guitarra) 

 
[codo final, final de estrofa] 

Violín: 
frase tipo abccccc escalar ascendente y motivo repetido (A1) 

Secuencia descendente (A2) 
 

Riff/bordón escalar ascendente (mandolina, guitarra) 

Open closed  
frase de tipo aabb 

(guitarra) 
 

Mandolina: secuencias (refuerzo armónico): 
frase tipo aabb (x2) 
frase tipo ccdd (x3)         

frase tipo aabb (rep.motívica de cierre) 
 

open ended                                
Violín: nota sostenida (continuo - mi) 
Rondín: rep. motívica; frase tipo aabb 

Voz: nota repetida (ornamental) 
 

[codos final] 
riff/bordón (guitarra) 

 
 
 
 

Open closed  
frase de tipo aaab 

(voz) 
 

Open ended        
Frase de tipo aaa (2da 

voz) 
 

 
 
 
 
 
 
 
 

Textura 
 

 
 
 
 

monofónica linea  
melódica politímbrica 

(guitarra-violín) 
 

polifónica estructura         de 
[pregunta – guitarra] – 

[respuesta -violín] 
 

 
 

[estrofa] 
polifónica 

estructura de [pregunta – rondín] – 
[respuesta -guitarra] 

 

[estrofa] 
polifónica 

estructura de [pregunta – voz] – [respuesta -guitarra] 
 

Homofónica: Línea 
melódica (voz, violín en frases 1,2) 

contra canto (violín – frases 3,4) 

 
 
 
 
 

Polifónica – contrapuntistica (relativa independencia 
melódica) 

(guitarra-mandolina) 
 

Homofónica Línea 
melódica (guitarra, mandolina) 

Continuo armónico (rondin, voz) 
 

 
 
 
 
 
 

polifónica estructura    
de [pregunta – 

respuesta] (voces) 
 [codo final] A1,3: 

homofónica 
Linea melódica (violín) – acompañamiento rítmico armónico (mandolina – guitarra) 

 
A2,4: polifónica estructura                     

de [pregunta – guitarra, mandolina] – [respuesta - violín] 

Acompañamiento cordal: rasgueo de guitarra Acompañamiento cordal: rasgueo de guitarra y 
mandolina 

 
 
 

Temporalidad 
 

 
 

no dirigida semidiscursiva 
riff/secuencia   
Vamp armónico 

 

dirigida discursiva desarrollo              
melódico por estrofas (períodos) con sentido de resolución tonal 

Progresiones y cadencias armónicas 
 

no dirigida semidiscursiva (codos) 
Frases cortas con sentido de resolución tonal 

Modulo armónico (vamp) V I 

 



 

 

En contraste, “El Hijo del Sol” tiene una aproximación más clara al enfoque sinfónico. 
Aunque puede ser vista como una suite de 4 partes (De Souza, 2023, p.46), lo cierto es 
que formalmente la pieza sería más compleja. Luego de la introducción, de la sección 
[HSA], expuesta una vez de forma instrumental [HSA1] y luego tres veces de forma vocal 
[HSA2,3,4], refleja en su carácter estrófico la intención del grupo de aludir un himno192. 
Luego de esta “exposición temática”, se da paso a una secuencia de secciones 
relativamente contrastantes [HSB,C,D,E]. las cuales constituyen en conjunto la 
aproximación más clara a lo que sería una “suite clásica” en todo el repertorio debido a 
su variedad temática, relativa autonomía y discreción formal193. Luego de esta “suite”, la 
pretensión de alcanzar las “grandes formas” (una sonata por ejemplo) se muestra en lo 
que sería la “reexposición” [HSA5-7], aunque de modo más funcional, el retorno al tema 
(el himno) simplemente reconfirma un sentido de unidad luego de la sensación de 
diversidad que provocan las secciones anteriores. “El Hijo del Sol” se muestra más 
“ambicioso” aun al continuar con las secciones [HSF,G], las cuales hacen que este 
concluya “como un tema tradicional” en tanto estas formalmente obedecen a los 
parámetros de una “fuga de huayno” (De Souza, 2023, p.46) (ver tabla 7). Así entonces, 
se ejemplifica lo que Macan (1997) considera la “verdadera” dimensión sinfónica ya que 
la pieza en sí alterna largos pasajes instrumentales [HSB,C,D,E,F] y secciones vocales 
[HSA2-7] que funcionan como canciones relativamente independientes (el himno en sí 
mísmo). 

Por otro lado, la unidad macroformal en “Concordancia” y “El Hijo del Sol” se logra 
también desde la armonía. En sintonía con los marcos estilísticos del huayno, las dos 
piezas se alejan de la heterogeneidad modal y adoptan la bimodalidad194 manteniéndose 
además en el mismo centro tonal a lo largo de toda su estructura (Sol mayor/Mi menor y 
Do mayor/La menor respectivamente). Asímismo, se recombinan los mismos grados 
armónicos (I III IV V VI) para estructurar varias progresiones, muchas comunes en el 
huayno195. A ello se suma el uso constante del módulo cadencial (V I) al final de las 
subsecciones. 

192 Juan Luis refiere: “yo pensé en una onda, en un sentido como un himno, la música, la melodía la hizo 
Raúl más que nada, yo tambien colaboré en la melodía de la canción y la letra, pero en la estructura yo 
quería hacer algo sinfónico, como un desarrollo, [canta HSB]”. 
193 Se alega esta autonomía relativa por el uso repetitivo de las cadencias V-I en modo menor (E-Am) al 
final en las partes finales de cada subsección. Es este recurso el que confiere el carácter discreto y “cerrado” 
a cada una de estas subsecciones. 
194 Sobre la bimodalidad en el huayno debe considerarse que según Robles Torre “la estructura musical del 
huaino surge de una base pentatónica de ritmo binario” (2003, en Ferrier, 2010, p.21) A su vez, sobre la 
pentafónía andina Holzmann señala que: “sus melodías giran casi siempre, alrededor de dos centros tonales: 
uno, en la primera parte, corresponde al clásico modo “mayor” y el otro, en la parte conclusiva y de forma 
descendente – cadencial, al modo “menor” (1968, p.29, en Mendivil, 2018, p.82). 
195 Entre estas, el módulo armónico relativo menor/relativo mayor (I – III) surge de la cualidad pentatónica 
ya que son las dos únicas triadas ejecutables en el marco de la escala pentatónica (Ferrier, 2010, p.22). Por 
su parte Carrasco (2022) menciona el uso del V grado y el VII grado para finalizar los huaynos (p.52) y en 
muchos de sus ejemplos se advierte la progresión V I (mayor) V I (menor). Así también, señala que hay 
huaynos que utilizan los grados VI (en menor) – IV en mayor y el V/III (en menor – V en mayor). 

115 

 

 



 

 

El caso de Mi Cueva es particularmente distinto a todo lo visto. Se trata únicamente 
de tres subsecciones en secuencia [MCA,B,C] (ver tabla 8) lo que sería otro ejemplo de 
construcciones a base de adición de patrones (additive patters) (Moore & Martin, 2018) 
aunque esta vez no hay repetición total de la forma como en “Sitting Dreaming” o 
“Tondero”. Dado esto, la unidad macro formal recae en aspectos formales como la 
hipermetría mayormente regular de base 4 y la estabilidad de tempo en todas las secciones 
(ver tabla 8). En contraste con las dos piezas anteriores, Mi Cueva utiliza la dimensión 
armónica para generar variedad a pesar de utilizar incluso menos recursos (acordes) ya 
que la armonía en cada subsección pasa a ser más relevante y representativa196. 

Un ultimo aspecto es el uso de los instrumentos y sonoridades “clásicas”. En 
principio, dado que las piezas de “raíz andina” aquí analizadas pertenecen al segundo 
álbum Fuera de la Ciudad (1973), ya no se encuentra el dúo violín/cello presente en el 
primer disco Cholo (1972). La consecuencia es que la sensación “orquestal” lograda en 
el balance grave/agudo de este formato instrumental “clásico” en piezas como “La Flor”, 
se atenúa de algún modo al quedar únicamente el violín. Ahora, en “El Hijo del Sol” el 
coro grupal femenino al unísono en [HSA] resultarí ser lo más significativo en la 
construcción de una textura tímbrica asociada a lo sinfónico. Esto debido a que, como en 
el primer disco, el arpa mantiene una participación puntual y una función mayormente de 
coloratura y marca de transición - entre las repeticiones de [HSA] – similar al de TDB(a). 
Por su parte, otras percusiones de tipo orquestal como las campanillas y el triángulo 
cumplen también una función mayormente ornamental. 

Por otro lado, resulta interesante observar cómo en estas tres piezas, la tendencia 
de lo progresivo al uso de métricas irregulares parece compatibilizar con la libertad 
métrica característica de musicas como el huayno197. Ya se ha mencionado que “Mi 
Cueva” y “El Hijo del Sol” recurren mayormente a una hipermetría regular de base 4 en 
el material rítmico como en el melódico. No obstante, y en contraste con esta regularidad, 
en [HSE] se puede advertir una polimetría derivada del fraseo melódico que sugiere 
agrupaciones en 2/4, 3/4 y 5/4. De la misma manera, en [CDA] se configuran frases 
agrupables en 2,3 y 4 pulsos – nada inhabitual si se considera que está basado en el 
huayno. Asimismo, [MCC(a)], [HSC] y [HSG] presentan extensiones métricas de ¼ al 
final de las frases regulares de 4/4 provocando el quiebre o interrupción de la regularidad 
métrica. Más adelante se vera las implicancias que este fenómeno tiene alrededor de la 
fusión entre el rock y la música andina tanto a nivel formal como semiótico. 

196 MCA (tonal menor V I), MCB (modal ionio, mono cordal I), MCC(a) (bimodal I mayor/menor), MCC(b) 
(modal ionio, mono cordal I). 
197 Según Ferrier (2010) a nivel ritmico las melodías en el huayno presentan frecuentemente agrupaciones 
impares de pulsos, sugieriendo sin embargo sentirlas en un compas de ¼ o sin indicador determinado (p.22). 
En (Roel, 1990) se da a entender que el huayno (el cusqueño en particular) utiliza con holgura este compás 
de ¼ y con ello incluso “quiebra permanentemente la regularidad métrica propia de la musica tradicional 
europea” (p.49). El músico Ruben Concha señala por su parte que el uso de compases de 2/4 o 3/4 es 
solamente para facilitar la lectura de una transcripción prescriptiva y al igual que Ferrier, concuerda con 
que el ritmo debe llevarse al pulso (1/4). 

116 

 

 



 

 

Tabla 7: Estructura y elementos formales (El Hijo del Sol) 

0:00 – 1:11 1:11 – 2:10 2:10 – 4:40 4:40 – 5:30 5:30 – 6:19 6:19 – 6:31 6:31 – 7:35 7:35 – 8:25 8:25 – 8:46 8:46 – 11:33 11:33 – 12:02 12:02 – 13:45 

117 

    EL HIJO DEL SOL [HS]     Secciones formales 
analíticas 

[HSintro] [HSA] [HSB] [HSC] [HSD] [HSE] [HSA] [HSF] [HSG] 
 1 2-3-4 a b a b 5-6-7 

Tiempo                         Forma Intro 
(preludio) Tema (himno) transición Desarrollo-interludio (suite) reexp. tema 

(himno) Coda (huayno y fuga de huayno) 

Tempo  
 

rubato 
 

 = 80-86bpm acelerando (80-150 
bpm);  = 80-86 bpm acelerando 

(65 - 80 bpm) acelerando (80-100 bpm) 

 
Métrica 

 
4/4 

 
4/4 

 
4/4 – 1/4 

 
2/4 4/4 – 2/4 (cadencia 

final) 

 
2/4 

1/4 [fraseo 
en de grupos 
3 y 5 pulsos] 

 
4/4 

 
4/4 - 1/4 

Letras (marcas clave)   

Sección rítmica 
 

Rasgueo en 
tremolo 

(guitarra) 

 
(        JJ) bombo, rasgueo guitarra, 

marcado de sección (triangulo) 

     (bombo) 
acentuación final de 
frase (cascabeles) 

 
Rasgueo (mandolina), JJ  

(bongos) JJ(cascabeles) 

 
.J)]j (bombo) 

 

 
JJ (bongos) 
JJ(cascabeles) 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Misma 
configuración 
que A (1-4) 

 

acentuación final de 
frase (voces, 

cascabeles, triangulo) 

Galopa (cascabeles) 
JJ (bongos) 

Motivo – acentuación final de 
frase (bombo) 

 
 

Progresión armónica 
 

Tonal 
menor (I 
VII - I V) 

(Am G Am 
E) 

 
vamp V I (Am E) – VI I V I (Am C G C) 

(x2) - III I V I (C Am E Am) (x2) – vamp V I 
(Am E) 

 

Menor: I VII V I (Am G 
E Am) 

 

 
bimodal: mayor IV I IV I [F C F C] - I 

V I [C G C] menor V I (E Am)    
C(b): vamp V I (Am E) 

 
Bimodal (HSD, HSEb): mayor V I [G C] menor V I [E Am] 

E(a): mayor (implícita) 
HSD: vamp V I (Am E) al final 

 

Bimodal: mayor V I [G 
C] menor V I [E Am] 

 

 
bimodal: mayor IV I IV I [F C 
F C] - I V I [C G C] menor V I 

(E Am) 

 
 
 
 

Material melódico 
 

 
 

Arpegios 
(quena) 
Nota en 
tremolo 
(violín, 

mandolina) 
 

Open closed 
[estrofa]               

período: 4 frases de tipo aabb (violín – A1, 
voces – A2-4) 

notas sostenidas (violín – A2-4)) 
 

Open ended 
frases cortas (quena) (mandolina – A2-4) 

arpegio (arpa) 

Open closed           
Frase escalar ascendente 

con resolución tonal 
(guitarra, violín, 

mandolina) 
 

[progresiva 
simplificación: de frase 

periódica a motivo 
rítmico] 

Open closed 
período: 4 frases de tipo aabb´ 

(intercalado entre violín, quena) – 
unísono/octava en rep. (violín, quena, 

mandolina) 
 

open ended 
C(b) 

Motivo de nota repetida (violín, 
mandolina) 

 
Open closed     

Periodo: 4 frases aa´bb´ 
(violín) 

 
Open ended     

riff – secuencia 
(guitarra) 

secuencia (quena) 

 

Open closed             E(b): 
Periodo: 2 frases aa´ 

(violín, quena - octava) 
 

Open ended 
Frases motívicas (quena, 

violín en E(b)) 
 

 
 
 

Open closed       E(b): 
Periodo: 2 frases aa´ 

(mandolina) 
 

 
Open closed                 

período: 4 frases de tipo aabb´ 
unísono/octava (voces, violín, 

quena) 
 

Open ended 
[codo entre periodos] 
Motivo (mandolina) 

 
 
 
 
 

Textura 
 

 

Homofónica 
[mel. 

principal] 
(quena) 

[continuo 
armónico] 

(violín, 
guitarra) 

 

 
 

Homofónica 
[pregunta-respuesta] 

[linea melódica] (violín, voces) 
[contracanto] (mandolina) 

 

 
 
 

Monofónica 
(línea melídica al 
unísono u octava) 
(guitarra, violín, 

mandolina) 
 

Monofónica                   
[línea melódica politímbrica] 

Polifónica 
[pregunta-respuesta] 

(quena, violín) 
 

Heterofónica (en rep.) [unísono-octava] 
(quena, violín) [variaciones] 

(mandolina) 

Homofónica           
[línea melódica] (quena) 

[acompañamiento 
armónico rítmico] 

(riff/secuencia guitarra) 
 

Polifónica – 
Contrapuntística (rel. 

independencia de voces) 
(violín/quena) 

 
 
 

Monofónica 
(quena) 

[unísono u octava] (quena, 
violín) 

 

 
 

Monofónica Línea 
melódica (mandolina) 

 
isoritmia con melodía 

(guitarra) 
 

 
 
 

Monofónica Línea 
melódica (unísono u 

octava) (voces, quena, violín) 
 

Acompañamiento cordal: rasgueo de guitarra Acompañamiento cordal: rasgueo de 
guitarra 

Acompañamiento cordal: 
rasgueo de guitarra 

 
 
 
 
 
 

Temporalidad 
 

 
 
 

dirigida discursiva              
Periodos, frases con resolución 

Progresiones y cadencias armónicas 
 

HSC: no dirigida musemática 
Motivos                      

Cadencia armónica (vamp V-I) 
 

dirigida Discursiva    
HSD: Periodo (violín) 

 
no dirigida semi discursiva 

frases cortas (HSD: quena, HSE(b): quena, violín), bucle 
armónico 

 
[HSD: final de frase] no dirigida musemática 

motivos 
cadencia armónica (vamp V-I) 

 
Musemática      HSE(a): 

Motivos (quena) 

 
 
 
 

no dirigida semi 
discursiva 

Frases cortas 
(mandolina) 

Bucle armónico 
 

 
 
 
 

dirigida discursiva      
Periodos, frases con resolución 

Progresiones armónicas 
cadencias 

 

 



 

 

Tabla 8: Estructura y elementos formales (Mi Cueva) 

118 

   MI CUEVA [MC]  
Secciones formales analíticas [MCintro] [MCA] [MCB] [MCC] 

a b a b c a b 
Tiempo 0:00 0:05 1:28 1:49 2:15 2:39 3:04 3:49 

Forma: pieza de movimiento unico de 
secciones concatenadas sin repetición A B C 

Tempo 
rubato 

.J=128-134 bpm 65 bpm (half time respecto al tempo previo) 
Métrica 4/4 4/4 – 1/4 4/4 

Letras (marcas clave) instrumental 3 estrofas instrumental 

Sección rítmica  

Sin acorde 
 

(.J.J.J♫) bombo 
rasgueo de guitarra, rasgueo de mandolina (secundario-ornamental) 

isorritmía entre rasgueo de guitarra y voz 
Marcado de pulso y motivo en solitario [♪♫] al final de frase (bombo) 

Rasgueo de guitarra 

Progresión armónica vamp cadencial (tonal menor) (I-V) (Am E) modal Do ionio; mono cordal (I)        bimodal (I mayor/I menor) (C-Am)  modal Do ionio; mono cordal (I)  
 
 
 
 

Material melódico 
 

 
 

Open ended 
frase escalar 
pentatónica 
(lick) con 

resolución en I 
 

Open closed 
Periodo: 4 frases de tipo aa´ba´ (quena) 

 
Open ended       

riff (guitarra) riff 
(bajo eléctrico) 

Frase compuesta: notas staccato (ref. 
rítmico) - notas sostenidas (ref. 

armónico) - riff (mandolina) 

Open closed 
Periodo de tipo aa´bbccdddd [escalar 
ascendente aa´bb, escalar descendente 

cc, pregunta y respuesta dddd   
(violin) 

 
Open ended 
riff (guitarra) 

Open closed 
oración de tipo aabcbc basada en arpegio de triada mayor (do mi 

sol); notas de paso (re la) 
(voz) 

 
Open ended 

riff – nota repetida con ornamentación 
(bajo eléctrico) 

 

Open closed 
frase basada en secuencia de tipo 

aaa´a´ (violín) 
 

open ended               riff 
– secuencia (guitarra) 

 

 

Open closed 
frase de tipo aa´ [pregunta- 
respuesta] (guitarra) Frase         
a base de arpegio de triada 

mayor armonizada 
(violín) 

 
 
 
 
 

Textura 
 

 
 
 

Monofónica 
Línea melódica 

(guitarra) 
 

 
 

Homofónica                                     [línea 
melódica] (quena A(a), violín A(b)) 

[acompañamiento rítmico armónico] (guitarra, bajo) 
[continuo armónico] (mandolina A(a)) 

 

 
 

Homofónica [línea        
melódica] (voz) 

[acompañamiento rítmico] (bajo) 
 

 
 

Homofónica [línea                 
melódica] (violín) [línea      melódica 

secundaria - imitativo] (guitarra) 
 

 
 

Homofónica              
[línea melódica] (guitarra) 

[acompañamiento 
armónico] (violín) 

 
Acompañamiento armónico cordal: rasgueo de guitarra 

 
 
 
 

Temporalidad 
 

 
 
 

No dirigida 
semidiscursiva 
Frase corta con 

resolución 
 

 
 

dirigida discursiva 
Períodos melódicos con sentido de resolución tonal (quena, violín) 

 
No dirigida musemática 

Riffs (guitarra, bajo, mandolina) 
Vamp cadencial V I (Am E) 

 

 
 

dirigida discursiva oración            con 
resolución en grado I (voz) 

 
no dirigida musemática: Riff (bajo) 

Verticalidad: Armonía monocordal 

 

 
 

dirigida discursiva oración                
con resolución en grado I (la en A 

menor) (violín) sensación                  de 
resolución armónica por cambio de 

modo 
 

 
 
 

no dirigida semi discursiva 
Frase corta (2 compases) con 

resolución en grado I (guitarra) 
 

 



 

 

Ahora bien, la variedad temática del material melódico es otro aspecto relevante en 
las tres piezas. Mientras la textura melódica es predominante homofónica en “Mi Cueva”, 
la variedad radica en que la línea melódica principal está compuesta de varios momentos 
temáticos ejecutados con alternancia de instrumentación y de forma de acompañamiento. 
Así, la linea melódica transita por las quenas [MCA(a)], el violín [MCA(b)], la voz 
[MCB], volviendo al violín en [MCC(a)] y terminando en la guitarra en [MCC(b)]. En 
cuanto al acompañamiento rítmico armónico, este se compone de los riffs de guitarra y 
bajo eléctrico en [MCA] y en un nuevo riff de bajo en [MCB]. En [MCC(a)], aparte del 
rasgueo, la guitarra hace un acompañamiento imitativo a la melodía principal del violín, 
el cual al final intercambia de rol con la guitarra pasando a hacer un acompañamiento en 
base al arpegio de Do mayor armonizado en [MCC(b)] (ver tabla 8 y ejemplo 10). 

Ejemplo 10: Acompañamientos en “Mi Cueva”. 

[MCA]: 
bajo 

guitarra 

patrón de corcheas de repetición regular 

[MCB]: 

bajo 

patrón de corcheas de repetición regular 

[MCC(b)]: arpegio 

violín 

Por otro lado, casi todas las texturas homofónicas que conforman la pieza 
mantienen en común una diferenciación entre el carácter más discursivo del material 
melódico principal y de las frases basadas mayormente en repetición musemática no 
dirigida198 (ver ejemplo 11). 

Ejemplo 11: Texturas melódicas, hipermetría y temporalidad en “Mi Cueva” [MCA,B]. 

[MCA] 
fraseo discursivo - hipermetría regular (4 frases de 4 compases) 

melodía 
(temática 1): 

quena 

mandolina (riff - melodía) 
mandolina (acompañamiento) 

198 En  el  primer  caso  son:  el  periodo  melódico  en  las  quenas  en  MCA(a),  la  frase  de  estructura 
abierta/cerrada del violín en MCA(b), la voz en MCB y la secuencia del violín de MCC(a)). En el segundo: 
los riffs de guitarra, bajo y mandolina en MCA(a) y el bajo en MCB. 

119 

 

 



 

 

[MCA] 
fraseo semi discursivo 

melodía 
(temática 2): 

violín   
rep. musemática rep. musemática (secuenciación) antecedente - consecuente 

guitarra 
(riff 

acompañamiento) 
Bajo 

desarrollo cíclico - rep. musemática 

[MCB] 
fraseo semi discursivo 

Melodía 
(temática 3): 

Voz 

desarrollo cíclico - rep. musemática … cont. 

Esta diferenciación solo se difumina en cierto grado al final, en MCC(b), donde 
tanto la guitarra y el violín pasan a tener una estructura corta de pregunta y respuesta, 
ambas semidiscursivas y casi musemáticas (ver ejemplo 12). 

Ejemplo 12: Texturas melódicas, hipermetría y temporalidad en “Mi Cueva” [MCC]. 

[MCC(b)]: [desarrollo semidiscursivo - musemático] 

antecedente consecuente 

guitarra 

violín 

antecedente consecuente 

Por otro lado, un recurso que ornamenta la dimensión textural a nivel intraopus es 
la relativa homorritmia que se produce entre la línea melódica de la voz y el rasgueo de 
la guitarra rítmica en [MCB]. El feel que esto produce es una sensación sutil de libertad 
y distensión (waywardness) respecto a la precisión rítmica del acompañamiento del bajo. 
“Concordancia” también presenta particularidades texturales. En primer lugar, de modo 

análogo a la homofonía en “Mi Cueva”, la textura polifónica resulta en este caso 
estilísticamente relevante. Esta se presenta de dos formas distintas: bajo un diseño de 
voces  dialogantes  (antecedente  consecuente)  y  de  modo  más  contrapuntístico  o 
simultáneo. La polifonía dialogante se presenta desde la introducción, en la interacción 
entre el riff/bordón de la guitarra y la secuencia descendente del violín que actúa como 
voz de respuesta (ver ejemplo 13). Esta misma configuración se presenta a mayor escala 
en las secciones [CDA] donde la línea melódica ejecutada por el rondín [CDA1,2] y la 
voz [CDA3-6] actúan como antecedente para las frases de respuesta de la guitarra (entre 

versos) y la del violín (entre estrofas) (ver ejemplo 14). 

120 

  

  

  

 



 

 

Ejemplo 13: Intención dialogante en “Concordancia” [CDintro]. 

[CDintro] 
[rep. musemática - desarrollo semidiscursivo] (secuenciación)] 

respuesta/consecuent 
e 

violín 

intención dialogante (polifónica) 

guitarra 

pregunta/antecedente 

[rep. musemática - desarrollo cíclico (riff)] (secuenciación)] 

Ejemplo 14: Intención dialogante en “Concordancia” [CDA]. 

[CDA] 
  

Rondín (A1,2) 

[intención dialogante (polifónica)] 

pregunta/antecedente  pregunta/antecedente 

Voz (A3-6) 
irregularidad métrica (huayno) 

Violín (A3-6) 
respuesta/consecuente      

guitarra 

respuesta/consecuente 

  pregunta/antecedente 

Rondín (A1,2) 
Voz (A3-6) 

  respuesta/consecuente       

Violín 

guitarra 

Por su parte, el arreglo textural de intención polifónica - contrapuntística en [CDB] 
refuerza el carácter de por sí ya contrastante de la sección. En este caso, las líneas de 
guitarra y mandolina, a pesar de construirse en gran medida por repetición musemática 
y/o secuencial, conservan la extensión e independencia estructural suficiente como para 
considerar intención contrapuntística (ver ejemplo 15). Al final, [CDC] adquiere cierto 
carácter polifónico por la sensación de pregunta y respuesta entre las voces y por los 
compases de elisión que le confieren continuidad a este desarrollo melódico alternado199 

(ver ejemplo 16). 
Por último, el rasgo ornamental en “Concordancia” es (nuevamente) una homorritmia 

entre la línea melódica vocal y la guitarra solista en [CDA2-6]. Mientras la guitarra 
rítmica mantiene un rasgueo regular en semicorcheas, la guitarra solista alterna los fraseos 
de respuesta con un rasgueo de acordes que sigue el diseño rítmico de la voz. 

199 El término elision refiere a la situación donde el útlimo compás de un grupo o idea es percibido al mismo 
tiempo como el primer compás del siguiente grupo o idea. Para Moore & Martin, esto refuerza el sentido 
de continuidad inmediata: “elision, where the last bar of the shortened group is also heard as the first bar of 
the subsequent group […] elisions heighten the sense of immediate continuity” (2018). 

121 

   

   

 

 

  
 

 

 



 

 

Ejemplo 15: Intención polifónica - contrapuntística en “Concordancia” [CDB]. 

[CDB] 
[rep. musemática - secuencial] 

mandolina 

  intención dialogante (contrapuntística) 

guitarra 

[rep. musemática - secuencial] 

Ejemplo 16: Intención polifónica - contrapuntística en “Concordancia” [CDC]. 

[CDC] 
intención dialogante (polifónica) 

Voz 

Voz (coros) 

[compás de elision] 

Ahora bien, desde una perspectiva de sofisticación y ambición (Covach, 2006), dada 
una relativa homogeneidad a nivel armónico en “El Hijo del Sol” (ver tabla 7), la idea de 
variedad se encuentra principalmente en los contrastes temáticos y texturales del material 
melódico. Así, en este caso no se tiene una textura melódica predominante sino una 
alternancia entre distintos tipos. Luego de la homofonía en [HSA]. [HSB] se asienta como 
un pasaje de transición (del himno a la suite) y construye una línea melódica monofónica 
ejecutada en principio por la guitarra. A esta se suman progresivamente el violín y la 
mandolina al unísono u octava. Esta frase constituye un ejemplo de sofisticación 
interesante, en sí misma posee sentido de desarrollo dado que la progresiva reducción de 
la duración de las frases y la simplificación de la densidad en el diseño melódico y rítmico, 
conlleva a que una frase periódica se “reduzca” a un motivo rítmico (ver ejemplo 17). 

Ejemplo 17: Fraseo periódico con simplificación melódico-rítmica en “El Hijo del Sol” 
[HSB]. 

[HSB] 
periodo (4 compases) periodo (4 compases) 

violín 
mandolina 

periodo (2 compases) 

guitarra 

frases/idea (1 compás) 
guitarra 
violín 
mandolina 

motivos (2 tiempos)   simplificación frases/idea (1 compás) - simplificación 

122 

 

 

  

      

          

 



 

 

En contraste a esta monofonía de diseño melódico dinámico y cambiante, la que 
se presenta desde las voces, el violín y las quenas en conjunto en [HSG], se construye 
sobre material melódico más breve y repetitivo (ver ejemplo 18). 

Ejemplo 18: Fraseo en “El Hijo del Sol” [HSG]. 

[HSG] 
Mandolina (solo) voces 

quena 
violín 

Monofonía (unísono-octava) 

Ahora, si bien la temática en [HSC] es la misma de [HSG], se diferencia en que 
aparte de ser solo instrumental, presenta una textura particular. En su primera exposición 
es una monofonía con alternancia tímbrica (la quena y el violín se turnan para presentar 
el tema) o alternativamente, una polifonía de pregunta y respuesta (aunque los dos 
instrumentos ejecuten la misma frase). En cualquiera de los dos casos, en la tercera 
repetición se transforma en una homofonía, de mayor densidad tímbrica, por el unísono 
entre la quena, el violín y la armonización (2da voz) de la mandolina (ver ejemplo 19). 

Ejemplo 19: Fraseo y texturas en “El Hijo del Sol” [HSC]. 

[HSC] 
intención dialogante (polifónica) 

quena 

violín 

mandolina 

Homofonía 

qu 
ena 

(melodía - unísono) 

violín 

mandolina 
(armonización - 2da voz) 

Por otro lado, en [HSD] resalta la transición de una homofonía - construida entre la 
quena (línea melódica) y la secuencia o riff de guitarra (acompañamiento), a una polifonía 
contrapuntística entre el violín y la quena, aunque el carácter homofónico no llega a 
perderse del todo por la persistencia del acompañamiento secuencial de guitarra. Es de 
remarcar que esta configuración puede verse también como lo que Mark Spicer (2004) 
denomina textura acumulativa (cumulative texture), otro recurso presente en principio en 
la música académica pero común en varios estilos y épocas de rock. En [HSD] los 
“fragmentos temáticos son gradualmente introducidos y desarrollados [riff de guitarra- 

123 

 



 

 

quena-violín-ragueo de mandolina], terminando en una presentación plenamente formada 
del tema principal en un desenlace climático al final de la pieza [la tensión del módulo V 
I]” (Spicer, 2004, p.29). Este tipo de textura contribuye con la noción de direccionalidad 
de la sección reforzando a su vez a la sensación de “monumentalidad sinfónica”200 (ver 
ejemplo 20). 

Ejemplo 20: Textura acumulativa en “El Hijo del Sol” [HSD]. 

[HSD] 
quena 

(melodía) 

quena (1ra. acumulación) homofonía 
violín 

G C E Am 
guitarra 

rasgueo mandolina (acompañamiento) 
Mandolina (2da acumulación) 

acompañamiento 

quena 
Intención contrapuntística/polifónica 

violín 

violín (3ra acumulación) 

guitarra 

cont… 
Riff guitarra/rasgueo mandolina (acompañamiento) 

Finalmente, la complejidad de todos estos entramados texturales se contrasta con 
la “simpleza” de las monofonías en [HSE] y [HSF]. De hecho, al inicio de HSE(a) tiene 
más protagonismo la “novedosa” textura de percusiones que la repetición motívica de la 
quena. Ya en HSE(b) esta se complejiza al duplicarse en octava con el violín 
transformándose en una estructura de pregunta y respuesta bimodal de sonoridad más afín 
al huayno. Por su parte, en [HSF] se presenta una frase monofónica similar esta vez en la 
mandolina. En esta parte, tienen función ornamental las voces (¡uy!, ¡uas!) al final en 
cada semifrase y la homorritmia entre la melodía y el rasgueo de guitarra (con esto, este 
recurso deviene un rasgo común a las tres piezas aquí vistas) (ver ejemplo 21). 

Ejemplo 21: Monofonías en “El Hijo del Sol” [HSE,F]. 

[HSF] 
mandolina 

uy! uy! 
 

arpa 
(.) cascabel/triangulo 

uas! 

arpa 
(.) cascabel/triangulo 

uas! 
(.) cascabel/triangulo arpa 

(.) cascabel/triangulo 

guitarra 
(rasgueo) 

200 Texto original: “In a cumulative form this typical order is reversed: thematic fragments are gradually 
introduced and developed, only to crystallize into a full-fledged presentation of the main theme in a 
climactic pay-off at the end of the piece.” […] a broader conception of cumulative form […] can contribute 
to our experience of a musical work as somehow always aiming toward a certain moment of culmination”. 
(2004, p.29-30, las cursivas son mías). 

124 

 

Am E 
 
módulo 
cadencial V I 

  

 

 

 



 

 

Violín 

[HSE(a)]Monofonía [HSE(b)] 
A 
m 

C 

           antecedente  consecuente quena 

percusión (cascabeles, bongos) 
percusión (cascabeles) 
guitarra (rasgueo) 

Ahora bien, respecto a la temporalidad, en todas las piezas predomina mayormente 
una estructura discursiva y de linealidad dirigida. En “Mi Cueva”, [MCA(a)], [MCB], 
[MCC(a)] presentan melodías de estructura periódica en la quena, voz y violín 
respectivamente (ver tabla 8). En “El Hijo del Sol” y “Concordancia” el carácter 
discursivo es evidente en [HSA] y [CDA, CDC] por el desarrollo melódico a base de 
estrofas. En [HSB] la duración de la monofonía politímbrica resulta lo suficientemente 
larga como para percibirse como un período melódico. El diseño y duración de la línea 
del violín en [HSD] provoca la misma sensación, lo mismo que las melodías de [HSC] y 
[HSG] (ver tablas 6 y 7). Además, el carácter discursivo que gobierna la temporalidad se 
consolida por el uso de progresiones armónicas que usan más de dos acordes y construyen 
estructuras de tipo abierta/cerrada (open/closed) con un claro sentido de resolución 
tonal201. En ultima instancia, la percepción de una temporalidad larga y dirigida 
generalizada se debe a que en la mayoría de casos, se usan construcciones basadas en el 
huayno cuya temporalidad y narrativa es generalmente discursiva. 

En este punto resulta llamativo el caso de “Mi Cueva”; la cualidad discursiva del 
material melódico se produce en sincronía con una armonía que, en contraste con las otras 
dos piezas, evoca una temporalidad más cíclica y musemática. El material de 
acompañamiento está compuesto principalmente por módulos/vamps armónicos de dos 
acordes, así como por riffs de uno o dos compases de duración e incluso armonía 
monocordal (ver tabla 8). Esta configuración hace que “Mi Cueva” se aproxime bastante 
a la descripción de Macan (1997) sobre cómo el rock progresivo tiende a construir su 
desarrollo: ideas melódicas de relativa extensión (periodos, pasajes solistas) que tienen 
como base ideas más cortas y repetitivas. 

Estas estructuras más cortas y repetitivas también existen en “Concordancia” y 
“El Hijo del Sol” aunque en estos casos, más que constituir el acompañamiento como 
ocurre en “Mi Cueva”, estos momentos de temporalidad más cíclica se alternan con el 
material de narrativa más discursiva. Son muestra de ello las frases cortas al final de los 
versos y entre las estrofas en [CDA] y [HSD] que se ejecutan sobre un bucle armónico 
cadencial (V I) (ver tablas 6 y 7). Asimismo, la alternancia ocurre también a nivel de 
subsecciones. La melodía principal en [HSE(b)] y [HSF] es más corta y provoca la 
sensación de haber entrado en una temporalidad “media” o semidiscursiva. En la misma 
línea, es de resaltar cómo en “El Hijo del Sol”, la sección [HSE(a)] se erige como un 
breve “momento musemático” entre todo el material discursivo, el único espacio donde 

201 Por ejemplo en la progresión de la segunda parte de la estrofa en [CDA]: (vienen de lejos hacia un lugar) 
[IV I (C G) mayor/abierta] – (duendes y magos a concordar) [V I (B7 Em) menor/cerrada]; o la estrofa total 
en [HSA]: (al fondo de una quebrada vivía el alma del hijo del sol) [VI I V I (Am C G C) (x2)/abierta- 
abierta] – (que su madre era la tierra) [III I (C Am) abierta] – (y la tierra era de dios) [ V I (E Am) cerrada]. 

125 

 

 

 

 



 

 

la linealidad se interrumpe y la temporalidad se aproxima a la verticalidad dado que la 
idea de “frase” desaparece dejando solo la repetición de patrones de percusión sin mayor 
variación y aunque la quena no tarda en aparecer, esta recurre a la repetición motívica, 
manteniendo así una lógica circular. Por último, en “Concordancia”, la excesiva 
repetición casi sin variaciones de la temática completa (arreglo total) en [CDB] (repetida 
7 veces) y [CDC] (repetida 6 veces) bien podrían ser una forma de crear una sensación 
de atemporalidad o verticalidad semejante a la producida por la armonia monocordal en 
[MCB]. 

Por otro lado, puede decirse que las tres piezas tienden en general al virtuosismo 
de tipo formal, siendo “El Hijo del Sol” el que lleva este aspecto al nivel más elevado. 
Esto se refuerza porque las secciones de métrica irregular, más que responder a una 
intención composicional o de exploración deliberada - un virtuosismo de métrica (Macan, 
1997), se ven más como la consecuencia implícita de tomar el huayno (donde esta 
irregularidad es común) como género de base (base style), ya sea para toda la pieza 
(“Concordancia”) o en algunas secciones (“El Hijo del Sol”, “Mi Cueva”). Por otro lado, 
pasajes de despliegue técnico instrumental son escasos para considerar un virtuosismo de 
ejecución, aunque el pasaje melódico del violín de figuraciones rítmicas cortas en 
[MCC(a)] o el de seisillos que este ejecuta en [CDintro] pueden considerarse señas del 
mismo. 

Por su parte, la variedad de temáticas, texturas y combinaciones armónicas que se 
hacen a partir de aspectos convencionales del huayno en “El Hijo del Sol”, así como la 
extensión de la forma convencional en “Concordancia” son estrategias que evidencian, 
más que una “sonoridad experimental” - como ocurre en “Sitting Dreaming”, una 
aproximación experimental en los términos planteados por Costa (2018). Así, podemos 
considerar que las convenciones estilísticas del huayno devienen en estos casos los 
“datos” que se someten a un proceso de “prueba”, a “un experimento artístico”, a una 
“reacción” con el rock. En “El Hijo del Sol” y “Concordancia” importaría entonces más 
“lo que hace con el huayno” (el insumo) que las piezas en si mismas (el resultado). 
Finalmente, esta aproximación, aunque experimental, no deja de ser estructurada y de 
hecho, en las tres piezas la intensión composicional, plasmada en subsecciones concretas 
y la abundancia de arreglos, parece imponerse por sobre una lógica de improvisación o 
desarrollo espontáneo. A eso se suma el hecho que ninguna de las piezas considera una 
sección de improvisación solista semejante a [LFB(b)]. 

Psicodelia 

A diferencia de las piezas “cosmopolitas”, la lectura de la psicodelia en "Mi Cueva," 
"El Hijo del Sol" y "Concordancia" se basa más en una asociación por contexto (cognate 
by context) (Echard, 2017) que en significantes estilísticos (as sytle). El punto de énfasis 
en este caso reside en cómo los marcos musicales andinos adquieren connotaciones 
psicodélicas dado que en principio, no están relacionados a la experiencia, no sugieren 

126 

 



 

 

una intención202, ni poseen afecto formal. La asociación contextual se fundamente 
principalmente en las concepciones latinoamericanas que han "mistificado" lo local y lo 
andino desde la perspectiva de la cultura psicodélica occidental durante los sesenta. En el 
capítulo1 ya se han visto que estas concepciones son las vanguardias primitivas y el nuevo 
indigenismo (Gonzales, 2021), el ande filosofal (Dios & Margiolakis, 2020) o la visión 
de lo andino como como hipismo esencial (De Souza, 2022). Para ilustrar esta asociación, 
Olazo (2002) considera el segundo disco de El Polen, Fuera de la Ciudad, como algo que 
"refleja la psicodelia andina" (p.73). 

Así también, la psicodelia es este caso se explica si se considera la tendencia del rock 
y folk de los sesenta a utilizar material folclórico con una mayor consciencia histórica 
(Echard, 2017 p.168). El autor plantea un dialogismo psicodélico - tradicional surgido de 
la relación entre la psicodelia y el folclor en el Reino Unido. En este diálogo, elementos 
pertenecientes a diferentes tradiciones musicales folclóricas del mundo, incluidas las 
mismas tradiciones inglesas, se entremezclan indistintamente evocando un exotismo 
musical y una ideología perenialista que Echard topicaliza con el término “paraguas” de 
raíces universales (universal roots)203. Bajo el mismo principio, los diferentes vínculos 
que El Polen establece intencionalmente con lo andino a través de la radio, los viajes, la 
tutoría con músicos tradicionales y finalmente la composición, producirían un dialogismo 
particular esta vez entre lo psicodélico y lo andino. Es a través de este proceso que 
cobraría sentido la noción de raíz andina como un campo tópico análogo al de raíz 
universal. Los elementos estilísticos presentes en piezas como “Mi Cueva”, 
“Concordancia” y “El Hijo del Sol” actuarían por tanto como significantes o signos-índice 
asociados a este campo tópico al margen de su tratamiento formal. La raíz andina, en 
última instancia, apuntaría al dialogismo que un grupo como El Polen establece entre la 
cultura psicodélica, el hipismo y “lo andino” en particular, aunque al mismo tiempo, 
también puede usarse para denominar la percepción de esta intención por parte de la 
recepción. 

Ahora, dada la relevancia de este proceso de construcción, vale la pena revisar 
brevemente aquellos elementos estilísticos que estarían actuando como significantes tanto 
de esta raíz andina, como de la psicodelia como estilo en general. 

“Mi Cueva” evoca “lo estático del espacio rural” a partir de los drones y bucles 
formados por las estructuras monocordales basadas en el grado I (do mayor) en [MCB] y 
[MCC(b)]. Las frases tipo riff de la guitarra [MCA] y el bajo [MCA,B] suscitan el “paso 
del tiempo” y el movimiento continuo debido a su estructura basada mayormente en un 
patrón “simplista” de corcheas con repetición regular y acentuada (ver ejemplo 10) - un 

202 Esta afirmación se hace abstrayendo momentáneamente ciertas prácticas pertenecientes a las culturas 
andinas que sí pueden considerarse que tienen una intención de “transformar la mente” como los rituales 
chamánicos o los cantos de sanación. 
203 Texto original: “I will just propose an umbrella term that can expedite references to this complex set of 
signifiers and referents, understood as enacting a certain kind of perennialist ideology and drawing upon 
the wide range of geographical and traditional signifiers just described: the universal roots topic” (Echard, 
2017, p.327). 

127 

 

 



 

 

diseño al cual Echard le otorgaría una cualidad de ritmo motor (motor rhythm204). Por su 
parte, se produce cierto exotismo por los efectos de eco y reverb presentes en la voz en 
[MCB] que sugieren que “la cueva” se ubica en un “lugar distante”. Este efecto potencia 
también el aura “mística y reveladora” del “mensaje” de la letra. Finalmente, otro 
exotismo “sutil” se sugiere en los cambios de modo a lo largo de la pieza: menor [MCA], 
mayor [MCB], bimodal [MCC(a)] y mayor [MCC(b)]. 

Respecto a “El Hijo del Sol”, su extensión formal y aproximación “sinfónica” evocan 
constantemente un tópico habitual en la psicodelia como “lo clásico”, así como sus 
connotaciones de tradición, prestigio o el poder institucional que proyecta la música 
académica europea (Echard, 2017, p.87). El coro de monjas al unísono en [HSA] se suma 
a “lo clásico” al evocar de algún modo la solemnidad asociada a un himno, aunque 
también a “lo medieval” o “lo litúrgico” por remitir al canto gregoriano (ibid.). Ahora, la 
pieza puede verse en su mayor parte como lo que Echard (2017) denomina la “travesía de 
ida” (the outward journey). “El Hijo del Sol” sigue “un proceso continuo de 
transformación” (p.349) debido al contraste entre sus diferentes subsecciones 
[HSA,B,C,D,E] hasta la re exposición del tema principal [HSA5-7], luego de la cual, se 
tendría “la presentación de una textura novedosa hacia el final de la pieza” (ibid.)205 si se 
considera que [HSF] y [HSG] se perciben como “nuevas” después de [HSA5-7]. 
Alternativamente, la pieza puede verse como estructurada en función a momentos de 
cambio en la plasticidad temporal (Reising, 2009). En [MCA], el marcado regular y 
constante del pulso (principalmente en negras) de la guitarra rítmica es un claro motivo 
de “paso del tiempo” (time passing motive) y una fuente de sensación de marcha - propicia 
para el “himno”206. En [HSB] el acelerando progresivo ya también “comprime” el tiempo 
creando un momento disruptivo en la serialidad temporal (ibid.) la misma que se 
reestablece en la transición [HSB-HSC] al recuperarse el “paso solemne” original. El 
tempo se mantiene estable durante las secciones siguientes hasta la transición [HSE- 
HSA5] cuando la pieza retorna al tiempo y realidad “reales”, esta vez, debido a la 
familiaridad que proporciona tema principal luego de una sección de desarrollo y 
variación [HSC,D,E] – lo que se ha identificado anteriormente como la “suite”. 

Por su parte, en Concordancia, las extensiones métricas [CDA] (ver tabla 6), los 
compases de elision y las yuxtaposiciones en la articulación melódica [CDA,C] generan 
momentos donde la pieza se comporta como una composición continua, (through- 

204 El autor determina esta cualidad al hablar de los diseos simplistas y repetitivos de la batería, así como 
del bajo y la guitarra – estos casi en calidad de drones – que presenta el tema “Kingdom of Heaven” de la 
banda The 13th Floor Elevators (2017, p.82). Más adelante, sugiere implícitamente que un rítmo con 
cualidades “motoras” se produce en general al ejecutar “relatively even accents in motor rhythm, usually 
at the level of the quarter note” (p. 151). 
205 Echard define esta “travesía de ida” del siguiente modo: “I suggest we designate this strategy as another 
psychedelic expressive genre and call it the outward journey expressive genre, defined as a large-scale 
movement from fairly conventional materials toward more radically psychedelic ones. Sometimes the 
change is more gradual, and sometimes it is more abrupt” (p.349). Echard identifica cuatro variantes de 
este género expresivo. El caso de “El Hijo del Sol” se compondría de una combinación entre la cuarta 
variante (“an entire performance that follows a fairly continual transformation”) y la tercera (“the sudden 
opening up of a new textural space at the end of a performance”) (ibid.). 
206 De hecho este recurso, aunque tal vez no usado intencionalmente, es compatible con la intención de Juan 
Luis Pereira de asemejar formalemente este tema a un himno. 

128 

 

 



 

 

composed form) (Echard, 2017) en tanto se articula un cierto grado de inestabilidad, 
divagación e imprevisibilidad del desarrollo207. Por su parte, en relación al carácter 
deambulante de la primera sección, [CDB] puede entenderse como una forma “invertida” 
del recurso de desarrollo por variación aleatoria (developing variation jam). A diferencia 
de [SDC], donde se daba paso a un momento más “aleatorio e imprevisible”, en este caso, 
el constraste se produce al pasar a una sección más “estable” y “previsible” producto de 
una repetición temática con escasa variación. Este rasgo, que se vuelve a articular en 
[CDC], genera al final una sensación de drone ya que, llegado un momento, estas 
secciones parecen “estancarse” en sí mismas debido a que entran en una lógica de bucle 
(loopiness). Esta configuración constituye el modo particular que la pieza tendría de 
evocar la “atemporalidad” (timelessness) característica de la estética psicodélica. 
Finalmente, un aspecto incidental u ornamental sería el sonido del rondín si se considera 
como reminiscencia subyacente a tópicos como el western208 o el blues. 

Fusión 

El rol fundamental de las formas de la música peruana en el Polen (Mendivil, 2022) 
se evidencia claramente en las piezas de "raíz andina". Los elementos morfosintácticos 
del género del huayno son particularmente esenciales a nivel estructural. 

En el caso de “Concordancia”, la macroforma toma de manera integral la estructura 
convencional de un huayno (introducción, estrofas, fuga y frases intermedias/codos)209 

además de elementos idiomáticos como la pentafonía210, la bimodalidad y el diseño 

207 Segun el autor, esta forma continua opera “by blurring formal divisions through unexpected phrase 
extensions, elisions, digressions, and so forth […] melodic variation, modulation, and unexpected chord 
color […] the song feels as if it flows continuously from point to point in an exploratory way.” (2017, 
p.177-178, las cursivas son mías). Asimismo, al hablar sobre la banda de folk psicodélico The Incredible 
String Band, señala: “Unpredictability is a core feature […] neither the chord progression nor the melody 
settles into an easy pattern of repetition, creating a through-composed feeling. There are several devices 
frequently used by the band that enhance such a restless, always-changing quality, and most of them can 
be found in this song: tempo shifts, no clear adherence to foursquare phrase structure” (p.323, las cursivas 
son mías). 
208 Del mismo modo que con el sonido metálico de guitarra acustica (ver apartado anterior), la asociación 
tiene como base la alusión a las bandas sonoras de películas del género. 
209 A la estructura sugerida por Carrasco (2022) se añade la idea de frase intermedia o codo. Estos son frases 
o pasajes instrumentales que conectan los diferentes versos y estrofas. El músico Rubén Concha señala que 
el término “codo” es de uso reciente y resalta la importancia que tendría este recurso en varios estilos 
andinos: “La palabra codo no la he escuchado cuando tocaba en los años ochenta, en esa época el codo era 
secundario, tu le podías poner cualquier intermedio, pero actualmente el codo se ha convertido en algo más 
elaborado, más instrumental […] se cantan canciones antiguas y estiliza el codo. En los huaynos populares 
cusqueños no tienen muchos codos al regresar … en cambio en la música ayacuchana, el codo es una 
institución”. 
210 La pentafonía es fundamental en el imaginario andino. Según Mendivil (2018) no solo es un puente 
genealógico con el mundo incaico sino que explica el presente de la música andina (p.74). Aquí hay que 
advertir que la continuidad en la actualidad de la concepción de la música andina como principalmente 
pentatónica y/o como discurso que continua a aquel de la música incaica, se ha producido pese a la evidencia 
de la variedad de culturas musicales existentes en los andes (p.92). Por otro lado, Romero (2002) indica 
que la pentatonía es dominante en el género del huayno tanto mestizo como indígena (p.49) aunque otras 
escalas como la hexatónica o la diatónica europea son también muy usadas (p.42). 

129 

 

 



 

 

rítmico basado en patrones de síncopa, galopa y semicorcheas en la melodía211. 
Asimismo, se emplean progresiones armónicas convencionales y se recurre a la estructura 
cadencial (V I) durante los codos. Finalmente, [CDA] presenta una irregularidad métrica 
convencional en el fraseo (ver tabla 6 y ejemplo 14). Por otro lado, en “El Hijo del Sol”, 
estos mismos elementos se incorporan de manera discreta o como módulos, sin seguir 
necesariamente la forma tradicional y utilizándose funcionalmente en la creación de 
subsecciones dentro de una forma mayor. En cuanto a “Mi Cueva”, estos elementos 
tendrían una cualidad más tópica o intertextual. Más adelante, se profundizará en el caso 
de esta pieza en particular. 

A pesar de la predominancia del estilo andino en estas piezas, también se pueden 
identificar elementos formales asociados al rock. Esto se evidencia en varias subsecciones 
que siguen una métrica de 4/4 y una hipermetría regular de base 4 [MCA,B,C(b)] y 
[HSA,B,D] (ver tablas 7 y 8). Esta cualidad es característica también de la sección [CDB]. 
En particular, [MCA] y [MCB] desarrollan material melódico asociado al rock como los 
riffs de guitarra y bajo. Por su parte, las frases de guitarra en [HSD], [CDintro] y [CDA] 
(especialmente después de las estrofas 1 y 2) presentan una ambigüedad interesante. 
Desde la perspectiva andina, podrían considerarse como bordones, intermedios o codos, 
(especialmente “Concordancia”). Sin embargo, desde la óptica del rock, pueden ser 
interpretados como riffs debido a su naturaleza repetitiva. Además, “lo rock” subyace la 
sensación de alto volumen (Baugh, 1993) que logra la ejecución dinámica y potente de la 
guitarra. En otras palabras, estas frases muestran una fusión particular entre dos 
tradiciones musicales. Una de ellas se refleja en la sintaxis (andino), mientras que la otra 
se manifiesta en la interpretación (el “drive” o “impronta rockera”). Por otro lado, lo folk 
también es relevante. Más allá de la instrumentación acústica, se hace presente en [MCB, 
C(b)] por la armonía modal monocordal212 y en [MCB], donde la guitarra parece imitar 
el diseño rítmico de la voz en una relativa homorrítmia. Esto alude la lógica “folk” del 
verso libre, donde lo instrumental se adecua al fraseo vocal (Macan, 1997). 

Por otro lado, así como la quena en “La Flor” o el patron de batería (backbeat) en 
“Tondero” se comportan más como alusiones o significantes tópicos de lo andino o el 
rock, el uso puntual del bajo eléctrico en “Mi Cueva” adquiere esta misma cualidad. 
Alude al rock o de modo más general, a la idea de “sonido eléctrico” en tanto es la única 
vez que este instrumento aparece de manera tan explícita en todo el repertorio. Asimismo, 
dado que “Mi Cueva” no se construye a partir de esquemas formales convencionales del 
huayno, el folk se percibe como el estilo de base y en ese contexto, la quena y la 
mandolina operan también como signos de lo andino ya que estos instrumentos no 
ejecutan lineas melódicas convencionales de algun estilo o género. De otra parte, la 
percepción de “Concordancia” como un huayno dada su aproximación a la estructura 
convencional, hace que instrumentos como las campanillas y el triángulo remitan a la 

211 Al respecto Romero (2002) señala: “La figura redundante del huayno consiste en un motivo rítmico de 
una corchea y dos semi-corcheas, o en uno de semi-corchea, corchea, y semi-corchea” (p.42) Por su lado 
Carrasco (2022) reconoce como “células” en el huayno a diferentes motivos como la galopa y el tresillo 
(p.26-27) aunque da a entender que estos son solo aproximaciones para facilitar la comprensión del ritmo 
en el huayno. 
212 Según Echard (2017): “Drones, and static harmonies in general, often have a folky quality, especially 
when used in conjunction with other signifiers of the pastoral” (p.138). 

130 

 

 



 

 

música clásica, los bongos a lo latino o la armónica al folk o al blues, aunque desde otras 
competencias, se advierte que es un instrumento usado también en las músicas andinas213. 
El caso del violín resulta interesante ya que sus frases, al no ser estrictamente “andinas”, 
permiten que el timbre opere como signifcante dialógico remitiendo tanto a lo andino214 

como a lo clásico. 
Ahora, respecto a los procesos de contacto. De modo general, la fusión en “El Hijo 

del Sol” y “Concordancia”, y en menor medida en “Mi Cueva”, se configura de tipo 
aleatorio-sistemático (random approach) puesto que se basa mayormente en la 
transformación de aspectos morfosintácticos y a su vez, evidencian la exposición, 
asimilación, conocimiento y aplicación de las convenciones estilísticas propias de lo 
andino y/o del huayno en diferentes formas y grados. 

De modo particular, [MCA(a)] hace una relectura de lo andino desde convenciones 
del rock en tanto el timbre de quenas y la pentafonía (ambas convenciones “andinas”) se 
emplean en una melodía con hipermetría regular de base 4 (convencional al rock) y una 
narrativa periódico discursivo poco común en los estilos andinos – aunque al final se 
aproxime por la repetición del intervalo de tercera descendente (do la). Esta melodía a su 
vez tiene de acompañamiento de frases cortas tipo riff tanto en la guitarra como en el bajo. 
El resultado puede verse como una tensión vertical [folk-rock-andino]. De otra parte, en 
“Mi Cueva” existe un momentos resaltante respecto al contacto entre diferentes músicas. 
En la sección [MCC(a)] la frase del violín es una remisión alusiva al violín tipo fiddle o 
a los estilos de folk bluegrass anglosajones215. Sin embargo, al final el intervalo de tercera 
menor descendente (do-la) y el cambio de modo armónico de mayor (C) a menor (Am) 
topicalizan en ese momento al huaino o a la “música andina”216. El bombo refuerza esto 
al añadir un pulso adicional al compás de 4/4 y ejecutar un patrón en solitario217 (ver 
ejemplo 22). Todo este desarrollo melódico muestra un esquema folk que resuelve en uno 
andino, perfilándose como una fusión de tipo resolución de problema (problem-solving) 
(Parthapratim, 2014). 

213 Al respecto de la asimilación de este instrumento europeo en los conjuntos musicales andinos, Robles 
(2007) señala “En cambio las armónicas y los acordeones tuvieron mejor suerte. Especialmente las 
armónicas, llamadas rondines por los campesinos, tuvieron y tienen todavía aceptación a lo largo de los 
Andes, ya sea para tocarlo como solista en cualquier momento o formando conjunto, como en el caso del 
Conjunto Condemayta de Acomayo, trío formado por un arpa, una armónica y una cantante” (p.85). Para 
tener una referencia ver por ejemplo: https://www.youtube.com/watch?v=-0z8Oe4kcSA 
214 El violín es un instrumento de uso muy extendido en las músicas de los andes. De hecho “el arpa europea 
y el violín fueron instrumentos musicales difundidos activamente por los misioneros españoles a lo largo 
de toda el área de los Andes. Hoy ambos instrumentos están ampliamente diseminados en las comunidades 
andinas, siendo generalmente ejecutados en combinación o individualmente como parte de conjuntos 
grandes.” (Romero, 2002, p.35) 
215 Juan Luis recuerda que “a Fernando [Silva, el violinista] le gustaba mucho el folk americano en violín”. 
A modo de referencia de estos estilos véase: https://www.youtube.com/watch?v=CWS6fXU79wc 
216 Esto se refiere el movimiento del grado III al I en la escala menor pentatónica, Carrasco (2022) señala 
que este movimiento melódico está muy presente en diferentes huaynos de varias regiones. Respecto a la 
armonía, según Salazar Mejía hay huaynos, como los ancashinos, que usan estos dos acordes; estos 
corresponden a una tensión y un reposo, tensión para el grado III y reposo para el grado (ibid. p.40). 
217 De hecho, esta extensión métrica al final de frase parece ser un recurso recurrente, esta presente en la 
versión de “Valicha” y en varias subsecciones del “El Hijo del Sol”. 

131 

 

 

http://www.youtube.com/watch?v=-0z8Oe4kcSA
http://www.youtube.com/watch?v=CWS6fXU79wc


 

 

Ejemplo 22: Frase de violín (folk-andino) en “Mi Cueva” [MCC(a)]. 

[MCC(a)] 
  violín tipo fiddle/bluegrass (folk) 

C 

bombo 

“El Hijo del Sol” pude verse como un esquema de tensión [clásico-andino] continua 
en tanto la pieza se basa en la sofisticación y estilización de relativamente pocos recursos 
estilísticos andinos mediante variaciones temáticas, texturales y formales. Así, [HSintro] 
reproduce un arreglo que varias agrupaciones folclóricas– como las estudiantinas - usaban 
como introducción y que conocían como “preludio”218. Por su parte las subsecciones 
[HSB, C, E(b), F, G] se construyen básicamente a partir de convenciones melódicas, 
armónicas y rítmicas y pueden considerarse como “piezas andinas” cortas en sí mismas 
dentro de una forma mayor variando principalmente en su textura. Estas remitirían no 
solo al huayno ([HSC, G]) sino a músicas como el pasacalle ancashino ([HSB]) o la danza 
cusqueña ([HSF])219. Si bien desde ciertas competencias se enfatizan las sonoridades 
“andinas” en [HSB], no pasa por alto el arreglo de textura y el desarrollo melódico rítmico 
en esta sección en tanto clara aproximación a “lo clásico”. Ahora, [HSD] presentaría mas 
bien un tipo de tensión [rock-andino] dada su hipermetría regular de base 4, pero sobre 
todo, por alejarse de los diseños melódicos andinos convencionales (frases de quena y 
violín). Por último, y en relación a esta tensión, la frase tipo riff de rock de la guitarra 
puede verse, desde la intertextualidad, como una parodia de la introducción del huayno 
“Yaulillay” en su versión “criolla”220, en este caso, ralentizada y repetida como bucle 
(loop) (ver ejemplo 23). 

Ejemplo 23: Riff de guitarra en “El hijo del Sol” [HSD]. 

[HSD] [alusión al huayno “Yaulillay”] 

Guitarra 
(riff) 

218 Este arreglo se compone básicamente de improvisaciones basadas en frases escalares y arpegios sobre 
una armonía ejecutada normalmente con trémolo. El músico Ruben Concha señala: “popularmente le decían 
preludio, en los años setenta y ochenta, los viejos decían: esta canción la vamos a comenzar con un preludio 
[imita el trémolo], hacíamos una improvisación pentatónica en la menor, otra en do, más que todo cuando 
era en estudiantina, el violín era el que hacia las improvisaciones porque mayormente eran los que habían 
hecho escuela. 
219 Según el músico Rubén Concha. 
220 Personalmente me refiero a la versión de Lucha reyes, cuya introducción resulta similar a la frase en 
cuestión. Ver: https://www.youtube.com/watch?v=jTZ2Rj0kENw Esta remisión fue advertida no obstante, 
por Rubén Concha para quién remite a la versión del grupo de los setenta Perú Latino. En cualquier caso, 
la asociación cobra sentido si se toma en cuenta la exposición de los Pereira a los huaynos criollos a través 
de de la radio. 

132 

extensión métrica     
3ra descendente (do-la) 
(andino) 

 
 
 

Am 
 

 

 

 

http://www.youtube.com/watch?v=jTZ2Rj0kENw


 

 

Macro formalmente, “Concordancia” puede verse como un caso de fusión desde la 
horizontalidad o cruce estilístico (stylistic crossover) (Covach, 1999). Como ya se 
evidenció anteriormente, la sección [CDB] amplía la forma convencional de huayno 
introduciendo entre [CDA] (estrofas) y [CDC] (fuga) una sección análoga a una interludio 
- que normalmente actúa de contraste entre los versos y el coro en una forma “pop”. La 
forma final se percibe por tanto como producto de la alternancia entre secciones asociadas 
a lo andino y al rock. Por otro lado, de forma análoga a “Sitting Dreaming”, la mandolina 
en [CDB] parece tomar el rol de una guitarra solista que desarrolla secuencias melódicas 
sobre un acompañamiento de guitarra de base repetitiva tipo riff. Ahora, esta pieza 
muestra también la interacción entre el rock y huayno desde la performatividad. Por un 
lado, la articulación del fraseo en general (aunque se aprecia más claramente al inicio de 
[CDA]) tiende a presentarse de forma “atresillada”, como “tirada hacia atrás”, una 
cualidad de la interpretación en varios estilos andinos221. Por su parte, la ejecución con 
dinámica fuerte en las guitarras sugiere la intención de generar mayor volumen (loudness) 
(la “impronta rockera” según Juan Luis Pereira). 

Ahora bien, para la evaluación de la actitud hacia la fusión, es necesario separar “Mi 
Cueva” de las otras dos piezas las cuales, para esta instancia, se compotan de manera más 
homogénea. “Mi Cueva” parece ser el caso donde la actitud a la fusión se percibe en su 
punto de mayor “equilibrio”. Aunque caterorizado como “folk psicodelia” (De Souza, 
2022, p.45), la presencia de aspectos del rock como la hipermetría regular de base 4 y el 
uso de riffs en la guitarra y bajo en [MCA] y [MCB], disminuye considerablemente su 
tendencia a enmarcarse dentro de marcos estilísticos rígidos del folk (actitud “auténtica”). 
De hecho, en la pieza tiende considerablemente hacia una intención más interpeladora y 
exploratoria y un tratamiento compositivo más dinámico (actitud “original”). Esto se ve 
reflejado en la variedad temática, melódica y tímbrica que genera a su vez gran contraste 
entre secciones formales. [MCA] transita por timbres andinos (quena), de folk (violín), 
pone a la mandolina en una situación ambigua (folk/andino) y todo ello sobre riffs de 
guitarras y bajo électrico. [MCB] cambia a un contexto monocordal y produce tensión 
ritmica por la homorrítmia entre la voz y la guitarra (folk) mientras el bajo mantiene el 
recurso de la repetición musemática (riff de rock). La pieza vuelve a cambiar en [MCC(a)] 
donde se recurre a la bimodalidad y la frase del violín deviene un momento de tensión 
complejo entre lo folk y lo andino. Todo ello se resuelve en [MCC(b)] al volver a lo 
monocordal y a fraseos más asociados al folk. 

En contraste, tanto en “El Hijo del Sol” como en “Concordancia”, la actitud debe 
ser vista considerando que lo andino y el huayno constituyen la base estilística. En sentido 
amplio, estas piezas proyectan el conocimiento de los marcos estilísticos y la intención 
de “respetarlos”222 y tienden por ello a un tratamiento por decirlo conservador o 
tradicionalista de los mismos, estableciendo finalmente una actitud “auténtica” hacia la 

221 Rubén Concha señala: “la línea melódica [de Concordancia] tiene la estructura de un huayno, lo que me 
llama la atención es el fraseo, bien relajado, [se ve] que ya han tocado bastante”. 
222 Esto según la percepción del músico Rubén Concha quien señala: “yo escucho que ellos respetan 
bastante lo andino […] conocen bastante de musica andina, se nota que son ´peruanazos´, no son ningun 
improvisado, la melodía esta bien, la forma de cantar también se aproxima […] formalmente es ´andinazo´, 
tocarían música andina si quisieran”. 

133 

 

 



 

 

fusión. Desde la dimensión morfosintáctica, “Concordancia” es básicamente un huayno, 
lo mismo que 4 de 7 secciones en “El Hijo del Sol” [HSC, E(b), F, G]. Así también, no 
parece haber una intención de romper las pautas interpretativas convencionales de 
ejecución en los instrumentos folclóricos (quena, violín, mandolina, rondín). Incluso la 
sensación “atresillada” de ejecución en “Concordancia” sugiere la intención de entrar en 
la tradición. En contraparte, el balance y equilibro lo producen la manipulación de estas 
convenciones y la búsqueda de arreglos musicales más libres. El arreglo general en las 
secciones [HSB, D, E(a)] evidencian esto ya que utilizan material tímbrico, armónico y 
rítmico asociado a lo andino, pero de una forma más creativa y exploratoria respecto al 
tratamiento más “rígido” de las otras subsecciones. Así también, en “Concordancia” se 
aprovechan secciones formales convencionales (introducción, frases intermedias) para 
trabajar material melódico más original. Una muestra de ello es el arreglo de pregunta y 
respuesta que hacen la guitarra y el violín en [CDintro], las frases de guitarra luego de 
cada verso de voz y la frase conclusiva del violín luego de cada estrofa en [CDA]. Por 
último, la decisión de “abrir” la forma de huayno e insertar una sección más “rockera” 
que desarrolla material musical contrastante usando los mismos recursos tímbricos, es 
otra manera de interpelar la tradición desde la fusión. 

2.2.3. Covers y versiones: Valicha, A las orillas del Vilcanota, Cholito 
pantalón blanco. 

Progresivo 

En contra de la tendencia del progresivo de no adoptar formas convencionales, 
"Valicha," "A las Orillas del Vilcanota," y "Cholito Pantalón Blanco" son versiones de 
temas folclóricos tradicionales (dos huaynos y una marinera norteña) cuya estructura se 
adecúa en gran medida a la forma de cada género. Para lograr unidad, "Valicha" y "A las 
Orillas del Vilcanota" repiten sus respectivas subsecciones [VLA] y [OVA] en 
concordancia con el desarrollo estrófico de un huayno. Además, cuentan con [VLB] y 
[OVB] como secciones de fuga respectivas (ver tablas 9 y 10). En particular, la sección 
[VLB1] en “Valicha” funcionaría como una segunda subsección de contraste y no sería 
“la fuga” propiamente dicha ya que luego continuan [VLA3] y [VLC]. Es al 
repetirseluego de estas secciones ([VLB2]) que se cierra de manera convencional con una 
fuga de huayno. Por su parte, "Cholito Pantalón Blanco" respeta la forma de presentación 
convencional de una marinera norteña (primera y segunda) al repetir integralmente la 
estructura: [CHA1] (estrofa), [CHB] (dulce), [CHA2] (segunda estrofa), [CHC1] 
(fuga)223 (ver tabla 11). 

223 Se toma de referencia la estructura que señala el músico criollo Juan Pareja “que es el verso [estrofa], la 
del centro que es el dulce, y los dulces siempre tienen ese cambio a mayor, y después viene la fuga que esta 
en menor […] la marinera norteña tiende a tener dos vueltas, dos repeticiones exactamente iguales [primera 
y segunda]. Se remarca que esta descripción se hace en referencia a otro género, el tondero: “cuando 
escuché el tema dije, esto suena a un tondero, porque en la actualidad se maneja con una estructura que 
tiene la cancón”. Para nuestro caso, no se considera que “Cholito Pantalón Blanco” tenga forma de tondero 
ya que la versión de la marinera norteña en formato banda militar, mas típico, posee esta estructura. Ver: 
https://www.youtube.com/watch?v=7jJGArrHeEk 

134 

 

 

http://www.youtube.com/watch?v=7jJGArrHeEk


 

 

Tabla 9: Estructura y elementos formales (Valicha). 

135 

 



 

 

Tabla 10: Estructura y elementos formales (A las Orillas del Vilcanota). 

[OVIntro] [OVA1,2] [OVA3] [OVA4] [OVA5,6] [OVA7] [OVA8] [OVB] 

136 

    A LAS ORI LLAS DEL VILCANOTA [OV]    Secciones formales analíticas                 Tiempo 0:00-0:10 0:10 – 0:50 0:50 - 1:12 1:12 – 1:33 1:33 – 2:14 2:14 – 2:35 2:35 - 2:56 2:56 – 4:00 
 
 

FORMA 
 

 

introducción 
 

 
Estrofa 
4 frases 

 
Estrofas 4 

versos con repetición 

 
Estrofa 
4 frases 

 
Estrofas 4 

versos con repetición 

 
Fuga 

2 versos con repetición, 1 estrofa 

HUAYNO (forma convencional) 

Tempo J= 83-88 bpm 

Métrica 1/4 
2/4 6/4 [estrofas] - 2/4 [codo] 4/4 + 1/4 

 

Letras (marcas clave) 
 

 

Instrumental 
 

 

Instrumental 
 

A las orillas del 
Vilcanota (bis) Grabé 

tu nombre sobre la 
arena (bis) 

Vino la ola y lo borró todo 
(bis) 

Y de tu nombre no quedó 
nada (bis) 

 

Instrumental 
 

 

Repetición A3,4 
 

Tu tienes oro tu tienes plata (bis) 
Todo eso se acabará   

(Con el tiempo) se acabará 

Sección rítmica Chakchas: patrón rítmico regular (f.I) con variaciones 

 
Progresión armónica 

 
V-i [B Em] 

bimodal 
IV I IV I (modo mayor) [C G C G] III I III I (modo menor) [G Em G Em] 

V I (cadencia) [B Em] 

Bimodal 
mayor/menor (G Em G Em) 

 
 
 
 

Material melódico 
 

 
 
 
 

open ended 
(riff-bordón) 

 

 
 
 

Open closed 
Periodo:4 frases tipo aabb´ con 
motivo repetido al final (quena, 

violín 
 

Open closed 
voces: periodo de 4 frases de tipo aabb´ 

 
open ended                                                     

quenas: motivo melódico de nota única en staccato 
violín: rep. motivo (codo)                        

mandolina: repetición de motivo de intervalo de 5ta 
(codo) 

guitarra:riff/bordón (codo) 

 
open closed 

periodo de 4 frases de tipo aabb´ (quena) 
periodo de 4 frases de tipo aabb 

(mandolina) 
 

open ended 
[codo] 

riff/vamp/bordón (guitarra, mandolina) 

 
 
 
 
 
 
 

Misma 
configuración 

A3,4 
 

Open closed 
voces: periodo de 4 frases 

de tipo aabb´           
violín: periodo de 4 frases 

de tipo aabb 
 

open ended 
[codo] 

riff/bordón (guitarra, 
violín) 

 
 

Open closed 
Periodo: 4 frases de tipo aabb´ (voz, quena, 

violín – unísono/octava) 
 

Open ended 
motivo (mandolina) [en codo] 

 
 
 
 
 

Textura 
 

 
 

Homofónica: 
Línea melódica 

(guitarra) 
 

 
Polifónica - Contrapuntística (relativa 

independencia melódica): 
(violín/quena) 

 
Homofónica: (armonizaci  ón 

– 1ra/2da voz) 

Homofónica: [estrofa]                                                                                        
Línea melódica (voces) 

Acompañamiento rítmico armónico (quena) 
 

[en codo]          Línea 
melódica (violín) 

Acompañamiento rítmico armónico (mandolina) 

 
 

Polifónica - Contrapuntística (relativa 
independencia melódica): 

Mandolina/quena 
 

 
 

Polifónica - 
Contrapuntística (relativa 
independencia melódica): 

voz/violín 
 

 
 

Homofónica: Linea                          
melódica (voces, quena – monofonía) 

Contracanto (melodía secundaria) (violín) 
 

acompañamiento cordal: rasgueo de guitarra, rasgueo de mandolina (A8,B) 
acompañamiento ritmico-armónico: bordoneo de guitarra (menos en B) 

 
 
 
 

Temporalidad 
 

 
 
 

No dirigida 
semidiscursiva 
(riff-bordón) 

(guitarra solista) 
 

Dirigida discursiva desarrollo              
melódico por estrofas (períodos) con sentido de resolución tonal 

Progresiones y cadencias armónicas 
 

Dirigida semidiscursiva (codos) 
Frases cortas con sentido de resolución tonal 

(riff-bordón) guitarra solista motivo:   
quena, violín (A1,2)                         bordón: 
violín (A3.4,7,8), mandolina (A5,6) Modulo 

armónico (vamp) V I 

 



 

 

Tabla 11: Estructura y elementos formales (Cholito Pantalón Blanco). 

[CHintro] [CHA1] [CHB] [CHA2] [CHC1] [CHD] A3 B2 A4 C2 

137 

   CHOLI TO PANTALON BLANCO [CH ]      Secciones formales analíticas                     Tiempo 0:00 – 0:28 0:28 – 1:03 1:03 – 1:13 1:13 – 1:24 1:24 – 2:25 2:25 – 3:11 3:11 3:45 3:56 4:07 
Forma: convencional con 

extensión 
introducción estrofa dulce 2da estrofa fuga Interludio - Solo Forma convencional: Marinera 

norteña (segunda) Forma convencional: Marinera norteña (primera) Extensión formal 
Tempo rubato 

J. = 85-88 bpm 
Métrica Sesquialtera 6/8-3/4 

Letras (marcas clave) instrumental cantado Instrumental  
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Repetición/re exposición 
formal 

 

Sección rítmica  Rasgueo de guitarra; rasgueo de mandolina (en A2-C1); piano (acentuaciones – rep. no regular) 
Cajón con escobillas (desarrollo libre) bongos (marcado de pulso) pandero (motivo (clave) de rep. regular y variaciones, mayor presencia desde final de C1 ) 

Progresión armónica Open ended (módulo): modo menor V I (E7 – Am) Open ended (módulo) modo mayor V I (G 
C) Open ended (módulo): modo menor V I (E7 – Am) 

 
 
 
 

Material melódico 
 

 
 

Open closed                  
fraseo de notas de acorde 

ornamentadas con resolución 
(guitarra) 

 
notas trémolo (mandolina) 

 

 
Open closed 

Estrofa de 6 versos ababab (voz) 
 

Open ended                              
motivo ascendente por paso conjunto 

motivo a base de intervalo de 5ta 
(mandolina) 

 
 
 

Open ended                                          1 
verso con repetición (voz) arpegio 
descendente (mandolina, violín) 

 

 
 

Open closed 
1 verso con repetición (voz) 

 
notas pedal con trémolo 

(violín) 
 

Open closed              Estrofa 
de 4 versos abab con 

repetición (voz) 
 

Open ended                     
motivo de nota repetida 

(tremolo) (violín)              tema 
escalar ascendente (piano) 

 
 
 

Open closed                   Improvisación 
solista (guitarra) secuencia abc 

descendente (mandolina) 
 

Open ended Motivos (bordones) a base de arpegios (bajo/guitarra) 
 
 
 
 

Textura: 
 

Homofónica 
 
 
 

Homofónica Línea 
melódica (guitarra) 
continuo armónico 

(mandolina, guitarra) 
 

 
 

Homofónica Línea 
melódica (voz) 

Acompañamiento armónico - rítmico 
(guitarra/bajo, mandolina, piano) 

 

 
Homofónica Línea       melódica 
(voz) Contra canto (mandolina, 

violín) 
Acompañamiento armónico - rítmico 

(guitarra/bajo, piano) 

 
Homofónica Línea   

melódica (voz)        continuo 
armónico (violín) 

Acompañamiento armónico - 
rítmico (guitarra/bajo, piano) 

 
 

Homofónica Línea 
melódica (voz)         

Contra canto (piano) 
continuo armónico (violín) 

 

 
Homofónica Línea                

melódica (solo de guitarra)      
Contra canto (mandolina) 

Acompañamiento armónico - rítmico 
(piano, guitarra) 

Acompañamiento cordal: rasgueo (guitarra) (mandolina) Polirritmica:                            
variedad rítmica (desarrollo libre, patrones: cajón, pandero) (bordones, acentuaciones: guitarra, bajo, piano, mandolina) 

 
 
 
 
 

Temporalidad 
 

 
 
 
 

dirigida discursiva fraseo 
largo con resolución 

cadencial final 
 

 
 
 

no dirigida semidiscursiva: estrofas  de 
estructura antecedente consecuente/ 

pregunta-respuesta (voz) 
 

 

No dirigida semidiscursiva: estrofas                                                                  
de estructura antecedente con repetición (B) - consecuente con repetición (A2) 

(voz) 
 

dirigida semimusematica 
frases cortas unidireccionales con resolución (mandolina, violín) 

 

no dirigida semidiscursiva: 
estrofas                                    

de estructura antecedente 
consecuente/ pregunta-respuesta 

(voz) 
 

no dirigida semimusematica 
frase corta unidireccional sin 

resolución (piano) 

 
 
 
 

dirigida discursiva fraseo 
largo con reolución (guitarra) 

 

dirigida discursiva: desarrollo melódico por estrofas (períodos) con sentido de resolución tonal 
no dirigida semidiscursiva: bordones, motivos ritmicos de ref. armónico (guit. piano, mandolina, violín), módulo armónico cadencial (V I) 

 



 

 

Por su parte, la variedad macroformal se logra añadiendo secciones. Con esto se 
amplia la forma convencional y estas versiones se construyen por tanto como piezas 
seccionadas de movimiento único (Macan, 1997). En “Valicha” la extensión empieza en 
[VLA3], en este “interludio” (De Souza, 2023, p.44) se reexpone el tema principal 
modulado (de la menor a si menor). Continúa con [VLC] donde el diseño y densidad 
textural cambian radicalmente al quedar “las percusiones solas y posteriormente 
[sumarse] las quenas haciendo melodía” (ibid.). Considerando estas secciones, “Valicha” 
puede verse alternativamente como “un huayno con desarrollo” en tanto se tendría: 
[VLA1,2] [VLB1] (huayno con fuga), [VLA3] [VLC] (desarrollo), [VLB2] (fuga). Por 
su lado, en “A las Orillas del Vilcanota” los momentos de contraste se producen en 
[OVA5,6]. Si bien aquí únicamente se reexpone el tema principal de forma instrumental 
luego de las estrofas vocales (una alternancia común en el huayno), esta se realiza pasando 
de una textura mayormente homofónica a una polifónica contrapuntística entre la quena 
y mandolina. Este cambio es relevante se si considera el escaso uso de esta última textura 
en los huaynos. Finalmente, en “Cholito Pantalón Blanco”, aparte de la instrumentación 
atípica (Mendívil, 2022) que provocaría su “transformación tímbrica” (De Souza, 2023, 
p.44), la extensión formal que representa la sección [CHD] rompe el esquema 
convencional del formato de la marinera norteña al insertarse como un puente 
instrumental entre la “primera” y la “segunda”. Como se verá más adelante, esta sección 
tiene implicancias relevantes para la construcción de la fusión. 

A nivel intraopus, la sofisticación en estas tres versiones recae mayormente en un 
entramado melódico textural complejo que comprende monofonías (duplicación por 
unísono u octava), homofonías (armonización de voces, melodías de refuerzo armónico 
y contra canto) y polifonías. Para empezar, ya se ha dicho que en [OVA5,6] se construye 
una textura de intención contrapuntística - polifónica entre quena y mandolina atípica al 
desarrollo melódico convencional en un huayno (ver ejemplo 24). 

Ejemplo 24: Desarrollo de intención polifónica - contrapuntística en “A las Orillas del 
Vilcanota” [OVA5,6]. 

[OVA5,6] 

intención polifónico contrapuntística  

intención polifónico contrapuntístic 

138 

  
 
 
 
 
 

Em    B 
 
 

modulo cadencial V I 

a 
 

 

 

 



 

 

Sin embargo, texturas complejas se construyen ya desde la primera presentación 
del tema [OVA1,2]. En esta sección, aparte de la relativa independencia entre el violín y 
la quena, cada línea melódica se presenta con una segunda voz armonizada por terceras 
(por debajo – violín, por encima – quena). El entramado final compuesto de 4 líneas 
melódicas da como resultado y una consecuente sensación de densidad (ver ejemplo 25). 
La intención contrapuntística se extiende en cierta medida hasta la estrofa final [OVA8] 
en tanto el fraseo del violín se percibe como lo suficientemente independiente de la línea 
melódica principal (voz) (ver ejemplo 26). 

Ejemplo 25: Desarrollo de intención contrapuntística en “A las Orillas del Vilcanota” 
[OVA1,2]. 

[OVA1,2] 
melodía 

2da voz (armonización) 

intención polifónica - contrapuntística    
melodía 

2da voz (armonización) 

Ejemplo 26: Desarrollo de intención contrapuntística en “A las Orillas del Vilcanota” 
[OVA8]. 

[OVA8] 
Voz 

melodía intención polifónica - contrapuntística 

Violín 
contracanto 

Por lo visto, en “A las Orillas del Vilcanota”, la variedad y sofisticación textural 
constituye un rasgo relevante a nivel estilístico en tanto secciones de perfil 
contrapuntístico como las descritas, se alternan con estructuras homofónicas más 
convencionales (las estrofas vocales) (ver tabla 10). Es interesante notar que a pesar de 
esta variedad textural, la pieza puede llegar a percibirse como una versión “muy fiel a un 
huayno local” (De Souza, 2022, p.46). 

En segundo lugar, en “Valicha”, el desarrollo melódico de tipo pregunta y 
respuesta entre los versos y las frases intermedias (codos) – algo común en el huayno, 
puede verse como una construcción polifónica, no debido a la simultaneidad, sino por lo 
elaborados y “autónomos” que llegan a percibirse los codos respecto a los versos y 
estrofas - estos son melodías cortas pero con sentido de resolución tonal. No obstante, la 
sofisticación en este caso se basaría mayormente en la estrategia del intercambio de roles 
melódicos principal y secundario (duplicaciones, armonización, refuerzos armónicos, 

139 

Codo 1 
 

Em   B   (modulo cadencial V I) 

 

 

  

 



 

 

 
Quena 

contra cantos) entre los diferentes instrumentos (quena, mandolina, violín, chelo). Vale 
la pena mirar con mayor detalle este proceso para el caso de las secciones [VLA] y [VLB]. 

En [VLA1] la quena lleva la melodía principal mientras que el chelo funciona como 
continuo armónico y la mandolina como contra canto (respuesta). Para el tercer y  

cuarto  verso,  la  melodía  principal  es  ejecutada  también  por  el  violín  al  unísono 
(duplicación 1). En [VLA2] el chelo se suma a la melodía principal en octava (duplicación 

2) mientras que el violín, aparte de ejecutar desde el principio la melodía principal, ahora 
también ejecuta la respuesta junto con la mandolina (duplicación 3) (ver ejemplo 27). 

Ejemplo 27: Intercambio de roles mélódicos en “Valicha”. 

[VLA2] 

Quena 

Quena 

[VLA1(a)] 
Duplicación 1: quena - violín (octava) melodía 

Quena 
(4/4) (4/4) (3/4) 

codo 1 (“ayacuchano”) 
codo 2 (“Vivanquero”) 

Acompañamiento (continuo) 

[VLA1(b)] 
Quena 

140 

 
 

E Am codo 3 (huaynos/pampeñas criollas) 

 
 
 
 
 
módulo cadencial V I (E Am) 

 
 
 
 
 
 

Duplicación 1: quena - violín (octava) 
 

     
  

  
      

 
  

 melodía 
 

 

codo 1 (“ayacuchano”) 
 
 

Duplicación 3: 
violín/mandolina 

 

 

 

 Duplicación 2: quena - violín/chelo (octava)   
[VLA2(b)] 
 

 

codo 3 (huaynos/pampeñas criollas)     cambio de instrumento (violín) 
 
 
 
 
 
 

módulo cadencial V I (E Am) 

 
 
 

codo 2 (“Vivanquero”) 
 

 



 

 

En [VLB1] la melodía principal se ejecuta a dos voces en las quenas 
(armonización), el violín tiene una melodía secundaria de acompañamiento (homofonía) 
y la respuesta es llevada por la mandolina. Sin embargo, en la primera repetición, el violín 
se une a las quenas en la melodía principal y el chelo toma el rol de acompañamiento 
(intercambio 1). En la tercera repetición, violín y chelo intercambian roles (melodía 
principal/de acompañamiento) (intercambio 2) y en la cuarta repetición tanto cello como 
violín llevan a la melodía principal siendo esta vez las quenas las que cambian a un rol 
de refuerzo armónico (intercambio 3). En las repeticiones posteriores se intercambian 
nuevamente los roles con la quena (armonizada) en la melodía principal y el violín y cello 
en el acompañamiento (intercambio 4) (ver ejemplo 28). 

Ejemplo 28: Intercambio de roles melódicos en “Valicha”. 

[VLB1] 

141 

Intercambio de rol 4: acompañamiento 
 

 
 
 
 
 
 
 
Intercambio de rol 4: melodía 

Intercambio de rol 2: acompañamiento 
 

  
 
 

Intercambio de rol 2: melodía 

Intercambio de rol 3 : melodía - duplicación (violín/chelo) 
 

 
 
 
 
 
 
Intercambio de rol 3: acompañamiento 

Acompañamiento (contracanto) 
 

Armonización 
 
 

(6/4) (7/4) (+1/4) 
 

(2/4) 

 
 
 
 
 
 
 
 
 

Duplicación: quenas/violín 
 
 
 
Intercambio de rol: melodía 
 

 
 

Acompañamiento (contracanto) 

 



 

 

[VLA3(b)] 

Ahora, en [VLA3] la estrategia de intercambio de roles es diferente. La melodía 
principal es ejecutada esta vez por dos mandolinas, sin embargo, la segunda voz (la que 
armoniza) pasa a tener rol de primera y viceversa. Este efecto es reforzado en gran medida 
por el cambio de intensidad (presencia en la grabación) de esta segunda voz ahora 
“convertida en primera”224. Además de ello, el contra canto de respuesta es ejecutado 
ahora por dos quenas armonizadas (ver ejemplo 29). Por último, la homofonía predomina 
en las tres subsecciones de “Cholito Pantalón Blanco” [CHA,B,C] aunque se presenta 
relativamente menos compleja respecto a las otras dos piezas. Se considera que una 
revisión más detallada de este aspecto resulta más productiva en el apartado de fusión ya 
que la textura resulta en este caso, un elemento fundamental en su construcción. 

Ejemplo 29: Intercambio de roles melódicos en “Valicha”. 

[VLA3(a)] 

Ahora bien, al igual que con las piezas de “raíz andina” como “Concordancia” y 
“El Hijo del Sol”, la irregularidad métrica es respetada en las versiones de “Valicha” y 
“A las Orillas del Vilcanota” compatibilizando también con la tendencia a la variabilidad 
métrica de lo progresivo. Así, en [VLA] el periodo melódico se compone de compases en 

224  El músico Rubén Concha advierte esto: “son dos mandolinas, pero la primera voz está en grave y la 
segunda está en agudo, por eso es que suena medio raro, y está en bajo volumen la primera”. 

142 

 
 
 
 
 
Módulo cadencial (V I) 

codo 4 
 
 
 
 

Módulo cadencial (V I) 

Codo 5 [VLA3(c)] 
 
 
 
 
 
 

Bm F# 
 
 
 
 
 

Módulo cadencial V I 

 
 
 
 
 
 
cambio de rol (respecto a VLB1): 
respuesta (con armonización) 

 
 
 

intercambio de voces (1ra por 2da) 
 

 

 



 

 

4/4, 3/4 y 2/4. En [VLB], el periodo se enmarca en una métrica de 2/4 con un compás de 
extensión de 1/4 al final o como una alternancia entre un compás de 6/4 seguido de uno 
en 7/4, mientras que en [VLC] las melodías sugieren un esquema base en 2/4 con 
extensiones (ver tabla 9). Es de remarcar que la sensación de irregularidad métrica se debe 
también a la presencia de compases de doble función (elisión) al final del periodo en 
[VLA]. Por su parte, en [OVA] cada frase melódica del período se estructura en dos 
compases de 3/4 mientras que la respuesta de violín al final de la estrofa sugiere un 
cambio a una métrica de 2/4. Además, una sensación de extensión métrica se da en [OVB] 
donde la melodía de 4 compases en 4/4 presenta una extensión de 1/4 en el último compás 
(enfatizada por el motivo de mandolina en solitario) (ver tabla 10). Por último, tomando 
en cuenta que Cholito Pantalón Blanco se mantiene con una métrica sesquialtera estable 
y regular, la estrategia para lograr momentos de interrupción de la regularidad métrica 
tiene que ver más con los momentos ad libitum o de sensación de rubato como en 
[CHintro] o la transición [CHC1-D]. 

Asimismo, en estas piezas la temporalidad larga, la linealidad dirigida y la 
repetición discursiva son dominantes debido al desarrollo melódico de carácter estrófico 
y estructura abierta/cerrada, así como por las progresiones armónicas de relativa 
extensión y sentido de resolución tonal. No obstante, vale anotar que los módulos 
cadenciales (V I) sobre los que se ejecutan codos o frases intermedias en [VLA1(b)], 
[VLA2(b)], [VLA3 (a,c)] y en [OVA] pueden verse como vamps y riffs que generan en 
su momento la sensación de un desarrollo de repetición semidiscursiva o musemática. 
Por su parte, bajo en enfoque de lo progresivo, la repetición temática (arreglo completo) 
sin mayor variación de las secciones [VLB2] (hasta 8 veces), [OVB] (hasta 5 veces) y 
[CHC1,2] (hasta 5 veces) suscitan su percepción como un desarrollo vertical, circular o 
estático. 

Por otro lado, el virtuosismo en tanto destreza de ejecución, se presenta de forma 
particular en la sección [VLA3(b)]. Si se compara la forma de ejecución en la mandolina 
de esta sección con las apariciones de este instrumento en otras piezas, esta en concreto 
se percibe con un mayor grado de precisión rítmica y claridad en el fraseo (esto al margen 
de lo presenta que está este instrumento en la grabación) y podría por ello considerarse 
como muestra del carácter virtuoso de su ejecutante225. Sin embargo, más allá de este 
evento puntual, en estas tres versiones no se tendría muestras mayores de despliege 
técnico en la ejecución equivalentes a las vistas en “La Flor”. De otro lado, la ejecución 
instrumental mayormente convencional, no hace de la manipulación sonora o la técnica 
extendida recursos relevantes. Lo experimental en este caso incide en mayor grado en la 
apertura o ampliación de estructuras convencionales de huayno y marinera y, de modo 
particular, en la instrumentación atípica de “Cholito Pantalón Blanco”226. 

225 El músico Rubén Concha señala que la mandolina puede haber sido tocada por Alejandro Vivanco, quien 
era mandolinista. En cierto grado, se percibe ciertamente mayor precisión de ejecución en comparación con 
las partes de mandolina en “La Flor” o “Sitting Dreaming”. En este caso, Vivanco podría considerarse un 
“virtuoso” en términos comparativos con los Pereira que en ese momento estaban aprendiendo. 
226 Esto es lo que más parecen resaltar Mendivil (2022) y De Souza (2022) cuando hacen referencia a esta 
pieza. 

143 

 

 



 

 

La sección [CHD], por su parte, es un solo de guitarra y configura el único 
momento que construye la improvisación como extensión del momento de la experiencia 
(Moore & Martin, 2018) dado que [VLA3(b)] o [OVA5,6], si bien son extensiones de la 
forma convencional, presentan en contraste mayor intención compositiva al basarse en 
arreglos y estructuras definidas. Finalmente, la improvisación como expresión de la 
espontaneidad (Brown, 2011) no solo se encontraría en el solo de guitarra sino en el 
desarrollo de repetición irregular de ciertos instrumentos de la sección rítmica (cajón, 
bongos y el piano principalmente227). Este rasgo confiere a la pieza un carácter general 
de imprevisibilidad que por momentos captura la atención colocándose por encima del 
“tema”. 

Psicodelia 

De la misma manera que en las piezas del apartado anterior, el tratamiento de 
elementos musicales tradicionales en un contexto de producción y recepción más 
asociado a la contracultura y la psicodelia resulta aquí más relevante que los elementos 
estilísticos. En ese sentido, "Valicha," "A las Orillas del Vilcanota," y "Cholito Pantalón 
Blanco" constituirían ejemplos en el repertorio “oficial” de lo que en la primera parte del 
análisis se ha denominado como roots musics (Echard, 2017) ya que, si se ignoran 
momentáneamente las secciones “añadidas” ([VLA3,C]; [OVA4,5]; [CHD]), estas serían 
en gran medida interpretaciones convencionales de géneros musicales nacionales 
tradicionales y relativamente contemporáneos228. Así entonces, los huaynos y la marinera 
que interpreta El Polen, que no poseen en sí mismas asociación por afecto formal y 
ninguna intención psicodélica, adquieren esta connotación por contexto de la misma 
forma cómo lo hacían las piezas de blues, bluegrass o country interpretados de modo 
tradicional por grupos abiertamente aceptados como psicodélicos como The Grateful 
Dead229. 

Ahora bien, en este caso también es posible determinar algunos rasgos estilísticos 
y significantes tópicos como se hizo en las piezas de “raíz andina”. En principio, las tres 
versiones adoptarían un relativo afecto formal con la psicodelia si consideramos que en 
ciertas partes se construyen como cercanas a una forma contínua (through-composed 
form) (Echard, 2017). En “Valicha”, los continuos intercambios de rol melódico en 
[VLA,B]  confieren  una  sensación  de  movimiento  constante  que  sugiere  cierta 

227 El músico Juan Pareja describe el desarrollo del piano del siguiente modo: “cuando el piano esta 
marcando las corcheas agudas se siente más la subdivisión de tres, pero cuando está marcando estacatos se 
siente más en 3/4, pero ahora [en CHD] se asemeja a un rasgueo de marinera, a veces ´masocambia´, cambia 
por la estructura, pero no es ahí [exacto] sino un compás antes o después”. 
228 Esta atribución se basa en que la referencia del huayno y la marinera, para el caso de los hermanos 
Pereira, fueron las grabaciones de huaynos criollos y música criolla urbana más que grabaciones de música 
andina de corte más rural. Esto se puede evidenciar en los testimonios del apartado anterior donde se citan 
artistas como Oscar Avilés, Los Morochucos, Luis Abanto Morales, Los Kipus, Ima Sumac, etc. 
229 Al respecto de este grupo Echard señala: “the extent to which they worked folk, country, and other roots 
materials into their music. Often, and especially on studio recordings, they played these styles fairly 
straight. And yet by all accounts the band was perceived as uniformly psychedelic, rather than as careening 
between unrelated styles. […] One key Grateful Dead feature, then, is how certain performances or long 
passages in a performance can be read as psychedelic through context without many or even any 
psychedelic features in the music as such” (p.290). 

144 

 

 



 

 

imprevisibilidad. Esta sensación se refuerza puntualmente en el contraste que se produce 
al entrar en la sección [VLC] donde las extensiones métricas de las quenas producen 
irregularidad sin perder una sólida fluidez rítmica. Por otro lado, en “Cholito Pantalón 
Blanco” el carácter caótico, cambiante, inquieto y deambulante de la forma contínua se 
manifiesta en la espontaneidad de la sección rítmica - principalmente en el cajón, los 
bongos y el piano y en menor medida, la guitarra. Esta sensación es análoga al carácter 
“desordenado” y “denso” que puede llegar a adquirir “A las Orillas del Vilcanota”, 
principalmente en [OVA5,6]. 

Finalmente, a nivel más puntual, en “Valicha” no pasa inadvertido el patrón 
rítmico de figuración regular de galopa en el bombo. Al ser ejecutado con fuerte dinámica 
y gran presencia, este se configura como un “ritmo motor” (motor rhythm) que suscita 
una percepción temporal mesurada y “rígida” y daría un carácter “épico y aventurero” a 
la mayor parte de la pieza. El patrón repetitivo de corcheas de las chakchas o cascabeles 
produciría la misma sensación del tiempo en “A las Orillas del Vilcanota” aunque con 
una connotación más “suave” y “pastoral”. A modo de contraste, el acelerando progresivo 
en [VLB2] articula un momento de “deformación” y “compresión” del tiempo - de la 
misma forma que en [HSB] y [HSG] - acrecentando con ello la intensidad y el “caos” a 
medida que la pieza llega a su fin. 

Fusión 

De modo general, la fusión adopta un enfoque más sistemático que intuitivo 
(aleatorio) (Partaphratim, 2014) en tanto se construye sobre el aprendizaje y asimilación 
de los marcos estilísticos y repertorios de músicas locales230. Esto se materializa en piezas 
que articulan varias transformaciones, logran sofisticación y, aun así, mantienen un 
tratamiento en cierto modo conservador. Estas piezas constituyen, por otro lado, un 
vínculo con las primeras experiencias de fusión entre lo local y el rock (las cuales se han 
denominado como protofusiones). Estas responden a la práctica de hacer versiones de 
temas locales tal como lo hicieron anteriormente grupos como los Incas Modernos, Los 
Spectros del Cusco o los Siderals de Ayacucho en los respectivos estilos o subgéneros del 
rock que practicaban. En otras palabras, lo que conecta a El Polen con estos grupos es la 
aproximación a la fusión desde la versión y no la forma de tratamiento o grado de 
manipulación de los elementos musicales. De hecho, la intertextualidad es significativa 
en la construcción de la fusión en estas piezas, no obstante, para conservar la estructura 
del análisis, se aborda primero la dimensión morfosintáctica. 

230 Durante la conversación personal, Juan Luis recuerda que “A las Orillas del Vilcanota” se escuchaba en 
Lima: “es una canción que ya conocíamos, es una famosísima desde antes, una de la primeras que se ha 
escuchado acá en Lima […] luego nos dimos cuenta que era de allá [del Cusco]”. No obstante, en una 
entrevista en 2019 dice que “la aprendieron en Cusco”. 
Por su parte, Valicha la aprenderían en Cusco: ” llegamos y todo Valicha, era el himno del Cusco, nos decía 
todo el mundo y se escuchaba también en todas partes y la aprendimos”. Ahora, es posible que el guitarrista 
Lucho Gonzales enseñara “Cholito Pantalón Blanco” a Raúl Pereira cuando estudiaban juntos en el colegio 
Leoncio Prado: “Cholito pantalón blanco fue una canción que aprendió Raúl en su época de estudiante en 
el colegio Leoncio Prado. Él y Lucho Gonzales (principal guitarrista de Chabuca Granda) compartieron 
aulas y canciones. Fue así como me la enseñó y nos gustaba mucho porque era alegre y pícara” (Gestores 
Culturales, 2021). 

145 

 

 



 

 

Como ya se observó en el apartado de lo progresivo, las versiones de “Valicha” y 
“A las Orillas del Vilcanota” consideran la mayoría de las convenciones formales del 
huayno231, mientras que “Cholito Pantalón Blanco”, aparte de la forma y la armonía, 
articula roles melódicos convencionales de la marinera: principal (voz), contracantos 
(violín, mandolina) y los bordoneos o bajos (guitarra, bajo)232. Distribuídos estos roles en 
la métrica sesquiáltera se tiene el bordoneo y las líneas de mandolina (“llorados 
norteños”) en [CHB] y [CHD] marcando el 3/4 y por otro, los contracantos de la 
mandolina en [CHA] y el violín (pedal) en [CHC] marcando el 6/8233. Es de notar que 
frente a estos roles y métricas definidas, el piano y el cajón con escobillas tienen durante 
toda la pieza un desarrollo rítmico irregular y métricamente ambivalente o ambiguo (ver 
ejemplo 30). 

Ejemplo 30: Roles melódicos de marinera en “Cholito Pantalón Blanco”. 

[CHA]: bordoneos y contracantos 
E Am 

Contracanto 

Contracanto - ref. Armónico 

Guitarra 

Bordoneo 

cont … Piano y Cajón 
con escobillas: Acompañamiento (desarrollo de carácter libre - diseño rítmico irregular) 

231 Estructura (estrofas, intermedios/codos, fuga), progresiones armónicas convencionales, bimodalidad, 
pentafonía, armonización de voces por terceras, diseño rítmico a base de pies binarios y ternarios (patrones 
de síncopa, galopa, semicorcheas) y la irregularidad métrica del fraseo (ver tablas 9 y 10). 
232 El músico Juan Pareja parece advertir estos roles en la pieza, luego señala que son comunes en varios 
tipos de arreglo de marineras: “veo esas funciones en arreglos con mas o menos instrumentación o con 
instrumentación más tradicional”. Este modelo de “capas”, como lo llama, puede considerarse como una 
textura homofónica por los roles melódicos que implica: “en la marinera las frases marcan el 6 por 8 siempre 
y mas bien los bajos hacen que se sienta más tres [por 4], en la estructura de arreglo de banda usualmente 
hay tres partes en simultáneo aparte de la percusión, está siempre el bombardino haciendo los bajos, 
llevando bordones […] melodía [principal] va a haber siempre, lo que no aparece siempre [segunda capa] 
es una serie de ritmos que hacen los instrumentos que están al medio, están acompañando, haciendo armonía 
porque se quedan en una nota […] son líneas melódicas que te están dando dos funciones, marcarte la 
armonía y el 3 por 2 [métrica sesquiáltera]”. 
233 Según el músico Juan Pareja: “[en ref. a CHA] la mandolina está marcando los tresillos y la progresión 
de acordes, es un instrumento melódico que está marcando la armonía; [en ref. a CHB] ese ´llorado´ sí es 
norteño, esos trinos mantenidos están en el norte, usualmente lo hace la primera guitarra; [en ref. a CHC] 
en música criolla se suele usar una nota pedal, el violín está haciendo esto, puede atribuirse a conocimiento 
o que [el músico] se haya cruzado con esto escuchando criollo”. 

146 

 

 



 

 

[CHB]: contracanto - “llorado norteño” 
G C 

[CHD]: contracanto - “llorado norteño” 
Am E 

[CHC]: contracanto - pedal 

Considerando que autores como Mendivil (2022) y De Souza (2022) remarcan la 
instrumentación atípica de “Cholito Pantalón Blanco”. La fusión en este caso se basa en 
la ejecución de estructuras formales de una tradición (marinera norteña) con instrumentos 
asociados a otras. Desde un enfoque semiótico, la instrumentación se torna relevante dado 
que sería un campo de alta carga semántica (Sad, 2019) y un punto de contacto entre 
referencias musicales. Así entonces, al mismo tiempo que la pieza articula las estructuras 
formales, melódicas y rítmicas de una marinera norteña, la guitarra acústica de cuerdas 
metálicas continua remitiendo al folk, lo mismo que la mandolina y el violín. Estos 
instrumentos además traerían lo andino a la ecuación al remitir la sonoridad de las 
marineras andinas234 o lo clásico, si consideramos el duo violín/piano. Los bongós 
mantienen su reminiscencia a lo latino mientras que el cajón con escobillas suena lo 
suficientemente “dentro” del género. Mendivil se refiere además a esta instrumentación 
como alusiva a las cuecas del grupo de rock chileno Los Jaivas235. Entre los significantes 
que remitirían a la cueca estan sonido del pandero, el sonido “metálico” que alude a las 
arpas (de uso común en las cuecas más tradicionales) y en general, la sensación de 
irregularidad en la repetición y acentuación rítmica que tiene la pieza en general236. Por 
su lado, el cajón tocado con escobillas se percibe “dentro” ya que se aproxima al sonido 
de tarola, la que a su vez, apunta a los formatos de marinera de tipo banda militar. Los 
acordes de piano en registro agudo en [CHD] y la linea melódica que este instrumento 

234 En  este  ejemplo  de  marinera  ayacuchana,  la  melodía  esta  ejecutada  en  violín  y  mandolina: 
https://www.youtube.com/watch?v=o1VT4pJN8OA 
235 Los Jaivas tienen su propia versión de “Cholito Pantalón Blanco” aunque esta es posterior a la del Polen 
puesto que la aprendieron de ellos. Esta versión podría haber sido la referencia. Se encuentra en: 
https://www.youtube.com/watch?v=YAi1O93qnI0 
236 El músico Juan Pareja lo describe: “si me suena a cueca… por el uso del pandero o pandereta que entra 
en ciertas partes de la canción, pero está ahí mas bajo y [tiene] partes altas donde va marcando semicorcheas 
[…] otro es el uso de instrumentos de cuerda de metal en marinera, eso te llama más a la cueca porque 
utiliza arpa [...] y un poco el desorden, los cuequeros suenan un poco más desordenados, usualmente las 
grabaciones antiguas tienden a ser bien desordenadas, pero la cueca en sí, he escuchado modernas y su 
rasgueo tiene un estilo raro […] la marinera tu la tocas [rasguea] se mantiene, la cueca tiene unos acentos 
que hace que el ritmo se sienta irregular”. 

147 

 

 

http://www.youtube.com/watch?v=o1VT4pJN8OA
http://www.youtube.com/watch?v=YAi1O93qnI0


 

 

ejecuta repetidamente en [CHC], topicalizan el “vals criollo antiguo” y el “riff de rock” 
respectivamente237 (ver ejemplo 31). 

Ejemplo 31: Remisiones del piano en “Cholito Pantalón Blanco” 

[CHD]: acordes en registro agudo (vals criollo) 

[CHC]: línea de piano (riff de rock) 

Por último, [CHintro] presenta una introducción atípica para la marinera evocando 
mas bien géneros como el triste o el yaraví por la sensación de rubato y fraseo libre. Esta 
introducción muestra un proceso de fusión más intuitivo, en este caso desde lo 
performático. Si bien la forma general del fraseo de la guitarra puede considerarse como 
“criolla”, la ejecución correspondería a una aproximación desde el rock238. 

Por otro lado, en “Valicha” es interesante para empezar el caso del patron de 
galopa del bombo, que empieza en [VLintro(b)] y se mantiene casi inalterado a lo largo 
de la pieza, en tanto refuerza lo andino al ser una cita continua a la “célula rítmica estandar 
del huayno”239. Por su parte, en las frases intermedias (codos) de “Valicha” y “A las 
Orillas del Vilcanota” subyacen influencias, referencias estilísticas. De manera general, 
los codos en [OVA1,2] son alusivos a aquellos desarrollados por músicos de huaynos 
criollos; de forma más específica, en “Valicha” los codos en [VLA1(a),2(a)] son de “tipo 
ayacuchano”, en [VLA1(b),2(b)] aluden al “estilo Avilés” de tocar la guitarra en las 

237 Para el músico Juan Pareja: “[en ref. a los acordes] ese piano lo he escuchado en vals antiguo, cuando se 
va al [registro] agudo; [en ref. a la línea melódica] es un riff, siento que es como un riff que ponen ahí, es 
repetitivo y parece más a la composición aproximada de un rockero, en música criolla mientras mas varíes 
tus contra cantos mejor, en grupos como Los Mochicas tienen contracantos que se sienten como riffs [pero 
aquí] han puesto ese riff más pesado en octavas que corresponde a un power chord, suena fino en el piano 
pero rockero”. 
238 Para el músico Juan Pareja: “hay géneros del norte que hacen algo similar, en el sentido que no hay 
tiempo, el triste por ejemplo […] ahora, también te suena a yaraví, por momentos se escucha un trino, pero 
siento que esta jugando con los dos acordes, aunque el cierre del acorde es como cierran los yaravíes y los 
tristes, [aunque] es criollo [toca parte de la introducción] solo que no está tocado como un criollo, un criollo 
lo tocaría [toca lo mismo con articulación más pronunciada y ornamentada], te digo rockero también porque 
[usa], el acorde sus 4, en criollo se usa a veces, pero aquí esta en el acorde dominante”. 
239 Así define Carrasco (2022) al patron de galopa (corchea y dos semicorcheas) y deja en claro la relevancia 
como aspecto estilístico de lo andino y del huayno: “Esta célula rítmica está presente en los huaynos de 
todas las regiones del Perú. En realidad, está presente en toda la cordillera de los Andes. Este ritmo está 
presente en las músicas andinas con influencias extranjeras, como el pop, rock, jazz, entre otros géneros 
extranjeros, que, al querer tener su sello andino, incluye esa célula rítmica […] los grupos musicales de 
fusión incluyen esta célula rítmica como sello característico del huayno (Ferrier, 2003)” (p.28). 

148 

 

 



 

 

pampeñas, [VLA3(b)] es un codo al “estilo Vivanco”240 (ver ejemplo 27) y en [VLC] se 
tendría un fraseo melódico alusivo, según Juan Luis Pereira, a una danza tradicional de la 
amazonía “tipo chunchada”241 (ver ejemplo 32). 

Ejemplo 32: Melodía “amazónica”, tipo “chunchada” en “Valicha”. 

[VLC] 

En este punto es pertinente considerar también el motivo rítmico al final de cada 
repetición de la frase melódica en la mandolina en [OVB] (a partir de 3:08) y [HSG] (a 
partir de 12:14) y en el bombo en [MCC(a)] (3:19). Este resulta muy similar (casi como 
una cita) al motivo de guitarra que Luis Abanto Morales utiliza recurrentemente al final 
de algunas estrofas en su version del “Mambo de Machahuay”242 (1:58). Esta referencia, 
que no giraría necesariamente alrededor del timbre sino en la forma de presentación del 
motivo (en solitario), puede entenderse como la asimilación de este recurso243. 

Como se ha postulado en el capítulo 1, la determinación de estas remisiones 
intertextuales (el intertexto) no altera en estos casos un proceso de fusión que manipula y 
transforma elementos estilísticos del huayno o la marinera, sino que lo llevan más allá de 
la simple identificación de géneros o elementos que se mezclan con el rock. Así también, 
hacen visibles las “raíces” del artista que se involucran en la composición y la presencia 
latente otros universos musicales desde la recepción. 

Ahora bien, la forma cómo se interpelan las convenciones del huayno y la 
marinera desde el lenguaje del rock implica principalmente el uso de texturas alternativas 
y/o complementarias (homofonías, polifonías) y la introducción de secciones intermedias 
dentro de la forma convencional. Ya se ha visto en el apartado de lo progresivo como en 
“Valicha” el material melódico recurre a la variación textural (duplicaciones, 
armonizaciones, intercambio de roles) y en [OVA5,A6], a la textura contrapuntística. Si 
bien De Souza (2022) advierte que técnicas como el contrapunto no son comunes en la 
música andina (p.50), lo hace para advertir el alejamiento del imaginario de El Polen de 

240 Esto según el músico Rubén Concha. Ahora, aunque estas denominaciones (“estilo ayacuchano”, 
“vivanquero”, “estilo Avilés”) pueden ser subjetivas, los codos o líneas melódicas referidas sí pertenecen 
ciertamente al universo de los huaynos criollos. El codo de “estilo ayacuchano” se escucha por ejemplo en 
el tema “El Testamento” de Los Kipus (Cantan los Kipus, 1960), disponible en: 
https://www.youtube.com/watch?v=dm8o89u56Oo [14:20]; El codo alusivo a las pampeñas en Valicha se 
escucha de modo muy similar en el tema “El Retamal” de Los Dávalos (Los Dávalos, 1956), disponible en: 
https://www.youtube.com/watch?v=LN2T7--XrfQ [1:43]. 
241 (Gestores, 2021). Ahora, para el músico Rubén Concha: “de amazónico no tiene nada, es su percepción, 
de la Amazonía, al menos en Lima conocemos poco […] lo que teníamos en ese entonces en los setenta era 
una nebulosa”. Desde esa referencia contextual, esta sección produce una instancia de exotismo psicodélico 
(Echard, 2017) en tanto imagina una “otredad geoespacial” poco conocida. 
242 Esta versión se encuentra en https://www.youtube.com/watch?v=X29gQvQeNXM 
243 Resulta lógico si se considera que Juan Luis Pereira menciona frecuentemente a Luis Abanto Morales 
como uno de los artistas que solía escuchar en la radio. De hecho se encontraría además familiarizado con 
la versión de Abanto Morales del “Mambo de Machahuay”. El tema formaba incluso parte del repertorio 
de covers de la banda. 

149 

 

 

http://www.youtube.com/watch?v=dm8o89u56Oo
http://www.youtube.com/watch?v=LN2T7--XrfQ
http://www.youtube.com/watch?v=X29gQvQeNXM


 

 

lo andino más convencional. En nuestro caso, es mas bien para advertir la adscripción a 
la tendencia en el rock progresivo por la intención contrapuntística. Por otro lado, [VLA3] 
y [VLC] son secciones intermedias que “abren” la forma convencional con el fin de lograr 
contraste temático. En “Valicha”, la transición [VLA3(a)-VLA3(b)] puede considerarse 
puntualmente como una aproximación a la fusión de tipo resolución de problema 
(problem solving) (Partapratim, 2014). Luego de la sección [VLB1], el motivo cadencial 
(codo) en [VLA3(a)] bien podría haber dado paso al final del tema (ya que formalmente, 
las estrofas y la fuga de huayno ya fueron expuestas) sin embargo, este modula 
abruptamente un tono más arriba para luego, en [VLA3(b)], presentar no tanto una 
sección de desarrollo solista, sino la re exposición del tema, pero sometido a un nuevo 
tratamiento textural (discutido en el apartado de lo progresivo). Luego de esto se da paso 
en [VLC] a una nueva sección con una textura monofónica contrastante. Es interesante 
notar que, al empezar con solo percusiones, el efecto de la modulación queda anulado 
pudiéndose presentar la nueva temática melódica, así como el modulo cadencial (V I) en 
la tonalidad original para cerrar esta sección y pasar a la fuga [VLB2]. 

Por otro lado, en el apartado de los temas “de raíz andina” ya se ha dado una 
primera mirada a cómo El Polen evoca la “impronta” o “actitud” rockera mediante la 
interpretación de ciertos pasajes de guitarra con una dinámica fuerte que busca la 
sensación de alto volumen (loudness) (Baugh, 1993). En el caso de estas versiones, la 
guitarra rítmica en “Valicha” es uno de los casos que evidencia de forma más clara esta 
intencionalidad. Así, aparte del uso de un patrón de rasgueo de semicorcheas, alternativo 
a las “células” rítmicas más convencionales244, esta sensación es producto de la sonoridad 
combinada de cuerdas metálicas, el uso de púa (plumilla), una dinámica fuerte debido a 
la fuerza percibida en el rasgueo245 y la presencia que tiene el instrumento en la grabación. 
Desde la mirada de la fusión, se considera que la presencia continua de esta cualidad 
sonora - debido al rol de acompañamiento de la guitarra, contribuye en gran proporción 
a la creación de una tensión [rock-andino] en la pieza. 

Por su parte, ya se ha visto que en “Cholito Pantalón Blanco” uno de los 
fundamentos de la fusión es la combinación de elementos morfosintácticos con una 
instrumentación no convencional. Esto desencadena un proceso semiótico de 
identificación de referencias intergenéricas que en conjunto producirían en principio una 
tensión [marinera – cueca]. No obstante, otro aspecto relevante es la incorporación de la 
sección del solo de guitarra [CHD]. Al ubicarse entre las dos exposiciones de la forma de 
marinera, [CHD] deviene un momento alternativo a los “dichos” usados tradicionalmente 
en varios géneros criollos e incluso andinos246. Considerando que estilísticamente, la 
opción de usar o crear “dichos” estaba disponible debido al conocimiento que el Polen 

244 Ya se ha visto que según Carrasco (2022), la célula rítmica estándar es el patrón de galopa. 
245 Desde la perspectiva de un músico folclórico como Rubén Concha la ejecución no sería tradicional ya 
que: “el rasgueo es [imita las semicorcheas], así nomás, no es [imita la célula rítmica estándar], me parece 
como que estuvieran tocando con uña […] la guitarra, parece que ellos a propósito la tocan así, en lugar de 
hacer una llevada tradicional”. 
246 Según Juan Pareja: “le dicen dicho, cuando terminas la primera pasada, depende de la región, en 
Ayacucho dicen ´a ver esa segundita´, pero en el norte suelen decir dichos, que pueden tener todo tipo de 
connotaciones, usualmente tienden a lo gracioso […] sección A, dicho y sección A de nuevo”. 

150 

 

 



 

 

tendría de estos a partir de sus referencias247, la decisión de continuar la marinera con un 
solo de guitarra se constituye en otra instancia de fusión desde la resolución de problema 
(problem solving) o en un cruce estilístico (stylistic crossover). Se pasa de la estructura 
tradicional a una más propia del rock, entrando de esta manera a un momento de tensión 
[rock-marinera]. Es de remarcar, no obstante, que esta tensión es producida mayormente 
por la cualidad de elemento no convencional que adopta [CHD] (sección solista) a nivel 
de macroforma. De hecho, el material que desarrolla la guitarra no hace uso exclusivo de 
recursos o giros melódicos característicos del rock, sino que combina recursos alusivos a 
varios tipos de música. Este comienza en (2:27) con fraseos a base de notas del acorde, 
quedándose cerca de las estructuras de bordoneo de marinera, sin embargo, en (2:47) la 
ejecución rápida del motivo rítmico invita a pensar más en un recurso como un lick de 
rock. Luego, pasa en (2:56) a un desarrollo alusivo al landó o la zamacueca248 y termina 
con un cierre tradicional de marinera (la secuencia ascendente de la escala menor 
melódica: mi fa# sol# la). Finalmente, a esta tensión [rock-marinera] se integra la 
mandolina ejecutando a partir de (2.38) una frase más alusiva a marineras andinas en 
paralelo al solo de guitarra249. 

Para terminar, el tratamiento mayormente conservador o tradicionalista de las 
convenciones del huayno y la marinera, incluso más incisivo que en las piezas de “raíz 
andina”, tiende a una actitud de fusión. más “auténtica”. De forma análoga a 
“Concordancia”, las tres versiones hacen un uso “respetuoso” de las estructuras formales 
y roles morfosintácticos de estos géneros, así como una ejecución convencional de los 
instrumentos folclóricos. Sumado a esto, “Valicha”, añade la participación de un músico 
tradicional (Alejandro Vivanco) y las frases intermedias aluden al estilo de otros músicos 
folclóricos. Así también, en “A las Orillas del Vilcanota” se evidencia cómo Raúl Pereira 
llega a aproximarse bastante a la forma tradicional de ejecución de la quena debido a la 
tutoría de Alejandro Vivanco. 

En el otro sentido, los aspectos que dinamizan, interpelan y transforman lo 
convencional son principalmente la “apertura” de la forma y la inclusión de secciones 
intermedías o interludios. Esto para un tratamiento exploratorio y estilizado del desarrollo 
melódico que produce variedad temática, intercambio de roles y texturas 
contrapuntísticas, o para ejecutar un solo de guitarra. Desde la perfomatividad, se 
incorpora la búsqueda de la sensación de volumen y la aproximación al material local 
desde el “toque” o “impronta” rockera. Finalmente, en “Cholito Pantalón Blanco”, la 
instrumentación atípica es un rasgo fundamental de “originalidad”. 

247 De hecho, la versión de Luis Abanto Morales – una de las influencias de los hermanos Pereira, contiene 
estos dichos. Además, a partir del comentario de Juan Luis Pereira del video online de esta versión “canción 
que nos inspiró a mi hermano Raúl y a mi en los años 50 para tocarla con el Polen en los inicios de los 70, 
al igual que el mambo de Machauay!” se puede inferir que El Polen conocía esta versión y por ende lo 
característico de este recurso estilístico en géneros como la marinera. La versión y el comentario de Juan 
Luis se pueden encontrar en https://www.youtube.com/watch?v=maUCMzg0a9A 
248 Según Juan Pareja: “esa sección medio de arpegios después del [lick de rock] puede ser medio ́ peruano´, 
suena medio ´landó´, a una llevada de bordones medio zamacueca”. 
249 Según Juan Pareja: “Esas llevadas de mandolina, esos cierres diatónicos, esos cierres por grado conjunto 
los he escuchado en marineras del ande, de Ayacucho o Puno”. 

151 

 

 

http://www.youtube.com/watch?v=maUCMzg0a9A


 

 

2.2.4. Temas de transición: Paisaje de quenas, Secuencia de Organillo y 
Polifon, La Puna. 

Progresivo 

A diferencia de lo visto anteriormente, estas tres piezas se fundamentan 
mayormente en aspectos como la experimentación y la improvisación mas que en la 
sofisticación de la forma, métrica o textura melódica. Esto se evidencia en principio en el 
alto contraste de la sonoridad general de estas piezas frente al resto del repertorio. Incluso 
las piezas califican como temas cortos “de transición” o “añadidos” (lo que comúnmente 
se conoce como bonus tracks) y debido a esa condición, son aptos para adoptar enfoques 
alternativos, menos estructurales y más centrados en lo sonoro. 

El caso de “Paisaje de Quenas” resulta interesante porque se le ha conferido a esta 
pieza un carácter experimental250. Como se verá en mayor detalle en el apartado de fusión, 
esta pieza es prácticamente un collage de temas tradicionales andinos tocados únicamente 
por el músico folclórico Alejandro Vivanco con una ejecución y un sonido tradicional 
convencional251. Las razones de la interpretación de esta pieza como experimental (válida 
desde un punto de vista semiótico)  incluirían el hecho de no llegar a percibir el carácter 
tradicional de los temas, el desconocimiento de las circunstancias de su producción o la 
asunción de que fue concebida por músicos ajenos a la tradición andina (rockeros como 
los Pereira por ejemplo) con el objetivo explorar las posibilidades de la quena. De hecho, 
esto parece ser lo que se busca en “La Puna” pero no en este caso. Alternativamente, dada 
la naturaleza tradicional de la pieza, esta se alejaría de toda pretensión de experimentación 
de no ser por encontrarse en el contexto de un disco de rock psicodélico o más aun, de 
una banda sonora. Así entonces, el material andino - esta vez en su forma más tradicional 
- se recontextualiza desde la perspectiva del bricolaje ya que, como se vio anteriormente, 
respondía a las necesidades que tenía la película Cholo de contar con música andina para 
algunas escenas. 

En “Secuencias de Organillo y Poliphon” se encuentran varias dimensiones de la 
experimentación. Para empezar, la pieza puede verse como próxima a la estética 
“experimental” avant garde dado que en principio genera una impresión de aleatoriedad 
y desorden. La pieza consiste en fragmentos de audio pregrabado (samples) que aparecen 
de forma secuencial (aunque con cierta yuxtaposición). Esto muestra que se basa en una 
de las primeras concepciones de lo experimental en el rock en tanto no es una 
performance, sino un trabajo enteramente de estudio. Así también, el uso del sampleo 
evidencia la presencia del modelo “científico” - interesado más en las “muestras” que en 
el resultado - así como del sincretismo metodológico al trabajar esta vez manipulando 
sonidos concretos (Costa, 2018). Por otro lado, los “instrumentos” involucrados (el 

250 Según Melgar (2018, 5 de marzo). 
251 Al escuchar la pieza, el músico Rubén Concha reconoció inmediatamente el “estilo de Vivanco”: “tiene 
su sonido de quena, tiene su vibrato”. Esto es razonable considerando que fue su estudiante de quena. 

152 

 

 



 

 

organillo y el poliphon)252 son a su vez muestra de la tendencia a la incorporación de otros 
instrumentos y sonidos no convencionales en el rock aparte de los folclóricos. Este punto 
es relevante porque estos sonidos son “novedosos” y contrastantes con la huella tímbrico 
– instrumental construida a lo largo del disco Cholo. Si ya en este primer disco se 
plasmaba el “experimento” de juntar rock y folclor, la inclusión de una pieza como 
“Organillo y Poliphon” construye de algún modo “lo experimental dentro de lo 
experimental”. Por último, lo elemental de su estructura y las circunstancias de 
producción de esta pieza se alinean con el pragmatismo inicial inherente al rock253. 

En la Puna, la cualidad experimental está mayormente relacionada con una 
manipulación de patrones (melódicos y rítmicos) e instrumentos locales, folclóricos y 
“exóticos” no afines a un género o marco estilístico andino específico254. Esto relega el 
uso de efectos o material sonoro pregrabado (el sonido del viento) a funcionar como seña 
sutil del aprovechamiento de las técnicas de sampleo y montaje en estudio. De otra parte, 
como ya se vio anteriormente, las circunstancias de producción de esta pieza muestran la 
actitud pragmática de “resolver” la composición o el arreglo de la pieza rápidamente y 
con pautas muy básicas. Esto muestra a su vez la relevancia en “La Puna” de la 
improvisación como herramienta para la composición (Moore & Martin, 2018). No 
obstante, algunas características formales sugieren un desarrollo improvisado basado en 
la espontaneidad (Brown, 2011). Los más relevantes son la variedad métrico-rítmica y el 
desarrollo no repetitivo del fraseo melódico de la quena en [LPA] así como la progresiva 
adopción del bombo de este carácter flexible en la sección final [LPC] luego de haber 
marcado una rítmica regular y precisa durante toda la pieza (ver tabla 12). 

Ahora, si bien se ha postulado la experimentación como el enfoque dominante, es 
de remarcar que esta no se construye desde la manipulación sonora o el empleo de 
técnicas extendidas en la ejecución instrumental (que es este caso involucra mayormente 
solo algunos instrumentos de viento y en especial a la quena). En ese sentido, piezas como 
“Paisaje de Quenas” y “La Puna” comparten con el resto del repertorio una aproximación 
convencional a la ejecución instrumental. Asimismo, la ausencia de despliegue técnico 
descarta el virtuosismo a nivel intraopus. 

252 El organillo es un instrumento musical mecánico de viento produce sonidos mediante la rotación de un 
cilindro perforadon, el polifón es una caja de música que reproduce mas bien discos metálicos perforados. 
Ambos datan de la segunda mitad del siglo XIX aproximadamente. Es de remarcar no obstante, que al 
escuchar la pieza, lo que se identifica como organillo mas parece sonar como una zánfona-órgano, un 
instrumento del siglo XVIII de cuerda frotada accionada por una manivela. 
253 Ya se ha mostrado en la primera parte del análisis que fue el “capricho” del director de la película Cholo 
y la necesidad de contar con música para los créditos lo que llevó a elaborar esta pieza. 
254 Según el músico Rubén Concha: “parece que es de ellos, porque están jugando solamente con el arpegio 
re fa la re, por ahí un mi, no, no es nunguna cancion o ritmo tradicional”. 

153 

 

 



 

 

Tabla 12: Estructura y elementos formales (La Puna). 

154 

   LA P UNA [LP]   Secciones formales 
analíticas [LPintro] [LPA1] [LPA2] [LPB1] [LPB2] [LPC] 

Tiempo 0:00 0:33 0:58 1:53 2:18 2:55 
Forma: Binaria AB con coda A B coda 

Tempo .J= 78-80 bpm 
Métrica 4/4 (por longitud de patrón rítmico) 2/4 (percusión) 4/4 (melodía) 

Letras (marcas clave)   

Sección rítmica 
 

 
patrón rítmico de un compás de duración:  J. ♪ -   (cambiando a ♫ en A2) (bombo) 

 

 
♫ J (bombo, cascabeles): rítmica regular 

 

 

[♪�] [��] (bombo, cascabeles): rítmica regular 

 

[♪�] [��] (bombo, cascabeles): 
rítmica regular Pérdida 

progresiva de definición   
rítmico métrica 

 
Progresión armónica 

 marcado de transicción formal: armonización de voces con grados (V I) de la escala (la, re)  
monocordal (grado I - D) - implicita 

 
 

Material melódico 
 

 Open ended 
Fraseo libre: arpegio tríadico (re fa#, la) con variaciones y 

ornamentaciones 
 

rítmica flexible, tensión con acompañamiento rítmico 
(waywardness) 

Nota sostenida (Flauta de tailandia) 
Open closed 

Frases triádicas (re fa#, la; mi como apoyatura); tipo ab (pregunta respuesta), oscilante (entre grados v-i – la-re) (quena) 

  
Open ended: motivo de arpegio (triada mayor) (zampoña) Open ended: motivo de arpegio 

(triada mayor) (quena) 
 

Textura 
 

Sonora 
(sonidos 

incidentales) 

 
Monofónica 

Linea melódica (quena) 

Homofónica/Politemática 
Linea melódica (quena) 

B1-B2: Acompañamiento rítmico armónico (zampoña) 
A2, B1: Continuo (flauta) 

Homofónica Linea    
melódica (quena)         Linea 

melódica (contra canto) 
(quena) 

 
 

Temporalidad 
 

 
 

Musemática 
 

 
 

No dirigida semi discursiva 
 

dirigida semi discursiva 
frases cortas con estructura de pregunta-respuesta 

/antecedente-consecuente (quena) 
 

musemática – vertical 
nota pedal (flauta) 

dirigida semi discursiva 
frases cortas con estructura de pregunta-respuesta /antecedente-consecuente (quena) 

musemática – vertical 
nota pedal (flauta) 

motivo melódico-rítmico repetitivo (zampoña) 

musemática motivo 
melódico-rítmico repetitivo 

(quena) 

 



 

 

Por otro lado, la relevancia de lo experimental, tanto como estética y como 
método, no resulta incompatible con la organización formal presente en las piezas. Si bien 
“Organillo y Polifón” no es más que una edición de dos fragmentos de grabaciones, la 
idea de organizarlos en un esquema secuencial origina una clara estructura binaria A 
[OPA] B [OPB] con repetición, mientras que las transiciones de fundido sugieren una 
cierta intención compositiva. El contraste de sonoridad (timbre) es evidentemente la 
forma inmediata de distinguir entre [OPA] (sonido del organillo) y [OPB] (sonido de 
polifón) aunque pueden identificarse otras diferencias formales como centros tonales 
diferentes o que [OPA] tiene un desarrollo mayormente musemático repetitivo mientras 
que [OPB] se percibe como relativamente discursivo255 (ver tabla 13). 

Por su parte, desde la mirada de la influencia clásica, “Paisaje de Quenas” tendría 
las características de una suite (los temas aquí son claramente diferenciados, discretos y 
cerrados en si mismos). El rasgo unificador más evidente es la homogeniedad tímbrica 
(quenas) y el hecho que las secciones [PQA] y [PQD] - que abren y cierran la “suite” - 
comparten la misma textura (monódica) y centro tonal (re mayor): Las estrategias de 
variedad por su parte, comprenden el contraste entre esta textura monofónica con la 
homofonía (armonización de voces) y el cambio de métrica, tempo y modo en [PQB] y 
[PQC] (ver tabla 14). 

Por su parte, “La Puna” tiene un único centro tonal (re mayor) y mantiene el 
material melódico con un diseño triádico y contorno oscilante (entre re-la / re-fa#). La 
hipermetría es mayormente regular manteniéndose en un esquema de 2/4 y con frases de 
2 compases de duración. Además, el motivo a base de los grados (v i) (la, re) que las 
quenas ejecutan en las transiciones [LPA1 - LPA2] y [LPA2 – LPB] permite identificar 
el paso de una sección a otra. Esto en última instancia contribuye con una sensación 
general de arreglo. Respecto a la variedad, tal como en el caso de “Mi Cueva”, “La Puna” 
no recurre a la repetición de subsecciones dado que se trata de un desarrollo continuo en 
tres partes: [LPA], [LPB], [LPC]. La estructura comprende en general la transición 
progresiva de un esquema de desarrollo melódico relativamente irregular y espontáneo 
[LPA] a uno más definido, de menor variación y más repetitivo [LPB]. Así también, 
incluye el incremento gradual de la densidad rítmica (bombo) y tímbrica, en tanto 
instrumentos como la flauta de Tailandia, la zampoña y los cascabeles se van sumando al 
arreglo. En [LPC], ocurre un último cambio en la temática melódica de las quenas, la 
tensión rítmica se incrementa por la pérdida de precisión del bombo en la marcación de 
una métrica y pulso definido y reaparece el efecto de sonido de viento256. Respecto a la 
textura. solo “La Puna” exhibe una cierta sofisticación. [LPA] tiene una textura 
principalemente monódica que cambia a una homofonía cuando, sobre las quenas, se 
instala el continuo armónico de la flauta tailandesa. Esta textura se consolida en [LPB] al 
tener frases en forma de pregunta/respuesta (quena), repetición musematica (zampoña) y 
notas sostenidas (flauta) (ver tabla 12 y ejemplo 33). 

255 De hecho, puede percibirse que el polifon reproduce una melodía que parece estar en 6/8 y en tonalidad 
de Sib mayor. 
256 Todo este desarrollo, aparte de dibujar sonoramente el paisajismo estático atemporal que “un paraje de 
la puna serrana” (De Souza, 2023, p.46) puede representar, también sugiere un recorrido, un movimiento a 
traves de este espacio imaginado. 

155 

 

 



 

 

Tabla 13: Estructura y elementos formales (Secuencia de Organillo y Polifón). 

Tabla 14: Estructura y elementos formales (Paisaje de Quenas). 

156 

  PAISAJE DE QUENAS [PQ]  Secciones formales analíticas [PQA] [PQB] [PQC] [PQD] 
Tiempo 0:00 0:29 1:19 2:48 

 
Forma Binaria AB verso libre 

convencional: fox – camel 
verso libre 

convencional: yaraví 
Binaria AB 

convencional: carnaval 
SUITE (4 piezas discretas concatenadas) 

Tempo .J=70bpm  
rubato 

.J= 105bpm 

Métrica 4/4 ¼ - fraseo de métrica irregular/poliimétria (grupos de 5,3,2,1 
pulsos) 6/8 

Letras (marcas clave)  Sección rítmica patrones en base a negras y cocheas patrones de corcheas y semicorcheas Rímica ambigua/flexible patrones basados en tresillos y negra con punto 

Progresión armónica tonal mayor (implícita) I IV (D-G) Bimodal mayor (IV I Eb Bb) – menor (V I - D Gm) Bimodal mayor (IV V I Ab Bb Eb) – menor (V I - G Cm) Monocordal (D) implicita 

 
Material melódico Open closed 

Periodo: 4 frases (de 2 semifrases) de diseño: aabb´ 
Open ended 

6 frases de diseño: aabbcc 

Open closed 
a (5 semifrases) – b (dos semifrases con repetición) – c (2 

semifrases) 

Open closed 
Periodo: 4 frases (de 2 semifrases) de diseño:  aabb´ 

 

Textura 
 

 
Monofónica 

Línea melódica (quena) 

Homofónica Línea 
melódica principal 

Línea melódica secundaria (armonizazción – 2da voz) 
(quena) 

 
Monofónica Línea 
melódica (quena) 

 
Temporalidad 

No dirigida – semi discursiva 
Frases cortas de estructura antecedente consecuente/ pregunta- 

respuesta 

dirigida – discursiva 
periodo melódico largo 

progresiones armónicas (sentido cadencial) 

No dirigida – semi discursiva 
Frases cortas de estructura antecedente consecuente/ pregunta- 

respuesta 

  SECUENCIAS DE ORGANILLO Y POLYPHON    Secciones formales analíticas A B A2 B2 A3 
Tiempo      Forma Binaria AB con repetición 
Métrica tendencia a una pulsación regular (mayormente en el timbre tipo “campanilla”) 6/8, métrica relativamente explicita por melodía  

 
 

Repetición formal 
 

Armonía modo menor (sol) modo mayor (sib) 
Material melódico Tema único Fraseo relativamente discursivo 

Textura Contraste entre texturas tímbricas 
 

Temporalidad No dirigido musemático Dirigido discursivo Fraseo 
con sensación de resolucion tonal 

 No dirigido: desarrollo por alternancia de secciones contrastantes  

 



 

 

Q 
u 

Cont…   e 
n 

Ejemplo 33: Desarrollo y texturas en “La Puna” 

[LPA1] 
  [Monofonía - fraseo de carácter libre]     

[LPA2] [Monofonía - fraseo de carácter libre] 
Cont… 

[LPB1] [Homofonía - fraseo semidiscursivo (oscilante)] 
melodía 

Cont… Pregunta (abierta) 
Respuesta (cerrada) 

Acompañamiento (continuo) 

Acompañamiento ritmico - rep. musemática 

[LPB2] 

melodía 

[Homofonía] 

Acompañamiento ritmico - rep. musemática 

[LPC] 

Cont… 
(desvanec.) 

pérdida de precisión rítmica - desarrollo más libre 

Por  ultimo,  en  las  tres piezas  parece  dominar  una  temporalidad  media de 
linealidad no dirigida y semidiscursiva. La mayoría del material melódico configura 
frases de estructura abierta/cerrada, pero de corta duración (semifrases de 1 compás) 
siendo excepciones las melodías de mayor duración y de carácter más discursivo y 
dirigido en [PQB] y [PQC]. En “La Puna”, la temporalidad media se yuxtapone a la 
sensación de verticalidad que producen las notas sostenidas en la flauta y el motivo 
repetido de la zampoña. Finalmente, en “Organillo y Polifón”, la predominancia de la 

157 

 
 
 

motivo 5 (incr. densidad ritmica) 

 
 

motivo 4 (incr. densidad ritmica) 

Transición 
(int. 5ta) 

 

 
 
 
motivo 3 (incr. densidad ritmica) 

Transición 
(int. 5ta) 

 

 
 

motivo 2 (incr. densidad ritmica) 

 
 
 

motivo 1 

  

  

 



 

 

cuestión tímbrica por sobre lo estructural formal, incita su percepción como algo más 
atemporal, estático y contemplativo. 

Psicodelia 

Se ha insinuado en la parte anterior que “Paisaje de Quenas” adquiere una connotación 
experimental por contexto al ser parte de un álbum de rock psicodélico. La construcción 
de la psicodelia, en este caso, responde a dicho proceso. En tanto muestras de roots music 
(Echard, 2017), las piezas tradicionales andinas que componen el tema adquieren 
connotación psicodélica en principio por su coexistencia con otras piezas donde 
predominan significantes prototópicos estilísticos. El caso de “La Puna” es en cierto 
modo similar, existe asociación contextual, sin embargo, el carácter experimental e 
improvisado de la composición ya confiere a la pieza cierto afecto formal e intención 
psicodélica (Echard, 2017) y es, a su vez, otra muestra de la mistificación de lo andino. 
Por su parte, “Organillo y Polifón” posee tanto afecto formal como intención, aunque en 
este caso, debido mayormente a la sonoridad general alusiva a músicas, procesos y 
estéticas “experimentales” (avant garde, música concreta). 

En la primera parte del análisis se ha visto que la instrumentación acústica - 
omnipresente en casi todas las piezas de los dos discos - es factor fundamental en la 
construcción de la noción de retorno a un pasado primigenio, arcaico, bucólico y utópico 
propio de la nostalgia psicodélica y la arqueología musical (Reising, 2009). Los casos de 
“Paisaje de Quenas” y “La Puna” responden también a este proceso. Se construye un 
“paisaje andino” o una “puna” idealizada, e incluso pre-colonial (De Souza, 2023), al 
emplear únicamente instrumentos aerófonos estrictamente tradicionales (quenas y 
zampoñas). De hecho, la presentación en solitario de algo tan estereotípico como la quena 
o la zampoña puede verse como una forma directa de aludir la idea de un “pasado” o 
“lugar remoto”. Al mismo tiempo, la mistificación de lo andino adscribe cierto exotismo 
y carácter “espiritual” a estas piezas. Por su parte, es de notar que el organillo y el polifón 
(como instrumentos) son una referencia a un pasado musical más concreto: el siglo XIX 
y la época de los formatos de reproducción sonora mecánica (cajas de música). 

Ahora, desde el punto de vista de los recursos estilísticos, “Organillo y Polifón” puede 
verse como un pasaje (a)métrico de efectos sonoros (unmeasured sound effects 
passage257) por su sonoridad no-instrumental y la dificultad de percibir organización 
métrica o sentido de direccionalidad de manera inmediata. De forma similar, “Paisaje de 
Quenas” deviene un “viaje de ida” (the outward journey) en tanto la secuenciación de 
temas sin repetición plantea un proceso continuo de transformación. 

“La Puna” es la que presenta un mayor número de recusos y elementos prototópicos. 
El desarrollo melódico con variación e hipermétrica indefinida, aproxima la primera parte 
de la pieza [LPA1,2] a una forma contínua (through-composed form) de desarrollo 
impredecible y a la vez lúdico. En [LPB] el establecimiento de una fraseo melódico más 

257 Segun Echard esto hace referencia a una “song form of what could be called unmeasured sound effects 
passages: extended passages without a clear meter, often without even a clear pulse, made up either of 
noninstrumental sounds or of instruments defamiliarized through signal processing and extended 
performance techniques” (2017, p.193). 

158 

 

 



 

 

definido traslada “lo psicodélico” a la sensación general de atemporalidad que genera un 
contexto mayormente monocordal (re mayor) el cual, es producido a su vez por drones o 
bucles como la nota pedal en grado V (la) en la flauta tailandesa, la repetitividad estricta 
del patrón melódico trifónico de zampoña y el desarrollo repetitivo de los patrones 
melódicos/rítmicos de la quena. Por su parte, los efectos de eco y reverb en el bombo y 
los sonidos de viento, son otros significantes que contribuyen a la representación de un 
lugar distante e imaginario. Particularmente, la estrategia de iniciar y terminar la pieza 
con sonido de viento, refuerza la ficción de un viaje o travesía con un incio y un final 
determinados. Finalmente, en la transición [LPB2-LPC], se experimenta una pérdida de 
precisión en la marcación de la métrica y el pulso en el bombo, así como el 
desvanecimiento de las quenas. Esto no solamente es el final fáctico de Fuera de la 
Ciudad, sino que, desde un enfoque psicodélico, el arreglo sugiere que el “viaje” concluye 
en una disolución textural (textural dissolve) que plantea en última instancia la fusión con 
“lo universal”, con “la inmensidad de la nada” (el silencio) y al mismo tiempo el retorno 
a un plano existencial y temporal “real y cotidiano” dado el fin de la experiencia de la 
escucha del disco. 

Fusión 

En términos generales, la fusión musical en estas tres piezas no se articula desde la 
sintaxis, sino en la relación de estas con resto del repertorio musical. La interacción crea 
la conexión o contacto entre diferentes estilos musicales, mientras que la síntesis y unidad 
general son proporcionadas por el disco mismo, enmarcado como una obra de música de 
fusión. De esta manera, Cholo es un disco de fusión que incluye sonoridades 
“experimentales” (“Organillo y Polifón”), instrumentos como la zampoña (“La Puna”, 
única pieza donde este instrumento aparece) u otras músicas “andinas” diferentes al 
huayno (“Paisaje de Quenas”). En resumen, se origina un nuevo campo de significación 
que amplia los marcos de la fusión más allá de la relación rock-huayno o rock-andino. A 
partir de esta cualidad compartida, vale revisar brevemente ciertas construcciones 
particulares a nivel intraopus. 

“Paisaje de Quenas” se enmarca evidentemente en lo andino, entendido en su 
dimensión categórica más general. El uso exclusivo de la quena pone en segundo plano 
otras connotaciones - “lo folk” por ejemplo. Desde una mirada intertextual, la pieza 
sobrepasaría sin embargo esta asociación genérica ya que se compone de temas 
pertenecientes a diferentes géneros andinos arreglados por Alejandro Vivanco. [PQB] es 
un fox o camel incaico, [PQC] es un arreglo del yaraví “En la Colina”, mientras que 
[PQD] remitiría a un carnaval chanca258. [PQA] no hace referencia a ningún género en 
particular, se trataría de un fragmento improvisado de “aire” andino259. Considerando que 
“la fusión musical se puede dar entre géneros musicales característicos de una misma 

258 Según  Rubén  Concha.  Por  otro  lado,  una  versión  del  yaraví  “En  la  Colina”  se  encuentra  en: 
https://www.youtube.com/watch?v=yBHUfD4pE0U 
259 Rubén Concha termina describiéndolo como improvisación ya que tampoco llega a relacionarlo con 
algún estilo. Por otro lado, formalmente se asemeja a piezas didácticas que Vivanco usaba para la enseñanza 
de la quena. 

159 

 

 

http://www.youtube.com/watch?v=yBHUfD4pE0U


 

 

sociedad, región o país” (Llorens 1983 en Carpio 2021, p.16), lo expuesto muestra que 
en “Paisaje de Quenas” se construye de una forma atenuada, por decirlo de algún modo. 
Esta no se determina en términos de tensiones verticales o espacios liminales sino por la 
operación de collage o bricolaje (Steingress, 2004) de fragmentos musicales. Dentro del 
universo estilístico de lo andino, estos pueden considerarse como diferentes y, en este 
caso, se ponen en contacto y coexisten en una unidad (la pieza en sí). 

Por su parte, subyacente a la alusión constante a estéticas avant garde, en “Organillo 
y Polifón”, el contacto entre universos musicales se produce cuando un instrumento 
europeo del siglo XIX (polifón) reproduce un fragmento de la polka criolla “Cholita no 
te Enamores”260. Visto como un proceso de intertextualidad, este gesto buscaría, como lo 
da a entender el director de la película Cholo, juntar – y confundir - lo europeo con lo 
local261. 

Por otro lado, “La Puna” se basa en la cualidad de la quena, el bombo y la zampoña 
como símbolos estereotípicos del imaginario andino. Particularizando un poco más, este 
último instrumento provee una conexión con “lo altiplánico”, aunque también de modo 
muy general ya que como se advirtió, el material musical no corresponde a ningún género 
o estilo andino en particular. No obstante, algunas cuestiones formales generan 
remisiones a otras músicas. Así, lo andino se construye no solo desde el timbre o los 
patrones rítmicos comunes presentes en el fraseo, el diseño mayormente trifónico de este 
último remite de modo particular sonoridades asociadas a otras músicas diferentes al 
huayno, como la del marcado de ganado o el carnaval262 sin llegar a ser instancias de las 
mismas. Aquí es de considerar el comentario de Juan Luis Pereira quien recuerda que 
originalmente se buscó la estrategia de “Paisaje de Quenas” de componer algo usando 
solo instrumentos de viento263. Esta influencia se refleja en la afinidad entre las quenas 
de “La Puna” y la sección [PQD] (identificada como un carnaval chanca) dado que 
comparten el diseño trifónico y el mismo centro tonal (re). 

Ahora, desde el lenguaje del rock, se tiene en principio en el acto “experimental” de 
explorar y recontextualizar de manera más libre sonoridades y referencias andinas, así 
como también la practica de incorporar sonidos pregrabados (samples). No obstante esta 
mayor flexibilidad, los instrumentos y fraseos “andinos” se mantienen de algun modo 
enmarcados en un esquema métrico rítmico más propio del rock. Los patrones del bombo 

260 Según recuerda Juan Luis: “la música es tradicional porque es: [cantando] Cholito no te enamores, 
cholito haz como yo, es una canción norteña, una polka”. Es de apuntar que luego de escuchar el tema 
“Cholita” la melodía no parece corresponder con la que se escucha en el polifón. En todo caso, el gesto de 
incluir lo local se mantendría al margen de esto, dado que es muy probable que se trate de todas maneras 
de un tema tradicional o local. 
261 En la contratapa de la edición de vinilo se lee: “el último tema del lado 2 entremezcla el sonido del 
Polyphon (instrumento muscial del siglo pasado) con el de un organillo casero fabricado en algun lugar del 
Cercado de Lima. Es música europea que se confunde con la peruana cantándole a un mundo que debería 
ser hermando y sin distingos […] un mundo que debería ser CHOLO!” (las cursivas son mías). La 
contratapa se puede ver en: https://articulo.mercadolibre.cl/MLC-964334445-el-polen-cholo-banda- 
sonora-lp-vinilo-_JM#&gid=1&pid=2 
262 “[Josafat] Roel Pineda […] distinguió entre el repertorio trifónico (marca del ganado y carnaval chanka) 
y el pentafónico {huayno). Esto refleja !a importancia de la escala en la determinación del género” (Romero, 
2002, p.48). 
263 Según Juan Luis: “un poco también ahora que lo pienso, era un poco como lo que hizo Vivanco en 
Cholo, meter en este disco una parte con puras quenas”. 

160 

 

 



 

 

responden a una métrica binaria (2/4, 4/4), al igual que las frases de quena o el motivo de 
la zampoña a lo largo de [LPB1] y [LPB2] cuya hipermetría es de 2 y un compás 
respectivamente. 

Finalmente, desde estas construcciones expuestas, la fusión en piezas como “La 
Puna” y “Organillo y Polifón” se orienta hacia la originalidad por el tratamiento 
exploratorio y creativo del material musical no convencional al rock, aunque sin 
enmarcarse estrictamente en este. Esto se materializa en estrategias amplias como el 
enfoque experimental y aspectos puntuales como la organización métrica. En contraste, 
al margen de su cualidad de collage, o de su percepción como algo “experimental, 
“Paisaje de Quenas” adoptaría un carácter “auténtico” por circunscribirse estrictamente 
dentro de  lo  andino.  Es  de  anotar  para  terminar  la  tensión  entre  “autenticidad”  y 
“originalidad” desde la interpretación que se produce entre la quena y la zampoña en “La 
Puna”. Mientras que la primera se aproxima a lo tradicional en tanto muestra la habilidad 
de Raúl Pereira en la ejecución del instrumento, la zampoña de Juan Luis se aleja de toda 
pretensión “auténtica” dada su aproximación exploratoria y espontánea a un instrumento 
ajeno al rock. De hecho, el arpegio (notas) que se ejecuta en bucle refleja el impulso 
experimental  (Costa,  2018)  que  busca  más  “probar” 
“componer” una parte propiamente dicha (resultado)264. 

el instrumento (material) que 

264 Según el músico Rubén Concha: “[…] el mismo hecho de no ́ llenar´ [soplar fuerte] la zampoña me hace 
pensar en alguien que no está introducido en el folclor puneño o ningun tipo de sikuris, los zampoñeros 
´llenan´ bien´”. 

161 

 

 



 

 

CAPÍTULO III: EVALUACIÓN Y CRÍTICA 

3.1. Evaluación: Tendencias y particularidad en el discurso estilístico de El 
Polen 

En este capítulo se abordan dos puntos. En esta primera parte, se desarrolla una 
evaluación alrededor de las tres estéticas que conforman la dimensión artística y el 
discurso estilístico musical de El Polen, a saber, lo progresivo, la psicodelia y la fusión. 
Luego de haber analizado con la mayor profundidad posible el comportamiento estilístico 
del grupo y los elementos que construyen cada estética a nivel intraopus en todo el 
repertorio oficial, se pretende sintetizar y posteriormente determinar las tendencias y 
características más relevantes y generales que particularizarían el discurso musical, así 
como aquellas que mantendrían al mismo conectado a las corrientes del rock de la época. 
Dicho de otro modo, y valiéndose del modelo planteado por Meyer (2000), se establecen 
los aspectos que conformarían el ámbito del comportamiento, el idioma o lenguaje 
particular y el dialecto para El Polen. La segunda parte de este capítulo busca a grandes 
rasgos establecer un diálogo entre el discurso musical y algunos aspectos propios a la 
realidad del rock peruano hacia finales de los sesentas, así como con ciertos postulados 
que la musicología ha planteado recientemente sobre El Polen. Una presentación más 
detallada de esta segunda parte se realiza posterior al desarrollo de la primera. 

3.1.1. Tendencias y características de lo progresivo desde el comportamiento 
estilístico 

En líneas generales, los fundamentos del discurso estilístico de El Polen se 
enmarcan en el contexto de experimentación y apertura estilística materializado en el rock 
como fenómeno musical y cultural a partir de finales de los sesenta (Costa, 2018). Dentro 
de este contexto, El Polen sería considerado por tanto como un "experimento" propio de 
su tiempo. Por otro lado, el comportamiento estilístico del grupo se entiende desde lo que 
Meyer (2000) denomina constricciones pre compositivas que, en este caso, comprende en 
principio la integración de influencias (“raíces”), lo que a su vez implica no solo la 
decisión de formar un grupo de fusión, sino también la integración de músicos 
provenientes de otras tradiciones, el aprendizaje de ciertos tipos de música e instrumentos, 
así como la adaptación o re contextualización de repertorios. 

El comportamiento y/o la actitud ecléctica (omnívora) (Robbette y Roueff, 2014) 
de los miembros fundadores de El Polen responde en buena parte a su pertenencia al 
círculo de élite de la sociedad limeña, factor que posibilitó su exposición a diferentes 
expresiones culturales y musicales. Esto se refleja en la presencia de numerosas fuentes 
musicales y estilísticas, aunque más relevante resulta la variedad de formas de interacción 
de todos estos lenguajes musicales "prestados" en el marco de la ideología "experimental" 
que dominaba la estética del rock en los setentas. Si bien más adelante se evaluará el 

162 

 



 

 

eclecticismo en detalle, por el momento se apunta que otra manifestación evidente de esta 
apertura ecléctica-estilística es lo novedosa y original que viene a ser la instrumentación 
y formato de El Polen para su contexto local. Este rasgo prácticamente hace que en 
principio la propuesta no sea estrictamente una "banda de rock", sino un conjunto 
instrumental expresamente determinado por las metas estéticas de los fundadores, así 
como por circunstancias y contextos de producción externos. Esto explica la presencia de 
instrumentos de cuerda (guitarras acústicas, bajo, mandolina, violín, violonchelo, arpa), 
percusiones (triángulo, campanillas, bongos, congas, bombos, cajón, panderos, 
cascabeles, huiros) y vientos (quena, zampoña, flautas, voces). En un sentido amplio, esta 
instrumentación representa la apertura hacia las diferentes tradiciones, géneros o estilos 
musicales, como el rock, el folclor, la música andina, la criolla, la clásica, latina, etc. 

Como parte de estas constricciones pre compositivas, se encuentra también el 
sincretismo metodológico. En términos simples, al "hacer de todo", El Polen adopta una 
serie de prácticas diversas, algunas características de las primeras épocas del rock, como 
la realización de versiones o covers. También se ha observado que, al menos en la primera 
etapa, parte del aprendizaje y la consolidación de la propuesta pasó por la adaptación de 
diferentes repertorios a formatos y espacios alternativos, una práctica que incluso se 
utilizó hacia el final de su actividad artística. Desde este punto comprendemos cómo 
temas folclóricos se mezclaron con temas de rock y composiciones improvisadas en 
espacios como el Zanzibar, las combinaciones entre composiciones y covers como parte 
del repertorio grabado y de los diferentes conciertos e incluso la adaptación impuesta por 
las circunstancias de su viaje a Europa, donde se convirtieron en una agrupación 
"folclórica" que tocaba puros covers. Además de esto, el discurso del grupo incluye las 
decisiones “experimentales” y espontáneas tomadas en ciertas circunstancias y que se 
plasmaron en sonoridades y arreglos particulares, como el coro de monjas en "El Hijo del 
Sol" y el cajón en "Cholito Pantalón Blanco". Asimismo, a nivel compositivo, se ha 
observado que El Polen recurre a diversas aproximaciones y herramientas como las 
partituras “criollas”, las técnicas y recursos de estudio, la improvisación, tanto como 
estrategia de composición como desarrollo de ejecución instrumental solista, así como la 
elaboración de arreglos. A esto se suma finalmente las diferentes formas en las que el 
grupo se acerca y asimila las "raíces” locales, en particular las andinas (este punto será 
analizado en detalle más adelante). 

Finalmente, El Polen como un "experimento" se nutre en gran medida de la actitud 
virtuosa (Covach, 2006) de sus miembros. Los hermanos Pereira en particular, 
representan la intención de aprendizaje de diferentes instrumentos y lenguajes, así como 
una intención de profesionalismo en la creación y producción. Ahora, este 
comportamiento va más allá de los hermanos Pereira, ya que la integración de otros 
músicos "virtuosos" como Fernando Silva o "de escuela" como Juan Sebastián 
Montesinos, muestra que El Polen buscó en todo momento ser el grupo más completo, 
diverso y abierto que pudo ser (Covach, 2006). Bajo este paradigma, son significativas 
las intervenciones de varios otros agentes con diferentes niveles de proficiencia musical 
o artística, desde músicos folclóricos "letrados" (Alejandro Vivanco), hasta personas que 
fueron parte del grupo aunque "no tocaban nada" (Ernesto Pinto). 

163 

 



 

 

En síntesis, el discurso de El Polen se articularía en la confluencia y manifestación 
de todas estas características que fueron significativas y determinantes en el contexto en 
que se entendía el rock a finales de los sesenta y principios de los setenta. En términos 
estilísticos, todas estas prácticas fueron las pautas pre compositivas a partir de las cuales 
el grupo construyó su discurso musical. Es importante señalar que, si bien este 
comportamiento es fundamental en el discurso de El Polen, no constituye necesariamente 
una particularidad, sino más bien una muestra de la conexión con las mentalidades 
musicales (Astor, 2009) de su época. Por otro lado, estas acciones deben verse también 
como factores que insertan a El Polen en el rock entendido como un marco estético más 
amplio, no circunscrito necesariamente a parámetros rígidos u ortodoxos del rock 
progresivo o el rock psicodélico. La evaluación de estos parámetros y tendencias, que 
inciden directamente en lo musical, se desarrolla a continuación. 

3.1.2. Tendencias y características desde el análisis intraopus 

Se considera pertinente empezar por evaluar la dimensión de lo conceptual ya que 
desde este parámetro se vinculan de algún modo los aspectos musicales y extra musicales 
en el discurso estilístico. Se postularía que esta dimensión se articula desde tres aspectos 
denominados aquí como capas conceptuales. En primer lugar, “el concepto” lo 
conformarían las metas estéticas del grupo teniéndose que la música ya era en sí un 
concepto y fundamentándose este en la unión de las raíces o de “todas las sangres”. La 
actitud de apertura ecléctico-estilística, así como la instrumentación no serían más que 
reflejos de esta idea desde lo estilístico. En segundo lugar, El Polen también cuenta el 
periplo de jóvenes urbanos que “descubren” el campo mediante la cultura del viaje y el 
ímpetu por la aventura y la exploración, tal como lo recalca Juan Luis Pereira, de quien 
también se sabe que “la idea” consistía también en viajar y aprender canciones e 
instrumentos de otros sitios. Finalmente, como parte de las metas tenemos la intención de 
que El Polen fuera concebido como una experiencia estética cuyo valor radicaba en el 
trabajo artístico del grupo. Cuando Juan Luis recuerda el mero gusto del público de la 
época y cuando sugiere hoy escuchar con audífonos para apreciar mejor la música, 
exhorta a descubrir de lo que El polen realmente “se trata”. 

La segunda capa se define desde las circunstancias de producción y/o la 
intertextualidad. Si aceptamos que “lo cholo” o “lo mestizo”, como símbolos de 
sincretismo y mezcla, se integran al “concepto” del primer disco, debe reconocerse que 
fueron circunstancias externas a las metas estéticas (principalmente capital social) las que 
pusieron en contacto al productor de la película “El Cholo” con El Polen, quienes para 
ese momento no habían pensado aún en hacer un disco. Estas circunstancias también son 
responsables en gran medida de la variedad sonora y el eclecticismo que caracterizaría al 
disco Cholo y de que sea considerado como un álbum de El Polen a pesar de la innegable 
relación de cotextualidad y funcionalidad con otro producto mediático en su momento. 
De modo similar, el trabajo de la portada del disco Fuera de la Ciudad del pintor Emilio 
Hernández, confiere dimensión visual a las metas estéticas del grupo, las de viajar tanto 
al “campo” como “hacia arriba” (la torre en la portada), las mismas que musicalmente se 
manifiestan en un sonido relativamente más “andino” y una maduración artística. 

164 

 



 

 

Finalmente, como tercera capa conceptual se tienen las temáticas y narrativas 
abordadas en las piezas musicales. Resalta en principio que El Polen no configuraría sus 
dos álbumes como conceptuales en un nivel de narrativa estrictamente textual musical. 
Así, el acto pragmático de poner “las canciones que se tenían” se traduce en una reunión 
de piezas discretas que no sugiere un desarrollo musical continuo o intención 
programática. Si la música no responde a esta tendencia, la lirica en general sí recurre, 
como lo han advertido otros autores, a temáticas convencionales como la espiritualidad, 
la fantasía, la naturaleza o lo pastoral. A modo de extensión, este trabajo apunta un énfasis 
en la visión personal y individualista propia del hipismo en los mensajes contenidos en 
las letras. Estas sugieren mayormente experiencias y descubrimientos desde la 
introspección y el perfeccionamiento del ser, más que una toma de conciencia o un 
compromiso social explícito. Para ejemplificar tenemos la sutil referencia al indio y su 
situación desde las letras “místicas” de “El Hijo del Sol”. Por último, letras con temáticas 
“banales” como las de “A las Orillas del Vilcanota” o “pícaras” como las de “Cholito 
Pantalón Blanco” adquieren impronta “psicodélica” por estar inmersas en el contexto 
espacio temporal de la contracultura. 

Visto lo conceptual, se prosige con las tendencias marcadas por la estética 
progresiva dentro del discurso estilístico. 

Empezando por lo que se definió como la “influencia clásica”, El Polen no sería 
un grupo que tiende a reproducir “lo clásico en el rock” (Macan, 1997), relacionándose 
de forma poco ortodoxa con los formatos clásicos. Es cierto que la pieza con mayor 
enfoque sinfónico (“El Hijo del Sol”) construye una “gran forma”, integrando lo que 
serían un himno, una suite, una reexposición temática - análoga a la de una sonata, e 
incluso una “fuga” de huayno; sin embargo, esta estructura parece buscar más combinar 
estos formatos que tomarlos como base macro formal. Aparte de esta pieza, una 
aproximación más evidente a una forma académica se daría solo en “La Flor” (rondó), o 
en “Paisaje de Quenas”, cuya estructura sería una especie de “suite en miniatura”. Lo 
expuesto conlleva a considerar que la unidad formal en el discurso de El Polen recurre 
mucho más a enfoques como la forma extendida (Cohen, 2015) y las formas seccionadas 
de movimiento único (Macan, 1997). Así, “La Flor” se entiende más como una pieza de 
folk cuyas secciones se perciben de larga duración o expandidas en sus proporciones. Por 
su lado, son formas seccionadas de movimiento único: “Valicha” (huayno con 
desarrollo), “Concordancia” (huayno con interludio), “Cholito Pantalón Blanco” 
(marinera con sección de solo de guitarra) e incluso “A las Orillas del Vilcanota” (huayno 
con “sección atípica” – de textura polifónica). La tendencia por un tratamiento de la 
macroforma más flexible se refuerza en el hecho de que temas largos y aparentemente 
complejos como “Sitting Dreaming” y “Tondero”, son básicamente formas binarias que 
recurren a la repetición, no se adecuan a ningún formato y se construyen a base una 
adición libre de patrones o secciones (additive patterns) (Moore & Martin, 2018). 
“Organillo y Polifón” se articula también de esta manera aunque a menor escala. Por 
último, en un extremo se ubican “Mi Cueva” y “La Puna”, cuyas formas son las más libres 
de todo el repertorio siendo en esencia concatenaciones de secciones que ni siquiera 
vuelven a repetirse. 

165 

 



 

 

Ahora, mientras a nivel de macroforma, el discurso se construye como menos 
“ortodoxo” y mas “alternativo” respecto a lo académico, la armonía establece dos 
vertientes definidas. Por un lado el enfoque modal, común y recurrente en el rock, domina 
la base armónica de temas como “La Flor”, “Tondero”, “Sitting Dreaming” y “Mi 
Cueva”. Todas estas piezas muestran una preferencia por estratégias como la 
heterogeneidad modal y de centro tonal - salvo las dos últimas, más “homogéneas” por 
mantener estable este último aspecto. Con este rasgo contribuyen “Paisaje de Quenas” y 
“Organillo y Polifon”, cuyas secciones también usan modos diferentes, aunque vale 
aclarar que en estos casos, no se responde a los marcos armónicos del rock y debido a 
ello, deviene poco relevante frente a otros atributos como las sonoridades andinas y 
experimentales respectivamente. En “Valicha” y “Concordancia” tenemos un punto de 
inflexión, ya que armónicamente recurren a progresiones comunes de huayno, pero con 
modulación en el primer caso, y en el segundo, la aparición de una progresión no 
convencional (IVm Im V Im) en el interludio; ambos recursos confieren variedad al 
esquema determinado armónicamente por el huayno. Por otro lado, adoptando 
nuevamente un esquema convencional, el sistema armónico se adecua casi en su totalidad 
a los parámetros del huayno en “El hijo del Sol” y totalmente en “A las Orillas del 
Vilcanota”, lo mismo que “Cholito Pantalón Blanco” con la marinera. Es esta adecuación 
a esquemas armónicos convencionales del folclor la que constituye la segunda vertiente 
en el discurso estilístico desde la armonía. 

Por su lado, el tratamiento de la métrica es variado mostrando tanto regularidad, 
irregularidad, así como coexistencia y diálogo entre estas construcciones. Piezas como 
“La Flor” y “Cholito Pantalón Blanco” son regulares y estables en toda su duración (3/4, 
sesquiáltera) mientras que en contraste, “Valicha” y “A las Orillas del Vilcanota” se 
alinean en todo momento con la convención estilística de la música andina y/o del huayno 
de las amalgamas métricas y sin establecer en ningún momento una sección de contraste 
(en 4/4 por ejemplo) alusiva a otra música (como el rock). Otras piezas se fundamentan 
en una coexistencia entre regularidad e irregularidad métrica. “Mi Cueva”, “Tondero” y 
“Sitting Dreaming” recurren mayormente al compás de 4/4 y a la hipermetría de base 4 
asociada al rock y solo rompen este esquema al incluir extensiones métricas puntuales de 
1/4 [MCC(a)], secciones de compás compuesto (12/8) [TDA(a)], así como irregularidad 
en el fraseo melódico [TDB], [SDA,B]. Otras piezas establecen esta coexistencia 
intercalando secciones más grandes “de rock” en 4/4 con otras más “andinas” basadas en 
amalgama. Aquí se encuentran “Concordancia” y su alternancia entre métricas “de 
huayno” [CDA] y de “rock” en 4/4 [CDB, C]. “El Hijo del Sol” también reparte sus 
secciones entre estructuras enmarcadas en el 4/4 [HSA,B,D] y construcciones irregulares 
basadas en extensiones [HSC,E, F, G]. 

Existen otros dos puntos significativos al discurso estilístico relacionados a la 
métrica desde lo sintáctico formal. El primero es la tensión entre un arreglo de repetición 
regular y definido a nivel rítmico y métrico y el desarrollo no repetitivo, irregular y 
espontáneo de un instrumento en concreto. Esta sensación “errante”, (waywardness feel) 
(Moore & Martin, 2018), la produce el carácter “improvisado” del bongó y la guitarra 
solista a lo largo de toda “La Flor”, las congas y bongos en “Tondero” [TDA] y 
puntualmente, el fraseo “libre” de la quena en “La Puna” [LPA]; en este último caso, esto 

166 

 



 

 

actúa como contraste con el desarrollo ciertamente más regular y repetitivo que tiene la 
pieza a pesar de su carácter “experimental”. Esta sensación de libertad métrica se 
manifiesta también en los momentos ad libitum o de rubato (“Cholito Pantalón Blanco”) 
[CHintro] [CHC - CHD], en la flexibilidad de una quena en solitario (“Paisaje de 
Quenas”) y la ambigüedad e indeterminación de los sonidos en “Organillo y Polifón”. El 
segundo punto que muestra el discurso de El Polen es la compatibilidad y la integración 
que se lleva a cabo entre la irregularidad métrica de lo andino y la tendencia del rock 
progresivo por este tipo de tratamiento de la métrica. Resulta interesante y significativo 
advertir que con esto, El Polen deviene una manifestación local de la inspiración que el 
rock progresivo británico encontraría en la flexibilidad métrica del folclor europeo, la 
misma que llevaría en muchos casos a nivel de virtuosismo. Si bien este virtuosismo de 
métrica no llega a configurarse como rasgo fundamental en El Polen, no sería necesario 
para hacer de la métrica un lugar de convergencia entre lo local y lo foráneo. 

Ahora bien, en cuanto a la temporalidad y la narrativa, el discurso parece 
establecer tres vertientes principales. En un primer caso se tienen piezas mayormente de 
carácter discursivo y de desarrollo dirigido. “El Hijo del Sol”, “Concordancia”, “Valicha” 
y “A las Orillas del Vilcanota” comparten el desarrollo melódico periódico por estrofas, 
así como progresiones armónicas de más de dos acordes y con claro sentido de resolución 
cadencial tonal. Esto no es de sorprender ya que todas estas piezas se basan en gran 
medida en los parámetros estilísticos del huayno, de tendencia más narrativa. Incluso aquí 
se debe incluir a “Paisaje de Quenas” cuyas secciones (temas en sí mismos) se perciben 
como discursivos a pesar de su corta duración. En segundo lugar, tenemos lo que podemos 
denominar una configuración híbrida - vertical donde si bien tenemos material melódico 
discursivo, este se desarrolla sobre un acompañamiento más cíclico. A esta configuración, 
que Macan (1997) considera representativa del rock progresivo y de gran parte del rock 
en general, responden temas como “La Flor”, con un “tema” en el violín y el chelo 
“ortodoxamente” periódico que se ejecuta – irónicamente – sobre una armonía 
monocordal. Igualmente en “Mi Cueva”, donde se combinan las frases de las quenas, el 
violín y la mandolina con elementos de repetición musemática como los riffs de guitarra 
y bajo. “La Puna”, a su vez, combina frases semi discursivas más cortas (de pregunta y 
respuesta) con los continuos que producen las notas sostenidas (flauta) y los bucles 
(zampoña). Aquí también estaría “Cholito Pantalón Blanco”, cuyas melodías se articulan 
sobre dos módulos armónicos de dos acordes cada uno. Finalmente, la tercera vertiente 
sería de tipo híbrida – horizontal, que implica una estrategia de secuenciación de 
temporalidades. Así, en “Sitting Dreaming” tenemos una transición de una temporalidad 
larga, narrativa y discursiva [SDA] a una intermedia, de linealidad semidiscursiva [SDB] 
para llegar al final a un desarrollo mayormente no dirigido [SDC]. En “Tondero” el 
proceso es similar, se pasa de una estructura casi musemática y no dirigida [TDA] a una 
mucho más larga, no cíclica y discursiva [TDBa] llegando al final a un “equilibrio” de 
desarrollo semidiscursivo [TDBb] tanto por el fraseo, como por el bucle armónico de 
cuatro acordes. 

Al igual que en la métrica, respecto a la temporalidad existen otros puntos 
adicionales fundamentales al discurso musical. La frases intermedias o codos, así como 

167 

 



 

 

el módulo (vamp) cadencial V I que se ubican entre los versos y las estrofas en piezas 
como “Concordancia”, “Valicha”, “A las Orillas del Vilcanota” y “El Hijo del Sol”, 
ofrecen una construcción de temporalidad particular. Desde la perspectiva de lo 
progresivo, este recurso construye breves momentos que interrumpen la narrativa 
discursiva, propia de las estrofas, introduciendo material melódico y armónico más 
repetitivo. Al igual que la irregularidad métrica, esto no sería sino otra muestra de la 
“compatibilidad” entre una música local como el huayno y el rock ya que para este último, 
estos codos “andinos” pueden tomarse como riffs o licks. Por otro lado, ya se ha visto en 
el análisis intraopus que una forma de verticalidad se construye en la repetición sin mucha 
variación de secciones formales completas en piezas como “Concordancia” [CDC], 
“Valicha” [VLB2] o “Cholito Pantalón blanco” [CHC]. Para terminar, y de modo puntual, 
la “atemporalidad” producida exclusivamente por la predominancia de la textura sonora 
por sobre una noción métrica formal en “Organillo y Polifón” contrasta completamente 
con todo lo anterior y se constituye en otra forma de verticalidad. 

Pasando a evaluar un aspecto como el virtuosismo, diríamos que a nivel de texto 
musical, no se define una tendencia determinada. Diferentes formas de virtuosismo (de 
ejecución, formal, de métrica) se encuentran repartidos entre las piezas, y si bien estos 
son relevantes a nivel intraopus, a nivel general no constituyen una tendencia unificada u 
homogénea. Mientras “La Flor” exhibe claramente el virtuosismo de Juan Luis Pereira 
como guitarrista, una pieza de grandes proporciones y numerosas secciones como “El 
Hijo del Sol” hace lo propio con el virtuosismo formal (Macan, 1997). Más allá de estas 
dos muestras evidentes, el violín en “Mi Cueva” [MCC(a)], “Concordancia” [CDintro] y 
la quena en “Valicha” [VLC(a)] presentan breves pasajes que sugieren destreza 
instrumental, mientras que piezas como “Sitting Dreaming” o “Tondero” tienen muestras 
“modestas” de virtuosismo de tipo métrico rítmico (ibid.). A pesar de estas instancias, no 
podría decirse que el virtuosismo es un rasgo relevante en el dicurso estilístico siendo 
más bien incidental. 

En el caso de la experimentación, se identifican tres vertientes en el discurso 
musical. La primera se plantea en sentido negativo y refiere principalmente a una 
aproximación, por decirlo de algun modo, “conservadora” de la ejecución instrumental. 
Salvo el caso de la guitarra con slide en “La Flor” y el uso de técnicas extendidas en la 
mandolina en “Sitting Dreaming”, El Polen en general procura que los instrumentos 
“suenen como deben sonar” más que buscar “nuevos sonidos” en ellos. Esto se sustenta 
evidentemente en el comportamiento y la intención de aprender a tocar instrumentos 
como la quena y la mandolina y a la escuela “clásica” del violín y el violonchelo. Esto 
ocurre incluso en el caso de los instrumentos “exóticos” como la flauta china y la 
tailandesa cuya “exploración” se mantiene cerca de una ejecución que se percibe como 
convencional o en todo caso, poco subversiva. Habría que remarcar que esto difiere del 
hecho que El Polen, al inventar sus propios instrumentos como el “tarzán”, sí manifiesta 
una actitud abiertamente experimental, aunque este rasgo tiene un papel incidental en el 
discurso. La segunda vertiente tiene que ver con el “enfoque experimental” (Costa, 2018), 
el cual se manifiesta de varias formas. Tenemos primero la interpelación a estructuras 
folclóricas  convencionales  en  piezas  como  “A  las  Orillas  del  Vilcanota”  (texturas 

168 

 



 

 

atípicas), “Cholito Pantalón Blanco” (instrumentación atípica, extensiones formales) y 
“Valicha” (texturas atípicas, extensiones formales). En comparación a aquellas, tienen 
mucha más “lógica experimental” piezas como “El Hijo del Sol”, “Concordancia” y “Mi 
Cueva”, donde los marcos estilísticos de lo andino y el huayno funcionan más como 
“datos” sometidos a un proceso de reacción (Costa, 2018). Sin embargo, “La Puna” sería 
el mayor ejemplo de este “enfoque experimental” al basarse fundamentalmente en la 
manipulación de patrones e instrumentos locales, folclóricos y “exóticos” al margen de 
cualquier género o marco estilístico andino específico. En tercer lugar, tenemos el 
abordaje “ambivalente” de “Sitting Dreaming”. Si por un lado el uso de mayores sonidos 
indeterminados cercanos a los “ruidos”, así como el cromatismo y la pérdida de líneas 
melódicas configuran una “atmosfera” experimental (De Souza, 2022) en [SDC], esta es 
al mismo tiempo, poco convencional en el sentido que se vale de instrumentos acústicos 
en lugar de recursos más “típicos” como los sonidos electrónicos o concretos. En el 
discurso de El Polen, estos últimos son usados de manera incidental y se ubican en un 
nivel más subyacente (recordemos los samples de viento y de naturaleza en “La Puna” y 
“Concordancia”). Por último, una tercera vertiente de la experimentación es aquella que 
ocurre por bricolaje, re contextualización y afecto formal. Aquí están “Paisaje de 
Quenas”, “experimental” por contexto (pertenencia a un disco de rock) o percibida como 
“experimental” si se concibe como una exploración de la quena por parte de rockeros. 
Por su parte, la técnica del sampleo, el carácter de aleatoriedad y la sonoridad general en 
“Organillo y Polifón” son factores que incitan a percibir la pieza como “amena” (afecto 
formal) a la estética o música experimental de avant garde. 

Para cerrar esta parte de la evaluación alrededor de las tendencias y criterios 
respecto a lo progresivo, se diría que al igual que el virtuosismo, el discurso en El Polen 
no define una tendencia respecto a la improvisación a nivel de texto musical. Para 
empezar, gran parte del repertorio “oficial” (“El Hijo del Sol” “Concordancia”, “Mi 
Cueva”, “Valicha”, “A las Orillas del Vilcanota”) se fundamentan mayormente en un 
enfoque composicional más que en uno de improvisación. Por otro lado, mientras 
“Cholito Pantalón Blanco” restringe la improvisación solista convencional a solo una 
sección formal, en “La Flor” los solos de guitarra poseen relevancia estructural, no solo 
por articular secciones solistas [LFB(b)], sino por ser elemento de tensión con el resto del 
arreglo en varias secciones. Finalmente, la improvisación se construye en la 
espontaneidad del desarrollo de la sección rítmica, principalmente en las percusiones. 
Aquí tenemos los bongos y las tumbas en “La Flor” y “Tondero”, el cajón y piano en 
“Cholito Pantalón Blanco” y en cierto grado, la quena en “La Puna” [LPA]. 

Hasta esta parte se ha hecho un balance respecto a las tendencias del progresivo. 
No obstante, para una evaluación más profunda, se continúa este proceso recurriendo a 
los componentes del estilo planteados por Meyer (2000). Así entonces, nos proponemos 
a determinar aquellos aspectos que se encontrarían en la dimensión del dialecto y lo que 
constituiría el lenguaje particular o idioma (Meyer, 2000). 

169 

 



 

 

3.1.3. Estrategias en el discurso estilístico musical a nivel de idioma y dialecto 

Se empieza tratando lo que serían los rasgos del lenguaje particular o el idioma. 
En la discusión anterior se ha omitido intencionalmente hacer referencia a la textura ya 
que, como se argumenta a continuación, este sería un aspecto determinante del idioma en 
El Polen. 

Se postularía que el clasicismo, entendido como la tendencia por una intención 
compositiva basada en arreglos por sobre esquemas de improvisación (Echard, 2017) y 
la tendencia de lo progresivo a la variedad y alternancia de texturas (Moore & Martin, 
2018), plasmada en este caso en la sofisticación melódico - textural, son rasgos 
dominantes, característicos y particulares del lenguaje en la obra musical de El Polen de 
los años setenta. Es de aclarar que postular que el idioma de El Polen estaría caracterizado 
por este clasicismo y sofisticación textural, no debe entenderse como que esta 
configuración sea exclusiva de este grupo. El componer mayormente a base de arreglos 
fijos y no de secciones de improvisación (jams) o procesos experimentales, así como el 
tratamiento de la textura son tendencias de la estética musical progresiva y psicodélica 
presentes en otros grupos contemporáneos a El Polen como los son todas las propuestas 
latinoamericanas de rock fusión que surgieron a finales de los sesenta. Esta postura se 
plantea en términos relativos, es decir, que de entre todos los recursos y tendencias 
disponibles, el discurso en El Polen parece haber optado por recurrir en mayor medida 
por la composición a base de arreglos y por elaborar texturas variadas, complejas y 
sofisticadas en comparación a sus pares. Es por ello que se opta también por llamar a este 
rasgo una estratégica compositiva en tanto es una aproximación particular del proceso 
creativo que se plasma de formas diferentes a lo largo de un cuerpo de música (Braae, 
2020), en este caso, el repertorio “oficial” que comprende los dos discos. 

La predominancia de la sofisticación textural melódica se consolida para empezar 
si consideramos lo eventuales que son los momentos de virtuosismo métrico u otras 
sofisticaciones que se dan en otros parámetros como el de la dinámica (Sitting Dreaming) 
o el tempo y la tímbrica (Tondero). Ahora bien, a lo largo del análisis intraopus, se ha 
podido ver que casi todas las piezas construyen diferentes tipos de texturas o arreglos 
texturales melódico, que varían a medida que transcurren las secciones. Por ejemplo, el 
desarrollo de intención contrapuntística que llevan a cabo el violín y el chelo en el “tema” 
principal en “La Flor”, se complejiza aun más al tener la guitarra solista interactuando al 
mismo tiempo en la mayor parte de las secciones formales. Así también, en 
“Concordancia” tenemos los “diálogos” entre el violín, la guitarra y la voz, así como la 
independencia de la mandolina y la guitarra en su interludio [CDB]. La intención 
contrapuntística también se produce entre la quena y mandolina en “A las Orillas del 
Vilcanota”; en esta pieza, se ha identificado además la densidad textural que producen las 
numerosas armonizaciones - que llegan a poner hasta 4 o más voces en un momento 
determinado. Así también, las texturas homofónicas ganan variedad al presentarse como 
arreglos de línea melódica principal (a veces en varios instrumentos al unísono o a 
octava), con continuos armónicos únicamente o que incluyen incluso patrones de 
acompañamiento. En casos como “Cholito Pantalón Blanco”, la textura homofónica es 
funcional a los roles melódicos que dicta la marinera norteña. Además, las homofonías se 

170 

 



 

 

complejizan aun más cuando los instrumentos cambian de rol (melodía principal, 
acompañamiento, continuo armónico) en la misma sección, como en “Valicha”. Por su 
parte, piezas como “Sitting Dreaming”, “Tondero”, “El Hijo del Sol”, “Mi Cueva” y “La 
Puna” experimentan la alternancia entre texturas monofónicas, homofónicas, polifónicas 
y homorrítmicas. Aquí cabe señalar el caso particular de la sección [HSD] en “El Hijo del 
Sol” donde la guitarra, la quena y el violín “tejen” una textura acumulativa (Spicer, 2011). 
Finalmente, incluso las piezas donde lo textural no destaca a nivel intraopus, contribuyen 
a que el discurso musical en general tenga mayor variedad de texturas. “Paisaje de 
Quenas” aporta con texturas estrictamente monódicas (por la quena en solitario) y 
homofónicas “simples” (por la quena armonizada) mientras “Organillo y Polifón” aporta 
una textura eminentemente “sonora”. 

Hay un aspecto que hay que añadir respecto a la textura. Las descripciones 
anteriores muestran efectivamente el grado de sofisticación textual melódica que 
desarrolla El Polen. Sin embargo, falta añadir un componente significativo, y es que en 
la mayoría de piezas, la base de este entramado melódico está compuesta por un 
acompañamiento cordal materializado en el rasgueo de la guitarra rítmica que hace 
explicita la armonía. Sumando este componente tenemos por tanto que la estructura final 
responde a una textura homofónica que podemos denominar híbrida, ya que comprende 
una dimensión melódico textural compleja y un acompañamiento cordal constante. Si ya 
dicha dimensión es transversal a casi todas las piezas del repertorio, esta textura hibrida 
final sería, a su vez, transversal a todo arreglo o forma de manifestación de aquella. De 
hecho, solo con la excepción de “Paisaje de Quenas” y “Organillo y Polifón”, el total del 
repertorio de El Polen encaja en este modelo y en ese sentido, podría considerarse como 
lo que Braae (2020) denomina un patrón sonoro (sonic pattern) ya que, superponer 
diferentes arreglos de líneas melódicas sobre una guitarra rítmica, deviene una 
aproximación que se reproduce en cada pieza265 y que otorga, para este caso, una cohesión 
de repertorio a nivel de arreglo y de lenguaje particular a nivel de discurso estilístico. 

Para reforzar este argumento, resulta fructuoso hacer aquí una comparación con 
la aproximación que presenta una banda como Los Jaivas. Su primer disco El Volantín 
(1971) muestra más bien una tendencia hacia la improvisación (jam) como estrategia 
general de estructuración. De hecho, solo en dos piezas (“Foto de Primera Comunión" y 
"Que o la Tumba Serás") se puede apreciar una estructura diferente a la de una sesión de 
improvisación. En lugar de entramados texturales melódicos, tenemos más 
improvisaciones solistas y ejecuciones instrumentales con enfoque yo estética 
“experimental” (exploración sonora) sobre bucles rítmicos de percusión, rasgos que en El 
Polen son más incidentales. Podríamos decir que esta tendencia se mantiene de cierto 
modo en su segundo disco La Ventana (1972). Ciertamente hay piezas más estructuradas 
como “Mira Niñita”, “Indio Hermano”, “Ayer Cache”, “La quebrá del Ají” o “Corre que 
te Pillo”, sin embargo, casi todas estas incluyen largas improvisaciones solistas – sobre 
todo de guitarra y percusiones – que funcionan como secciones intermedias o finales 
respecto a la sección del “tema”. Así también, como herencia de su primer disco, piezas 

265 Texto original: “a specific technique that has an identical realization, and thus sounds the same, from 
song to song (a sonic pattern)” (p.230). 

171 

 

 



 

 

como “Los Caminos que se Abren”, “Cuero y Piel” y “Ciclo Vital” son enteramente jams 
psicodélicos y recurren a sonoridades experimentales y ruidismos más “convencionales”. 
Por último, algunas piezas presentan sofisticación vocal (Ayer Cache) y momentos de 
música “clásica” (Los Caminos que se Abren), aunque no en una medida equivalente al 
clasicismo desarrollado en el Polen. 

Por otro lado, el clasicismo y la sofisticación textural nos permite categorizar el 
discurso musical de El Polen y ubicarlo como próximo a lo que Boyle & Cánepa (1987) 
han denominado como música de integración. Dicho de otro modo, el repertorio de El 
Polen puede ser visto como un conjunto de obras intermedias (intermediate works) ya que 
la sofisticación textural melódica se basa en gran medida en tratar los instrumentos 
folclóricos con técnicas de música de cámara, sinfónica o académica en general (p.e. 
armonizaciones, contracantos, estructuras melódicas dialogantes). Esto además buscaría 
por extensión, interrelacionar el folclor con corrientes artísticas más occidentales y 
consideradas, erróneamente, como “universales” (ibid.). 

Vale la pena evaluar también el impacto que el formato instrumental tiene en la 
consolidación del clasicismo y la sofisticación textural como estrategias compositivas 
dominantes. En primer lugar, puede resultar evidente, pero la instrumentación ad hoc de 
El Polen deviene otro patrón sonoro de su discurso ya que particularmente implica algo 
más complejo que solo añadir otros instrumentos al formato tradicional del rock o 
reemplazar guitarras y bajos eléctricos por sus equivalentes acústicos (de hecho, ninguna 
de estas configuraciones explica el formato instrumental de El Polen). Más bien, la 
integración principalmente de la quena, la mandolina, el violín y el violonchelo, sugieren 
ver a El Polen como una “pequeña orquesta” o como un formato semejante a una 
estudiantina más que como una banda de rock. Por otro lado, frente al hecho de tener más 
de un instrumento melódico, El Polen parece haberse inclinado por usarlos para elaborar 
entramados melódico-texturales y no tanto para improvisar, experimentar sonoramente 
con estos y/o darles fines mayormente ornamentales. Lo anterior refleja por otro lado la 
adhesión del discurso por la visión constelatoria del progresivo ya que ninguno de estos 
instrumentos llega a percibirse como “principal” - como aquél que siempre lleva la 
melodía principal, ni siquiera la voz. Lo que se tiene es más bien que, cual comunidad 
“hippie” donde todos son iguales, estos instrumentos se interrelacionan entre sí, 
intercambian roles en todo momento y construyen así variedad dentro de y entre las 
piezas. 

Ahora bien, autores como Mendívil (2022) señalan al eclecticismo musical como 
una característica del primer disco Cholo y efectivamente, las piezas reúnen varios 
géneros foráneos  (folk psicodélico,  folk-rock, rock)  y  locales (huayno,  yaraví, fox 
incaico, carnaval, marinera norteña). Al segundo disco, Fuera de la Ciudad, el autor ya 
no atribuye esta cualidad ecléctica resaltando más bien que las piezas muestran un mayor 
dominio de géneros andinos (p.245). No obstante esta pérdida de relevancia del 
electicismo, este se mantendría en el segundo disco bajo un esquema diferente. Si bien ya 
no hay temas “anglo” como “Sitting dreaming” o “Tondero”, existe una mayor variedad 
de  sonoridades  “andinas”,  pasando  así  de  un  eclecticismo  “amplio”  a  uno  más 

172 

 



 

 

“localizado”. Teniendo en cuenta lo anterior, sería razonable postular que un rasgo propio 
del periodo del rock de los setentas como el eclecticismo, también formaría parte del 
lenguaje particular de El Polen, aun más si se recuerda que la premisa básica de la 
propuesta era hacer música con todas las “raíces”. Sin embargo, resultaría difícil sostener 
esta afirmación ya que “ser ecléctico” fue durante los setentas un rasgo común a muchas 
bandas de rock y rock fusión. Por el contrario, este no es el caso para el clasicismo y la 
sofisticación textural. Si bien propuestas como las de Los Jaivas, Wara, Arco Iris o 
Génesis de Colombia son todas de algún modo progresivas y eclécticas, no todas se 
inclinarían hacia el arreglo por sobre la improvisación y mucho menos hacia la estrategia 
de la variedad y sofisticación en la textura melódica en la medida que lo haría El Polen. 
Así, su discurso estilístico sería una muestra de cómo el idioma o lenguaje particular de 
un artista puede llegar a ser relativamente independiente de otros rasgos o tendencias 
estilísticas, ciertamente relevantes al mismo discurso, pero que se posicionan en una 
dimensión compartida (de dialecto en términos de Meyer). Ahora, si bien se esta 
sugiriendo que lo ecléctico quedaría a nivel de dialecto, debe tenerse en cuenta que este 
tiene una estrecha relación con las estrategias compositivas que conforman el idioma ya 
que es un factor que de algún modo proporciona las condiciones para el clasicismo y la 
sofisticación textural. Dicho de otro modo, estos rasgos sond e algun modo 
manifestaciones estilísticas del comportamiento ecléctico y virtuoso de El Polen. A modo 
de ejemplo, sería gracias a la actitud ecléctica que el repertorio cuenta con una marinera 
norteña y que gracia a esta, la textura se adapta de modo funcional a los roles melódicos 
del género. Igualmente, gracias al eclecticismo y la apertura estilística, el repertorio 
incluye temas como “Paisaje de Quenas” que aportan una textura particular al abanico de 
posibilidades. Para cerrar, El Polen articula el idioma o lenguaje aprticular como una 
marca que un grupo ecléctico aplica a cualquier estilo que aborde (Braae, 2020). Así, a la 
luz de lo que el discurso musical evidencia, El Polen imprimiría esta “huella clasicista” a 
los diversos géneros y estilos que llegaron a integrar en su propuesta. 

Para continuar, se exponen circunstancias y razones de indole extramusical que 
refuerzan y explican al clasicismo como estrategía y enfoque fundamental del discurso. 
Para empezar, ya desde un inicio, la música “clásica” – que en este caso simboliza esta 
estrategia– era algo que los miembros de El Polen consideraban como una influencia 
relevante. En una entrevista en 1973 mencionan: “Justamente en eso está la influencia de 
la música clásica. Siempre hemos observado, en los conciertos, que la música clásica 
tiene mucha variedad de pasajes, muchos cambios de ritmo. Eso es lo que hacemos 
nosotros”266. Cuando se les pregunta por sus compositores favoritos, curiosamente no 
mencionan en principio músicos folclóricos, sino clásicos (Vivaldi, Tchaikowsky, 
Mozart) y luego rockeros (T. Rex, Beatles, It´s a Beautiful day). Por otro lado, otro factor 
es el virtuosismo como actitud (Covach, 2006). El énfasis en los arreglos se entiende si 
consideramos que El Polen se propuso una dinámica de producción donde se “curaba bien 
la música y se asignaban roles”. Además, cuando Juan Luis Pereira afirma que El Polen 
fue pionero en la improvisación (en Olazo, 2002, p. 73), se puede suponer que con esto 

266 Testimonio de El Polen (Caretas, 1973). 

173 

 

 



 

 

se refiere, no tanto a la ejecución instrumental o a la recurrencia de pasajes solistas, sino 
sobretodo a la dinámica de “componer improvisando” - (improvisational) performance 
to composition (Brown, 2011). Esto de alguna manera ya refuerza el clasicismo dada la 
inclinación por secciones cuya composición fuera algo más que solo una sección 
arreglada para un jam y al hecho de que, si bien se empieza improvisando, al final se 
busca llegar a un resultado que se perciba como una sección, pieza o canción “ya hecha”. 
A su vez, esta idea de la “canción hecha” es otro punto significativo si se considera que 
en su etapa formativa, El Polen recurría principalmente a tocar canciones de varios 
géneros y hacer composiciones – experimentales sí, pero composiciones al fin y al cabo 
- más que sesiones de improvisación (algo que en el caso de Los Jaivas sí caracterizaría 
su primera etapa). Así también, se ha visto en el capítulo anterior que Juan Luis Pereira 
recuerda que en los conciertos se optaba por tocar las canciones lo más parecido posible 
a lo que consideraban una versión final, solo dejando la “espontaneidad” para las 
secciones puntuales de solo - también determinadas previamente. Igualmente, los viajes 
al Cusco fueron para aprender instrumentos, pero también canciones. Tenemos entonces 
que el “sacar canciones” refuerza de alguna forma la predispocisión al arreglo y el 
enfoque composicional y coloca la experimentación y la improvisación solista en un 
segundo plano. Finalmente, la experiencia en Europa refuerza la intención composicional 
si recordamos que El Polen decidió no tocar piezas de su repertorio “oficial” porque las 
circunstancias, sobrevivir tocando covers de foclor con un formato reducido, no permitían 
su reproducción fidedigna y hubieran, según Juan Luis, “sonado feo”. Esto cobra 
importancia si notamos que hubo en todo momento la opción de aplicar un enfoque 
pragmático y arreglar o adaptar los temas a las circunstancias del momento, pero al 
parecer, la identidad compositiva del repertorio terminó predominando. 

Entre otros factores se tiene también que el clasicismo se acomoda mejor con el 
enfoque del folk revival europeo de los años cincuenta – asimilado por el rock 
posteriormente. Según Moore & Martin (2018) este se basa en el uso de material musical 
pasado y en hacer arreglos que sean más que una armonía que acompañe una simple línea 
melódica267. Notamos que la descripción es compatible con la aproximación que hace El 
Polen del material  folclórico local. Además, El Polen  no haría tanta  referencia al 
movimiento neo-folk norteamericano – más centrado en la figura del cantautor con 
guitarra (tipo Bob Dylan, Joan Baez o Joni Mitchell)268 ya que, si bien la guitarra acústica 
es fundamental, esta no está al servicio de un desarrollo vocal de verso libre ni de letras 
extensas. 

267 En términos de Moore & Martin (2018): “[…] the British folk revival of the 1950s, which continued 
through the 1960s based around the clubs, where the emphasis was very much on using material from earlier 
generations”. Este movimiento se caracterizaría por “the importance of the arrangement […] they were not 
content with simply putting a series of unexceptional harmonies to a melodic line, and their musical 
emphasis was therefore on line rather than chord”. 
268 En términos de Moore & Martin (2018): “The ‘neo-folk’ movement in the USA, moving through Bob 
Dylan, Joni Mitchell and artists like the Byrds to Steven Stills, Neil Young et al., became a powerful force 
in rock, bringing to it a certain lyrical maturity and delight in imagery, and what was perceived as 
authenticity, due largely to the use of the acoustic guitar”. 

174 

 

 



 

 

Finalmente, la tendencia por el clasicismo como estrategía compositiva también 
se refuerza en la relación entre la producción y la recepción. Como ya se vió, Juan Luis 
Pereira afirma que lo más importante en los conciertos siempre fue apelar a la sensibilidad 
y “buen gusto” de la audiencia de modo que esta advierta el trabajo y la intención artística 
puesta en la música. Actualmente esta postura no habria hecho más que intensificarse ya 
que, según Juan Luis, “con el tiempo uno le presta mas atencion a la musica y los 
sonidos”. Asimismo, si recordamos que lo coneptual tambien se construye en el acuerdo 
entre artista y oyente, entendemos el porqué hoy en día Juan Luis nos exhorta a escuchar 
los discos con audifonos, puesto que de esta forma adoptaríamos un cierto modo de 
escucha donde sea posible justamente prestar más atención a los sonidos, al trabajo 
compositivo y en última instancia, entrar en “concordancia” con la intención y los 
objetivos estéticos del grupo. 

A modo de cierre, lo expuesto hasta el momento ha buscado dar cuenta del 
clasicismo y la sofisticación textural como elementos del lenguaje particular en el 
discurso estilístico de El Polen. Se ha visto que esta es la estrategia compositiva dominate 
y que otros factores estéticos y de comportamiento de algun modo convergen en reforzar 
este rasgo. Esto se refuerza, en términos comparativos, en las estraegias diferentes que 
otras bandas como Los Jaivas adoptan para ganar el “juego estético” de lo progresivo. A 
continuación se plantean los rasgos más relevantes a nivel de dialecto. 

Se ha visto anteriormente que el eclecticismo es un rasgo que se ubicaría en la 
dimensión del dialecto ya que en el contexto del rock de los setenta, la apertura estilística 
era una tendencia común. En ese sentido, El Polen no tendría por qué ser diferente al resto 
de bandas de rock fusión latinoamericanas que sumaron al rock tradiciones, géneros y/o 
estilos musicales locales. Ahora, diríamos que en la dimensión del dialecto también se 
encontrarían los rasgos y tendencias que en el discurso no llegan a ser parte del lenguaje 
particular, que no se llegan a explotar con recurrencia, que se usan de manera más 
incidental o que funcionan como indicativo de que, en este caso El Polen, es un caso más 
de rock progresivo (un token) al presentar varias de sus características. A fin de aclarar 
este punto, vale la pena determinar ciertos aspectos relevantes de la dimensión del 
dialecto. 

Empecemos abordando el hecho de que, si el dialecto (lo que para otros autores 
refiere al marco estilístico o estilo en general) implica determinar lo que es compartido, 
una forma de determinarlo sería dando una definición general de dicho estilo, en este 
caso, del rock progresivo y asociarla luego al discurso musical del grupo. Para ilustrar 
esto, consideremos lo señalado por De Souza (2022) cuando relaciona el rock progresivo 
con El Polen. 

“En la elaboración de su música, El Polen toma los siguientes elementos: Del rock progresivo 
toma la tendencia a prescindir de cualquier división formal entre versos y estribillos, se da “una 
estética que busca una mayor ambición y complejidad en lo musical, lo temático y lo visual” 
(Cortés Stefanoni, 2013, pág 1). En lo musical sus características eran: “la duración de las 
canciones, la yuxtaposición, dentro de una misma pieza o álbum, de secciones predominantemente 
acústicas y secciones predominantemente eléctricas, lo cual expresa simbólicamente el conflicto 
entre “lo pastoral” y “lo industrial”, “lo orgánico” y “lo artificial”, los “valores matriarcales” y los 

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“patriarcales”, “lo femenino-emocional” y “lo masculino-racional”, “lo antiguo” y “lo moderno”, 
“la fantasía” y “la realidad”. (Cortés Stefanoni, 2013, pág. 3)” (p.49). 

Uno de los problemas de este proceder es el riesgo de caer en lo que podría 
denominarse una generalización descuidada. Así, lo anterior deja una impresión de 
relativa ambigüedad donde no queda muy claro si estamos hablando de El Polen o del 
rock progresivo en general269. Otra forma de entender esto es dando cuenta que, si bien 
las características expuestas en la cita son efectivamente lo que la mayoría de bandas de 
rock progresivo usan, no son necesariamente lo que una banda en particular tiene (Moore 
& Martin, 2018). Vemos por ejemplo que efectivamente, El Polen no tiene piezas basadas 
en la estructura de versos y estribillos y aspira a la ambición y complejidad musical. Sin 
embargo, a partir de aquí empieza el problema porque “la duración de las canciones” no 
parece describir nada concreto (¿largas?, ¿cortas?, el progresivo tiene ambas, ¿y El 
Polen?) y, al menos en sus primeros dos discos, El Polen no tiene “dentro de una misma 
pieza o álbum secciones predominantemente acústicas y secciones predominantemente 
eléctricas” (que tuvieran un un set eléctrico para sus últimos conciertos es algo diferente). 
Al no tener esto, El Polen no podría, al menos en teoría, construir todos los simbolismos 
que se mencionan a continuación (que harían referencia a aspectos más ideológicos que 
estilísticos). Así entonces, para entender el dialecto no bastaría con este tipo de 
generalizaciones. Que un grupo de bandas compartan rasgos de una corriente estilística 
no implica que todas tengan todos los elementos (o tendencias) de dicha corriente. Debe 
reconocerse en principio que el dialecto es parte de algo mayor como lo es el estilo, y que 
hablar del mismo, no nos exime de analizar un caso particular con profundidad suficiente 
porque de lo que se trata, es de explicar cómo dicho caso trata ciertos rasgos estilísticos 
para que estos queden en el dominio del dialecto. Abordamos a continuación aspectos 
relevantes de este ámbito en el discurso musical sobre la base de la evaluación desde las 
tendencias hecha anteriormente. 

Si bien se ha visto una inclinación por un tratamiento más “flexible” que 
“ortodoxo”, podemos decir que, en línea con la tendencia del progresivo, El Polen aplicó 
la variedad en la forma: “grandes formas” con enfoque sinfónico, piezas largas y cortas 
compuestas por secciones concatenadas y formatos convencionales expandidos o con 
secciones añadidas. La armonía sería otro elemento que quedaría en el dialecto 
principalmente porque las dos vertientes identificadas responden a un tratamiento 
“convencional”, por decirlo de algún modo. Es decir, que la armonía es “de rock” en 
piezas de rock y es mayormente “andina” cuando El Polen toca o compone huaynos - la 
modulación en Valicha (la excepción) queda como un rasgo estilístico a nivel intraopus. 
Otra razón para considerar la armonía a nivel de dialecto es que El Polen no parece buscar 
complejidad y sofisticación armónica, las estructuras armónicas quedan a nivel de triadas 
(lo más común) siendo prácticamente inexistentes acordes, progresiones o modulaciones 
más sofisticadas. Igualmente, la métrica se concibe mejor como un aspecto del dialecto 
por abarcar un espectro de tratamiento variado que comprende piezas con regularidad 

269 Esto también es porque De Souza (2022) se apoya en citas textuales. En este caso, las referencias que 
toma son de Cortés Stefanoni (2013) quien en su texto original, tiene por fin desarrollar un panorama 
general del rock progresivo. 

176 

 

 



 

 

total, el dialogismo entre métricas regulares e irregulares y otras formas de irregularidad 
basadas en la ausencia de tempo y pulso y/o en una percepción de espontaneidad. Por otro 
lado, la compatibilidad entre la libertad métrica del huayno y la tendencia hacia esta 
libertad en el rock progresivo, si bien relevante en el discurso, no es un rasgo presente en 
todas las piezas del repertorio. En este caso quedaría a nivel de dialecto, aunque también 
puede verse como relevante a nivel intraopus. Por su parte, El Polen integra en su discurso 
varias formas de temporalidad y en ese sentido, se adscribe a esta tendencia general del 
progresivo y al igual que la irregularidad métrica, las diferentes construcciones de 
temporalidad son relevantes en el contexto de cada pieza en particular. 

Por otro lado, la experimentación, en su sentido más amplio, quedaría en el 
dominio del dialecto en principio porque el clasicismo (que puede verse como algo 
opuesto) se impone sobre este. Las tres vertientes identificadas (de ejecución 
conservadora, de enfoque y de re contextualización y afecto formal) construyen a su vez 
un espectro amplio que sugiere que El Polen no tendría un patrón o proceso dominante, 
es decir, que “experimenta” con diferentes métodos experimentales. Finalmente, sin una 
tendencia claramente definida, tanto el virtuosismo (de ejecución, formal, de métrica), 
como la improvisación (solista, de espontaneidad y para la composición) quedan como 
dos prácticas que representan más la adhesión de El Polen a los parámetros generales del 
rock de principios de los setenta o en su defecto, son factores que contribuyen a construir 
el estilo intraopus respectivo de cada pieza donde estos se manifiestan. 

Hasta aquí se ha hecho una evaluación de los rasgos y tendencias que darían forma 
a lo progresivo en el discurso estilístico de El Polen en los setentas teniendo en síntesis 
que este es una propuesta experimental acorde a la estética del rock del momento y al 
mismo tiempo, una música de integración con una estrategia composicional basada en el 
clasicismo y un modelo textural híbrido de sofisticación melódico textural sobre 
acompañamiento armónico y reforzado por un instrumentación particular, una actitud de 
virtuosismo y una mirada ecléctica. Junto a esto, la propuesta comprende rasgos 
convencionales del progresivo en el plano armónico, métrico, de temporalidad, 
experimentación, virtuosismo e improvisación. En la siguiente parte se aborda la 
evaluación respecto a la estética de la psicodelia. 

3.1.4. La psicodelia en el discurso estilístico desde una perspectiva histórica 

En el caso de la psicodelia, la evaluación implica tomar en principio una 
perspectiva histórica. Para el contexto de finales de los sesenta y principios de los setenta, 
la psicodelia en El Polen debe verse como fundamentada en la experiencia 
fenomenológica de los miembros del grupo con sustancias y en general con las prácticas 
asociadas a la psicodelia y el hipismo dentro de la cultura popular de masas. En ese 
sentido, fue mediante el consumo de sustancias y plantas alucinógenas que El Polen 
profundizó en su capacidad creadora, de exploración y experimentación musical (De 
Souza, 2022) y encontró formas alternativas a un racionalismo occidental (Mendívil, 
2022). A esto añadimos su contacto y relación con hippies extranjeros con los cuales 
incurrieron en prácticas “psicodélicas” como la meditación, el yoga, los mantras o la vida 
en comunidad. Asimismo, en el capítulo anterior vimos que sería la experiencia particular 

177 

 



 

 

de Juan Luis Pereira con el ácido lo que desencadenó su “revelación mística” que 
terminaría concretándose en el nacimiento mismo de El Polen como proyecto. Podríamos 
especular y decir incluso que El Polen no hubiera llegado a existir de no ser por esta 
“epifanía” producida por “la experiencia”. 

Junto a la dimensión de la experiencia, la psicodelia en esa época se sostuvo 
también en la recepción, en la percepción de que la música de El Polen invitaba a entrar 
en la experiencia o que se construía para esos fines. En síntesis, la psicodelia como 
intención (intent) (Echard, 2017). Esto se fundamenta en primer lugar por el contexto, los 
miembros de El Polen se definían abiertamente como adeptos del hipismo y la 
contracultura y por extensión con la cultura psicodélica. Los oyentes, sean estos los 
amigos que los acompañaban en los largos ensayos o jams o el público de los conciertos 
y clubes como El Zánzibar, se encontraban en el contexto adecuado para percibir la 
música como amena para tener una “experiencia” o en todo caso, para calificarla al menos 
como asociada a la misma. Es por esta asociación contextual que los temas de folclor que 
El Polen incluía en su repertorio inicial, así como las piezas en concreto que terminaron 
siendo parte del repertorio “oficial”, tendrían esta connotación o intención psicodélica. 
Estos puntos son significativos porque, desde una perspectiva histórica, es el contexto de 
la época lo que realmente construiría la psicodelia en el discurso musical. 

Para el caso concreto del folclor, su relación con la psicodelia ha sido identificada 
en el análisis bajo las denominaciones de roots musics y raíz andina. Bajo el primer 
término hemos visto el proceso donde temas de folclor popular, que son tocados de la 
forma tradicional, se “psicodelizan” al ubicarse en un contexto y/o espacio fuera del 
ámbito del folclor. Los covers  o versiones grabados en ese  período evidencian el 
tratamiento conservador que El Polen tendría del folclor y por ello, no puede decirse que 
“Valicha”, “A las Orillas del Vilcanota” o “Cholito Pantalón Blanco” sean piezas donde 
secciones “folclóricas” se alternen con otras más “psicodélicas” (de una estética más 
anglosajona). Debemos aclarar que no se está negando que se puedan identificar rasgos 
estilísticos, de hecho se ha visto en el análisis que los hay de algún modo, lo que se trata 
de apuntar es que, para la época, la asociación contextual resulta mucho más relevante. 
Aquí resalta el caso de una pieza como “La Puna”, podría decirse que de todo el 
repertorio, es la única pieza que, imbuida en “lo andino”, posee afecto formal y una clara 
intención psicodélica debido al tratamiento experimental que hace de instrumentos, 
melodías y ritmos. Esta pieza es también la que mejor representa lo que hemos 
denominado como la mistificación de lo andino ya que muestra como un grupo como El 
Polen reinterpreta lo andino a través de un claro y evidente filtro contracultural, hippie y 
psicodélico. Para aclarar este punto, se considera que tanto en su momento, como 
actualmente, la escucha de esta pieza evoca muy fácilmente nociones “típicas” de la 
psicodelia como el misticismo, hipnotismo, la espiritualidad, atemporalidad o la 
“naturaleza”, pero añadiéndoles un “color” andino o local. En contraste, es más difícil 
para una pieza como “A las Orillas del Vilcanota”, por ejemplo, provocar esta percepción 
justamente por el tratamiento conservador que se hace del huayno. En este caso, la 
asociación contextual (el disco, o el espacio ajeno al folclor) serían mucho más 
determinantes. Aquí vale la pena apuntar que en comparación, los primeros discos de los 
Jaivas (El Volantín, La Ventana) tienen una mayor conexión por afecto formal (por los 

178 

 



 

 

jams y las experimentaciones) lo que haría más fácil canalizar la intención psicodélica en 
el oyente, además del contexto histórico. 

Del mismo modo que con el término roots musics, desde la noción de raíz andina 
comprendemos la relación dialógica entre lo andino y lo psicodélico. Tanto “La Puna” 
como “Concordancia”, “Mi Cueva” y “El Hijo del Sol”, representan evidentemente este 
diálogo y en general, la conciencia histórica de El Polen al momento de tratar el material 
folclórico. En estas piezas, si bien la construcción por contexto continua teniendo un rol 
significtivo, se empieza a advertir el mayor grado de manipulación de lo local - y lo 
andino en particular, debido justamente a la puesta en práctica de esa capacidad creadora, 
de exploración y experimentación musical nutrida por “la experiencia”. Es en este punto 
que la psicodelia empieza a entrar en el ámbito del estilo. 

Para empezar la evaluación de la psicodelia desde una perspectiva estilística, 
resulta útil comenzar haciendo una comparación entre El Polen y otras propuestas de folk 
psicodélico, en particular la Incredible String Band ya que es desde este caso que William 
Echard (2017) plantea el dialogismo entre folclor y psicodelia y la noción de universal 
roots – de la cual derivamos la noción de raíz andina. 

Es evidente que lo que grupos europeos como la Incredible String Band (ISB de 
aquí en adelante) y una propuesta local como El Polen tienen en común, es que ambas 
representan la vertiente más “folk” del rock progresivo y psicodélico en sus respectivos 
contextos. Como señalan Moore & Martin (2018) para el caso de la banda escocesa, esto 
es debido en principio al uso exclusivo de instrumentos acústicos y al énfasis en que estos 
sean provenientes de diferentes culturas musicales. Esto último implica entonces que la 
instrumentación va mucho más allá del reemplazo de la guitarra eléctrica por la acústica. 
El Polen se alinea con esto ya que los instrumentos utilizados provienen de contextos 
variados como el clásico (violín, violonchelo, arpa), el rock (guitarras, bajo), el andino 
(quenas, mandolinas, zampoñas), el latino (congas, bongos, huiro) y el “exótico” u 
“oriental” (flauta china, flauta de Tailandia). 

Ahora, una de las primeras diferencias versa sobre la relación entre forma y 
desarrollo vocal. Como lo muestran la mayoría de piezas de un álbum como The 5000 
Spirits or the Layers of the Onion (1967), la aproximación de la ISB a la estructura es 
más orientada al recurso del verso libre y al desarrollo fluido de las letras no supeditada 
a un esquema métrico rígido (Macan, 1997). Así lo demuestra Echard (2017) cuando 
señala que en la ISB, la música se construye de una manera prosódica de modo que las 
implicaciones rítmicas del texto se enfaticen en vez de que el texto se adecue a un 
esquema métrico formal rígido, algo que el autor denomina ex temporización rítmica 
(rhythmic extemporization) (p.324). Más importante es, no obstante, las connotaciones 
para la psicodelia de tal aproximación. Echard (2017) señala que esta otorga a la música 
un carácter de imprevisibilidad y una cualidad lúdica (playfulness), inquieta y cambiante, 
un esquema que el autor considera como prototópica de la psicodelia y que, como vimos 
en el capítulo anterior, denomina como forma contínua (through-composed form). Para 
el autor, esta ex temporización rítmica evoca también al “folk” como tópico u otros 
relacionados a este como las baladas e himnos tradicionales (ibid.). 

La implicancia de esto para el caso de El Polen es que “lo folk”, en tanto tópico 
de la psicodelia, se presenta de una manera más mesurada. En comparación con la ISB, 

179 

 



 

 

El Polen debe ser visto más como una propuesta de rock (estilo de base) que incorpora 
influencias de folk (estilo donante) más que como un diálogo entre folk y rock. En tal 
sentido, la instrumentación acústica sería el elemento que proporciona en mayor medida 
la cualidad “folk” a la música ya que la composición no enfatiza el verso libre, ni largas 
letras narrativas o la adecuacion de la metrica musical a la de la lírica. De hecho, son 
pocos los momentos donde se puede decir que hay una estructura de tipo “verso libre” 
donde lo musical instrumental se supedita a lo vocal (solo tenemos aproximaciones en las 
homorrítmias entre guitarra y voz en “Mi Cueva” [MCB], “Concordancia” [CDA] y 
homorrítmias netamente instrumentales en “Sitting Dreaming” [SDA] y “El Hijo del Sol” 
[HSF]. Es cierto que durante el análisis se han indentificado momentos que se aproximan 
a una forma contínua que generan sensaciones de irregularidad, inestabilidad e 
imprevisibilidad. No obstante estos son, para el caso del Polen, rasgos incidentales, 
relevantes tal vez a nivel intraopus, pero definitivamente no estructurales a la 
construcción de la psicodelia en el discurso musical como en el caso de la ISB. 

Para terminar, podríamos decir que mientras en el caso de la ISB lo psicodelico 
recurre en gran medida a estrategias estilísticas como el verso libre, lo que conlleva a 
tener un desarrollo iregular e imprevisible de manera frecuente, en el caso de El Polen, la 
estrategia dominante es una aproximación composicional más regular, estructurada y 
arreglada – el clasicismo. Si tomamos en cuenta que, según Echard (2017) esta noción es 
también un tópico de la psicodelia, El Polen se convertiría en un campo dialógico donde 
“lo clásico” o la tradición de la “música académica”, en tanto tópicos, interactuan con una 
instrumentación acústica que, como ya vimos, es responsable de la connotación constante 
a “lo folk”. 

3.1.5. Tendencias y características de la psicodelia como estilo 

Ahora bien, es claro que la construcción de la psicodelia como estilo (as style) 
recurre a elementos más variados y específicos que van mas allá de un diálogo clásico- 
folk general (estructuras definidas - arreglos e instrumentación acústica). Sin embargo, 
antes de abordar este punto de manera más detallada, se vueleve a tocar la instrumentación 
acústica para añadir que, aparte de “lo folk”, esta es también responsable en gran medida 
de que el discurso de El Polen establezca otras connotaciones asociadas a la psicodelia 
como la nostalgia psicodélica y la arqueología musical (Reising, 2009), lo pastoral, la 
naturaleza y lo orgánico. La razón de tocar estos aspectos en este momento es porque 
estos parecen ser fundamentales en las apreciaciones y valoraciones que se hace sobre la 
música de El Polen en el presente. Es decir, que la valoración que la historiografía del 
rock peruano y la literatura popular en general ha hecho de El Polen tiende a recurrir a 
estos aspectos al momento de apreciar la obra musical del grupo de los años setenta. Esto 
sería debido en parte a que la instrumentación acústica es el rasgo que el oyente advierte 
de manera más directa. 

Así entonces, estas connotaciones “psicodélicas” emergen cuando por ejemplo 
Torres (2018) califica a El Polen como “música-tierra, orgánica, matérica, táctil y 
telúrica” (p.314). La noción de “lo telurico” (que connota tal vez mayor fuerza o grandeza 
que “lo pastoral”) parece ser un rasgo significativo ya que en otras publicaciones se habla 

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que la música de El Polen esta matizada con “el poder tectónico del folclor andino 
nacional”270. Aquí empezamos a ver ya también que lo tectónico o telúrico adquieren una 
connotación más local. La analogía casi inmediata entre “lo andino” y “la tierra” puede 
verse como efecto de la mistifcación de lo andino en la recepción. Esto va incluso más 
allá dado que la música de El Polen puede hacer que nociones como “lo prehispánico” y 
hasta “lo incaico” adquieran impronta psicodélica por la referencia que estos aspectos 
establecen con “el pasado” (una clara muestra de nostalgia psicodélica). Esto lo vemos 
en apreciaciones que consideran que los “temas bucólicos peruanos [que aborda El Polen] 
nos transportan a tiempos prehispánicos [y que] uno llega a imaginarse escenas del 
imperio inca mientras escucha las canciones”271. 

Se diría que estas valoraciones muestran el papel de la recepción en la 
construcción de la psicodelia en el presente, la cual parece parece operar en niveles 
predominantemente simbólicos. La recepción identifica temas convencionales como "lo 
orgánico", "la tierra" o "lo telúrico" y asocia con la psicodelia otras nociones, igualmente 
amplias, como "lo andino" o “lo incaico”, en lugar de identificar elementos estilísticos 
relacionados a la melodía, armonía o forma. Es de remarcar no obstante que, aparte de la 
instrumentación, estos elementos, aunque no se identifiquen explícitamente, desempeñan 
un papel crucial en el proceso ya que en esencia, son los que construyen la psicodelia 
como estilo (as style), confiriendo a la música la intención (intent) que finalmente se capta 
en la recepción y produce apreciaciones como las mencionadas. 

Como último punto de la evaluación, se hace un balance más detallado de la 
psicodelia como estilo, esta vez apuntando los significantes estilísticos (los prototópicos) 
más relevantes que hoy en día harían que la música de El Polen remita, por indexación, a 
las estéticas propias del rock y folk psicodélicos de los años sesenta. 

En primer lugar, sobre la base del análisis hecho en el segundo capítulo, no podría 
decirse que existe una estrategia o patrón sonoro dominante o transversal a lo largo del 
repertorio, como lo es la sofisticación y variedad textural en el caso de lo progresivo o 
como lo sería el recurso del jam o la sesión de improvisación libre - que domina la estética 
de un disco como El Volantin (1971) de Los Jaivas. Lo que tenemos en el caso de El 
Polen es un abanico, “ecléctico” si se quiere, de recursos y elementos estilísticos. Dado 
que en esta evaluación no se busca volver a entrar en detalles propios de un apartado de 
análisis, a fin de tener un panorama general, La tabla 15 muestra una síntesis de los 
elementos involucrados en la construcción de la psicodelia en cada una de las piezas. 
Frente al hecho de que no parece existir una única tendencia dominante, es más razonable 
pensar que los recursos o estrategias son fundamentales a nivel intraopus o a nivel de 
algun grupo de piezas y en ese sentido, el balance se realiza en dichos niveles. 

270 (Cevallos, 2019, 7 de agosto). 
271 Noche Pasta Blogspot (2013, 9 de marzo). 

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Tabla 15: Elementos de construcción de la psicodelia. 

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Resulta lógico empezar con el grupo de piezas que hemos denominado como 
“temas cosmopolitas” ya que en estos lo estilístico tiene mayor relevancia. La 
aproximación general que parecen compartir “Sitting Dreaming”, “La Flor” y “Tondero” 
es la de determinar campos tópicos, secciones con una determinada distribición de 
elementos estilisticos que que otorgan la identidad “psicodélica” a una determinada 
sección. En “Sitting Dreaming”, la sección que se constituye en un eviente campo tópico 
es [SDC], ya sea porque puede ser visto como una sección de carácter improvisatorio 
(developing variation jam) o como un clúster de significantes (cromatismos, “ruidos”, 
alusiones). En “La Flor”, los dos campos tópicos determinados [LFA,B] y [LFC] recurren 
principalmente al drone, aunque cada uno de forma particular. En el primer caso por la 
combinación de melodías escalares sobre armonías monocordales (scalar melody over 
drone) y en el segundo por la cualidad “estática” de la voz y la nota sostenida en el violín. 
Todas estas estrategias convergen en la evocación de nociones como la atemporalidad, el 
hipnotismo, misticismo, misterio, revelación y/o espiritualidad. En el caso puntual de “La 
Flor”, debemos agregar el tópico “típico” de la India o música de la India que produce la 
guitarra que simula una cítara en el primer campo tópico. Ahora, en “Tondero”, la 
construcción en ligeramente diferente. Lo más relevante es que los dos campos tópicos 
construyen la pieza como una transición de un momento “inquieto y caótico” [TDA] a 
uno de mayor “tranquilidad y espiritualidad” [TDB]. 

En este punto algunos recursos establecen conexiones con otras piezas. La técnica 
del drone trasciende a “La Flor” y se hace presente en la nota pedal (flauta) y el motivo 
repetido (zampoña) en “La Puna” [LPB], en la armonía monocordal en “Mi Cueva” 
[MCB] y en la sensación general de bucle (loopiness) que provocan la repetición inalterda 
de secciones en “Concordancia” [CDB,C] y “Cholito Pantalón Blanco” [CHC]. Del 
mismo modo, varias piezas incurren en la evocación de la plasticidad temporal. El primer 
campo tópico en “Tondero” [TDA] se caracteriza justamente por sus variaciones de 
métrica, tempo, acelerandos y retardandos. “El Hijo del Sol” también “contrae” el tiempo 
a base de variaciones rítmicas [HSB] y acelerandos [HSG], el acelerando parece ser una 
estrategia recurrente ya que esta se encuentra también en “Valicha” [VLB2]. “El Hijo del 
Sol” también “juega” con el tiempo al reestablecer el tema principal luego de la “travesía” 
que configuran las secciones [HS,C,D,E]. “La Flor” hace lo mismo cuando vuelve en dos 
ocasiones al tema principal [LFB-LFA2] y [LFC-LFA3] y “Sitting Dreaming” una vez 
en [SDC - SDA2]. La idea de la “travesía”, como un proceso contínuo de tranformación 
(the outward journey), no solo está en “El Hijo del Sol”, sino que también se construye 
en “Mi Cueva” y en “Paisaje de Quenas”, que presentan sus tres y cuatro secciones 
formales respectivamente sin repetirlas [MCA,B,C] [PQA,B,C,D]. Otro aspecto presente 
en varias piezas es la idea de la forma contínua (through composed form). En 
“Concordancia”, el carácter irregular, cambiante e inquieto que evoca esta construcción 
se basa en extensiones métricas, compases de elisión y yuxtaposicones melódicas 
[CDA,C], en “Valicha” se da también por las extensiones métricas y en este caso, por el 
cambio de roles instrumentales. Por su parte, “Cholito Pantalón Blanco” y “La Puna” 
articulan esto mediante el desarrollo espontáneo e improvisado de su sección rítmica 
(cajón, piano) y los fraseos de quena [LPA1] respectivamente, mientras que “A las Orillas 
del Vilcanota” lo haría sutílmente debido a la sensación desordenada que proyecta. Aquí 

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vale recordar que, al margen de la variedad en que esta idea de la forma contínua se 
construye, esta deviene un rasgo más incidental que estructural. Realmente las piezas no 
se construyen como formas contínuas en la manera como lo hacen las piezas de la 
Incredible String Band, más bien las secciones referidas comparten el hecho de que solo 
se aproximan a dicha construcción aunque no por ello dejarían de sugerir las 
connotaciones propias de la misma. Finalmente, por lo variados y repartidos que se 
encuentran en todo el repertorio, otros recursos estilísticos pueden considerarse como 
“ornamentales” en el discurso musical. Entre estos tenemos los efectos de eco y la 
reverberación en la voz [LFC] [MCB] y en el bombo [LP] y su evocación a “otros 
lugares”, las voces de ”ensueño” (dream voices) [TDB(b)], el “misterio” que evoca la 
sirena (siren trill) del motivo de intervalo de segunda [SD], los diferentes elementos 
colorísiticos [SDC] y por último, una pieza como “Organillo y Polifón” en toda su 
integridad ya que, a nivel global, es estrictamente una pieza hecha de efectos sonoros. 

En síntesis, entender la psicodelia en El Polen implica en principio su separación 
en sus dimensiones de experiencia, intención y asociación contextual donde la primera 
refiere a las vivencias del grupo, la segunda al proceso de recepción de su música y la 
tercera a las circunstancias en que esta (y sobretodo los temas folclóricos) terminan siendo 
amenas para las dos primeras. Por su parte, desde la dimensión de estilo, tenemos que la 
instrumentación acústica es lo que más aproxima al grupo al folk psicodélico y explica 
en parte las valoraciones actuales de su música como evocativa de nociones típicas como 
“lo telúrico” y las psicodelización de “lo andino”. Por otro lado, en sentido estilístico 
estricto, la psicodelia no parece tener una tendencia dominante presentando diversidad de 
recursos como campos tópicos, drones, juegos con el tiempo, transformaciones y recursos 
ornamentales. Dicho esto, continuamos ahora con la evaluación de la tercera estética 
inherente al discurso de El Polen: la fusión. 

3.1.6. Tendencias y características de la fusión desde la dimensión sintáctica y 
semiótica 

La evaluación de la fusión comienza por reconocer que esta tiene sus bases en 
aspectos de comportamiento dado que la misma se planteó como elemento diferenciador 
en un contexto donde la emulación era una práctica dominante en el rock local a fines de 
los sesenta. De otra parte, junto con la idea de hacer música “juntando todas las raíces”, 
otro aspecto determinante sería el eje doble conformado por la fusión como 
interculturalidad y desde el sujeto fusionado (Montero-Díaz, 2018). Como ya se advirtió 
en el capitulo anterior, desde una perspectiva de interculturalidad, la fusión musical en El 
Polen, tal como se presenta en su primera etapa artística, no hubiera sido posible solo con 
los hermanos Pereira. El resultado final es en realidad producto del contacto y síntesis de 
estos con otros agentes y músicos provenientes de diferentes tradiciones musicales (la 
pluralidad de individuos). Para ilustrar esto, podemos hacer incluso una equivalencia 
entre la fusión como un encuentro intercultural con el sentido hippie de formación de una 
comunidad igualitaria y esta, a su vez, con el enfoque constelatorio de lo progresivo - 
donde ningún género o estilo se impone sobre otro, así como con la visión del rock de 

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apertura estilística en donde otros músicos representan otros marcos estilísticos. Por su 
lado, ciertamente parte del resultado se debe a la actitud ecléctica particular de los 
hermanos Pereira, a la pluralidad que estos representan en tanto sujetos fusionados que 
decidieron incorporar a su proceso creativo todas las músicas que escucharon y 
aprendieron de diversas fuentes. 

Ahora, mientras que a nivel de comportamiento la fusión se fundamenta en los 
aspectos anteriormente referidos, a nivel estrictamente musical diríamos que lo que 
caracteriza a la fusión en El Polen es lo que podría denominarse un enfoque 
multiestratégico. La tabla 16 sintetiza los principales elementos (morfosintácticos y 
semióticos), procesos (tensiones y tipologías) y tendencias (actitud hacia la fusión) que 
presentan cada una de las piezas del repertorio. Debido a la importancia de los elementos 
morfosintácticos asociados al rock, se opta por abordar estos en mayor detalle más 
adelante, lo mismo para el caso de aquellos elementos considerados de índole semiótica. 
En esta parte nos ocupamos de hacer un balance respecto a los procesos y tendencias en 
general y a los elementos mayormente sintácticos provenientes de otras músicas en 
particular. 

Empezamos señalando la implicancia en la fusión que en conjunto tienen piezas 
como “Concordancia”, “El Hijo del Sol”, “Valicha” y “A las Orillas del Vilcanota”. 
Todas estas se basan casi en totalidad en los marcos estilísticos del huayno ya que adoptan 
las convenciones melódicas, rítmicas, métricas, armónicas y formales del género y en ese 
sentido, cada una de estas es básicamente un huayno - a excepción de “El Hijo del Sol” 
que más bien toma al huayno como un módulo discreto para componer una forma mayor. 
Esto sienta las bases de un modelo de fusión de tipo sistemático, es decir, fundamentado 
en operaciones de manipulación y transformación (Steingress, 2004) de lo que Meyer 
(2000) denominaría los parámetros primarios. Ahora, esto haría que “lo rock”, en este 
caso, se manifieste principalmente – no únicamente - desde lo performático y/o desde la 
interpretación – parámetros secundarios según Meyer (2000) o, en palabras de Juan Luis 
Pereira, desde la “impronta rockera” que no seria más que “huayno tocado por un 
rockero”. Este esquema [sistemático (huayno) - performático (rock)] es a su vez la base 
de la tensión [andino - rock] que domina estas piezas y que de algún modo, se extiende a 
toda la idea de fusión en El Polen. Aquí es de resaltar el matiz y contraste que otorga “El 
Hijo del Sol” ya que su enfoque sinfónico relega de algun modo “lo rock” y pone al frente 
una tensión [clásico – andino], tensión que se hace presente a su vez, y de manera muy 
sutil, en “A las orillas del Vilcanota”. En esta última pieza “lo rock” desde lo performático 
también quedaría relegado a un segundo plano debido a la ejecución instrumental muy 
cercana a la tradicional (siendo el ejemplo más claro el dominio de la quena de Raúl 
Pereira). Igualmente, otros matices que complejizan el modelo [sistemático-performático] 
son las operaciones de cruce estilístico (Covach, 1999) o de resolución de problema 
(Parthapratim, 2014) que presentan “Valicha” - cuando hace que un huayno module 
llevándolo más hacia una lógica de rock, o incluso clásica, y “Concordancia”, al entrar a 
una sección más “rockera” [CDB] y volver al huayno posteriormente [CDA5]. 

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Tabla 16: Elementos, procesos y tendencias de la fusión musical. 

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Al margen de estos matices, se puede decir que la actitud que toma la fusión en general 
en este grupo de piezas es de tipo “conservadora” o “auténtica” debido a la predominancia 
de elementos estilísticos del huayno, la cual, en última instancia, nos da la percepción de 
que toda la fusión tiene como base este género. Por su lado, el contrapeso (hacia la 
originalidad) es una muestra de este enfoque multiestratégico ya que es variado. Este 
comprende la manipulación de convenciones en la búsqueda de arreglos musicales más 
libres (El Hijo del Sol), la creación de material melódico diverso, alternativo, atípico y/o 
más original dentro de una forma convencional (Concordancia, A las orillas del 
Vilcanota) y la adición de secciones a dicha forma (Concordancia, Valicha). 

En este punto entran a tallar los casos de “Cholito Pantalón Blanco”, “Mi Cueva” 
y “La Puna”. El primero se suma al grupo de las piezas anteriores al obedecer en su 
totalidad al modelo propuesto con la diferencia de que ahora tenemos a la marinera 
norteña en lugar del huayno. Se produce una tensión [marinera - rock] que sigue un 
esquema [sistemático (marinera) - performático (rock)] con una actitud “auténtica” que 
respeta la forma y los roles melódicos del género y que se contrapesa, como en 
“Concordancia”, con una sección “rockera” (un solo de guitarra) – aunque la pieza 
configura una dimensión adicional de fusión desde la semiosis que se verá más adelante. 
Por su parte, el caso de “Mi Cueva” resulta de particular interés porque empieza a mostrar 
otro modelo de fusión. En este caso, los marcos estilísticos del huayno o lo andino ya no 
son dominantes coexistiendo en relativa proporcionalidad con elementos del folk y del 
rock, de ahí que produzca una tensión triple [folk-rock-andino] y un esquema próximo a 
uno de tipo núcleo-caparazón (Parthapratim, 2014) o base - donante (Echard, 2017) 
[(folk-rock) – (huayno/andino)]. Como es de esperarse, el esquema se complejiza al 
establecer un momento de resolución de problema cuando el violín del “folk americano” 
termina como lo haría una frase de huayno en [MCC(a)]. Más importante sin embargo, 
es ver que “Mi Cueva”, de entre todo el repertorio, es la pieza que lograría un balance 
entre una actitud de autenticidad y originalidad debido al tratamiento dinámico y creativo 
y con una clara intención exploratoria y de combinación. De hecho, la pieza muestra que 
es posible integrar riffs de rock, armonías monocordales de folk, frases “andinas” - solo 
por su timbre (quenas y mandolina) y frases ambiguas (folk-andinas) (violín). Por último, 
en el caso de “La Puna”, los elementos andinos son predominantes aunque el enfoque no 
es tanto sistemático sino más aleatorio (random approach) (Parthapratim, 2014), es decir, 
la transformación y manipulación es más intuitiva y no refleja el conocimiento de algún 
estilo en concreto. Debido a esto se puede decir además que la actitud es mas “original” 
ya que lo que se tiene es una re contextualización más libre de elementos y sonoridades 
“andinas” desde una lógica de rock. 

Otro grupo estaría conformado por “La Flor”, “Sitting Dreaming” y “Tondero”. 
Lo primero a resaltar es que estas piezas también presentarían una actitud “auténtica” 
hacia la fusión aunque en este caso es hacia el rock, en otras palabras, la fusión se lleva a 
cabo teniendo “lo rock” como base. En ese sentido, el contrapeso lo conforman los 
momentos que evidencian el uso de otras músicas. Las tres piezas hacen interactuar el 
folk y el rock aunque solo en el caso de “Sitting Dreaming” podríamos considerar una 
tensión [folk- rock] si se toma la pieza como un rock con instrumentos acústicos. En los 
otros dos casos, estaríamos hablando mas del folk rock como género el cual sí se pone en 

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tensión con otros. En “La Flor”, la tensión [folk rock – marinera] se construye cuando la 
métrica pura de 3/4 (folk) se convierte en sesquiáltera en [LFB] la cual pasa a dominar el 
diseño rítmico melódico de todo el material. En “Tondero” tenemos al inicio una tensión 
[folk rock – afroperuano] la cual, por un cruce estilístico, deja de operar dando paso al 
rock propiamente dicho solo para luego, en [TDB], constituir otra tensión, esta vez [folk 
rock – clásico]. Lo anterior nos muestra que “Tondero” es un ejemplo de un esquema de 
fusión aun más complejo que los anteriores en tanto no hay un proceso que gobierne toda 
la pieza. Es relativamente sistemático en su primera parte al ceñirse a un parámetro 
convencional y significativo como lo es el bordón de guitarra de afroperuano (festejo) 
tanto sobre una armonía convencional [TDA (intro)] como cuando este se adapta a un 
esquema armónico mas modal [TDA(a)]. Luego de un momento “atensional” (solo rock), 
el esquema en [TDB] deviene de tipo híbrido ya que conserva un núcleo sistemático 
(rock) mientras el caparazón lo conforman elementos más ornamentales que estructurales, 
asociados al folk (flauta china) y “lo clásico” (violín, chelo, arpa). Este esquema híbrido 
también se presentaría en “La Flor” donde estructuralmente la pieza de define por un 
núcleo de base sistemática [folk rock – marinera/en (LFB)], mientras el caparazón 
configura una operación exotista (Steingress, 2004) al dar una función ornamental a 
elementos andinos y latinos (quena y bongos). Finalmente, la fusión como operación 
exotista gobernaría “Sitting Dreaming” al tener la tensión [rock – folk] como núcleo y, al 
igual que “La Flor”, lo andino y lo latino como elementos ornamentales. 

Lo visto hasta este momento muestra que a nivel de procesos y tendencias, el 
discurso estilístico respecto a la fusión constituye de diferentes enfoques (sistemático - 
aleatorio, de operación exotista o de diseño núcleo – caparazón y cruce estilístico) que en 
determinados casos dominan y en otros, coexisten entre ellos formando esquemas aun 
más complejos. Asimismo, tenemos procesos de fusión con miradas más “auténticas” 
tanto hacia lo local (PQ, CH, CD, HS, VL, OV) como hacia el rock (LF, SD, TD), 
equilibradas (MC) y más orientadas a una actitud “original” (LP, OP), todas estas con sus 
respectivos aspectos de contrapeso relevantes a nivel intraopus (ver tabla 16). Se pasa a 
continuación a la dimensión más semiótica de la fusión. 

Al igual que durante el análisis, se opta aquí por mantener este aspecto separado 
de la dimensión mas morfosintáctica únicamente con el fin de mantener orden en la 
evaluación. Esto implica aclarar desde un principio que esta dimensión, esta otra capa en 
la fusión si se quiere, esta presente en cada pieza del repertorio y de ninguna manera esta 
divorciada del ámbito morfosintáctico. De hecho, en varios casos, son los aspectos más 
semánticos los responsables de definir parte de los esquemas, tensiones y los procesos 
previamente descritos. Así también, es evidente que un aspecto semántico tiene su 
contraparte sintáctica y en ese sentido, ciertos aspectos de la fusión se explican y 
entienden desde lo semántico solo porque su dimensión sintáctica es, a juicio personal, 
mucho menos relevante. 

Dicho esto, se empieza evaluando el rol que tiene el timbre y más específicamente 
su carga semántica (Sad, 2019) en el proceso de fusión. En su estudio sobre lo andino en 
El Polen, De Souza (2022) ya afirma que en casos como el de “Sitting Dreaming” y “La 
Flor”, el timbre es un factor primordial ya que la fusión, al menos en estos temas, se 
construye como “temas de folk americano con sonoridades de vientos andinos” (p.49). 

189 

 



 

 

Coincido con esta afirmación en el hecho que sugiere que “lo andino” en estos temas 
recae mayormente en el elemento tímbrico, aunque la considero simplista ya que no da 
cuenta de la complejidad que lo tímbrico establece tanto en los temas referidos por De 
Souza como en todo el repertorio en general. 

En principio, tomemos en cuenta que “lo folk” se construye en gran medida a partir 
de la sonoridad general de la instrumentación acústica, sobre todo en temas que no se 
catalogarían como folk rock (como “Sitting Dreaming”, todas las piezas de “raíz andina” 
y los covers). Por otro lado, la operación exotista que ocurre en “La Flor”, “Sitting 
Dreaming” y “Tondero” se debe justamente a la mayor relevancia que tienen los timbres 
de la quena, la mandolina, los bongos y congas e incluso el violín, el chelo y el arpa. Es 
por esta condición que los consideramos como más ornamentales que estructurales. Esto 
queda muy claro en “La Flor”, donde la quena solo adorna las melodías, en “Mi Cueva”, 
las melodías son “andinas” más por el timbre de las quenas y la mandolina que por el 
diseño melódico rítmico. Esta pieza es, a su vez, el único caso donde “lo rock” se hace 
presente desde una dimensión tímbrica, con el bajo trayendo a escena el “sonido 
eléctrico”272. “Mi Cueva” muestra además un primer caso de función dialógica en tanto 
el violín remite por igual a lo folk y a lo andino la mayor parte del tiempo. Igual propiedad 
tendría la mandolina en “La Flor” y “Sitting Dreaming” al aludir “lo andino” o “lo folk” 
únicamente por el timbre ya que sintácticamente el instrumento está “ocupado” 
delineando la marinera (La Flor). En el caso de “Sitting Dreaming”, no estamos 
considerando que “lo andino” puede hallarse también en el diseño rítmico de la frase que 
ejecutan tanto la mandolina como  el violín ya que  su reconocimiento no recaería 
exclusivamente en lo tímbrico. 

De otra parte, percusiones como los bongos, congas, huiro e incluso el pandero, al no 
delinear ningún patrón en específico, hacen que la fusión incorpore “lo latino” como un 
área tópica genérica pudiendo reemplazarse el término “latino” por “lo caribeño”, “lo 
tropical” o incluso por “latin pop” o “latin rock” sin alterar la función ornamental que 
este universo musical adquiere en el discurso de El Polen. Del mismo modo, 
consideremos las potenciales áreas temáticas a las que pueden remitir instrumentos como 
la flauta china (Tondero), la flauta de Tailandia (La Puna) – el folk, música “exótica” u 
“oriental” son solo algunas. Lo mismo ocurre también con percusiones menores como el 
triángulo, las campanillas e incluso el arpa, el violín y el chelo. Para la fusión, “lo clásico”, 
en realidad, se sustenta en gran medida en la carga semántica de estos instrumentos. Esto 
es claro para las percusiones y el arpa, en el caso del violín y el chelo, tomemos en cuenta 
que a pesar de las construcciones melódicas, algunas muy complejas, que llegan a 
establecerse en varias piezas, no se llega en ningún momento a referir ningún pasaje lo 
suficientemente convencional para considerarlo tópico de algún estilo o corriente de 
música académica. 

272 SI bien es cierto que el bajo eléctrico también es usado en “Cholito Pantalón Blanco” (para hacer los 
bordones), este no es tan fácil de advertir como en “Mi Cueva”. De hecho ni Mendívil (2022) o De Souza 
(2022) lo identifican como parte de la instrumentación y confieso que personalmente tampoco lo hubiera 
advertido de no ser por que Juan Luis Pereira afirmó durante la conversación personal que su hermano Raúl 
grabó los bordones con un bajo que encontró en el estudio. 

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A continuación tomo el caso de “Cholito Pantalón Blanco” como un puente hacia la 
evaluación  de  la  fusión  desde  el  rol  de  otros  procesos  intertextuales  basados  no 
necesariamente en la cuestión tímbrica. El caso de esta pieza es ilustrativo también en el 
sentido que muestra cómo la idea de fusión se complejiza al considerar otras remisiones 
producidas desde la recepción e interpretación del texto musical. Desde una perspectiva 
mayormente sintáctico formal, “Cholito Pantalón Blanco” sería básicamente una versión 
de marinera salvo por la sección [CHD] la cual se advierte directamente como ajena. 
Asimismo, todos los autores que refieren esta versión (Mendívil, 2022) (De Souza, 2022) 
apuntan a la instrumentación atípica como un rasgo resaltante. A partir de ello, el punto 
aquí sería advertir el campo semántico que dicha instrumentación genera al producir 
remisiones, algunas más precisas y otras más genéricas, a otras músicas aparte de la 
marinera y el rock como la marinera andina (mandolina, violín), “lo clásico” (violín, 
piano) o “lo latino” (bongos). Ahora, consideremos que autores como Mendivil (2022) 
señalaron que “Cholito Pantalón Blanco” recuerda a las cuecas del grupo chileno Los 
Jaivas  y  que  por  su  lado,  los  músicos  con  competencias  en  música  criolla  y 
latinoamericana que participaron en la escucha conjunta como parte del proceso de 
análisis, identificaron la combinación entre el timbre del pandero, el sonido “metalico” y 
la sensación rítmica en general (el feel o el groove) como significantes de dicho género. 
Lo anterior mostraría que, al margen de si El Polen pretendió o no considerar un género 
como la cueca, la recepción la estaría insertando en la ecuación de la fusión y en ese 
sentido, la instrumentación ya no plantea solo un carácter atípico genérico, sino que 
produce, por ejemplo, una tensión [marinera – cueca] de índole estrictamente semiótica 
que bien puede coexistir con aquella de [marinera – rock], mucho más plausible de ser la 
que El Polen buscó originalmente. Si extendemos más el alcance de la fusión como un 
nodo intertextual, “Cholito Pantalón Blanco” también pondría en contacto la marinera 
norteña con músicas como el “vals criollo antiguo” (agudos de piano) y el triste o el yaraví 
(intros ad libitum). Bajo esta misma lógica, los dos únicos solos de guitarra del repertorio, 
el de esta pieza [CHD] y en “La Flor” [FLB(b)] se constituyen en espacios de fusión 
musical al aludir en una unidad (el solo en sí mismo) la marinera, el landó y el rock en el 
caso del primero y el blues, el jazz, el flamenco y la música andina en el caso del segundo. 

Por otro lado, desde la intertextualidad, la fusión en el caso de El Polen trascendería    
un esquema genérico al tener propiedades que hacen posible percibir que más músicas 
están siendo involucradas. Así, sería debido a un proceso de cotextualidad que el discurso 
de fusión en los dos discos de El Polen va más allá del binomio rock-huayno por piezas 
como “Paisaje de Quenas” y “La Puna”, ciertamente “andinas”, pero no necesariamente 
huaynos, u “Organillo y Polifón”, que añade un universo musical completamente distinto 
al esquema folk-rock-andino en el disco Cholo. Así entonces, “Paisaje de Quenas” y “La 
Puna” quedarían en principio en un nivel genérico al identificarse como temas “andinos”. 
No obstante, desde competencias más específicas, estas se reconstruyen como potenciales 
fusiones por los elementos y/o eatructuras alusivas a géneros o estilos diferentes dentro 
del universo de “lo andino” que contienen. Este esquema también se aplica a ciertas 
secciones de una pieza como “El Hijo del Sol” [HSA] [HSF] (ver tabla 16). Finalmente, 
una última instancia de base intertextual a considerar es el conjunto de alusiones a 
diferentes músicas, estilos e incluso citas a artistas folclóricos específicos. En este caso, 

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el tejido de la fusión no solo se hace más detallado, sino que arroja luz sobre las 
referencias e influencias de El Polen mediante las remisiones a los huaynos criollos, las 
pampeñas o a giros melódicos asociados a artistas como Alejandro Vivanco, Oscar Avilés 
o Luis Abanto Morales – todos abiertamente reconocidos como influencias de los 
hermanos Pereira - en los codos o frases intermedias en “Valicha”, “A las Orillas del 
Vilcanota” o “El Hijo del Sol”. 

En síntesis, tenemos que la intertextualidad le proporciona a la fusión de El Polen 
nuevas dimensiones y posibilidades, las cuales complementan su construcción de enfoque 
estrictamente morfosintáctico. Esta capa no solo contribuye por tanto a advertir la riqueza 
subyacente del proceso creativo y la obra del grupo en general, sino que permite crear 
una vía para integrar la experiencia del oyente en la construcción de dicho discurso. 

Hasta aquí se hecho un balance de los diferentes elementos y procesos que intervienen 
en la fusión musical mostrando que, en el caso de El Polen, esta no llega a representarse 
en un único modelo o proceso artístico. Asimismo, la integración de los enfoques 
sintáctico y semiótico diversifica, complejiza y en última instancia, enriquece aun más la 
estética de la fusión al combinar tanto lo que el grupo pretendió plasmar en la música, 
como aquello que la recepción puede construir a partir de esta. Ahora, si bien a nivel de 
procesos creativos no existiría una estrategia dominante, en un sentido más amplio, el 
discurso musical alrededor de la fusión mostraría no obstante ciertos rasgos y tendencias 
que lo caracterizarían de algún modo. La siguiente parte aborda este punto. 

3.1.7. De la fusión como eclecticismo a la fusión sistemática 

Un primer aspecto es la transición de una fusión basada en el eclecticismo en el primer 
disco Cholo hacia una de base más sistemática que caracterizaría el segundo disco Fuera 
de la Ciudad. En principio, se ha visto en el capítulo anterior que la fusión y el 
eclecticismo musical pueden verse como fenómenos relativamente semejantes o en todo 
caso compatibles dado que en el pensamiento de los hermanos Pereira, la fusión de “las 
raíces” podía consistir simplemente en hacer varios tipos de música o, dicho de otro 
modo, no ceñirse a un solo estilo o género musical. Esto resulta compatible con la idea 
del eclecticismo estilístico de la cultura del rock que buscaba la puesta en reacción de 
material musical heterogéneo en la creación de nuevas obras (una definición que bien 
podría aplicarse al concepto de fusión). 

El primer disco, Cholo, plasmaría esta visión ecléctica en varios sentidos. En primer 
lugar porque se construye sobre una base de interculturalidad amplia. Se ha visto ya que 
las circunstancias de producción llevaron a que el primer disco cuente con la participación 
de músicos y agentes que aportaron su propia visión musical. Así, de algún modo es 
gracias a Alberto Martínez que Cholo tiene temas mayormente adscritos al rock 
anglosajón (Sitting Dreaming y Tondero), mientras que lo andino en su forma más 
tradicional (Paisaje de Quenas) se debe a la participación de Alejandro Vivanco, y lo 
propio ocurre con Bernardo Batievsky quien aporta con la pieza de estética más 
“experimental” de todo el repertorio (Organillo y Poliphon). La idea de Cholo como una 
fusión desde el eclecticismo cobra más sentido si reparamos que, al sustraer estas piezas, 
solo quedaría la visión del momento que tenían los hermanos Pereira materializada en 

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tres piezas: el folk-marinera de “La Flor”, la marinera-rock de “Cholito Pantalón Blanco” 
y el huayno – rock de su versión de “Valicha”. Si bien estas piezas son eclécticas a nivel 
intraopus, por sí mismas no hubieran alcanzado a dotar al disco del grado de eclecticismo 
que lo terminaría caracterizando. 

Ahora bien, entre las razones por la cuales la fusión en Fuera de la Ciudad se basaría 
menos en el eclecticismo tenemos primero una menor intervención de otros agentes, es 
decir, un espectro intercultural más reducido. La salida de Beto Martínez se traduce en 
que los temas de estética “cosmopolita” salen del radar estético, no hay referencias 
directas al early rock (armonía modal, back beat, licks o solos de guitarra) o al folk 
psicodélico como estilo de base (como en La Flor). Así también, ya no se cuenta con las 
sonoridades experimentales introducidas por Batiesky o el aporte del chelo de Juan 
Sebastián Montesinos y se descartan los estilos criollos y afroperuanos. De otra parte, a 
pesar de la entrada de otros músicos como Cuto Vásquez y Alex Abad, en el segundo 
disco se percibe una mayor incidencia de los Pereira en tanto sujetos fusionados. Es más, 
podría decirse incluso que no se buscaría tampoco expandir el abanico de estilos andinos 
– si consideramos los estilos presentes en “Paisaje de Quenas” por ejemplo, Cholo 
exploraría más géneros andinos que Fuera de la Ciudad donde el huayno es dominante. 
El punto es que para el segundo disco ocurre un viraje en general hacia un enfoque de 
fusión fundamentado en lo que podría denominarse como el dominio de “lo andino” a 
nivel estilístico. Así, mientras Cholo se basa mayormente en una estrategia de base 
ecléctica, pragmática y de bricolaje (por su función de banda sonora), en Fuera de la 
Ciudad, el Polen articula una fusión sistemática donde “lo andino” es sometido a 
operaciones de manipulación y transformación que, como apunta Mendivil (2022), 
evidencian efectivamente un mayor dominio de generos musicales andinos (p.245). Este 
esquema implica además que, de algun modo, el rock se articule necesariamente desde su 
dimensión performática, es decir, “tocar lo andino” con la “impronta”, “energía” o 
“actitud” rockera como lo señala Juan Luis Pereira. Tal vez sea por esta configuración 
que algunos señalen en este segundo disco sea “más complejo a nivel estético discernir 
lo rockero de lo andino [y que] los temas [sean] una amalgama difícil de separar” (De 
Souza, 2022, p.47). 

Recordemos que lo expuesto debe entenderse a nivel de tendencia general puesto que 
no se esta postulando que el eclecticismo desaparezca completamente en Fuera de la 
Ciudad. Si el disco se percibe como estilisticamente más imbuído en “lo andino”, el 
eclecticismo está presente en diferente medida a nivel intraopus. Así también, no hay que 
olvidar toda la variedad estilística que puede surgir desde lo tímbrico, la variedad 
instrumental y su respectivo potencial semántico es algo muy presente en ambos discos. 
Por su parte, decir que en Cholo no se recurre a una fusión de enfoque sistemático, sería 
obviar que la versión de “Valicha” ya da una clara muestra del dominio que El Polen 
comenzaba a tener del huayno y “lo andino”. 

Por otro lado, el decir que en Fuera de la Ciudad “ya no hay espacio para la 
experimentación” (De Souza, 2022, p.47) es olvidar una pieza como “La Puna”, la mejor 
muestra del sometimiento de “lo andino” a la lógica experimental del rock 
(experimentación como método). Es interesante apuntar que la afirmación de De Souza 
posiblemente se basa en la comparación con el primer disco ya que este se percibe “más 

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experimental” por contener temas como “Sitting Dreaming” y “Organillo y Polifón”, de 
sonoridades estereotípicas y alusivas a la “música experimental” (experimentación como 
sonido). Finalmente, Fuera de la Ciudad, aunque se perciba más integrado y/o “menos 
diverso” que Cholo, construye una estrategia de diversidad particular. Manteniendo una 
“base andina”, el disco transita entre huaynos tradicionales (A las Orillas del Vilcanota), 
composiciones con referencias a huaynos criollos (Concordancia), piezas de estética 
incanista o de música “incaica” hibridizada con huaynos criollos (El Hijo del Sol), 
elementos andinos dentro de marcos experimentales (La Puna) y temas de folk rock- 
andino (Mi Cueva). 

3.1.8. La fusión “respetuosa” de lo andino 

Un segundo aspecto o tendencia en el discurso de El Polen refiere lo que 
denominaría aquí como una fusión respetuosa de lo local y en particular de “lo andino”. 
En una entrevista Juan Luis Pereira señala que lo que El Polen hacía era una interpretación 
propia del huayno: 

“Estábamos haciendo una interpretación del huaino a nuestra manera. Eso era lo que nos salía […] 
Si bien era un huaino impuro, no creo que estuviésemos desvirtuando el género, sino haciendo 
nuestra propia versión de él. Los puristas están bien, porque conservan la música tal como era 
antes. Pero no por eso van a negar que alguien pueda hacer algo distinto a partir de ella”273. 

Es claro que El Polen, al ser un grupo de rock fusión y no de folclor, no tendría 
porqué interpretar huaynos “puros” y en ese sentido, la idea de versionar y transformar es 
inherente a su propuesta, la cual, a su vez, no representaría tampoco ningun conflicto con 
el repertorio o los músicos tradicionales al ser una corriente diferente. Sin embargo, hay 
que tener en cuenta que los hermanos Pereira también mostrarían desde siempre “respeto 
y admiración por la música popular local”274. Este respeto queda en evidencia, para el 
marco de esta investigación, en la apreciación de músicos expertos en música andina 
como Rubén Concha, quien, luego de escuchar las piezas, afirmaría que El Polen “podría 
tocar música andina si quisiera”. Así también, el sustento no solo se basa en estas 
apreciaciones, sino que se explica por las circunstancias que enmarcaron el contacto entre 
el grupo y la cultura y música foclórica andina durante los setentas. Así, este fue producto 
en principio de una exposición temprana a la música (desde niños en casa), lo que derivó 
en un gusto - que Juan Luis siempre hace explícito. Esto posteriormente llevó a los Pereira 
a un proceso de exploración y aprendizaje que terminaría finalmente en un dominio, el 
mismo que se plasma en la música misma – especialmente en Fuera de la Ciudad tal 
como observa Mendivil (2022). A su vez, el dominio de los géneros andinos se explica 
en gran medida en el hecho de que la exploración y el aprendizaje estuvo fundamentado 
en ese sincretismo metodologico del rock (Costa, 2018). Como ya se ha visto en el 
capítulo anterior, El Polen comenzaría por acercarse al folclor a través de la radio, 
escuchando y aprendiendo canciones que luego tocaría en los bares durante su etapa 

273 En (Melgar, 2018, 5 de marzo). Las Flores Híbridas de la Tradición. [Sección El Dominical]. El 
Comercio. https://elcomercio.pe/eldominical/flores-hibridas-tradicion-noticia-502163-noticia/ 
274 KR Music. (30 de diciembre de 2011). El Polen. Rock Peruano (Rollos) 
http://rockperuanorollos.blogspot.com/2011/12/el-polen.html 

194 

 

 

http://rockperuanorollos.blogspot.com/2011/12/el-polen.html


 

 

formativa. Luego buscó aprender la música y los instrumentos in situ, eligiendo el Cusco 
para ello y en donde aprendieron por transmisión oral - de otros, viendo y participando 
en la cultura - de manera muy similar a como se aprende tradicionalmente. Y finalmente, 
no tuvieron ninguna objeción en aceptar la tutoría de un músico folclórico (Alejandro 
Vivanco). 

Este escenario hace que en principio pongamos en cuestión afirmaciones como 
que El Polen tocaría un género como el huayno “sin tomar en cuenta lo que dicta la 
tradición” (Melgar, 2018). De hecho, lo anterior mas bien sugiere que El Polen sí tuvo 
cierto interés en acercarse a la tradición – tal vez no como lo haría un músico folclórico 
– a través de repertorios, espacios y agentes. Asimismo, la consideración no queda solo a 
nivel de práctica o comportamiento. La fusión “respetuosa” queda plasmada en el hecho 
de que varias piezas, sin llegar a ser huaynos o folclor “puro”, adoptan los marcos 
estilísticos en cuanto a forma, armonía, métrica y diseño melódico. Podemos descartar 
esta vez “Paisaje de Quenas” no sin antes apuntar que esta simbolizaría la presencia 
“ortodoxa” de la tradición en el repertorio oficial. Es un poco difícil pensar que El Polen 
no se acerca a la tradición si interpreta “A las Orillas del Vilcanota” “de forma tradicional 
sin ningun tipo de cambio en la forma” (De Souza, 2022, p.47, las cursivas son mías) y 
con una ejecución de quena de Raúl Pereira, que no solo tiene “buen sonido”, sino que 
demuestra lo aprendido de Alejandro Vivanco. Igualmente, o si su composición 
“Concordancia”, al margen de aumentar una sección, es prácticamente un huayno que 
incluso tiene una sensación “atresillada” cercana a cómo se siente el pulso en este 
género275. Lo mismo que “Valicha”, que por más que su interludio se aventure en una 
transformación, respeta las estructura básica de estrofa y fuga, mientras que sus codos 
son los mejores ejemplos de la asimilación de recursos pertencecientes a los músicos 
folclóricos que admiraban y escuchaban. Y si bien “El Hijo del Sol” se aleja de este 
enfoque relativamente “conservador” y “respetuoso” en la forma (no es un huayno) no 
descarta la adopción de las estrcuturas métricas, armónicas y melódicas del género en 
varias secciones. 

Ahora, para cerrar apuntamos que la fusión “respetuosa” no configura 
necesariamente una estrategia dominante, sino un enfoque más de entre todas las formas, 
tendencias y procesos que El Polen emplearía en la construcción de la fusión en su 
discurso musical. Prueba de ello es la visión propia de “lo andino” que se tiene en “La 
Puna” y en “Mi Cueva”, donde la tradición parece no dictar el proceso creativo, y mucho 
menos en las otras piezas donde “lo andino” queda en ámbito de la alusión, el “aire”, la 
“sonoridad” o en la carga semántica de los instrumentos. 

3.1.9. “Lo rock” en el discurso de fusión 

El tercer aspecto se relaciona con la construcción de “lo rock” y su implicancia en 
la fusión musical. Para empezar, de manera general, “lo rock” respondería a la perspectiva 
constelatoria del progresivo al manifestarse de diferentes formas y sin plantear una 
jerarquía aparente entre estas manifestaciones. Así, se articula como género de base 

275 Según el músico Rubén Concha. 

195 

 

 



 

 

(Sitting Dreaming, Tondero), en elementos estilísticos puntuales en interacción con otros 
marcos (riffs de guitarra y bajo, roles instrumentales) (Mi Cueva), de manera tópica o 
simbólica (el back beat, el sonido “eléctrico”) (Tondero, Mi Cueva) y desde la dimensión 
performativa (la “impronta” rockera). Por otro lado, como ya se ha visto anteriormente, 
la función de “lo rock” es, en muchos casos, actuar como contrapeso a la actitud 
“auténtica” de la fusión en piezas que muestran el enfoque “respetuoso” por lo local. Esta 
función se materializa en las secciones ajenas a las formas de huayno, como los 
interludios [CDB], desarrollos [VLC], y a la marinera, al agregarle un solo de guitarra 
[CHD]. Asimismo,  “lo rock”  representa  la mirada  “original”, creativa,  dinámica  e 
interpeladora a todo marco musical (andino, rockero o de folk) que El Polen aplica en 
piezas como “La Puna” y “Mi Cueva”. 

Aparte de esta articulación general, hay un punto de particular interés para la 
construcción de la fusión: la noción de “matriz” o “lógica” rockera. Este término es 
planteado por De Souza (2022) en su estudio sobre lo andino en El Polen, en un primer 
momento lo plantea del siguiente modo: 

“Un primer punto es que los hermanos Pereira parten de una matriz rockera, es decir, tomaron 
elementos musicales, en una primera instancia, de Elvis Presley, The Ventures, luego de elementos 
musicales de grupos de la invasión británica en su fase más experimental y ya en la conformación 
de su sonido toman las sonoridades de la psicodelia y el rock progresivo” (p.39). 

Aparentemente para el autor, la “matriz rockera” abarca desde música de 
mediados de los cincuenta como la de Elvis Presley, pasando por los inicios de los sesenta 
(The Ventures) y llegando hasta corrientes más experimentales y complejas como el rock 
psicodélico y progresivo. Planterado de esta manera, el término abarcaría un espectro de 
tiempo y marcos estilisticos tan amplio que su contenido practicamente se torna ambiguo 
e impreciso. Así también, una generalización excesiva como esta es de algun modo 
simplista ya que ignora, por ejemplo, la complejidad inherente a una corriente como el 
rock progresivo. Ahora, más adelante el autor, sorpresivamente, parece reducir el espectro 
de este concepto a solo unos cuantos parámetros formales, a saber, el compás de 4/4 y la 
armonía (aunque de esta última no da ninguna precisión), aspectos que luego sugiere que 
condicionan el tratamiento melódico ritmico en El Polen: 

“En el rock las melodías están más parametradas, la mayoría de canciones están en un compás de 
4/4. Los músicos de El Polen no son músicos andinos sino toman lo que les suena más familiar, 
más estándar a su tradición que proviene del rock y convierten patrones rítmicos y melódicos para 
que sean más afines a ellos y lo incorporan a su musicalidad, a su matriz rockera […] esta 
musicalidad rockera también se aprecia en bases rítmicas y en la armonía” (p.49-50). 

Aquí ya también ocurre lo contrario, existe una reducción considerable. Para 
nuestro caso, resolvemos esta situación haciendo algunas diferenciaciones. En el capítulo 
anterior se ha denominado como “escuela rock” al periodo y las influencias de los Pereira 
cuando tocaban en bandas como Los Shain´s y aquí usamos este término para separar este 
periodo de aquel donde ya existía El Polen y el rock se encontraba en su faceta progresiva 
y psicodélica. En términos esilísticos, se ha denominado al rock de la primera mitad de 
los sesenta, como early rock, según lo propuesto por Moore & Martin (2018). Como ya 
se dijo en el captítulo anterior, el compás de 4/4, más que referir una “matriz” rockera, 

196 

 



 

 

señalaría puntualmente al estilo del early rock, el cual, para nuestro caso, es un elemento 
discreto y subalterno a “lo rock en la fusión” como una categoría más amplia. Dicho de 
otro modo, la noción de “matriz rockera” operaría de mejor manera si solo refiere al 
marco estilístico del early rock, el cual es mucho más modesto que todo el espectro del 
rock, pero más amplio que solo un tipo de compás. A continuación veamos las 
implicancias de esto para el caso de El Polen. 

Efectivamente, uno de los rasgos más característicos del rock es su etapa más 
temprana es su enmacamiento dentro del 4/4, aunque como se vió durante el análisis, a 
esto hay que añadir la hipermetría de base 4, es decir, la tendencia del rock de agrupar sus 
ideas en grupos de 4 compases o su múltiplos. El Polen se adscribe por momentos a este 
marco aunque son muy pocas las piezas que parecen estar dominadas por este. 
Irónicamente, la única pieza que está enteramente en un esquema derivado del 4/4, no es 
un tema “rockero”, sino es “La Puna”. De entre los temas “cosmopolitas”, “Sitting 
Dreaming” está en 4/4 en [SDB,C] pero no en [SDA] donde hay amalgama (4/4 + 2/4), 
lo mismo “Tondero”, por su primera parte en 12/8 y “La Flor” esta mayormente en 3/4. 
Al menos respecto a la métrica, la “matriz” rockera sería más bien un “módulo” rockero 
puesto que en El Polen, este funciona por momentos condicionando el material andino 
como dice De Souza, por ejemplo en “El Hijo del Sol”, en [HSD] o en [HSB] que “suenan 
andinos” pero estan en 4/4, igual en “Mi Cueva”, donde las quenas “andinas” se montan 
sobre un riff de rock en esta métrica [MCA]. No obstante, en otras piezas, este módulo 
más bien se alterna con secciones de huayno, como en “Concordancia” [CDB,C] o incluso 
se subyuga a “lo andino”, como en “Mi Cueva” [MCC] donde se “rompe” el dominio del 
4/4 por la extensión métrica de 1/4. Ahora, tal vez el caso más interesante de este punto 
sean las frases intermedias (entre estrofas y versos) en “Concordancia”, “Valicha”, “A las 
Orillas del Vilcanota” y “El Hijo del Sol”. Siendo “lo andino” dominante, esta frases 
actuan como los codos convencionales del huayno, sin embargo desde una “lógica 
rockera” vemos que todas estas estan enmarcadas en 2/4 (una subdivisión del 4/4 si se 
quiere) y debido en parte a esto, es que postulamos que pueden percibirse como riffs de 
rock. En este caso entonces, no solo tendríamos alternancia entre métricas “andinas” y 
“rockeras”, sino una situación donde la “matriz” parece más bien adaptarse a una “lógica 
huaynera”. 

Lo anterior lleva al siguiente punto, De Souza (2022) da a entender que debido a 
la lógica del 4/4, lo andino en El Polen pierde la libertad métrica que caracteriza a la 
música andina (p.48). El autor dice que esto se ve más en los temas propios y que “en las 
versiones realizadas del folklore cusqueño, Valicha y A las orillas del Vilcanota la 
libertad en la métrica es respetada, aunque los arreglos que se le agregan si están 
enmarcados en una lógica rockera, respetando el compás de 4/4 típico del rock” (p.49). 
Sin embargo, la música parece contradecir esto, veamos. 

En “Concordancia” la sección de estrofas de huayno [CDA] presenta amalgama 
métrica (3/4 + 2/4 + 4/4), en “El Hijo del Sol”, el esquema en secciones como [HSC,F,G] 
es de 4/4 + 1/4 (basta ese pulso adicional para sacar al tema de un “lógica” de rock y 
enmarcarla en una de huayno), y en [HCE] la libertad métrica es mucho mayor. Y en “Mi 
Cueva”, si bien [MCA] condiciona lo andino al 4/4, [MCC(a)] proporciona el contraste 
con la fórmula (4/4 + 1/4). Es de remarcar que estas extensiones no pasan desapercibidas 

197 

 



 

 

puesto que se manifiestan con instrumentos en solitario (mandolina, bombo) dando a 
entender que se buscaba intencionalmente que ese pulso adicional fuera advertido. 
Tenemos entonces que no se pierde la libertad métrica, sino que esta coexiste con otras 
secciones que sí están más enmarcadas en 4/4. Por su parte, en el caso de las versiones, 
¿a que arreglos se refiere De Souza?, si es a las melodías armonizadas o las diferentes 
texturas, estas siguen la métrica libre que plantean las piezas y de hecho, serían solo los 
codos los únicos “arreglos” que se aproximan a la “lógica rockera” (están en 2/4). 
Finalmente, y como se sugirió en el capítulo anterior, lo visto nos permite decir que más 
que restringir la libertad métrica de la música andina a una “matriz” propia de un rock de 
principios de los sesenta (que implicaría “cuadricular” el huayno), el discurso musical de 
El Polen explota la compatibilidad entre dicha libertad y la tendencia del rock progresivo 
anglosajón por desligarse de esta métrica asociada al early rock, lo cual como vimos, 
haría justamente acercándose a la complejidad métrica del folclor europeo (Macan, 1997). 

Existe otro aspecto desde el cual El Polen pone en tensión la idea de la “lógica” 
rockera. Me refiero a la interpelación que el formato instrumental ad hoc del grupo hace 
de los marcos del early rock. Se vio que según Moore & Martin (2018) el rock en los 
sesentas establecería un formato estandarizado compuesto de 4 capas (percusión, línea de 
bajo, “tema” melódico – guitarra y/o voz y relleno armónico – guitarra y/o teclado). Más 
allá del compás de 4/4, este sería un rasgo fundamental de la “matriz” rockera” que El 
Polen, en su primera etapa artística, decidiría no respetar al deshacerse de la primera y la 
segunda capa. Es interesante ver entonces cómo el grupo se considera y es considerado 
como rock a pesar de no tener batería ni bajo. Ya se ha advertido anteriormente que la 
ausencia de batería reduce en gran medida el impacto de la lógica del 4/4 ya que en el 
rock,  este  instrumento  marca  la  métrica  de  forma  explícita  mediante  patrones 
convencionales como el backbeat, el cual, en este caso, solo aparece de forma simbólica 
en “Tondero”. Igualmente el bajo eléctrico es solo usado en “Mi Cueva” y, a pesar que 
en algunas secciones el chelo adopta una función similar, no es suficiente para decir que 
existe “línea de bajo” en la música. Por otro lado, se da por sentada la instrumentación 
acústica a tal punto que nos hace olvidar la implicancia que tiene para el rock la decisión 
de  no  incluir  algo  tan  emblemático  como  el  sonido  eléctrico.  Así,  no  solo  es  la 
instrumentación acústica lo que deviene un rasgo estilístico relevante – el principal factor 
que asocia el discurso con el folk, sino más bien la ausencia de la instrumentación 
eléctrica como estrategia para lograr metas estéticas como la “orgánico” de la música o 
incluso  la  originalidad  en  comparación  a  otras  propuestas  de  rock  peruano  –  y 
latinoamericano - igualmente psicodélicas y progresivas pero que decidieron mantener el 
formato de banda con instrumentos eléctricos. Se considera que este rasgo es muy 
significativo en tanto estaría en la frontera del lenguaje particular o idioma ya que a 
diferencia de sus pares latinoamericanos (Los Jaivas, Arco Iris, Wara o Génesis de 
Colombia), El Polen no es que integra o monta instrumentos acústicos folclóricos sobre 
el formato “típico” del rock, sino que ni siquiera lo adopta reemplazándolo por un 
ensamble muy distinto. Por último, esta interpelación a la “matriz rockera” conlleva a que 
los instrumentos folclóricos desarrollen papeles y roles instrumentales mas allá de la 

ornamentación asumiendo dicho rol los pocos sonidos eléctricos que aparecen. 

198 

 



 

 

Sin embargo, hay de apuntar también que El Polen sí se alinea estrictamente con 
la tercera y cuarta capa. Recordando lo comentado por Juan Luis Pereira, él y su hermano 
Raúl decidieron mantener las funciones solista y rítmica convencionales de la guitarra en 
el rock. En efecto, en las piezas donde hay dos guitarras (LF, CH, TD, VL, CD) se percibe 
la guitarra rítmica de Raúl presentando las armonías de manera explícita mediante 
rasgueos. En ciertos casos, estos contribuyen a la fusión al ejecutar rasgueos alternativos 
a la célula rítmica del huayno (CD, VL, OV). Por su parte, la guitarra solista de Juan Luis 
esta en todo momento ejecutando riffs, licks y solos, así como bordoneos. La función 
solista de la guitarra se respeta incluso en los casos donde esta es asumida por la 
mandolina como en “Sitting Dreaming” [SDB] o “Concordancia” [CDB]. En última 
instancia, el modelo propuesto de textura híbrida compuesta de un entramado melódico 
textural sofisticado sobre un acompañamiento cordal constante que caracterizaría el 
idioma de El Polen en lo progresivo, sería producto de mantener el relleno armónico 
mediante la guitarra rítmica (capa 2) y complejizar la capa 1, en tanto varios instrumentos 
melódicos (guitarra, mandolina, quena, violín) se evocan a establecer no solo una, sino 
varias líneas melódicas en muchos casos de igual importancia. 

Un último punto, tal vez el más fundamental respecto al rol de “lo rock”, es que 
para El Polen, la fusión de otras músicas con el rock significa primordialmente tocarlas 
con el “espíritu” “fuerte, guerrero y agresivo” que tiene una interpretación rockera. Así, 
tomando en cuenta lo importante que resulta esto según Juan Luis Pereira, se diría que 
por encima de todo componente visto hasta ahora, la “esencia” de la “matriz” rockera 
estaría en que esta interpretación conecta a El Polen con la idea del rock como música 
para el cuerpo (Costa, 2018), en la “impronta” que solo se manifiesta desde la 
materialidad sonora y/o en la percepción de una ejecución “agresiva” debido a la 
búsqueda de lo que Baugh (1993) considera uno de los pilares estéticos del rock: el alto 
volumen o loudness. Esto incluso resulta doblemente relevante dado que El Polen articula 
esto con instrumentos acústicos. Las dinámicas fuertes de las guitarras son responsables 
de que temas como “Valicha”, “Concordancia” o “El Hijo del Sol”, sean sentidas como 
huaynos tocados “en el lenguaje del rock”, sus rasgueos alternativos tocados con 
vivacidad empleando la púa y sus bordones que suenan como riffs hacen finalmente que 
no se echen de menos instrumentos como la batería o el sonido de una guitarra eléctrica 
distorsionada. Entonces, entre las razones por las que se dice que la música de El Polen 
es una “amalgama difícil de separar” (De Souza, 2022) o que es “otra cosa” porque no es 
simplemente folclor con guitarra eléctrica (Torres, 2018), se encuentra esta forma de 
fusión donde “lo rock” rechaza en parte el formato típico y el sonido eléctrico 
articulándose en gran medida desde parámetros secundarios, desde la materialidad y la 
ejecución, mientras que lo local (andino, criollo) se ubica, y de forma muy convencional 
en varios casos, en el plano de los parámetros primarios (sintácticos). Así, la síntesis final 
es “única” e integrada porque simplemente es dificil “separar” los elementos sintácticos 
(cuerpo) del modo con el que fueron ejecutados (espíritu). 

En esta última parte se ha hecho la evaluación de la fusión en el discurso de El 
Polen teniendo en principio que fusionar se estableció como la práctica y concepto 
primordial de la propuesta. En tanto proceso creativo, el balance general apunta a un 

199 

 



 

 

enfoque multiestratégico que combina enfoques o procesos de manipulación, 
transformación, ornamentación y transición los cuales coesxiten y se combinan. Por otro 
lado, la fusión posee tanto una dimensión sintáctica como una capa semántica que otorga 
otras posibilidades al considerar el potencial de significado del timbre, recursos 
intertextuales y en última instancia, la participación de la recepción en la construcción de 
la fusión. Además de este entramado multiestratégico, es posible advertir ciertas 
tendencias como la transición de una concepción de fusión como eclecticismo en el 
primer disco a una más de manipulación y dominio de lo andino en el segundo, este 
dominio articula a su vez, una fusión que respeta en gran medida los marcos estilísticos 
andinos. Finalmente, el rock en la fusión actua como contrapeso a este respeto de lo 
andino, se construye tanto a nivel sintáctico, semántico y de performance y excede al 
early  rock,  el  cual 
instrumentación. 

es al mismo tiempo interpelado y considerado desde la 

200 

 



 

 

3.2. Crítica: El discurso musical, el contexto del rock local y las 
interpretaciones musicológicas 

Como se adelantó al principio del presente capítulo, en este segundo apartado se 
busca plantear algunos vínculos entre el comportamiento estilístico y el discurso musical 
de El Polen con ciertos aspectos concernientes a la realidad del rock peruano a finales de 
los sesenta y principios de los setenta, así como con algunos postulados de otros estudios 
musicológicos recientes que tienen a El Polen como objeto de estudio. En líneas 
generales, se evidenciará cómo el discurso musical se ve interpelado por ciertos aspectos 
contextuales y cómo este, en contraparte, cuestiona en cierta forma algunos postulados 
hechos por la literatura popular y académica. La discusión pretende en principio 
profundizar la comprensión de la dimensión artística de El Polen más que dar respuestas 
definitivas a los cuestionamientos planteados y en tal sentido, se establece un desarrollo 
de carácter dialógico y hasta especulativo. Así entonces, se ponen en relación con el 
discurso de El Polen algunas continuidades de la práctica musical, las nociones de 
autenticidad y originalidad en el contexto del rock peruano de los setentas, el contexto 
político, la influencia de discursos tradicionales y nociones como la de “rock andino”. 

3.2.1. Continuidades: protofusiones, covers y operación exotista 

Se empieza este apartado tocando el tema del cover o la versión ya que es un punto 
“bisagra” con la sección precedente en tanto permite extender la evaluación de la fusión 
alrededor de la intertextualidad al mismo tiempo que dar una primera mirada crítica a la 
práctica musical de El Polen. 

En una entrevista Juan Luis Pereira señala que entre los objetivos de El Polen 
estaba el hacer algo “original”, lo que implicaba no copiar, no hacer covers y cantar en 
castellano276. Así también, sobre lo que hacían las primeras bandas de rock como Los 
Incas Modernos refiere en otra entrevista que: “ellos tocaban el huayno pero con eléctrica 
y con batería, era una buena intención, era valido ese deseo de hacer algo peruano o 
andino, era como una gracia”277. Y en general, durante la conversación personal realizada 
para esta investigación, Juan Luis describe los primeros contactos entre el rock y lo local 
como el “tocar algo tradicional, pero con el estilo rock”. 

De estos testimonios, llama la atención esta idea de distanciamiento que parece 
querer establecerse entre las primeras incursiones del rock en el Perú y lo local, la práctica 
de la emulación y lo que vendría después con El Polen. Sin embargo, lo que se va a 
argumentar a continuación es que si bien existe un distanciamiento a nivel estilístico, es 
decir, que efectivamente El Polen no suena como Los Incas Modernos o como Traffic 
Sound, por ejemplo, exhibe sin embargo un continuismo de prácticas que el rock en el 
Perú realizaba desde principios de los sesenta. 

276 “Lo que sí teníamos claro es que debíamos hacer algo original, no queríamos copiar, ni hacer covers, 
queríamos cantar en castellano”. Testimonio de Juan Luis Pereira (Palacios, 2018, 12 de marzo). 
277 Testimonio de Juan Luis Pereira (Cazar truenos, 8 de marzo de 2018). 

201 

 

 



 

 

Este continuismo se refleja en principio en que el discurso en El Polen nunca 
abandona la práctica del cover, si bien Juan Luis Pereira dice que llegó un momento en 
que quería hacer sus composiciones y que la etapa del cover había terminado, lo cierto es 
que en su etapa formativa siguieron echando mano a temas anglosajones a los que 
sumaron sus versiones de temas folclóricos locales. Ciertamente el formato ya no era el 
de la típica banda de rock y los covers eran de temas foráneos y locales, pero en tanto 
práctica o estrategia esta continuó, quedando plasmada en las versiones de huaynos y 
marineras que forman parte de sus discos y llegando incluso a ser la estrategia dominante 
que manejaron en Europa. Por su lado, desde la perspectiva del discurso estilístico 
musical, diríamos que entre los procesos de fusión de El Polen se encuentran también lo 
que hemos denominado como protofusiones. Al igual que “la primera fusión” que fue 
“una versión local de la música pop anglosajona” (Melgar, 2020) (Los Incas Modernos 
traduciendo Carnavalito al “estilo rock” - en su caso el surf rock que estaba de moda), El 
Polen siguió el mismo procedimiento. ¿Qué es “Valicha” sino también una versión o 
traducción local del rock anglosajón? En este caso, ya no del surf rock o del rock´n´roll, 
sino del rock psicodélico y progresivo, que entraban en voga a finales de los sesenta. En 
pocas palabras: un huayno “con el estilo rock” (progresivo). A raíz de esto vale 
preguntarse por qué, más allá de la cuestión cronológica, la historiografía del rock 
peruano parece separar lo que hicieron grupos como los Incas Modernos o los Sideral´s 
con lo que hizo El Polen. Se diría que parte de la respuesta radica en que la diferencia en 
lo estilístico eclipsa el hecho que todos al final tuvieron la protofusión como estrategia. 
Tal vez la historiografía solo repara en que El Polen es “otra cosa” (Torres, 2018) solo 
porque no usó guitarra eléctrica y batería para tocar temas folclóricos (incluso Juan Luis 
insinúa esto). Sin embargo, como ya se ha visto, no son necesarios estos emblemas 
(eléctrica, batería) para quedar estilísticamente circunscrito al rock. En ese sentido, El 
Polen continuó con la práctica de tocar temas de folclor solo que enmarcado en tendencias 
más afines a las corrientes de rock de su época. Además, posiblemente contribuya a esta 
diferenciación el contraste entre marcos estilísticos que se basan en un patrón sonoro 
(sonic pattern) (Braae, 2020) más definido (como el surf rock, rock ´n´roll y en general, 
lo que llamamos early rock) y corrientes más “escurridizas” como lo progresivo o lo 
psicodélico, construidas mayormente en función a tendencias, a la apertura y al 
eclecticismo estilístico. En otras palabras, tal vez la sofisticación y ambición en 
“Valicha”, “Cholito Pantalón Blanco” y “A las Orillas del Vilcanota”, hace menos 
evidente la protofusión como principio operativo de base en comparación a la “gracia” 
que sería acomodar “Carnavalito” al surf rock. 

Por otro lado, respecto a cantar en castellano, se teiene que tampoco se abandona 
el inglés. “Sitting Dreaming” y “Tondero” son parte del repertorio “oficial” del disco 
Cholo y si bien son composiciones de Alberto Martínez, en su momento este no sería 
menos parte de El Polen que los Pereira al margen de las muy comunes diferencias 
internas que existen dentro de cualquier grupo. Estas composiciones en inglés representan 
además la conexión del discurso con el lado más cosmopolita del rock y refuerzan la 
actitud abierta, ecléctica y de interculturalidad. De otra parte, no copiar – léase no emular 
– tampoco no es algo que sería descartado del todo. Aquí es inevitable pensar que en “La 
Flor”, El Polen prácticamente decidió “emular” el quechua, o al menos su fonética, 

202 

 



 

 

dejándonos más una muestra de exotismo que un mensaje real en una lengua local. Es 
cierto que no sabían quechua, pero siempre estuvo disponible la oportunidad de aprender 
algo que les fuera funcional – imagino suficiente una consulta a alguien como Alejandro 
Vivanco. En este punto entra de nuevo la protofusión, pero ahora aquella de operación 
exotista (Steingress, 2004) que monta sobre una base de rock elementos locales de forma 
mayormente evocativa o alusiva (modelo base-donante). Desde este enfoque, ¿hasta que 
punto una pieza como “La Flor” no sería una protofusión consistente en una versión local 
de un género foráneo (folk psicodélico) (Melgar, 2020)? Así también, en tanto 
protofusión, esta no sería tan diferente a por ejemplo, los temas de El Opio – o el indian 
rock en general. Estilísticamente, la diferencia es evidente, pero a nivel de práctica, “lo 
andino” en “La Flor” queda a nivel evocativo por la función ornamental de la quena de 
manera análoga a cómo “el Opio evocaba la música andina en algunos fragmentos de sus 
canciones al usar la escala pentatónica andina” (Mendívil, 2022, p. 244). Si el contra 
argumento es que El Polen no tuvo la intención de poner quena (fue Alejandro Vivanco), 
al menos quedarían conformes con el resultado al punto que hoy en día la tocan así y para 
la recepción, la quena y su potencial evocativo siempre estuvieron en el disco. Además, 
pensemos si no es evocativo también el rol del timbre de la mandolina en un tema de rock 
como “Sitting Dreaming”. O si la forma cómo El Polen aborda los bongos y congas no es 
una operación exotista de “lo latino” ya que se vale mayormente de los timbres, o la 
evocación a “lo clásico” desde el arpa en “Tondero” por ejemplo. 

Para cerrar este punto, los continuismos evidenciados a nivel de praxis nos llevan a 
pensar en otras razones aparte de la diferencia estilística del por qué la fusión en El Polen 
se piensa como algo más allá de un “buena intención” o un “intento” de “juntar sin poder 
llegar a mezclar” - como refiere Torres (2018, p.314) para los primeros contactos entre 
rock y folclor. Entre estas se encontraría el grado percibido en la construcción de la idea 
de identidad local. Recordemos que Juan Luis Pereira consideraba que a finales de los 
sesenta, muchos grupos de rock componían e improvisaban dando como resultado 
propuestas creativas, aunque la identidad era un elemento ausente porque “no había una 
fusión”. Ahora, la fusión que Juan Luis refiere es muy probablemente aquella basada en 
la sintaxis y que resulta de un proceso de transformación más sistemático que intuitivo, o 
en todo caso, diferente a lo que implican las protofusiones. Sin embargo, se considera que 
la noción de identidad local no discrimina entre los procesos creativos llevados a cabo 
para su construcción. Así entonces, la cuestión no sería si en una determinada propuesta 
hay o no identidad local, sino determinar bajo que marcos estéticos y de estilo se plantea. 
En tal sentido, El Polen solo enfocaría de manera distinta el problema de la doble 
conciencia (Rozas, 2007) y de la identidad local, atendidos desde la praxis musical incluso 
desde la nueva ola con la castellanización de temas anglófonos (Mularsky, 2016). En la 
misma línea, las propuestas basadas en protofusiones278 no tendrían porque que tener las 
etiquetas de “intentos” o “gracias” puesto que construyen un sentido de identidad local 
de igual legitimidad y en la misma medida que los grupos de rock fusión posteriores. La 
diferencia está en que estas optan mayormente por la alusión, el matiz, la traducción o en 

278 En este punto es pertinente recordar que el uso que hago del término protofusión tuvo desde un principio 
un fin estrictamente operativo y funcional al análisis y la discusión y no pretende connotar que una 
propuesta musical sea incipiente, elemental, básica o peor aun, ilegitima o “no verdadera” respecto a otra. 

203 

 

 



 

 

un sentido más general, dan más peso a su lado cosmopolita en comparación con El Polen, 
que usa estas mismas estrategias (el inglés, los covers, la emulación y exotización) pero 
en conjunto con otras tendencias propias de un contexto estético diferente. 

3.2.2. Las nociones de autenticidad, originalidad y el discurso del rock desde El 
Polen en el contexto del rock en el Perú 

En esta parte se ponen en diálogo el discurso estilístico musical de El Polen con 
constructos propios del discurso del rock como las nociones de autenticidad y 
originalidad. Esto debido no solamente a que estas nociones fueron fundamentales en la 
valoración artístico estética del rock anglosajón que se inició a finales de los sesenta, sino 
que son cuestiones que El Polen ha considerado como componentes de su pensamiento y 
propuesta musical. Partamos de lo dicho por Melgar (2018) respecto al contenido del 
disco Cholo: 

“Si tomamos el álbum como una totalidad, notaremos que estos géneros comparten alguna idea de 
autenticidad que los distancia de la música pop: el folclore y su conexión sonora con comunidades 
utópicas de aura ancestral, la música experimental que pone el arte por encima del mercado, y el rock 
que pretende criticar los valores comerciales del pop desde el centro mismo de la cultura de masas”279. 

Lo anterior parece fundamentarse en lo que en el primer capítulo se ha denominado 
como el discurso del rock (Costa, 2018). Recordemos que este surge en el mundo 
anglosajón hacia finales de los años sesenta, período en el cual el rock se interesa por su 
folclor local influenciado por los movimientos del folk revival tanto en Estados Unidos 
como en Gran Bretaña, y se le adscribe la idea de la autonomía del artista y la obra de 
arte de la música académica. De otra parte, podemos suponer que Melgar hace estas 
afirmaciones luego de haber escuchado la música y por ende, la autenticidad atribuída al 
disco Cholo respondería también a un proceso de base en lo sonoro y/o en la experiencia 
de escucha (music-focused or experience-verifying standard) (Gracyk, 2020). Entonces, 
tanto por la experiencia como por la adhesión a los postulados del discurso del rock, 
Cholo – y por qué no Fuera de la Ciudad también – “suenan” comprometidos con su 
propia visión artística por su actitud experimental y su uso del folclor. No obstante, tal 
como señala Moore (2002), la idea de autenticidad no necesariamente es algo inscrito en 
la música, sino que se construye desde la interpretación, pero esto, a su vez, requiere 
considerar las circunstancias culturales y sociohistóricas280. De este último aspecto se 
desprende un primer punto debatible: el hecho de transplantar el discurso del rock 
anglosajón de finales de los sesenta de forma directa a otros contextos más locales. 

En primer lugar, bajo ese enfoque no solo El Polen sería “auténtico”, sino muchas de 
las bandas locales de la época (p.e. Traffic Sound, Pax, Targus, etc.) cuyo sonido, aunque 
emulado, seguía los mismos postulados del discuro del rock. Incluso serían “auténticos” 

279 (Melgar, 5 de marzo de 2018). 
280 En términos de Moore: “ the attribution of authenticity cannot always take place with explicit reference 
to matters of sonic design. I start, therefore, from an assumption that authenticity does not inhere in any 
combination of musical sounds. ‘Authenticity’ is a matter of interpretation which is made and fought for 
from within a cultural and, thus, historicised position. It is ascribed, not inscribed” (2002, p. 210). 

204 

 

 



 

 

por el mismo hecho de abrzar la actitud contracultural propia del hipismo. Más 
interesante, sin embargo, es preguntarnos sobre los alcances de la dicotomía rock/pop del 
discurso anglosajón en un contexto local. Recordemos que en el discurso del rock, el 
término pop se usó para referenciar la música que supuestamente priorizaba las 
pretensiones comerciales por sobre las artísticas y, desde una autenticidad desde la 
experiencia, sería aquella que “suena” simple, banal y poco ambiciosa u osada. Así 
entonces, desde la experiencia de escucha, puede decirse que El Polen es “auténtico” 
porque ciertamente “no suena a pop” dada la ambición de su propuesta. Sin embargo, sí 
constituiría un ejemplo local de la problemática de pensar el rock como “no comercial” a 
pesar de nunca dejó de relacionarse con la industria musical de masas. Así, si bien El 
Polen no buscó explícitamente vender, sí se insertó en la lógica de los medios masivos al 
menos de manera incidental. Esto se puede ver en la conocida anécdota de que la versión 
de “Valicha” llegó a las radios e incluso llegaría a posicionarse en las tablas de 
popularidad superando a los Doobie Brothers en 1972, o en el hecho de que, aunque solo 
hubo mil copias del primer disco, este fue en cierto sentido un “éxito de ventas” al 
agotarse relativamente rápido (en tres meses)281. 

Ahora, glocalizando un poco el término, ¿Hasta que punto en el Perú a finales de los 
sesenta se contaba con una industria y un mercado que justifique sellos y audiencias de 
“pop” y de “rock” peruano como en el mundo anglosajón? O en todo caso, ¿qué costituiría 
“lo pop” en el Perú de esa época? Podría decirse que la música más (pop)ular en el Perú 
era el folclor, la música criolla, la tropical - y ya para finales de los sesenta, géneros 
englobados bajo el término de nueva ola282. Sí había por supuesto una industria y un 
mercado local, pero se avocaban más a las músicas referidas previamente siendo el rock 
casi irrelevante. En este contexto, no tendría mucha relevancia el tener un rock peruano 
y un “pop peruano” disputándose ideológicamente en los mismos términos que en el 
mundo anglosajón ya que, estilísticamente hablando, daría igual si las bandas hacían rock 
o pop. Estas músicas se hacían mayormente “por amor al arte” y de hecho, podían hacer 
lo que querían – si tenían los recursos – porque, en última instancia, no había “presión” 
del mercado. El comentario de Juan Luis ilustra esto: 

“En esa época, el rock tenía un público muy pequeño. Para las disqueras lo que más vendía era el 
folclor, después la música criolla y la nueva ola. El rock era con músicos aficionados, la mayoría lo 
hacían por amor al arte. Nadie vivía del rock. En la radio tampoco lo pasaban, por ahí pasaban un 
poquito de los Traffic Sound […] Todo era bien conservador”283. 

De lo expuesto se desprenden varios puntos. En primer lugar, si músicas como el 
folclor (andino) o la criolla era las más (pop)ulares, podría decirse que El Polen tendría 
más bien una “deuda” estético estilística con el “pop” local puesto que su propuesta 
recurrió a las  músicas más  consumidas, difundidas  y en  muchos caso,  producidas 

281 (Gestores Culturales, 2021). 
282 Esto se basa en lo postulado por Melgar (2022), quien señala que hasta 1965 en el Perú, géneros 
musicales populares de consumo juvenil como el rock n roll, twist, surf, etc., se denominaban en conjunto 
como nueva ola. Ahora, puede pensarse que a finales de los sesenta, cuando el rock ya había construido su 
discurso que lo separaría del pop, estas músicas de la nueva ola serían consideradas como tal. 
283 Testimonio de Juan Luis Pereira (Fonseca, 2018, 18 de diciembre). 

205 

 

 



 

 

explícitamente para vender. Este punto interpela, a su vez, esta idea de que acudir al 
folclor conecta con una idea de autenticidad porque supuestamente no es mediática y 
remite a comunidades “ancestrales y utópicas”. Si bien esto funciona desde el plano 
ideológico hippie, desde las circunstacias sociohistóricas, el folclor con el que tomó 
contacto El Polen consistía mayormente en los huaynos criollos y la música criolla 
contemporánea y mediatizada desde los años cuarenta (algunas implicancias de esto se 
abordan más adelante). En segundo lugar, sí puede pensarse que en un contexto como el 
local – incluso el latinoamericano - la dicotomía rock/pop tiene sentido en la distinción 
entre el rock de emulación y el “pop” representado en la nueva ola. En el capítulo uno se 
ha referido que en la escena local de Lima hacia finales de los sesenta, las bandas que 
tocaban el “verdadero” rock (emulado y en inglés) lo hacían, entre otras razones, para 
diferenciarse de los “nueva oleros”. Este punto plantea sutilmente una noción de 
autenticidad de algun modo alternativa a la del discurso “ortodoxo” del rock anglosajón, 
es decir, ser “auténtico” en un contexto local implica que la música “suene” como “suena 
afuera”, lo que mostraría además que se habría “superado” lo que conlleva ser de la nueva 
ola. No se pretende profundizar en el desarrollo de lo anterior sino advertir que ahí puede 
haber un atisbo de una construcción de autenticidad en función a contextos y realidades 
locales interesante de estudiar. Asimismo, se toma esto como punto de partida para revisar 
otros procesos de autenticación - tomando la terminología de Moore (2002) - para el caso 
de El Polen. 

Un primer proceso considera justamente la postura de El Polen frente a la situación 
del rock local dominado por la cultura de la emulación hacia finales de los sesenta. Ahora 
esta ya no debe verse como una forma de hacer un rock “auténtico”, todo lo contrario, 
sería más bien la situación problemática frente a la cual El Polen se termina autenticando. 
La noción mediante la cual se lleva a cabo esto es la del “rock con raíces”. Se ha visto 
que esta noción buscaba la conciliación entre lo local y lo cosmopolita así como la idea 
de un rock local “emancipado” de lo anglosajón (Garcia-Peinazo, 2015). Esta claro que 
El Polen, al concebir desde sus inicios juntar todas “las raíces”, se adscribe a esta lógica 
y en tal sentido se puede decir que, aparte de ser “auténticos” desde el discurso del rock, 
se autentican al buscar el contacto con lo local en un contexto de rock de emulación. Así, 
el discurso musical de El Polen buscaría “emanciparse” de una praxis que recurría a la 
anglofilia, que solo copiaba el sonido y que no se interesaba en conciliar lo local con lo 
cosmopolita y/o la tradición con la modernidad. En contraste, el rock de emulación no 
llega a autenticarse por esta vía del “rock con raíces” por no considerar hacer una relectura 
de lo local a pesar de ser también “auténtico” desde el punto de vista del discurso del 
rock. En un sentido amplio, esto implica de algun modo que, en el contexto del rock en 
Latinoamérica de los setenta, la fusión podría verse como un mecanismo directo de 
autenticación. Por otro lado, esto tiene sus limitaciones y contradicciones. Esta forma de 
autenticación choca con la imposibilidad ya vista de un “rock con raíces” totalmente 
autónomo. En el caso de El Polen, esto se traduce en los continuismos vistos previamente 
y en el hecho de que, otras propuestas de rock basadas en protofusiones son también 
formas de relectura de lo local. 

Dada esta limitación de la autenticidad, en este punto resulta útil la noción de 
originalidad. Gracyk (2020) fundamenta este concepto en la creatividad individual en 

206 

 



 

 

referencia a lo que se establece como rutina, o práctica ordinaria dentro de una comunidad 
y musicalemente, se entiende como innovación en el contexto de un estilo o práctica 
determinada (p.217). Si en un contexto local la práctica de rutina o lo esperado era tener 
un rock emulado, El Polen no sería en principio “original” por recurrir a estrategias “de 
rutina” como el inglés, los covers y la emulación. Sin embargo, la originalidad en este 
caso no debería verse como un giro estético radical sino como la integración de estas 
prácticas con otras estrategias que sí podrían calificar como poco empleadas en el 
contexto local. Entonces, sí resulta relativamente “original” abordar las estéticas del rock 
con un formato instrumental particular y distinto al típico del rock, con instrumentación 
exclusivamente acústica, y principalmente, ir más allá de la emulación y la protofusión al 
combinar distintos enfoques de fusión que, por ejemplo, darían como resultado huaynos 
“progresivos” y “psicodélicos” o marineras con instrumentación atípica. De otra parte, 
Gracyk (2020) señala que la decisiones creativas son una función del entrenamiento, el 
aprendizaje, las oportunidades que ofrece una determinada posición social, así como de 
la aplicación de dicho aprendizaje a los desafíos que plantean una serie de escenarios para 
la creación musical (p. 217). Sobre esta base, el discurso musical de El Polen reflejaría 
originalidad ya que sus miembros de algun modo supieron aprovechar su posición 
privilegiada dentro de la clase media alta de Lima al cultivar sensibilidad, respeto e interés 
por la música local al igual que por el rock. Así también, fueron capaces de consolidar un 
formato alternativo y adaptar repertorios a escenarios y audiencias diferentes. Además, se 
vio como varias circunstancias fueron aprovechadas para enriquecer el proceso creativo 
(la tutoría, la posibilidad de viajar, decidir en el momento integrar cosas como el coro de 
monjas, o al músico de cajón, etc.). 

Ahora bien, existen otros dos procesos de autenticación relevantes al discurso de El 
Polen. El primero se relaciona a un aspecto particular de lo que Moore (2002) identifica 
como una autenticación de primera persona: la construcción de una idea de comunicación 
no mediatizada por artificios tecnológicos284. Desde esta perspectiva, El Polen se 
autenticaría en la decisión de grabar en vivo a fin de obtener un “sonido orgánico”. Ilustra 
este punto el hecho que para el disco Cholo “los músicos estuvieron sentados en el piso, 
apagaron las luces del estudio y vibraron con la música”285. No obstante, vale preguntarse 
hasta qué punto el concepto de “lo orgánico” no queda interpelado con el uso de los 
montajes y otros recursos propios del estudio. Si bien es cierto Juan Luis Pereira ha 
referido su preferencia por grabar “la base” de la pieza en vivo en vez de hacerlo por 
canales, luego admite que se utiliza el montaje para agregar “todo lo demás”. Es más, se 
postuló que los montajes son fundamentales en el discurso musical porque, en cierta 
medida, fue gracias a estos que se llegó a construir la sofisticación textural en varias 
piezas donde se hace evidente que los miembros del grupo no eran suficientes para 
ejecutar todo lo grabado en vivo. Para ilustrar, basta recordar que por ejemplo, “Cholito 

284 Según Moore, en el rock esto legitima la idea de una expresión no mediatizada. Al referir la producción 
del cantante británico Paul Weller, señala que esta presenta la práctica de grabar en vivo con la menor 
cantidad de montajes y otros mecanismos que “engañan” al oyente (2002, p.212). 
285 (Gestores Culturales, 2021). 

207 

 

 



 

 

Pantalón Blanco” fue grabado solo por los hermanos Pereira286, o que la sensación de 
estar frente a una comuna hippie se debe a la densidad instrumental siendo esta producto 
de los montajes. En síntesis, esto no desligitima los propósitos estéticos de El Polen ya 
que al fin y al cabo, la música ciertamente produce un “aura orgánica y campestre”. Se 
trata de ver que este fin no necesariamente es incompatible con el artificio tecnológico, 
el cual, en este caso, más bien potencia lo buscado y deviene además en un factor clave 
del lenguaje particular. 

El segundo proceso se relaciona esta vez con otro tipo de autenticación planteado 
por Moore (2002), el de segunda persona, que entiende la autenticidad como el lugar de 
pertenencia y/o el valor que la música aporta a la experiencia del oyente287. Acá resulta 
útil la idea de la apelación a la “memoria genética indígena” que usa Juan Pablo Gonzales 
(2021) para el caso de Los Jaivas (p.165). Mientras estos recurrían los happenings y 
sesiones de improvisación tomados como rituales, El Polen, fiel a su idea de “la canción 
hecha”, apela a esta memoria instrumentalizando el huayno como símbolo de la “raíz” 
compartida a fin de activar un sentido de identidad a través de la comunicación con la 
audiencia. El testimonio de Juan Luis Pereira lo pone del siguiente modo: 

“tocamos en el festival de la universidad de Lima, que fue el primer concierto que hicimos después 
del Zanzibar, tocamos con grupos de rock en inglés y nosotros tocamos el mambo de machahuay 
y todo el mundo bailaba, todos los rockeros bailando […] yo creo que era la experimentación, un 
huayno bien rítmico, así con mucha fuerza […] porque de todas maneras el huayno es parte de la 
identidad de cualquiera, todo el mundo sabe que el huayno es peruano y es la raíz, o sea de alguna 
manera todo el mundo lo tiene adentro, aunque sea muy reaccionario, facho y si le pones en un 
momento que hay euforia, en ese momento lo bailaron auténticamente todos” (las cursivas son 
mías). 

Tenemos entonces que la autenticidad se produce en esta dinámica de 
comunicación donde El Polen, al tocar un huayno, ofrece las condiciones para “despertar” 
una identidad subyacente en su audiencia y cuya respuesta - rockeros bailando - sería en 
este caso la evidencia del valor que aportaría la música. Es de remarcar también la 
conexión que puede establecerse entre este acto con la intención psicodélica (psychedelic 
intent) (Echard, 2017) en tanto es razonable pensar en que desde la recepción, la música 
se concebía como un llamado a tener algún tipo de revelación o experiencia. 

Para cerrar esta parte, se postularía que, aparte de la autenticidad desde el discurso 
del rock, los procesos de autenticación desde el rock con raíces y el de segunda persona, 
son las formas de manifestación contracultural más significativas para el discurso de El 
Polen durante los setentas. Construir una fusión haciendo una relectura consciente, 
sistemática y creativa de lo local tiene, a juicio personal, mayor sentido antiimperialista 
que  cualquier  discurso  o  gesto  de  índole  política  convencional  –  un  aspecto  casi 

286 Otro caso que ejemplifica el rol crucial de los montajes se da en “Mi Cueva”. Al inicio tenemos la 
guitarra de Juan Luis haciendo un riff, mientras Raúl Pereira toca la quena. Sin embargo, también esta 
presente el bajo eléctrico haciendo otro riff, el cual fue grabado posteriormente por Raúl (esto se infiere de 
los créditos en la contratapa del CD). 
287 En este caso, Moore plantea que la autenticidad no estaría definida por un anclaje en el pasado, ni por la 
integridad de sus intérpretes, sino por su capacidad para articular un lugar de pertenencia. El autor define 
este lugar como una “centralidad” que pone énfasis en la idea de que un producto cultural ofrece una 
afirmación, una identidad cultural frente al cambio social. Esta implica además que el oyente se entrega 
una experiencia en la que puede confiar (2022, p. 219). 

208 

 

 



 

 

tangencial al discurso. Igualmente, resulta más subversivo tocar un huayno en un 
concierto de rock esperando despertar identidades que haberse negado a cambiar una letra 
que, para algunos, hacía una leve alusión al gobierno de turno. Por último, debido a lo 
anecdótico que fue el hipismo criollo en el Perú, estos actos serían incluso más relevantes 
que los comportamientos convencionales asociados a la cultura hippie adoptados por los 
miembros del grupo. 

Vistas ya la relación entre aspectos del dircurso del rock anglosajón, el contexto 
local y el discurso de El Polen, se pasa a ver los vínculos que se han planteado entre este 
último y otros aspectos contextuales como por ejemplo el clima político nacional de 
finales de los sesenta. 

3.2.3. El Polen y el contexto sociopolítico del Gobierno Revolucionario de las 
Fuerzas Armadas 

En su estudio sobre lo andino en El Polen, De Souza (2022) postula que la 
concepción indigenista de mirada paternalista del Gobierno Revolucionario de las 
Fuerzas Armadas (GRFA de aquí en adelante) de Luis Velasco Alvarado iniciado en 1968 
influenció de manera directa a los hermanos Pereira (p.21). Sin embargo, en ningún 
momento ofrece alguna evidencia, valga un testimonio, que ilustre que efectivamente los 
hermanos Pereira – no que estuvieran enterados, porque lo estaban – sino que tuvieran 
muy en cuenta o tomaran de base los postulados del GRFA para su proyecto musical. La 
influencia que plantea el autor al parecer se basa solo en una deducción lógica, ya que 
luego de hacerla, da a entender que explicará cómo se da esta. Sin embargo, deja de lado 
a El Polen y continúa citando las características del movimiento indigenista: 

“Es importante resaltar el enfoque indigenista adoptado por el gobierno militar y cómo este 
enfoque influyó en los miembros de El Polen como señala José Ignacio López Ramírez Gastón, el 
movimiento indigenista, en lo musical, cumplió una doble labor de: “1) Reivindicación de las 
culturas indígenas en la conformación de la nación y 2) reconstrucción mitológico-nostálgica de 
un pasado pre colonial que logró llamar la atención en el desarrollo de una música popular peruana, 
principalmente andina e indigenista” (López, 2019, pág. 40)” (De Souza, 2022, p.22). 

No se podría precisar hasta qué punto mencionar las características de un 
movimiento ideológico cultural y musical en general, explica la influencia de este en un 
caso particular. En todo caso, queda la duda de hasta qué punto existió una intención por 
parte de El Polen de “reivindicar las culturas indígenas en la conformación de la nación” 
o “reconstruir un pasado pre colonial mitológico y nostálgico” en la misma línea que el 
GRFA, o en qué medida las políticas de la dictadura moldearon este proceso en el caso 
de un grupo de rock fusión. Por el momento, vale presentar aquí un testimonio de Juan 
Luis Pereira respecto al GRFA: 

“Nosotros, con Raul, siempre hemos sido un poco antimilitares, y por familia también, Velasco 
llegó y para mí, con la consciencia que había adquirido, me parecia bien que rompieran con todo 
lo que era ese abuso con los campesinos, eso para mí fue bueno, bien ¿no? […] la manera de 
hacerlo sí, eran militares y no me gustaba mucho pero, sí aceptaba lo otro [pero] eramos bien al 
margen de la política, en esa época sobretodo”. 

Aparte de evidenciar la consciencia de la realidad política del momento, Juan Luis 
parece sugerir una simple simpatía por las intenciones del gobierno, mas no un peso 

209 

 



 

 

decisivo de este en su visión ya que, como dice, “eran bien al margen de la política”. 
Tampoco menciona una agenda reivindicativa explícita de lo indígena. Tendría más 
sentido pensar que los Pereira, como buenos hippies criollos, comulgaban más con esa 
ala apolítica o anti política tradicional que caracterizó a la contracultura juvenil en 
Latinoamérica (Mularsky, 2016). Por ende, puede decirse que el lazo entre el 
comportamiento estilístico con la política tradicional era débil, al menos desde la 
intención. Es cierto que anécdotas como negarse a cambiar la letra de “El Hijo del Sol” 
porque se pensaba que aludía al GRFA se ha visto como un acto político, pero esto 
provendría mas bien de la recepción, de esa asociación que terceros hicieron entre la 
contracultura y/o el rock con la política (de izquierda principalmente) cuando en realidad 
el movimiento contracultural tenía una postura política alternativa a la tradicional basada 
en un estilo de vida más personal e individualista (perfect the self) que de conciencia 
social (perfect the society) (ibid.). Juan Luis lo ilustra de este modo: 

“parecía como que estabamos criticandolos a ellos [al GRFA], no era a ellos, era más general, no 
estabamos luchando ni contra los militares, ni a favor, estábamos al margen, digamos que nuestra 
acción política era personal, no guiada por una ideología, doctrina”288 […] “pero todos los 
organizadores que eran intelectuales jóvenes de esa época, nos dijeron cámbiale esa frase para que 
gane. No quisimos y no ganó”289 (las cursivas son mías). 

Ciertamente cuando Juan Luis señala que no estaban guiados por una ideología, 
se refiere a una de índole política tradicional puesto que la ideología del hipismo si 
constituiría un pilar fundamental. Entre otras razones de este alejamiento tenemos la 
elitización del rock hacia finales de los sesenta que, en este contexto, simboliza la lejanía 
que a su vez tendría la élite limeña urbana de los impactos más relevantes de las políticas 
del GRFA. Finalmente, para Juan Luis la existencia de El Polen y el GRFA en el mismo 
momento histórico es calificada como una coincidencia: 

“cuando nosotros tuvimos esta inquietud, nunca pensamos que iba a haber un gobierno así 
socialista que quisiera reinvindicar los derechos de la gente, la cultura, un gobierno nacionalista, 
fue una cosa que se dio de casualidad, paralelo, que nosotros estabamos en esa búsqueda sin pensar 
en lo político”290. 

Es de apuntar no obstante que esta coincidencia viene con cierto desfase ya que 
El Polen se funda después de instalado el GRFA, aunque esto no sería suficiente para 
alegar una influencia decisiva. Los Pereira se encontraban en su propio proceso de 
(re)descubrimiento del folclor (sus raíces) desde antes de fundar el grupo. 

Ahora, revisar la influenca del contexto político no equivale a decir que no existió 
relación alguna entre el rock, El Polen y la dictadura de Velasco, sino que la influencia 
no parece ser tan directa como se postula sino más mesurada o indirecta en todo caso. 

Según De Souza, “un factor para que El Polen lograra identificarse con los 
discursos mitológicos del ande fue este discurso indigenista propuesto e impulsado por el 
gobierno de Velasco” (2022, p.23). No obstante, parece que sería el sistema educativo el 
canal mediante el cual los Pereira alimentaron su ilusión de vivir “la fantasía inca” ya que 

288 Esto proviene de mi conversación personal con Juan Luis Pereira (15 de diciembre del 2022) 
289 Testimonio de Juan Luis Pereira (Fonseca, 2018, 18 de diciembre). 
290 Testimonio de Juan Luis Pereira (Voces del Bicentenario, 2021, diciembre). 

210 

 

 



 

 

como, se vió, Juan Luis recuerda que estos discursos fueron algo que recibieron “de niños 
en el colegio”, es decir, antes de instalarse el GRFA. Ciertamente entonces tuvieron 
contacto con los postulados indigenistas, pero al ser de este modo, se puede dudar de una 
adscripción consciente y explícita a los mismos o de que la causa fue la influencia directa 
del GRFA. Donde sí pude considerarse que el GRFA tuvo incidencia fue con las políticas 
que facilitaron la difusión del folclor en los medios masivos como lo muestra Mendívil: 
“ […] en su afán de revalorizar las culturas indígenas impulsó una política de cuotas 
nacionales en la radio y reforzó a sí mismo la difusión de expresiones musicales indígenas 
mediante la realización de festivales musicales a nivel nacional” (2022, p.244). Puede 
decirse que el rock peruano y El Polen en particular, se beneficiarían de estas políticas ya 
que proporcionaron condiciones para una mayor visibilidad de música nacional - aunque 
el rock en general no supo aprovecharla - en festivales como el de Agua Dulce, 
organizado por el GRFA y donde se ubica la conocida anécdota sobre la letra del “Hijo 
del Sol”291. Así también, estas políticas habrían facilitado la exposición de los sectores 
altos al folclor, aunque, para nuestro caso, la relación entre El Polen y este último data de 
más atrás. Así entonces, la influencia del GRFA se basaría en sentar ciertas condiciones 
para el desarrollo de propuestas musicales (folclor y rock), lo cual es diferente a tener 
incidencia ideológica directa sobre las mismas. En tal sentido, si bien es cierto que el 
gobierno militar impulsó una reinvención del imaginario nacional, El Polen, tal como lo 
señala Mendivil (2022), se inserta indirectamente en este (p.244) con un propuesta no 
tanto ideológicamente influenciada, sino alternativa. Y ya en última instancia, si el rock 
le fue indiferente al GRFA (Santistevan, 2021) ¿por qué el rock tendría que haber tomado 
a este muy en cuenta? 

Finalmente, un último aspecto a revisar es hasta qué punto el discurso de El Polen 
profesaba pretensiones nacionalistas semejantes a las del GRFA. Al respecto, lo que 
parece haber es más una ideología de conciencia universal por sobre una pretensión 
nacionalista. Consultado por sobre la noción de lo nacional, Juan Luis Pereira comenta: 

“era una consciencia más universal, no había tanto Perú, mas bien yo pensaba que las fronteras no 
debían existir […] pero sí tenía la consciencia de que mi identidad era todas las culturas que hay 
en Perú, porque yo había nacido acá, también porque habia escuchado huaynos, valses, todo y me 
gustaba […] no era nada artificial, que voy a hacer esto porque tengo que hacerlo, no, a mi me 
gustaba esa música”. 

Esto muestra el predominio del pensamiento hippie en el proyecto estético de Juan 
Luis por encima de cualquier constructo de corte nacionalista ya que, si bien la noción de 
lo peruano y las culturas locales están presentes, estas se subordinan al concepto de 
universalidad. Asimismo, Juan Luis da a entender que la idea de “todas las culturas” cobra 
sentido mayormente desde una perspectiva musical al representarse en los diferentes 
géneros y músicas locales que escuchaba y que indudablemente se terminaron juntando 
con el rock, siendo este una cultura más. Por su lado, cuando la revista Caretas de 1973 
afirma que “en el reciente festival de Agua Dulce, ellos fueron los verdaderos triunfadores 
en canción peruana”, muestra el papel de la recepción en adscribir a El Polen la idea de 
lo peruano. Lo interesante es que el mismo artículo de la revista cita un testimonio de los 

291 (Fonseca, 2018, 18 de diciembre). 

211 

 

 



 

 

miembros del grupo donde dan a entender que su meta estilística no es tanto construir una 
idea de rock peruano (frente a uno extranjero) sino una pretensión integradora que 
buscaría mostrar “que es posible hacer buena música popular moderna con elementos 
folclóricos”292. 

3.2.4. El discurso musical y la visión idealizada y romantizada de “lo andino” 

Por otro lado, del mismo modo que con el GRFA, De Souza (2022) postula una 
influencia directa de los discuros indigenistas de principios del siglo XX en El Polen, 
señala: 

“Los diversos discursos del indigenismo desarrollados en las primeras décadas del siglo XX 
afectaron la concepción de los músicos populares, en este caso los miembros de El Polen a partir, 
como señala López, en la búsqueda de un idealismo identitario. Esto se vio reflejado y revitalizado 
por “los discursos de fusión musical que buscan en su mayoría, identificarse con un discurso 
mitológico nacional en base a estereotipos culturales y simbólicos publicitarios de nación 
desarrollados en diferentes momentos de nuestra historia” (López, 2019, pág. 42)” (p.52). 

La problemática que puede verse en este punto es que el rock fusión, y por 
extensión El Polen, parecen ser concebidos como meros “pastiches” pasivos de discursos 
históricos y símbolos nacionalistas tradicionales, como entes “vacíos” que solo reflejan, 
revitalizan o consumen dichos discursos sin ejercer ningun tipo de agencia sobre estos. 
Estas afirmaciones estarían dejando de lado el peso que tiene la ideología del hipismo, la 
contracultura y más aún, las estéticas dominantes en el rock de la época, aspectos que 
tendrían un impacto e influencia mucho más grande en el rock fusión y en el discurso de 
El Polen, abiertamente autodefinidos como hippies y rockeros. A lo que se quiere llegar 
es que no es que el grupo basa su propuesta adoptando pasivamente el discurso indigenista 
o las posturas nacionalistas, paternalistas, reivindicadoras o reificadoras de lo indígena, 
sino que desde el pensamiento experimental, ecléctico y prágmático del rock, estos 
discursos más bien son tomados como insumos, como elementos que, desde una 
operación de “rock de bricolaje” (Costa, 2018) son resignificados para ser funcionales al 
proyecto de construcción de una identidad artística individual. Asimismo, en este proceso 
debe considerarse el rol del “rock con raíces” canalizado en movimientos como las 
vanguardias primitivas. Recordemos que Juan Pablo Gonzales (2021) señala que a 
diferencia de las modernidades primitivas, que necesitaban construir una identidad 
nacional basada en un pasado local, en las vanguardias primitivas no bastaba con invocar 
un pasado, sino actualizarlo acorde a la experiencia presente de jovenes rockeros con 
agendas diferentes “al del muralismo mexicano y su denunica social [y] al de la musica 
nacionalista de concierto y su rescate del indio” (p.160). Entonces, sería más razonable 
pensar que El Polen se regía más por este movimiento que Gonzales (2021) llama nuevo 
indigenismo, que no implicaría una recepción pasiva de discursos indigenistas 
tradicionales, sino una recontextualización donde el mundo indígena “deja de ser un 
referente lejano a rescatar, reivindicar o representar [y más bien] era practicado, vivido, 
y construído desde la experiencia […]” (p.173). 

292 Testimonio de El Polen (Caretas, 1973). 

212 

 

 



 

 

Al igual que en el punto sobre el GRFA, no se afirma que no existe influencia del 
indigenismo en los discursos musicales del rock, sino que su influencia no parece 
articularse de modo directo, sino que pasaría por el filtro de otras ideologías y/o es más 
bien insumo para la construcción de discurso alternativos a los tradicionales como el rock 
con raíces, el nuevo indigenismo o el hipismo, corrientes más propias del rock en un 
contexto de modernidad. Dicho de otro modo, es diferente que El Polen se influya del 
indigenismo adoptando sus postulados ideológicos, que recibiéndolo indirecta – e 
inevitablemente – mediate el sistema educativo y los medios masivos, y que luego este 
“se active” mistificando lo andino y lo indígena desde la idiosincracia hippie y 
psicodélica. Para ilustrar esto, es cierto que la letra de “El Hijo del Sol” aborda la temática 
indigenista, sin embargo, aparte de evidenciar lo incidental de esta en el discurso de El 
Polen, se ha visto que esta se articula desde la mistificación de lo andino y carece, como 
señala Mendívil (2022), de connotaciones paternalistas o de una perspectiva política. Para 
reforzar, consideremos la diferencia entre evocar al indígena mediante una metáfora 
mística (hijo del sol), que hablar de este de una manera más directa llamándolo 
fraternalmente “indio hermano” y reconocerlo como símbolo de resistencia como lo 
hacen Los Jaivas en su canción del mismo nombre. 

Ahora, aclarados los medios a través de los cuales los discursos nacionalistas 
tradicionales llegarían al rock y a El Polen y viendo que al parecer no habría tanta 
influencia de índole ideológica, se continua viendo cómo la recontextualización de estos 
discursos desde la lógica del rock terminan plasmándose en el plano estilístico musical. 

Para empezar se toma nuevamente de un postulado del estudio de De Souza (2022) 
que afirma que en su imaginario musical de fusión de los setentas, El Polen construyó 
una visión idealizada y romantizada de la música andina sobre la base de estereotipos 
culturales provenientes de rockeros miraflorinos de la clase media alta peruana (p.53). De 
esto se extrae un primer cuestionamiento sobre si la construcción de “lo andino” en un 
grupo de rock fusión pudo haberse edificado de otra manera. Es decir, ¿bajo qué 
condiciones el tratamiento de la música andina en El Polen no tendría esta cualidad de 
ideal o romántica? Esta interrogante estaría justificada al tomar en cuenta que, tal como 
lo dice De Souza, los miembors del Polen no son músicos andinos ni folclóricos y por 
ende, su concepción de “lo andino” necesarimente pasa por el filtro de otros parámetros 
estéticos y estilísticos, en este caso, de las corrientes de rock progresivo y psicodélico. 
Una segunda interrogante que surgiría a partir de esto es hasta qué punto el concepto de 
“música andina” no es ya un constructo romantizado e idealizado o que al menos, así fue 
cómo este se presentaría a los Pereira. En el capítulo 1 hemos visto que la noción de 
“música andina” sería en primer lugar diferente a la de las músicas de los andes o en todo 
caso, un término amplio que engloba toda la complejidad de las expresiones de esta 
región. Además, se ha visto que el término “música andina” puede hacer referencia a 
diferentes corrientes musicales que han aparecido a lo largo del siglo XX. Así tenemos la 
falsificación folclórica y las estéticas indigenistas e incanistas de las primeras décadas 
que moldearon un imaginario estereotipado de lo andino en Lima (Llórens, 1983), así 
también, el fenómeno de la folclorización de música popular masiva (Gonzales, 1986) 
que tiene como ejemplo a los huaynos criollos y que iría de la mano con lo que fue la 

213 

 



 

 

andinización de Lima en los cincuenta (Llórens, 1983) – la masificación del folclor como 
lo diría Gonzales (1986), y llegando a la falsificación folclórica “europea” que volvió a 
idealizar “lo andino” acorde al gusto más occidental (Borras, 1992). Finalmente, respecto 
a esta idea de romatización, consideremos las bases estéticas más fundamentales del rock 
progresivo como lo son la ambición, la sofisticación músical, o la visión individualista 
del compositor y su obra, cuestiones muy evocativas del periodo del romanticismo 
musical del siglo XIX. 

Con estos aspectos en mente, diríamos en principio que, sin descartar la influencia 
indirecta del GRFA y el pensamiento indigenista, el carácter “romántico” de lo andino 
en El Polen se explicaría en principio por los valores de libertad compositiva y ambición 
musical del rock progresivo. Así, la sofisticación de “Valicha” o la monumentalidad en 
“El Hijo del Sol” por ejemplo, son muestras de la visión romantica del rock de la época 
y de su pretensión artística. Por otro lado, pensemos ahora en las influencias, en las 
“raíces” de El Polen ¿acaso los Pereira no escuchaban a artistas como Ima Sumac o piezas 
como “El Condor Pasa” o “Vírgenes del Sol” siendo estos ejemplos de “música andina” 
ya de algun modo romantizada y basada en estereotipos? Este punto es interesante porque 
muestra que El Polen estaría más cerca de haber sido influenciado por el indigenismo 
desde lo estético estilístico más que desde lo ideológico. Es decir, que no era necesario 
compartir las agendas nacionalistas o reivindicativas del indigenismo para asmiliar los 
marcos estilísticos musicales de las primeras décadas del siglo XX como la música 
“incaica” o el fox “incaico”. Estos estilos serían recontextualizados o reciclados 
permitiendo producir, por ejemplo, una pieza que se aproxima por momentos a una 
estética y estilo “incanista” como “El Hijo del Sol”. Ahora, la idealización planteada por 
De Souza (2022) se manifiestaría en el tratamiento exotista o en los procesos de 
transformación que se hace de “lo andino” en algunas piezas. Nuevamente pensemos en 
lo evocativo de la quena en “La Flor”, o en cómo se termina construyendo la sonoridad 
“andina” en “Mi Cueva” o en la concepción totalmente personal y original que hacen los 
Pereira de “lo andino” en “La Puna”. 

Antes de continuar, con lo expuesto hasta el momento solo se pretende acotar una 
precisión al postulado de lo andino idealizado o romantizado: que la visión de El Polen 
sería al final una instancia más de romantización de la “música andina” en tanto esta sería 
ya un constructo romantizado y/o idealizado y/o porque varias referencias de los Pereira 
ya cargaban con esa impronta. Alternativamente, esta visión puede verse como la 
“romantización de la romantización”, es decir, que El Polen produce una romantización 
de “segundo orden” en tanto su proceso creativo y compositivo fundamnetado en la 
ambición y individualidad artística del rock, implica una capa adicional de idealización o 
mitificación que se superpone a la romantización inicial de la música de los andes. 

Ahora bien, considero que este enfoque de la idealización tiene también puntos 
controversiales en tanto el discurso musical de El Polen presenta aspectos que, por decirlo 
menos, atenúan esta idea de una construcción idealizada de lo andino. En esto, la noción 
de las “raíces” resulta de utilidad ya que la romantización quedaría interpelada por las 
formas en que se construye la "raíz andina". En esta discusión la “raíz andina” no sería 
más que la suma de las formas cómo El Polen se acerca a las diferentes expresiones 
musicales “andinas”, así como a los diferentes estilos o géneros que conforman sus 

214 

 



 

 

referencias. Recordemos entonces que los Pereira se aproximaron primero a la “música 
andina” de manera mediatizada. Fue a través de la radio que escucharon estas obras 
“andinas” estilizadas (El Condor Pasa, Virgenes del Sol, etc.) pero también música 
folclórica contemporánea y comercial. Entonces, al margen de que ciertamente tocaban 
huaynos con una instrumentacón particular, ¿no se atenúa de algun modo la idealización 
por el hecho de que los Pereira escuchaban huaynos criollos interpretados por Oscar 
Avilés o Luis Abanto Morales o huaynos como “Quisiera ser Picaflor” o “Mambo de 
Machahuay”? Por otro lado, si bien el espíritu hippie despertó en los Pereira la “fantasía 
inca” que los llevó al Cusco, recordemos que según Juan Luis, la intención era aprender 
a tocar la música y los instrumentos de allá y que la manera cómo interactuaron y 
aprendieron se aproximaba a la tradicional (viendo, preguntando y por transmisión oral). 
Entonces, si idealizar implica una construcción de índole abstracta, perfecta o “teórica”, 
el interesarse por aprender música y instrumentos andinos in situ ¿no sería un modo de 
querer ir más allá de lo meramente ideal o de una primera referencia mediatizada? Esto 
se refleja claramente en el discurso porque, si bien no hay evidencia o testimonio que 
justifique un contacto con música eminentemente campesina o indígena ¿acaso no 
aprendieron piezas del acervo folclórico cusqueño? ¿sería idealizado porque lo aprendido 
era folclor urbano y no rural? Ahora pensemos hasta qué punto no se atenua la 
idealización por la fusión “respetuosa” de El Polen basada en un dominio de géneros 
como el huayno. Al respecto vale preguntarse en qué medida es idealizada una fusión que 
respeta la libertad métrica, las formas, las estructuras melódicas y armónicas del huayno 
o en qué medida es idealizada una interpretación como la de “A las Orillas del Vilcanota”, 
que el mismo De Souza apunta que es “muy fiel a un huyano local (2022, p.46). Sumemos 
a esto, el rol de Alejandro Vivanco; por un lado, su aporte (“Paisaje de Quenas”) ¿no le 
otorga al repertorio una muestra del lado más tradicional de la música andina? De otra 
parte, vale preguntarse si recibir clases de un músico folclórico no es una forma de reducir 
una perspectiva idealista. Para evidenciar esto, basta escuchar la quena en Fuera de la 
Ciudad y advertir el dominio que Raúl Pereira llegaría a tener del intrumento. 

Con estos cuestionamientos se busca plantear en última instancia que el discurso 
musical de El Polen construye una idea de “lo andino” más compleja y variopinta. El 
Polen ciertamente tiene instancias de una concepción idealizada de lo andino en piezas 
que nos remiten a “lo inca” por su cercanía con la estética indigenista e incanista (El Hijo 
del Sol), así como a un mundo andino producto de sus propia visión artística: “telúrco”, 
“orgánico” o “virtual”, no situado histórica o geográficamente y donde ocurre la fantasía 
hippie (La Puna) o en todas los arreglos melódicos y texturales que utilizan que no son 
comunes en los estilos andinos. Sin embargo, desde una dimensión estilistica, El polen 
también tendría el “sonido” de un mundo andino “real” o más “mundano” al valerse de 
piezas folclóricas como los huaynos criollos o los huaynos cusqueños, así como de 
remisiones al estilo de músicos folclóricos u otros estilos andinos (Valicha, A las Orillas 
del Vilcanota, Paisaje de Quenas). Interesante es notar además que algunas piezas se 
encontrarían en una situación liminal (entre lo virtual y lo real) al recurrir a los marcos 
estilísticos de “lo andino” pero con una aproximación más original como en “Mi Cueva” 
o “Concordancia”. 

215 

 



 

 

Por lo expuesto, y para cerrar este punto, se propone ver la construcción de “lo 
andino” en El Polen como un proceso mediado en gran parte en la apertura estilistica, los 
procesos de reciclaje y el eclecticismo que el rock desarrolló a partir de finales de los años 
sesenta. Bajo estas premisas, esta construcción sería en principio un bricolaje de varias 
“músicas andinas” que abarcan un espectro que comprende música folclórica estilizada 
(música incaica, fox incaico), música tradicional mestiza (huaynos criollos, huaynos 
cusqueños urbanos) y música tradicional interpretada en ciudades (los carnavales y 
yaravíes de Alejandro Vivanco)293. Todas estas devienen en base formal y/o en recursos 
estilísticos para la elaboración de piezas y versiones de tratamiento tradicional (Paisaje 
de Quenas, A las Orillas del Vilcanota), versiones y composiciones sofisticadas (Valicha, 
El Hijo del Sol), composiciones “híbridas” (Mi Cueva, Concordancia), tratamientos 
exotistas (La Flor), así como invenciones originales (La Puna). 

De otra parte, este enfoque nos permite postular a su vez que El Polen, como buen 
grupo de fusión, establece un nuevo espacio liminal (un broken middle) (Fellez, 2011) en 
tanto pone en tensión dialéctica estas diferentes formas, expresiones o construcciones de 
“lo andino” en un mismo discurso musical. Esta dialéctica no haría más que mostrar que 
El Polen interpela las lecturas de lo andino al mantenerse entre construcciones totalmente 
idealizadas o romantizadas y aproximaciones más tradicionales. En este esquema, la 
idealización solo sería uno de los polos de un espectro en cuyo otro extremo se ubicaría 
la aproximación “respetuosa” de lo andino. 

3.2.5. El discurso musical, la evocación de un pasado pre colonial y el problema de 
la representación 

El punto que se discute a continuación se relaciona con la construcción de lo 
andino en el discurso musical de El Polen que como se vio, sería mucho más compleja de 
lo que parece. Basado en su perspectiva de lo andino idealizado, que a su vez se debería 
a la influencia de discursos como el indigenismo, De Souza (2022) plantea que la fusión 
en El Polen se evocó a realizar un reconstrucción mitológica – nostálgica de un pasado 
pre colonial a partir de los estereotipos culturales a los que habría tenido acceso un 
rockero miraflorino: 

“ […] se tomó lo andino para la construcción de un discurso idealizado a partir de estereotipos 
culturales provenientes de rockeros miraflorinos de la clase media alta peruana que tocaban 
mayormente en un circuito Miraflorino, Barranquino y universitario. Se realizó una reconstrucción 
mitológica – nostálgica de un pasado pre colonial, como sostiene José Ignacio López” (p.53). 

Un primer punto a advertir es que el autor no especifica a qué estereotipos 
culturales se refiere concretamente, lo que deja campo para cuestionar y especular. Entre 
estos estereotipos se encontrarían tal vez aquellos representados en los instrumentos. 
Ciertamente la quena sería uno de estos por su extensa difusión y su cualidad emblemática 
de lo andino, lo indígena o incluso lo latinoamericano, aquí también estaría la zampoña o 
algunas percusiones. Pero ¿y los demás instrumentos? ¿hasta qué punto la mandolina o el 

293 Esta clasificación esta basada en la propuesta de Ferrier (2020) y para este caso, se usa únicamente con 
un fin ilustrativo, es decir, para dar cuenta de las diferentes fuentes de “lo andino”. 

216 

 

 



 

 

violín son estereotipos? ¿en qué medida la sociedad media alta limeña conocía el extenso 
uso de estos instrumentos en la música de los andes?294 Según lo visto el capítulo anterior, 
Juan Luis se interesó por la mandolina en principio desde el lado del rock, por su carácter 
de instrumento antiguo/medieval más que andino, mientras que el violín vino como un 
instrumento clásico. Por su parte, las percusiones latinas (bongos, congas) ciertamente 
son símbolos convencionales, pero ajenos a “lo andino”. Ahora, ¿será el repertorio algo 
estereotipado? Aquí sí podria decirse que de algun modo el recurrir al huayno era valerse 
del género andino más popular y tal vez solo lo usaron al no conocer otro de manera más 
profunda. ¿y los huaynos cusqueños? ¿son estos más estereotipados que los huaynos 
criollos? ¿es algo estereotípico o creativo “inventarse” un quechua? ¿y corear la palabra 
ayahuasca – en “El Hijo del Sol”? Finalmente, ¿en qué medida la experimentación de El 
Polen con plantas alucinógenas de uso ancestral (Mendívil, 2022) es estereotípico? No se 
busca dar respuesta a estas preguntas sino considerarlas como una forma de observar una 
omisión que debió ser puntualizada. Por otro lado, personalmente veo más elementos 
estereotipados en su estilo de vida hippie (consumo de sustancias, discursos y prácticas 
espirituales, etc.) o incluso el uso de clichés “psicodélicos” en la música como los drones 
y otros sonidos alusivos a “la India”. 

Ahora, un siguiente cuestionamiento es hasta qué punto El Polen reconstruye un 
pasado pre colonial mitificado y nostálgico. Debe recordarse primero que se ha postulado 
que más que una influencia de discursos nacionalistas tradicionales como el indigenismo, 
los grupos de rock fusión en los setentas como El Polen, eran una vanguardia primitiva 
que construía un nuevo indigenismo (Gonzales, 2021) en atención a la agenda identitaria 
con conciencia histórica propia de los jóvenes de la época. En esta, el “pasado remoto” 
era funcional a su experiencia psicodélica presente y no tanto alineada a lo que buscaba 
originalmente un discurso indigenista tradicional. Entonces, no es que no hubo tal 
construcción de una idea de pasado remoto precolombino – Gonzales (2021) muestra que 
eso era lo que buscaban explícitamente Los Jaivas, solo se precisaría que este respondía 
más a los postulados del hipìsmo y la psicodelia donde ideas como la nostalgia psicodélica 
(Reising, 2009) o la mistificación de lo andino son más relevantes. Bajo estas 
perspectivas, este “pasado” no tiene por qué tener un sentido histórico-geográfico, como 
lo tendría en un movimiento que pretende hacer un rescate de lo que supuestamente es el 
pasado de una nación, sino que este tiene un carácter más universal, atemporal, abstracto 
o virtual. Y así como en el mundo anglosajón la India o el Asia fueron llevados a un plano 
metafísico, lo propio se hizo en Latinoamérica con nociones como lo indígena, lo 
precolombino y lo andino. Estos fueron recontextualizados en general, y en el caso de El 
Polen, se diría que se dio un proceso donde fue lo andino lo que se resignificó desde el 
hipismo (p.e. el Cusco en vez de la India, la “psicodelia andina”) y no tanto que el hipismo 
vio en lo andino el factor perfecto para resignificarse (De Souza, 2022, p. 53). 

Más interesante, sin embargo, es ver cómo se traduce todo esto en términos 
estilístico musicales. En principio, podemos decir que lo que sería una sonoridad 
“precolombina” o “pre colonial” no tiene en cierto modo un referente presente claro y por 

294 Romero, al habar de los instrumentos cordófonos y de los conjuntos postcoloniales, da cuenta del amplio 
uso de estos instrumentos en las diferentes músicas y conjuntos musicales de los Andes (2002, p. 33-36). 

217 

 

 



 

 

ende, puede ser reconstruido o evocado de manera más libre y/o menos restringida a 
través de diversas estrategias. Conviene empezar con el caso de Los Jaivas. En su primera 
etapa artística, estos casi no recurrieron a referencias de música nacionalista o popular 
folclórica, sino que recrearon este “pasado remoto” mediante improvisaciones con 
instrumentos indígenas. Se tomaron libertades como el traducir las frases pentáfonas de 
quena y los paralelismos de cuartas y quintas de la tarka a la guitarra eléctrica o el tocar 
este instrumento imaginándolo como un aerófono andino (Gonzales, 2021, p. 165). En 
cuanto a El Polen, es inevitable preguntarse cómo se evoca un pasado precolonial 
recurriendo a huaynos criollos de la radio. A diferencia de la estrategia de Los Jaivas, la 
invocación del “pasado remoto” se haría más difusa ya que sus interpretaciones de 
huaynos, muy cercanas a la forma tradicional, sugieren en menor medida un "sonido del 
pasado" y más bien un “sonido del presente”, de un foclor más reciente y urbano. 
Entonces, habría que distinguir entre la construcción de un “pasado remoto” desde una 
dimensión ideológica y desde una dimensión estilística. Ciertamente la música de El 
Polen se inserta en esta narrativa de invocar este “pasado remoto precolonial” desde un 
plano ideológico (nuevo indigenismo, hipismo), pero estilísticamente estaría mucho más 
cerca de las sonoridades  contemporáneas andinas. Para  entenderlo mejor, el estilo 
intraopus nos es de ayuda. En tanto propuesta ecléctica y de fusión, su discurso musical 
establecería una nueva tensión y un nuevo espectro que oscilaría, esta vez, entre el 
“pasado mitológico” y el folclor “presente”. 

Antes de continuar es de apuntar que si bien se ha mencionado que no existen 
referencias concretas a cómo fue la música procolombina o pre colonial, sí podemos 
presentar algunas pautas que nos darían una idea de que sonoridades serían más propensas 
a evocar lo que podríamos llamar una “estética primitiva”. Al hablar sobre la música en 
la prehistoria, Julio Mendívil menciona de que los primeros cantos, por lo limitado de su 
ámbito melódico, eran cercanos al lenguaje hablado295. Con esta referencia pensemos si 
el canto en quechua inventado que aparece en “La Flor” [LFC], más allá de sus 
connotaciones místicas, no construiría, aunquesea sutilmente, una alusión a uno de estos 
cantos. La sensación podría potenciarse por el hecho de que este aparece casi en solitario 
– por el contraste de densidad textural principlamente, acompañado sobretodo por un 
instrumento muy asociado a los pueblos pre hispánicos como lo es la quena. De esto 
último se desprende la segunda pauta, entre los instrumentos reconocidos como 
prehispánicos se encuentran aerófonos como la quena y la flauta de pan e idiófonos como 
la tinya (Romero, 2022, p. 25) y de hecho, la música más tradicional o autóctona 
campesina, aquella “interpretada por aymaras y quechuas respetando los cánones 
tradicionales (transmitidos oralmente por sus antepasados)” (Ferrier, 2020, p.66), se 
compone únicamente de vientos y percusión296. Entonces, un arreglo a base de estos 
instrumentos, al margen del desarrollo sintáctico, bien podría construir auralmente esta 

295(Mendívil, s.f.). https://iescapayanch-cat.infd.edu.ar/sitio/wp-content/uploads/2020/04/EL-ORIGEN- 
DE-LA-MUSICA.pdf 
296 Se aclara que no se pretende sugerir que esta música es, en términos comparativos, más primitiva que 
otras ya que es una expresión musical tan actual como lo son todas las demás. Para esta discusión, me valgo 
únicamente de la idea de los autores de que esta música es la que más conservaría las prácticas de los 
antiguos peruanos. 

218 

 

 



 

 

idea de lo remoto y precolonial. Así, “La Puna” es una pieza que presenta estas 
características al  usar solo  quenas, zampoña  y bombo.  Además, su  arreglo  parece 
corresponder con la descripción que Ferrier (2020) hace de la música tradicional 
campesina: “Es una música fundamentalmente horizontal, basada en la melodía, a veces 
hasta monódica, con poco contenido armónico que puede incluir armonizaciones en 
quintas paralelas” (p. 66). No está de más decir que a esta descripción corresponde 
también “Paisaje de Quenas”. Ahora, existen además otros dos momentos puntuales en 
todo el repertorio donde El Polen construye un arreglo unicamente a base de aerófonos y 
percusión. Es interesante ver cómo un huayno popular urbano de los años cuarenta como 
“Valicha” evocaría esta “estética primitiva” en la sección [VLC(a)]. Esta ya alude una 
“chunchada” de la amazonía (para El Polen) o bien a una “danza cusqueña” (según lo 
interpretado por el músico Rubén Concha). No obstante, por sus características, le 
podemos sumar esta connotación de lo pre colonial, al igual que a la sección [HSE] en 
“El Hijo del Sol”, donde también las quenas y las percusiones se quedan solas. 

De otra parte, el caso del "El Hijo del Sol" es interesante porque sería la única 
pieza que nos remitiría a un pasado remoto “histórico” por aproximarse por momentos a 
la estética de la “música incaica”. Aunque queda claro que esto es solo de modo simbólico 
y en términos netamente estilísticos ya que esta estética incanista es una estilización, una 
fasificación folclórica de principios del siglo XX que El Polen recibiría a través de sus 
referencias. En tal sentido, “El Hijo del Sol” no sería más que una recontextualización de 
dicha estética desde los parámetros de lo progresivo y lo psicodélico. 

Del otro extremo tenemos todas las referencias a los huaynos criollos en temas 
como “Concordancia”, el mismo “Valicha” en su mayor parte, “El Hijo del Sol” – 
exceptuando su parte “incaica” y el caso más relevante, "A las orillas del Vilcanota", la 
menos "remota", ya que se alinea a las convenciones sonoras de un huayno 
contemporáneo. Al escuchar esta última, no se puede dejar de poner en duda si este 
huayno nos evoca el “pasado pre colonial” o más bien el presente mismo de la música 
folclórica local. Por último, en contraste con lo fácil que puede ser evocar una “estética 
primitiva” o “pre colonial” recurriendo a quenas, zampoñas, bombos y/o melodías 
monódicas sin armonía, obtener la misma sensación con instrumentos como el arpa, el 
violín o la mandolina sería más dificil dado que ninguno de estos fue utilizado por los 
antiguos peruanos siendo introducidos por los españoles durante el período colonial 
(Romero, 2002, p. 33). El “pasado mitológico” se hace incluso más difuso si estos 
instrumentos son tratados con arreglos sofisticados que más bien buscarían evocar 
tradiciones más cercanas a la música clásica. 

En síntesis, si el Polen, al igual que otros, pretendía evocar un pasado pre colonial, 
irónicamente su estrategia no fue solamente hacer reconstrucciones imaginadas - 
ciertamente alusivas, sino recurrir además a sonoridades contemporáneas y urbanas que 
incluso trataría de manera conservadora y convencional. Y en todo caso, esta 
reconstrucción no correspondería a un alineamiento con discursos nacionalistas 
tradicionales, sino al contexto de la contracultura de la vanguardia primitiva, del rock con 
raíces y a la mirada modernista de hacer dialogar lo tradicional con lo moderno o lo local 
con lo cosmopolita. 

219 

 



 

 

Ahora, De Souza (2022) le atribuye a El Polen un discurso homogeneizador de lo 
andino en lo cusqueño el cual tendría como influencia los postulados de la corriente 
musical del latinoamericanismo. El autor da a entender que entre El Polen y dicha 
corriente habrían características similares aparte de esta pretensión homogeneizadora 
señalando a continuación sobre el latinoamericanismo que: 

“esta supuesta música andina no ha sido ni andina ni en su práctica ni en su concepción, 
produciendo incluso la marginalización de los propios sectores indígenas de los imaginarios 
nacionales y cosmopolitas de lo andino [y que] se formó sobre la base de sucesivas construcciones 
exógenas que han sustituido a los sujetos y prácticas que pretende representar” (González, 2017, 
en De Souza, 2022, p. 54, las cursivas son mías). 

Sin embargo, luego el autor no precisa cómo esto se aplica al caso de El Polen, lo 
cual permite pensar que, aparte de la homogeneización, De Souza sugiere que El Polen 
habría pretendido sustituir a los sujetos y las prácticas andinas al igual que el 
latinoamericanismo. ¿Hasta qué punto se sostiene esto? De asumirlo cierto, sería algo 
problemático ya que se estaría extrapolando las agendas del latinoamericanismo a los 
grupos de rock fusión. Es decir, el caso del latinoamericanismo es comprensible ya que 
esa música efectivamente no es andina, pero sí buscaba ser reconocida como tal y terminó 
representando lo andino a nivel local como extranjero. Sin embargo, no es tan seguro 
alegar lo mismo en el caso del rock fusión. Es cierto que El Polen pensó su música en 
principio para un circuito no andino como indica De Souza, pero eso no significa 
necesariamente que tenía la intención de representar lo andino y mucho menos de hacer 
música andina ya que lo suyo era “mostrar que se puede hacer música moderna con 
instrumentos folclóricos”. Al menos desde lo que se alcanzó a ver en esta investigación, 
no hay testimonio de Juan Luis Pereira donde dé a entender que El Polen tuviera una 
agenda representativa. Más bien, la apertura estilistica y el bricolaje rock 
decontextualizaron lo andino y lo resignificaron para las agendas propias de los rockeros 
eximiéndose así de adoptar las implicancias o agendas sociopoliticas de otras corrientes 
artísticas contemporáneas o de lo andino en su contexto original. 

Ahora, si desde la poética no habría una intención representativa, desde la 
recepción la situación puede ser algo diferente. Aunque no se cuenta ciertamente con la 
evidencia empírica suficiente para asegurar lo que las audiencias de El Polen en los 
setenta pensaban de su música, es posible argumentar en base a que Juan Luis Pereira 
manifiesta que el público reconocía abiertamente que estaban utilizando el folclor sin que 
ello implicara necesariamente ver a El Polen como un grupo folclórico. Asimismo, en el 
capítulo 2 se ha visto también que las demás propuestas de rock veían a El Polen como 
algo fuera de lo común o poco convencional, más que como una propuesta que intentara 
“folclorizarse”. Considero que es razonable pensar esto ya que para los setentas, la música 
folclórica y andina ya se habría difundido en la sociedad limeña al punto que esta sería 
ya capaz de reconocer al menos entre estilizaciones pasadas, folclor contemporáneo y 
grupos de rock que incorporaban elementos locales. Finalmente, donde El Polen podría 
haber sido percibido como representantes de lo andino sería durante su estancia en Europa 
en 1973 porque el repertorio que tocaron no era el que se encontraba en los discos, sino 
uno conformado únicamente por temas folclóricos. Entonces, como se vio en el capítulo 
2,  lo  que  hizo  El  Polen  en  Europa  fue  adaptarse  a  las  circunstancias  (sobrevivir) 

220 

 



 

 

regresando a su práctica inicial de tocar covers y adaptando su formato instrumental – y 
su  atuendo  - a  uno  que  sí  se  aproxima  más  al  de  los  conjuntos  de  música 
latinoamericana297. Se apunta que en este caso la representatividad se daría desde la 
recepción y por el contexto ya que, en medio del auge de la falsificación folclórica 
“europea” de los sesentas y setentas, es más que probable que los europeos hayan tomado 
a El Polen como un grupo latinoamericano más. 

En síntesis, respecto al vínculo entre el latinoamericanismo y El Polen, el acto de 
representar al sujeto y/o la cultura andina no parece haber sido en principio parte de la 
intención del grupo, y más posible que este haya sido atribuído a su discurso bajo ciertas 
circunstancias. Asimismo, sale a tallar el hecho de que un grupo como El Polen estaba 
más influído por los discursos del rock, la contracultura y/o el hipismo que por otras 
ideologías. Así entonces, desde la lógica de la libertad individual y creativa, El Polen 
estaría más preocupado en representarse a sí mismo más que a otros grupos sociales. 

3.2.6. El discurso musical y la noción de “rock andino” 

Finalmente, resulta relevante relacionar el discurso estilístico musical con la noción 
de “rock andino” en tanto se ha considerado a El Polen como arquetipo de esta categoría 
(Mendívil, 2022, p. 242) y como un grupo que, junto a Los Jaivas, habría “patentado” (p. 
249) lo que parece ser un tipo de música. 

Para abordar esto, es necesario determinar previamente una referencia de base 
respecto a esta noción de “rock andino” y para ello, se considera un artículo que titula “la 
evolución del rock andino”298. En este, el término se toma al parecer de manera indistinta 
al de “fusión rock-andina” ya que el mismo es abandonado desde el inicio ya que no se 
usa para referirse a El Polen, el cual es descrito más bien como “una de las primeras 
propuestas que fusiona los elementos de la música latinoamericana con el rock”. Señala 
luego que en los ochenta, el grupo Del Pueblo del Barrio fusionaría “el rock, con 
elementos de la música andina y la afroperuana [incluyendo] instrumentos como la 
zampoña, quena, charango y cajón peruano”. También señala que este grupo se daría 
cuenta que esta mezcla “refrescaba la pauta rockera del Perú” y que la fusión intercultural 
(entiéndase la fusión rock-andina) se convirtiría “en un sub género musical “nacional” 
que tendría la misión de ser un portavoz de las manifestaciones culturales del pueblo 
peruano en ese entonces”. Este punto no solo refuerza la equivalencia entre “rock andino” 
y “fusión rock-andina”, sino sugiere que, bajo ciertas circunstancias, estos podrian 
concebirse como un sub género del rock peruano. El artículo continua refiriendose a la 

297 Existe una fotografía que muestra a Juan Luis y Raúl Pereira, Puro Fuentes y Fernando Silva (los 4 del 
grupo que fueron a Europa) con el atuendo latinoamericano. De Souza (2022) usa esta fotografía para 
sustentar la relación de El Polen con el latinoamericanismo aunque no la contextualiza. Según lo consignado 
en las redes sociales, la foto fue tomada en Estocolmo en 1973, en la inauguración de la exposición del 
pintor cusqueño Alberto Quintanilla, es decir, durante su estancia en Europa. Esto contrasta con otras fotos 
del grupo en sus presentaciones en Lima donde visualmente su estética es mas hippie, lo que reforzaría la 
idea de que el acercamiento a la estética latinoamericanista fue circunstancial. De todas formas, sería 
interesante un estudio más detallado de la estética visual de El Polen y del rock peruano en general. La foto 
se puede ver en: https://www.facebook.com/photo/?fbid=807758747411961&set=a.369845904536583 
298 Diario Jornada (2021, 28 de Julio). 

221 

 

 

http://www.facebook.com/photo/?fbid=807758747411961&set=a.369845904536583


 

 

banda Uschpa, quienes en los años noventa incorporarían elementos como la danza de 
tijeras, el violín, el arpa y el waqrapuku, conectarían el rock y blues con el huayno y el 
qarawi y “buscarían en sus letras revalorar el ande peruano con melodías foráneas”. Hacia 
el final, el artículo menciona que la fusión de “el carnaval, arasakaska, huayno, pasacalle 
y qarawi con las melodías del rock, metal y blues” en propuestas más actuales como 
Cholopower o Bluestuta “da a los fanáticos gran variedad de mezclas, que alimentan su 
alma rockera y al mismo tiempo logra que renazca su identidad cultural ayacuchana”. 

Lo expuesto nos da pie ahora para discutir que implica un término como el de 
“rock andino” desde una dimensión estética y estilística. Para ello recurrimos a dos 
categorías expuestas en este trabajo: género y estilo. 

En el capítulo 1 se ha visto que el género musical se define desde aspectos y reglas 
tanto musicales como de índole cultural, social, económica, etc. (Fabbri, 1981) y que está 
ligado a valores culturales, rituales o territorios y que buscaría incluso la reproducción de 
una ideología (More, 2001, p.438). Desde esta definición, el “rock andino” - o “fusión 
rock-andina” si se quiere, podría considerarse un género musical, o en todo caso, un sub 
género puesto que a lo largo de la historia del rock en el Perú, este parece haber estado 
asociado a la consolidación de un pensamiento y/o de una función social que implica 
aspectos como “ser portavoz de la cultura peruana”, “revalorar el ande peruano mediante 
elementos foráneos”, alimentar el “alma rockera”, “hacer renacer” la identidad o incluso 
“refrescar” el rock peruano mismo. Si consideramos estos puntos como mediadores de la 
comunicación entre bandas y audiencias que consumen “rock andino”, estaríamos 
hablando de un género musical con reglas sociales y expectativas de cierto modo 
definidas. Ahora, considerando un enfoque jerárquico desde el cual inscribirse en un 
determinado género implica comunmente adoptar los marcos estilísticos de dicho género 
(Braae, 2020, p. 232), tocaría determinar marcos estilístico musicales que definirían el 
“rock andino”. Y es en este punto que se trae a la discusión el discurso estilístico de El 
Polen en tanto su propuesta ecléctica, así como su fusión multiestratégica, mostrarían más 
bien que no habría una única forma de hacer “rock andino”, o un marco estilístico que 
califique como las reglas musicales del “rock andino” como género, ya que 
estilísticamente, este se vale de recursos diversos: desde tocar un huayno con la fuerza 
del rock, componer un huayno y sumarle un interludio, hacer un arreglo experimental con 
quenas y zampoñas, yuxtaponer riffs sobre melodías de quena, hasta usar la quena 
únicamente como un “color”, o la mandolina como guitarra solista. Asimimso, el discurso 
de El Polen se diferencia en términos estilísticos de otras propuesta consideradas también 
como “rock andino” como Del Pueblo del Barrio, Uschpa, Cholopower – o Los Jaivas. 
Esto proporciona un mayor grado de variedad y hace más difícil considerar la posibilidad 
de un marco estilístico definido. Asimismo, si bien usar instrumentos locales o juntar el 
rock con otras músicas peruanas son rasgos que todas estas propuestas parecen compartir, 
la flexibilidad y amplitud que denotan los mismos sugiere pocan cohesión a nivel 
estilístico en el caso de un género como el “rock andino”. Esto a su vez incita a ver dichos 
rasgos como mecanismos o estrategias más propios de la fusión musical en tanto proceso 
creativo, o alternativamente, como condiciones o requisitos para que una propuesta sea 
considerada “de fusión”. 

222 

 



 

 

Así entonces, en base a lo expuesto, estaríamos frente a un estado de independencia del 
concepto de estilo respecto al de género en el caso del “rock andino”. Esto implica 
entender este término como una categoría de género, pero con la salvedad de que este 
carecería de un marco estilístico lo suficientemente delimitado – un género sin estilo, en 
términos simples (Braae, 2020, p. 233). 

Por otro lado, esta configuración no resultaría problemática con las funciones de 
carácter social previamente determinadas para el rock andino, ni con la idea de “ser fuente 
de inspiración para la fusión musical moderna” (Mendívil, 2022, p. 249), una función que 
El Polen habría artuculado particularmente al abrazar - o patentar - el “rock andino”. Esto 
se refuerza recordando el carácter pionero de El Polen y el hecho que la mayoría de 
bandas mencionadas en el artículo referido ciertamente tendrían a este como una 
referencia relevante, aunque estrictamente no lo “copiarían” en términos estilísticos. Se 
díria además que esta “inspiración” que El Polen simboliza para otras bandas, se traduce 
más bien en la idea de que el contacto entre el rock con lo local no concibe en realidad 
parámetros musicales necesariamente delimitados. Así entonces, del mismo modo cómo 
El Polen abordó este proceso en los años setenta, cada propuesta que vendría después 
determinaría sus propias pautas  estilísticas, emplearía géneros,  instrumentos y 
establecería posturas (transgresoras o conservadoras, convencionales u originales) de 
acuerdo a sus decisiones y en relación a las circuntancias en las cuales les tocaría hacer 
música. 

Todo lo expuesto nos lleva considerar finalmente que el término “rock andino”, 
más que un género, es una referencia a una música que no habría superado un estado 
inicial de proceso de fusión o transición. Nuevamente, tanto la diversidad estilística 
presente en El Polen, así como en otras propuestas, sugieren pensar el “rock andino” como 
un proceso de contacto más que como un híbrido musical con identidad, escuela o escena 
propia (Steingress, 2004). Esto contribuye a entender por qué el término es abandonado 
y reemplazado rápidamente por el de fusión rock-andino, así como a justificar que sería 
más bien este término, y no el de “rock andino”, el que representaría de mejor modo la 
naturaleza dialéctica, liminal y de tensión de un proceso que grupos pioneros como El 
Polen – y otros que estuvieron antes – pondrían en marcha allá por los años sesenta y que 
no ha parado hasta el día de hoy. 

223 

 



 

 

CONCLUSIONES 

El discurso estilístico de El Polen de principios de la década de los setentas se 
construye como una manifestación local del rock, entendido para esa época, como un 
movimiento musical y cultural complejo y basado en tendencias de experimentación, 
eclecticismo y apertura estilística. En tal sentido, debe entenderse como un “experimento” 
propio de su tiempo y/o como una propuesta musical fuertemente conectada con las 
mentalidades del rock de su época. Su comportamiento estilístico se fundamenta en los 
diferentes capitales disponibles al pertenecer a un círculo social privilegiado de la 
sociedad peruana y por otro lado, en premisas pre compositivas que comprenden en 
principio la meta estética de construir explícitamente una propuesta de fusión que 
considere las influencias y referencias musicales personales, así como una relación 
intercultural entre varios músicos, artistas y agentes. Asimismo, su comportamiento 
implicó la adaptación a nuevos repertorios, contextos y espacios durante una primera 
etapa formativa que comprendía la práctica de hacer covers de temas foráneos y 
folclóricos locales y la experimentación con distintas formaciones y formatos 
instrumentales. Esta práctica trascendió su etapa formativa, estando presente a lo largo de 
su ejercicio artístico e incluso hacia el final de su primera etapa en el año de 1973. Como 
parte de su construcción, incurrieron en un sincretismo metodológico donde se recurrió 
no solo a esta práctica del cover, sino a las composiciones, arreglos, herramientas de 
composición como partituras “criollas”, recursos de estudio como los montajes y los 
sampleos, así como a identificar y aprovechar circunstancias durante el proceso creativo 
que devinieron en decisiones de índole “experimental”. Así también, tomaron una actitud 
virtuosa al considerar proyección profesional, proceder con cierto nivel de organización, 
asignación de roles, intención de aprendizaje y dominio de diferentes expresiones e 
instrumentos musicales, pericia en la ejecución e interrelación con diferentes músicos de 
diferentes niveles de proficiencia musical. 

Respecto a la construcción de lo progresivo, el discurso de El Polen involucra 
varias capas conceptuales. Comprende en principio las metas estéticas de ver la música 
misma como un concepto basado en la integración de las “raíces”, el descubrimiento del 
campo por jóvenes hippies mediante la cultura del viaje y la relación entre un compromiso 
de entrega por parte del grupo y la valoración principalmente estética de la música, una 
relación que trasciende hasta hoy en día. Por otro lado, lo conceptual se nutre de la 
relación intertextual con la película Cholo (1972) y del soporte visual producido para el 
disco Fuera de la Ciudad (1973). Por su parte, la lírica en general se compone de 
narrativas típicas asociadas a la psicodelia como lo pastoral, la fantasía o la espiritualidad, 
aunque el mensaje adopta un enfoque mayormente individualista más que social. 
Finalmente, la música no se ajusta a la idea de construir una narrativa basada en una 
continuidad musical o sonora al construirse a partir de composiciones discretas. 

A nivel de formas musicales, El Polen presenta una aproximación a “lo clásico” 
poco ortodoxa, recurriendo más a formas seccionadas, extendidas y a base de adición de 

224 

 



 

 

secciones que a la construcción de un sentido de monumentalidad mediante el préstamo 
de “grandes” formas de la música académica. Por otro lado, aspectos como la armonía, la 
métrica y la temporalidad no definen tendencias estilísticas dominantes. La armonía no 
es un aspecto sometido a sofisticación, se hace un uso convencional del sistema modal 
basado en triadas característico del rock en piezas estilísticamente más próximas a este y 
de convenciones armónicas del huayno y la marinera en sus composiciones de base andina 
y sus versiones, siendo escasos los momentos donde se transgreden estas configuraciones. 
La métrica se manifiesta principalmente en combinaciones entre esquemas regulares 
basados en 4/4 e hipermetría de base 4, con otros irregulares, tanto a nivel de secciones 
formales como de construcciones menores como los fraseos melódicos. No obstante, se 
construye una compatibilidad entre la irregularidad métrica buscada desde lo progresivo 
y aquella característica de géneros andinos como el huayno, así como una sensación de 
flexibilidad métrico-rítmica en secciones con un desarrollo melódico de carácter 
espontáneo e irregular que se tensiona con bases o acompañamientos de mayor 
repetitividad y definición rítmica. La narrativa o temporalidad es diversa, presenta 
esquemas discursivos de desarrollo dirigido principalmente mediante material melódico 
de tipo periódico, así como otros de tipo híbrido que de un lado, combinan material 
discursivo yuxtapuesto con construcciones mas verticales y cíclicas basadas en riffs, 
vamps y módulos armónicos cortos y por otro, recurren a estrategias de secuenciación de 
secciones con diferentes construcciones de temporalidad, así como a repeticiones de 
secciones completas sin mayor variación que articulan una sensación de verticalidad. 

El discurso de El Polen es multiestratégico en la construcción del virtuosismo, la 
experimentación y la improvisación. Existen pasajes de virtuosismo de ejecución, así 
como de tipo formal en ciertas piezas por sus grandes proporciones, mientras que ni la 
armonía o la métrica presentan un tratamiento que califique como virtuoso. La ejecución 
instrumental muestra un tratamiento más convencional que experimental siendo escaso el 
uso de técnicas extendidas y exploraciones tímbricas que vayan más allá de la estrategia 
convencional de incorporar instrumentos atípicos al rock. Se recurre a un “enfoque 
experimental” que privilegia los recursos por sobre el resultado al manipular y 
transformar formas folclóricas convencionales y al usar material – principalmente 
folclórico - de manera libre y ajena a todo marco estilístico. Así también, se encuentran 
presentes la alusión a estéticas y sonoridades “experimentales” como el avant garde o la 
“música experimental” - más convencionales en el progresivo, y el enfoque de bricolaje 
que re contextualiza material diverso dentro de un esquema de rock y contracultura. En 
cuanto a la improvisación, esta se establece mayormente como recurso composicional 
manifestándose puntualmente desde la ejecución instrumental en algunos pasajes solistas 
y en ciertos desarrollos de instrumentos o secciones rítmicas que connotan espontaneidad. 

La tendencia de lo progresivo por un tratamiento sofisticado y variado de la textura 
musical constituye para el caso de El Polen un rasgo determinante de su lenguaje 
particular. El Polen articula en general una textura híbrida compuesta de un entramado 
melódico-textural complejo y variado sobre un acompañamiento cordal. La sofisticación 
y variedad textural deviene una estrategia compositiva transversal a todo el repertorio y 
se  manifiesta  mayormente  en  el  plano  melódico  presentando  variedad  de  tejidos 

225 

 



 

 

fundamentados en una intención contrapuntística y polifónica que implica independencia 
y diálogo de voces, así como la armonización, intercambio de roles instrumentales, 
alternancias y acumulación. Sumada a esta estrategia composicional, el lenguaje 
particular de El Polen se caracteriza por su tendencia a lo que se ha definido como 
clasicismo, es decir, un enfoque que prioriza la composición de piezas mayormente a base 
de arreglos por sobre esquemas de improvisación o procesos de índole experimental. Bajo 
este enfoque, su discurso califica como una música de integración que acerca 
estéticamente lo local a lo global al tratar instrumentos folclóricos con técnicas 
composicionales comúnmente asociadas con la música académica. Los factores que 
soportan tanto la sofisticación melódico textural como el clasicismo son la aproximación 
ecléctica que se manifiesta en la combinación a modo de orquesta de varios instrumentos 
melódicos como la quena, el violín, el violonchelo y la mandolina, así como en la reunión 
de varios estilos y géneros que aportan sus propias texturas y funciones melódicas. Así 
también, estos rasgos propios del idioma se sustentan en aspectos como la relevancia que 
la música clásica tuvo en los miembros del grupo, su actitud virtuosa y dedicación por el 
aprendizaje y los ensayos, su enfoque de trabajo y presentaciones en vivo donde 
predominaba la idea de la canción “hecha” y no la sesión de improvisación, así como una 
relación con la audiencia mediada por la valoración de lo estrictamente musical. 
Finalmente, debido al hecho de que la sofisticación textural y el clasicismo son rasgos del 
discurso musical a nivel de idioma, ello coloca al eclecticismo, la experimentación y la 
improvisación, así como a las cuestiones armónicas, de métrica y de temporalidad en el 
dominio del dialecto en tanto su función dentro del discurso es mantener la conexión con 
las corrientes mas amplias del rock en general. 

Por su lado, la psicodelia se construye en sentido histórico como experiencia 
plasmada en principio en el consumo de sustancias por parte de los miembros de El Polen 
a partir de finales de los sesentas, llegando a ser incluso catalizador de la fundación misma 
de la propuesta y motor de la exploración y libertad creativa. A esto se suma la adopción 
de diferentes prácticas convencionales asociadas a la cultura psicodélica de masas de la 
época. Asimismo, durante la época es posible que la música de El Polen fuera percibida 
como portadora de una intención de incitar a la experiencia o asociarse a esta al estar 
inmersa en un contexto espacio temporal propio de la contracultura. Debido a esta 
asociación contextual, se da un proceso de mistificación de lo andino donde la música 
folclórica interpretada por El Polen, así como el tratamiento que el grupo hace del material 
folclórico en general en sus composiciones, adquieren connotaciones psicodélicas, 
aunque además de ello, existen piezas que utilizan material andino cuya composición 
contiene mayor grado de intención y afecto formal respecto a esta estética. 

El Polen se constituye también en una manifestación local del folk psicodélico de 
fines de los sesenta. Los rasgos que justifican esto a nivel estilístico son principalmente 
la instrumentación acústica y el uso de instrumentos folclóricos diversos que exceden los 
meramente andinos. Sin embargo, a diferencia de otras propuestas europeas, el discurso 
de El Polen se mantiene enmarcado en esquema más propio del rock que del folk al no 
recurrir al desarrollo del verso libre o a una adecuación rítmica de lo instrumental a lo 
vocal, siendo escasos los momentos donde esto ocurre. 

226 

 



 

 

Desde la instrumentación acústica se construyen también aspectos como la 
nostalgia psicodélica y la arqueología musical desde donde se articula la evocación de 
lugares y pasados remotos, universales, abstractos y utópicos, así como las nociones de 
la naturaleza, lo pastoral, lo campestre y lo bucólico. Estas últimas connotaciones están 
muy presentes en las valoraciones actuales sobre la música de El Polen de los años 
setenta. Estas valoraciones muestran a su vez la construcción de la psicodelia desde la 
recepción ya que se vale de estas connotaciones y se asocia incluso a un supuesto carácter 
o “poder” telúrico de lo andino y lo incaico que la música del grupo parece evocar de 
manera simbólica. 

El discurso de El Polen también construye la psicodelia como estilo, aunque sin 
presentar tendencias o estratégias compositivas en particular, sino más bien una gama 
variada de recursos prototópicos que hoy en día apuntan a la estética del rock y folk 
psicodélicos de los años sesenta. Estas comprenden campos tópicos que caracterizan y 
ponen en contraste las diferentes secciones de las piezas, secciones de carácter 
improvisatorio y aleatorio y momentos que califican como formas continuas por su 
carácter de imprevisibilidad, irregularidad y cambio constante. Se construyen además 
evocaciones a la plasticidad temporal mediante la transformación continua en ciertas 
piezas, mientras que en otras son predominantes los cambios de tempo, métrica, 
acelerandos, retardandos y pausas abruptas. Además, nociones “típicas” de lo psicodélico 
como la atemporalidad, el hipnotismo, misticismo, misterio, revelación y/o espiritualidad 
se evocan mediante técnicas como los bucles y los drones materializados a su vez en 
estructuras monocordales, notas sostenidas y repetición musemática de motivos. Otras 
piezas evocan la alternancia entre estados temporales reales y atemporales ficticios 
mediante la alternancia entre secciones de improvisación y otras más arregladas o que re 
exponen el material melódico principal, así como a través de contrastes entre secciones 
con textutras altamente diferenciadas. Finalmente, debido a su escasez como recursos en 
la composición, otros recursos como los ecos, reverbs, efectos sonoros, voces, así como 
progresiones armónicas, fraseos y motivos poco convencionales y/o disonantes quedan 
como aspectos más ornamentales en la construcción de la psicodelia como estilo. 

En cuanto a la fusión musical, ésta se fundamenta a nivel de comportamiento en 
la intersección entre las influencias y el bagaje cultural musical de los hermanos Pereira 
en tanto sujetos fusionados y el ambiente de interculturalidad que representó el grupo al 
reunir diferentes músicos provenientes de contextos musicales diversos. Este encuentro 
intercultural funcionaría también como reflejo de los valores hippies de comunidad y 
unión y el enfoque constelatorio de lo progresivo. 

Como proceso creativo, la fusión musical en el discurso estilístico de El Polen se 
articula de manera multiestratégica. Elementos estilísticos propios del rock, diferentes 
estilos andinos, la marinera y el festejo afroperuano se articulan mayormente desde una 
dimensión morfosintáctica, mientras otras corrientes musicales se articulan desde una 
dimensión más semiótica al ser evocados a través de los timbres como lo latino, lo clásico 
o lo folk, aunque esta configuración no es absoluta. Se presentan tambien varios procesos, 
algunos más sistemáticos por estar basados en la manipulación y transformación con alto 
grado de conocimiento de los marcos estilísticos, así como otros más exotistas donde se 

227 

 



 

 

usa un estilo de base y otros de función más ornamental. Esta última dimensión se 
construye dada la función tópica que tendrian ciertos instrumentos y sonoridades por 
encontrarse fuera de su contexto original en el marco de ciertas piezas. El repertorio 
muestra además enfoques de transición donde se pasa de una configuración evocativa de 
un estilo hacia otra diferente, así como esquemas hibridos donde se yuxtaponen los 
esquemas previos o donde no existe un enfoque predominante sino más bien un equilibrio 
entre los diversos estilos y procesos de contacto involucrados. 

La fusión musical en El Polen se enriquece y complejiza debido a una dimensión 
semiótica la cual complementa una construcción de enfoque estrictamente 
morfosintáctico. Ciertas piezas se establecen como un nodo intertextual al integrar la 
recepción en el proceso de construcción de la fusión donde varios recursos y elementos 
formales activan ciertas asociaciones con muchos más estilos o áreas musicales que los 
que se habrían concebido originalmente. Además, son identificadas alusiones y citas a 
otras piezas y estilos específicos de artistas que influenciaron estilísticamente a El Polen. 

El discurso de El Polen presenta a su vez ciertas tendencias respecto a la fusión. Existe 
una transición de una fusión basada en el eclecticismo en el primer disco Cholo hacia una 
de base más sistemática que caracterizaría el segundo disco Fuera de la Ciudad. La fusión 
como eclecticismo se basa en la concepción de los hermanos Pereira de la fusión como la 
reunión y la interpretación de varios géneros en una sola propuesta. Esta visión se plasma 
en el primer disco y se refuerza al ser resultado de la intervención de más agentes que 
solo los hermanos Pereira, de ahí que el disco presente temas anglosajones ortodoxos y 
fusionados, versiones de huaynos estilizados, temas andinos tradicionales y piezas 
experimentales. El segundo disco muestra por su lado un esquema de fusión donde lo 
andino se opera desde un enfoque sistemático, debido al mayor dominio de los elementos 
formales, mientras el componente rock se manifiesta desde una dimensión performática. 
Si bien es más homogéneo y no tan ecléctico por la salida de varios integrantes, el segundo 
disco construye sus propias estrategias de variedad manteniendo una “base andina” al 
contener huaynos tradicionales, composiciones basadas en el huayno, piezas de estética 
incanista o de música “incaica” hibridizada con huayno, elementos andinos en marcos 
experimentales y temas de folk rock-andino. 

La fusión presenta también un enfoque “respetuoso” de lo andino fundamentado en 
un proceso complejo de construcción de las “raíces andinas” basado a su vez en un 
sincretismo metodológico. Este proceso comprende el gusto, el interés y una exposicion 
incial de los Pereira a la variedad de la música andina y folclórica en general desde casa 
y mediatizada por la radio, luego el aprendizaje de diversos temas folclóricos en su etapa 
formativa, el aprendizaje de nuevos repertorios e instrumentos a través de los viajes y el 
contacto con expresiones musicales locales, así como mediante la tutoría con músicos 
folclóricos como Alejandro Vivanco. El discurso musical refleja esta construcción en 
composiciones donde se aplican de manera convencional los marcos estilísticos del 
huayno, así como por la incorporación de piezas tradicionales en el primer disco y por 
intepretaciones de versiones de huaynos muy fieles a la forma tradicional en el segundo. 
Esta configuración muestra que El Polen sí buscó de cierto modo acercarse a la tradición, 
proceso que queda representado en este “conservadurismo” de lo andino. 

228 

 



 

 

Por su parte, “lo rock” responde a la perspectiva constelatoria del progresivo al 
manifestarse, sin jerarquía aparente, como género de base, en elementos puntuales en 
interacción con otros marcos estilísticos, de manera tópica o simbólica y desde una 
dimensión performativa. Así también, actúa como contrapeso al enfoque “respetuoso” 
por lo local y como una fuerza “original”, creativa, dinámica e interpeladora de los marcos 
musicales involucrados en la fusión. Más que tomar los marcos estilísticos del rock previo 
a la era psicodélica como una “matriz”, el discurso de El Polen los utiliza como un recurso 
más dentro de la fusión, conservando algunos aspectos e interpelando otros. Los 
compases y métricas “típicas” basadas en 4 no son dominantes, sino coexisten con la 
métrica irregular característica de géneros andinos como el huayno. La formación 
instrumental ad hoc de El Polen conserva los roles distintivos de la guitarra (solista y 
rítmica) y descarta al mismo tiempo la sección rítmica convencional de batería y bajo y 
la sonoridad eléctrica; esta configuración, sumada a la integración de instrumentos 
folclóricos con roles más allá de lo meramente ornamental, interpela en última instancia 
del formato tradicional convencional de una “banda de rock”. Finalmente, el discurso de 
El Polen, evidencia el rol fundamental de la dimensión performática en la fusión en tanto 
implica primordialmente el tocar otras músicas con el “espíritu fuerte, guerrero y 
agresivo” que caracteriza a una interpretación de rock. 

Respecto a los vínculos que se pueden establecer entre el discurso estilístico, su 
contexto socio histórico local y las interpretaciones que la literatura ha hecho sobre El 
Polen se tiene en primer lugar que, a pesar del distanciamiento que tanto El Polen y la 
historiografía del rock peruano parecen establecer entre su propuesta y las primeras 
fusiones del rock con lo local, en el discurso musical se evidencia un continuismo de 
varias prácticas iniciadas ya desde finales de los cincuenta e inicios de los sesenta como 
el cover, el uso del inglés y las protofusiones - entendidas como versiones locales de 
géneros foráneos y composición con enfoque exotista - solo que enmarcadas en un 
contexto estético estilístico afín a las corrientes del rock progresivo y psicodélico. En tal 
sentido, El Polen deviene una propuesta estilísticamente diferente pero que se inserta en 
una corriente de construcción de un sentido de identidad local ya iniciada previamente y 
con la misma legitimidad que otras propuestas previas basadas enteramente en modelos 
de protofusión. 

El discurso de El Polen se alinea ideológicamente con las nociones de autenticidad 
que plantea el discurso del rock anglosajón. Sin embargo, al considerar este concepto en 
función a las circunstancias y el contexto local, El Polen no se divorcia completamente 
de la lógica del mercado y los medios masivos. A pesar de la poca relevancia del rock 
para el mercado local, El Polen tuvo presencia eventual en la radio y relativo éxito 
comercial. Por otro lado, se acercaría al “pop” al estar en “deuda” estilística con la música 
y el folclor popular local de masas. 

Desde la perspectiva de los procesos de autenticación, el discurso de El Polen se 
autentica desde la noción del “rock con raíces” al buscar de algún modo emanciparse de 
lo anglosajón planteándose como una alternativa al rock de emulación en tanto práctica 
dominante. No obstante, este proceso encuentra una contradicción en el hecho que el 
discurso no renuncia a prácticas asociadas a esta emulación debiendo ser visto en 

229 

 



 

 

consecuencia como una propuesta relativamente más “original” fundamentada en la 
conciliación entre dichas prácticas de emulación y otras estrategias como el formato 
instrumental particular y el enfoque multiestratégico que aplica en su fusión. Si bien el 
discurso musical plantea autenticarse también desde la noción de “lo orgánico”, entendido 
como un discurso no mediatizado por el artificio tecnológico, lo cierto es que El Polen no 
descarta aprovechar técnicas propias del estudio como los montajes o el sampleo, siendo 
estos incluso fundamentales en la concreción de su lenguaje particular basado en la 
sofisticación textural. Asimismo, El Polen construye una autenticación al establecer una 
dinámica de conexión con la audiencia, instrumentalizando el huayno para despertar en 
ésta un sentido de identidad intrínseco, el cual, representaría un valor adicional que la 
música ofrecería a la experiencia del oyente. 

En relación al contexto político vivido a finales de los sesenta y materializado en el 
gobierno militar, no parece establecerse una influencia ideológica directa entre este y el 
discurso de El Polen. Al explicitar una postura al margen de la política tradicional, El 
Polen se adscribe más al tercer polo apolítico establecido por la contracultura en 
Latinoamérica y al hipismo en general que profesaba la vía alternativa del estilo de vida 
individualizado. Así también, los Pereira establecerían contacto con los discursos 
indigenistas durante una etapa anterior – la escolar - a la instalación del gobierno militar 
y, lejos de compartir las agendas nacionalistas tradicionales del gobierno de turno, 
profesarían un discurso donde pretensiones nacionalistas o peruanistas se supeditan a una 
noción de universalidad e integración indiferenciada más propia del hipismo con el cual 
sí se identificaban explícitamente. No obstante, El Polen se beneficiaría directamente de 
las políticas de difusión del folclor y la música local en general llevados a cabo por el 
gobierno militar. 

En un discurso musical como el de El Polen, son predominantes las idiosincrasias 
asociadas al rock, la contracultura y el hipismo, las mismas que actúan como filtros de 
otras ideologías. En tal sentido, más que recibir los discursos indigenistas, nacionalistas 
y paternalistas de modo pasivo, El Polen los asimilaría de forma indirecta, re 
contextualizándolos de modo que fueran funcionales a una agenda más asociada con las 
lógicas del rock “con raíces”, el nuevo indigenismo y con la construcción de una identidad 
artística individual. 

El discurso estilístico, en línea con los postulados de apertura, reciclaje y 
eclecticismo del rock, mostraría que “lo andino” se entiende más como un bricolaje de 
varias “músicas andinas” al contener composiciones y versiones de tratamiento más 
tradicional, otras de mayor manipulación y sofisticación, así como tratamientos 
“híbridos”, exotistas e invenciones “andinas” originales. Se establece de este modo un 
espacio liminal que interpela la idea de un reflejo pasivo de los discursos indigenistas, así 
como las interpretaciones sobre una fusión de El Polen totalmente romantizada e 
idealizada. Esto debido a las diferentes fuentes que intervinieron en la construcción de la 
“raíz andina” en El Polen (medios masivos, viajes, tutorías) y al hecho que la música en 
sí se presenta repartida entre instancias estilísticamente afines a constructos de “música 
andina” ya romantizados y/o estereotipados, y otras que sonoramente estarían más 
próximas a la realidad de la música popular folclórica. Asimismo, de concebirse como 

230 

 



 

 

romantizado, el discurso musical de El Polen sería una instancia más de romantización 
de “lo andino” o “la música andina” que respondería, en este caso, a los valores de 
ambición musical, sofisticación y desarrollo de una individualidad artísticas asociados al 
rock de finales de los sesenta. 

Del mismo modo, la construcción de un “pasado remoto” en el caso de un grupo 
de rock fusión como El Polen, se encuentra más acorde con las visiones de la 
contracultura, la psicodelia y el hipismo que con los postulados indigenistas y 
nacionalistas tradicionales. Este poseería entonces connotaciones de universalidad, 
atemporalidad, abstracción y/o virtualidad más que intención de rescate o representación 
de un pasado histórico. En términos estilísticos, El Polen nuevamente pone en 
cuestionamiento la influencia directa de los discursos tradicionales al contener 
ciertamente reconstrucciones imaginadas, donde el formato instrumental y el arreglo 
musical son ciertamente alusivos a músicas locales y rurales de algun modo evocativas 
de lo precolonial, pero al mismo tiempo, posee instrumentación, piezas y momentos 
relacionados a sonoridades más contemporáneas y urbanas. 

Por otro lado, el comportamiento y el discurso de El Polen no se muestran 
ideológicamente muy ligados a otros movimientos musicales como el 
Latinoamericanismo. Si bien bajo la influencia de este último homogenizaría lo andino 
con lo cusqueño, al menos desde la intención no se compartiría la agenda de 
representación de la cultura ni del sujeto andino. Un grupo como El Polen, bajo las 
ideología del rock y el hipismo, buscaría más recontextualizar lo andino en función a un 
proyecto individualista. Una idea de representación, en este caso, se construiría más por 
parte de la recepción tanto a nivel local por el público no andino de El Polen, pero sobre 
todo durante la estadía del grupo en el extranjero, donde debido a las circusntacias, este 
se transformaría en un grupo folclórico. 

Finalmente, la propuesta ecléctica y la fusión multiestratégica de El Polen 
sugieren que la noción del “rock andino” no poseería un marco estilístico particular, y en 
ese sentido, de considerarse un género musical, este sería un género sin estilo y/o sin 
reglas musicales. Así entonces, el rock andino respondería a su vez mayormente a reglas 
ideológicas y sociales, como el reforzamiento de identidades locales o ser representante 
de la cultura nacional, reglas que El Polen parece cumplir pero poniendo en contacto el 
rock con lo andino a través de una variedad de estrategias y procesos creativos. El 
discurso musical de El Polen incita en última instancia a seguir considerando el contacto 
entre el rock, “la música andina” o “lo andino” como algo contenido dentro de la lógica 
dialéctica propia de la fusión musical. 

Para finalizar, se puntualiza el alcance parcial de los hallazgos derivados de 
vincular el discurso estilístico musical de El Polen con su contexto y con las 
interptetaciones y postulados que se han hecho sobre el mismo, ya que principalmente 
estos tuvieron por fin enriquecer la dimensión artística de El Polen y no necesariamente 
ser respuestas finales a las problemáticas y discusiones planteadas. No obstante, sí pueden 
tomarse como muestras de cómo la dimensión textual y estilística de un hecho musical 
puede generar puntos debatibles y controversiales en relación a su contexto y a la forma 

231 

 



 

 

cómo dicho hecho se ha venido estudiando. Así también, devienen en potenciales nuevos 
puntos de investigación con los cuales profundizar el conocimiento sobre el rock en el 
Perú. Así, junto con el aporte que se considera brinda el conocer con mayor profundidad 
la obra musical de una propuesta tan representativa como El Polen, se espera que esta 
investigación invite a la reflexión y a realizar investigación sobre puntos como la 
recepción y/o el rol de las audiencias o sobre el lado estético y artístico del rock peruano, 
no solo en su primera etapa, sino a lo largo de su existencia. Y esto porque, como se ha 
evidenciado desde el caso de El Polen, los músicos, bandas, 
creativos y producciones, tienen también mucho que contar. 

así como sus procesos 

232 

 



 

 

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APÉNDICES 

Apéndice 1: Tabla de observaciones SHMRG (La Flor) 

243 

SONIDO 
 
 
 
 

MACROFORMA 
(pieza completa): 

 

Tipologías (LaRue, 1989) 
- Instrumentación: Cuerdas (guitarra acústica, mandolina, violín, cello); Vientos (quena, voz); percusión (bongós); tesitura amplia; técnicas de ejecución mayormente convencionales 
- Dinámica: mayormente estable y homogénea en secciones formales y entre estas; contraste dinámico estructural (transición A2- C) 
- Textura: Mayormente de melodía/acompañamiento (figura/fondo); Variedad textural en material melódico; Contraste textural estructural (transición A2- C) 

Función y rol instrumental (Moore & Martin, 2018) 
- Guitarras acústicas: sonoridad “metálica” 
- guitarra solista: sonido dinámico y variado: técnicas extendidas (slide); uso amplio de 

registro 
- cello-violín/mandolina: espectro bass/treble 
- quena, bongos: mayormente de coloratura ornamental 

The “grain” of the voice 
Voz: Rango medio, coloratura de diafragma, sin ornamentaciones, sin mayor variabilidad en el registro, 
cualidad “no entrenada” 
 

 
 

MESOFORMA 
(secciones formales) 

 

A(a):Textura contrapuntística entre cello y violín, continuo (cello) 
A(b): Textura homofónica entre mandolina y violín 

A2(a): uso de registro más agudo (guitarra solista) 
A2(b): Textura contrapuntística entre cello y violín 

B: Guitarra ritmica: Crescendo moderado al inicio y al final de la sección 
B(b): Secuencia tímbrica de aparición (trama lineal): mandolina-cello-violín 
 

C 
Contraste dinámico/textural: sensación de dinámica relativamente más suave, cambio de timbres 
protagónicos (voz, quena) 
Menor densidad textural: sin percusión ni cello 
Textura responsorial (antecedente-consecuente): pregunta-respuesta entre voz y quena 

ARMONÍA 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipologías (LaRue, 1989) 
- Tipo: Mayormente colorística, acórdica, consonante, triádica, modal 
- Progresión: repetitividad del grado I, acordes ornamentales (sus4) 
- Tonalidad/Modalidad: Modal, Sin alteración del sistema, Relativa variabilidad: ionio (D), 

Aeolio/dórico (A), Frigio (E), Migración de centros modales, Direccionalidad mayormente 
circular 

 

Chord structures (Moore & Martin, 2018) 
- De bases repetitivas y representativas de cada sección, Open-ended, No funcional 
- Cantidad: 3 módculos modales: ionio(D), Aeolio/dórico (A), Frigio (E) 

Rol y funcion instrumental (Moore & Martin, 2018) 
- Guitarra: Tratamiento armonico explicito (por rasgueo - strumming), Rythmic profile: 

sostenido (legato), acentuación marcada, ejecución por acordes en posición abierta; 
Función de acompañamiento pero con alta presencia en la mezcla (foreground) 

 
 
 

MESOFORMA 
 

A: progresión monocordal ionia (D) con acordes ornamentales (sus4) 
B(a): progresión aeólica monocordal 
B(b): progresión dórica con secuencia melódica implícita (la-si-do-si): I II III II (Am Bm C 
Bm) 
Transición B-A2: Pasaje de cadencia tonal modulatoria V-I (La-Re) 
 

C: Progresión multi cordal modal (frigio) – movimiento por grado conjunto: (II III II I) 
Transición C-A3: Modulación media abrupta por paso conjunto descendente (Em-D) 
 

 



 

 244 

MELODÍA 

MACROFORMA 
 

Tipologías (LaRue, 1989) 
- Tipo: modal (ionia, aeolia), diatónica, mayormente instrumental 
- Perfil: predominancia de registro medio agudo, rango de octava y media (A4-D3) 
- Densidad de actividad mayormente estable:secuenciación (estabilidad de células rítmicas) 
- Relación temática mayormente por contorno melódico 
- Diseño temático: Mayormente discursivo (periodos) (violín, cello), contraste de estructura: 

repetición musemática musemática (mandolina) en B 
- Forma de continuación del material melódico: Principalmente por reaparición con ligera 

variación 
 

Otros criterios (Moore & Martin, 2018) 
- Diseño: Patrones melódicos de tipo oscilatorio 
- Diversidad de elementos melódicos (solos: guitarra, riffs/ostinato: violín, cello, mandolina, guitarra, 

melodías principales (“the tune”): violin, cello, mandolina 
- Mayormente de poca tensión con base rítmica (strictness) 

Rol y función instrumental 
- Guitarra: rol solista, construcción melódica de tendencia improvisatoria, gran densidad de actividad 

(musemas (licks, riffs), mov. escalares, tecnicas extendidas), prescencia constante, musemas fijos 
(obligados) para marcado de transiciones formales, Contrapunto/Tensión constante con base rítmica 
y otros instrumentos melódicos (waywardness) 

- Violín, cello: rol melódico principal (the tune) 
- Mandolina: rol mixto - de soporte (duplicaciones/musemas (riffs) y rol melódico principal (the 

tune) en menor grado 
- Quena: rol complementario en el desarrollo melódico (de respuesta) 
- Voz: rol complementario en el desarrollo melódico (de pregunta) 

 
 
 
 
 

MESOFORMA 
 

A(a): Solo de guitarra de carácter improvisación    
A(b): discursivo open/closed (periodo de 4 frases:abca) 
A(c): discursivo closed/closed (1 frase con repetición) 
A(b)-A(c): Contraste modal: ionio-mixolidio 
A(b)/A(c): Diseño por pasos conjuntos (violín, mandolina), por saltos (cello) 

 
B(a): discursivo open ended, movimiento escalar asc/desc (mandolina), reaparición de material 
A(b) con variación de modo (cello, violín) 
B(b): Solo de guitarra sobre melodía open ended (riff/ostinato) (violín, cello) 
B(c): reaparición de material B(a) [A(b) con variación de modo (violín)] 
 

A2(a): guitarra solista: Contrapunto/Tensión con base rítmica y otros instrumentos melódicos 
(waywardness) 
A2 (b): discursivo open/closed (periodo de 4 frases:aa´bb´): violín, cello [repetición de A(b) con ligera 
variación] 

 
C(a): Desarrollo de guitarra solista de carácter virtuoso, gran densidad dc actividad y tensión 
(waywardnesss) 
C(b): Voz: melodia tipo axial (repetición de una nota principal); desarrollo por secuenciación; 
construcción por paso conjunto, perfil descendente; melodía de pregunta respuesta (voz y quena) 

 
A3: Improvisación (guitarra) – reaparición temática: recapitulación sec. A(b) 

RITMO 
 
 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipología (La Rue, 1989) 
- Continuum (tempo y métrica): Tempo mayormente estable (120-130 bpm), Métrica sesquiáltera, 

predominio del compás de 3/4 
- Ritmo de superficie: estable, gran uso y recurrencia de células rítmicas 

 
Rhythmic organization (Moore & Martin, 2018) 

- Organización métrica (hypermetre): Mayormente regular, construcción por grupos de 4 (periodos de 4 
frases de 8 o 16 compases) 

- Extensión/compresión de grupos métricos y rítmicos: Escasa, ornamental 
- Feel: Mayormente de baja tensión, alineada al pulso (strictness) 

Rol y función instrumental (Moore & Martin, 2018) 
- Guitarra: rol de acompañamiento; rítmica mayormente regular, basada en patrones 

(strumming patters) 
- Bongós: mayormente tensional (waywardness) por carácter improvisatorio 
- Instrumentos melódicos/armónicos: Construcción melódica y armónica mayormente 

basados en regularidad de motivos/células rítmicas y patrones de rasgueo 
 
 

MESOFORMA 
 

A:Estable en 3/4 
A(c): Contraste métrico melodía (mandolina) en 6/8 – acompañamiento (guitarra) en 3/4 
(métrica sesquiáltera) 
Transicción (A-B):Contraste de sensación métrica/rítmica (de 3/4 a 6/8) 
B(a,b): Cambio de sensación métrica (6/8), ritmica regular (guitarra rítmica, mandolina) 
 

B(c):Variación en la sensación métrica (6/8 - 3/4) al final (guitarra ritmica) 
Transición (A2-C): Contraste de tempo (de 120bpm a 75 bpm aprox) 
C: Feel: de tensión por tempo más lento (entre sensación de rubatto y mantención de rítmica regular) 
(guitarra rítmica) 
Transición (C-A3):Accelerando 
A3: Poco más acelerado que la sección A (128bpm aprox), Ritmica regular (3/4) 

 



 

 245 

CRECIMIENTO 
 
 

Aspectos globales 
 

Rasgos globales (LaRue, 1989; Moore & Martin, 2018) 
- Tipos de cambio: cambios estructurales mayormente de naturaleza armónica (cambio de modos); rítmica (cambio de sensación métrica y tempo) 
- Direccionalidad: Mayormente cíclica, circular (re exposición de secciones formales; estructuras armónicas monocordales) 
- Dinámica: Mayormente estable 

 
 
 
 

Movimiento 
(cambio) 

 

SONIDO 
- Dinámicas y texturas de los instrumentos melódicos mantienen una sensación de estabilidad 

dentro de las secciones formales 
- B(b): cambio de dinámica para pasar de una función melódica (figura) a una de 

acompañamiento rítmico (fondo) (violín y cello) 
ARMONIA 

- A: Actividad local por acordes ornamentales (sus4) 
- B(b): actividad local por adición de secuencia melódica implícita (la-si-do-si) en la guitarra 

rítmica 

- C: Actividad y contraste por introducción de nuevos timbres (voz) 
MELODIA 
Sensación de actividad local (en secciones) constante por desarrollo de guitarra solista 
- A(b): Cambio de registro en el violín (3ra frase en octava más baja) 

 
RITMO 

- Baja actividad por densidad rítmica estable en instrumentos melódicos 
- A(c): Actividad local por contraste métrico melodía (mandolina) 6/8 – acompañamiento 

(guitarra) 3/4 (métrica sesquiáltera) 
 
 
 
 
 
 
 
 

Forma 
(articulación) 

 

SONIDO 
- Transición A(b)-A(c): Cambio de textura (contrapuntístico: violín/cello – homofónico: 

violín/mandolina) 
- B(a): Continuación por variación tímbrica en secuencias melódicas (mandolina-cello-violín) 
- Transición B-A2: ligero crescendo 
- Transición A2-C-A3: cambo de sensación dinámica (fuerte-suave-fuerte) 

 
ARMONIA 

- Dependencia de las estructuras armónicas, transiciones marcadas por cambio de modo: (A) ionio, 
(B) aeolio/dórico, (A2) ionio, (C) frigio, (A3) ionio 

- Transición A2-C: cambio de diseño armónico (de mono cordal a progresión) 
 
RITMO 

- Transición A - B: puntuación por cambio de sensación métrica (3/4 – 6/8) 
 
MELODIA 

- A(a): construcción de carácter improvisatorio, variedad y espontaneidad temática 
- A(b): por repetición discursiva (periodos del violín y cello) 

- A(c): por repetición discursiva; repetición total (violín y mandolina) 
- B(a): por repetición discursiva; reaparición con variación 
- A2(b): por repetición discursiva; reaparición con variación 
- C: por repetición discursiva; respuesta (antecedente – consecuente) (voz y quena) 
- A3: por repetición discursiva; reaparición 

 
Intensidad de la tensión (de articulación) 

- Estratificaciones: Material melódico con anacrusas y superposiciones de forma 
estratificada 

- Elisión: Compases de elisión al final de frases (final melodía – respuesta (de quena) 
– inicio de la melodía siguiente) 

 

 



 

 

Apéndice 2: Tabla de observaciones SHMRG (Sitting Dreaming) 

246 

SONIDO 
 
 
 
 
 
 

MACROFORMA  (pieza 
completa) 

 

Tipologías (LaRue, 1989) 
- Instrumentación: Cuerdas (mandolina – guitarra acústica, violín-cello); Piano; Percusión 

(pandereta, batería (ride), bongós/congas) 
- Dinámica: Tendencia general hacia el crescendo, mayormente de forma escalonada (cada 

sección es un poco más forte que la anterior) 
- Textura mixta: melodía más acompañamiento (sensación general); homorrítmia (A); 

medianamente contrapuntística (A, B); de pregunta/respuesta (B); 
- Tramas musicales mayormente lineales; aparición en secuencia del material sonoro debido 

mayormente a niveles de dinámica. 
 
Función y rol instrumental (Moore & Martin, 2018) 
- Mandolina: rol solista por su presencia en la mezcla; elemento de variación y contraste textural, 

tímbrico y dinámico, uso de registro amplio y técnicas extendidas (slide) 
- Sección rítmica: 

- Batería: elemento de mayor variación dinámica (suave en A y B, más fuerte en C) 
Pandereta: timbre predominante; mayormente de dinámica estable; variación de 

- dinámica en función a grupos métricos del material melódico (B). 
- Bongos/congas: menos presencia en la mezcla; dinámica estable; timbre 

ornamental 
- Guitarra acústica: acompañamiento (rasgueo); de dinámica suave y mayormente 

estable sin mucha presencia en la mezcla 
- Violín, cello, mandolina: componentes principales de la textura homorrítmica (A) 

y del contrapunto (A, B) 
- Piano: Sin mayor presencia en general; sonoridad disonante/ornamental 
- Voz (The grain of the voice): Mayormente de rango medio, resonancia nasal y de 

garganta, no entrenada; contraste de coloratura por cambio de registro 
(falsetto) (B) 

 

 
 
 

MESOFORMA  (secciones 
formales) 

 

A 
Dinámica oscilante (crescendo - decrescendo) 
Contraste de textura en el periodo melódico: frase 1 (melodía con acompañamiento) – frase 2 (homofonía) 

 
B 
Textura medianamente contrapuntística y/o de pregunta – respuesta: voz – mandolina (B), voz-violín (B2) 
Pandereta: variación de dinámica en función a grupos métricos del material melódico 
Voz: cambio de registro en salto melódico de 6ta menor (de nasal/garganta a falsetto) 

C 
mandolina y piano: contraste estructural (de ámbito, tesitura e idioma) respecto a 
secciones anteriores 
Mandolina: tendencia hacia el registro agudo; técnicas extendidas; tratamiento como 
efecto sonoro 
Piano: tendencia al uso del registro agudo 
guitarra, violín y pandereta: estabilidad dinámica 
 

ARMONÍA 
 
 
 
 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipologías (LaRue, 1989) 
- Mayormente colorística y variada (factor delimitante de cada sección formal); acórdica (por la 

guitarra rítmica); consonante 
- Modal: polimodalidad (aeolio, mixolidio, cromático) con centro tonal estable (La) (no 

migratoria) 
- Progresión por acordes principales del modo (diatónicos); excepción: III#3 en la progresión 

ionia (A); cromatismo en (C) 
- Migratoria por intercambio modal entre secciones (aeolio-mixolidio-cromático); no migratoria 

por estabilidad del centro tonal (La) 
 

Chord structures (Moore & Martin, 2018) 
- Estructuras de base modular repetitiva y representativa en cada sección formal 
- Mixtas: Estructuras discursivas (open-open) – (A); cíclicas/musemáticas (open- 

ended) – (B) 
- No funcional: Tres progresiones: 

A: Oscilación modal: ionio [I – III#3 – IV] [C E F] --- aeolio [i – VII – III – v] [Am 
G C Em] 
B: oscilación modal: III aeolio-I mixolidio (C -A) / I aeolio-I mixolidio (Am-A) 
C: progresión cromática: A-Bb-B-C-B-Bb-A-A 

 
Rol y funcion instrumental (Moore, 2017) 

- Guitarra: Tratamiento armónico explicito por rasgueo; baja 
presencia/dinámica en el arreglo, ejecución por acordes en posición abierta 

- Piano: refuerzo armónico, tratamiento mayormente por acentuación 

 



 

 247 

  rítmica (Sharp) 
 
 
 
 

MESOFORMA 
 

A 
Estructura y actividad por oscilación modal: ionio [I – III#3 – IV] --- aeolio [i – VII – III – v] [C E F] – 
[Am G C Em] 
progresión de carácter narrativo, discursivo (open-open) 
B 
Estructura y actividad por intercambio modal: III aeolio-I mixolidio (C -A)/ I aeolio-I mixolidio (Am-A) 
progresión musemática, cíclica y abierta (open-ended) 
MICROFORMA: linea melódica de la voz define la modalidad mixolidia (oscilación de notas sol y la) 

C 
progresión cromática: A-Bb-B-C-B-Bb-A-A; ritmo armónico homogéneo (un compás 
por acorde) 
intervalos armónicos disonantes (piano) 
 

MELODÍA 
 
 
 
 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipologías (LaRue, 1989) 
- modal, diatónica, vocal e instrumental 
- Contraste general de registro entre secciones: (A) registro medio bajo: voz, violín, 

mandolina y (B) registro agudo: voz, mandolina, violín 
- Baja densidad (actividad y variabilidad): el material melódico comparte parámetros de 

construcción (patrones rítmicos e interválicos) 
- Relación temática entre secciones por contorno melódico: uso recurrente de intervalo de 2da 
- Diseño temático mixto: discursivo - frases/periodos (A); musemático repetitivo (B, C) 

 
Otros criterios (Moore & Martin, 2018) 

- Diseño por patrones de alturas (pitch patterns): notas repetidas; intervalos de 
segunda; salto de 6ta. 

- Melody patterns: tipo chant (nota repetida - primera parte en (A y B); oscilatorio 
(intervalos de segunda - segunda parte (A y B) 

Rol y función instrumental (Moore & Martin, 2018) 
- Pitch attitude: mayormente en sincronía con el pulso (strictness), no sincopado 
- Voz: rol melódico principal (the tune) 
- Mandolina y violín: segunda melodía, complemento y contraste (contracanto) a la 

melodía principal 
- Cello: melodía secundaria (A), refuerzo armónico – rol de bajo (bass) (B) 
- Piano: musemas (motivos) ornamentales 

 

 
 
 
 
 
 

MESOFORMA 
 

A 
modal aeolio 
Discursivo open ended (un periodo de tres frases con repetición) 
Textura: frase 1,2 - contrapuntístico (voz – mandolina); frase 3 - homofónico (violín, cello, 
mandolina) 
Diseño: frase 1,2 a partir de nota repetida; frase 3 por motivo interválico de 2da menor y 
movimiento escalar descendente 
B 
Oscilación modal (aeolio, mixolidio) 
Frases open ended, desarrollo por repetición musemática 
Textura: de tendencia contrapuntística (voz-violin) y de pregunta y respuesta (voz – 
mandolina/violín) 

Diseño: nota repetida, salto ascendente de 6ta menor (voz); motivo interválico de segunda 
mayor y menor (voz, mandolina, violín) 
Intervalo de segunda mayor (sol-la) en la voz define la modalidad mixolidia de la sección 
C 
Mayormente musemático 
Motivo basado en intervalo de segunda menor (violín) 
Movimiento cromático/de pendiente ascendente hacia el registro agudo (mandolina) 
Movimiento escalar ascendente y descendente y musema (cello) 
Musemas (motivos rítmico-melódicos) (piano) 
 

RITMO 

 



 

 248 

 
 
 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipología (La Rue, 1989) 
- Tempo estable (90 bpm aprox.) 
- Diseños rítmicos mayormente estables y con poca variación 
- Sensación de variedad métrica por fraseo melódico 

 
Rhythmic organization (Moore & Martin, 2018) 

- Sensación rítmica: binaria (straight) 
- Organización métrica (hypermetre): relativamente irregular (no basada en grupos de 

4) 
- Moderada extensión de grupo métricos: Secciones de 4/4 con extensiones de 2/4 
- Feel: Incremento progresivo de tensión entre material de fondo (acompañamiento, 

sección rítmica) y de figura (“the tune”, melodías vocales e instrumentales, etc.) 

Rol y funcion instrumental (Moore & Martin, 2018) 
 

- Guitarra: Rasgueo, patrones regulares mayormente de marcado de pulso (negra) (A) 
y subdivisión (corcheas) (B, C) 

- Percusión: Mayormente en sincronía con la métrica y diseño rítmico del material 
melódico 

- Batería: patrones rítmicos simples (negra, corcheas), mayormente de función de 
marcado de pulso 

- Pandereta: patrón regular mayormente de semicorchea (estabilidad) 
- Bongós: función rítmica ornamental, baja presencia 
- Piano: función de acentuación rítmica (A, B) 

 
 
 
 
 
 

MESOFORMA 
 

A 
Hipermétrica definida por material melódico. 
tensión entre métrica regular de 4/4 (base rítmica – guitarra) con fraseo melódico en 6/4 (4/4 + 
2/4) 
Periodo melódico relativamente irregular: hipermétrica basada en 4 con extensiones métricas de 
2/4: frase 1 (6/4 + 4/4*2) frase 2 (4/4*2) frase 3 (4/4 + 6/4*2) 
Contraste de textura rítmica: de tensión entre marcado de pulso (sección rítmica: guitarra, 
bateria) y melodía (frase 1,2) a homorritmia entre sec. rítmica y melodía (frase 3) 
 

B 
Hipermétrica mixta: melodía y sección rítmica basada en compás de 4/4; hipermétrica 
irregular/de amalgama: frases de 5 (2 + 3) y 7 compases (3 + 2 +2) 
Patrones rítmicos de sincopa de un tiempo y galopa (mandolina y violín) 
Incremento en la densidad rítmica por la aparición del patrón en semicorcheas (pandereta, 
violín) 
Métrica del material melódico se refuerza por variación de dinámica de la pandereta 
C 
Mayormente regular basado en grupos de 4: patrón rítmico (pandereta) y acordes (guitarra 
rítmica) de un compás de duración; frase de violín de 8 compases de duración basado en pies 
rítmicos de sincopa, galopa y semicorcheas (violín) 

CRECIMIENTO 

 
Rasgos globales (LaRue, 
1989; Moore & Martin, 

2018) 
 

Exposición y repetición completa de las tres secciones 
Tipo de cambio entre secciones mayormente armónico (cambio de modo armónico) y textural (contrapuntístico/homorritmia/pregunta respuesta) 
Direccionalidad: crescendo dinámico progresivo 

 

 
 
 
 
 

Movimiento (cambio) 
 

SONIDO 
A: actividad local por patrón dinámico (crescendo-decrescendo) que remarca la métrica de las 
frases y por contraste de texturas entre frases: contrapuntístico (frase 1,2) – homofonía (frase 3) 
B: actividad local por patrón dinámico (crescendo y sostenido) que remarca la métrica de las 
frases y por variación de dinámica de la pandereta 
C: actividad local por mayor presencia del piano y expansión de registro (sonidos agudos) en 
mandolina, por decrescendo final 

 
ARMONÍA 
B: actividad local por intercambio modal (aeolio III – mixolidio I) (aeolio I – mixo I) 
 

MELODÍA 
A: actividad local por desarrollo discursivo del periodo (nota repetida – oscilación de intervalo 
de 2da menor – movimiento escalar descendente: preparación - tensión – resolución) 
B2: actividad local por aparición de segunda voz en la frase vocal final 

 
RITMO 
A: el ritmo acórdico de guitarra cambia de acuerdo a la frase melódica: marcado de pulso (frase 
1,2) – homorritmia (frase 3) 
B: contraste de diseño rítmico: [nota repetida (antecedente) – salto de 6ta e intervalo de 2da 
(consecuente) (voz)] - [semicorcheas/2da menor (antecedente) – pies rítmicos de sincopa y 
galopa (consecuente) (mandolina en B, violín en B2)] 

 



 

 249 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Forma (articulación) 
 

SONIDO 
A: la dinámica contribuye a la articulación de las frases (patrón crescendo-decrescendo) 
Transición A-B: cambio de textura (homorrítmica-contrapuntística/pregunta-respuesta) 
Transición B-C: cambio de textura (contrapuntística/pregunta-respuesta – exposición libre de 
musemas); conexión por estabilidad en dinámica 
Transición C-A2: conexión por dinámica (sección C termina en decrescendo y sección A2 
comienza en crescendo) 

 
ARMONÍA 
Gran dependencia de la forma musical de las estructuras armónicas: la armonía determina 
mayormente las secciones 
A: modal/aeolio/discursiva (progresiones) 
B: modal/intercambio/musemática (módulos open ended) 
C: cromática/ relativamente discursiva (progresión open ended) 
 

RITMO 
Transición A-B: contraste por diseño rítmico (de homorrítmia con extensión métrica a 
contrapunto sobre sección rítmica de métrica regular 
Transición B-C: conexión por diseño melódico-rítmico del violín, por patrón rítmico de 
pandereta 

 
MELODÍA 
A: continuación por repetición 
B: continuación por repetición con ligera variación 
C: continuación por desarrollo y contraste (las frases/motivos de los diferentes instrumentos van 
apareciendo contrastando con las anteriores) 

 
Intensidad de la tensión (de articulación) 
A: 
Anacrusa al inicio en la primera repetición (voz) 
Elisión (compás final línea vocal - compás de inicio de la línea melódica de mandolina, violín y 
cello) 
B: Superposiciones contrapuntísticas (voz – mandolina, violín) 
C: laminación: las frases van apareciendo e instalándose formando progresivamente una textura 
mixta (entre contrapunto y polifonía) 

 



 

 

Apéndice 3: Tabla de observaciones SHMRG (Tondero) 

250 

SONIDO 
 
 
 
 
 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipologías (LaRue, 1989) 
• Instrumentación: Cuerdas (guitarras acústicas, cello, violín, arpa); Vientos (flauta china); Voces; Piano/órgano; Percusión (batería, congas, bongós, huiro, cajón); variedad en 

instrumentación; alta frecuencia de contraste tímbrico entre secciones; idioma: tratamiento convencional, no extendido; instrumentación mayormente estable en su ámbito o 
registro 

• Dinámica: Mayormente de dinámica estable y poca frecuencia de contraste dentro de las secciones formales; crescendos en transiciones 
• Textura mixta: material melódico con acompañamiento (figura/fondo); material melódico relativamente contrapuntístico; variedad de tramas melódicas y rítmicas 

 
Función y rol instrumental (Moore & Martin, 2018) 

• Guitarras: tímbrica estructural; contraste de presencia (dinámica) en la mezcla entre secciones 
• Piano: tímbrica ornamental, baja presencia en la mezcla 
• Percusión: rol tímbrico estructural; de textura mayormente polirrítmica; rol de contraste/articulación formal (ausente en sec. B); Batería con dinámica estable 
• Cuerdas (violín, cello): timbre con rol de refuerzo al contraste entre secciones: (A) refuerzo rítmico-armónico - (B) melódico; Arpa: timbre con alta presencia en la mezcla 
• Flauta china: timbre con rol de contraste/articulación formal: ausente en (A) 
• Cello con rol (sonoridad) de bajo (bass guitar) 
• Voz: Contraste textural entre secciones: (A) coloratura resonante, de diafragma, pecho/cualidad entrenada –- (B) coloratura menos resonante, nasal, no entrenada 

 
 
 
 
 

MESOFORMA 
 

Intro, A(a) 
Dinámica estable; Guitarras con alta presencia; Voz: coloratura resonante, de diafragma, 
pecho/cualidad  entrenada 

 
A(b) 
Nuevo timbre: batería con dinámica estable; menor presencia de percusión (bongós, congas, 
cajón) 

 
Transición A(b-c): crescendo 
 

A(c) 
Nuevo timbre: huiro (alta presencia y dinámica estable); 2da voz en registro agudo 
(ornamental); menor presencia de percusión (bongós, congas, cajón) 

 
Transición A-B: crescendo moderado 

 
B 
Nueva textura instrumental/contraste con sección anterior: introducción de arpa, flauta, voz 
(coloratura menos resonante, nasal, no entrenada); sin instrumentos de percusión; menor 
presencia de guitarra rítmica, mayor presencia y predominancia de flauta, arpa, cello y violín. 

ARMONÍA 
 
 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipologías (LaRue, 1989) 
• Tipo: Colorística (A) y tensional (intro, B); acórdica; consonante; diatónica; variada: 

modal/tonal mayor 
• Progresión: Acordes principales, relevancia de grados I IV V VII 
• Tonalidad/Modalidad: Variedad y contraste: secciones tonales y modales; variedad 

de modos; alteración del sistema modal (bimodalidad, polimodalidad) 
• Tonalidad: migratoria; cambio de centro tonal: La (A(a), A(b)) – Mi (A(c)) – Sol (B) 

 

Chord structures (Moore & Martin, 2018) 
• De base repetitiva y representativa de cada sección formal; Estructuras open-ended 

(modulos armónicos) 
• Mayormente no funcional; relativamente funcional en Intro y B 
• Variedad: Cinco módulos armónicos; de 3 a 4 acordes por progresión 

 
Rol y función instrumental (Moore & Martin, 2018) 

• Guitarra: Tratamiento armónico mayormente explicito (rasgueo); ejecución por 
acordes en posición abierta 

• Piano/órgano: refuerzo armónico (ornamental) 

 



 

 251 

 
 
 
 
 

MESOFORMA 
 

Intro 
Tonal, La mayor, I IV V (A D E) 

 
A(a) 
Intercambio modal: I ionio – VII mixolidio – V ionio (A G E); 

 
A(b) 
Bimodal (ambigua): frigio III II I (A G Fm#) / mixolidio I-VII- III (A G Fm#) 
Cello: refuerzo armónico (rol de bass) – notas fundamentales 
 

 
A(c) 
intercambio modal: I ionio - III aeolio (E - G) 
Cello: refuerzo armónico (rol de bass) – notas fundamentales 

 
B 
Tonal, Sol mayor, I III IV V (G Bm C D); sostenido en gardo V durante el crescendo al 
principio 
Cello: refuerzo armónico en B(b) – relativa independencia melódica (no fundamentales) en 
B2(b) 

MELODÍA 
 
 
 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipologías (LaRue, 1989) 
• Densidad: Poca variabilidad en la actividad; actividad mayormente por repetición 

musemática 
• Relación temática por contorno melódico (voz: saltos de intervalos en A); por 

función rítmica entre voz y guitarra (intro, A(a)); por fondo armónico (en B) 
• Direccionalidad: Mayormente cíclica, tendencia ascendente (Voz); ondulante en B(a) 

(cello) 
• Diseño temático: Mayormente musemático; contraste: cello y violín en B(a) y flauta 

china en B(b) de carácter discursivo 
 

Otros criterios (Moore & Martin, 2018) 
• Diseño: Mayormente basado en patrones de altura (pitch patterns) 
• Melody patterns: De tipo oscilante (voz en A) 

 
Rol y función instrumental (Moore & Martin, 2018) 

 
Voz: rol melódico principal (the tune); pitch attitude: afinada; baja tensión con base rítmica 
(strictness) 
Guitarra: musemas (riffs/ostinato/bordón) en (intro); musemas (solos - fills) en A(c); 
relativamente discursiva en B(b) 
Cello, violín: musemas (riffs, bordones); contraste: diseño más narrativo (the tune) en B(a) 
Flauta: diseño narrativo, por frases, lleva (the tune) en B(b) 

 
 
 
 

MESOFORMA 
 

Intro: open ended, riff (bordón) con diseño por notas del acorde (guitarra) 
A(a): open ended: riff/bordón (cello), motivo (voz) 
A(b): open ended- frase de diseño mixto por paso conjunto y saltos (voz); fraseo (lick) escalar 
pentatónico (guitarra) 
A(c): fraseo open ended 
nota repetida, salto ascendente (3ra menor) y contorno escalar descendente (ornamental) (voz) 
musema en registro agudo (2da voz) (ornamental) 
musemas (riffs) (guitarra) (ornamental) 

B(a) 
Homofonía: violín/cello; textura contrapuntística: flauta-cello 
Movimiento escalar ascendente y descendente (arpa) 
B(b) 
Fraseo open ended relativamente discursivo (fills/licks) (guitarra) 
Textura contrapuntística: flauta-voz-guitarra 
 

RITMO 

 



 

 252 

 
 
 
 
 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipología (La Rue, 1989) 
• Continuum (tempo y métrica): Variado en tempos; representativos y mayormente 

estables para cada sección formal; rubato, aceleración y retardos ornamentales; 
tempo de tendencia general decreciente 

• Métrica binaria y ternaria: 2/4, 4/4, 12/8; estable en cada sección formal 
• Ritmo de superficie: Mayormente a base de pies/patrones rítmicos estables con 

repetición regular 
 
Rhythmic organization (Moore & Martin, 2018) 

• Contraste entre sensación binaria (straight) y atresillada (shuffle): compás binario y 
ternario 

• Organización métrica (hypermetre): Regular, mayormente basada en grupos de 4; 4 o 
2 pulsos por compás; fraseo de 1,2 y 4 compases de duración 

• Feel: Baja tensión general entre sección rítmica y material melódico; elementos de 
contraste: guitarra solista y percusión: bongós/congas por carácter improvisatorio 

 
Rol y funcion instrumental (Moore & Martin, 2018) 

• Guitarra: Solista: Acentuación rítmica (Sharp) en A y marcado de transiciones 
(acelerando); Rítmica: rol de acompañamiento explicito: rasgueo sostenido basado 
en patrones estables, uso de digitaciones en posición abierta 

• Percusión: (estabilidad) Batería, huiro: patrón rítmico regular estable; 
(inestabilidad/tensión) congas/bongós: patrones rítmicos relativamente irregulares 

• Instrumentos melódicos/armónicos: rol de refuerzo rítmico-armónico (cello), relativa 
independencia de diseño rítmico 

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 

MESOFORMA 
 

Intro 
Ternario 12/8; negra con punto= 130bpm; musemas / patrones rítmicos regulares: (riffs/bordón - 
guitarra); patrones irregulares (congas, bongós); acentuación rítmica ornamental (cello); 
hipermétrica: mayormente musemas de 1 compás 

 
A(a) 
Ternario 12/8; negra con punto= 130bpm; musemas / patrones rítmicos regulares: (riffs/bordón - 
guitarra, cello, voz); patrones mayormente irregulares (congas, bongós); acentuación rítmica 
ornamental (cello); duración: musemas de 1 compás 

 
Transición A(a)-A(b): inestabilidad del continuum; ambigüedad por cambio de tempo y 
métrica (de 12/8 a 130bpm a 4/4 a 160bpm o 4/4 a 80bpm); sensación de retardo 

 
A(b) 
Binario 4/4; negra=80 bpm; musemas / patrones rítmicos regulares: voz, batería (groove), cello 
(marcado de pulso); patrones (fills) mayormente irregulares: acentuación rítmica (guitarra 
solista); piano/órgano (fills ornamentales); hipermétrica: 2 frases de 7 y 6 compases (voz) 
 

Transición A(b)-A(c): sensación momentánea de rubato; marcado de pulso, nuevo tempo y 
acelerando (guitarra) 

 
A(c) 
Binario 4/4; negra =120 bpm; musemas / patrones rítmicos regulares: voz, batería, huiro 
(groove), cello (blancas); fills (guitarra solista); patrones (fills) mayormente irregulares: congas, 
bongós; hipermétrica: mayormente musemas de 1 compás 

 
Transición A(c)-B(a): inestabilidad del continuum: retardo (de 80 a 60 bpm); ambigüedad 
métrica por cambio de tempo: cello/violín (patrón de corcheas o semicorcheas) 

 
B (a, b): 
Binario 4/4; negra =60 bpm; musemas / patrones rítmicos regulares: voz, guitarra (rasgueo 
corcheas), cello (blancas); hipermétrica: frase de 2 compases con agrupamiento de pulsos 
irregular (2-3-3) (voz), frases mayormente de dos compases (flauta); tensión rítmica entre 
acompañamiento y material melódico (arpa, guitarra solista-fills) 
 

CRECIMIENTO 

 
Rasgos globales (LaRue, 
1989; Moore & Martin, 

2018) 
 

• Tipos de cambio estructural de tipo mixto: armónico (tonalidad/modalidad), rítmico (variedad de tempos), de timbre (variedad de instrumentos) 
• Puntuación: Transiciones entre secciones mayormente de dinámica y tempo (colorísticas/ornamentales): crescendos, decrescendos, acelerando, retardo 
• Direccionalidad: tendencia mayormente circular (repetición musemática) 

• Mayormente de estabilidad en mesoforma y contraste a nivel macroformal 
• Mayormente de poca tensión (feel) entre material rítmico y melódico 

 
 

Movimiento (cambio) 
 

SONIDO 
intro, A(a), B(a): Actividad local por aparición secuencial de instrumentos 
B(a): actividad por crescendo 

 
ARMONÍA 

MELODÍA 
B: actividad local por aparición en secuencia de material melódico: cello/violín – flauta – voz – 
guitarra solista; contraste de diseño: de movimiento escalar ondulatorio a refuerzo armónico 
(notas fundamentales) (cello); actividad de tendencia contrapuntística (flauta-voz-guitarra) 
 

 



 

 253 

 A(c): actividad por refuerzo armónico (piano/órgano) 
 

RITMO 
Actividad por tensión entre sección rítmica y material con fraseo irregular (bongós/congas en A, 
guitarra solista en A(b)), arpa en B(a) 
 

 
 
 
 
 
 
 

Forma (articulación) 
 

SONIDO 
Transición A(b-c): crescendo 
Transición A-B: crescendo moderado 
B: Puntuación por contraste de instrumentación: ausencia de percusiones, introducción de arpa, 
flauta, nuevo timbre de voz 

 
ARMONÍA 
Alto grado de dependencia de la forma musical a las estructuras armónicas 
tonal A(a) – modal A(b) – modal A(c) – Tonal, cadencia V-I (B) 

 
RITMO 
Alto grado de dependencia de la forma musical a los cambios de tempo y métrica 
Ternaria/130bpm (A, A(a)) – binaria/80bpm (A(b)) – binaria/120bpm (A(c)) – binaria/60bpm 
(B) 
Transición A(a)-A(b): inestabilidad del continuum; ambigüedad por cambio de tempo y 
métrica (4/4 a 160bpm o 4/4 a 80bpm); sensación de retardo 

Transición A(b)-A(c): sensación momentánea de rubato; marcado de pulso – nuevo tempo 
(guitarra) y acelerando. 
Transición A(c)-B(a): inestabilidad del continuum: retardo (de 80 a 60 bpm); ambigüedad 
métrica por cambio de tempo: cello/violín (patrón de corcheas o semicorcheas) 

 
MELODÍA 
A: Continuación por repetición de musemas rítmicos y melódicos 
Transición A-B: repetición musemática (A) – homofonía cello/violín (B(a)) – textura 
contrapuntística: flauta-voz-guitarra (B(b)) 

 
Intensidad de la tensión (de articulación melódica) 

• Estratificaciones: Anacrusas en B(b) (flauta) 
• Laminación: proceso articulatorio mixto: entre melodía y acompañamiento 

(figura/fondo) y textura contrapuntística (relativa independencia de voces), 
mayormente en sec. B 

 

 



 

 

Apéndice 4: Tabla de observaciones SHMRG (Concordancia) 

254 

SONIDO 
 
 
 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipologías (LaRue, 1989) 
• Instrumentación: cuerdas (guitarras acústicas, mandolina, violín, arpa); voces; rondín; percusión (bombo, triángulo, bongos, congas, campana, chaqchas); idioma: tratamiento 

convencional, no extendido, mayormente estable en su ámbito o registro 
• Dinámica: Mayormente estable con poca frecuencia de contraste dentro de las secciones formales y entre estas 
• Textura: mayormente de melodía con acompañamiento 

 
Función y rol instrumental (Moore & Martin, 2018) 

• Guitarras: de coloratura (sonido “metálico”), estructural: alta presencia (dinámica fuerte) 
• Percusión (bombo, bongos, congas, campana): tímbrica mayormente ornamental, rol de marcado de sección (percusiones distintas en secciones formales) 
• Violín: estructural (tímbrico/melódico); timbre ornamental en (B) 
• Mandolina: estructural (tímbrico/melódico y armónico) 
• Voces: estructural (tímbrico/melódico); timbre ornamental en (B) 

 
 
 

MESOFORMA 
 

Intro: sonido incidental (voces), textura (antecedente/consecuente) (guitarra/violín) 
A (1,2): textura mixta: melodía/voz compuesta [pregunta y respuesta: rondín-guitarra/contrapunto entre violín y guitarra/mandolina] y acompañamiento (guitarra rítmica) 
A (3,4, 5,6): textura mixta: melodía/voz compuesta [pregunta y respuesta entre (voz/violín)-(guitarra/violín) y contrapunto entre violín y guitarra/mandolina] y acompañamiento (guitarra rítmica) 
B: sonido incidental (de naturaleza/campo); textura relativamente contrapuntística (guitarra/mandolina/violín); ligero aumento de densidad sonora por voz y rondín (hacia el final); percusión 
(ornamental) 
C: textura mixta: melodía/voz compuesta (pregunta y respuesta: entre voces) y acompañamiento (guitarra rítmica) 

ARMONÍA 
 
 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipologías (LaRue, 1989) Rol y función instrumental (Moore & Martin, 2018) 
• Tipo: diatónica; mixta (acórdica y melódico-musemática (riffs)); consonante • Guitarra: estructural; tratamiento armónico mixto explicito (rasgueo) e implicito 
• Acordes: principales, relativa funcionalidad (cadencia V I recurrente) (riffs) 
• Tonalidad/Modalidad:  bimodalidad • Violín: refuerzo armónico ornamental (B) 

• Mandolina: rasgueo estructural-explicito (C) 
Chord structures (Moore & Martin, 2018) • Arpa: refuerzo armónico por patrón de acompañamiento en A (ornamental) 

• Estructura mixta: abiertas (open-ended) y cerradas (open-closed) 
• Relativa funcionalidad: progresiones y cadencias modales 
• Variedad: grado medio (diferentes módulos armónicos con los mismos grados) 

 
MESOFORMA 

 

Intro: armonía implícita en riff de guitarra (V I en modo menor) (B7 – Em) 
A: Bimodal (mayor) (IV I – C G) (menor) (V I – B7 Em); funcional progresiones y cadencias (C 
G – C G B7 Em x2) cadencia (V I) (B7 Em) 

B: relativamente tonal y funcional: IV I (Am Em) x2, cadencia (V I – B7 Em) x2 implícita en 
fraseo de guitarra; insistencia en la cadencia V I (B7 Em) 
C: Bimodal (I mayor, I menor) (G Em) 

MELODÍA 

 



 

 255 

 
 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipologías (LaRue, 1989) Rol y función instrumental (Moore & Martin, 2018) 
• Densidad: Baja variabilidad en la actividad; articulación mixta: por repetición de 

musemas (riffs, frases, motivos) y desarrollo discursivo (frases periódicas) Guitarra: rol estructural (musemas (riffs) en A, B) 
• Relación temática entre material melódico: mayormente por su relación con la Mandolina: rol estructural – melodía principal (B), melódico ornamental (A) 

funcionalidad armónica Violín: estructural; mayormente de rol contrapuntístico/secundario en A 
• Direccionalidad: mayormente oscilante; descendente en fraseos discursivos Voces: Rol solista (melodía discursiva) 
• Diseño temático: poco contrastante entre secciones formales 

 
Otros criterios (Moore & Martin, 2018) 

• Diseño: Mayormente basado en estructuras escalares 
 
 
 
 
 
 
 
 

MESOFORMA 
 

Diseño melódico (menor escala) 
Intro 
Guitarra: musemático repetitivo (riff) 
Violín: musemática de repetición secuencial, escalar descendente; modal (escala E dórica – 
(do#)) 

 
A (1,2,3,4,5,6) 
Mayormente pentáfona, con notas diatónicas ornamentales 
Voz, rondín: periódica/discursiva; período de 4 frases de tipo aa´bb; contorno descendente; nota 
ornamental (fa#) 
Guitarra: frases intermedias musemáticas repetitivas (2 riffs); riff 1: escalar de contorno 
ascendente (la si do re mi), riff 2: escalar ascendente (re mi fa# sol la si) 
Violín: frase discursiva, mixta/compuesta: (homofonía con voz y guitarra - frase 1y 2) (diseño 
interválico/refuerzo armónico – frases 3 y 4); frase intermedia de tipo ab [ant/consec] ccccc 
[rep. musemática]; escalar oscilante (menor armónica – re#) 
Mandolina: repetición musemática; escalar ascendente (la si re mi); ornamental/secundaria 

B 
Mayormente diatónica 
Guitarra: repetición musemática (frase de tipo aabb); diseño basado mayormente en intervalos 
Violín: nota sostenida (mi) 
Mandolina: repetición musemática secuencial; frase de tipo aabb (x2) ccdd (x3) aabb con 
motivo interválico) de cierre (refuerzo armónico) 
Rondín: repetición musemática; frase tipo aa (escalar descendente) bb (diseño por intervalos) 
Voz: nota repetida (ornamental, secundario) 

 
C 
Diatónico/pentáfono 
Voces: repetición musemática - frase compuesta de tipo aaab; textura (antecedente/consecuente 
- yuxtaposición de líneas de voz); contorno descendente 
 

RITMO 
 
 
 
 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipología (La Rue, 1989) 
• Continuum (tempo y métrica): tempo estable (74-78 bpm); polimetría (métricas de 

2,3,4 pulsos) por gran presencia de extensiones métricas 
• Ritmo de superficie: Mayormente a base de patrones rítmicos de repetición regular 

 
Rhythmic organization (Moore & Martin, 2018) 

• Sensación mixta: binaria (straight) - ternaria (suffle) en A; mayormente binaria en B, 
C 

• Organización métrica (hypermetre): relativamente regular (frases de 1, 2 y 4 
compases) 

 

• Feel: Baja tensión general entre sección rítmica y material melódico (strictness); 
elemento de contraste (guitarra solista) 

 
Rol y función instrumental (Moore & Martin, 2018) 

• Guitarra Rítmica: rol rítmico estructural/principal; patrones de rasgueo mayormente 
regulares (semicorcheas) 

• Guitarra solista: rol de tensión con acompañamiento (waywardness) (A) 
• Percusión (bombo, triangulo, bongos/congas/campana, chaqchas): refuerzo rítmico 

(ornamental); patrones regulares 
• Instrumentos melódicos/armónicos: diseño mixto: relativa independencia de diseño 

rítmico (intro, B, C), relativa dependencia/homorrítmia (A: rondín/voz – violín – 
guitarra solista) 

 
MESOFORMA 

 

Intro: 2/4; extensión métrica de 3/4 al final; frases de 1 compás; independencia de diseño 
rítmico: guitarra – semicorcheas, violín (seisillos) 
A: 2/4 y 4/4; extensiones/contracciones métricas de 3/4; frases de 1, 2 y 4 compases; diseño 

B: 4/4, hipermétrica regular basada en 4; frases de 4 compases basadas en repetición de patrones 
rítmicos; guitarra/mandolina: relativa interdependencia rítmica por patrones rítmicos comunes 
(base de semicorcheas – corcheas) 

 



 

 256 

 mixto: relativa independencia de diseño rítmico (voz/rondín – violín – riff de guitarra de cierre), 
relativa dependencia/homorrítmia (voz/rondín – guitarra solista - violín) 

 
C: 4/4; extensión métrica de 2/4 al final de frase; frases de 1 compás de duración 

CRECIMIENTO 

 
Rasgos globales (LaRue, 
1989; Moore & Martin, 

2018) 
 

• Tipos de cambio y puntuación estructural de tipo mixto: melódico (por resolución al primer grado de la escala), armónico (cadencias V I en modo mayor y menor), rítmico (cambio de 
métrica) 

• Direccionalidad: tendencia circular y repetitiva 

• Mayormente de estabilidad dentro de secciones; contraste entre secciones formales mayormente por cambio de temática 
• Mayormente de poca tensión (strictness) entre material rítmico y melódico 

 
 

Movimiento (cambio) 
 

SONIDO 
A: actividad local por aparición de percusiones 

 
ARMONÍA 
Actividad local por funcionalidad de la armonía 
 

MELODÍA 
A: actividad local por desarrollo melódico (pregunta – respuesta - frases de cierre) 
C: actividad local por yuxtaposición de voces (elisión) 

 
RITMO 
A: actividad local por polimetría 

 
 
 
 

Forma (articulación) 
 

SONIDO 
Puntuación por silencios al final de frases y secciones 

 
ARMONÍA 
Puntuación por insistencia en cadencias (V I) (A, B) 
Puntuación por cambio de modo (C) 
Gran dependencia de las secciones formales de las estructuras (módulos) armonónicas 
 

MELODÍA 
A: puntuación por frases intermedias y de cierre (violín) 
Transición A-B/B-C: contraste de material melódico 

 
Intensidad de la tensión (de articulación) 
Gran presencia de estratificaciones (anacrusas y superposiciones) y de compás de doble función 
(conclusión e inicio) (Elisión) 

 
RITMO 
Transición A-B: contraste de sensación métrica (de polimetría a métrica regular en 4/4) 

 



 

 

Apéndice 5: Tabla de observaciones SHMRG (El Hijo del Sol) 

257 

SONIDO 
 
 
 
 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipologías (LaRue, 1989) 
• Instrumentación: cuerdas (guitarras acústicas, mandolina, violín, arpa); vientos (quenas, voces); percusión (bombo, campana, chaqchas, congas); idioma: tratamiento 

convencional, no extendido, mayormente estable en su ámbito o registro 
• Dinámica: Mayormente estable con poca frecuencia de contraste dentro de las secciones formales y entre estas 
• Textura: gran variedad de diseños texturales (politextural) 

 
Función y rol instrumental (Moore & Martin, 2018) 

• Guitarras: de coloratura (sonido “metálico”), estructural: alta presencia (dinámica fuerte) 
• Percusión (bombo, campana, arpa): tímbrica ornamental 
• Violín: estructural (tímbrico/melódico) 
• Mandolina: estructural (tímbrico/melódico y armónico) 
• Quenas: estructural (tímbrico/melódico) 
• Voces: estructural (tímbrico/melódico); timbre relativamente ornamental en (F) 

 
 
 
 
 

MESOFORMA 
 

Intro: Textura de melodía y acompañamiento; ligero crescendo por dinámica de la guitarra 
A (1): textura de melodía/voz (pregunta y respuesta: violín-quena) y acompañamiento (guitarra); dinámica estable 
A (2,3,4, 5, 6, 7): textura mixta: melodía/voz compuesta (pregunta y respuesta: voces-mandolina/contrapunto con violín) y acompañamiento (guitarra); voces (coro) en unísono; dinámica estable 
B: textura monofónica (unísono – octava); moderado crescendo; aumento progresivo de densidad sonora (guitarra-violín/mandolina- percusión) 
C(a): textura mixta: melodía/voz compuesta (pregunta y respuesta: quenas-violín/contrapunto con mandolina) y acompañamiento (guitarra); dinámica estable 
C(b): incremento de dinámica (guitarra), textura relativamente contrapuntística (violín/mandolina), disminución de densidad de textura (sin quenas) 
D: textura mixta: monofonía- relativa polifonía 
E(a): textura híbrida: monodia - melodía (quena) con polirritmia de percusiones 
E(b): textura mixta: homofonía y acompañamiento (guitarra) 
F: textura de melodía/voz (pregunta y respuesta: mandolina/guitara-voces/arpa) y acompañamiento (guitarra); dinámica estable 
G: textura de melodía/voz (homofonía: violín-quena-voces) y acompañamiento (guitarra); dinámica estable 

ARMONÍA 
 
 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipologías (LaRue, 1989) Rol y función instrumental (Moore & Martin, 2018) 
• Tipo: diatónica; mayormente acórdica; consonante, estable • Guitarra: estructural; tratamiento armónico mayormente explicito (rasgueo) 
• Acordes: principales, relativa funcionalidad • Violín: refuerzo armónico (intro, A) 
• Tonalidad/Modalidad: mixta: tonal, modal, bimodalidad • Mandolina: refuerzo armónico (intro); estructural-explicito (rasgueo) (D) 

• Arpa: refuerzo armónico por patrón de acompañamiento en A (ornamental) 
Chord structures (Moore & Martin, 2018) 

• Estructura mixta: abiertas (open-ended) y cerradas (closed) 
• Relativa funcionalidad: progresiones y cadencias 
• Variedad: grado medio (diferentes módulos armónicos a base de los mismos grados) 

 
MESOFORMA 

 

Intro: mixto modal/tonal (La menor) (I VII - I V) 
A: mixto tonal-modal-tonal: Am E (vamp V I) – VI I V I (Am C G C) (x2) - III I V I (C Am E 
Am) (x2) - Am E (vamp V I: insistencia por repetición hacia el final) 

D: implicita por fraseo melódico (riff basado en arpegios); bimodal doble candencia: mayor V I 
[G C] menor V I [E Am]; insistencia del vamp V I (E Am) hacia el final 
E: armonía implicita al principio por fraseo melódico; bimodal doble candencia hacia el final: 

 



 

 258 

 B: armonía implicita por fraseo melódico (modal menor I VII V I) (Am G E Am), insistencia 
del vamp V I (E Am) hacia el final 
C: bimodal: mayor: IV I IV I [F C F C] - I V I [C G C]; menor: cadencia V I (E Am) 

mayor (V I: G C) menor (V I: E Am) 
F: bimodal doble candencia: mayor (I V I: C G C) menor (III V I: C E Am) 
G: bimodal: mayor: IV I IV I [F C F C] - I V I [C G C]; menor: cadencia V I (E Am) 

MELODÍA 
 
 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipologías (LaRue, 1989) Rol y función instrumental (Moore & Martin, 2018) 
• Densidad: Alta variabilidad en la actividad; articulación mixta: por repetición de 

musemas (riffs, frases, motivos) y desarrollo discursivo (frases periódicas) Guitarra: rol estructural (musemas (riffs) en B, D) 
• Relación temática entre material melódico: mayormente por su relación con la Mandolina: rol estructural (B,C, F), mayormente ornamental (A) 

funcionalidad armónica Quenas: rol estructural (intro, A(1)-consecuente/respuesta, C, E); estructural (repetición 
• Direccionalidad: mayormente oscilante (entre notas pivote) musemática en D) 
• Diseño temático: gran variedad temática; contrastante entre secciones formales Violín: estructural; mayormente de rol solista; rol contrapuntístico/secundario - de refuerzo 

armónico en A (2,3,4,5,6,7) 
Otros criterios (Moore & Martin, 2018) Voces: Rol solista (melodía discursiva) 

• Diseño: Mayormente basado en estructuras escalares 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

MESOFORMA 
 

Diseño melódico (menor escala) 
Intro 
Quenas: (principal) fraseo oscilante basado en arpegios, (ornamental secundario) de nota 
sostenida con trémolo 
Violín, mandolina: nota sostenida con trémolo 

 
A (1) 
Pentáfona 
Violín: periódica/discursiva; período de 4 frases de tipo aabb; perfil ascendente-descendente 

 
A (2,3,4,5,6,7) 
Voces: diatónica con cromatismo (sol #) funcional; periódica/discursiva; período de 4 frases de 
tipo aabb/ascendente - de nota sostenida 
Violin: diatónica con cromatismo (sol #) funcional; de tipo axial (notas pivote sostenidas), rol de 
contracanto a las voces 
Mandolina: pentáfono, de tipo escalar ascendente y desacendente; rol de consecuente (respuesta 
melódica) 

 
B 
Guitarra-violín-mandolina: pentáfona; diseño escalar oscilante; insistencia en el grado I menor 
(la) al final; progresiva simplificación (reducción de la complejidad del diseño melódico – de 
frase periódica a motivo rítmico) 

 
C(a) 
Melodía única poli tímbrica (violín-quenas); pentáfona; periodo de 4 frases de un compás de 
duración de forma aabb´, descendente hacia el grado I de la escala 
Mandolina: mayormente diatónica (la menor) con cromatismo (sol #) funcional; rol 
contrapuntístico 

C(b) 
Violín, mandolina: insistencia en el grado I (la); rol de refuerzo a la armonía 

 
D 
Guitarra: fraseo de repetición musemática secuencial (basada en arpegios), musema de 1 
compás (riff); contorno oscilante 
Quena: fraseo de repetición musemática secuencial (basada en intervalos); de dos compases de 
duración; contorno descendente 
Violín: estructura relativamente discursiva; periodo de 4 frases de dos compases de duración de 
tipo aa´bb´; insistencia del grado I de la escala al final 

 
E(a) 
Quenas: repetición musemática (basada en patrones interválicos-trifónico) 
E(b) 
Violín, quenas: frase de dos semifrases de tipo aa´: contorno axial (oscilante entre las notas sol 
y la) 

 
F 
Mandolina: frase de dos semifrases de tipo aa´: contorno axial (oscilante entre las notas sol y la) 

 
G 
Melodía única homofónica (violín-quenas-voces); pentáfona; frase periódica de 4 musemas de 
un compás de duración de forma aabb´, tendencia descendente hacia el grado I de la escala 
 

 



 

 259 

RITMO 
 
 
 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipología (La Rue, 1989) • Feel: Baja tensión general entre sección rítmica y material melódico (strictness); 
• Continuum (tempo y métrica): mayormente estable - 4/4, 80-86bpm; elementos de elemento de contraste: fraseo de violín en sección D (waywardness) 

contraste: extensiones métricas, acelerandos y retardandos 
• Métrica binaria: 4/4 Rol y función instrumental (Moore & Martin, 2018) 
• Ritmo de superficie: Mayormente a base de patrones rítmicos con repetición regular • Guitarra Rítmica: patrones de rasgueo mayormente regulares 

• Percusión (bombo, chaqchas): marcado de pulso, métrica e inicio/final de frases 
Rhythmic organization (Moore & Martin, 2018) • Instrumentos melódicos/armónicos: diseño mixto: relativa independencia de diseño 

• Sensación binaria (straight) rítmico (intro, A, C, D), relativa dependencia/homorrítmia (B, C, E, F, G) 
• Organización métrica (hypermetre): Regular, mayormente basada en grupos de 4; 

frases de 4, 2 y/o 1 compases 
 
 
 
 
 
 

MESOFORMA 
 

Intro: rubato; contraste entre patrón de nota sostenida (violín, quena 2) y rítmica libre (quena 1) 
A: hipermétrica regular, basada en grupos de 4, frases de dos compases, actividad rítmica estable 
(patrones de negras y corcheas) 
B: acelerando progresivo (80-150bpm); hipermétrica regular (basada en grupos de 4) con 
tendencia a reducción (de frases de 4 compases a motivos de dos pulsos de duración); actividad 
rítmica estable (patrones de corcheas y negras al final de frase) 
C: hipermétrica regular con extensiones métricas de ¼; actividad rítmica estable (patrones de 
sincopas, galopas, semicorcheas de un pulso) 
D: hipermétrica regular (basada en grupos de 4); variedad en la actividad rítmica (por número 
de voces): guitarra estable (semicorcheas), quenas (negras y blancas), violín (sincopas, galopas 
y semicorcheas); relativa tensión entre la rítmica de acompañamiento (más regular) y del violín 
(más activa) (waywardness) 

E(a): mayormente percusivo (bombo, congas, chaqchas, palmas); repetición de patrones 
rítmicos regulares (corcheas y negras) 
E(b): relativa polimetría (frases de 3 y 5 pulsos); violín/quenas (patrones de sincopa, corcheas y 
negras); ligero ralentando hacia el final 
F: tempo (65 bpm); relativa homorrítmia entre acompañamiento (guitarra) y melodía 
(mandolina); sección de contraste con otras secciones formales de pulso marcado 
G: progresivo acelerando (80-100 bpm); hipermétrica regular (basada en grupos de 4) con 
extensiones métricas de ¼; homorrítmia entre voces, quenas y violín); percusión con patrones 
rítmicos regulares (galopas) 
 

CRECIMIENTO 

 
Rasgos globales (LaRue, 
1989; Moore & Martin, 

2018) 
 

• Tipos de cambio y puntuación estructural de tipo mixto: textural (variedad de diseños texturales entre secciones formales); melódico (por resolución al primer grado de la escala), 
armónico (cadencias V I en modo mayor y menor), rítmico (cambio de tempo, acelerando y retardando) 

• Direccionalidad: tendencia circular y repetitiva por la relativa autonomía de las secciones formales 
• Mayormente de estabilidad dentro de secciones; gran variedad de secciones formales (contraste mayormente por cambio de temática y textura) 
• Mayormente de poca tensión (strictness) entre material rítmico y melódico 

 
 
 
 
 

Movimiento (cambio) 
 

SONIDO 
A, C(a): actividad local por textura de pregunta y respuesta en la melodía 
C(b): actividad local por incremento de dinámica en la guitarra y por disminución de densidad 
de textura (sin quenas) 
B: actividad local por aumento progresivo de densidad sonora (entrada secuencial de 
instrumentos:  guitarra-violín/mandolina-  percusión) 
D: actividad local por cambio en densidad textural (textura acumulativa: yuxtaposición 
progresiva de instrumentos) 
F: actividad local por textura de pregunta y respuesta 

 
ARMONÍA 
Intro, A, C, D, E, F: Actividad local por funcionalidad de la armonía 

MELODÍA 
B: actividad local por progresiva simplificación (reducción de la complejidad del diseño 
melódico – de frase periódica a motivo rítmico) 
C: desarrollo melódico con alternacia de timbre 
D,E: actividad local por repetición musemática y fraseo de violin (discursivo) 
G: actividad local por repetición musemática 

 
RITMO 
B, G: actividad local por acelerando progresivo 
E: actividad local por irregularidad métrica 
 

 



 

 260 

 
 
 
 
 
 

Forma (articulación) 
 

SONIDO 
A (1): arpa y campana como marcadores de inicio/fin de la sección                       
A (2,3,4,5,6,7): arpa y campana como marcadores de inicio/fin de la sección 
Transición A4-B: contraste de textura (melodía/acompañamiento a monofonía) 
Transición B-C: contraste de textura (homofonía a melodía/acompañamiento) 
Transición C-D: contraste de textura (contrapunto/acompañamiento a monofonía) 
Transición D-E: contraste en la sonoridad instrumental (predominio de percusiones); contraste 
de textura (melodía/acompañamiento a polirritmia (de percusiones) 
G: mandolina y bombo como marcadores de final de frase 

 
ARMONÍA 
Transición entre secciones formales por contraste entre armonía explícita e implícita 
Puntuación por insistencia de la cadencia modal menor (V I) (E-Am) 
 

MELODÍA 
A, B, C, E(b), F, G: articulación (marcado de final de frases) por llegada al grado I de la escala 
(nota la) 
Transición entre secciones formales por cambio/variedad temática 

 
RITMO 
Transición B-C: restablecimiento de tempo 
Transición E(a) – E(b): de métrica regular a relativa polimetría/irregularidad métrica 
Transición E(b) – A5: puntuación por ralentando en la frase final 
Transición A7-F: de textura de melodía/acompañamiento a homorrítmia (pérdida de sensación 
de estabilidad del patrón rítmico de acompañamiento) 
Transición F-G: aumento de tempo (de 65 a 80 bpm); restablecimiento de textura de melodía y 
acompañamiento (guitarra recupera el rasgueo) 
 

 



 

 

Apéndice 6: Tabla de observaciones SHMRG (Mi Cueva) 

261 

SONIDO 
 
 
 
 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipologías (LaRue, 1989) 
• Instrumentación: cuerdas (guitarras acústicas, mandolina, bajo eléctrico, violín); vientos (quenas, voces); percusión (bombo, campana); idioma: tratamiento convencional, no 

extendido, mayormente estable en su ámbito o registro 
• Dinámica: Mayormente estable con poca frecuencia de contraste dentro de las secciones formales y entre estas 
• Textura: material melódico relativamente contrapuntístico sobre acompañamiento mixto (acórdico y musemático – riffs) 

 
Función y rol instrumental (Moore & Martin, 2018) 

• Guitarras: de coloratura (sonido “metálico”), estructural: alta presencia (dinámica fuerte) 
• Bajo: de coloratura (sonido “eléctrico”); estructural: alta presencia (dinámica fuerte) 
• Percusión (bombo, campana): tímbrica ornamental 
• Violín: estructural (tímbrico/melódico; “the tune” en A y C) 
• Mandolina: mayormente ornamental (timbre melódico principal momentáneo en A), de coloratura (tímbrico/armónica en B) 
• Quenas: estructural (tímbrico/melódico, “the tune” en A) 
• Voz: estructural (tímbrico/melódico, “the tune”en B); coloratura “blanca”, baja resonancia (de cabeza), no entrenada, afinada 

 
 
 

MESOFORMA 
 

A: Trama musical lineal (aparición secuencial de instrumentos – timbres) 
A(a): textura relativamente contrapuntística (polaridad treble/bass entre quenas/mandolina – bajo eléctrico) 
A(b) Dinámica de pendiente (crescendo moderado y progresivo); timbre ornamental (acompañamiento de mandolina de dinámica suave) 
B: textura relativamente contrapuntística (polaridad treble/bass entre voz – bajo eléctrico); cambio de registro de agudo a medio en mandolina (por cambio a función armónica) 
B(c): incremento de densidad tímbrica por segunda voz (rol ornamental) 
C(a): Dinámica mayormente estable con elemento de contraste (silencios al final de las frases) 

ARMONÍA 
 
 
 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipologías (LaRue, 1989) Chord structures (Moore & Martin, 2018) 
• Tipo: diatónica; mayormente acórdica; colorística, consonante, estable, uniforme • De base repetitiva y representativa de cada sección formal (modulos armónicos); 
• Acordes: principales, no funcional Estructuras abiertas (open-ended) 
• Tonalidad/Modalidad: mayormente modal; bimodalidad, mono cordal • No funcional 

• Variedad: grado medio (4 módulos armónicos) 
 

Rol y función instrumental (Moore & Martin, 2018) 
• Guitarra: estructural; tratamiento armónico mayormente explicito (rasgueo) 
• Violín: refuerzo armónico ornamental 
• Mandolina: refuerzo armónico ornamental 
• Bajo: estructural; elemento generador de tensión del sistema modal 

 



 

 262 

 
 
 
 

MESOFORMA 
 

A: armonía implícita (riff de guitarra); estructura cadencial (tonal menor) no funcional (I-V) B: modal Do ionio; mono cordal (I); armonía explícita por rasgueo de guitarras y mandolina; 
(Am-E); ritmo armónico estable (módulo armónico de un compás de duración) refuerzo armónico (mandolina) 
A(a): refuerzo armónico por motivo melódico (do-si-do) (mandolina) C(a): armonía explícita (rasgueo de guitarra con línea melódica); bimodal (mayor/menor) (C- 
A(b): refuerzo armónico por rasgueo complementario a la guitarra (mandolina); relativa tensión   Am) 
armónico/modal por insistencia del grado I mayor (do) en (bajo eléctrico) sobre modo menor C(b): Explícita por rasgueo de guitarras, modal Do ionio; mono cordal (I); refuerzo armónico 
(riff de guitarra) ornamental (por diadas) (violín) 
 

MELODÍA 
 
 
 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipologías (LaRue, 1989) Rol y función instrumental (Moore & Martin, 2018) 
• Densidad: Poca variabilidad en la actividad; articulación mayormente por repetición 

de musemas (riffs, frases, motivos) Guitarra: rol secundario (escala inicial, musemas (riffs) al final en C(b); frase melódica en el 
• Relación temática entre material melódico: mayormente por el carácter pentáfono acompañamiento armónico (complementaria al violín en C(a) por su baja presencia enla mezcla) 
• Direccionalidad: Mayormente cíclica; ondulante Mandolina: rol melódico secundario/ornamental (frase única al final de A(a)) 
• Diseño temático: Mayormente musemático; gran variedad temática contrastante Quenas, voz: estructural; rol solista     

entre secciones formales Violín: estructural; mayormente rol solista 
Bajo: estructural; elemento contrapuntístico a instrumentos solistas principales; línea de bajo 

Otros criterios (Moore & Martin, 2018) con independencia melódica 
• Diseño: Mayormente basado en patrones de altura (pitch patterns) de tipo oscilante y 

axial; estructuras escalares relativamente escasas 
 
 
 
 
 
 
 

MESOFORMA 
 

Diseño melódico (menor escala) B 
A(a) Pentáfona, mayormente de tipo axial (insistencia en la nota do) 
Mayormente pentáfona Bajo: musemático (riff), tipo axial 
Quena: discursiva, periodo de 4 frases de tipo aa´ba´ Voz: diseño musemático/discursivo basado en arpegio de triada mayor (do mi sol); notas de 
Guitarra: introducción con frase escalar (lick) paso (re la); 4 frases de dos compases de duración de forma aabcbc 
Bajo: musemática (riff) basada en arpegio (mi la sol do); insistencia en grado I mayor (do)     
Mandolina: musema (riff) no pentáfono escalar descendente (la sol fa mi) C(a) 

Pentáfona 
A(b) Violín: frase de 4 musemas de un compás de duración de forma aaa´a´ con repetición basada en 
Pentáfona arpegio bimodal (do mi sol la); refuerzo de bimodalidad por intervalo de 3ra menor descendente 
Violín: relativamente periódica/discursiva; periodo de 10 musemas de un compás de duración al final de los musemas a´ (do-la) 
de tipo aa´bbccdddd [escalar ascendente (frase 1 – 4), escalar descendente (frase 5,6), 
oscilatorio entre notas (mi-la) de pregunta y respuesta (frase 7-10)] C(b) 

Guitarra: frase de 2 musemas de un compás de duración de forma ab con repetición; de tipo 
oscilante entre notas (mi-do), de textura pregunta - respuesta 

RITMO 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipología (La Rue, 1989) • Feel: Baja tensión general entre sección rítmica y material melódico (strictness); 
• Continuum (tempo y métrica): mayormente estable - 4/4, 130bpm; elementos de elemento de contraste: guitarra rítmica en B y C(b) (waywardness) 

contraste: sensación de cambio de tempo (half time) y extensiones métricas 
• Métrica binaria: 4/4 Rol y función instrumental (Moore & Martin, 2018) 

 



 

 263 

 • Ritmo de superficie: Mayormente a base de repetición regular de patrones rítmicos • Guitarra Rítmica: factor de tensión rítmica dentro del arreglo (patrones irregulares en 
el rasgueo) 

Rhythmic organization (Moore & Martin, 2018) • Percusión (bombo): marcado de pulso y métrica 
• Sensación binaria (straight) • Instrumentos melódicos/armónicos: relativa independencia rítmica (escasos patrones 
• Organización métrica (hypermetre): Regular, mayormente basada en grupos de 4; rítmicos compartidos); mandolina: refuerzo rítmico al principio en A(a); bajo: 

frases de 4, 2 y/o 1 compases tensión rítmica con quenas por diseño sincopado y staccato en A(a) 
 
 
 
 
 
 
 
 

MESOFORMA 
 

A(a) B 
Hipermétrica: guitarra, mandolina, bajo: musemas de 1 compás; quenas: frases de 4 compases Bajo: frases de dos compases, diseño a base de corcheas 
Guitarra: riff basado en patrón regular de corcheas Voz: frases de dos compases, diseño mayormente por corcheas con negras al final de frase 
Quenas: basado mayormente en notas largas (blanca con punto) y cortas (negra) Tensión entre guitarra rítmica (rasgueo irregular) y bajo (diseño rítmico más regular/estable); 
Bajo: tensión rítmica con las quenas por diseño sincopado y staccato relativa homorrítmia entre guitarra y voz 
Mandolina: refuerzo rítmico al principio; musema (riff) de duración irregular (5 compases) al final, 
patrón basado en corcheas y galopa C 

Tempo más lento (half time) 4/4 a 65bpm; hipermétrica: en grupos de 4, frases de uno y dos 
A(b) compases, extensiones métricas de 1/4 
Violín: fraseo basado en grupos de 4 pulsos; relativamente discursivo (10 compases y uno de Bombo: marcado de pulso (refuerzo al cambio de tempo) 
silencio) C(a) 
Mandolina: refuerzo rítmico por rasgueo; imitación de patrón (riff) de guitarra Violín: patrón basado en figuras de semicorcheas, apoyaturas; hipermétrica: 4 compases, 

semifrases de 1 compás de duración, 
C(b) 
Guitarras: patrón regular/estable basado en célula rítmica (galopa); hipermétrica: frase de 2 
compases de duración; tensión rítmica por rasgueo relativamente irregular 

CRECIMIENTO 
 

Rasgos globales (LaRue, 
1989; Moore & Martin, 

2018) 
 

• Tipos de cambio y puntuación estructural de tipo mixto: de timbre (aparición secuencial de instrumentos), armónico (monocordal - bimodalidad), rítmico (cambio de tempo) 
• Direccionalidad: tendencia circular, repetitiva 

• Mayormente de estabilidad dentro de secciones y de contraste moderado entre secciones formales 
• Mayormente de poca tensión (strictness) entre material rítmico y melódico 

 
 
 
 

Movimiento (cambio) 
 

SONIDO MELODÍA 
A: Actividad por aparición secuencial de instrumentos A(a): actividad local (ornamental) por ruptura del carácter pentatónico: musema (riff) escalar 
A(b): Actividad por dinámica con crescendo moderado y progresivo descendente (la sol fa mi) en mandolina 
B(c): Actividad por nuevo timbre (2da voz) RITMO 
ARMONÍA B: Actividad por tensión: homorrítmia entre guitarra rítmica y voz (rítmica irregular) y línea de 
A(b): actividad por cambio de función (acompañamiento) en mandolina, de tipo ornamental por   bajo (rítmica regular) 
baja intensidad del instrumento en la mezcla 
C(b) Actividad local por cambio de función en violín (de solista a refuerzo armónico); tensión 
por rasgueo irregular de guitarra rítmica 

 
 

Forma (articulación) 
 

SONIDO RITMO 
Transición A-B: cambio de timbre en la voz solista (instrumental a vocal) Transición A-B: Cambio hacia mayor tensión rítmica entre material melódico y armónico - 
Transición B-C: cambio de timbre en la voz solista (vocal a instrumental), cambio de textura del  guitarra rítmica (rasgueo irregular) y bajo (diseño rítmico más regular/estable); 
material melódico (de contrapuntística a monofónica) Transición B-C: cambio de tempo (sensación de half time); contraste por cambio en densidad de 
Transición C(a) -C(b): cambio de timbre en voz solista (violín a guitarra) diseño rítmico de la línea melódica (voz/corcheas – violín/semicorcheas); alternación de timbres 

 



 

 264 

 ARMONÍA (sale bajo entra bombo) 
Transición A-B: cambio de modo (menor – mayor) C(a): Marcado de final de frase por acentuación de motivo rítmico de bombo 
C(a): Puntuación de final de frase por acentuación de cambio de modo (mayor a menor) 
MELODÍA 
Transición entre texturas relativamente contrapuntísticas en A (quenas/bajo-mandolina) y B 
(voz/bajo) a diseños más monofónicos en C (violín, homofonía entre violín y guitarra) 

 



 

 

Apéndice 7: Tabla de observaciones SHMRG (Valicha) 

265 

SONIDO 
 
 
 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipologías (LaRue, 1989) 
• Instrumentación: cuerdas (guitarras acústicas, mandolina, violín, cello); vientos: quenas; percusión (bombo, triángulo, bongos, campana, chaqchas); idioma: tratamiento 

convencional, no extendido, mayormente estable en su ámbito o registro 
• Dinámica: Mayormente estable con poca frecuencia de contraste dentro de las secciones formales y entre estas 
• Textura: mayormente de melodía con acompañamiento 
• Tramas musicales: mayormente lineales con algunas secciones relativamente masivas (armonización y duplicación de voces) 

 
Función y rol instrumental (Moore & Martin, 2018) 

• Guitarras: de coloratura (sonido “metálico”), estructural: alta presencia (dinámica fuerte) 
• Percusión (bombo, bongos, campana/triangulo): tímbrica mayormente estructural (alta presencia/actividad) 
• Quenas, violín, cello, mandolina: estructural (tímbrico/melódico) 

 
 
 
 

MESOFORMA 
 

Intro: melodía (quena) y acompañamiento (violín/guitarra); dinámica de crescendo (por frase) 
A (1,2,3): textura (pregunta-respuesta con acompañamiento); incremento de densidad textural/tímbrica en A (2) (homofonía entre violín, cello y quena) A 
(3): textura mixta (homofonía/pregunta-respuesta con acompañamiento); homofonías a base de armonización de voces en quenas y mandolinas 
B1: melodía con acompañamiento; relativa textura contrapuntística por secciones de notas repetidas (violín, quena); cambio de textura tímbrica (por mayor intensidad de percusiones: bongos, 
campana) 
C: textura: monodia; alta densidad textural/sonora por intensidad/relevancia de timbres de percusión (bongos, bombo, campanas, chaqchas, guitarra con sonido percutivo) 
B2: melodía con acompañamiento; relativa textura contrapuntística por frases de violín y mandolina; relativa dinámica en crescendo; trama musical relativamente masiva (duplicación y 
armonización de voces) 

ARMONÍA 
 
 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipologías (LaRue, 1989) Rol y función instrumental (Moore & Martin, 2018) 
• Tipo: mayormente diatónica, rol tensional, mayormente estable (elemento de • Guitarra: estructural; tratamiento armónico mayormente explicito (rasgueo) 

contraste: modulación en A3) • Violín, mandolina: refuerzo armónico ornamental (B 1,2); cello en A1 
• Acordes: principales, relativa funcionalidad (cadencia V I recurrente) • Mandolina: refuerzo armónico - rasgueo explicito secundario (B2) 
• Tonalidad/Modalidad: funcional a la melodía, bimodalidad, modulación a otro centro 

tonal 
Chord structures (Moore & Martin, 2018) 

• Estructuras mayormente cerradas (closed) – uso de candencias V I 
• Relativa funcionalidad: progresiones y cadencias en modo mayor y menor 
• Variedad: poca variedad (dos módulos armónicos) 

 
 
 

MESOFORMA 
 

Intro: modo menor, I VII I V (Am G Am E), intro (b) monocordal (I-Am) 
A(1,2): bimodalidad; modo mayor I IV V I [C F G C] - modo menor III (VI) III V I [C (F) C E 
Am]; funcional, cadencial. 
A1,2 (b): recurrencia de cadencia V I en modo menor (vamp) 
 

A(3a): recurrencia cadencia V I con modulación (E Am – F# Bm) (vamp) 
A(3b): bimodalidad; modo mayor I IV V I [D G A D] - modo menor III (VI) III V I [D (G) D 
F# Bm]; funcional, cadencial. 
A(3c): recurrencia cadencia V I (F# Bm) (vamp) 
B (1,2): bimodalidad; modo mayor I IV I (C F C) – modo menor III VI I (C F Am) 
C(a): armonía implícita en melodía 
C(b): recurrencia cadencia V I (E Am) (vamp) 

 



 

 266 

MELODÍA 
 
 
 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipologías (LaRue, 1989) Rol y función instrumental (Moore & Martin, 2018) 
• Densidad: Baja variabilidad en la actividad; actividad mayormente por desarrollo 

discursivo repetitivo (frases periódicas/estrofas) • Guitarra: rol melódico secundario (frases intermedias cortas) en B 
• Relación temática entre material melódico: mayormente por relación con la • Mandolina: rol melódico secundario (frases intermedias cortas ) en A (1,2), B; rol 

funcionalidad armónica, por estructura pentatónica  melódico principal en A3 
• Direccionalidad: mayormente de contorno descendente • Violín: rol melódico principal en A (1,2): estrofas/frases intermedias; rol mixto en B 
• Diseño temático: relativa variedad de temáticas melódicas (frases principales e (1,2): melodías de estrofas con notas repetidas/ref. armónico 

intermedias cortas – de respuesta) en (A, B) • Cello: rol melódico secundario (frases intermedias) en A1(b); rol melódico principal 
en A2; B (1,2) rol mixto: melodías de estrofas con notas repetidas/ref. armónico 

• Quenas: rol melódico principal en intro, A (1,2), B, C; rol melódico secundario 
(frases intermedias-de respuesta) en A3 

 
 
 
 
 
 
 
 

MESOFORMA 
 

Diseño melódico (menor escala) 
Intro: fraseo de carácter improvisatorio basado en arpegios (quenas) 
A1 (a): pentafónica, diseño discursivo (estrófico) de tipo aabb [quenas - homofonía 
(quenas/violín)]; frases intermedias: pentafónica/diseño escalar oscilante (mandolina), escala 
menor melódica ascendente (mandolina/violín) 
A1 (b): frase intermedia en cello (repetición musemática (vamp)/diseño basado en arpegios V I 
A2 (a): pentafónica, diseño discursivo (estrófico) de tipo aabb [homofonía 
(quenas/violín/cello)]; frases intermedias: pentafónica/diseño escalar oscilante – 
(mandolina/violín), escala menor melódica ascendente (mandolina) 
A2(b): frase intermedia en violín (repetición musemática (vamp)/diseño basado en arpegios V I 
 

B1: pentafónica, diseño axial (entre do y la), frase de tipo aa´, armonización (2da voz - 3ra por 
debajo); homofonía y alternancia (1ra voz) entre quenas/violín/cello; motivos melódicos 
secundarios en base a nota repetida (alternancia entre violín/quena); frases intermedias: 
pentafónicas de diseño escalar ascendente (mandolina/guitarra) 
A3(a): frase intermedia en violín (repetición musemática secuencial (vamp)/diseño basado en 
arpegios V I con modulación 
A3(b): pentafónica, melodía principal en mandolina, diseño discursivo (estrófico) de tipo aabb, 
armonización (2da voz – 3ra por encima); frases intermedias /de respuesta en quenas: repetición 
musemática/diseño basado en arpegio, armonización (2da voz – 3ra por debajo) quenas 
A3(c): frase intermedia (repetición musemática secuencial (vamp)/diseño basado en intervalo de 
2da menor (mandolina); frase intermedia en quena: repetición de A3 (b) 
C(a): melodía principal en quenas pentafónica, diseño axial (entre mi y la), frase de tipo aa´, 
repetición musemática (motivo melódico) basada en intervalo de quinta (mi la) 
B2: pentafónica, mel. principal (1ra voz) en quenas, diseño axial (entre do y la), frase de tipo  
aa´, con armonización (2da voz - 3ra por debajo); homofonía (1ra voz) con violín/cello; motivos 
melódicos en base a nota repetida (violín); frase contrapuntística (ornamental) en mandolina; 
frases intermedias en guitarra: pentafónica, escalar ascendente 

RITMO 
 
 
 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipología (La Rue, 1989) • Feel: Baja tensión general entre sección rítmica y material melódico (strictness) 
• Continuum (tempo y métrica): tempo mayormente estable (100-102 bpm); polimetría 

(métricas de 2,3,4,5,6,7 pulsos) - extensiones métricas Rol y función instrumental (Moore & Martin, 2018) 
• Ritmo de superficie: Mayormente a base de patrones/pies rítmicos con repetición • Guitarra Rítmica: rol rítmico estructural/principal; patrones de rasgueo mayormente 

regular  estables  (semicorcheas) 
• Percusión (bombo, congas/campana, chaqchas): rol rítmico estructural/principal, 

Rhythmic organization (Moore & Martin, 2018) patrones rítmicos estables con repetición regular 
• Sensación mayormente binaria (straight) • Instrumentos melódicos: relativa dependencia en el diseño rítmico (homorritmia) 
• Organización métrica (hypermetre): mayormente variada; irregular por uso de entre quenas, violín y cello 

extensiones métricas; regular en su repetición 

MESOFORMA Intro; sensación de rubato; intro (b): bombo patrón rítmico de galopa (bombo) B1,2: material melódico: polimetría, frase compuesta (6/4 + 7/4), sensación de extensión 

 



 

 267 

 A1,2 (a), A3 (b): material melódico: polimetría: frase compuesta [4/4 (3/4+2/4) 4/4], 
hipermétrica de repetición regular; pies rítmicos de saltillo, galopa, galopa invertida; percusión: 
patrón rítmico estable de galopa (bombo) con variaciones ornamentales 
A1,2 (b), A3 (a,c): material melódico (frases intermedias): 2/4; hipermétrica regular- frases de 
dos compases; percusión: variación rítmica de patrón de bombo (saltillo/corcheas) 
 

métrica de ¼ (en frase intermedia), hipermétrica de repetición regular; pies rítmicos de sincopa, 
corcheas; percusión: bongos (semicorcheas), campana/triangulo - marcado de pulso (negras), 
bombo marcado de pulso (negras) y (patrón saltillo/corcheas) al final de frase, dinámica en 
crescendo; acelerando progresivo en B (2) 
C(a): material melódico: polimetría, hipermétrica irregular, base en 6/4 con extensiones 
métricas (9/4, 11/4, 3/4) al final de frase; percusión: pie rítmico estable de galopa (bombo), 
acento a contratiempo (bongos), pie rítmico estable de corcheas (chakchas), marcado de pulso 
(campanas) 

CRECIMIENTO 
 
 

Rasgos globales (LaRue, 
1989; Moore & Martin, 

2018) 
 

• Tipos de cambio y puntuación estructural de tipo mixto: melódico (por diseño axial/alternancia entre grados de la escala, por uso y variedad de frases intermedias – vamps; por 
alternancia/duplicación de roles entre instrumentos); armónico (cadencias V I en modo mayor y menor, por modulación); rítmico (cambio de métrica- polimetría); textural (contrastes 
en el arreglo instrumental) 

• Direccionalidad: tendencia circular y repetitiva (repetición de períodos A1 A2 A3. B1 B2) 

• Relativa actividad dentro de secciones (por intercambio/duplicación de roles melódicos, uso y variedad de frases intermedias); contraste entre secciones formales mayormente por 
cambio de temática y textura 

• Mayormente de poca tensión (strictness) entre material rítmico y melódico 
 
 
 
 

Movimiento (cambio) 
 

SONIDO 
Intro: contraste de sensación rítmica [rubato en (a) – patrón rítmico estable de galopa, elemento 
y timbre único (bombo) en (b)] 
Transición intro – A1 - A2: incremento de densidad textural (aparición progresiva de 
instrumentos) 
ARMONÍA 
Actividad por alternancia modal (bimodalidad) 
A3 (a): actividad local por modulación repentina (1 tono hacia arriba) 
 

MELODÍA 
Actividad local por repetición regular de períodos (A1 A2 A3); por repetición regulares de 
frases y musemas (poca variación) 
A1,2 (a), A3(b): Actividad local por alternancia/duplicación de roles entre instrumentos 
melódicos (melodía principal, frases intermedias (de respuesta), 2das voces/melodías 
secundarias/contrapuntísticas;  refuerzos  armónicos) 
RITMO 
C(a): actividad local por irregularidad métrica (polimetría) 
B(2): relativo crescendo, acelerando progresivo 

 
 
 
 
 
 

Forma (articulación) 
 

SONIDO 
Transición A3 – C: contraste de textura/tímbrica (predominancia de percusiones-bongos, 
campanas, chakchas, sonido percusivo en guitara) 

 
ARMONÍA 
Desarrollo formal/melódico relativamente dependiente de estructuras armónicas 
A1,2, (a), A3 (b): Puntuación por estructuras cadenciales V I (al final de semifrases principales) 
A1,2 (b), A3 (a,c): Puntuación por estructura de frases intermedias (basadas en la cadencia V I) 
 

MELODÍA 
Puntuación por repetición de períodos (A1 – A2 – A3) 
Puntuación por aparición de frases intermedias (basadas en la cadencia V I) (A1,2 (b), A3 (a,c)) 
A1,2 (a), B1,2, C: Puntuación (semifrases) mayormente por diseño: alternancia entre puntos 
axiales (quinto grado - centro tonal) 

 
Intensidad de la tensión (de articulación) 
A, B: Articulación de material melódico por superposiciones/compases de doble función 
(elisions) 

 
RITMO 
A1,2 (b), A3 (a,c): Puntuación por contraste (variación) en patrones rítmicos de bombo 
 

 



 

 

Apéndice 8: Tabla de observaciones SHMRG (A las Orillas del Vilcanota) 

268 

SONIDO 
 
 
 
 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipologías (LaRue, 1989) 
• Instrumentación: cuerdas (guitarras acústicas, mandolina, violín); vientos (quenas; voces); percusión (chaqchas); idioma: tratamiento convencional, no extendido, mayormente 

estable en su ámbito o registro 
• Dinámica: Mayormente estable con poca frecuencia de contraste dentro de las secciones formales y entre estas 
• Textura: mayormente de melodía con acompañamiento 
• Tramas musicales: textura relativamente masiva (densidad sonora: simultaneidad de líneas melódicas secundarias/ornamentales, armonización de voces, varios instrumentos con 

rol armónico, timbres ornamentales – voces/efectos de sonido) 
 
Función y rol instrumental (Moore & Martin, 2018) 

• Guitarras: de coloratura (sonido “metálico”), estructural: alta presencia (dinámica fuerte) 
• Percusión (chaqchas): tímbrica mayormente estructural (alta presencia – dinámica fuerte) 
• Quenas, violín, mandolina: estructural (tímbrico/melódico) 
• Voces: timbre estructural (the “tune”), afinada; tímbrica ornamental (gritos, silbidos, expresiones) 
• Efectos de sonido: agua (ornamental) 

 
 
 

MESOFORMA 
 

Intro: melodía y acompañamiento (guitarra rítmica/solista); efectos de sonido (agua) 
A (1,2): textura relativamente contrapuntística entre violín y quena; armonización de voces violín/quena 
A (3, 4, 7): pregunta/respuesta: melodía principal/vocal-frases intermedias/instrumental 
A (5, 6): textura contrapuntística entre quena y mandolina, armonización de voces violín/quena 
A (8): textura relativamente contrapuntística entre voces y violín 
B: melodía (homofonía voces/quenas, violín con rol relativamente contrapuntístico, mandolina con rol de respuesta/frase intermedia, efectos de sonido 

ARMONÍA 
 
 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipologías (LaRue, 1989) Rol y función instrumental (Moore & Martin, 2018) 
• Tipo: mayormente diatónica, estable, rol tensional • Guitarra: estructural; tratamiento armónico mayormente explicito (rasgueo) 
• Acordes: principales, relativa funcionalidad (cadencia V I recurrente) • Mandolina: refuerzo armónico - rasgueo explicito secundario (A7,8. B) 
• Tonalidad/Modalidad: funcional a la melodía, bimodalidad 

 
Chord structures (Moore & Martin, 2018) 

• Estructuras cerradas (closed) – uso de candencias V I 
• Relativa funcionalidad: progresiones y cadencias en modo mayor y menor 
• Variedad: poca variedad (dos módulos armónicos – sec. A y B) 

 
MESOFORMA 

 

Intro: cadencia V I en modo menor (Em B Em) 
A(1,2, 3,4,5,6,7,8): progresión bimodal IV I IV I (modo mayor) [C G C G] - III I III I (modo 
menor) [G Em G Em] – V I (cadencia) [B Em] 

B: bimodalidad mayor/menor (G Em G Em) 
 

MELODÍA 

 



 

 269 

 
 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipologías (LaRue, 1989) Rol y función instrumental (Moore & Martin, 2018) 
• Densidad: Baja variabilidad en la actividad; mayormente por desarrollo discursivo 

repetitivo (estrofas); relativa densidad por textura contrapuntística y armonización de  Guitarra: rol melódico secundario (repetición musemática – bordones/riffs/vamps)      
voces Mandolina: rol melódico estructural/principal A(5,6), secundario A(3,4) (motivos con rol 

• Relación temática entre material melódico: mayormente por relación con la ornamental/refuerzo  armónico) 
funcionalidad armónica, por estructura pentatónica Violín: rol melódico principal en A (1,2) (estrofas/frases intermedias); secundario en A (3,4,8), 

• Direccionalidad: mayormente de contorno descendente B (frases secundarias/intermedias/motivos) 
• Diseño temático: relativa variedad de temáticas melódicas en frases intermedias Quenas: rol melódico principal en A (1,2, 5,6) y B; secundario en A (3,4,7) (motivos con rol 

cortas – de respuesta ornamental/refuerzo  armónico) 
Voces: rol melódico principal en A (3,4,7,8) y B 

 
 
 
 

MESOFORMA 
 

Diseño melódico (menor escala) 
Intro: pentatónica, repetición musemática (riff-vamp-bordón) (guitarra solista) 
A1,2: pentatónica; violín: fraseo discursivo (periodos/frases) de tipo aabb´ con motivo repetido 
al final; armonización de voces; quenas: fraseo discursivo (periodos/frases) de tipo aabb con 
motivo repetido al final; armonización de voces 
A3,4,7: pentatónica; voces: fraseo discursivo (periodos/frases) de tipo aabb´; violín: frase 
intermedia (repetición musemática); quenas: motivos melódicos de nota única en staccato; 
mandolina: repetición de motivo basado en intervalo de 5ta; riff/vamp/bordón (guitarra) 
 

A5,6: pentatónica; quenas: fraseo discursivo (periodos/frases) de tipo aabb´; mandolina: fraseo 
discursivo (periodos/frases) de tipo aabb´ con frase intermedia escalar oscilante de wrepetición 
musematica al final; guitarra: riff/bordoneo (repetición musemática) 
A8: pentatónica; voces: fraseo discursivo (periodos/frases) de tipo aabb´; violín: fraseo 
discursivo (periodos/frases) de tipo aabb´ con frase intermedia escalar oscilante de repetición 
musematica al final 
B: pentatónica; quenas/voces: fraseo discursivo (periodos/frases) de tipo aabb; violín (melodía 
secundaria en base a nota repetida y final descendente); mandolina (repetición motivo melódico 
de nota única entre repeticiones de frases principales) 

RITMO 
 
 
 
 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipología (La Rue, 1989) • Feel: Baja tensión general entre sección rítmica y material melódico (strictness); 
• Continuum (tempo y métrica): tempo mayormente estable (83-87 bpm); polimetría elemento de contraste (voces: gritos, silbidos, expresiones habladas) 

(métricas de 2,4,6 pulsos) - extensiones métricas 
• Ritmo de superficie: Mayormente a base de patrones/pies rítmicos con repetición Rol y función instrumental (Moore & Martin, 2018) 

regular • Guitarra Rítmica: rol rítmico estructural/principal; patrones de rasgueo/fraseo 
mayormente estables (semicorcheas, galopa) 

Rhythmic organization (Moore & Martin, 2018) • Mandolina: refuerzo rítmico (rasgueo) en A (7,8), B. Relativa tensión en B 
• Sensación mayormente binaria (straight) • Percusión (chaqchas): rol rítmico estructural/principal, patrones rítmicos estables 
• Organización métrica (hypermetre): mayormente de repetición regular y estabilidad (corcheas/galopa) con repetición regular 

de grupos métricos • Instrumentos melódicos: relativa independencia en el diseño rítmico (textura 
contrapuntística) entre quenas, violín y voces 

 
 
 
 

MESOFORMA 
 

Intro: 2/4; pies de galopa y semicorcheas (guitarra); marcado de pulso (chakchas) 
A: material melódico: 6/4 (frases de 6 pulsos); hipermétrica (estrofas de 4 compases); 
ambigüedad métrica por compás de elisión: sensación de extensión métrica de ¼ al final de 
estrofa/anacrusa de inicio de estrofa; diseño: pies rítmicos de sincopa, saltillo, galopa, galopa 
invertida, semicorcheas; Secciones intermedias (entre estrofas): 2/4 (frases cortas de dos pulsos) 
(violín, mandolina, guitarra/bordón, riff, vamp) 
Percusión: patrón rítmico estable de corcheas (chakchas) con variación hacia el final de la 
estrofa (galopa) en A (2,8); acompañamiento: patrón rítmico regular de galopa (guitarra) 
 

B: material melódico: 4/4 (frases de 4 pulsos); hipermétrica (estrofa de 4 compases) de 
repetición regular; extensión métrica de ¼ al final de estrofa; percusión: patrón rítmico estable 
de corcheas (chakchas); relativa sensación de tensión rítmica con base instrumental por 
densidad en rasgueo (mandolina) 
 

CRECIMIENTO 

 



 

 270 

 
Rasgos globales (LaRue, 
1989; Moore & Martin, 

2018) 
 

• Tipos de cambio y puntuación estructural de tipo mixto: melódico (por resolución al centro tonal (mi), por uso de frases intermedias – vamps); armónico (cadencias V I en modo 
menor); rítmico (cambio de sensación métrica); textural (contrastes de textura – monofonía/contrapunto) 

• Direccionalidad: tendencia circular y repetitiva (repetición de períodos A1 A2 A3, etc.) 

• Relativa estabilidad dentro de secciones; contraste entre secciones formales mayormente por cambio de textura 
• Mayormente de poca tensión (strictness) entre material rítmico y melódico 

 
 
 
 

Movimiento (cambio) 
 

SONIDO MELODÍA 
Actividad local en estrofas por aparición “espontánea” de voces (gritos, silbidos, expresiones) Actividad local por desarrollo discursivo (desarrollo de períodos/estrofas melódicas) 

A: Actividad local por aparición de frases intermedias al final de cada estrofa 
ARMONÍA B: actividad local por variación melódica (voces) al final 

 
RITMO 
A7: cambio en el rol de mandolina (melódico a rítmico – rasgueo complementario) 
B: sensación de extensión métrica de ¼ al final de estrofas (motivo de mandolina); variación en 
patrones rítmicos en chaqchas (de corcheas a galopa) en ultima repetición 

 
 
 
 
 

Forma (articulación) 
 

SONIDO 
Puntuación por silencio entre estrofas (A1,2, etc.) 
Puntuación por alternancia entre estrofas instrumentales y vocales 
Transición A2-A3: contraste de textura: de contrapunto (violín/quenas) a monofonía (voces) 
Transición A4-A5: contraste de textura: de predominante monofonía (voces) a contrapunto 
(quenas/mandolina) 
Transición A7-A8: contraste de textura: de monofonía (voces) a relativo contrapunto 
(voces/violín) 

 
ARMONÍA 
Desarrollo formal/melódico relativamente dependiente de estructuras armónicas 
A: Puntuación por estructuras cadenciales V I (al final de frases principales) 

MELODÍA 
Puntuación por repetición de períodos (A1 – A2 – A3, etc.) 
A: Puntuación por aparición de frases intermedias (basadas en la cadencia V I) al final de 
estrofas 
B: Puntuación por motivo melódico en mandolina al final de cada estrofa 

 
Intensidad de la tensión (de articulación) 
A: Articulación de material melódico por compás ambiguo (elisión): inicio de anacrusa/final 
con extensión métrica 

 
RITMO 
Transición A8-B: contraste de sensación métrica (de 6/4 a 4/4) en material melódico 

 



 

 

Apéndice 9: Tabla de observaciones SHMRG (Cholito Pantalón Blanco) 

271 

SONIDO 
 
 
 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipologías (LaRue, 1989) 
• Instrumentación: cuerdas (guitarras acústicas, bajo, mandolina, violín); voz; percusión (cajón, bongos, pandero); piano 
• Idioma: tratamiento instrumental convencional, no extendido. 
• Dinámica: mayormente estable con poca frecuencia de contraste dentro de las secciones formales y entre estas 
• Textura: mayormente homofónica (melodía principal, líneas de contra canto, de refuerzo armónico, acompañamiento armónico-rítmico) 
• Tramas musicales: relativamente masivas (densidad) por instrumentación variada, densidad textural, armonización, duplicación de voces 

 
Función y rol instrumental (Moore & Martin, 2018) 

• Guitarras, mandolina: de coloratura (sonido “metálico”) 
• Cajón (estructural) bongos (ornamental); pandero (estructural y de contraste) 
• Voz (timbre principal); mandolina, violín, piano (ornamental) 

 
 
 
 

MESOFORMA 
 

Intro: melodía (guitarra, mandolina (continuo - contra canto) y acompañamiento (guitarra) 
A1,2,3,4: melodía (principal – voz, secundarias, de contra canto – guitarra, mandolina, violín) y acompañamiento (guitarra, piano) 
B1,2: melodía (principal – voz, secundarias, de contra canto – guitarra, mandolina, violín) y acompañamiento (guitarra, piano) relativo salto hacia registro agudo (rasgueo de mandolina); 
pausa/silencio estructural (marcador de articulación formal) al final 
C1,2: melodía (principal – voz, secundarias, de contra canto – guitarra, piano, violín) y acompañamiento (guitarra, mandolina); relativo salto hacia registro agudo (nota de violín, frase de piano); 
contraste de densidad tímbrica y dinámica al final. 
D: melodía (principal – guitarra, secundarias, de contra canto – mandolina) y acompañamiento (guitarra, mandolina); contraste de textura tímbrica: relativo salto hacia registro agudo (acordes de 
piano), pandero 

ARMONÍA 
 
 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipologías (LaRue, 1989) 
• Tipo: mayormente diatónica, rol tensional, estable 
• Acordes: principales, funcionalidad (cadencia V I) 
• Tonalidad/Modalidad: funcional a la melodía, bimodalidad 

 
Chord structures (Moore & Martin, 2018) 

• Estructuras mayormente cerradas (closed) – uso de candencias V I 
• Funcional: progresiones y cadencias en modo mayor y menor 
• Variedad: poca (alternancia entre dos módulos armónicos) 

Rol y función instrumental (Moore & Martin, 2018) 
• Guitarra: estructural; tratamiento armónico mayormente explicito (rasgueo) 
• mandolina: refuerzo armónico, rasgueo complementario (A2,4) 
• Bajo, mandolina: refuerzo armónico (implícito: bordones) (A1,3; C1,2, B) 

 

MESOFORMA Intro, A, C, D: modo menor V I (E7 – Am) B: modo mayor V I (G C) 

MELODÍA 

 



 

 272 

 
 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipologías (LaRue, 1989) 
• Actividad/Densidad: mayormente por desarrollo discursivo repetitivo (frases 

periódicas/estrofas) con poca variabilidad 
• Relación temática entre material melódico: mayormente por relación con la 

funcionalidad armónica 
• Direccionalidad: mayormente de contorno descendente 
• Diseño temático: relativa variedad de temáticas melódicas (frases principales y de 

contra canto, líneas de bajo/bordoneos) 
 

Rol y función instrumental (Moore & Martin, 2018) 
 
Voz: melódico principal (the tune) 
Guitarra: melódico principal (the tune) en intro, D; 
Bajo: rol de acompañamiento (bordoneo) en A, B, C 
Mandolina: melódico de acompañamiento (contracanto) en A1,3, B, D 
Violín: melódico de acompañamiento (contracanto) en A2,4, B, C 
Piano: melódico de acompañamiento (contracanto) en C 
 

 
 
 
 

MESOFORMA 
 

Diseño melódico (menor escala) 
Intro: fraseo basado en notas del acorde (guitarra) con notas ornamentales 
A1.3: textura relativamente contrapuntística (voz/mandolina, bajo); bordones de bajo a base de 
arpegios (mi sol# si mi / la do mi la); motivo ascendente por paso conjunto (g# la si – la si do) 
(mandolina 1); motivo a base de intervalo de 5ta (si mi) (mandolina 2) 
A2.4: motivo de 2da descendente con trémolo (violín) 
B1,2: textura homofónica (voz/ mandolina, violín); relativa heterofonía entre mandolina y violín 
[frase descendente, notas del acorde (sol fa mi do)] 

C1,2: textura homofónica (voz/ piano, violín); motivo de nota repetida (mi) (violín); sensación 
de apertura/armonización en voces (octavación); tema escalar ascendente (piano) 
D: Mandolina; diseño escalar descendente, repetición musemática secuencial; Guitarra: 
desarrollo de carácter improvisatorio (alta actividad de variación de motivos); relativa tensión 
de roles melódicos entre mandolina y guitarra (contra canto regular/solo a base de 
improvisación) 
 

RITMO 
 
 
 
 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipología (La Rue, 1989) 
• Continuum (tempo y métrica): tempo mayormente estable (127-133 bpm); métrica 

sesquialtera (hemiola – 3/4 6/8) 
• Ritmo de superficie: Mixto: patrones/pies rítmicos con repetición regular e irregular 

 
Rhythmic organization (Moore & Martin, 2018) 

• Organización métrica (hypermetre): mayormente regular; sin 
extensiones/contracciones métricas, grupos métricos mayormente de 4 compases 

 

• Feel: relativa tensión general entre sección rítmica (bordones de guitarra, patrones de 
piano, cajón y bongos) y material melódico (voz, mandolina, violín) 

 
Rol y función instrumental (Moore & Martin, 2018) 

• Guitarra Rítmica: rol rítmico estructural/principal; patron de rasgueo mayormente 
estable 

• Piano: rol rítmico/tensional, mayormente con desarrollo/repetición irregular 
• Cajón, bongos; rol rítmico estructural/principal, mayormente con 

desarrollo/repetición  irregular 
• Instrumentos melódicos: relativa regularidad en repetición; rol de refuerzo rítmico 

(guitarra - bordones, mandolina 
 
 

MESOFORMA 
 

Intro; sensación de rubato 
A1,3: bordones de bajo con diseño y repetición regular, sensación métrica de 3/4; fraseos de 
mandolina con diseño y repetición mayormente regular; sensación métrica de ¾ al inicio, de 6/8 
(figura de tresillo) 
 

C1,2: incremento progresivo de actividad/densidad en línea de violín (figuraciones mas cortas); 
piano con repetición regular de frase; patrón y repetición regular de pandero; sensación de 
rubato al final (por pausa y ausencia de sección rítmica) 
D: diseño y repetición regular (mandolina, pandero); desarrollo/repetición irregular (guitarra 
solista, piano) 

CRECIMIENTO 

 
Rasgos globales (LaRue, 
1989; Moore & Martin, 

2018) 
 

• Tipos de cambio y puntuación estructural de tipo mixto: melódico (por desarrollo discursivo (estrofas) y cambio de temática); armónico (alternancia entre modo menor y mayor); 
textural (silencios, cambio de densidad sonora, secciones contrapuntísticas) 

• Direccionalidad: tendencia circular y repetitiva (repetición de períodos (A1 A2 A3 A4, B1 B2, C1 C2) 

• Relativa actividad dentro de secciones por tensión entre desarrollo irregular en sección rítmica y regular en material melódico; por cambio en densidad sonora (aparición, desaparición 
de instrumentos; contraste entre secciones formales mayormente por cambio de temática (estrofas/versos vocales/secciones instrumentales-solos) 

 



 

 273 

 • Mayormente de relativa tensión (waywardness) general entre material rítmico y melódico 
 

 
 
 
 
 

Movimiento (cambio) 
 

SONIDO 
C1,2: actividad por disminución de densidad sonora al final de la sección (silencio de 
instrumentos) 

ARMONÍA 

RITMO 
A, B: actividad por desarrollo irregular (con variaciones) de instrumentos de sección rítmica 
(cajos, bongos, piano) 
C1,2: actividad por incremento en densidad rítmica del violín (figuraciones más cortas), por 
aparición de pandero 

MELODÍA 
Intro: actividad por fraseo de guitarra 
A1,2,3,4: actividad por desarrollo discursivo (estrofas) 
B1,2: actividad por desarrollo discursivo (estrofas) 
C1,2: actividad por desarrollo discursivo (estrofas), apertura de registro vocal por armonización 
(octava) 
D: Actividad por desarrollo de guitarra solista, por incremento en textura (fraseo de mandolina 
con rol contrapuntístico) 
 

 
 
 
 
 

Forma (articulación) 
 

SONIDO 
Transición B1,2 – A3,4: silencio en sección rítmica 
Transición C1-D: contraste de textura tímbrica: relativo salto hacia registro agudo (acordes de 
piano) 
ARMONÍA 
Transición A1,3 - B1,2: cambio de modo (de menor a mayor) 
Transición B1,2 – A3,4: cambio de modo (de mayor a menor) 
 

MELODÍA 
Intro: puntuación por arpegio final de guitarra (Am) 
Transición A1,3 - B1,2: cambio de textura (relativo contrapunto entre voz y mandolina/violín) 
Transición B1,2 – A3,4: cambio de rol instrumental (rasgueo de mandolina)               
Transición A3,4 – C1,2: cambio de rol instrumental (fraseo melódico repetitivo de piano) 

 
Intensidad de la tensión (de articulación) 
Articulación de material melódico por anacrusas 

 
RITMO 
Transición C1-D: puntuación por sensación de rubato (ausencia de sección rítmica) 

 



 

 

Apéndice 10: Tabla de observaciones SHMRG (La Puna) 

274 

SONIDO 
 
 
 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipologías (LaRue, 1989) 
• Instrumentación: vientos (quenas, flauta tailandesa, zampoña); percusión (bombo, chaqchas); efectos de sonido (viento); idioma: tratamiento relativamente no convencional; no 

extendido, mayormente estable en su ámbito o registro 
• Dinámica: Mayormente estable con poca frecuencia de contraste entre secciones formales 
• Textura: mixta: monodia, relativa polifonía; tramas musicales lineales 

 
Función y rol instrumental (Moore & Martin, 2018) 

• Quenas: timbre estructural 
• Zampoña: timbre estructural (voz de contrapunto) 
• Flauta tailandesa: timbre ornamental 
• Bombo: timbre estructural 
• Chakchas: timbre ornamental 

 
 
 

MESOFORMA 
 

Intro: sonido incidental (vientos) en crescendo y decrescendo; bombo con ligero reverb 
A (1,2): monodia (quena); disminución de densidad textural por supresión de sonido incidental (viento) en A2; incremento de densidad textural por aparición de nota sostenida (flauta tailandesa)   
y armonización de quenas (hacia el final de A2) 
B: textura relativamente polifónica (contrapunto entre quena y zampoña); cambio en densidad textural por supresión de nota sostenida (flauta tailandesa) y aparición de sonido incidental (viento) 
hacia el final de B2 
C: textura relativamente contrapuntística (quenas), disminución progresiva de densidad textural hacia el final (supresión de quenas, bombo quedando sonido incidental - viento) 

ARMONÍA 
 

MACROFORMA 
 

Tipologías (LaRue, 1989) 
• Tipo: implícita, de tendencia monocordal (grado I) 
• Tonalidad/Modalidad: modalidad (D ionio) 

Rol y función instrumental (Moore & Martin, 2018) 
• Quenas: insinuación de armonía por armonización de voces con grados (V I) (la, re) 

de la escala 

MESOFORMA A1, A2: armonización de voces con grados (V I) (la, re) de la escala hacia el final 

MELODÍA 
 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipologías (LaRue, 1989) 
• Tipo: diatónica, triádica 
• Densidad: Relativa variabilidad en la actividad; articulación mixta: por repetición de 

musemas (frases, motivos) y desarrollo discursivo (frases periódicas) 
• Relación temática entre material melódico: mayormente por diseño triádico 
• Direccionalidad: mayormente oscilante (pivotando entre grados I - V, re - la) 
• Diseño temático: relativamente contrastante entre secciones formales 

Rol y función instrumental (Moore & Martin, 2018) 
 
Quenas: rol principal/solista; refuerzo armónico por insistencia en el grado I de la escala al final 
de frases 
Zampoñas: rol secundario (de contrapunto), refuerzo armónico por diseño triádico 
Flauta tailandesa: rol secundario (relativa tensión – nota pedal en grado V) 
 

 



 

 275 

 
 
 
 

MESOFORMA 
 

Diseño melódico (menor escala) 
 
A1: tríadica (re fa#, la); axial (eje: la), diseño de frases por arpegiación con variaciones      
A2: triádica (re fa#, la; mi como apoyatura); relativa tendencia discursiva (forma antecedente 
consecuente/pregunta -respuesta); oscilante (entre grados V-I); diseño por repetición 
musemática con relativa variedad temática; con relativa tensión (waywardness) con sección 
rítmica 
 

B (1,2): 
Quenas: mayormente triádica (re fa#, la; mi como nota ocasional); relativa tendencia discursiva 
(fraseo antecedente consecuente/pregunta - respuesta); oscilante (entre grados V-I); diseño por 
repetición musemática (regular, poca variedad temática) 
Zampoña: triádica, arpegio descendente; repetición musemática (motivo sin variación) 
C: 
Quenas: mayormente triádica (re fa#, la; mi como apoyatura); repetición musemática (motivo 
mayormente sin variación – uso de nota mi ocasional) 

RITMO 
 
 
 
 

MACROFORMA 
 

Tipología (La Rue, 1989) 
• Continuum (tempo y métrica): tempo estable (78-80 bpm); métrica binaria (2/4, 4/4) 
• Ritmo de superficie: Mayormente a base de patrones rítmicos con repetición regular 

 
Rhythmic organization (Moore & Martin, 2018) 

• Sensación mayormente binaria (straight) 
• Organización métrica (hypermetre): relativamente regular basada en grupos de 4 

(frases de 1, 2 y 4 compases) 

• Feel: Mixto: alternancia entre menor y mayor tensión general entre sección rítmica 
(bombo) y material melódico (strictness) 

 
Rol y función instrumental (Moore & Martin, 2018) 

• Bombo: Marcado de pulso, de compás (por acentuación) 
 

 
 
 

MESOFORMA 
 

Intro: 2/4; marcado de compás (bombo), patrón de blancas - negra con punto y corchea 
 
A: 4/4 por patrón rítmico de bombo (un compás de duración); patrón de negra con punto y 
corchea – blanca (cambiando a corcheas en A2); (quenas) hipermétrica divagante, poco 
definida; relativa tensión entre sección rítmica y material melódico (waywardness) 
 

B: 4/4, hipermétrica regular basada en 4; quenas: frases de 1 compás de duración basadas en 
repetición de patrones rítmicos (pies de galopa, sincopa); bombo: rítmica regular basada en 
repetición de patrones/motivos rítmicos [corcheas/negra (B1) galopa/semicorcheas (B2)]; 
zampoña:  corcheas/negra 

 
C: desarticulación métrica progresiva de sección rítmica (bombo) (tendencia a la tensión con 
patrón regular de quenas) 

CRECIMIENTO 
 

Rasgos globales (LaRue, 
1989; Moore & Martin, 

2018) 
 

• Tipos de cambio y puntuación estructural de tipo mixto: rítmico (aumento progresivo de densidad – complejización del patrón rítmico) (bombo); 
• Direccionalidad: tendencia circular y repetitiva (desarrollo melódico en basa a repetición musemática/ fraseo continuo de pregunta y respuesta) 

• Mayormente de estabilidad dentro de secciones (poca actividad de variación) 
• Feel: mixto: secciones de mayor y menor tensión entre material rítmico (bombo) y melódico (quenas) 

 
 
 

Movimiento (cambio) 
 

SONIDO 
Intro: aparición secuencial (sonido incidental, bombo) 
A2: desaparición sonido incidental; aparición nota sostenida (flauta); B2: desaparición de nota 
sostenida 
Transición B2-C: reaparición progresiva de sonido incidental 

 
ARMONÍA 
 

MELODÍA 
A2: actividad local por desarrollo melódico con relativo carácter discursivo (variaciones) 
B (1,2): actividad local por fraseo tipo antecedente consecuente/pregunta - respuesta 

 
RITMO 
C: actividad por incremento de tensión rítmica (pérdida de precisión en marcación de métrica y 
pulso definido) 
 

 



 

 276 

 
 

Forma (articulación) 
 

SONIDO 
Transición A-B: cambio de textura (monodia – contrapunto/quena-zampoña) 

 
ARMONÍA 
Transición (A1-A2-B1): armonización (quenas) 
 

MELODÍA 
Puntuación oscilante (entre grados V-I) (refuerzo al contexto modal mayor) 

 
RITMO 
Puntuación por complejización progresiva de patrones rítmicos por cada sección formal 
Transición A2-B: cambio en textura rítmica por chakchas (refuerzo rítmico) 

 



 

 

Apéndice 11: Tabla de observaciones SHMRG (Secuencias de Organillo y Polifón) 

277 

SONIDO 

 
MACROFORMA 

 

Tipologías (LaRue, 1989) 
• Instrumentación: organillo (instrumento), polifón (cajas de música); 

reproducciones captadas (sampleo) 
• Relativa homogeneidad tímbrica (sonidos de registro medio agudo) 

• Rol estructural: determinación de la forma mayormente por textura sonora 
 

MESOFORMA A1,2,3: organillo. B1,2: polifón 

ARMONÍA 

MACROFORMA   

MESOFORMA  

MELODÍA 

MACROFORMA Gran actividad por variaciones melódicas  

 
MESOFORMA 

 

A: modo menor (sol); mayormente musemático repetitivo 
B: modo mayor (sib); relativamente discursivo 
 

 

RITMO 

 
MACROFORMA 

Tipología (La Rue, 1989) 
• Continuum (tempo y métrica): ambigua, imprecisa 

 

 
MESOFORMA 

A: tendencia a una pulsación (métrica) regular (mayormente en el timbre tipo campanilla) 
B: 6/8, métrica relativamente explicita (melodía) 

 

CRECIMIENTO 

Rasgos globales (LaRue, 
1989; Moore & Martin, 

2018) 

• Tipos de cambio y puntuación estructural: textural (alternancia de 
sonoridad/instrumento) 

 

 

 
Movimiento (cambio) 

 

SONIDO 
A: actividad por variaciones en el diseño melódico 
B: actividad local por desarrollo melódico (discursivo) (rol secundario) 
 

 

 
 

Forma (articulación) 
 

SONIDO 
Articulación por cambio de textura sonora/tímbrica (estructura implícita ABA2B2A3) 
ARMONIA 
Secuencia de grados I V I (sol re sol) al final de la pieza: cadencia tonal implícita (rol 
secundario/de refuerzo de cierre) 

RITMO 
Transiciones entre secciones por cambio en la tendencia a la marcación métrica 
MELODIA 
Yuxtaposición de material melódico en transiciones 
 

 



 

 

Apéndice 12: Tabla de observaciones SHMRG (Paisaje de Quenas) 

278 

SONIDO 

 
MACROFORMA 

 

Tipologías (LaRue, 1989) 
• Instrumentación: Quenas; idioma: tratamiento convencional, no extendido, 

ámbito o registro amplio 
 

• Dinámica: variada; medianamente contrastante entre secciones 
• Textura: mayormente homofónica 

Función y rol instrumental (Moore & Martin, 2018) 
• Quenas: rol melódico estructural 

MESOFORMA A: monodia. B, C: homofonía (voz armonizada)   D: monodia 

ARMONÍA 

 
MACROFORMA 

 

Tipologías (LaRue, 1989) 
• Tipo: implícita 

Chord structures (Moore & Martin, 2018) 
• No aplica 

Rol y función instrumental (Moore & Martin, 2018) 
• Quenas: relativa insinuación armónica por armonización de voces (B, C) y grados 

importantes de la escala (I, V, III) 
 

MESOFORMA  

MELODÍA 
 

MACROFORMA Tipologías (LaRue, 1989) 
• Diseño temático: variado entre secciones formales 

Rol y función instrumental (Moore & Martin, 2018) 
Quenas: rol estructural 

 
 

MESOFORMA 
 

A: monodia, re mayor, diseño: aabb´, oscilante (ascendente, descendente) - axial (entre I – V – I 
grave) 
B: voz armonizada; sib mayor; diseño: aabbcc, descendente al grado III, axial (entre III y I) 
 

C: voz armonizada; bimodal (do menor – mib mayor), desarrollo discursivo: a (5 semifrases) –  
b (dos semifrases con repetición) – c (2 semifrases); tendencia descendente (hacia el grado III – 
mib en do menor – al final) 
D: monodia; re mayor; diseño: aabb´; axial (entre grados V y I) 

RITMO 
 
 

MACROFORMA 

Tipología (La Rue, 1989) 
• Continuum (tempo y métrica): tempo variable entre secciones, métrica relativamente 

estable (4/4) 

• Ritmo de superficie: Mayormente a base de patrones rítmicos con repetición regular 
 

 
MESOFORMA 

 

A: 4/4; 70bpm; patrones en base a negras y cocheas 
B: 4/4; 70bpm; cierta sensación de extensión métrica a 5/4 por silencios al final de frase; 
patrones en base a corcheas y semicorcheas mayormente. 

C: sensación de rubato; rítmica del fraseo relativamente ambigua y flexible 
D: ` 
 

CRECIMIENTO 

Rasgos globales (LaRue, 
1989; Moore & Martin, 

2018) 

• Tipos de cambio y puntuación estructural de tipo mixto: melódico (por resolución de 
frases), textural (monodia-homofonía), rítmico (cambio de tempo y métrica) 

 

• Direccionalidad:  circular/repetitiva 
• Mayormente de estabilidad dentro de secciones; relativo contraste entre secciones 

formales 
 

Movimiento (cambio) 
 

SONIDO 
ARMONIA 
Cambio de centro tonal entre secciones: D mayor – Bb mayor – C menor/Eb mayor – D mayor 

MELODÍA 
A: actividad local por cambio de dirección y por nota de llegada en cada frase 
RITMO 

 



 

 279 

  A: actividad local por repetición de patrones 
 

 
 

Forma (articulación) 
 

SONIDO 
Puntuación por cambio de textura (A monodia) (B, C homofonía) (D monodia) 
ARMONÍA 
Puntuación por cadencias (V I) (implícitas en el diseño melódico) 
 

MELODÍA 
Puntuación por llegada a grados de la escala (I III V) 
RITMO 
Transiciones entre secciones por cambio de tempo y métrica: A,B (70 bpm, 4/4) – C (rubato, 
métrica flexible) – D (105bpm, 6/8) 

 



 

 

Apéndice 13: Ficha analítica de lo progresivo (LA FLOR) 

280 

Intención compositiva 

(Composicional intent) 

 

- Dimensiones de complejidad y/o sofisticación/estilización (formal, timbrica, melódica, rítmica, etc.) 

 
Melódica 
Variedad textural en material melódico: contrapuntístico/homofónico (violín, cello, mandolina), ant./consec. (voz, quena) 
Variedad de articulación 

- A(b): por desarrollo discursivo (periodos del violín y cello) 
- A(c): por exposición y repetición (violín y mandolina) 
- B(c): por reaparición con variación 
- A2: por reaparición con variación 
- C: por contraste (nueva textura: antecedente – consecuente) (voz y quena) 
- A3: por reaparición y repetición 
- Quena: función articulatoria constante (respuesta melódica/contraste tímbrico) 

 
Armónica: 
Sofisticación y variedad armónica; cambios estructurales mayormente con dependencia de las estructuras armónicas: (A) ionio, (B) dórico/aeolio, (A2) ionio, (C) frigio, (A3) ionio 

Técnicas formales y 
composicionales 

 

- Irregularidad, variabilidad métrica. 
B: Tensión métrica (3/4 – 6/8): (mandolina-cello) (guit. rítmica – cello/violín) 

- Uso de timbres orquestales/cuerdas y arreglos, contrapunto, conducción de voces (relativa independencia de las partes instrumentales). 
Timbres orquestales: Violín, cello 
Variedad textural en material melódico 

- Concatenación de secciones de relativa autonomía formal con alguna repetición. 
Estratégias para la unidad macroformal: 

- Reexposición de secciones: cercano a la forma rondo: A-B-A2-C-A3; cercano a una forma ternaria de recapitulación breve: A (ABA2)-B (C)-A(A3) 
Estrategias para la variedad macroformal: 

- Polimodalidad    (ionio-aeolio/dórico-frigio-ionio) 
- Contraste rítmico: Transición A2-C (tempo más lento); A3 (tempo general un poco más acelerado) 

Reinvención/relectura de 
otras músicas desde las 
convenciones del rock 

Reinvención de la marinera 
B: uso de métrica sesquiáltera en un contexto armónico y formal no convencional: modalidad, sección de solo de guitarra 

Temporalidad 

 
- Linealidad directa (direct linearity) (patrones armónicos/melódicos discursivos) 

A: melodías de diseño discursivo (violín, cello) 
- Linealidad no directa (non-direct linearlity) (patrones basados en modulos/musemas: vamps, riffs, grooves, estructuras armónicas abiertas – open ended) 

Modulos armónicos de estructura musemática repetitiva: (B) dórico I II III; (C) frigio II III II I 
B: Melodía musemática/motívica ritmica – riff : mandolina, guitarra 

- Verticalidad (verticality) (estabilidad y repetitividad): (A, A2, A3) armonía monocordal (grado I) 
Virtuosismo - Dextericidad, técnica de ejecución: 

Guitarra solista: de carácter improvisatorio, irregular, de gran densidad y variabilidad temática; C(a): Desarrollo solista de carácter virtuoso (variedad temática, rápidos fraseos escalares) 
Experimentación 

 
- Interpelación de convenciones formales, timbricas, de ejecución, etc. 

Técnicas extendidas: guitarra solista con slide; 
A2: Uso amplio y extremo de registro agudo en la guitarra solista 

Improvisación - Grado de intención improvisatoria-espontaneidad: Constante tensión entre guitarra solista, intrumentos melódicos y acompañamiento; C(a): gran densidad de actividad 
- Extención del momento de la experiencia (pieza/canción): B(b) Sección formal de solo de guitarra con acompañamidento de diseño musemático (cello, mandolina) 

Eclecticismo estilístico - Diversidad y variabiliad de elementos musicales: Diversidad de elementos melódicos (solos: guitarra; riffs: violín, cello, mandolina, guitarra; the “tune”: violin, cello, mandolina) 
- Énfasis en la idea de combinación: Bajo por la estabilidad en la instrumentación, pocas secciones altamente contrastantes 

Autenticidad y raices del 
rock. (folk, blues) 

- Folk: Instrumentación mayormente acústica 
- Blues: C(a) influencia de blues (técnicas de ejecución: string bending, fraseos rápidos escalares) en guitarra solista 

 



 

 

Apéndice 14: Ficha analítica de lo progresivo (SITTING DREAMING) 

281 

 
 
 
 
 
 
 

Intención compositiva 
(Composicional intent) 

 

- Dimensiones de complejidad y/o sofisticación/estilización (formal, timbrica, melódica, rítmica, textural,etc.) 

 
Textural: 
A: Contraste de textura en material melódico: contrapuntístico (frase 1,2) – homofonía (frase 3)     
B: Tendencia contrapuntística o de pregunta y respuesta (voz – mandolina/violín) Contribución 
general de la dinámica a la articulación de las frases (patrón crescendo-decrescendo) Rítmica-
Melódica: 
Hipermétrica sujeta a material melódico 
A: Tensión entre métrica regular de 4/4 (base rítmica) y material melódico de hipermétrica irregular (4/4 con extensiones métricas de 2/4) frase 1 (6/4 + 4/4*2) frase 2 (4/4*2) frase 3 (4/4 + 6/4*2) 
B: Tensión entre métrica regular de 4/4 (base rítmica) y material melódico de hipermétrica irregular (frases de 5 y 7 compases) 
Armónica: 
Polimodalidad (aeolio, mixolidio, cromatismo) 
Formal                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                     
Contraste entre secciones de carácter compositivo (A, B) y de relativo carácter improvisatorio (C) sin perder intención composicional (debido a la estabilidad métrica y rítmica (percusión) y reaparición de patrones rítmicos y 
melódicos) 

 
 
 
 
 
 
 

Técnicas formales y 
composicionales 

 

- Irregularidad, variabilidad métrica. 
Material melódico mayormente de hipermétrica irregular 

- Uso de timbres orquestales/cuerdas y arreglos, contrapunto, conducción de voces (relativa independencia de las partes instrumentales). 
Timbres orquestales: violín, cello, piano Conducción                                                                                                           
de voces: Textura contrapuntística, de antecedente/consecuente (pregunta/respuesta), homorrítmia 

- Concatenación de secciones de relativa autonomía formal con alguna repetición. 
Estrategias de unidad macroformal: 

- Exposición y repetición completa de las tres secciones formales (ABC)(A2B2C2) 
- Estabilidad: tempo estable; centro tonal estable (La); macro direccionalidad general hacia un crescendo dinámico progresivo 
- Parámetros de construcción comunes a todas las secciones formales (patrones rítmicos e interválicos): intervalo de 2da 

Estrategias de variedad macroformal: 
- Contraste de diseño temático (mixto): discursivo - frases/periodos (A); musemático repetitivo (B, C) 
- Tipo de cambio mayormente estructural entre secciones (cambio de modo armónico y de textura) 

- Transición A-B: contraste de textura (homorrítmia con extensión métrica - contrapunto sobre sección rítmica de métrica regular) 
- Transición B-C: cambio de textura (contrapuntística/pregunta-respuesta – musemática) 

Reinvención/relectura No relevante al estilo intraopus 
 

Temporalidad 
- Linealidad directa (direct linearity) (patrones armónicos discursivos/narrativos): A: progresión armónica y material melódico mayormente discursivo 
- Linealidad no directa (non-direct linearlity) (patrones basados en modulos/musemas: vamps, riffs, grooves, estructuras armónicas abiertas – open ended): B y C: modulos armónicos y material melódico de diseño 

musemático repetitivo 

Virtuosismo 
- Dextericidad, técnica de ejecución: 

No relevante 

 
Experimentación 

- Interpelación de convenciones formales, timbricas, de ejecución, etc. 
Voz: Tratamiento (delivery) poco convencional: Mayormente de rango medio, resonancia nasal y de garganta, no entrenada; contraste textural por cambio de registro (falsetto en B) 
Sección C: Carácter exploratorio: textura mixta (entre contrapunto y polifonía); progresión poco convencional: cromática; intervalos armónicos disonantes (piano); Mandolina: uso de registro amplio y técnicas extendidas (slide) 

 
Improvisación 

- Extención del momento de la experiencia (pieza/canción)                                                                                                                                                                                                                                                                                            
La sección C actua como una seccion extendida: Movimiento cromático/de pendiente ascendente hacia el registro agudo (mandolina); Movimiento escalar ascendente y descendente y musema (cello); Musemas (motivos rítmico- 
melódicos) (piano) 

 
Eclecticismo estilístico 

- Énfasis en la idea de combinación 
Variedad de Textura: Diseño temático mixto: discursivo - frases/periodos (A); musemático repetitivo (B, C); Textura mixta: melodía más acompañamiento (toda la pieza); homorritmia (A); medianamente contrapuntística (A, B); de 
pregunta/respuesta (B) 

Autenticidad y raices del 
rock (folk, blues) 

- Folk: Instrumentación acústica 

 



 

 

Apéndice 15: Ficha analítica de lo progresivo (TONDERO) 

282 

 
 
 
 
 
 

Intención compositiva 
(Composicional intent) 

 

- Dimensiones de complejidad y/o sofisticación/estilización (formal, timbrica, melódica, rítmica, textural, etc.) 

 
Tímbrica: 
Variedad en la instrumentación Diseño                                                                                                                                                                                  
de aparición secuencial de instrumentos en secciones formales y contraste entre secciones formales por cambio de instrumentación 

 
Rítmica: 
Alto grado de dependencia de la forma a los cambios de tempo: (A, A(a)) Ternaria (12/8) /130bpm – (A(b)) binaria (4/4) /80bpm – (A(c)) binaria (4/4) /120bpm– (B) binaria (4/4) /60bpm 
Uso ornamental de rubato, acelerando y retardando en transiciones 

 
Armónica: 
Dependencia de la forma musical de estructuras armónicas: A(a) tonal –A(b) A(c) modal – (B) tonal, cadencia V-I 
Variedad armónica: secciones tonales y modales; alteración del sistema modal (polimodalidad); tonalidad migratoria; cambio de centro tonal: La (A(a), A(b)) – Mi (A(c)) – Sol (B) 

 
 
 
 
 

Técnicas formales y 
composicionales 

 

- Irregularidad, variabilidad métrica. 
Hipermétrica de material melódico y rítmico mayormente estable 

- Uso de timbres orquestales/cuerdas y arreglos, contrapunto, conducción de voces (relativa independencia de las partes instrumentales). 
Timbres orquestales: violín, cello, arpa Conducción                                                                                                                                               
de voces: repetición musemática (A) – homofonía cello/violín (B(a)) – textura contrapuntística: flauta-voz-guitarra (B(b)) 

- Concatenación de secciones de relativa autonomía formal con alguna repetición. 
Estrategias de unidad macro formal: 

Exposición y repetición de las dos secciones formales: forma binaria con repetición (AB-AB) o forma binaria simple (AA´) Organización         
métrica (hypermetre) mayormente regular basada en grupos de 4; 4 o 2 pulsos por compás; fraseo de 1,2 y 4 compases de duración 

Estrategias de variedad macro formal: 
Cambios estructurales de tipo mixto: armónico (tonalidad/modalidad), rítmico (variedad de tempos), de timbre (variedad de instrumentos) 

Reinvención/relectura de 
otras músicas desde las 
convenciones del rock 

Reinvención del afroperuano/festejo: 
Transición entre armonía convencionalizada (Tonal, La mayor, I IV V) en Intro a no convencionalizada (Bimodal: I ionio – VII mixolidio – V ionio) en A(a) 
Compás ternario 12/8; negra con punto= 130bpm - convencionalizado; musemas / patrones rítmicos regulares: (riffs/bordón -guitarra) - convencionalizado; patrones irregulares (congas, bongós) – no convencionalizados 

 
 

Temporalidad 

 

- Linealidad no directa (non-direct linearlity) (patrones basados en modulos/musemas: vamps, riffs, grooves, estructuras armónicas abiertas – open ended) 
Estructuras open-ended (modulos armónicos) de base repetitiva y representativa de cada sección formal: Intro, A(a) (I IV V); A(b) (I VII – VI); A(c) (I-III3b); B (I III IV V) 
Riffs y vamps musemáticos repetitivos: guitarras, cello 

- Verticalidad (verticality) (estabilidad y repetitividad) 
Relativa estabilidad por constante repetición musemática (de módulos armónicos); Continuación por repetición de musemas rítmicos y melódicos 

Virtuosismo 
- Dextericidad, técnica de ejecución: 

No relevante 

Experimentación 
- Interpelación de convenciones formales, timbricas, de ejecución, etc. 

No relevante 

Improvisación 
- Grado de intención improvisatoria-espontaneidad: Bajo por mayor intención composiciónal (secciones formales definidas); contraste: percusión de carácter improvisatorio 
- Extención del momento de la experiencia (pieza/canción): Desarrollo de secciones improvisatorias, solistas: Sin secciones para solos o improvisación 

 

Eclecticismo estilístico 

 

- Diversidad y variabiliad de elementos musicales 
Alta variedad de tipos de instrumentos: Cuerdas (guitarras acústicas, cello, violín, arpa); Vientos (flauta china); Voces; Piano/órgano; Percusión (batería, congas, bongós, huiro, cajón) 

- Énfasis en la idea de combinación 

Relativa frecuencia de contraste tímbrico entre secciones 

Autenticidad y raices del 
rock. (folk, blues) 

- Folk: Instrumentación acústica 

 



 

 

Apéndice 16: Ficha analítica de lo progresivo (CONCORDANCIA) 

283 

Intención compositiva 
(Composicional intent) 

- Dimensiones de complejidad y/o sofisticación (formal, timbrica, melódica, rítmica, textural, etc.) Melódica:                  
Relativa variedad melódica: construcciones musemáticas/discursivas; uso de anacrusas, superposiciones (elisión)                              
Textural: Variedad textural (relativo contrapunto, pregunta/respuesta, homofonía); Desarrollo melódico con variación/alternancia tímbrica; 

 
 
 
 
 
 
 

Técnicas formales y 
composicionales 

 

- Irregularidad, variabilidad métrica. 
Variedad en hipermétrica de material melódico y rítmico (polimetría – 2,3,4 pulsos) (frases de 1, 2 y 4 compases) 

- Uso de timbres orquestales/cuerdas y arreglos, contrapunto, conducción de voces (relativa independencia de las partes instrumentales). 
Timbres orquestales: violín, triángulo 
Conducción de voces: diseño melódico con variedad de texturas (homofonía, contrapunto, pregunta/respuesta) 

- Concatenación de secciones de relativa autonomía formal con alguna repetición. 
Estrategias de unidad macro formal: 

Uso de pocos recursos armónicos (grados V I IV III); progresiones basadas en recombinaciones de los mismos grados armónicos; insistencia en cadencias V I al final de las secciones formales) 
Sensación general de tonalidad (Sol mayor, Mi menor) 
Reexposición temática (sección A) Organización                            
métrica (hypermetre) mayormente regular (grupos de 4) 

Estrategias de variedad macro formal: 
Extensión de formas musicales convencionales (forma de huayno) 
Variedad temática del material melódico y de texturas sonoras 

Reinvención/relectura 
desde las convenciones del 

rock 

Reinvención de lo andino: 
Extensión/Apertura de la forma musical convencional (A estrofas, C fuga) mediante sección intermedia (sección B) 
Combinación de estructuras melódicas musemáticas repetitivas (riffs) y fraseos más discursivos (estrofas). 

 
 

Temporalidad 
(progresivo) 

 

- Linealidad directa (direct linearity) (estructuras discursivo/narrativas): 
A: Melodías (principales e intermedias) discursivas en violín, rondín y voces (estrofas); estructuras armónicas de tipo open/ended 

- Linealidad no directa (non-direct linearlity) (frases musemático/discursivas, estructuras armónicas abiertas – open ended no monocordales) 
B: fraseo de mandolina (semidiscursivo, basado en repetición musemática secuencial) 
Vamps armónicos: repetición de cadencias V I 

- Verticalidad (verticality) (estabilidad y repetitividad de patrones basados en módulos/musemas; estructuras armónicas abiertas – open ended monocordales) 
B, C: desarrollo por repetición de frases melódicas (guitarra, mandolina, voces) sin mayor variación 

Virtuosismo 
- Dextericidad, técnica de ejecución 

Poco despliege técnico en la ejecución; ejecución instrumental mayormente convencional; contraste: pasajes de violín de seisillos (intro) 

Experimentación 
- Interpelación de convenciones formales, timbricas, de ejecución, etc. 

Mayormente relacionado con la combinación de patrones melódicos/rítmicos musemáticos y discursivos (riffs/estrofas) y la extensión de formas convencionales. 
 

Improvisación 

 

- Grado de intención improvisatoria-espontaneidad 
Bajo: mayor intención composiciónal (secciones formales definidas) 

- Extención del momento de la experiencia (pieza/canción) - Desarrollo de secciones improvisatorias, solistas 
Sin secciones para solos o improvisación; seccion B con arreglos definidos 

 

Eclecticismo estilístico 

 

- Diversidad y variabiliad de elementos musicales 
Bajo: poca variedad en el desarrollo melódico/textural 

- Énfasis en la idea de combinación 
Bajo: instrumentación estable, repetición de secciones formales con escasa variación. 

Autenticidad y raices del 
rock. (folk, blues) 

Folk: instrumentación acústica 
Blues: timbre de rondín 

 



 

 

Apéndice 17: Ficha analítica de lo progresivo (EL HIJO DEL SOL) 

284 

 
 
 

Intención compositiva 
(Composicional intent) 

 

- Dimensiones de complejidad y/o sofisticación (formal, timbrica, melódica, rítmica, textural, etc.) 
Formal:                                                                                                                                                                                
Gran variedad de secciones formales (hasta 7) contrastantes mayormente por cambio de temática y textura. 
Melódica: 
Variedad melódica: musemática/discursiva; variedad temática medianamente contrastante entre secciones formales (tratamiento variado de los mismos patrones rítmicos, armónicos, tímbricos) 
B: progresiva simplificación (reducción de la complejidad) del diseño melódico – de frase periódica a motivo rítmico 
Textural: 
Contrastes estructurales por cambio de textura (melodía/acompañamiento – monofonía/homorrítmia – conducción de voces contrapuntística) 

 
 
 
 
 

Técnicas formales y 
composicionales 

 

- Irregularidad, variabilidad métrica. 
Hipermétrica de material melódico y rítmico mayormente estable, extensiones métricas de ¼ funcionales al fraseo melódico 

- Uso de timbres orquestales/cuerdas y arreglos, contrapunto, conducción de voces (relativa independencia de las partes instrumentales). 
Timbres orquestales: violín, arpa, coro de voces, campana 
Arreglos: Variedad de secciones formales 
Conducción de voces: material melódico contrapuntístico en C [melodía poli tímbrica (violín-quenas)/melodía en mandolina]; aparición secuencial de material melódico diferenciado en D 

- Concatenación de secciones de relativa autonomía formal con alguna repetición. 
Estrategias de unidad macro formal: 

Uso de pocos recursos armónicos: progresiones diatónicas funcionales con grados I III IV V VI, recurrencia de cadencias perfectas y bimodalidad; Sensación general de tonalidad (La menor); Reexposición temática 
(sección A); Organización métrica (hypermetre) mayormente regular (grupos de 4) 

Estrategias de variedad macro formal: 
Variedad temática del material melódico y de texturas sonoras como elemento principal de contraste entre secciones formales (A,C,D,E(a),F, G) uso de secciones de transición (B;E(b)) 

Reinvención/relectura 
desde las convenciones del 

rock 

Reinvención de lo andino: 
Convencionalismos formales (timbres, progresiones armónicas, fraseos) tratados mayormente con hipermétrica mayormente regular basada en grupos de 4; dinámicas fuertes (en la ejecución) 

 
 
 
 

Temporalidad 
(progresivo) 

 

- Linealidad directa (direct linearity) (estructuras discursivo/narrativas): 
A: Melodías discursivas en violín y voces; B: Frase discursiva de transición con transformación rítmico melódica; C: melodía discursiva multitímbrica (quenas, violín), frases contrapuntísticas en mandolina; D: Violín, diseño 
mayormente discursivo; periodo de 4 frases de dos compases de duración de tipo aa´bb´; E(b), F: Violín, quenas/mandolina: frases de dos semifrases de tipo aa´ 
Estructuras armónicas de tipo open/closed [A, C, D(implicita), E(b), F, G] 

- Linealidad no directa (non-direct linearlity) (frases musemático/discursivas, estructuras armónicas abiertas – open ended no monocordales) 
Frases escalares, repetitivas: A (mandolina), D (quenas), E(a) (quenas) 
D: Repetición musemática (riffs) en guitarra 
Vamps armónicos: repetición de cadencias V I 

- Verticalidad (verticality) (estabilidad y repetitividad de patrones basados en módulos/musemas; estructuras armónicas abiertas – open ended monocordales) 
E(a): relativa sensación de circularidad por repetición de patrones de percusión y frases cortas en la quena 

Virtuosismo 
- Dextericidad, técnica de ejecución 

Poco despliege técnico en la ejecución; ejecución instrumental mayormente convencional, virtuosismo más relacionado con la sofisticación formal 

Experimentación 
- Interpelación de convenciones formales, timbricas, de ejecución, etc. 

Mayormente relacionado con la extensión y variedad formal de la composición; tratamiento de convenciones (progresiones, fraseo, métrica) poco agresivo, ejecución instrumental mayormente convencional 
 

Improvisación 

 

- Grado de intención improvisatoria-espontaneidad 
Bajo: mayor intención composiciónal (secciones formales definidas) 

- Extención del momento de la experiencia (pieza/canción) - Desarrollo de secciones improvisatorias, solistas 
Sin secciones para solos o improvisación 

 

Eclecticismo estilístico 

 

- Diversidad y variabiliad de elementos musicales 

Medio: variedad en el desarrollo melódico/textural aunque basada en los mismos recursos (progresiones, contornos melódicos, fraseos y métricas) 
- Énfasis en la idea de combinación 

Alta frecuencia de contraste temático y textural entre secciones 

Autenticidad y raices del 
rock. (folk, blues) 

Folk: Instrumentación mayormente acústica (guitarra acústica de cuerdas metálicas, mandolina, violín) 

 



 

 

Apéndice 18: Ficha analítica de lo progresivo (MI CUEVA) 

285 

 
 
 

Intención compositiva 
(Composicional intent) 

 

- Dimensiones de complejidad y/o sofisticación (formal, timbrica, melódica, rítmica, textural, etc.) 

 
Tímbrica: 
Aparición de instrumentos por secuencia (textura – tímbrica secuencial) 
A(a): textura relativamente contrapuntística (quenas, bajo, mandolina) 

 
Formal - Melódica: 
Variedad melódica: musemática/discursivo; gran variedad temática (elemento principal de contraste entre secciones formales) 

 
 
 
 
 

Técnicas formales y 
composicionales 

 

- Irregularidad, variabilidad métrica. 
Hipermétrica de material melódico y rítmico mayormente estable, extensiones métricas de ¼ en C (ornamentales) 

- Uso de timbres orquestales/cuerdas y arreglos, contrapunto, conducción de voces (relativa independencia de las partes instrumentales). 
Timbres orquestales: violín 
Conducción de voces: material melódico relativamente contrapuntístico: A(a)(quenas, bajo, mandolina), B(voz-bajo) 

- Concatenación de secciones de relativa autonomía formal con alguna repetición. 
Estrategias de unidad macro formal: 

Poca variedad armónica: monocordal, bimodalidad Organización                                                                                       
métrica (hypermetre) mayormente regular basada en grupos de 4; fraseo de 1,2 y 4 compases de duración 

Estrategias de variedad macro formal: 
Variedad temática del material melódico (elemento principal de contraste entre secciones formales) 

Reinvención/relectura 
desde las convenciones del 

rock 

Reinvención de lo andino: 
A(a): Convencionalismos (timbre de quenas, pentafonia) con hipermétrica mayormente regular basada en grupos de 4 y fraseo periódico/discursivo (4 frases de tipo abcb´) 
C(a): Violín: frase de connotación folk de 4 musemas de un compás de duración de forma aaa´a´ con repetición basada en arpegio bimodal (do mi sol la) y con refuerzo de bimodalidad por intervalo de 3ra menor descendente al 
final de los musemas a´ (do-la) (convencional de lo andino) 

 
 

Temporalidad 
(progresivo) 

 

- Linealidad directa (direct linearity) (estructuras discursivo/narrativas): 
A(a): un periodo de 4 frases de 4 compases de duración de forma abcb´ con repetición (quenas);); B: frase de 4 musemas de dos compases de duración de forma aabcbc con repetición (voz); C(a): frase de 4 musemas de un compás 
de duración de forma aaa´a´ con repetición (violín) 

- Linealidad no directa (non-direct linearlity) (frases musemático/discursivas, estructuras armónicas abiertas – open ended no monocordales) 
A(b): periodo de 10 musemas de un compás de duración de forma aa´bbccdddd (violín); C(b): frase de 2 musemas de un compás de duración de tipo ab con repetición (guitarra) 

- Verticalidad (verticality) (estabilidad y repetitividad de patrones basados en módulos/musemas; estructuras armónicas abiertas – open ended monocordales) 
B,C: Estructuras armónicas monocordales; A, B: musemas de 1 compás de duración (riffs de guitarra, bajo, licks de mandolina) 

Virtuosismo 
- Dextericidad, técnica de ejecución 

Poco despliege técnico en la ejecución,); ejecución instrumental mayormente convencional; contraste: relativo virtuosismo en pasaje melódico de violín en C(a) 

Experimentación 
- Interpelación de convenciones formales, timbricas, de ejecución, etc. 

Baja interpelación; acompañamiento armónico (rasgueo) irregular de guitarra en homorritmia con voz; afinación abierta en Do (guitarra) 
 

Improvisación 

 

- Grado de intención improvisatoria-espontaneidad 
Bajo: mayor intención composiciónal (secciones formales definidas) 

- Extención del momento de la experiencia (pieza/canción) - Desarrollo de secciones improvisatorias, solistas 
Sin secciones para solos o improvisación 

 

Eclecticismo estilístico 

 

- Diversidad y variabiliad de elementos musicales 
Diversidad y variabilidad por estructura formal (secciones sin reexposición) 

- Énfasis en la idea de combinación 
Alta frecuencia de contraste tímbrico entre secciones 

Autenticidad y raices del 
rock. (folk, blues) 

- Folk: Instrumentación mayormente acústica (guitarra acústica de cuerdas metálicas, mandolina, violín) 

 



 

 

Apéndice 19: Ficha analítica de lo progresivo (VALICHA) 

286 

 
Intención compositiva 
(Composicional intent) 

- Dimensiones de complejidad y/o sofisticación (formal, timbrica, melódica, rítmica, textural, etc.) 

 
Melódica: relativa variedad de temáticas melódicas (variedad de frases intermedias cortas – de respuesta) en (A, B) 
Textural: alternancia/duplicación de roles entre instrumentos (melodía principal, frases intermedias (de respuesta), 2das voces/melodías secundarias/contrapuntísticas; refuerzos armónicos) 

 
 
 

Técnicas formales y 
composicionales 

 

- Irregularidad, variabilidad métrica. 
Sensación general de polimetría (métricas de 2,3,4,5,6,7 pulsos) y extensiones métricas 

- Uso de timbres orquestales/cuerdas y arreglos, contrapunto, conducción de voces (relativa independencia de las partes instrumentales). 
Timbres orquestales: cuerdas (violín , cello); relativa textura contrapuntística (frases secundarias en B); conducción de voces (armonización (2das voces) en B1,2 y A3) 

- Concatenación de secciones de relativa autonomía formal con alguna repetición. 
Estrategias de unidad macro formal: repetición/re exposición de períodos/secciones formales (A1 A2 A3 – B1 B2) Estrategias                                                                                                                                                                   
de variedad macro formal: cierto grado de variación (incremento de densidad textural, intercambio de roles melódicos); introducción de secciones de contraste (A3, C) – modulaciones/contrastes texturales 

Reinvención/relectura 
desde las convenciones del 

rock 

Reinvención de lo andino 
Introducción de secciones intermedias/de desarrollo (A3, C) dentro de una forma convencional (huayno) a base de variaciones de material convencional 
Ejecución instrumental con dinámica fuerte (búsqueda de loudness) (guitarras) 

 
 

Temporalidad 
(progresivo) 

 

- Linealidad directa (direct linearity) (estructuras discursivo/narrativas) 
A,B;C: desarrollo melódico de carácter discursivo/narrativo (estrofas); alternancia entre frases principales e intermedias (pregunta respuesta) 
Estructuras armónicas mayormente cerradas (closed) – uso de candencias V I 

- Linealidad no directa (non-direct linearlity) (frases musemático/discursivas, estructuras armónicas abiertas – open ended no monocordales) 
A1,2 (b), A3 (a,c); Repetición recurrente de frases intermedias basadas en estructuras cadenciales V I (E Am) - vamps 

- Verticalidad (verticality) (estabilidad y repetitividad de patrones basados en módulos/musemas; estructuras armónicas abiertas – open ended monocordales) 
B, C: repetitividad temática (carácter circular) 

Virtuosismo 
- Dextericidad, técnica de ejecución 

Poco despliege técnico en la ejecución; ejecución instrumental mayormente convencional; elemento de contraste: pasajes de mandolina (A3(b)) 

Experimentación 
- Interpelación de convenciones formales, timbricas, de ejecución, etc. 

Mayormente relacionado con la extensión/apertura de formas convencionales (huayno) 
 

Improvisación 

 

- Grado de intención improvisatoria-espontaneidad 
Bajo: mayor intención composiciónal (secciones formales definidas); bajo grado de variedad y actividad en desarrollo melódico 

- Extención del momento de la experiencia (pieza/canción) - Desarrollo de secciones improvisatorias, solistas 
Sin secciones para solos o improvisación; seccion A3(b) con arreglos definidos; sección C de carácter repetitivo (material rítmico y melódico) 

 

Eclecticismo estilístico 

 

- Diversidad y variabiliad de elementos musicales 
Bajo: poca variabilidad en los elementos musicales (instrumentación, patrones ritmicos y armónicos) 

- Énfasis en la idea de combinación 
Medio: relativa heterogeneidad por variedad temática y alternancia de roles melódicos 

Autenticidad y raices del 
rock. (folk, blues) 

Folk: instrumentación acústica 

 



 

 

Apéndice 20: Ficha analítica de lo progresivo (A LAS ORILLAS DEL VILCANOTA) 

287 

 
Intención compositiva 
(Composicional intent) 

- Dimensiones de complejidad y/o sofisticación (formal, timbrica, melódica, rítmica, textural, etc.) 

 
Melódica: relativa variedad de temáticas y roles melódicos (frases intermedias cortas – de respuesta, frases secundarias/de refuerzo armónico – relativo rol contrapuntístico) 
Textural: variedad textural: homofonía (A 3,4,7 - B), textura contrapuntística (A 1,2,5,6,8 - B), armonización de voces (A 1,2) 

 
 
 
 

Técnicas formales y 
composicionales 

 

- Irregularidad, variabilidad métrica. 
A: sensación de irregularidad métrica por compás ambiguo (elision) – ambigüedad en función (extensión métrica al final/inicio con anacrusa) 
B: sensación de extensión métrica de ¼ entre estrofas (motivo de mandolina en solo) 
Transición A8-B: contraste de sensación métrica (de 6/4 a 4/4) 

- Uso de timbres orquestales/cuerdas y arreglos, contrapunto, conducción de voces (relativa independencia de las partes instrumentales). 
Timbres orquestales: cuerdas (violín); relativa textura contrapuntística en A (1,2,5,6,8); conducción de voces (armonización (2das voces) en A1,2) 

- Concatenación de secciones de relativa autonomía formal con alguna repetición. 
Estrategias de unidad macro formal: repetición/re exposición de secciones formales – estrofas (A1 A2 A3, etc.) Estrategias                                                                                                                                                                                     
de variedad macro formal: alternancia entre secciones instrumentales y vocales; alternancia de texturas (textura mayormente homofónica en A3,4,7 – textura relativamente contrapuntística: violín/quenas en A1,2; 
mandolina/quenas en A5,6; voces/violín en A8) 

Reinvención/relectura 
desde las convenciones del 

rock 

Reinvención de lo andino 
Introducción de texturas alternativas (contrapuntísticas) dentro de una forma convencional (huayno) 
Ejecución instrumental con dinámica fuerte (búsqueda de loudness) (guitarras) 

 
 

Temporalidad 

(progresivo) 

 

- Linealidad directa (direct linearity) (estructuras discursivo/narrativas) 
A: desarrollo melódico de carácter discursivo/narrativo (estrofas); alternancia entre frases principales e intermedias (pregunta respuesta) 
Estructuras armónicas mayormente cerradas (closed) – uso de candencias V I 

- Linealidad no directa (non-direct linearlity) (frases musemático/discursivas, estructuras armónicas abiertas – open ended no monocordales) 
A: Repetición recurrente de frases intermedias sobre estructuras cadenciales V I (B Em) - vamps 

- Verticalidad (verticality) (estabilidad y repetitividad de patrones basados en módulos/musemas; estructuras armónicas abiertas – open ended monocordales) 
B: Relativa repetitividad temática (carácter circular) 

Virtuosismo 
- Dextericidad, técnica de ejecución 

Poco despliege técnico en la ejecución; ejecución instrumental mayormente convencional 

Experimentación 
- Interpelación de convenciones formales, timbricas, de ejecución, etc. 

Mayormente relacionado con la extensión/apertura de formas convencionales (huayno) 
 

Improvisación 

 

- Grado de intención improvisatoria-espontaneidad 
Bajo: mayor intención composiciónal (secciones formales definidas); bajo grado de variedad en desarrollo melódico 

- Extención del momento de la experiencia (pieza/canción) - Desarrollo de secciones improvisatorias, solistas 
Sin secciones para solos o improvisación; sección A5.6 mayormente de carácter compositivo (arreglos definidos) 

 

Eclecticismo estilístico 

 

- Diversidad y variabiliad de elementos musicales 
Bajo: poca variabilidad en los elementos musicales (instrumentación fija, pocos recursos armónicos, melódicos y rítmicos) 

- Énfasis en la idea de combinación 

Medio: instrumentación estable con relativa actividad por alternancia de roles melódicos (alternancia vocal/instrumental, alternancia tímbrica) 

Autenticidad y raices del 
rock. (folk, blues) 

Folk: instrumentación acústica 

 



 

 

Apéndice 21: Ficha analítica de lo progresivo (CHOLITO PANTALON BLANCO) 

288 

Intención compositiva 
(Composicional intent) 

- Dimensiones de complejidad y/o sofisticación (formal, timbrica, melódica, rítmica, textural, etc.) 
 

Textural: relativa textura contrapuntística en cada sección formal 
 
 
 

Técnicas formales y 
composicionales 

 

- Irregularidad, variabilidad métrica. 
Predominancia de regularidad métrica; sensación de rubato en intro y al final de C1,2; sensación de hemiola (métrica sesquialtera) 

- Uso de timbres orquestales/cuerdas y arreglos, contrapunto, conducción de voces (relativa independencia de las partes instrumentales). 

Timbres orquestales: cuerdas (violín); relativa textura de conducción de voces (melodías/frases de contracanto); armonización en voz (octava) en C 
- Concatenación de secciones de relativa autonomía formal con alguna repetición. 

Estrategias de unidad macro formal: repetición/re exposición de secciones formales Estrategias                                                                                                            
de variedad macro formal: Desarrollo irregular (con variaciones) en la ejecución instrumental de la sección rítmica (cajón, bongos, piano, guitarra) 

Reinvención/relectura 
desde las convenciones del 

rock 

Reinvención de la marinera 
Introducción de secciones de desarrollo (solo de guitarra) dentro de una forma convencional (marinera norteña) 

 
 

Temporalidad 
(progresivo) 

 

- Linealidad directa (direct linearity) (estructuras discursivo/narrativas) 
desarrollo melódico de carácter discursivo/narrativo (estrofas, versos) 
Estructuras armónicas mayormente cerradas (closed) – a base de candencias V I 

- Linealidad no directa (non-direct linearlity) (frases musemático/discursivas, estructuras armónicas abiertas – open ended no monocordales) 
Estructura armónica basada en modulos de dos acordes repetidos V I (E Am / G C) – vamps; fraseos (de contracanto) de corta duración (2, 3 compases) 

- Verticalidad (verticality) (estabilidad y repetitividad de patrones basados en módulos/musemas; estructuras armónicas abiertas – open ended monocordales) 
C1,2: Relativa repetitividad temática (carácter circular) 

Virtuosismo 
- Dextericidad, técnica de ejecución 

Relativo despliege técnico en la ejecución en D (solo de guitarra); ejecución instrumental mayormente convencional 

Experimentación 
- Interpelación de convenciones formales, timbricas, de ejecución, etc. 

Instrumentación atípica y extensión/apertura de formas convencionales (marinera) 
 

Improvisación 

 

- Grado de intención improvisatoria-espontaneidad 
Ambiguo: tendencia hacia el desarrollo basada en improvisación (irregularidad) (sec. rítmica) en tensión con el material melódico de carácter más compositivo (frases fijas y repetición con pocas variaciones) 

- Extención del momento de la experiencia (pieza/canción) - Desarrollo de secciones improvisatorias, solistas 
D: Sección de extensión/improvisación 

 

Eclecticismo estilístico 

 

- Diversidad y variabiliad de elementos musicales 
Bajo: poca variabilidad en los elementos musicales (instrumentación estable, pocos recursos armónicos, melódicos y rítmicos) 

- Énfasis en la idea de combinación 
Instrumentación atípica/variada 

Autenticidad y raices del 
rock. (folk, blues) 

Folk: instrumentación acústica 

 



 

 

Apéndice 22: Ficha analítica de lo progresivo (LA PUNA) 

289 

Intención compositiva 
(Composicional intent) 

- Dimensiones de complejidad y/o sofisticación (formal, timbrica, melódica, rítmica, textural, etc.) 

 
Formal: Subsecciones y transiciones relativamente autónomas y reconocibles; sensación general de arreglo a nivel de macroforma 

 
 
 
 
 
 

Técnicas formales y 
composicionales 

 

- Irregularidad, variabilidad métrica. 
(A2) relativa tensión entre sección rítmica y material melódico (quenas) (waywardness) 

- Uso de timbres orquestales/cuerdas y arreglos, contrapunto, conducción de voces (relativa independencia de las partes instrumentales). 
Conducción de voces: (B) relativa textura contrpuntística (B) 
Concatenación de secciones de relativa autonomía formal con alguna repetición. 
Estrategias de unidad macro formal: 

Sensación general de centro tonal único (re mayor) Poca                                                                                    
actividad de variación de material melódico (mayormente estable en diseño triádico y contorno oscilante) 
Organización métrica (hypermetre) mayormente regular (grupos de 4) 

Estrategias de variedad macro formal: 
Transiciones para marcado de secciones formales 
Aumento progresivo de densidad/complejización del patrón rítmico(bombo) 
Aparición/desaparición de timbres ornamentales (chakchas, flauta) 

Reinvención/relectura 
desde las convenciones del 

rock 

Reinvención de lo andino: 
Material mayormente melódico y tímbrico (andino) con organización métrica (hypermetre): relativamente regular basada en grupos de 4 (frases de 1, 2 y 4 compases) 

 
 

Temporalidad 
(progresivo) 

 

- Linealidad directa (direct linearity) (estructuras discursivo/narrativas): 
No aplica 

- Linealidad no directa (non-direct linearlity) (frases musemático/discursivas, estructuras armónicas abiertas – open ended no monocordales) 
B: fraseo basado en repetición musemática (frseo de antecedente/consecuente) 

- Verticalidad (verticality) (estabilidad y repetitividad de patrones basados en módulos/musemas; estructuras armónicas abiertas – open ended monocordales) 
Estructura abierta (open ended) monocordal (re mayor)– desarrollo melódico regular en diseño (triádico) y repetición (poca variación) (zampoña) 

Virtuosismo 
- Dextericidad, técnica de ejecución 

Poco despliege técnico en la ejecución 

 
Experimentación 

- Interpelación de convenciones formales, timbricas, de ejecución, etc. 
Mayormente relacionado con la manipulación de patrones melódicos/rítmicos con instrumentos locales/folclóricos; poca relación con géneros o estructuras de música tradicional 
Uso de efectos/grabaciones sonoras – manipulación de audio/montajes 

 
 

Improvisación 

 

- Grado de intención improvisatoria-espontaneidad 
Bajo: poca actividad de variación en desarrollo melódico (regular en perfil oscilante y repetición musemática/de patrones); C: desarticulación métrica progresiva de sección rítmica (bombo); A2: relativa tensión entre sección 
rítmica y material melódico (quenas) (waywardness), hipermétrica divagante, poco definida 

- Extención del momento de la experiencia (pieza/canción) - Desarrollo de secciones improvisatorias, solistas 
Sin secciones para solos o improvisación 

 

Eclecticismo estilístico 

 

- Diversidad y variabiliad de elementos musicales 
Bajo: poca variedad en el desarrollo melódico/textural 

- Énfasis en la idea de combinación 
Bajo: instrumentación estable, desarrollo de secciones formales por repetición y con escasa variación. 

Autenticidad y raices del 
rock. (folk, blues) 

Folk: instrumentación acústica 

 



 

 

Apéndice 23: Ficha analítica de lo progresivo (SECUENCIA DE ORGANILLO Y POLIFON) 

290 

Intención  compositiva 
(Composicional 

intent) 

- Dimensiones de complejidad y/o sofisticación (formal, timbrica, melódica, rítmica, textural, etc.) 
Estructura formal sin tendencia a la complejidad y/o sofisticación: edición de fragmentos de grabaciones en un esquema binario de repetición (poco relevante) 

 
 

Técnicas formales y 
composicionales 

 

- Concatenación de secciones de relativa autonomía formal con alguna repetición. 
Estrategias de unidad macro formal: 

Forma binaria; Reexposición temática (AB AB A) inicio y final con la misma secuencia. 
Estrategias de variedad macro formal:                                                                        

Variación de textura/sonoridad (elementos tímbricos, melódicos y rítmicos) 

Reinvención/relectura 
desde las 

convenciones del rock 

No aplica 
 

 
 

Temporalidad 
(progresivo) 

 

- Linealidad directa (direct linearity) (estructuras discursivo/narrativas): 
No aplica 

- Linealidad no directa (non-direct linearlity) (frases musemático/discursivas) 
Frases melódicas repetitivas (A), semidicursivas (B) 

- Verticalidad (verticality) (estabilidad y repetitividad de patrones basados en módulos/musemas; estructuras armónicas abiertas – open ended monocordales) 
No aplica 

Virtuosismo No aplica 

 
Experimentación 

 

- Interpelación de convenciones formales, timbricas, de ejecución, etc. 
Aparición secuencial de carácter aleatorio de fragmentos de reproducciones/grabaciones; 
Timbres poco convencionales; Yuxtaposición de material melódico en transiciones 

 

Improvisación 

 

- Grado de intención improvisatoria-espontaneidad 
Espontaneidad relativa (secuencia editada de grabaciones como acción central generadora de la pieza) 

- Extención del momento de la experiencia (pieza/canción) - Desarrollo de secciones improvisatorias, solistas 
No aplica 

 

Eclecticismo estilístico 

 

- Diversidad y variabiliad de elementos musicales 
Bajo: dos sonoridades (timbres); desarrollo en base a repetición sin mayor variación 

- Énfasis en la idea de combinación 
Bajo: forma basada en alternancia de dos sonoridades/timbres 

Autenticidad y raices 
del rock. (folk, blues) 

No aplica 
 

 



 

 

Apéndice 24: Ficha analítica de lo progresivo (PAISAJE DE QUENAS) 

291 

Intención  compositiva 
(Composicional 

intent) 

- Dimensiones de complejidad y/o sofisticación (formal, timbrica, melódica, rítmica, textural, etc.) 

 
Melódica: Relativa variedad temático melódica 

 
 

Técnicas formales y 
composicionales 

 

- Concatenación de secciones de relativa autonomía formal con alguna repetición. 
Estrategias de unidad macro formal: 

Por textura y modo: A/D (misma textura t modo: monodia en re mayor) abren y cierran la pieza 
Homogeneidad tímbrica (quenas) 

Estrategias de variedad macro formal: 
Variación en tempo, sensación métrica y modo entre secciones 

Reinvención/relectura 
desde las 

convenciones del rock 

No aplica 
 

 
 

Temporalidad 
(progresivo) 

 

- Linealidad directa (direct linearity) (estructuras discursivo/narrativas): 
Diseño melódico mayormente discursivo (periodos/frases/semifrases) 

- Linealidad no directa (non-direct linearlity) (frases musemático/discursivas, estructuras armónicas abiertas – open ended no monocordales) 
No aplica 

- Verticalidad (verticality) (estabilidad y repetitividad de patrones basados en módulos/musemas; estructuras armónicas abiertas – open ended monocordales) 
No aplica 

Virtuosismo 
- Dextericidad, técnica de ejecución 

Poco despliege técnico en la ejecución; ejecución instrumental mayormente convencional 

Experimentación 
- Interpelación de convenciones formales, timbricas, de ejecución, etc. 

No aplica 
 

Improvisación 

 

- Grado de intención improvisatoria-espontaneidad 
Bajo: mayor intención composiciónal (secciones formales definidas) 

- Extención del momento de la experiencia (pieza/canción) - Desarrollo de secciones improvisatorias, solistas 
Sin secciones para solos o improvisación 

 

Eclecticismo estilístico 

 

- Diversidad y variabiliad de elementos musicales 
Bajo: predominancia de la sonoridad basada en el timbre (quena) como elemento unificador 

- Énfasis en la idea de combinación 
Medio: variedad melódico temática, rítmica 

Autenticidad y raices 
del rock. (folk, blues) 

Folk: instrumentación acústica 
 

 



 

 

Apéndice 25: Ficha analítica de la psicodelia (LA FLOR) 

292 

Musical coding (Whiteley, 2003) 
 Signifiers Tópicos/Afectos 

Nostalgia Psicodélica 
(Reising, 2009) 

Instrumentación acústica: Mandolina, violín, quena Medieval, arcaico, antiguo, rural 
pastoral 

Base style – Donor Style 
(Echard, 2017) 

No relevante estilísticamente  

Restablecimiento de la 
serialidad temporal 

(Reising, 2009) 
 

 
- Transición B(b)-A2: La sección B(b) es de carácter improvisatorio (solo de guitarra) que luego de 

reexponer el material melódico con variación B(c) “reestablece” el tema al pasar a la sección A2 
- Transición C-A3: Contraste dinamico, ritmico y armónico (más fuerte, accelerando, cambio de modo 

frigio-ionio) hazcia la reexposición de la sección A 

 

Intención psicodélica 

(Psychedelic intent): 

Evidente 
Estética psicodélica 

(psychedelia as style): 

Indexación por convención 
(técnicas – prototópicos) 
Asociación (cognate): by 
intent, by formal affect, by 

context 
(Echard, 2017) 

 

Drone 
- Drone armónico-rítmico: Relevancia del grado I, guitarra rítmica basada en repetición musemática 
- Scalar melody over drone: melodía escalar de tendencia descendente en violín, cello, mandolina (figura) 

sobre acompañamiento modal monocordal en guitarra (fondo) 
- Pedales armónicos: Cello en A(c), riffs de acompañamiento (violín, cello) en B(b) 

Sensación plagal: acordes ornamentales (sus4) en A y B 

Through-composed form: dilatada por extensión formal 

Técnica de guitarra slide 

Campo tópico 1 (secciones A, B, A2, A3): 
 

Expansión, Atemporalidad (timelessness) 
Exotismo 

 
 

Libertad 
Himno 

Viaje, expansión 

India 
Sección C: Cambio de campo tópico 

- The structural pause: un gran “silencio” en la pieza (sin marcado build up) 
- Time shock: Contraste dinámico/textural dramático; Contraste de tempo (de 120bpm a 75 bpm aprox), 
- Drone: Material melódico estático, modal, tipo chant (predominancia y repetición de una nota) en voz, 

violín y mandolina 
- Voz como efecto: sin texto (wordless), con reverb 
- Feel: sensación de rubato (waywardness), mantención de rítmica regular (guitarra rítmica) en 3/4, 

Campo tópico 2 (sección C): 
 

Se abandona lo pastoral 
Revelación, Atemporalidad (timelessness), Exploración de lo 
fantástico, lo telúrico de la otredad/lejanía espacial (andes, 
raíces), transformación mística 
Exotismo/otredad (voz) 

Otros signifiers (local, 
andino, indigena, costa, 

sierra, etc) (asociación por 
contexto) (Echard, 2017) 

Timbre de quena asociado a lo psicodélico por contexto (material armónico, melódico, rítimico de la pieza) 
 

 

Estilo intraopus (Meyer, 
1989) Relevancia 

estilística (La Rue, 1980 
[1969]) 

 

Estilo intraopus: 
Evidente intención psicodélica (Psychedelic intent) por uso de prototópicos altamente convencionales en el rock psicodélico anglosajón de mediados de los sesenta (psychedelia as 

style) 
Articulación tópica mayormente por campos tópicos 
Relevancia estilística 

- Drone armónico-rítmico: Relevancia del grado I, guitarra rítmica basada en patrones (A, B), voz tipo chant (C) 
- The structural pause/time shock: Contraste dinámico/textural dramático (transición A2 – C) 

 



 

 

Apéndice 26: Ficha analítica de la psicodelia (SITTING DREAMING) 

293 

Musical coding (Whiteley, 2003) 
 Signifiers Tópicos/Afectos 

Nostalgia Psicodélica 
(Reising, 2009) 

Instrumentación acústica Medieval, arcaico, antiguo, rural 

Base style – Donor Style 
(Echard, 2017) 

No relevante estilísticamente  

Restablecimiento de la 
serialidad temporal 

(Reising, 2009) 

Transición C-A2: Repetición de la forma luego de pasaje de improvisación; conexión por dinámica (sección C 
termina en decrescendo y sección A2 comienza en crescendo) 

Despertar luego del sueño, viaje 
 

Intención psicodélica 

(Psychedelic intent): 

Evidente 
Estética psicodélica 

(psychedelia as style): 

Indexación por convención 
(técnicas – prototópicos) 
Asociación (cognate): by 
intent, by formal affect, by 

context 
(Echard, 2017) 

 

The outward journey: La pieza se construye de varias secciones formales sucesivas, cada una más psicodélica que la 
anterior. 

Viaje y exploración (sensación hipnótica y de divagación) 

Técnicas/prototópicos recurrentes en todas las secciones formales de la pieza: 
- The siren trill: Motivo interválico de segunda menor (A, C) y mayor (B) en el material melódico: A: Voz, 

mandolina, violín, cello (frase 3); B: Voz, violín, mandolina; C: violín 
- Drone: Uso de nota repetida en las frases melódicas (sec. A, B) 
- Time passing motive: Guitarra, patrón simple mayormente de marcado de pulso (negra) (A) y subdivisión 

(corcheas) (B, C) 
- Doubling, Voz como efecto: actividad local por aparición de segunda voz en la frase vocal final (B2) 

Paso del tiempo 
 

Sección C: Espacio de improvisación y experimentación (Developing variation jam) 
 

Textural dissolve: Las frases van apareciendo e instalándose formando progresivamente una textura mixta (entre 
contrapunto y polifonía) 

 
Cluster de significantes: 
Strong color effects: Progresión cromática: A-Bb-B-C-B-Bb-A-A 
Mandolina: movimiento cromático/de pendiente ascendente hacia el registro agudo; técnicas extendidas; tratamiento 
como efecto sonoro 
Cello: Movimiento escalar ascendente y descendente y musema 
Piano: tendencia hacia y uso del registro agudo; intervalos armónicos disonantes; musemas (motivos rítmico- 
melódicos) (guiño al himno nacional) 
Violín: Intervalo de segunda menor 

 
Fluidez dentro de un contexto de pulso regular: Clusters de significantes psicodélicos sobre sección rítmica 
mayormente regular 

Exploración y misterio 
 

Otros signifiers (local, 
andino, indigena, costa, 

sierra, etc) (asociación por 
contexto) (Echard, 2017) 

No relevante estilísticamente 
 

 

Estilo intraopus (Meyer, 
1989) Relevancia 

estilística (La Rue, 1980 
[1969]) 

Sección C como espacio formal de intención/carácter psicodélico 
Técnicas/prototópicos asociados a lo psicodélico recurrentes en todas las secciones formales de la pieza 

 

 



 

 

Apéndice 27: Ficha analítica de la psicodelia (TONDERO) 

294 

Musical coding (Whiteley, 2003) 

 Signifiers Tópicos/Afectos 

Nostalgia Psicodélica 
(Reising, 2009) 
Arqueología musical- 
cultural 

Instrumentación sección B: Cuerdas (violín-cello), flauta, arpa 
 

Lo rural, lo pastoral, Lo medieval 
 

Base style – Donor 
Style (Echard, 2017) 

No relevante estilisticamente 

Restablecimiento de la 
serialidad temporal 
(Reising, 2009) 

No relevante estilisticamente 
 

psychedelia as style 

indexación por 
convención Técnicas – 
prototópicos 
cognate (by intent, by 
formal affect, by 
context) 

 

Drone: 
Relativa sensación de Drone por estructuras open-ended (modulos armónicos) de base repetitiva. 

 
Pausa estructural (The structural pause) 
Ambigüedad e inestabilidad métrica y de tempo en transicciones 

Transición A(a)-A(b): inestabilidad del continuum; ambigüedad por cambio de tempo y métrica (4/4 a 160bpm o 4/4 a 80bpm); 
sensación de retardo 
Transición A(b)-A(c): aparición “abrupta” del acorde F#m (frigio I/mixo III); sensación momentánea de rubatto; marcado de pulso – 
nuevo tempo (guitarra) y acelerando. 
Transición A(c)-B(a): inestabilidad del continuum: retardo (de 80 a 60 bpm); ambigüedad métrica por cambio de tempo: cello/violín 
(patrón de corcheas o semicorcheas) 

 
Time passing motive: 
Guitarra rítmica en sección B: mayormente rasgueo sostenido basado en patrones estables (corcheas) 

 
Vari-speed 
Alto grado de dependencia de la forma musical a los cambios de tempo y métrica 

 
Textural dissolve 
Transición A(c)-B(a): los instrumentos van desapareciendo y el tempo se vuelve mas lento 

 
Dream voices: 
Sección B: voz (timbre 2 - coloratura menos resonante, nasal, no entrenada) textura vocal, dulce y de ensueño, timbre suave 

Stasis, timelessness (Moore, 2017) 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Paso del tiempo, marcado de reloj, 
percepción temporal “pura” 

 
 
 
 
 
 
 

Certeza, paz, tranquilidad, ensueño, 
tradición clásica 

Signifiers (local, 
andino, indigena, costa, 
sierra, etc) (indexación 
por contexto) 

No aplica 
 

 

Relevancia estilística  

 



 

 

Apéndice 28: Ficha analítica de la psicodelia (CONCORDANCIA) 

295 

Musical coding (Whiteley, 2003) 
 Signifiers Tópicos/Afectos 

Nostalgia Psicodélica 
(Reising, 2009) 

Instrumentación  acústica Medieval, arcaico, antiguo, rural, telúrico 

Base style – Donor Style 
(Echard, 2017) 

Relativo uso del huayno como base style; donor style sin connotación estrictamente psicodélica (más asociado al rock 
– sección intermedia) 

 

Restablecimiento de la 
serialidad temporal 

(Reising, 2009) 

Transición B-A: reexposición de sección A (estrófica) luego de sección intermedia instrumental (B) 
 

Despertar luego del sueño 
 

Intención psicodélica 

(Psychedelic intent): 

Evidente 
Estética psicodélica 

(psychedelia as style): 

Indexación por convención 
(técnicas – prototópicos) 
Asociación (cognate): by 
intent, by formal affect, by 

context 
(Echard, 2017) 

 

  
Técnicas/prototópicos en las secciones formales de la pieza: 

 
- Sonido de Rondín 
- Drone: (sección B,C) desarrollo melódico, armónico y acompañamiento en base a repetición musemática 

con escasa variación 
- Developing variation jam: (sección B) instrumental, estática por desarrollo basado en repetición 
- The outward journey: Variante 3: aparición súbita de un nuevo espacio textural al final (Sección C), luego 

de silencio. 
- Through-composed form: (sección A) por extensiones métricas, articulación con elisions y 

yuxtaposiciones (restless, always changing, meandering, rhythmic fluidity within the context of a regular 
pulse) 

 
 

Lo western 
Lo estático, rural, atemporalidad 

Viaje y exploración 

 
Playfullness,  Unpredictabillity 
naiveness, innocence 

 

Otros signifiers (local, 
andino, indigena, costa, 

sierra, etc) (asociación por 
contexto) (Echard, 2017) 

Tendencia a utilizar materiales folclóricos (andinos) de maneras más abiertamente “místicas” y autoconscientemente 
historizadas. 
Universal roots, clasicismo: tratamiento de carácter conservador/tradicionalista del material folclórico (andino); 
forma convencional de huayno con extensión formal (sección intermedia) 

Idealización/mistificación andina, bucólica, telúrica 
Exotismo 

 

Estilo intraopus (Meyer, 
1989) Relevancia 

estilística (La Rue, 1980 
[1969]) 

Macroforma:  Through-composed form: (sección A) y Drone: (sección B, C) 
Asociación por contexto: Tendencia a utilizar materiales folclóricos (andinos) de maneras más abiertamente místicas y autoconscientemente historizadas. (estética folk psicodélica); 
Universal roots, clasicismo: tratamiento de carácter conservador/tradicionalista del material folclórico (andino) 

 



 

 

Apéndice 29: Ficha analítica de la psicodelia (EL HIJO DEL SOL) 

296 

Musical coding (Whiteley, 2003) 
 Signifiers Tópicos/Afectos 

Nostalgia Psicodélica 
(Reising, 2009) 

Instrumentación acústica Medieval, arcaico, antiguo, rural, telúrico 

Base style – Donor Style 
(Echard, 2017) 

Relativo uso del huayno como base style; sin donor style de connotación estrictamente psicodélica (más asociado al 
clasicismo) 

 

Restablecimiento de la 
serialidad temporal 

(Reising, 2009) 

Transición B-C: contraste de textura (homofonía a melodía/acompañamiento); restablecimiento del tempo inicial 
Transición E(b) – A5: ralentando en la frase final, paso a la reexposición (A5) 

Despertar luego del sueño, inicio del viaje 
 

Intención psicodélica 

(Psychedelic intent): 

Evidente 
Estética psicodélica 

(psychedelia as style): 

Indexación por convención 
(técnicas – prototópicos) 

Asociación (cognate): by 
intent, by formal affect, by 

context 
(Echard, 2017) 

 

Relativa asociación por afecto formal (formal affect) debido al grado de variabilidad de su estructura  
Técnicas/prototópicos en secciones formales de la pieza: 

- The siren trill: Nota repetida con trémolo (violín) (Intro) 
- Drone: (D) guitarra: fraseo de repetición musemática secuencial (basada en arpegios), musema de 1 

compás (riff) (desarrollo melódico sobre drone) 
- Time passing motive: (A) marcado constante del pulso (bombo, guitarra ritmica) 
- Canto gregoriano: (A) Coro de voces al unísono, diseño por paso conjunto 
- The structural pause: Transición A-B: silencio seguido de un desarrollo melódico ritmico (build-up) 
- Vari Speed: Acelerando progresivo (B) 

 
- The outward journey: Varias secciones formales como gran variedad melódico temática y textural: 

performance que sigue un proceso continuo de transformación (progresión del convencionalismo hacia 
materiales más psicodélicos en un solo movimiento); textura novedosa justo al final de la pieza (F) 

 

Misterio 
 
 

Paso del tiempo, marcha, himno 
Medieval, clasicismo 

 

Otros signifiers (local, 
andino, indigena, costa, 

sierra, etc) (asociación por 
contexto) (Echard, 2017) 

Tendencia a utilizar materiales folclóricos (andinos) de maneras más abiertamente místicas y autoconscientemente 
historizadas. (estética folk psicodélica) 
Universal roots, clasicismo: tratamiento de carácter conservador/tradicionalista del material folclórico (andino) 

Idealización/mistificación andina, bucólica, telúrica 
Exotismo 

 

Estilo intraopus (Meyer, 
1989) Relevancia 

estilística (La Rue, 1980 
[1969]) 

Macroforma: The outward journey 
Asociación por contexto: Tendencia a utilizar materiales folclóricos (andinos) de maneras más abiertamente místicas y autoconscientemente historizadas. (estética folk psicodélica); 
Universal roots, clasicismo: tratamiento de carácter conservador/tradicionalista del material folclórico (andino) 

 



 

 

Apéndice 30: Ficha analítica de la psicodelia (MI CUEVA) 

297 

Musical coding (Whiteley, 2003) 
 Signifiers Tópicos/Afectos 

Early Psicodelia La estructura formal es predominante y el énfasis está en la alternación entre secciones contrastantes por sobre el 
desarrollo continuo de la forma. 

 

Nostalgia Psicodélica 
(Reising, 2009) 

Instrumentación  acústica 
Guitarra de cuerdas metálicas 

Medieval, arcaico, antiguo, rural 
Western, aventura, libertad 

Base style – Donor Style 
(Echard, 2017) 

No aplica  

Restablecimiento de la 
serialidad temporal 

(Reising, 2009) 

No aplica 
 

 

Intención psicodélica 

(Psychedelic intent): 

Evidente 
Estética psicodélica 

(psychedelia as style): 

Indexación por convención 
(técnicas – prototópicos) 

Asociación (cognate): by 
intent, by formal affect, by 

context 
(Echard, 2017) 

Relativa asociación por afecto formal (formal affect) debido al grado de variabilidad de su estructura  

- Drone: estructuras monocordales (B,C); repetición musemática (riffs de guitarra, mandolina, bajo) (A, B) 
- Uso de modos: mayor, menor, bimodalidad 
- Eco y Reverb: Voz en (B) 
- Motor rhythm: articulación rítmica regular y acentuada basada en corcheas (riff de guitarra - A, riff de 

bajo en B) 
- Four on the floor drums: patron de marcado de pulso de bombo en A 
- Through-composed form: extensiones métricas de ¼ en C(a) 

 

lo estático del espacio rural, aceptación, seguridad 
exotismo 
lugar distante, espacio imaginado 

 
 

Desfile, paso del tiempo 
No predictibilidad 

 

Otros signifiers (local, 
andino, indigena, costa, 

sierra, etc) (asociación por 
contexto) (Echard, 2017) 

Asociación por contexto: por repertorio y concepto, exotismo psicodélico 
 

 

Estilo intraopus (Meyer, 
1989) Relevancia 

estilística (La Rue, 1980 
[1969]) 

Drone: estructuras monocordales (B,C); repetición musemática (riffs de guitarra, mandolina, bajo) (A, B) 
Asociación por contexto: por repertorio y concepto 

 

 



 

 

Apéndice 31: Ficha analítica de la psicodelia (VALICHA) 

298 

Musical coding (Whiteley, 2003) 
 Signifiers Tópicos/Afectos 

Nostalgia Psicodélica 
(Reising, 2009) 

Instrumentación  acústica Medieval, arcaico, antiguo, rural, telúrico 

Base style – Donor Style 
(Echard, 2017) 

Relativo uso del huayno como base style; donor style sin connotación estrictamente psicodélica (más asociado al rock 
– sección intermedia) 

 

Restablecimiento de la 
serialidad temporal 

(Reising, 2009) 

Transición C-B2: re exposición de sección B luego de sección “de expansión” instrumental (A3(b)-C) 
 

Despertar luego del sueño 
 

Intención psicodélica 

(Psychedelic intent): 

Evidente 
Estética psicodélica 

(psychedelia as style): 

Indexación por convención 
(técnicas – prototópicos) 

Asociación (cognate): by 
intent, by formal affect, by 

context 
(Echard, 2017) 

 

  
Técnicas/prototópicos en las secciones formales de la pieza: 

 
- Motor rhythm: patron rítmico de figuración regular (galopa) – bombo (fuerte dinámica/presencia) 
- Drone: (sección B,C) desarrollo melódico, armónico y acompañamiento en base a repetición (loopiness) 

con escasa variación 
- Vari-speed: Progresivo acelerando en B2 
- Through-composed form: (sección A, B) articulación con elisions y yuxtaposiciones, intercambio de roles 

melódicos (restless, always changing, meandering); (sección C) por extensiones métricas (rhythmic 
fluidity within the context of a regular pulse) 

 

 
 
 

Lo estático, rural, atemporalidad 
 

Deformación del tiempo 
Playfullness,  Unpredictabillity 
naiveness, innocence 

 

Otros signifiers (local, 
andino, indigena, costa, 

sierra, etc) (asociación por 
contexto) (Echard, 2017) 

Tendencia a utilizar materiales folclóricos (andinos) de maneras más abiertamente “místicas” y autoconscientemente 
historizadas (estética folk psicodélica) 
Universal roots, clasicismo: tratamiento de carácter conservador/tradicionalista del material folclórico (andino); 
forma convencional de huayno con extensión formal (sección intermedia/de desarrollo) 

Idealización/mistificación andina, bucólica, telúrica 
Exotismo 

 

Estilo intraopus (Meyer, 
1989) Relevancia 

estilística (La Rue, 1980 
[1969]) 

Asociación por contexto: Tendencia a utilizar materiales folclóricos (andinos) de maneras más abiertamente místicas y autoconscientemente historizadas. (estética folk psicodélica); 
Universal roots, clasicismo: tratamiento de carácter conservador/tradicionalista del material folclórico (andino) 
Macroforma: Motor rhythm:bombo; Vari speed (B2); Through-composed form: (sección A, B) 

 



 

 

Apéndice 32: Ficha analítica de la psicodelia (A LAS ORILLAS DEL VILCANOTA) 

299 

Musical coding (Whiteley, 2003) 
 Signifiers Tópicos/Afectos 

Nostalgia Psicodélica 
(Reising, 2009) 

Instrumentación  acústica Medieval, arcaico, antiguo, rural, telúrico 

Base style – Donor Style 
(Echard, 2017) 

Relativo uso del huayno como base style  

Restablecimiento de la 
serialidad temporal 

(Reising, 2009) 

  

Intención psicodélica 

(Psychedelic intent): 

Evidente 
Estética psicodélica 

(psychedelia as style): 

Indexación por convención 
(técnicas – prototópicos) 
Asociación (cognate): by 
intent, by formal affect, by 

context 
(Echard, 2017) 

 

  
Técnicas/prototópicos en las secciones formales de la pieza: 

 
- Trhough composed form: textura relativamente masiva (densidad sonora): senación de “caos” y desorden 
- The outward journey: introducción de una textura novedosa justo al final de la pieza (sección B) 
- Motor rhythm: patron rítmico de figuración regular (corcheas) – chakchas (fuerte dinámica/presencia) 
- Drone: (sección B) desarrollo melódico, armónico y acompañamiento en base a repetición (loopiness) con 

escasa variación 
 

 
 

Playfullness, naiveness 
Viaje y exploración 

 
Lo estático, rural, atemporalidad 

 

Otros signifiers (local, 
andino, indigena, costa, 

sierra, etc) (asociación por 
contexto) (Echard, 2017) 

Tendencia a utilizar materiales folclóricos (andinos) de maneras más abiertamente “místicas” y autoconscientemente 
historizadas (estética folk psicodélica) 
Universal roots, clasicismo: tratamiento de carácter conservador/tradicionalista del material folclórico (andino); 
forma convencional de huayno con secciones de textura relativamente contrapuntística A1,2 – A5,6 

Idealización/mistificación andina, bucólica, telúrica 
Exotismo 

 

Estilo intraopus (Meyer, 
1989) Relevancia 

estilística (La Rue, 1980 
[1969]) 

Asociación por contexto: Tendencia a utilizar materiales folclóricos (andinos) de maneras más abiertamente místicas y autoconscientemente historizadas. (estética folk psicodélica); 
Universal roots, clasicismo: tratamiento de carácter conservador/tradicionalista del material folclórico (andino) 

 

 



 

 

Apéndice 33: Ficha analítica de la psicodelia (CHOLITO PANTALON BLANCO) 

300 

Musical coding (Whiteley, 2003) 
 Signifiers Tópicos/Afectos 

Nostalgia Psicodélica 
(Reising, 2009) 

Instrumentación  acústica Medieval, arcaico, antiguo, rural, telúrico 

Base style – Donor Style 
(Echard, 2017) 

Relativo uso de la marinera como base style  

Restablecimiento de la 
serialidad temporal 

(Reising, 2009) 

Transición C1 -D: retorno a la forma luego se sección de improvisación/solo 
 

 

Intención psicodélica 

(Psychedelic intent): 

Evidente 
Estética psicodélica 

(psychedelia as style): 

Indexación por convención 
(técnicas – prototópicos) 
Asociación (cognate): by 
intent, by formal affect, by 

context 
(Echard, 2017) 

  
Técnicas/prototópicos en las secciones formales de la pieza: 

 
- Trhough composed form: textura relativamente masiva (densidad sonora): sensación de “caos” y desorden 

por gran actividad e irregularidad en sección rítmica (cajón, bongos, piano) 
- Textural dissolve: Transición C1-D: puntuación por sensación de rubato (ausencia de sección rítmica); las 

voces se escuchan de forma más clara percibiendo principlamente la grave como un “nuevo” color 
- Drone: C1,2: motivo de nota repetida (mi) (violín); C1,2: Relativa repetitividad temática (carácter 

circular) 
 

 
 

Playfullness, naiveness, unpredictability 
Viaje y exploración 

 
 

Lo estático 
 

Otros signifiers (local, 
andino, indigena, costa, 

sierra, etc) (asociación por 
contexto) (Echard, 2017) 

Tendencia a utilizar materiales folclóricos (criollos/costeños) de maneras más abiertamente “místicas” y 
autoconscientemente historizadas (estética folk psicodélica) 
Universal roots, clasicismo: tratamiento de carácter conservador/tradicionalista del material folclórico 
(marinera/criollo); forma convencional de marinera con secciones para improvisación/solistas (D) 

Idealización/mistificación bucólica, telúrica 
Exotismo 

 

Estilo intraopus (Meyer, 
1989) Relevancia 

estilística (La Rue, 1980 
[1969]) 

 

 



 

 

Apéndice 34: Ficha analítica de la psicodelia (LA PUNA) 

301 

Musical coding (Whiteley, 2003) 
 Signifiers Tópicos/Afectos 

Nostalgia Psicodélica 
(Reising, 2009) 

Instrumentación acústica Medieval, arcaico, antiguo, rural, telúrico 

Base style – Donor Style 
(Echard, 2017) 

No aplica  

Restablecimiento de la 
serialidad temporal 

(Reising, 2009) 

No aplica 
 

 

Intención psicodélica 

(Psychedelic intent): 

Evidente 
Estética psicodélica 

(psychedelia as style): 

Indexación por convención 
(técnicas – prototópicos) 

Asociación (cognate): by 
intent, by formal affect, by 

context 
(Echard, 2017) 

 

Relativa intención psicodélica por afecto formal (formal affect): composición de carácter experimental  
Técnicas/prototópicos en las secciones formales de la pieza: 

 
- Drone: (B) sensación general monocordal; flauta tailandesa (nota pedal en grado V), repetitividad de 

patrón de zampoña; carácter mayormente repetitivo de patrones melódicos/rítmicos. 
- The outward journey: Variante 4: performance que sigue un proceso continuo de transformación 
- Through-composed form: variaciones (espontáneas) en el desarrollo melódico; hipermétrica imprecisa 

(A2) 
- Textural dissolve: Transición B2-C: reaparición progresiva de sonido incidental; (C) incremento de tensión 

rítmica (pérdida de precisión en marcación de métrica y pulso definido), desvanecimiento (quenas) 
- Eco y reverb (bombo); efectos de sonido (viento) 

 

 
 

Viaje y exploración 
Playfullness,  Unpredictabillity 

 
 
 
 
 

Lugar distante, imagiado/concebido, 
 

Otros signifiers (local, 
andino, indigena, costa, 

sierra, etc) (asociación por 
contexto) (Echard, 2017) 

Asociación de lo local (andino) con la psicodelia por contexto: Tendencia a utilizar materiales folclóricos de 
maneras más abiertamente místicas y autoconscientemente historizadas. (estética folk psicodélica); 

 

Exotismo, idealización/mistificación de lo andina, bucólica, 
telúrica 

 

Estilo intraopus (Meyer, 
1989) Relevancia 

estilística (La Rue, 1980 
[1969]) 

Asociación por contexto: Tendencia a utilizar materiales folclóricos (andinos) de maneras más abiertamente místicas y autoconscientemente historizadas. (estética folk psicodélica); 
Macroforma:  The outward journey: Variante 4: performance que sigue un proceso continuo de transformación 

 

 



 

 

Apéndice 35: Ficha analítica de la psicodelia (SECUENCIA DE ORGANILLO Y POLIFON) 

302 

Musical coding (Whiteley, 2003) 
 Signifiers Tópicos/Afectos 

Nostalgia Psicodélica 
(Reising, 2009) 

Sonido de formatos de reproducción sonora mecánica (cajas de música) arcaico, antiguo 

Base style – Donor Style 
(Echard, 2017) 

No aplica  

Restablecimiento de la 
serialidad temporal 

(Reising, 2009) 

No aplica 
 

 

Intención psicodélica 

(Psychedelic intent): 

Evidente 
Estética psicodélica 

(psychedelia as style): 

Indexación por convención 
(técnicas – prototópicos) 
Asociación (cognate): by 
intent, by formal affect, by 

context 
(Echard, 2017) 

 

Asociación por afecto formal (formal affect): carácter exploratorio/aleatorio del material musical Unpredictabillity 

Técnicas/prototópicos en las secciones formales de la pieza: 
 

- Unmeasured sound effects passages: métrica irregular, sonoridad instrumental poco evidente 
- Through-composed form: por yuxtapocisión de secuencias (reproducciones) en las transiciones entre 

secciones formales 
 

 
 

Viaje y exploración 
 

Otros signifiers (local, 
andino, indigena, costa, 

sierra, etc) (asociación por 
contexto) (Echard, 2017) 

Reproducción de temas populares/tradicionales desde sonoridades no convencionales (cajas de música) 
 

idealización, nostalgia 
 

Estilo intraopus (Meyer, 
1989) Relevancia 

estilística (La Rue, 1980 
[1969]) 

Reproducción de temas populares/tradicionales desde sonoridades no convencionales (cajas de música) 
 

 



 

 

Apéndice 36: Ficha analítica de la psicodelia (PAISAJE DE QUENAS) 

303 

Musical coding (Whiteley, 2003) 
 Signifiers Tópicos/Afectos 

Nostalgia Psicodélica 
(Reising, 2009) 

Instrumentación acústica Medieval, arcaico, antiguo, rural, telúrico 

Base style – Donor Style 
(Echard, 2017) 

No aplica  

Restablecimiento de la 
serialidad temporal 

(Reising, 2009) 

No aplica 
 

 

Intención psicodélica 

(Psychedelic intent): 

Evidente 
Estética psicodélica 

(psychedelia as style): 

Indexación por convención 
(técnicas – prototópicos) 
Asociación (cognate): by 
intent, by formal affect, by 

context 
(Echard, 2017) 

 

  
Técnicas/prototópicos en las secciones formales de la pieza: 

 
- The outward journey: Variante 4: performance que sigue un proceso continuo de transformación 
- Through-composed form: por variaciones melódico tematicas entre secciones 

 

 
 

Viaje y exploración 
Playfullness,  Unpredictabillity 

 

Otros signifiers (local, 
andino, indigena, costa, 

sierra, etc) (asociación por 
contexto) (Echard, 2017) 

Universal roots, clasicismo: tratamiento de carácter conservador/tradicionalista del material folclórico (andino); 
asociación con la psicodelia por contexto 

 

Exotismo, idealización/mistificación de lo andina, bucólica, 
telúrica 

 

Estilo intraopus (Meyer, 
1989) Relevancia 

estilística (La Rue, 1980 
[1969]) 

Asociación por contexto: Tendencia a utilizar materiales folclóricos (andinos) de maneras más abiertamente místicas y autoconscientemente historizadas. (estética folk psicodélica); 
Universal roots, clasicismo: tratamiento de carácter conservador/tradicionalista del material folclórico (andino) 
Macroforma:  The outward journey: Variante 4: performance que sigue un proceso continuo de transformación 

 



 

 

Apéndice 37: Ficha analítica de la fusión (LA FLOR) 

304 

Convenciones formales y tópica: Género musical 
Aspectos/Reglas formales de género (Rock, Folk, Huayno, Marinera, 
Tondero, Afro, etc.) de relevancia estructural 

 

Rock 
Armonía: Estructuras open-ended (modulos armónicos); Módulos armónicos mayormente modales 
Rol instrumental definido: guitarra rítmica/solista 
Ritmo: Organización métrica (hypermetre): Mayormente regular, construcción por grupos de 4 (periodos de 4 frases de 8 o 16 compases) 
Melodía: frases de diseño musemático de acompañamiento (riffs) (mandolina, violín) 
Marinera 
Métrica sesquiáltera: Contraste métrico melodía (mandolina) 6/8 – acompañamiento (guitarra) 3/4 

Elementos SHMRG como significantes (signifiers) tópicos de 
géneros musicales (andino, afro, folk, latino,etc.) (Echard, 2017) 
Musical devices (Spicer, 2011) Indexación por alto grado de 
convención, por asociación de contexto (Echard, 2017) 

 

Sonido 
folk, andino: quena, mandolina y violín 
folk: guitarra acústica de cuerda metálica 
rock: Voz “blanca” afinada 
latino: bongós 
clásico: violín, cello 

Melodía 
Guitarra solista: Diversidad de elementos melódico-temáticos 

- Rapido fraseo escalar, diseño motivico: Rock 
- String bending: Blues 
- Rapido fraseo escalar, contexto armónico (modo frigio): Flamenco 
- Armonización melódica por terceras: Andino 

Actitud de aproximación a la fusión: Espectro autenticidad/originalidad (Parthapratim, 2014) 
 Autenticidad: asimilación, interpretación o referencia a un pasado musical o a 

expresiones musicales locales tradicionales. (autoritaria, captura de una esencia 
imaginada) 

Originalidad: Manipulación, transformación, interpelación de convenciones musicales, (vivaz, 
dinámica) 

Aspectos formales: melódicos, armónicos, rítmicos, etc. 
 

Tendencia hacia la convención de regularidad métrica (basada en 4) en el material 
melódico. 
Rol instrumental convencional del rock en guitarras (ritmica/solista) 

Variedad en el material y tratamiento a nivel melódico, tímbrico y armónico: diferentes texturas 
(homofonía, contrapunto, pregunta/respuesta), varios intrumentos llevan la melodía (the tune) y/o las 
diferentes voces (violín, cello, mandolina, voz); polimodalidad 

Patrones, tópicos, signos, simbolismos Métrica sequialtera como tópico de Marinera Guitarra solista como campo tópico por evocación (blues, jazz, flamenco, andino) 
Tratamiento creativo, exploratorio, compositivo, improvisatorio de 
convenciones de género 

 Balance y tensión entre material con tratamiento compositivo (melodía, armonía, guit. ritmica, voz) y 
con tratamiento improvisatorio (guitarra solista, percusión) 

Diseño de fusión: Tipologías (Parthapratim, 2014) 
Layered fusion: Yuxtaposición, Componentes reconocibles uno del 
otro. 

 
Integrated fusion: Cambio en la naturaleza y generación de nuevos 
elementos. 

La ausencia de instrumentación eléctrica facilita una percepción de integración entre aspectos estructurales formales de género (rock/marinera), tratamiento de voces y texturas (clásico), 
instrumentación acústica (folk) y timbres ornamentales con función evocativa (andino, latino, clásico) 

Random approach: Conocimiento empírico formalista, de repertorio. Uso intencional de métrica sequialtera (3/4-6/8) - Marinera 
Machete-palette approach: Elementos estructurales (núcleo) y 
ornamentales (caparazón) 
Modelo base style – donor style (Echard, 2017) 

Nucleo: Nivel formal: armonía, métrica (rock), melódia (clasico, rock), sonoridad: guitarras, mandolina (folk) 
Caparazón: Coloratura tímbrica ornamental: quena, bongos (andino, latino) 

Problem solving approach: Una cuestión formal en una tradición se 
resuelve con preceptos de otra. 

 
Verticalidad y horizontalidad: The broken Middle (Fellez, 2011) 

Staying in between (verticalidad) (Fellez, 2011) Stylistic crossover (transicción) (Covach, 1999) 
(Rock/Folk-Marinera) 

- B: Armonías monocordales-modales/material melódico – métrica sesquialtera 
 

(Rock-Folk) 
- Instrumentación acústica - Organización métrica (hypermetre) mayormente regular 

(Folk-Marinera) 
- Transicción (A-B): Contraste de sensación métrica/rítmica (de 3/4 a métrica sequialtera) 

 

Relevancia estilística (jerarquización) (La Rue, 1980 [1969]) 
- Actitud hacia la fusión: manipulación, transformación y variedad (originalidad) / Tendencia hacia la convención métrica y de rol instrumental, rol y relevancia de la guitarra (ritmica/solista) (autenticidad) 
- “diseño de fusión”: machete-palette approach Nucleo: Formal: Rock Sonido metálico: Guitarras, mandolina (Folk), Caparazón: Coloratura tímbrica ornamental: quena, bongos (andino, latino) 
- Ambigüedad (staying in between): (folk-marinera) - (rock-folk) 
- Marinera: Métrica sesquiáltera como significante tópico 

 



 

 

Apéndice 38: Ficha analítica de la fusión (SITTING DREAMING) 

305 

Convenciones formales y tópica: Género musical 
Aspectos/Reglas formales de género (Rock, Folk, Huayno, Marinera, 
Tondero, Afro, etc.) de relevancia estructural 

Rock 
Armonía: Tratamiento armónico modal; construcción musemática repetitiva (módulos armónicos) 
Ritmo: Sección rítmica basada en 4/4 (B, C) 

Elementos SHMRG como significantes (signifiers) tópicos de 
géneros musicales (andino, afro, folk, latino,etc.) (Echard, 2017) 
Musical devices (Spicer, 2011) 

 
Indexación por alto grado de convención, por asociación de contexto 
(Echard, 2017) 

Sonido 
Folk: : Cuerdas (mandolina - guitarra, violín); 
Latino: bongós/congas 
Rock: batería (ride); Voz: coloratura nasal, “blanca” pitch 
attitude: afinada 
Clásico: violín-cello, piano 

Ritmo 
Andino: patrones rítmicos de sincopa de un tiempo y galopa (mandolina y violín) 

 

Actitud hacia la fusión: Espectro autenticidad/originalidad (Parthapratim, 2014) 
 Autenticidad: asimilación, interpretación o referencia a un pasado musical o a 

expresiones musicales locales tradicionales. (autoritaria, captura de una esencia 
imaginada) 

Originalidad: Manipulación, transformación, interpelación de convenciones 
musicales, (vivaz, dinámica) 

Aspectos formales: melódicos, armónicos, 
rítmicos, etc. 

Armonía modal como convención asociada al rock  

Patrones, tópicos, signos, simbolismos  Evocación a elementos musicales locales mediante musemas (motivos rítmico- 
melódicos) (piano) – (guiño al himno nacional) 

Tratamiento creativo, exploratorio, compositivo, 
improvisatorio de convenciones de género 

 Irregularidad métrica como interpelación a la convención métrica basada en 4 

Diseño de fusión: Tipologías (Parthapratim, 2014) 
Layered fusion: Yuxtaposición, Componentes reconocibles uno del 
otro. 

 

Integrated fusion: Cambio en la naturaleza y generación de nuevos 
elementos. 

Alusión a lo andino: patrones rítmicos de sincopa de un tiempo y galopa (mandolina y violín) sin referencia a aspectos melódicos u armónicos 

Random approach: Conocimiento empírico formalista, de repertorio.  
Machete-palette approach: Elementos estructurales (núcleo) y 
ornamentales (caparazón) 
Modelo base style – donor style (Echard, 2017) 

Elementos estructurales (núcleo) rock: guitarra ritmica, mandolina (rol solista) 
Elementos ornamentales (caparazón): bongós/congas (latino); patrones rítmicos de sincopa de un tiempo y galopa (andino) 

Problem solving approach: Una cuestión formal en una tradición se 
resuelve con preceptos de otra. 

 

Verticalidad y horizontalidad: The broken Middle (Fellez, 2011) 
Staying in between (verticalidad) (Fellez, 2011) Stylistic crossover (transicción) (Covach, 1999) 

clásico-rock 
- Instrumentación: (violín, cello) – (guitarra, batería) 
- Texturas contrapuntísticas/homorrítmicas/irregularidad métrica (melodía) – métrica regular de 4/4 (sec. 

rítmica: guitarra, batería, pandereta) 

 

 



 

 

Apéndice 39: Ficha analítica de la fusión (TONDERO) 

306 

Convenciones formales y tópica: Género musical 
Aspectos/Reglas formales de género: Rock, Folk, Huayno, Marinera, Tondero, 
Afro de relevancia estructural 

 

Rock 
Armonia: Estructuras open-ended (modulos armónicos) 
mayormente modales 
Ritmo: Métrica mayormente en 4/4 

Afroperuano (intro, A(a)) 
Armonía: progresión convencional: tonal mayor, I IV V (A D E) 
Ritmo: compás ternario 12/8 
Melodía convencional: bordón de guitarra basado en notas del acorde 
Patrón de acompañamiento convencionalizado (guitarra rítmica) 

Elementos SHMRG como significantes (signifiers) tópicos de géneros musicales 
(andino, afro, folk, latino,etc.) (Echard, 2017) Musical devices (Spicer, 2011) 

 
Indexación por alto grado de convención, por asociación de contexto (Echard, 
2017) 

Sonido 
Folk, andino; flauta china, arpa 
Rock: Voz “blanca” afinada, en inglés; transición A(b-c) 
crescendo con palm mute en guitarra 
Clásico: cello, violín, arpa en B 
Latino: congas, bongós, huiro 

Ritmo 
Rock: patrón convencional de batería (backbeat), 
Melodía 
Rock, Blues: fraseo escalar pentatónico descendente (lick de guitarra) en A(b); musemas (fills) de guitarra en 
A(c); diseño de voz mixto por paso conjunto y saltos en A(b); 
Clásico: movimiento escalar ascendente y descendente (arpa/cello/violín) en B(a) 

Actitud hacia la fusión: Espectro autenticidad/originalidad (Parthapratim, 2014) 
 Autenticidad: asimilación, interpretación o referencia a un pasado musical o a expresiones 

musicales locales tradicionales. (autoritaria, captura de una esencia imaginada) 
Originalidad: Manipulación, transformación, interpelación de convenciones musicales, (vivaz, 
dinámica) 

Aspectos formales: melódicos, armónicos, rítmicos, etc. 
 

A(b,c): arreglo general convencional de rock 
backbeat en batería, armonía modal modular; fraseos de guitarra (licks pentatónicos,riffs) y voz 

 

A(a): arreglo no convencional en afroperuano 
armonía bimodal: I ionio – VII mixolidio – V ionio (A G E) 
A(b,c) Cello con función de bajo (bass) 
refuerzo armónico con notas fundamentales 

Patrones, tópicos, signos, simbolismos Intro, A(a): bordón de festejo convencionalizado  Tratamiento creativo, exploratorio, compositivo, 
improvisatorio de convenciones de género 

 Sección B: Tratamiento compositivo creativo, convenciones de género ambiguas 
Variedad tímbrica y melódica 

Diseño de fusión: Tipologías (Parthapratim, 2014) 
Layered fusion: Yuxtaposición, Componentes reconocibles uno del otro.  Integrated fusion: Cambio en la naturaleza y generación de nuevos elementos. B: tratamiento compositivo creativo, convenciones de género ambiguas 

Random approach: Conocimiento empírico formalista, de repertorio. Intro, A(a): uso intencional de convenciones formales mayormente de afroperuano 
A(b,c): convenciones formales mayormente de rock 

Machete-palette approach: Elementos estructurales (núcleo) y ornamentales 
(caparazón) 
Modelo base style – donor style (Echard, 2017) 

 

Problem solving approach: Una cuestión formal en una tradición se resuelve con 
preceptos de otra. 

Transición A(a)-A(b): afroperuano-rock: inestabilidad del continuum; ambigüedad por cambio de tempo y métrica (de 12/8 a 130bpm a 4/4 a 160bpm o 4/4 a 80bpm); sensación 
de retardo 

Verticalidad y horizontalidad: The broken Middle (Fellez, 2011) 
Staying in between (verticalidad) (Fellez, 2011) Stylistic crossover (transicción) (Covach, 1999) 

Intro, A(a); folk-rock-afroperuano-clásico 
guitarras acústicas de cuerdas metálicas, ejecución con fuerte dinámica, bordón de festejo, timbre de cello armonía tonal/modal 
B: Folk-Clásico-Rock/Pop 
B(a) 
Homofonía: violín/cello; textura contrapuntística: flauta-cello/violín 
Movimiento escalar ascendente y descendente (arpa) 
B(b) 
Fraseo musemático relativamente discursivo (fills/licks de guitarra) 
Textura contrapuntística: flauta-voz-guitarra 

Transición A(a)-A(b): afroperuano-rock  
Transición A(c)-B(a): rock- (folk-clásico-rock/pop) 
Contraste tímbrico (instrumentación) entre secciones; supresión de percusiones, introducción de arpa, flauta; cambio de 
progresión armónica modal a tonal; inestabilidad del continuum: retardo y ambigüedad métrica por cambio de tempo 

 

 



 

 

Apéndice 40: Ficha analítica de la fusión (CONCORDANCIA) 

307 

Convenciones formales y tópicas: Género musical 
Aspectos/Reglas/Convenciones formales de género (Rock, Folk, Huayno, Marinera, Tondero, 
Afro, etc.) de relevancia estructural 

 

Rock 
Ritmo: hipermétrica regular basada en grupos de 4 (B) 
Melodía: repetición musemática (riffs) (A, C)   
Huayno 
Sonido: instrumentación (quenas, mandolinas, violín) 
Forma: Forma convencional (estrofas, intermedios (codos) – fuga); alternancia vocal/instrumental 
Melodía: diseño de fraseos y métrica (pies binarios y ternarios - patrones de síncopa, galopa, semicorcheas), pentafonía 
Armonía: bimodalidad, progresiones convencionales, insistencia de candencias (V I) 
Ritmo: irregularidad métrica convencional en fraseo (A) 

Elementos SHMRG como significantes (signifiers) tópicos de géneros/piezas musicales 
(andino, afro, folk, latino,etc.) (Echard, 2017) 
Musical devices (Spicer, 2011). Indexación por alto grado de convención, por asociación de 
contexto (Echard, 2017) 

 

Sonido 
Rock: fuerte dinámica (loudness) (guitarras) 
Folk: instrumentación (guitarra acústica, violín, mandolina, rondín) 
Clásico: instrumentación (violín, triángulo) 
Latino: Congas, bongos 

 
Actitud de aproximación a la fusión: Espectro autenticidad/originalidad (Parthapratim, 2014) 

 Autenticidad: asimilación, interpretación o referencia a un pasado musical o a expresiones 
musicales locales tradicionales. (autoritaria, captura de una esencia imaginada) 

Originalidad: Manipulación, transformación, interpelación de convenciones musicales, (vivaz, 
dinámica) 

Aspectos formales: melódicos, armónicos, rítmicos, etc. Tratamiento relativamente conservador/tradicionalista de las convenciones del huayno Tratamiento creativo/exploratorio en pasajes intermedios (codos) (violín, mandolina, guitarra) (A) 
Patrones, tópicos, signos, simbolismos 

 
Rock: (sonido) fuerte dinámica (loudness) (guitarras) 
Andino: Sensación de subdivisión ternaria (de tresillos) en A 

 

Tratamiento creativo, exploratorio, compositivo, 
improvisatorio de convenciones de género 

Ejecución convencional de instrumentos folclóricos (violín, mandolina, rondín) Reinvención de lo andino: inclusión de sección intermedía (B) entre estrofas 

Diseño de fusión: Tipologías (Parthapratim, 2014) 
Layered fusion: Yuxtaposición, Componentes reconocibles uno del otro.  Integrated fusion: Cambio en la naturaleza y generación de nuevos elementos.  Random approach: Conocimiento empírico formalista, de repertorio. Tratamiento de diferentes tradiciones musicales desde una intención compositiva y con conocimiento de convenciones formales 
Machete-palette approach: Elementos estructurales (núcleo) y ornamentales (caparazón) 
Modelo base style – donor style (Echard, 2017) 

 
Problem solving approach: Una cuestión formal en una tradición se resuelve con preceptos de 
otra. 

Transición A-B: paso de estrofa de huayno a sección intermedia (no convencional en lo andino, más convencional en el rock) en lugar de fuga (fuga retrasada) 

Verticalidad y horizontalidad: The broken Middle (Fellez, 2011) 
Staying in between (verticalidad) (Fellez, 2011) Stylistic crossover (transición) (Covach, 1999) 

Tensión rock-andino: Elementos musicales formales del huayno (forma, fraseo melódico, armonía y métrica) – elementos del rock: 
musicales formales (riffs), materialidad sonora (ejecución de dinámica fuerte – loudness) 

Transición A-B: paso de estrofa de huayno a sección intermedia (no convencional en lo andino, más convencional en el rock) 
en lugar de fuga (fuga retrasada) 

 



 

 

Apéndice 41: Ficha analítica de la fusión (EL HIJO DEL SOL) 

308 

Convenciones formales y tópicas: Género musical 
Aspectos/Reglas/Convenciones formales de género (Rock, Folk, Huayno, 
Marinera, Tondero, Afro, etc.) de relevancia estructural 

 

Rock 
Ritmo: Métrica binaria: 4/4; hipermétrica mayormente regular basada en grupos de 4 
Melodía: Musemas y repetición musemática (riffs) (D) 
Huayno (Andino) 
Sonido: instrumentación (quenas, mandolinas, violín) 
Melodía: diseño de fraseos y métrica (patrones de síncopa, galopa, semicorcheas), pentafonía 
Armonía: bimodalidad, progresiones convencionales, so recurrente de cadencias (V I – E Am) 
Ritmo: irregularidad métrica convencional en fraseo 

Elementos SHMRG como significantes (signifiers) tópicos de géneros/piezas 
musicales (andino, afro, folk, latino,etc.) (Echard, 2017) 
Musical devices (Spicer, 2011) 

 
Indexación por alto grado de convención, por asociación de contexto (Echard, 
2017) 

Rock: Rol solista de la guitarra (B) 
Sonido: 
Folk: instrumentación (guitarra acústica, violín, mandolina, arpa) 
Clásico: instrumentación (arpa, violín, campana, coro) 
Latino: Congas 
Melodía 
Andino: (D) frase melódica alusiva al huayno Yaullillay 

Actitud de aproximación a la fusión: Espectro autenticidad/originalidad (Parthapratim, 2014) 
 Autenticidad: asimilación, interpretación o referencia a un pasado musical o a 

expresiones musicales locales tradicionales. (autoritaria, captura de una esencia 
imaginada) 

Originalidad: Manipulación, transformación, interpelación de convenciones 
musicales, (vivaz, dinámica) 

Aspectos formales: melódicos, armónicos, 
rítmicos, etc. 

Tratamiento relativamente conservador/tradicionalista de las convenciones del 
huayno: C, F, G 

Relativa manipulación de estructuras melódicas y armónicas asociadas a lo andino: B, 
D, E 

Patrones, tópicos, signos, simbolismos   
Tratamiento creativo, exploratorio, compositivo, 
improvisatorio de convenciones de género 

Ejecución convencional de instrumentos (quena, mandolina) Tratamiento creativo/exploratorio: Variedad de secciones formales, material melódico 
y texturas. 

Diseño de fusión: Tipologías (Parthapratim, 2014) 
Layered fusion: Yuxtaposición, Componentes reconocibles uno del otro.  
Integrated fusion: Cambio en la naturaleza y generación de nuevos elementos. D: desarrollo armónico melódico / hipermétrica a base de grupos de 4 y uso de riffs 
Random approach: Conocimiento empírico formalista, de repertorio. Tratamiento de tradiciones musicales desde una intención compositiva con conocimiento de convenciones formales 
Machete-palette approach: Elementos estructurales (núcleo) y ornamentales 
(caparazón) 
Modelo base style – donor style (Echard, 2017) 

 

Problem solving approach: Una cuestión formal en una tradición se resuelve con 
preceptos de otra. 

 

Verticalidad y horizontalidad: The broken Middle (Fellez, 2011) 
Staying in between (verticalidad) (Fellez, 2011) Stylistic crossover (transición) (Covach, 1999) 

Tensión clásico-andino: Variedad/sofisticación/estilización/complejidad temática, textural y formal a partir de pocos 
elementos convencionales 

 

 



 

 

Apéndice 42: Ficha analítica de la fusión (MI CUEVA) 

309 

Convenciones formales y tópicas: Género musical 
Aspectos/Reglas/Convenciones formales de género (Rock, Folk, Huayno, 
Marinera, Tondero, Afro, etc.) de relevancia estructural 

 

Rock Andino/Huayno 
Melodía: Musemas y repetición musemática (riffs) Armonía: Bimodalidad en C(a) 
Ritmo: organización métrica (hypermetre) regular, Melodía: Pentafonía; intervalo de 3ra menor descendente al final de frase (do-la) C(a) 
mayormente basada en grupos de 4 Ritmo: extensiones métricas de 1/4 

Elementos SHMRG como significantes (signifiers) tópicos de géneros 
musicales (andino, afro, folk, latino,etc.) (Echard, 2017) Musical devices 
(Spicer, 2011) 
Indexación por alto grado de convención, por asociación de contexto 
(Echard, 2017) 

 

Sonido 
Rock: sonido “eléctrico” (bajo); dinámicas fuertes 
(loudness) (guitarras) 
Andino: Timbre de quenas, mandolina 
Folk: instrumentación acústica, violín, mandolina 
Clásica: Violín 
Armonía 
Andino: Bimodalidad en C(a) 

Melodía 
Folk: frase de violín en C(a) (tipo Fiddle) 
Ritmo 
Andino: acentuación de patrón rítmico de bombo al final de frase en C(a) 
Folk: Guitarra Rítmica: factor de tensión rítmica dentro del arreglo (patrones irregulares en 
el rasgueo); guitarra rítmica en B y C(b) (waywardness), relativa homorrítmia entre guitarra 
y voz; armonías monocordales 

Actitud de aproximación a la fusión: Espectro autenticidad/originalidad (Parthapratim, 2014) 
 Autenticidad: asimilación, interpretación o referencia a un pasado musical o a 

expresiones musicales locales tradicionales. (autoritaria, captura de una esencia 
imaginada) 

Originalidad: Manipulación, transformación, interpelación de convenciones 
musicales, (vivaz, dinámica) 

Aspectos formales: melódicos, armónicos, 
rítmicos, etc. 

Convención de rock: Organización métrica (hypermetre): Regular, mayormente 
basada en grupos de 4 

A(a): Timbre convencional andino (quenas) con diseño melódico y rítmico poco 
convencional 

Patrones, tópicos, signos, simbolismos   
Tratamiento creativo, exploratorio, compositivo, 
improvisatorio de convenciones de género 

 Variedad temático-melódica y sonora contrastante entre secciones formales: sonoridad 
andina (quenas) A(a), sonoridad folk (violín) A(b), C(a,b) 

Diseño de fusión: Tipologías (Parthapratim, 2014) 
Layered fusion: Yuxtaposición, Componentes reconocibles uno del otro. A(a): las melodías de quena (sonoridad andina) se superponen a un acompamiento de tipo rock-folk 
Integrated fusion: Cambio en la naturaleza y generación de nuevos 
elementos. 

C(a): combinación entre melódia (folk), bimodalidad, extensión métrica (folk/andino), motivo rítmico de bombo al final de frase (andino) 
Pentafonia como elemento compartido entre lo andino, lo folk y lo rock 

Random approach: Conocimiento empírico formalista, de repertorio. Aproximación a la composición desde un cierto conocimiento de cuestiones formales de género 
Machete-palette approach: Elementos estructurales (núcleo) y ornamentales 
(caparazón) 
Modelo base style – donor style (Echard, 2017) 

 

Problem solving approach: Una cuestión formal en una tradición se 
resuelve con preceptos de otra. 

C(a): Resolución de frase de violín tipo folk con intervalo de 3ra menor descendente (do-la) asociado a lo andino 

Verticalidad y horizontalidad: The broken Middle (Fellez, 2011) 
Staying in between (verticalidad) (Fellez, 2011) Stylistic crossover (transición) (Covach, 1999) 

Tensión Folk/andino 
C(a): combinación entre melódia (folk), bimodalidad, extensión métrica (folk/andino), motivo rítmico de bombo al final de frase (andino) 
Tensión Andino/Folk-Rock 
A(a): timbres de quenas con diseño melódico no convencional sobre acompañamiento basado en riffs de guitarra 

 

 



 

 

Apéndice 43: Ficha analítica de la fusión (VALICHA) 

310 

Convenciones formales y tópica: Género musical 
Aspectos/Reglas/Convenciones formales de género (Rock, Folk, Huayno, Marinera, 
Tondero, Afro, etc.) de relevancia estructural 

 

Huayno 
Sonido: instrumentación (quenas, mandolinas, violín) 
Forma: Forma convencional (estrofas, intermedios (codos) – fuga) 
Melodía: diseño de fraseos (pies binarios y ternarios - patrones de síncopa, galopa, semicorcheas), pentafonía, armonización (2das voces) 
Armonía: bimodalidad, progresiones convencionales, insistencia de candencias (V I) 
Ritmo: agrupación/irregularidad métrica convencional en fraseo (A, B, C) 

Elementos SHMRG como significantes (signifiers) tópicos de géneros/piezas 
musicales (andino, afro, folk, latino,etc.) (Echard, 2017) 
Musical devices (Spicer, 2011). Indexación por alto grado de convención, por 
asociación de contexto (Echard, 2017) 

 

Rock: (sonido) fuerte dinámica (loudness) (guitarras - bombo); (melodía): frases intermedias (codos) como riffs (por su corta extensión y 
carácter repetitivo) 
Folk: (sonido): instrumentación (guitarra acústica, violín, mandolina) 
Clásico: (sonido) instrumentación (violín, cello) 
Latino: (sonido) bongos 
Andino: patron de galopa (célula rítmica estandar) (bombo); alusiones/citas en frases intermedias (codos): de “estilo ayacuchano” (A1,2 
(a)), alusivos a pampeñas (“estilo avilés” ) (A1,2 (b)); “estilo Vivanco” (A3(b)); fraseo alusivo a danzas cusqueñas (C) 

Actitud de aproximación a la fusión: Espectro autenticidad/originalidad (Parthapratim, 2014) 
 Autenticidad: asimilación, interpretación o referencia a un pasado musical o a 

expresiones musicales locales tradicionales. (autoritaria, captura de una esencia 
imaginada) 

Originalidad: Manipulación, transformación, interpelación de convenciones 
musicales, (vivaz, dinámica) 

Aspectos formales: melódicos, armónicos, 
rítmicos, etc. 

Tratamiento relativamente conservador/tradicionalista de las convenciones del 
huayno 

Relativa reinvención de lo andino: inclusión de secciones intermedías/de desarrollo 
(A(b) - C) dentro de la forma convencional (variación de material convencional) 

Patrones, tópicos, signos, simbolismos 
 

Ejecución convencional de instrumentos folclóricos (violín, mandolina, quena) 
Músicos tradicionales (Vivanco – quenas, mandolina) 
Alusiones/citas en frases intermedias (codos): a estilos y músicas folclóricas 

Ejecución de rasgueo no convencional de huayno con fuerte dinámica; búsqueda de 
(loudness) (guitarras) 

Tratamiento creativo, exploratorio, compositivo, 
improvisatorio de convenciones de género 

 Tratamiento creativo/exploratorio en desarrollo melódico (variedad de frases 
intermedias, intercambio de roles melódicos entre instrumentos) 

Diseño de fusión: Tipologías (Parthapratim, 2014) 
Layered fusion: Yuxtaposición, Componentes reconocibles uno del otro.  
Integrated fusion: Cambio en la naturaleza y generación de nuevos elementos. Ejecución (rasgueos) de guitarra con patrones y dinámicas no convencionales/material y desarrollo melódico-armónico convencional 
Random approach: Conocimiento empírico formalista, de repertorio. Tratamiento de diferentes tradiciones musicales desde la intención compositiva y conocimiento de convenciones formales 
Machete-palette approach: Elementos estructurales (núcleo) y ornamentales 
(caparazón). Modelo base style – donor style (Echard, 2017) 

 

Problem solving approach: Una cuestión formal en una tradición se resuelve con 
preceptos de otra. 

Transición B1-A3: paso de fuga de huayno a sección intermedia/de desarrollo (A3-C) (no convencional en lo andino, más convencional en 
el rock) 

Verticalidad y horizontalidad: The broken Middle (Fellez, 2011) 
Staying in between (verticalidad) (Fellez, 2011) Stylistic crossover (transición) (Covach, 1999) 

Tensión rock-andino: Elementos musicales formales del huayno (forma, fraseo melódico, armonía y métrica) – 
elementos del rock: materialidad sonora (ejecución de dinámica fuerte – loudness); forma: reinvención desde 
convenciones de rock (secciones intermedias/de desarrollo 

Transición B1-A3: paso de fuga de huayno a sección intermedia/de desarrollo (no convencional en lo 
andino, más convencional en el rock) 

 



 

 

Apéndice 44: Ficha analítica de la fusión (A LAS ORILLAS DEL VILCANOTA) 

311 

Convenciones formales y tópica: Género musical 
Aspectos/Reglas/Convenciones formales de género (Rock, Folk, Huayno, 
Marinera, Tondero, Afro, etc.) de relevancia estructural 

 

Huayno 
Sonido: instrumentación (quenas, mandolinas, violín) 
Forma: Forma convencional (estrofas, frases intermedias (codos) – fuga) 
Melodía: diseño de fraseos (pies binarios y ternarios - patrones de síncopa, galopa, semicorcheas), pentafonía, armonización (2das voces) 
Armonía: bimodalidad, progresiones convencionales, insistencia de candencias (V I) 
Ritmo: agrupación/irregularidad métrica convencional en fraseo (A, B) 

Elementos SHMRG como significantes (signifiers) tópicos de géneros/piezas 
musicales (andino, afro, folk, latino,etc.) (Echard, 2017) 
Musical devices (Spicer, 2011). Indexación por alto grado de convención, por 
asociación de contexto (Echard, 2017) 

 

Rock: (sonido) fuerte dinámica (loudness) (guitarras); (melodía): frases intermedias (codos) como riffs (por su corta extensión y carácter 
repetitivo) 
Folk: (sonido): instrumentación (guitarra acústica, violín, mandolina) 
Clásico: (sonido) instrumentación (violín) 
Andino: patron de galopa (célula rítmica estandar) (chakchas); alusiones/citas en frases intermedias (codos): huaynos criollos A(1,2) 

Actitud de aproximación a la fusión: Espectro autenticidad/originalidad (Parthapratim, 2014) 
 Autenticidad: asimilación, interpretación o referencia a un pasado musical o a 

expresiones musicales locales tradicionales. (autoritaria, captura de una esencia 
imaginada) 

Originalidad: Manipulación, transformación, interpelación de convenciones 
musicales, (vivaz, dinámica) 

Aspectos formales: melódicos, 
armónicos, rítmicos, etc. 

Tratamiento relativamente conservador/tradicionalista de las convenciones del 
huayno 

Relativa reinvención de lo andino: inclusión de texturas contrapuntísticas (A1,2 – A5.6) 

Patrones, tópicos, signos, simbolismos 
 

Ejecución convencional de instrumentos folclóricos (violín, mandolina, quena) 
Alusiones/citas en frases intermedias (codos): a estilos y músicas folclóricas 
(huaynos criollos) 
Rock: (sonido) fuerte dinámica (loudness) (guitarras) 

 

Tratamiento creativo, exploratorio, 
compositivo, improvisatorio de 
convenciones de género 

 Tratamiento creativo/exploratorio en desarrollo melódico (relativa variedad de frases 
intermedias, intercambio de roles melódicos entre instrumentos) 

Diseño de fusión: Tipologías (Parthapratim, 2014) 
Layered fusion: Yuxtaposición, Componentes reconocibles uno del otro.  
Integrated fusion: Cambio en la naturaleza y generación de nuevos elementos. Ejecución (rasgueos) de guitarra con dinámicas no convencionales (búsqueda de loudness); tratamiento y desarrollo creativo de material 

melódico-armónico convencional 
Random approach: Conocimiento empírico formalista, de repertorio. Tratamiento de diferentes tradiciones musicales desde la intención compositiva y conocimiento de convenciones formales 
Machete-palette approach: Elementos estructurales (núcleo) y ornamentales 
(caparazón) 
Modelo base style – donor style (Echard, 2017) 

 

Problem solving approach: Una cuestión formal en una tradición se resuelve con 
preceptos de otra. 

 

Verticalidad y horizontalidad: The broken Middle (Fellez, 2011) 
Staying in between (verticalidad) (Fellez, 2011) Stylistic crossover (transición) (Covach, 1999) 

Tensión rock-andino: Elementos musicales formales del huayno (forma, fraseo melódico, armonía y métrica) – 
elementos del rock: materialidad sonora (ejecución de dinámica fuerte – loudness); forma: reinvención desde 
convenciones de rock (secciones intermedias de desarrollo/exploración) 

 

 



 

 

Apéndice 45: Ficha analítica de la fusión (CHOLITO PANTALON BLANCO) 

312 

Convenciones formales y tópica: Género musical 
Aspectos/Reglas/Convenciones formales de género (Rock, Folk, Huayno, 
Marinera, Tondero, Afro, etc.) de relevancia estructural 

 

Marinera 
Forma: Forma convencional (estrofas (glosa, dulce) – fuga) 
Melodía: roles melódicos convencionales (voz- melodía principal, violín/mandolina-contracantos, guitarra – bordoneos/bajo) 
Armonía: progresiones convencionales, modulo a base de candencias (V I) 
Ritmo: métrica sesquialtera; rol de instrumentos en la marcación métrica: 3/4 (bordoneo de guitarra, mandolina en B – “llorado norteño”, D), 
6/8 (mandolina en A, violín en C) – ambivalente (piano) 

Elementos SHMRG como significantes (signifiers) tópicos de géneros/piezas 
musicales (andino, afro, folk, latino,etc.) (Echard, 2017) 
Musical devices (Spicer, 2011). Indexación por alto grado de convención, por 
asociación de contexto (Echard, 2017) 

 

Rock: (forma) sección de solo de guitarra (D); (melodía) motivos melódicos – licks en Intro y D 
Marinera: (sonido) cajón con escobillas (alusión al sonido de tarola en la instrumentación tipo militar) 
Landó; (melodía) motivos melódicos – en D 
Tondero: (forma) alusión a formas mas contemporáneas 
Folk: (sonido): instrumentación (guitarra acústica, violín, mandolina) 
Clásico: (sonido) instrumentación (violín, piano) 
Cueca: (sonido) pandero, cuerdas metálicas (alusión al arpa); (ritmo) (irregularidad en la repetición/acentuación) 
Vals criollo: acordes de piano en registro agudo 
Andino, Triste, Yaraví: (ritmo, melodía) sensación de rubato y fraseo libre en Intro 

Actitud de aproximación a la fusión: Espectro autenticidad/originalidad (Parthapratim, 2014) 
 Autenticidad: asimilación, interpretación o referencia a un pasado musical o a 

expresiones musicales locales tradicionales. (autoritaria, captura de una esencia 
imaginada) 

Originalidad: Manipulación, transformación, interpelación de convenciones 
musicales, (vivaz, dinámica) 

Aspectos formales: melódicos, 
armónicos, rítmicos, etc. 

Tratamiento relativamente conservador/tradicionalista de las convenciones de 
marinera (roles melódicos, métrica y armonía) 

Incorporación de sección de solo de guitarra dentro de la forma de marinera 

Patrones, tópicos, signos, simbolismos 
 

cajón con escobillas (alusión al sonido de tarola en la instrumentación tipo militar) 
 

Elementos musicales alusivos a otros géneros: Forma musical (tondero), 
instrumentación (cueca), intro/final de sec. C (triste, yaraví), piano (vals) 

Tratamiento creativo, exploratorio, 
compositivo, improvisatorio de 
convenciones de género 

Desarrollo con gran actividad de variación e sección rítmica (Piano, Cajón, bongos) 
 

 

Diseño de fusión: Tipologías (Parthapratim, 2014) 
Layered fusion: Yuxtaposición, Componentes reconocibles uno del otro.  
Integrated fusion: Cambio en la naturaleza y generación de nuevos elementos. Forma y elementos musicales con Instrumentación no convencional; motivos/frases alusivas a varios géneros/estilos en el solo de guitarra 
Random approach: Conocimiento empírico formalista, de repertorio. Tratamiento de diferentes tradiciones musicales desde la intención compositiva y conocimiento de convenciones formales 
Machete-palette approach: Elementos estructurales (núcleo) y ornamentales 
(caparazón) 
Modelo base style – donor style (Echard, 2017) 

Núcleo/Base Style: Marinera (aspectos formales – forma, melodía, armonía, ritmo) 
Caparazón/Donor: Rock (solo), Cueca (instrumentación) 

Problem solving approach: Una cuestión formal en una tradición se resuelve con 
preceptos de otra. 

Transición C1 – D: sección de solo de guitarra entre repeticiones de la forma de marinera 

Verticalidad y horizontalidad: The broken Middle (Fellez, 2011) 
Staying in between (verticalidad) (Fellez, 2011) Stylistic crossover (transición) (Covach, 1999) 

Tensión rock-marinera; sección D (solo de guitarra - estructura convencional) 
Tensión marinera-cueca: estructura formal – instrumentación) 

 

 



 

 

Apéndice 46: Ficha analítica de la fusión (LA PUNA) 

313 

Género musical 
Aspectos/Reglas/Convenciones formales de género (Rock, Folk, Huayno, 
Marinera, Tondero, Afro, etc.) de relevancia estructural 

Rock 
Ritmo - Melodía: hipermétrica regular basada en grupos de 4 (B) 

Elementos SHMRG como significantes (shorthand signifiers) de géneros/piezas 
musicales (andino, afro, folk, latino,etc.) (Echard, 2017) 
Indexación por alto grado de convención, por asociación de contexto (Echard, 
2017) 
Musical devices (Spicer, 2011). 

Andino: (sonido) instrumentación (quenas, bombo) – (zampoña) altiplánico; (ritmo) patrones rítmicos (pies de galopa, sincopa, saltillo, 
semicorcheas), (melodía): diseño trifónico, contorno oscilante (V I) 

 
Rock, Clásico: sonidos incidentales – material pre grabado 

 

Espectro autenticidad/originalidad (Parthapratim, 2014) 
 Autenticidad: asimilación, interpretación o referencia a un pasado musical o a 

expresiones musicales locales tradicionales. (autoritaria, captura de una esencia 
imaginada) 

Originalidad: Manipulación, transformación, interpelación de convenciones 
musicales, (vivaz, dinámica) 

Aspectos formales: melódicos, 
armónicos, rítmicos, etc. 

(rítmo) (pies de galopa, saltillo, sincopa, semicorcheas), (melodía): diseño 
trifónico, contorno oscilante (V I) 

 

Patrones, tópicos, signos, simbolismos 
 

Instrumentación (quenas, zampoña, bombo); Convenciones de ejecución de 
instrumentos folclóricos (quenas) (influencia Vivanco) 

 

Tratamiento creativo, exploratorio, 
compositivo, improvisatorio de 
convenciones de género 

 

 Tratamiento improvisatorio: Intención durante la grabación (entrevista) 
Tratamiento creativo/exploratorio: elementos locales (instrumentación, fraseos 
melódicos - andino); rock (métricas, técnicas de producción) 
Tratamiento compositivo: macroforma no convencional; subsecciones formalmente 
definidas 

Tipologías (Parthapratim, 2014) 
Layered fusion: Yuxtaposición, Componentes reconocibles uno del otro.  
Integrated fusion: Cambio en la naturaleza y generación de nuevos elementos.  
Random approach: Conocimiento empírico formalista, de repertorio. Tratamiento de tradiciones musicales desde una intención compositiva, de relativo conocimiento y manipulación de convenciones formales 

(estilisticamente relevante y representativo) 
Machete-palette approach: Elementos estructurales (núcleo) y ornamentales 
(caparazón) 
Modelo base style – donor style (Echard, 2017) 

 

Problem solving approach: Una cuestión formal en una tradición se resuelve con 
preceptos de otra. 

 

The broken Middle (Fellez, 2011) 
Staying in between (verticalidad) (Fellez, 2011) Stylistic crossover (transición) (Covach, 1999) 

Tensión rock-andino: 
Rock (fondo): hipermétrica regular basada en grupos de 4 (B); tratamiento exploratorio/compositivo 
Andino (figura): Instrumentación (quenas, zampoña, bombo); ritmo) patrones rítmicos (pies de galopa, sincopa, 
saltillo, semicorcheas), (melodía): diseño trifónico, contorno oscilante (V I) 

 

 



 

 

Apéndice 47: Ficha analítica de la fusión (SECUENCIAS DE ORGANILLO Y POLIFON) 

314 

Género musical 
Aspectos/Reglas/Convenciones formales de género (Rock, Folk, Huayno, 
Marinera, Tondero, Afro, etc.) de relevancia estructural 

 

Elementos SHMRG como significantes (signifiers) tópicos/citas, alusiones de 
géneros/piezas musicales (andino, afro, folk, latino,etc.) (Echard, 2017) 
Musical devices (Spicer, 2011). Indexación por alto grado de convención, por 
asociación de contexto (Echard, 2017) 

Clásico: sonido - (alusión avant garde)    
Criollo: melodía - polka Cholita no te enamores 

 

Espectro autenticidad/originalidad (Parthapratim, 2014) 
 Autenticidad: asimilación, interpretación o referencia a un pasado musical o 

a expresiones musicales locales tradicionales. (autoritaria, captura de una 
esencia imaginada) 

Originalidad: Manipulación, transformación, interpelación de convenciones 
musicales, (vivaz, dinámica) 

Aspectos formales: melódicos, 
armónicos, rítmicos, etc. 

  

Patrones, tópicos, signos, 
simbolismos 

Reproducción de grabación/registro de temas tradicionales 
 

 

Tratamiento creativo, exploratorio, 
compositivo, improvisatorio de 
convenciones de género 

 Relativa intención/tratamiento creativo/compositivo: arreglo secuencial del 
material musical 

Tipologías (Parthapratim, 2014) 
Layered fusion: Yuxtaposición, Componentes reconocibles uno del otro. No aplica 
Integrated fusion: Cambio en la naturaleza y generación de nuevos elementos. No aplica 
Random approach: Conocimiento empírico formalista, de repertorio. No aplica 
Machete-palette approach: Elementos estructurales (núcleo) y ornamentales 
(caparazón) 
Modelo base style – donor style (Echard, 2017) 

No aplica 
 

Problem solving approach: Una cuestión formal en una tradición se resuelve 
con preceptos de otra. 

No aplica 

The broken Middle (Fellez, 2011) 
Staying in between (verticalidad) (Fellez, 2011) Stylistic crossover (transición) (Covach, 1999) 

No aplica No aplica 

 



 

 

Apéndice 48: Ficha analítica de la fusión (PAISAJE DE QUENAS) 

315 

Convenciones formales y tópicas: Género musical 
Aspectos/Reglas/Convenciones formales de género (Rock, Folk, Huayno, 
Marinera, Tondero, Afro, etc.) de relevancia estructural 

Clásico: (A) melodía diatónica/tonal 

Elementos SHMRG como significantes (signifiers) tópicos/citas, alusiones de 
géneros/piezas musicales (andino, afro, folk, latino,etc.) (Echard, 2017) 
Musical devices (Spicer, 2011). Indexación por alto grado de convención, por 
asociación de contexto (Echard, 2017) 

Folk, Andino: (sonido): instrumentación (quenas) 
Andino: (B) Fox/camel incaico; (C) arreglo del Yaraví -En la Colina; (D) Carnaval chanca 

 

Actitud de aproximación a la fusión: Espectro autenticidad/originalidad (Parthapratim, 2014) 
 Autenticidad: asimilación, interpretación o referencia a un pasado musical o 

a expresiones musicales locales tradicionales. (autoritaria, captura de una 
esencia imaginada) 

Originalidad: Manipulación, transformación, interpelación de convenciones 
musicales, (vivaz, dinámica) 

Aspectos formales: melódicos, 
armónicos, rítmicos, etc. 

Tratamiento relativamente conservador/tradicionalista de las convenciones de 
género 

 

Patrones, tópicos, signos, 
simbolismos 

Ejecución convencional de instrumentos folclóricos 
 

 

Tratamiento creativo, exploratorio, 
compositivo, improvisatorio de 
convenciones de género 

 Tratamiento creativo/compositivo por variedad de temáticas melódicas 
(amalgama de piezas de distintos géneros) 

Diseño de fusión: Tipologías (Parthapratim, 2014) 
Layered fusion: Yuxtaposición, Componentes reconocibles uno del otro. Recursos musicales (formas y melodías) convencionales de géneros andinos reconocibles por exposición secuencial 
Integrated fusion: Cambio en la naturaleza y generación de nuevos elementos. No aplica 
Random approach: Conocimiento empírico formalista, de repertorio. No aplica 
Machete-palette approach: Elementos estructurales (núcleo) y ornamentales 
(caparazón) 
Modelo base style – donor style (Echard, 2017) 

No aplica 
 

Problem solving approach: Una cuestión formal en una tradición se resuelve 
con preceptos de otra. 

Secuenciación de fragmentos pertenecientes a diferentes estilos andinos 

Verticalidad y horizontalidad: The broken Middle (Fellez, 2011) 
Staying in between (verticalidad) (Fellez, 2011) Stylistic crossover (transición) (Covach, 1999) 

No aplica Exposición/transición scuencial de una temática musical a otra