PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ Escuela de Posgrado José María Arguedas y los trabajadores obreros de la Universidad Tesis para obtener el grado académico de Maestro el Sociología que presenta: Armando Edwin Díaz Barba Asesor: Augusto José Antonio Lázaro Castro Carpio Lima, 2023 Nacional Agraria La Molina. Una mirada desde la sociabilidad Informe de Similitud Yo, Augusto Jose Antonio Lazaro Castro Carpio, docente de la Escuela de Posgrado de la Pontificia Universidad Católica del Perú, asesora de la tesis titulada José María Arguedas y los trabajadores obreros de la Universidad Nacional Agraria La Molina. Una mirada desde la sociabilidad., del autor Armando Edwin Díaz Barba, dejo constancia de lo siguiente: - El mencionado documento tiene un índice de puntuación de similitud de 11%. Así lo consigna el reporte de similitud emitido por el software Turnitin el 12/11/2024. - He revisado con detalle dicho reporte y la Tesis o Trabajo de investigación, y no se advierte indicios de plagio. - Las citas a otros autores y sus respectivas referencias cumplen con las pautas académicas. Lugar y fecha: Lima, 27 de Noviembre de 2024. Apellidos y nombres del asesor / de la asesora: Castro Carpio, Augusto Jose Antonio Lazaro DNI: 07849939 Firma ORCID: 0000-0002-1891-2839 A mi esposa Irene, a mis hijos Pamela y Gonzalo, a mis nietos Pedro, Gustavo, Valeria y Sebastián y a mi suegra, mamá Sarita. A mi abuelita Erotilde, a mi tío Augusto. A todas las obreras y a todos los obreros que acogieron a José María en esta su casa de todas sus edades: la Universidad Nacional Agraria La Molina. Al pueblo de Andahuaylas que parió a José María. En aquel tiempo, tomó la palabra Jesús y dijo “Te doy gracias Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor”. San Mateo 11: 25-30 AGRADECIMIENTOS Mi agradecimiento a las personas que aceptaron ser entrevistadas, algunas de ellas en plena época de pandemia por COVID-19, especialmente a los que fallecieron a quienes no tendré la oportunidad de hacerles ver el producto del tiempo que me regalaron. A Tito Flores, por encauzarme inteligentemente por las rutas de Arguedas apreciando mi origen amazónico. A Marcel Valcárcel, por sus sugerencias y consejos que alimentaron mi ánimo para hacer la tesis. A mi amigo y compañero de trabajo Pedro Pablo Ccopa, andahuaylino, que me dio la idea de trabajar la sociabilidad, orientándome y alimentándome con las obras de Simmel, a mi amiga Fanny Ludeña, andahuaylina ella, por contagiarme su entusiasmo para escribir sobre Arguedas. A Silvia Valdez, Eduardo Ortíz, Fredy Caballero, amigos y compañeros de trabajo que me estimularon permanentemente y me apoyaron en momento difíciles. A los estudiantes que me acompañaron y participaron en las entrevistas. A Julio Alfaro, por su generosidad al facilitarme las entrevistas que hizo a varios personajes sobre el Tayta Arguedas. Agradezco especialmente al profesor Augusto Castro, por creer en mí, por creer en este trabajo y por la paciencia para orientarme y guiarme. El presente trabajo trata de las interacciones de José María Arguedas con los trabajadores obreros de la Universidad Nacional Agraria La Molina a través del estudio de la sociabilidad simmeliana, es decir la sociabilidad como forma lúdica de socialización como lo denomina Simmel. El empleo del enfoque microsociológico ha permitido acercarnos a detallar las partes mas pequeñas aparentemente intrascendentes de estas interacciones como son la generosidad, el humor, el saludo, los chistes y otros, por otro lado, el empleo de la sociología relacional posibilita la comprensión a profundidad de las infinitas capacidades de Arguedas para establecer relaciones humanas. Para el recojo de la información se ha entrevistado a algunos ex obreros que habiendo trabajado en la universidad cuando Arguedas era profesor han interactuado con él, o lo han conocido, o han escuchado hablar de él. Se empleó el método hermenéutico en el análisis de las entrevistas que consiste en encontrar sentido de la información recogida en las entrevistas. Palabras clave, Arguedas, sociabilidad, microsociología, sociología relacional. The present work deals with the interactions of José María Arguedas with the blue-collar workers of the National Agrarian University La Molina through the study of Simmelian sociability, that is, sociability as a playful form of socialization as Simmel calls it. The use of the microsociological approach has allowed us to get closer to detailing the smallest, apparently inconsequential parts of these interactions such as generosity, humor, greetings, jokes and others. On the other hand, the use of relational sociology makes it possible to Resumen Abstract understand depth of Arguedas's infinite abilities to establish human relationships. To collect the information, some former workers have been interviewed who, having worked at the university when Arguedas was a professor, have interacted with him, or have known him, or have heard of him. The hermeneutic method was used in the analysis of the interviews, which consists of finding meaning in the information collected in the interviews. Keywords, Arguedas, sociability, microsociological, relational sociology. 1 ÍNDICE INTRODUCCIÓN ................................................................................................................. 3 CAPITULO I: PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ................................................... 15 1. Modernidad, la UNALM y Arguedas.................................................................................... 15 2. El estudio de la sociabilidad .................................................................................................. 22 3. Características de la sociabilidad .......................................................................................... 23 4. El caso de las sociedades amazónicas y la sociabilidad ........................................................ 25 5. Estudios sobre José María Arguedas relacionados al presente trabajo. ................................ 28 6. Los intereses de nuestro trabajo ............................................................................................ 41 7. Delimitación .......................................................................................................................... 42 Pregunta de investigación.............................................................................................................. 43 Objetivos ....................................................................................................................................... 43 Hipótesis ........................................................................................................................................ 43 CAPITULO II: MARCO TEÓRICO .................................................................................. 45 1. El enfoque microsociológico ................................................................................................. 45 2. El enfoque teórico. La sociología relacional ......................................................................... 47 3. La sociabilidad ...................................................................................................................... 55 4. Simmel y Epicuro, el placer y la libertad .............................................................................. 61 CAPÍTULO III: METODOLOGÍA .................................................................................... 64 1. Tipo de investigación. ........................................................................................................... 64 2. Población y muestra. ............................................................................................................. 64 3. Técnicas de recolección de datos .......................................................................................... 65 4. Análisis de datos.................................................................................................................... 66 5. Matriz de operacionalización de variables ............................................................................ 66 CAPÍTULO IV: HALLAZGOS. .......................................................................................... 67 1. El hermano con terno. ........................................................................................................... 67 2. La UNALM en la época de José María Arguedas como profesor......................................... 67 3. Imágenes de José María Arguedas desde los trabajadores .................................................... 73 4. Imagen psicológica. ............................................................................................................... 74 5. Imagen personal y profesional .............................................................................................. 75 6. Los valores de José María Arguedas. .................................................................................... 76 7. El humor. Notas..................................................................................................................... 83 2 CONCLUSIONES ............................................................................................................... 91 RECOMENDACIÓN ........................................................................................................... 96 BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................................. 97 ANEXOS ............................................................................................................................ 107 3 INTRODUCCIÓN Esta introducción queremos comenzarla con una analogía entre la física y la sociología; ¿Qué hay de común entre estas dos ciencias?, Aparentemente nada por cuanto la primera es parte de las ciencias naturales y la segunda de las ciencias sociales. Surge entonces otra pregunta; ¿Qué hay de común entre la física cuántica y la microsociología?, Podríamos encontrar un aspecto común: ambas tienen como campo de estudio los fenómenos más pequeños, lo más micro dentro de sus disciplinas. Así como uno de los campos de investigación de la física cuántica es el de las partículas elementales, uno de los campos de investigación de la microsociología es el de las interacciones pequeñas, nimias que cotidianamente se dan entre los individuos. Por un lado, la física de partículas nos informa de la presencia permanente de neutrinos en el universo (mientras escribo una letra de esta palabra, millones de neutrinos atraviesan mi cuerpo cada milésima de segundo); por otro, la microsociología nos informa de la presencia de interacciones sociales permanentemente en la vida cotidiana (al escribir estas líneas estoy interactuando con numerosas personas). Es decir, el hombre es un universo de interacciones. La diferencia es que mientras a los neutrinos se les considera fenómenos naturales, a las interacciones se los considera fenómenos sociales. La física cuántica es la parte rebelde que a diferencia de la física clásica que tiene todo controlado con un horizonte definido, reelabora permanentemente sus conceptos y su lógica. Es anti intuitiva. La microsociología es también rebelde desde que surge como respuesta a la sociología clásica organizada “alrededor del personaje social” (Martuccelli, 2007, p. 15) que prescinde entre otros aspectos de las relaciones a pequeña escala obviándolas como campo de estudio. Todo lo señalado se puede sintetizar en dos cosas: Uno, que tanto en las ciencias naturales como en las sociales son muy importantes los estudios de las cosas de pequeña 4 escala y dos, que en ambas hay presencia permanente de las interacciones muchas veces con roles trascendentales1, de las más pequeñas a las más complejas. El presente estudio se inscribe en el campo de la microsociología. La motivación. (A modo de testimonio). Reflexionado sobre las motivaciones que influyeron en mi interés en Arguedas y su obra encuentro tres momentos. Un primer momento, que es el del contacto inicial con Arguedas en el año 1988 y que es el más importante. En la maestría en sociología en la Pontificia Universidad Católica del Perú, específicamente en el curso Cultura y Sociedad, Alberto Flores Galindo, profesor del curso, anuncia el primer día de clase que trabajaremos a Arguedas para tener una cabal comprensión del país. La seguridad con la que habló el profesor impresionó a algunos estudiantes como también en mi caso, nos desconcertó. Primero, porque no entendía cómo a través de la vida y obra de un hombre se podía explicar un país bastante diverso y, segundo, porque mi conocimiento acerca de Arguedas era nulo. Durante el desarrollo del curso, el profundo conocimiento del personaje y de sus obras por parte del profesor y la manera tan didáctica como lo explicaba fueron ganando mi interés que a decir verdad fue un proceso lento, proceso que siguió hasta el final del curso y continúa. Después de todo, reitero que hasta ese momento no recuerdo haber escuchado hablar de él y menos de sus obras, Un segundo, se da en la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM), cuando Rolando Jáuregui, compañero de trabajo me comenta que su oficina era vecina a la de 1 La interacción como otros muchos en la ciencia social, es un término análogo al empleado en las ciencias básicas, especialmente en la física. Diccionario de Sociología. Salvador Giner; Emilio Lamo de Espinosa, Cristóbal Torres (eds.). Ciencias Sociales. Alianza Editorial, S. A., Madrid, 2001. Pág. 489 5 Arguedas, que fue el último en verle con vida y el primero en llegar a su lado luego de escuchar el disparo de un arma de fuego. Me impresionó mucho el haberme encontrado con alguien que conoció personalmente a Arguedas viniendo a mi mente las interesantes clases de Alberto Flores Galindo. No caí en la tentación de hacer una de las preguntas más trilladas y disparatadas que suelo escuchar, “¿por qué se suicidó Arguedas?”, más bien despertó en mí el interés por averiguar cómo se relacionaba el personaje con ellos, los trabajadores, y ¿cuál es la imagen que estos tenían de él? En esas circunstancias es que surge la idea de entrevistar a ex trabajadores que habían interactuado directamente, o que lo conocieron personalmente sin haber interactuado, o que habían escuchado a sus compañeros hablar de él. Estas son las primeras entrevistas de la década de los años 90 del siglo pasado. Esta es la fase del pergeño de lo que ahora es la tesis. El tercero, tiene que ver directamente con la observación de Gonzalo Portocarrero a los testimonios y crónicas de un grupo de jóvenes escolares y universitarios sobre Arguedas2. Llama la atención de Portocarrero la ausencia de expresiones de alegría, de belleza y de felicidad, en cambio se exaltan aspectos negativos, experiencias nada gratas, desagradables, marcadas por la injusticia, el odio, la soledad, el desamor. Para el autor manifestaciones agradables, alegres, festivas, si están presentes en el Perú, la gente las vive, solo que no quedan inscritas en el espíritu dejando un vacío en el que, como cumpliendo una ley de la física que dice que todo espacio vacío tiende indefectiblemente a ser ocupado, se han posesionado sentimientos de preocupación, de pena, de tristeza y de dolor, como si a los peruanos les caracterizaría el 2 Portocarrero G, Luchar por la descolonización sin rabia ni vergüenza: el legado pendiente de José María Arguedas. En “Arguedas y el Perú de hoy”. Carmen María Pinilla (Editora General). Gonzalo Portocarrero/Cecilia Rivera/Carla Sagastegui. (Editores). SUR Casa de Estudios del Socialismo. Lima 2005. Pág. 27. 6 dolor, la tragedia, la tristeza, la depresión. La poca información que hasta ese momento tenía me presentaba un personaje bastante alegre, que cantaba, que chacchaba coca en medio de conversaciones desenfadadas con las mujeres jardineras, un hombre al que los obreros le recuerdan como reilón, contador de chistes. Consideré que era una necesidad difundir esa otra imagen para contrarrestar la visión de un personaje pesimista, permanentemente pensativo, serio, adusto, como se suele presentar. Sin embargo, entiendo que en el maltrato hacia los obreros los criticaba con mucha seriedad y severidad. Si se pudiese graficar las motivaciones en un trípode este estaría formado por Alberto Flores Galindo, la UNALM y Portocarrero. A Tito le digo que con este trabajo estoy pagando, aunque bastante tarde, parte de una deuda que contraje conmigo mismo desde que estuve en sus clases. Se le encontrará muchas deficiencias, pero lo he desarrollado con mucha honestidad e imbuido con esa alegría arguediana que reclama Gonzalo. Las interacciones sociales La interacción es el proceso mediante el cual un individuo actúa en relación a otro individuo. Se habla de interacción social cuando los que interactúan son personas, ya sea cuando un individuo se relaciona con su par o con un grupo de ellos o cuando estos grupos también se relacionan entre ellos. Sin embargo, en muchas sociedades lo social lo extienden a sus interacciones con otros elementos de su entorno como los cerros, los ríos, los árboles, pero de todas maneras, estas interacciones moldean las conductas y comportamientos de las personas. Ritzer (1993, p. 308), resalta la importancia que dio Simmel a las interacciones sociales dedicándose al estudio de las diversas formas que éstas adquieren como son la subordinación, la supraordenación, el intercambio, el conflicto y la sociabilidad. 7 Las interacciones de socialización y sociabilidad: entre las huellas de la dupla madrastra - hermanastro y la de los indios. Existiendo diversas entradas para analizar o describir la socialización de Arguedas, en el presente trabajo nos centramos en la socialización primaria entendiendo de acuerdo a Berger y Luckman (1995, como se citó en Martuccelli, 2007) a esta fase de la socialización como la más importante para el individuo3. El núcleo del planteamiento del problema se ubica en la expresión del propio Arguedas, “yo soy hechura de mi madrastra”4, para lo cual pretendemos entender determinados pasajes de su vida que dieron forma a esa hechura. Arguedas es Berger y Luckman muy explícito al señalar que gran parte de su primera socialización se dio en medio del contraste entre el trato maltratador e inhumano de la dupla madrastra-hermanastro con el amor, afecto y ternura de los indios. Él mismo resume esa vivencia en la cita señalada donde enfatiza el papel de la madrastra. Los principales agentes de socialización en esa hechura descritos por el propio Arguedas son: La madrastra, presentada como una hacendada, dueña de la mitad del pueblo, de trato perverso y cruel con los indios por el desprecio que los tenía, siendo parecidos los tratos y sentimientos que dispensó a su hijastro especialmente durante los largos momentos de ausencia del padre. 3 Los autores refuerzan la importancia de la socialización primaria señalando “que la estructura básica de toda socialización secundaria debe semejarse a la de la primaria. Berger, Peter y Thomas Luckman, “La construcción social de la realidad”. Amorrortu editores, 1995. Pág. 166 4 Según Rivera, C (2005). Esta frase “es una de las imágenes más poderosas y populares sobre José María Arguedas”. Arguedas en Puquio: La construcción del personaje. En “Arguedas el Perú hoy”. Carmen María Pinilla (Editora general), Gonzalo Portocarrero/Cecilia rivera/Carla Sagastegui (Editores). SUR Casa de Estudios del Socialismo. Pág. 275 8 El hermanastro, mucho mayor que él, a quien lo reconoce como otro modelador de su hechura, tan eficaz como su madrastra solo que “un poco más bruto”. Los indios de la hacienda, especialmente las mujeres que le acogieron como si fuera uno más de ellos, brindándole cuidado, afecto, cariño y consuelo “a manos llenas”. El padre, con quien se encontraba solamente cuando este regresaba cada cierto tiempo a la casa, momentos en que recibía aparentemente buen trato de la madrastra. Un aspecto a tener en cuenta es que esa hechura se realiza en una sociedad en la que era una práctica común y aceptada que ciertas familias de relativa capacidad económica encargaran a sus parientes o a sus trabajadores -por lo general estos últimos vivían en la cocina de la casa-, el cuidado de sus hijos mientras los padres se ocupaban de sus actividades, sin que eso signifique el abandono y descuido de sus hijos, todo lo contrario, Tenían muy presente que eran “en última instancia los responsables del trato que reciben los niños” (Rivera, 2005, p. 277). Esa costumbre aplicada a Arguedas por la madrastra por haber sido una práctica normal correspondía pasarlo como un episodio sin mayor repercusión en el proceso de socialización de Arguedas, sin embargo, hay varios hechos que hacen que no encajen en esa normalidad, el primero, el maltrato permanente que recibe de parte del dúo ya mencionado, especialmente del hermanastro, el segundo, la madrastra que sin ningún motivo (no se conoce otro más allá del desprecio y rencor, mencionado por el propio entenado) lo expulsa de la casa ubicándolo en la cocina, el tercero, no le encarga a los indios para su cuidado, es arrojado hacia ellos, como quien se deshace de algo que lo estorba o que no lo puede tener y el cuarto, la ausencia de atención tanto de la madrastra como del padre durante el tiempo que permanece con los indios. Podría encontrarse una quinta diferencia que tiene que ver con el destierro a la cocina para posteriormente regresarlo a la casa cuando retorna 9 el padre, esa ida y vuelta entre la casa y la cocina, parecen corresponder a un plan de la madrastra que lo ejecutaba de acuerdo a los tiempos de permanencia y ausencia del padre. Estos hechos marcan la diferencia entre las conductas normales de los pobladores con lo que sucedió con Arguedas, diferencias que para un niño hipersensible (Rivera, 2005, p. 276)5 no pasarían desapercibidas. Aceptando que la madrastra actuaba empujada por el desprecio y rencor hacia el entenado, el resultado es distinto a lo que esos sentimientos podrían conducir, el propio Arguedas da cuenta de la calidez con que pasaba las noches con los indios “conversando y viviendo tan bien que si mi madrastra lo hubiera sabido me habría llevado a su lado, donde sí me hubiera atormentado”. Lejos estaba la mujer de saber que para el entenado la cocina era un ambiente gratificante, placentero, por la acogida de los indios donde además experimentó “el amor que se tienen entre ellos mismos y que les tienen a la naturaleza, a las montañas, a los ríos, a las aves”. En sociología existe el concepto de consecuencias imprevistas para referirse a los resultados diferentes a los propuestos6, “los propósitos por lo que hacemos las cosas pueden ser muy diferentes de las consecuencias producidas” Giddens (1995, p. 50). En la vida cotidiana es constante la presencia de los efectos no previstos, muchos resultados que se obtienen de las acciones sociales pertenecen a esta categoría. Arguedas da a entender que los momentos gratificantes que pasaba con los indios no solo no lo tenía previsto su madrastra, 5 La autora señala que según sus informantes, Arguedas además de niño lento “fue hipersensible, y se molestaba o admiraba con cosas que todos esperaban que tomara como naturales o insignificantes” (Ibid: 276) 6 Algo parecido acontece en las ciencias naturales donde los objetivos propuestos logran resultados diferentes. Carl Sagán, en la obra El Cerebro de Broca6, describe logros de las ciencias naturales conseguidos por caminos “extraños e impredecibles” revelando el carácter accidental de los descubrimientos. 10 sino que tampoco los quería. Por lo tanto, esa mencionada hechura sociológicamente es una consecuencia no deseada. Otro aspecto a tener en cuenta es la presencia de otros elementos de socialización como son las piedras, los ríos, las aves, ese conjunto de seres que se denominan naturaleza7. La convivencia con los indios y con la naturaleza son los espacios de intensas interacciones espontáneas, puras, gratas, placenteras, es decir de sociabilidad como lo entiende Simmel. El estudio Los cincuenta y cuatro años transcurridos desde el fallecimiento de José María Arguedas son testigos de la ascendente importancia del hombre y de sus obras que se ven reflejados en muchos estudios que desde diferentes ángulos tratan sobre ellos. Este trabajo corresponde a ese contexto advirtiendo que la información recogida se ubica entre los años 1961 y 1969 del siglo pasado, tiempo en el que Arguedas ejerció la docencia en la UNALM. Por esos años, el ambiente de la universidad presentaba marcadas características rurales con extensas áreas de cultivo y de ganado para la formación de los futuros ingenieros. Pero, además como lo señala Nelson Manrique, la universidad funcionaba como una hacienda, tenía sus enganchadores y contactos con algunas comunidades que le proveían de trabajadores8, fundamentalmente para los trabajos de campo, clasificados como obreros para diferenciarlos de los trabajadores administrativos que eran empleados. Como se dice líneas arriba, el encuentro fortuito con la primera persona que atendió a Arguedas luego del disparo, dio a luz este trabajo, al principio con mucha dosis de anarquía, 7 En Los Ríos Profundos, Arguedas percibe que cada piedra habla, se mueven, caminan, se revuelven, y están quietas. 8 Extracto de una entrevista de Julio Alfaro a Nelson Manrique no publicado. Junio 2021. 11 pero claro en su objetivo. Las primeras informaciones se levantaron en conversaciones espontáneas con algunos trabajados de la universidad descendientes de los obreros de la época de Arguedas. Como los interlocutores abundaban en referencias a ambientes fraternos, agradables, lúdicos, exentos de fines materiales, replicando parte de las vivencias en las comunidades andinas, que marcaron las relaciones de Arguedas con los obreros, se definió formalizar el recojo de información con la técnica de la entrevista. Paralelamente, se definió a la sociabilidad como objeto de estudio. Recoger experiencias personales y grupales de la década de los años 60 del siglo pasado era un reto, primero, porque los potenciales entrevistados estaban fuera de la universidad en situación de jubilados muchos con la salud deteriorada por lo edad, segundo, debían apelar a su memoria, a lo que ellos actualmente sienten lo que habían vivido. Sabido era en la universidad que el profesor Arguedas propiciaba permanentemente relaciones muy gratas con los trabajadores de campo que era el sector más humilde, la mayoría quechua hablantes, migrantes ayacuchanos, muy familiarizados con los trabajos agrícolas y ganaderos. En la carta con que se despide de Sybila Arredondo, enfatiza su identificación con los campesinos quechuas considerándolos su imagen, su compañía9. Por ello al identificar el objeto de estudio, se definió la pregunta de investigación que tiene que ver con las formas de sociabilidad entre ambos actores sociales. La metodología es cualitativa, se han realizado entrevistas personales durante las épocas de pre pandemia, pandemia y pospandemia del COVID – 19, en un caso se entrevistó por 9 Si decides irte a Chile tendrías ciertas perspectivas económicas inmediatas, pero el porvenir a largo plazo está aquí, creo, amor mío, para ti: el wayno, el huaylas, los campesinos quechuas a quienes has aprendido a amar. Ellos son ahora mi imagen, mi compañía, la continuación de nuestra tarea. Las negritas son mías. https://www.facebook.com/frasecorta/posts/3606472349387194/ 12 teléfono. Cuando se tomó contacto por teléfono o por intermedio de conocidos con los futuros entrevistados, al principio se sorprendieron que después de años les pregunten sobre Arguedas; posteriormente, cuando se les explicó el motivo se animaron a colaborar, uno de ellos comentó que su sorpresa se debió a que nunca le habían preguntado sobre Arguedas. Si bien fue muy complicado levantar la información en época de pandemia por el temor al contagio por el contacto personal y por el desplazamiento en transporte público hasta sus viviendas, aceptaron de buena manera nuestra visita mostrándose muy colaboradores “con lo poco que conozco”, como dijo uno de ellos. Tratándose de un estudio que analiza uno de los aspectos más importantes de la vida en sociedad como son las interacciones sociales, en este caso la sociabilidad, se ha considerado pertinente desarrollarlo bajo el enfoque microsociológico. En cuanto al enfoque teórico el estudio se desarrolla dentro de la sociología relacional, siguiendo la línea simmeliana. Para este enfoque la unidad fundamental de análisis son las interacciones sociales. La sociología relacional considera que la sociedad y los fenómenos sociales se originan en las interacciones entre individuos. El estudio está dividido en cuatro capítulos. En el capítulo I, se presenta el planteamiento del problema, el objeto de estudio, un breve estado de la cuestión, la delimitación del estudio, las preguntas de investigación, los objetivos y las hipótesis; el capítulo II, corresponde al desarrollo del marco teórico; en el capítulo III, se describe la metodología; en el capítulo IV, se presentan los hallazgos y se cierra el trabajo con las conclusiones. Además, se ha adicionado un anexo donde se encuentran las transcripciones de las entrevistas incluyendo las fotos de los entrevistados que aceptaron figurar. 13 Justificación La sociabilidad es una característica de los seres humanos, que se ubica en la esfera natural, es decir, responde a la condición del hombre como ser biológico Utilizado como herramienta permite tener una visión integral y no solo una mirada unidimensional de las actuaciones de las personas. ¿Por qué es importante estudiar la sociabilidad?, porque no toda la vida en sociedad está enmarcada en la formalidad, en las responsabilidades técnicas y en acomodos o respuestas a determinadas expectativas e intereses; esta también abre espacios para las interacciones lúdicas, para la fruición, para el despliegue del afecto. En las personas hay una natural predisposición a la sociabilidad o un “impulso a la sociabilidad”, como lo denomina Simmel, que hace que los seres humanos vivan en sociedad, desarrollando un espacio distinto al espacio de la formalidad y las responsabilidades técnicas y funcionarias. Es el espacio de las interacciones lúdicas. Revisando los artículos para la obra “Arguedas y mi mundo”, Portocarrero (2005, p. 27), hace notar la exuberancia de escritos referente a lo que denomina las “vivencias amargas” de Arguedas, frente a la pobreza de trabajos sobre la belleza y felicidad. El autor considera que el estudio de estas dimensiones es una tarea pendiente “es aún una meta por alcanzar”. En efecto, la mayoría de los estudios han visto a Arguedas desde sus obras literarias, antropológicas, poéticas, como promotor cultural; otros en sus enredos traumáticos debido a las figuras de su madrastra y su hermanastro; y otros viendo sus proyectos de país, donde lo 14 moderno y lo tradicional no se excluyen; pero estudios que hayan visto la figura desde la sociabilidad, no existen. Es decir, estudios que lo vean como el hombre libre de responsabilidades y obligaciones, dedicado a la vida grata y en libertad. Este trabajo pretende dar a conocer cómo era el Arguedas de la vida cotidiana, el humano, el que se reunía con los trabajadores y estudiantes no solo para bailar y cantar como un “demonio feliz” sino también para compartir con ellos, recibiendo y dando sentimientos de afecto. Por otro lado, la mayor parte de lo que se ha escrito de Arguedas sobre su tránsito por la UNALM, solo se hace mención a su relación con las autoridades, profesores y estudiantes, pero hay total ausencia de un trabajo sobre sus relaciones con los trabajadores. Este estudio trata de llenar ese vacío al dar a conocer las formas de sociabilidad que mantuvieron Arguedas y los obreros, obteniendo un segundo resultado como es la visibilización de los obreros. 15 CAPITULO I: PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA El presente trabajo estudia las interacciones de José María Arguedas con los obreros de la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM), desde un tipo de socialización llamado sociabilidad, entendiéndose por esta a las interacciones sociales espontáneas, lúdicas, que se desarrolla con más detalle en el marco teórico. 1. Modernidad, la UNALM y Arguedas Se toma el censo de 1940 como en el momento en que se percibe que la gente de las zonas rurales abandona, en un principio de forma moderada y luego de forma masiva, sus lugares de origen para ubicarse en las ciudades, principalmente en la costa, especialmente en la capital, Lima. Franco, encuentra que las migraciones andinas y provincianas son el fundamento de lo que denomina la “otra modernidad”. Está a diferencia de los dos proyectos de modernidad vigentes, que se reclaman, uno de carácter democrático, liberal y privatista y otro democrático, nacional y popular “surge desde una experiencia colectiva fundada en motivaciones individuales que es la migración del campo a la ciudad, proceso de mitad del siglo pasado que sería fundamento histórico para los próximos años” (Franco, 1991) 10. Al autor no le satisface que las causas de la migración sean enfocadas solamente en las “condiciones objetivas”, invisibilizando la dimensión subjetiva ya sea en la decisión de permanecer o de migrar, siendo esta última la liberación de la subjetividad. El migrante al dejar el mundo rural libera su subjetividad y viceversa, al liberar su subjetividad toma la decisión de migrar. Tomada la decisión de migrar: 10 Franco, C. Exploraciones en “Otra modernidad”: de la migración a la plebe urbana. En “Modernidad en los Andes”. Henrique Urbano (compilador). Centro de Estudios Regionales Andinos “Bartolomé de las Casas. 1991. 16 uno puede legítimamente inferir que entre la desconfianza en su capacidad y la confianza en sí mismos se decidieron por sí mismos; que entre el hábito y el cambio se inclinaron por el cambio; que entre la seguridad y el riesgo optaron por el riesgo; que entre el pasado y el futuro eligieron el futuro; que entre lo conocido y lo desconocido se aventuraron por lo desconocido; que entre la continuidad y el progreso prefirieron el progreso; que, entre permanecer y partir, partieron. Al optar por sí mismos, por el futuro, por lo desconocido, por el riesgo, por el cambio, por el progreso, en definitiva, por partir, cientos de miles o millones de jóvenes comuneros, campesinos y provincianos en las últimas décadas se autodefinieron como “modernos”, es decir, liberaron su subjetividad de las amarras de la tradición, del pasado, del suelo, de la sangre, de la servidumbre, convirtiéndose psicológicamente en “hombres libres”. Y al hacerlo, sin ser conscientes de ello, cerraron una época del Perú para abrir otra (Franco, 1991, p.195). Esta apreciación disyuntiva del proceso migratorio es matizada en la práctica. El andino no suele separar u optar por una entre varias alternativas, lo común es que tome de una u otras opciones lo que considera conveniente, más que procesos disyuntivos despliegan procesos conjuntivos. Ortiz y Yamamoto (1999, p. 229) señalan que: “El andino, el peruano popular, es progresista. Su nuevo templo es la escuela. Consumo, televisión, carreteras y viajes, comercio, diplomas. Casa en Lima y en el pueblo. Tienda en el barrio, chacra en la provincia. Aprender castellano y luego, inglés. Pero el negocio, con la familia; el comercio, con los paisanos; las fiestas patronales, con la gente como uno. El progreso no es pues, al menos 17 para los peruanos populares, una ideología excluyente. Ideologías, valores culturales, todo se combina y sale un producto, un ensamblado particular, muchos tipos distintos de individuo. La aldea autárquica y el ser cosmopolita, el cosmopolitismo y las tendencias individualistas, no se excluyen en una misma persona y pareja; al contrario, se entrecruzan, un colage cultural; espontáneo, pues no hay una ideología que aliente tales cocteles, a1 menos oficial y debidamente formulada. Una diferencia sustancial que encuentra Franco (1991, p. 194) en ese desplazamiento es en el origen social y espacial de las primeras migraciones, de los años 30 y 40 con las de los años 50 del siglo pasado. Sobre los primeros dice que pertenecieron a las élites señoriales avecindadas de las principales capitales y provincias serranas y costeñas, eran los hijos de las clases medias urbanas de comerciantes, profesionales y empleados de esas capitales y provincias. Los migrantes de los años 50 en adelante mayoritariamente salen de los estratos muy pobres de la sociedad rural, tanto de las comunidades campesinas como de las familias de siervos, peones y yanaconas de las haciendas situadas en las provincias con altas tasas de pobreza en los valles interandino y en los pisos ecológicos más altos de los Andes. Migrantes como de este último contingente son los que llegan a la UNALM y que tendrá un rol trascendental en el acogimiento a Arguedas en 196111. En una entrevista de Alfaro, J.12 a Manrique, N.13, este menciona que en su época de estudiante había aproximadamente mil quinientos trabajadores dedicados a las labores del campo, venidos en 11 La acogida es una categoría socio antropológica que emplea Lluis Duch para referirse a la estructura que además de acoger constituye al individuo como ser humano. Está compuesta de tres nociones básicas: codescendencia (familia), corresidencia (ciudad) y cotrascendencia (religión). 12 Sociólogo, estudioso de la obra de Arguedas. Actualmente es profesor en la UNALM. 13 Sociólogo e historiador. Ex alumno de Arguedas en la UNALM. Actualmente es profesor en la PUCP. 18 su gran mayoría del departamento de Ayacucho. Las comunidades de esta zona jugaban el papel de alimentadoras de trabajadores a la universidad, muchos se quedaron trabajando como obreros, otros enrolados una vez que adquirían ciertas competencias en algún campo del trabajo agrícola retornaban a sus tierras. Para el año 1961 la UNALM vivía un ambiente de cambio, tanto en la orientación de la enseñanza como en la mentalidad de muchos de sus profesores. En el primer caso, rompen un ciclo desde su creación como Escuela de Agricultura, de mucha vinculación mediante asesoramientos a las haciendas de la costa, para posesionarse en el mundo del campesinado principalmente de los Andes. Según Alfaro (2022, p. 32) un elemento clave para consolidar ese nuevo posicionamiento es el conocimiento del idioma quechua “Aprender el quechua implicaba conocer el idioma con el cual se empezaba la ruptura”. Este idioma que venía siendo hablado por la mayoría de los estudiantes de origen andino y por la casi totalidad de trabajadores, obreros y empleados del mismo origen, fue formalizado como curso. Es en esas circunstancias que llega Arguedas para hacerse cargo de la enseñanza de la lengua quechua hasta fines del año 1966. Este cambio en la universidad corresponde a los cambios que se venían dando en la sociedad mayor. Precisamente, Murrugarra14, nota que por esos momentos en ciertos sectores de las clases dominantes se había despertado una valiosa energía renovadora que “valoraba la riqueza que atesoraban las artes, la espiritualidad y la técnica milenaria de los pueblos originarios”, como lo señala en la obra de Alfaro arriba mencionado. Energía renovadora que en su camino contribuyó con las condiciones para que Arguedas llegue a la UNALM. 14 Sociólogo y educador. Ex alumno de Arguedas en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. 19 Por otro lado, internamente en la UNALM, en gran parte de los docentes no ajenos a lo que acontecía en la sociedad surge el interés por acompañar desde la catedra esos cambios. Una breve clasificación presenta tres tipos de profesores con este mismo objetivo. Un grupo está formado por aquellos que llegan de la universidad La Cantuta; otro grupo son aquellos que salieron a estudiar posgrados en Ciencias Sociales en el extranjero y un tercer tipo son aquellos profesionales que sin tener estudios en ciencias sociales lo consideran importante en la formación profesional. Este ambiente externo e interno es el que acoge a Arguedas cuando llega a la UNALM. Al describir la creación de la carrera de sociología, Alfaro (2022), menciona que uno de sus animadores como es Aníbal Quijano15, se muestra muy entusiasmado con la llegada de Arguedas porque “iba a contribuir a desatar en la facultad y en toda la universidad, y a través de ella en el país: la integración de todos los grupos humanos que convivían en nuestro territorio y romper con la colonialidad del poder”. Este entusiasmo lo compartió el rector Orlando Olcese16, quien junto con el profesor Azril Bacal personalmente invitaron a Arguedas a hacerse cargo del curso del idioma quechua. Recojo la cita de Olcese que está en el libro de Alfaro (2022) y que es válido para entender la valoración favorable de las ciencias sociales y el ambiente acogedor en la UNALM que encuentra Arguedas: Si nosotros escogíamos y nos concentrábamos solamente en la profundización en las ciencias y la tecnología, íbamos a tener, como lo sugerí en una oportunidad, un científico frío sin calor humano y sin alma…el objetivo de la 15 Sociólogo, según Alfaro, fue uno de los promotores y diseñadores de la Facultad de Economía y Ciencias Sociales en la UNALM. Según el mismo autor, Quijano junto con otro profesor, el sociólogo Azril Bacal, fueron los que invitaron a Arguedas a asumir la docencia en la UNALM. 16 De 1961 a 1965, uno de los más entusiasta en tener a Arguedas como profesor en la universidad. 20 universidad debía ser la formación del ser humano con miras a no desaprovechar la inteligencia y el talento de los miembros de la sociedad humana (Alfaro, 2022). Un componente insustituible para la universidad son los trabajadores, la comunidad universitaria está compuesta por tres estamentos, docentes, estudiantes y trabajadores17. A diferencia de los dos primeros, los últimos no participan de los órganos de gobierno de la universidad. Las interacciones de Arguedas con este estamento estuvieron cargadas de mucha empatía, les unía además del idioma muchas costumbres que eran motivo de prolongadas conversaciones fomentando y reforzando la sociabilidad. Algunos estudiantes de esa época mencionan que Arguedas solía visitar y conversar con los obreros18, por lo general eran conversaciones extensas en idioma quechua19, el profesor Alberto Ratto recuerda la facilidad y espontaneidad con las que se acercaba a la gente andina. Rememora la pena que observó en él cuando las autoridades de la universidad decidieron trasladar las viviendas de los trabajadores que se encontraban dentro del campus universitario hacia un poblado cercano conocido como MUSA, ya no los iba a tener muy cerca20. Sin ser un asiduo concurrente se 17 El Reglamento General de la UNALM, de 1986, así como el actual Estatuto, permiten que un/a representante acreditado del gremio de los trabajadores participe en el Consejo de Facultad y en la Asamblea Universitaria, con voz, sin voto. 18 Ex alumno de Arguedas y ex presidente de la Federación de Estudiante de la UNALM (FEUA). Entrevista de Julio Alfaro el año 2021 19 Entrevista de Julio Alfaro a Nelson Manrique. Año 2021 20 Entrevista de Julio Alfaro a Ratto. Año 2021. Personas que vivieron dentro de la universidad me refieren que, a principios de la década de los años 70, un grupo de trabajadores del estado formaron la Cooperativa de Vivienda MUSA, el nombre de la cooperativa hace mención a sus respectivos centros de trabajo: la municipalidad (M), la universidad (U) y el sector agrario (SA). El terremoto del año 1974 afectó muchas construcciones dentro del campus universitario incluyendo la de los trabajadores viéndose estos obligados a trasladarse definitivamente a sus viviendas en la cooperativa. Anteriormente, entre los años 1963/1964, cuando Arguedas ejercía la docencia en la universidad un grupo de trabajadores invade la parte posterior de un lugar aledaño a la universidad denominado 21 daba tiempo para visitar el local del sindicato de los trabajadores para encontrarse y conversar con estos21 a la vez que se enteraba de sus situación laboral y personal, lo veían como un aliado en sus reclamos laborales, se sabe que más de una vez intercedió a favor de ellos ante las autoridades de la universidad. Frente a un ambiente fuertemente clasista marcó una posición de resistencia y contestaria a este destinando parte de sus tiempo y relaciones a interesarse por la situación de los trabajadores apoyándoles y cooperando con ellos. Todo lo antes descrito de la relación de Arguedas con los trabajadores forma parte de lo que Maffesoli denomina sociedad. Para Maffesoli, sociedad y socialidad son dos formas de organización de las colectividades sociales, la primera tiene sus pilares en el principio de unidad y de integración racional, es decir formas de interacciones formales, serias, funcionales, mientras que la segunda tiene su cimiento en el politeísmo y en la identidad empática. Muchos de los estudios realizados sobre Arguedas por lo general han privilegiado la primera perspectiva. El presente trabajo trata de estudiar desde otra perspectiva como es de la sociabilidad simmeliana que es la misma que socialidad maffesoliana, campo de las interacciones informales, de proximidad, afectivas, de afinidades compartidas, donde se despliegan las emociones que emergen en los encuentros y las interacciones entre los seres humanos y entre estos y la naturaleza. La sociabilidad o socialidad, como lo llama Maffesoli, se desenvuelve en ámbitos de reciprocidad, solidaridad y cooperación. Las interacciones se sustentan en la confianza, la interdependencia y el sentido de pertenencia compartida. Cerro Alto, donde se establecieron dedicándose a la crianza de cerdos y vacas, sin dejar sus trabajos en los campos de la universidad. 21 Esta información fue recogida de un ex trabajador en una conversación casual (no fue grabada), indicó que siendo adolescente acompañó a su papá, que era obrero, al local del sindicato, cuando vio llegar a un señor con saco y corbata le preguntó a su papá quién era ese señor, le respondió que era el doctor Arguedas. 22 2. El estudio de la sociabilidad ¿Por qué es importante estudiar la sociabilidad?, simplemente porque “es una característica de los seres humanos, que se ubica en la esfera natural, es decir, responde a la condición del hombre como ser biológico” (Quintero, 2005, p. 5)22. En su estudio rescata y resalta un aspecto poco tomado en cuenta del comportamiento humano como es el de las interacciones sociales carentes de interés, que fluyen al margen de compromisos profesionales, morales, de clase social, políticos etc. como son las situaciones espontáneas y gratificantes de las interacciones sociales. Frente al estudio de las interacciones de connotaciones duras, constringentes, llámese conflicto, intercambio, subordinación y supraordenación que son otras formas de socialización23, el estudio de la sociabilidad propone adentrarse en encuentros gratos, placenteros, fundados en la libertad, en las interacciones cuyo fin es solamente satisfacer el gusto de interactuar, tal como lo consigna Simmel (2002, p. 84), en Cuestiones fundamentales de sociología, al sostener que la 22 Quintero, Pablo. Naturaleza, cultura y sociedad. Hacia una propuesta teórica sobre la noción de sociabilidad. Gazeta de Antropología, 2005, 21, artículo 21 · http://hdl.handle.net/10481/7212. https://www.ugr.es/~pwlac/G21_21Pablo_Quintero.html 23 La mayor diferencia entre las formas de socialización planteadas por Simmel (de sociabilidad, conflicto, intercambio, subordinación y supraordenación) estriba justamente en la presencia de mecanismos de control y regulación en las cuatro últimas, y la configuración de una relación social diferente, mas horizontal y orgánica, basada en el placer mismo que la relación per se promueve, donde anida la de sociabilidad. Las relaciones de subordinación son aquellas en las que un individuo se somete a otro debido a su debilidad o incapacidad; el intercambio es sugerido por Simmel como toda forma de relación recíproca en donde hay mutuo beneficio; la supraordenación se da donde la subordinación está implicada por el acatamiento de ciertas reglas; y el conflicto, donde las relaciones sociales se fraguan a partir de un problema o tensión. Romeu Aldaya, V. L. (2019) Sociabilidad y sensibilidad en Simmel. Reflexiones desde la fenomenología de la comunicación. Estudios Sociológicos De El Colegio de México, 37(110), 369-396 https://doi.org/10.24201/es.2019v37n110.1693 https://estudiossociologicos.colmex.mx/index.php/es/article/v iew/1693/1796 Para Ritzer (1993) el enfoque microsociológico de Simmel trata dos grandes campos: las formas que adopta la interacción y sobre los tipos de personas que participan de la interacción. En el primer caso menciona la subordinación, la supraordenación, el intercambio, el conflicto y la sociabilidad. En el segundo caso distinguía entre posiciones en las estructuras de la interacción, tales como “el competidor”, “la coqueta”, y orientaciones sobre el mundo, tales como “el avaro”, “el derrochador”, “el extraño” y “el aventurero”. Teoría sociológica clásica. McGraw-Hill. Pág. 301 http://hdl.handle.net/10481/7212 mhtml:file://F:/Sociabilidad%20-%20Romeu.mhtml!https://doi.org/10.24201/es.2019v37n110.1693 https://estudiossociologicos.colmex.mx/index.php/es/article/view/1693/1796 https://estudiossociologicos.colmex.mx/index.php/es/article/view/1693/1796 23 sociabilidad es la “forma lúdica de socialización”, que solamente busca la satisfacción del momento. Por su íntimo vínculo con la sociedad, el estudio de la sociabilidad desvela la forma cómo hace posible la vida en la sociedad y a su vez cómo esta hace posible la sociabilidad entre sus miembros (Quintero, 2005, p. 5) Se estudia la sociabilidad porque es una forma de interacción que va en contra de reducir la vida en sociedad a la formalidad, a las responsabilidades técnicas y acomodos o a respuestas a determinadas expectativas e intereses, la sociabilidad abre espacios para las interacciones lúdicas, para la fruición, para el despliegue del afecto. En las personas hay una natural predisposición a la sociabilidad o un “impulso a la sociabilidad”, como lo denomina Simmel, que hace que los seres humanos vivan en sociedad, desarrollando un espacio distinto al espacio de la formalidad y las responsabilidades técnicas y funcionarias. Es el espacio de las interacciones lúdicas. 3. Características de la sociabilidad Pensamos que desataniza aquellas interacciones entre los individuos que no están guidas por la relación costo-beneficio, al revalorar las relaciones lúdicas y rompe con el mecanicismo y el racionalismo “que observa la realidad estableciendo una relación directa entre causa y efecto, donde una situación «A» produce un resultado «B»24. Además de ello, ventila la dimensión subjetiva de los actores sociales, transparentando sus sentimientos. Siguiendo a Romeu (2019), permite “develar la forma en que la subjetividad juega su papel, desde lo sensible, en las relaciones sociales”, desempeñando la sensibilidad así el papel de motor de las relaciones sociales. También sostiene que explica las conductas que escapan a 24 Ccopa, Pedro Pablo. Aproximaciones a la vida y obra de Arguedas desde el vitalismo. En ARGUEDAS: LA DINÁMICA DE LOS ENCUENTROS CULTURALES. Tomo I. Cecilia Esparza, Miguel Giusti, Gabriela Núñez, Carmen María Pinilla, Gonzalo Portocarrero, Cecilia Rivera, Eileen Rizo-Patrón, Carla Sagástegui, editores. Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, 2013 24 lo esperado, aclara aspectos desconocidos de la vida cotidiana. Son interacciones que desafían a lo que se conoce como la normalidad. En sociedades discriminadoras, clasistas, racistas e intolerantes, puede resultar subversiva, en la medida que abre espacios para interacciones anti clasistas motivadas fundamentalmente solo por el deseo de estar juntos, respetando la heterogeneidad, fortaleciendo las convicciones democráticas toda vez que quienes interactúan se sienten iguales, gozando del mismo reconocimiento. Pero la sociabilidad tiene varias características más: 1. Resalta el rol de una de las interacciones invisibilizadas, que se encuentran presentes en la formación de comunidades y de lazos sociales significativos que dan vida a los procesos de cohesión en la familia y en la sociedad. 2. Fortalece los movimientos de protesta y/o de resistencia. Contrario a lo que el sentido común percibe, en medio de las arengas se forman subgrupos pasajeros para disfrutar del hecho de estar juntos. 3. Descifra una de las interacciones clave en la calidad de vida de los individuos y su presencia actúa favorablemente en el plano emocional y psicológico de las personas. 4. Posibilita entender sus expresiones diferentes de acuerdo a las características de las sociedades. En las sociedades urbanas el estudio de la sociabilidad da cuenta de las transformaciones ocurridas en el espacio (invasiones, construcción de viviendas), y en la cultura, como lo señala Matos Mar (1980)25, “La inmensa gravitación adquirida en Lima por 25 Matos Mar, José. Desborde popular y crisis del Estado. el nuevo rostro del Perú en la década de 1980. IEP. 1980 25 lo andino por causa de la migración, afecta y modifica no solamente al aspecto físico de la capital, sino también sus formas de cultura y su sociabilidad”. Aranda (2007), por su parte encuentra que la ciudad de Lima aparenta estar formada por varias “ciudades” cada una con sus propias formas de sociabilidad y sentidos de pertenencia. 5. Abre las posibilidades de entender el comportamiento de las otras culturas. Este entendimiento se hace más necesario cuando se trata de implementar proyectos en culturas diferentes. Naturalmente, conocer el rol de esta interacción es el anticipo del éxito de los proyectos en determinadas sociedades, lo contrario, su desconocimiento conduce al fracaso de los mismos. 4. El caso de las sociedades amazónicas y la sociabilidad El rol decisivo de la sociabilidad en determinadas sociedades como las amazónicas sigue siendo desconocido o no tomado en cuenta por los promotores cuando tratan de desarrollar alguna actividad con los pobladores. En un estudio sobre las poblaciones bosquesinas de la Amazonía peruana, Gasché y Vela (2011) 26, consideran a la sociabilidad como la más trascendental interacción para la vida de estas sociedades y encuentran que esta se da tanto entre las personas como entre estas y la naturaleza; “la sociabilidad es parte de la persona entendida como miembro de una sociedad que abarca seres humanos y seres de la naturaleza, con los que “dialoga” e interactúa” (Gasché y Vela, 2011, p. 82). Definiendo a la sociabilidad como “la naturaleza siempre social del ser humano” y a la socialidad como “la satisfacción de esa necesidad subjetiva de vivir juntos, de relacionarse con otros en toda la vida diaria”27, 26 Sociedad Bosquesina. IIAP, CONCYTEC y CIAS. Iquitos. 2012 27 En la página 76 del tomo I, los autores expresan que en la ciencia el empleo de las palabras debe cumplir tres requisitos para que el discurso sea preciso; 1. Una palabra debe siempre usarse con el mismo significado, 2. Debe ser lógicamente coherente (el significado de las palabras debe ser definido) y 3. Debe ser económico (no se debe usar más palabras de lo necesario)”. Sin embargo, se nota intercambios de contenido en el empleo de los conceptos sociabilidad y socialidad. 26 los autores mencionados reconocen que en las actividades bosquesinas, las dos satisfacciones suelen combinarse e interpenetrarse estrechamente (Gasché y Vela, 201, p. 81). Su afán de sociabilidad hace que el habitante amazónico despliegue esta facultad en los distintos espacios en los que actúa, ya sea en las chacras (muchas veces las mujeres entablan diálogos con matices lúdicos con cada uno de los cultivos, especialmente con la yuca)28, o en la caza o en la pesca, inclusive en las construcciones de las viviendas los autores observan fuerte vocación por la sociabilidad, argumentando que la ausencia de paredes en las viviendas obedece no solo a factores vinculados al clima, sino también a factores sociales, como es el de dejar abierta la posibilidad, ya sea dentro de la vivienda como con las personas del exterior, de interacciones espontáneas gratas, placenteras, es decir se sociabilización. Una forma de sociabilidad también poco comprendida es la que muchas veces motiva los trabajos colectivos. Los promotores suelen dar una connotación netamente racional a estos tipos de trabajo, las poblaciones bosquesinas pertenecen al campo de la solidaridad laboral donde pueden estar presente lo racional y lo lúdico, en el primer caso es muy útil cuando el individuo es incapaz de realizar una actividad solo, como puede ser la instalación de un puente o la construcción de una casa donde se requiere ayuda de otros individuos, en el segundo caso, teniendo la capacidad de realizar solo alguna actividad, como puede ser el rozo de la chacra, prefieren trabajarlo colectivamente para lo cual hacen mingas29, en estos casos estos tipos de trabajos resultan siendo pretextos perfectos para estar juntos, dando libertad a la dimensión lúdica del ser humano, compartiendo anécdotas, muchas de ellas 28 Nota personal, una tarde a los pocos minutos que cesó una torrencial lluvia vi a una pareja de esposos con machetes a la mano dirigiéndose a una de sus chacras, cuando les pregunté porque iban si todo el camino estaba alagado, la mujer me respondió “vamos a ver las plantitas, se alegran cuando nos ven”. 29 En el departamento de Loreto se conoce como minga los trabajos colectivos. 27 innumerablemente contadas, las conversaciones son ligeras, gratas, alegres, sin mayor trascendencia, pero que refuerzan la convivencia armoniosa. La explicación de este fenómeno la encontramos cuando nos fijamos en el ambiente de trabajo que acompaña estas colaboraciones. La risa, la alegría, las bromas y provocaciones durante las labores, así como el consumo común de comida ofrecida por el “dueño” del trabajo colectivo y de bebida mayormente alcohólica que suelta las inhibiciones y las lenguas, crean un ambiente de bienestar para todos los participantes, lo cual les hace olvidar lo pesado o monótono que puede ser un trabajo esforzado o repetitivo (Gasché, 2004, p. 112)30. El cumplimiento de la actividad pasa a segundo plano, el éxito de la minga está garantizado por los momentos gratos vividos. Otras actividades colectivas que si tienen carácter obligatorio como pueden ser las faenas comunales semanales, se desarrollan también en el marco de completa sociabilidad. Para los autores, la sociedad bosquesina vive en un permanente proceso de sociabilización, se podría decir que la sociedad misma es sociabilización. Se puede concluir reconociendo que el estudio de la sociabilidad le permite a la sociología rescatar la importancia de una interacción que brinda muchos beneficios a la sociedad, al penetrar en esa interacción que no suele ser tomado en cuenta, la sociología está en capacidad de hacer propuestas directas para lograr una sociedad que valore todo tipo de interacción humana, es decir una sociedad inclusiva. 30 Gasché, Jorge (2004). Una concepción alternativa y crítica para proyectos de desarrollo rural en la Amazonía. En Crítica de proyectos y proyectos críticos de desarrollo. Una reflexión latinoamericana con énfasis en la Amazonía. IIAP. Iquitos 28 Finalmente, la sociabilidad no es ajena a lo político, todo lo contrario, Agulhon los considera como dos dimensiones inseparables31. Vega (2015, p. 7), entiende que para Agulhon, el estudio de las sociabilidades es “de algún modo, la historia conjunta de la vida cotidiana, íntimamente ligada con la psicología colectiva”32. 5. Estudios sobre José María Arguedas relacionados al presente trabajo. Los estudios sobre Arguedas tratan sobre sus distintas facetas: promotor de cultura, narrador, poeta, educador. En el presente trabajo se pone énfasis en aquellos autores que tengan trabajos vinculados al tema de la sociabilidad. En "Los últimos años de Arguedas"33, Flores (1992), se enfoca en la vida y obra de Arguedas para dar cuenta de la relación entre intelectuales, sociedad e identidad en el Perú. Con ese propósito plantea tres supuestos de indagación: el primero, Arguedas no es el indio, ni el intérprete y representante del mundo indígena, tal como lo difunde Vargas Llosa con alguna complicidad del propio Arguedas; el segundo, lo considera como un autor con una obra bastante completa, narrador, poeta, antropólogo, folklorista, resalta la traducción y publicación de los Dioses y Hombres de Huarochirí como documento de excepcional importancia; y el tercero es que presenta una imagen total del Perú de una manera muy coherente. Estos supuestos dan pie para que establezca tres etapas en la trayectoria de Arguedas: 31 En el artículo, “Santiago de Cuba. Un espacio de sociabilidad obrera (1902-1925)”, las autoras, Hilda Yilian Castro-Milán y Hendris Silva-Chávez, mencionan que Agulhon escribía en 1988 en la presentación del primer volumen de la obra recopilatoria Histoire vagabonde, “La politique est partout dans nos recherches”. 32 Se refiere a, Agulhon, M. (1977). Le Cercle dans la France bourgeoise, 1810-1848, Paris, Armand Colin. (Trad. Agulhon, M. (2009): El círculo burgués, la sociabilidad en Francia 1810-1848. Buenos Aíres, Siglo XIX. DOI: http://dx.doi.org/10.7440/histcrit41.2010.16 33 Flores Galindo Alberto. (1992) Los últimos años de Arguedas. Intelectuales, sociedad e identidad en el Perú. En, dos Ensayos sobre José María Arguedas. SUR Casa de Estudios del Socialismo. Lima. 29 1. En sus primeros textos prima una visión nítidamente dual de la sociedad peruana marcada por el conflicto social, como se encuentra en el cuento Agua donde los principales actores sociales mistis e indios viven en un estado de profundo rechazo y violencia, “Un indio no podrá ser nunca misti, y un misti despreciará permanentemente a los indios. Es un mundo dual de contraposiciones radicales. Un mundo casi maniqueo”. 2. Una segunda etapa que cubre las publicaciones de Yawar Fiesta, artículos sobre folclore y su interés por la antropología, se enfoca en el conflicto cultural. Es la etapa en que pretende que el estado promueva una política cultural que rescate a la cultura andina para de esa manera “eliminar el abismal conflicto entre cultura andina y la cultura occidental”. 3. Una etapa a la que Flores denomina “un momento final”, caracterizado por las rupturas tanto con ciertos sectores intelectuales y políticos con los que estaba vinculado, así como con las instituciones estatales, sintiéndose desengañado por un estado incapaz de sacar adelante una política cultural. Encuentra refugio en la UNALM donde se siente reconocido por la comunidad universitaria, mostrando mucha sensibilidad hacia el grupo de estudiantes “radicales que viven el impacto de la revolución cubana”34. Siendo los Zorros, una novela en elaborada en los últimos años de Arguedas, Flores Galindo hace algunas apreciaciones sobre ella vinculándolo al itinerario de vida de Arguedas, en realidad lo que hace el autor es dar cuenta del trayecto biográfico de Arguedas. Duch aplica este concepto a las vicisitudes por las que atraviesa el ser humano desde que nace hasta que muere, el enfrentamiento con el mundo, con él mismo, con los otros y con Dios –se podría ampliar el concepto a lo sagrado, en general, da cuenta de todas las experiencias en 34 Además de sentirse gratamente acogido por los trabajadores obreros. 30 los horizontes elegidos en busca del sentido de la vida. Para Duch, el “factor biográfico” interviene decisivamente en cualquier tipo de reflexión porque, lo queramos o no, nuestra biografía concreta, por acción o por reacción, se plasma, de una manera u otra, en todo lo que pensamos, hacemos y sentimos.” (Duch, 2008). En una entrevista de Solares Duch, manifiesta que “trayecto biográfico” viene a significar el choque (y su consecuencia, la experiencia) del individuo con la realidad, con él mismo y el nosotros35 Ccopa, (2013)36 trata sobre la actitud vital de José María Arguedas, que va más allá de sí mismo, como un flujo permanente en movimiento. Y señala que la actitud vital de Arguedas, se asemeja a la de los pueblos donde se asienta su obra, que son los que pertenecían antes al Señorío de los Chancas y que hoy conforman el llamado triángulo de la pobreza peruana: Ayacucho, Apurímac y Huancavelica. La pregunta que inicia el texto y que es respondido es ¿Cómo un pueblo, una cultura que sufre la opresión social, el maltrato y la segregación puede ser capaz de resistir y tramontar sus efectos perversos? Hay una semejanza entre la infancia de José María, que fue brutal y tierna al mismo tiempo con el trato cruel recibidos por los comuneros por parte de los gamonales y terratenientes serranos. Intenta dar una respuesta a la pregunta inicial desde el vitalismo de Nietzsche, Dilthey y Bergson, pero sobre todo de Georg Simmel. Para esta corriente el vitalismo está relacionado a la defensa de la vida, a la capacidad de tramontar los límites. Los limites existen para ser 35 Solares, Blanca y Manuel Lavaniegos (2008). IV Entrevista con Lluís Duch: del trayecto autobiográfico al proyecto antropológico. Estructuras de acogida, Símbolo y trayecto biográfico. En Lluís Duch, antropología simbólica y corporeidad cotidiana. Lluís Duch, Manuel Lavaniegos, Marcela Capdevila, Blanca Solares. Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias/UNAM CRIM 36 Ccopa, Pedro Pablo (2013). Aproximaciones a la vida y obra de Arguedas desde el vitalismo. En ARGUEDAS: LA DINÁMICA DE LOS ENCUENTROS CULTURALES. Editores: Cecilia Esparza, Miguel Giusti, Gabriela Núñez, Carmen María Pinilla, Gonzalo Portocarrero, Cecilia Rivera, Eileen Rizo-Patrón, Carla Sagástegui. Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, 2013 31 rebasados, trascendidos. Por consiguiente, no hay límites absolutos. Una de las características del vitalismo que emplea el autor es el de devenir, trascender, permanentemente. Por cuanto la vida es flujo. Flujo y trascendencia que no viene de afuera, sino desde dentro, de la vida misma. Para el autor el vitalismo es una categoría central da muchos ejemplos, en ese espíritu de trascender presente en Arguedas como en los comuneros de los indios de Puquio. Ccopa, (2013), señala: Si la cultura occidental contrapone el trabajo y la vida, para la cultura andina el trabajo es la vida, el trabajo es concebido como vida. Por eso, ambos, trabajo y vida, son ejes del movimiento, de la acción de los hombres del Ande en el campo, que es trasladada a la ciudad como una fuerza capaz de transformar toda una realidad. Ambos, trabajo y vitalismo, son las características de los hombres y mujeres del Ande. (Pág. 189) Para el autor, el terreno de la sociabilidad es el terreno de la resistencia a la opresión. La música, el baile, la comida, lo afectivo. Sociabilidad entendida como la otra cara de la sociedad, caracterizada por la seriedad, la obligación, la intención de acuerdo a fines. Y la socialidad, la forma lúdica de las interacciones, liberada de las obligaciones y los fines técnicos o de cumplimiento obligatorio. En este texto se centra en la música y la función social de la música, como es el de alegrar el espíritu, tejer comunidad con elementos de estética, crear o reforzar una identidad. La sociabilidad no deja de tener cierta dosis de motivación ya sea como búsqueda, como recuerdo, como refugio37, etc. En el capítulo V; titulado, Puente sobre el Mundo, en Los Ríos 37 “La soledad inicial solo en apariencia se soluciona con la inclusión entre los indios”. Alberto Flores Galindo, “Buscando un Inca”. P. 352. 32 Profundos, Arguedas describe el barrio Huanupata, resaltando su vitalidad, la presencia de las chicherías con músicos, cantantes y parroquianos atraen a Ernesto quien acudía para “oír cantar y a buscar a los indios de hacienda”, para conversar con ellos en un ambiente de sociabilidad. “Acompañando en voz baja la melodía de las canciones, me acordaba de los campos y las piedras, de las plazas y los templos, de los pequeños ríos adonde fui feliz. Y podía permanecer muchas horas junto al arpista o en la puerta de calle de las chicherías, escuchando. Porque el valle cálido, el aire ardiente, y las ruinas cubiertas de alta yerba de los otros barrios, me eran hostiles”. Desde el campo de la educación Wilfredo Kapsoli en “Nosotros los maestros”38 (Kapsoli, 1986), resalta la labor de Arguedas maestro, identifica los escritos más resaltantes sobre la labor pedagógica que desarrolló en el colegio Mateo Pumacahua de Sicuani, Cuzco y en el colegio Nuestra señora de Guadalupe, en Lima. Previamente se muestra muy crítico con una escuela que, habiendo abdicado de su papel liberador, soslayó su rol socializador y generador de pensamientos críticos. La serie de artículos que conforman la obra está dividida en cuatro secciones: lingüística y educación, folklore y educación, experiencia docente y antropología pedagógica. El eje de la obra es resaltar el profundo conocimiento de la labor pedagógica en el Perú que tenía Arguedas, bosquejando programas alternativos inclusivos en idiomas como en metodología y materias. En la primera sección Lingüística y educación, Kapsoli (1986, p. 12) señala que una de las primeras preocupaciones de Arguedas “fue legitimar el status del quechua”, como 38 Nosotros los maestros. Arguedas, José María. (1986). Presentación y selección de Wilfredo Kapsoli. Editorial Horizonte. 33 hacer de personajes que hablan y piensan en quechua en personajes en castellano. Según Kapsoli, Arguedas supera este obstáculo “creando un nuevo idioma” en base a préstamos y concesiones cuidando que ninguno de ellos quede excluido. En el artículo “Entre el kechwa y el castellano la angustia del mestizo”39, Arguedas narra su experiencia frustrante de querer expresar en castellano el mismo sentimiento que lo podía hacer en quechua, pudiendo comprobar que el primero le generaba angustia porque no le “servía bien”. No me servía bien ni para hablar del cielo y de la lluvia de mi tierra, ni mucho menos para hablar de la ternura que sentíamos por el agua de nuestras acequias, por los árboles de nuestras quebradas, ni menos aún para decir con toda la exigencia del alma nuestros odios y nuestros amores de hombre. Porque habiéndose producido en mi interior la victoria de lo indio, como raza y como paisaje, mi sed y mi dicha las decía fuerte y hondo en kechwa. Suple esta limitación Arguedas creando un nuevo idioma producto de los préstamos y concesiones entre el quechua y el castellano, evitando las exclusiones. En la sección “Folklore y educación”, Kapsoli resalta la importancia que Arguedas concede al folklore en el proceso educativo. Las danzas y canciones del pueblo eran valiosos recursos pedagógicos poniéndolo en práctica en el colegio Mateo Pumacahua estimulando a sus alumnos a difundir sus vivencias cotidianas en poesías, relatos y comentarios. Para Kapsoli resulta un acierto de Arguedas el describir a los pongos como seres que han perdido la capacidad de reír y tocar instrumentos. A los pongos el sistema no solo les había sometido físicamente si no que les había anulado el espíritu, la dignidad 39 La Prensa, Buenos Aires, 24 de setiembre de 1939 (Publicado también en “Huamanga”, año V, N° 28. 31 de diciembre de 1939. pp. 28-31). 34 humana. En un pasaje de los Ríos Profundos, Arguedas describe su encuentro con un pongo en la casa de El Viejo, “Venía sin hacer ruido, con los cabellos revueltos, levantados. Le hablé en quechua. Me miró extrañado. - ¿No sabe hablar? -le pregunté a mi padre. - No se atreve – me dijo-. A pesar de que nos acompaña a la cocina. En ninguno de los centenares de pueblos que había vivido con mi padre, hay pongos. - Taita -le dije en quechua al indio-. ¿Tú eres cuzqueño? - Manan -contestó-. De la hacienda Tenía un poncho raído, muy corto. Se inclinó y pidió licencia para irse. Se inclinó como un gusano que pidiera ser aplastado. Kapsoli hace notar que Arguedas compara a los pongos de vida triste con la alegría que expresan las gentes de las comunidades, alegría que proyectan a sus trabajos colectivos como a sus fiestas patronales, mencionando al toro pucllay como un ejemplo de gozo colectivo. En la sección “Experiencia docente”, Kapsoli menciona a la revista Pumaccahua que a decir de Arguedas es el “resultado de ocho meses de trabajo, del profesor y de los alumnos”, donde aplica su experiencia ganada como alumno sin dejar de lado la crítica al comportamiento displicente de algunos los maestros 35 Una mitad de los profesores que tuvo llegaban a la clase con veinte minutos de retraso; diez minutos empleaban en pasar lista, y el resto; bostezaban o dictaban algún curso antiguo que los alumnos teníamos que copiar durante todo el año. La otra mitad de los profesores explicaban todas las cuestiones de sus cursos que el Plan Oficial indicaba, se ceñían al plan con fidelidad militar. Arguedas cuestiona el sometimiento a un plan que impedía ver “lo que pasaba y de lo que había fuera” del local del colegio, llegando a la convicción “de que los colegios del Perú, especialmente los de la sierra, debían trabajar de otra manera” (Arguedas…) En la sección “Antropología pedagógica”, Kapsoli resalta la propuesta de Arguedas de conocer el contexto social del educando, los maestros tienen que apreciar y valorar la diversidad de costumbres y valores porque ella “perfila el modo de ser de cada persona”. Resalta la teoría educativa que Arguedas propone en el ensayo, “Algunas observaciones sobre el niño indio actual y los factores que modelan su conducta” (Arguedas; 1966), sustentando con ciertas citas del ensayo, como aquella donde Arguedas diferencia la formación de los niños del campo con los de la ciudad, “El niño que nace y cree en un mundo en que la vida humana está relacionada y depende de la vida consciente de las montañas, de las piedras, insectos, ríos, lagos y manantiales, se forma considerando el mundo y su propia existencia de una manera absolutamente diferente que el niño de una ciudad, en que sólo el ser humano está considerado como animado por un espíritu”. (Arguedas; 1966) 36 Precisa también un aspecto clave para la pedagogía, la asociación de los juegos con el trabajo productivo, el juego infantil prepara para el trabajo adulto, Arguedas dice “El niño indio juega casi invariablemente a manera de un entrenamiento para realizar bien sus ocupaciones de adulto. Podríamos hablar de un tipo de juego funcional y no de recreación pura. Juega imitando las faenas que realizan los mayores: ara, arrea “animales” -que pueden estar representados por piedras o insectos – y los encierra en “corrales” tosca o primorosamente construidos de guijarros o trozos de barro seco; “construye” casas, acueductos, hornos, molinos”. (Arguedas; 1966) La selección de ensayos y artículos se circunscribe a los aportes de Arguedas como profesor de secundaria, no toca su experiencia en la educación superior donde se desempeñó como profesor en universidades nacionales La Cantuta, Agraria La Molina y San Marcos. El propio Kapsoli reconoce no saber casi nada de su paso por la UNALM. Un aspecto de presencia muy débil en la obra tiene que ver con la poca relevancia que el autor da a los testimonios de Arguedas como profesor, los menciona, pero sin darle el realce que sí le da Arguedas en su trabajado docente. Mucho de lo que se puede leer en los artículos son sus experiencias de vida que transmite a sus estudiantes para despertar en ellos la curiosidad, la investigación. Sobre la importancia de los testimonios en la educación: Para Duch, la escuela y la universidad de nuestra sociedad se limitan a ofrecer explicaciones científicas, lo cual es sumamente importante pero no es suficiente. Según este autor el docente, para llevar a cabo completamente la 37 misión que tiene encomendada, no solo debe transmitir ciencia sino también debe ser y donar testimonio, vale decir que debe testimoniar con su propia vida y ante los ojos de sus alumnos la sabiduría como arte de la vida, capacidad que se adquiere viviendo o, mejor dicho, aún, conviviendo en el trayecto biográfico. (Duch; 2002), El testimonio abre la confianza del educando en tanto encuentra coherencia entre lo que dice el maestro y lo que ha vivido, el testimonio crea y refuerza la confianza de los estudiantes hacia el maestro. El testimonio puede ser de éxito o fracaso, de alegría o de tristezas, de todos ellos se alimentan al proceso educativo. En Buscando un Inca40 Flores (1988), resalta la figura de Arguedas en la comprensión de la cultura andina. En la Introducción de la obra, advierte que el personaje está fuera de su interés como intérprete del indio, pero si en lo que él mismo es “evitando el falso problema de la representatividad” (p. 13). Considera al cuento Agua como el inicio de una obra literaria que gradualmente irá ascendiendo de la localidad a la comunidad, hasta llegar a presentar una imagen de todo el país, algo que hasta ese momento ningún otro escritor había intentado como es el “de trazar una imagen de todo el país: ciudad y campo, burgueses y campesinos, indios y mistis: todos los espacios y todos los personajes” (Flores, 1988. p. 347) hay una mirada holográmica de la sociedad. A la manifiesta intención de Arguedas que dijo haberse introducido en la literatura para limpiar la imagen falsa y superficial con que algunos escritores presentaban al indio andino. Flores (1988), menciona a Martín Lienhard, para quien la obra de Arguedas es una expresión subversiva del mundo andino. 40 Flores (1988). Buscando un Inca: Identidad y Utopía en los Andes. Editorial Horizonte. Lima. Perú. 38 “Paradójicamente, José María Arguedas en sus momentos de mas hondo pesimismo, se imaginaba como el trovador en un mundo en ocaso. Lienhard cree que era lo contrario: lo andino penetraba en una forma occidental, el cuento o la novela, transformaba un lenguaje anquilosado y terminaba formando una obra radicalmente original, mezcla de ficción, testimonio personal y ensayo, condensada magistralmente en El zorro de arriba y el zorro de abajo (1969). Un nuevo discurso. (Flores, 1988, p. 348) Al estudiar los primeros relatos de Arguedas desde “Warma Kuyay” (1933) hasta el cuento “Orovilca” (1954), Flores (1988), encuentra que Arguedas presenta un mundo rural rígido, carente de movilidad social vertical, excluyente “se nace indio o misti”, cultivando odio entre los de abajo que se expresa tanto entre “Los escoleros” como en “Agua”, pero este odio es solo un ruego que da pie a “la esperanza de que algún día un inmenso incendio arrase con un orden tan injusto como brutal. Que los indios dejen de estar abajo; mas que explotados, se trata de hombres humillados cotidianamente. La única forma de que este mundo se invierta es convertir el odio en una pasión colectiva. Transferir el miedo. Solo de esa manera sería posible romper con “esa dominación total”, sobre los cuerpos y las almas, que los mistis ejercen” (Flores, 1988, p. 351). Flores Galindo encuentra que Arguedas proyecta al mestizo como el elemento que fusionará el mundo andino y el mundo occidental, sin embargo, el retorno a las ficciones y el peso de las pasiones encajonan al mestizo en un mundo donde solo les queda optar por “la resignación o la rebeldía, el llanto o el incendio.” (Flores, 1988, p. 353) 39 La relación de Arguedas con el mundo campesino e indígenas va más allá de la identificación llegando a supeditar “su destino personal a lo que ocurra con la cultura andina” (Flores, 1998, p. 354), en esa línea aborda el debate del año 1965 entre críticos y sociólogos sobre el contenido de la novela Todas las sangres, las objeciones de estos a una obra que claramente no era “un tratado sociológico”, impacta negativamente en el ánimo de Arguedas, Flores Galindo advierte que los críticos “no escucharon la resonancia milenarista que hay en sus páginas” (Flores, 1998, p. 356). Pinilla, C. (2011)41. Desde la presentación de la obra Alejandro Ortiz, introduce un valor no muy expuesto en los trabajos de Arguedas, como es la amistad La amistad es un ideal propio de la gente noble. Une por la voluntad; en ella no hay obligación ni ataduras, salvo las que el amigo quiere asumir. Es el reino del libre albedrío. El don y la contrapartida tienen como fin dar sustento y enriquecer a los que tienen la dicha de compartir ese reino, porque es un mundo compartido, no de almas aisladas. Esa apología a la amistad que hace Ortiz se construyó entre José María Arguedas y Pierre Duviols, cuando el andahuaylino advierte en el francés, a decir de la editora “un genuino interés por el Perú”, poniendo en el centro de ese interés a la cultura andina y “el aprecio a su persona (diferente a la incondicionalidad) y a sus proyectos”. Para Pinilla, al “criticar duramente «la incomprensión, el desprecio a lo ajeno y la pereza intelectual» de los evangelizadores españoles del área andina”, (Duviols, 1977, p. 18) da fe del aprecio y la alta valoración de Duviols por las culturas originarías del Perú. 41 Pinilla, C (editora) (2011). Itinerarios Epistolares la Amistad de José María Arguedas y Pierre Duviols en dieciséis cartas. Fondo Editorial PUCP. 40 Alfaro (2022)42 tomando testimonios de varios ex colegas y ex alumnos de Arguedas en la UNALM investiga el desempeño del personaje como maestro en esta universidad. El capítulo “Las cuatro inquietudes de Arguedas en el quehacer universitario”, presenta la dinámica pedagógica, puntualizando los aportes y las innovaciones que nuestro personaje desarrolla. Estas cuatro inquietudes tienen que ver con la promoción de la interculturalidad, la construcción de una comunidad universitaria horizontal, la reciprocidad a partir de grupos abiertos y el descubrimiento de parte de la verdad a través de aproximaciones sucesivas y desde la experiencia. En el trabajo se encuentran referencias de Arguedas sobre los trabajadores de la universidad tanto como uno de los miembros en la construcción de una comunidad universitaria, como por su participación en el proceso de enseñanza, en el primer caso plantea que una comunidad como la que propone Arguedas debería contener los rasgos de las comunidades andinas como son la convivencia de “lo colectivo con lo individual, el cuidado de la naturaleza con su producción, la planificación con la espontaneidad, lo familiar con lo colectivo, la idea dentro de un cosmos que articula el mundo natural con el sociocultural”, las que pueden resumirse de la siguiente manera: “En las mejores comunidades no existe una rígida jerarquía que impida que el diálogo sea franco y directo en busca de la verdad entre comuneros y dirigentes o entre comuneros y no comuneros, en las asambleas todos aportan. Así, en la universidad también los profesores, los alumnos y los trabajadores deberían establecer un diálogo entre ellos y los otros actores que se ubican fuera de la universidad” (Alfaro, 2022, p. 82). 42 Alfaro, J (2022). José María Arguedas yachachik: Sus aportes hacia una educación universitaria de calidad. UNALM. 41 En el segundo caso menciona la necesidad que tienen los estudiantes de vincularse con los trabajadores para beber de sus experiencias laborales, señalando que en sus clases Arguedas aplicaba el método de primero la experiencia para llegar a la teoría, de esa manera teniendo a trabajadores, mayoritariamente de origen andino, en el propio campus estimulaba a los estudiantes a “visitarlos y conversar con ellos para hacer un contraste entre lo que ellos mismos aprendían y lo que sabían los propios trabajadores para traer nuevos resultados en clase y debatirlos” (Alfaro, 2022). Dedica un capítulo al desarrollo de las cualidades de una comunidad universitaria que está habilitada para encaminar las inquietudes de Arguedas hacia una universidad con excelencia, estás cualidades deberían ser: la generosidad sin rabia, obviar los obstáculos artificiales entre los miembros de la comunidad universitaria, la valoración de la naturaleza y la apertura a lo diferente. 6. Los intereses de nuestro trabajo El presente trabajo recoge parte de la preocupación mostrada por Portocarrero43 producto de la lectura de los artículos en “Arguedas y mi mundo”, en los que la ausencia de referencias a la vitalidad, la belleza y la felicidad, han sido reemplazados por vivencias y sentimientos desagradables como la injusticia, el odio, la soledad, el maltrato y el desamor. Sin tratar esos temas la presente investigación se justifica por: 43 Portocarrero, G. (2005). Luchar por la descolonización sin rabia ni vergüenza: el legado pendiente de José María Arguedas. En Arguedas y el Perú de Hoy. Carmen María Pinilla (Editora General). Gonzalo Portocarrero, Cecilia Rivera y Carla Sagastegui (Editores). SUR Casa de Estudios del Socialismo. 42 1. Presentar las interacciones de sociabilidad con un grupo de obreros a la vez que llena un vació en los estudios sobre Arguedas permite conocer al personaje de una manera mas integral. 2. Describir el ambiente físico y social donde pudo desplegar la sociabilidad sin restricciones de idioma y cultura. 3. El papel que jugó esta forma de interacción en la autoestima de los obreros. La sociabilidad contribuye al reforzamiento de la identidad andina, tanto de Arguedas como de los obreros. El sentirse percibido gratamente refuerza la autoapreciación, la autoestima y la autoimagen. 4. Rescatar el trato y la profunda identificación de Arguedas con los obreros de origen indígena y campesino andino. 5. Desterrar la imagen triste y melancólica de Arguedas, dando cuenta de su talante jocoso, alegre, juguetón y su entera predisposición a la construcción de momentos gratos. 7. Delimitación Es preciso señalar varias delimitaciones 1. La delimitación temática, entre las formas de interacciones que establecen las personas vamos a referirnos a la sociabilidad, como ya hemos señalado. Conocer la forma de sociabilidad de Arguedas con los obreros de la UNALM. 2. La delimitación temporal corresponde al tiempo en que Arguedas entra a trabajar hasta su deceso. 3. La delimitación espacial comprende el ámbito total de la UNAM, y porque interactuaba con los trabajadores de distintas áreas de la universidad. 43 4. La delimitación poblacional. La población a estudiar son los trabajadores obreros. La mayoría de ellos migrantes del departamento de Ayacucho que trataron directa o indirectamente con José María Arguedas cuando era profesor en la UNALM. Se ha entrevistado también a una trabajadora administrativa para cruzar la información. Por el mismo motivo tomamos en consideración parte de las entrevistas que Julio Alfaro hizo a algunos ex profesores y ex alumnos de los tiempos de Arguedas en la UNALM. Pregunta de investigación ¿Cuál son las formas de sociabilidad entre José María Arguedas y los trabajadores obreros de la UNALM? Objetivos Objetivo General: Conocer cuáles son las formas de sociabilidad entre José María Arguedas y los trabajadores obreros de la UNALM. Objetivos Específicos: Entrevistar a los trabajadores de la UNALM que conocieron a Arguedas. Clasificar los tipos de sociabilidad entre Arguedas y los trabajadores Analizar para categorizar las entrevistas realizadas a los trabajadores que conocieron a Arguedas. Hipótesis La forma de sociabilidad que desarrollaron JMA y los trabajadores de la UNALM, fue una extensión de las experiencias de interacciones sociales de Arguedas durante su infancia. 44 No hay solución de continuidad entre sus experiencias de niño con los pongos de la hacienda de su madrastra y su encuentro con los obreros de la UNALM. Pero, al encontrarse con un gran número de personas que seguían practicando muchas de las actividades propias de sus lugares de origen, que mantenían vivo su idioma, que cantaban y danzaban sus músicas, que chacchaban coca, que les sentía poseídos del mismo afecto que los pongos protectores en su infancia, fueron los elementos que dieron vida al desarrollo de la sociabilidad. Esa necesidad de Arguedas por la sociabilidad, encontró en los obreros de UNALM, el lugar ideal para desenvolverse. Es ampliamente conocido que Arguedas además de haber sido un gran promotor de las variadas músicas y danzas andinas, también las practicaba. Al llegar a la UNALM, encontró un ambiente de permanente resistencia a “la oscura tradición de menosprecio a la música andina”44, debido a que la mayoría de trabajadores y estudiantes compartían el origen, la lengua, en general la cultura andina, siendo una de sus expresiones más notorias precisamente la práctica de las músicas y danzas de sus pueblos. Ese contexto le facilitó entablar una interacción de carácter familiar. El uso del término familiar tiene que ver con el tipo de sociabilidad que Arguedas desarrolló con esos actores sociales. La preferencia por reunirse con trabajadores y estudiantes era para recrear la vida cotidiana de los pueblos y comunidades andinas. Arguedas se despojaba de los formalismos profesor-estudiante y de profesor-obrero para desplegar espontáneamente las costumbres andinas. 44 José María Arguedas, “indios, mestizos y señores”. Ed. Horizonte. 1989. 45 CAPITULO II: MARCO TEÓRICO 1. El enfoque microsociológico La parte final de la introducción es un preámbulo que responde a una posible interrogante sobre el por qué enmarcamos esta investigación en el campo de la microsociología. La respuesta apropiada es porque se trata de estudiar, una forma particular de socialización cotidiana, que es la sociabilidad, donde lo más importante son las buenas maneras, en las interacciones sociales. Se debe mencionar que tanto la perspectiva macrosociológica como la perspectiva microsociológica son niveles de análisis diferentes, complementarios, de ninguna manera excluyentes, como lo señalan autores como (Giddens, 1995, p. 148), para quien “los análisis micro y macro están íntimamente relacionados y se complementan mutuamente”, o Rocher que descarta la “solución de continuidad entre el plano microsociológico y el plano macrosociológico” (Rocher, 1980, p. 13). La microsociología históricamente, emerge como respuesta a la hegemonía del modelo estructural-funcionalista parsoniano y su personaje social45 (Martuccelli, 2007, p. 7), es la rebelión contra “la unilateralidad del gran patrón46”, para dar cuenta de lo que acontece en la vida cotidiana, en las interacciones cara a cara, en las interacciones de los grupos pequeños, en los actos rutinarios que pueden o no ser de carácter espontáneo como el simple hecho de saludar, las prácticas deportivas, los viajes en un ómnibus, las lecturas de titulares de los diarios en un quiosco, comprar, vender, cantar, chacchar coca, entre otras cosas, es 45 El personaje social, “es la puesta en situación social de un actor”, ¿cuál es esa situación social?, la “posición social. Comprender un individuo era conocer su posición social”. Martuccelli, Danilo, “Lecciones de Sociología del individuo”. Departamento de Ciencias Sociales. PUCP, 2007, pág. 7 46 El gran patrón es Parsons. Pérez-Agote, José María. La sociología en el Leteo: el largo adiós de Georges Gurvitch. Política y Sociedad, 2005, Vol. 42 Núm. 2: 149-162, pág. 151 46 decir, de las relaciones por las cuales el individuo y los grupos organizan y desarrollan sus vidas en el día a día, relaciones que suelen pasar desapercibidas para el análisis macrosociológico. Pérez-Agote concede a Gurvitch el mérito de ser pionero en el empleo “de la terminología micro-macro en el ámbito de la sociología” (Pérez-Agote, 2005, p. 152). En cuanto a la incorporación de lo micro en la reflexión sociológica, el Diccionario de Sociología47 lo atribuye a Simmel. Teniendo en cuenta que este estudio trata de analizar uno de los aspectos más importantes de la vida en sociedad como son las interacciones sociales, específicamente la sociabilidad simmeliana, se ha considerado pertinente desarrollarlo bajo el enfoque microsociológico. A parte de su obra macro sobre el conflicto, a Simmel le cautivaban las cosas pequeñas, lo micro, como lo demuestra su preferencia por las interacciones sociales. Así lo reconoce Nisbet (1997): Es el carácter microsociológico de la obra de Simmel el que siempre le da una particular y oportuna agudeza por encima de otros teóricos pioneros. No desdeñó los elementos pequeños e íntimos de las asociaciones humanas, y nunca perdió de vista la primacía de los seres humanos, del individuo concreto, en su análisis de las instituciones (Ritzer, 1993, p. 300). Por otra parte, como lo señalan Zabludovsky y Sabido, para Simmel la sociedad es un acontecimiento fluido, que va haciéndose a cada instante por las acciones recíprocas, notorio no solo en instituciones como la familia o el Estado, sino sobre todo en fenómenos pequeños que por ser familiares o cotidianos son soslayados o tomados como intrascendentes. 47 Diccionario de Sociología. Salvador Giner; Emilio Lamo de Espinosa, Cristóbal Torres (eds.). Ciencias Sociales. Alianza Editorial, S. A., Madrid, 2001. Pág. 489. 47 De esa manera, “el lenguaje, la moral, la religión y todas las formas de organización complejas son el resultado de esas acciones recíprocas y actos «pequeños y cotidianos» frente a los cuales la sociología tiene que afinar la mirada”. (Zabludovsky y Sabido, 2014, p. 31), Adherir este trabajo al enfoque microsociológico nos permitirá dar cuenta de la forma cómo en la cotidianeidad de la vida universitaria regida por la rigurosidad académica, también fue posible crear momentos de gran sociabilidad en la interacción de José María Arguedas con los obreros. 2. El enfoque teórico. La sociología relacional Para Simmel una agrupación de personas no da vida a la sociedad, esta aparece en el momento en que los individuos entran en acción recíproca ya sea por “instintos eróticos, religiosos o simplemente sociales, fines de defensa o de ataque, de juego o adquisición, de ayuda o enseñanza, e infinitos otros” (Simmel, 1986, p. 16). Para que la presencia de un conjunto de individuos sea una sociedad requiere que haya una conexión entre ellos “directa o indirectamente, activa o pasivamente, y que, en consecuencia, compartan un cuerpo de formas de sociabilidad que los une y les permita comunicarse socialmente” (Cantó Milá; 2005)48. El elemento fundante de la sociedad es la interacción. La sociedad es un conjunto de individuos en permanente interacción. Esta manera de entender los procesos como relación conduce a conceptualizar a la sociología simmeliana como “sociología relacional” (Rizo, 2006, p. 51). Otros autores comparten esta denominación a la sociología de Simmel 48 Cantó Milà, Natàlia (2015). 1. Georg Simmel: His Life and Work. In: Natàlia Cantó Milà (Eds.), A Sociological Theory of Value (27-54). Bielefeld: transcript Verlag. https://doi.org/10.14361/9783839403730- 003 Book DOI: https://doi.org/10.14361/9783839403730-003 Online ISBN: 978-3-8394-0373-0. Página 41. https://doi.org/10.14361/9783839403730-003 https://doi.org/10.14361/9783839403730-003 https://doi.org/10.14361/9783839403730-003 48 como son, Giner (2001, p. 346)49, Emirbayer (2009, p. 292-293)50, Garro-Gil (2017)51, Donati, (2015, p. 87)52, Wegelin (2017, p. 1)53, Sabido (2007, p. 374)54. Teniendo en cuenta la caracterización de la sociología simmeliana como sociología relacional y considerando además que el aspecto relacional es inherente al ser humano55, se ha optado por adoptar como guía teórica del estudio la teoría relacional. Esta teoría postula “observar relaciones, pensar a través de relaciones y comprender/explicar mediante relaciones” (Herrera, 2001, p. 6)56. La elección de este marco teórico toma en cuenta además que el fundamento teórico-metodológico del enfoque relacional es el de centrar su análisis en la relación que se establece entre el individuo y el grupo o grupos con el que interactúa (Bautista, 2019), independiente de las materias de esta relación, intereses eróticos, intereses materiales, religiosos, entre otros. Otro aspecto por el que se decidió optar por la sociología relacional es porque permitirá comprender y explicar las infinitas capacidades (Donati, 2015, p. 88)57 de José María Arguedas para establecer relaciones humanas, a la vez que explorará 49 Este autor encuentra que el mayor interés de Simmel es concebir la sociología de modo relacional. Considera que el epíteto mas adecuado para referirse a esta sociología es sociología relacional 50 Para este autor, Simmel es el sociólogo clásico más comprometido con la teoría relacional. 51 Sociología de la Educación: Una Introducción a la Teoría Sociológica. De los Clásicos a los Contemporáneos (material docente). Nuria Garro-Gil. Departamento de Teoría y Métodos de Investigación Educativa y Psicológica Facultad de Educación y Psicología. Universidad de Navarra. s/f. La autora señala que Donati elaboró la teoría relacional en los años 80 file:///F:/Sociolog%C3%ADa%20relacional%20- %20Nuria%20Garro-Gil.pdf 52 Donati reconoce que fue Simmel el primero en dar la sociología su “giro relacional” 53 Presenta a Simmel como el fundador de la sociología relacional 54 Sabido, Olga (2007), encuentra que para Simmel “el ser es un ser para otros, contra otros, frente a otros o con otros”. 55 Solana, María. Entrevista. Un mundo de Relaciones. Pierpaolo Donati, “Si cambiamos la cultura de las relaciones sociales, otro mundo es posible”. Nuevo Tiempo. Invierno 2020. https://nuestrotiempo.unav.edu/es/grandes-temas/pierpaolo-donati-relaciones-sociales 56 La teoría relacional de la sociedad. Manuel Herrera Gómez. Universidad de Granada. Revista Internacional de Sociología (RIS) Tercera Época, n° 28, Enero-Abril, 2001, pp. 5-44. file:///F:/Socio.%20relac.%20- %20Herrera.pdf 57 Donati Pierpaolo (2015) Manifesto for a critical realist relational sociology, International Review of Sociology: Revue Internationale de Sociologie, 25:1, 86-109, DOI: 10.1080/03906701.2014.997967 To link to this article: http://dx.doi.org/10.1080/03906701.2014.997967 file:///F:/Sociología%20relacional%20-%20Nuria%20Garro-Gil.pdf file:///F:/Sociología%20relacional%20-%20Nuria%20Garro-Gil.pdf 49 las relaciones del personaje con actuantes no humanos que a decir de Délpeteau es un tema pendiente en la sociología relacional “especialmente (pero no sólo) si creemos que no podemos dividir sociedad y naturaleza si queremos entender completamente la vida social humana y los muchos desafíos importantes que enfrenta actualmente la humanidad”. (Dépelteau, 2018, p. 20)58. El pensamiento relacional surge como respuesta a un tratamiento del debate sociológico anclado en conceptos opuestos, “como material/ideal, estructura/agencia, estático/dinámico, individual/colectivo, cuerpo/mente, individuo/sociedad y objetivo/subjetivo” (Moreno, 2020, p. 16)59. Las diferencias entre las perspectivas holista e individualista tratarán de ser salvadas por el denominado “giro relacional”, del cual Simmel es su principal precursor (Moreno, 2020, p. 16). Según Fuhse (2020)60, el auge de este enfoque comenzó alrededor del año 2010 con las publicaciones de Crossley (2011) y Donati (2011), este último, dando seguimiento a su Introduzione alla sociologia relazionale de 1983, ambos autores se convierten en parte de un movimiento internacional que para Fuhse son los autodenominados “sociólogos relacionales”. 58 François Dépelteau, Relational Thinking in Sociology: Relevance, Concurrence and Dissonance. En The Palgrave Handbook of Relational Sociology. Editor François Dépelteau Laurentian University Sudbury, Ontario, Canada 2018. https://www.researchgate.net/profile/Francois- Depelteau/publication/304855713_What_Is_the_Direction_of_the_Relational_Turn/links/5b4d5be80f7e9b24 0fe4fe05/What-Is-the-Direction-of-the-Relational-Turn.pdf#page=22 59 Moreno, Sebastián 82020). Sentido, relaciones e interacciones. Intersecciones entre el pensamiento relacional y la sociosemiótica. Volumen 17, número 44, septiembre-diciembre, 2020, pp. 15-37. Andamios. http://www.scielo.org.mx/pdf/anda/v17n44/1870-0063-anda-17-44-15.pdf 60 FUHSE, Jan (2020). “The Field of Relational Sociology”. In: SELG, Peeter. “Special Issue guest-edited by Prof. Peeter Selg around the work of François Dépelteau”. [online article]. Digithum, no. 26, pp. 1-10. Universitat Oberta de Catalunya and Universidad de Antioquia. [Accessed: dd/mm/yy]. http://doi.org/10.7238/d.v0i26.374145. https://raco.cat/index.php/Digithum/article/view/n26-fuhse/473368 http://doi.org/10.7238/d.v0i26.374145 50 Respecto a la autoría de esta teoría, algunos autores consideran a Donati como su fundador61 o creador62. Como se ha dicho este pensador elabora esta teoría en la década de los años 80 del siglo pasado partiendo del presupuesto teórico “en el inicio está la relación” (Garro-Gil, 2017). Reconociendo que su teoría es una de las varias versiones de sociología relacional que se encuentran en el mundo académico. Así va a compartir con estas su negativa a aceptar tanto el individualismo metodológico como el holismo metodológico63. Una de estas versiones es la de Emirbayer64, en su Manifiesto en pro de una sociología relacional, publicado en 1997 postula que el problema fundamental de los sociólogos actualmente es si concebir el mundo social como conformado “por sustancias o por procesos, por “cosas” estáticas o por relaciones dinámicas y en constante desarrollo”. Teniendo mayor aceptación entre los académicos de la sociología el primer punto de vista, existe un creciente interés entre los investigadores por enfoques que “describan la realidad social en términos dinámicos, continuos y procesales” (Emirbayer, 2009, p. 286). El autor presenta el enfoque transaccional, como 61 Entrevista, Pierpaolo Donati, «Si cambiamos la cultura de las relaciones sociales, otro mundo es posible». Texto María Isabel Solana [Com 04 MIC 15]. Fotografía Manuel Castells [Com 87]. Nuestro Tiempo, INVIERNO 2020. file:///F:/Donati%20-%20Entrevista.pdf 62 Ros, Javier. “All’inizio è la relazione” El paradigma relacional de Pierpaolo Donati. Tesis Doctoral. Universidad Católica de Valencia. San Vicente Mártir. 2014, pág. 22 https://dialnet.unirioja.es/servlet/tesis?codigo=118073 63 El individualismo metodológico (o teoría de la acción), cuyo máximo exponente es, entre otros, Weber, concibe la relación social como un reflejo de la subjetividad del individuo y por lo tanto una consecuencia de su acción individual. El holismo metodológico (o teoría sistémica) postulado por Marx y Durkheim, principalmente, entiende la relación como un producto de las leyes o las estructuras sociales del sistema social. La sociología relacional: una propuesta de fundamentación sociológica para la institución educative. Sandoval-Estupiñán, Luz y Garro- Gil, Nuria. ISSN 0123–1294 | Educ. Educ. Vol. 15. No. 2 | Mayo-agosto de 2012 | pp. 247-262. Universidad de La Sabana | Facultad de Educación, pág. 252 64 Emirbayer Mustafa, Manifesto for a Relational Sociology. En The American Journal of Sociology, Vol 103:2, 1997. pp. 281-317. The University of Chicago Press https://edisciplinas.usp.br/pluginfile.php/88938/mod_resource/content/1/Emirbayer%20Manifesto%20for%20 a%20Relational%20Sociology.pdf En el presente trabajo hacemos uso de la versión en español, Mustafa Emirbayer, Manifiesto en pro de una sociología relacional. Revista CS, núm. 4, julio-diciembre, 2009, pp. 285-329 Universidad ICESI Cali, Colombia. https://www.icesi.edu.co/revistas/index.php/revista_cs/article/view/446/446 file:///F:/Donati%20-%20Entrevista.pdf https://dialnet.unirioja.es/servlet/tesis?codigo=118073 https://edisciplinas.usp.br/pluginfile.php/88938/mod_resource/content/1/Emirbayer%20Manifesto%20for%20a%20Relational%20Sociology.pdf https://edisciplinas.usp.br/pluginfile.php/88938/mod_resource/content/1/Emirbayer%20Manifesto%20for%20a%20Relational%20Sociology.pdf 51 sinónimo de “relacional”, que es concebido “como un proceso dinámico y en constante desarrollo” (Emirbayer, 2009, p. 291). En el Manifesto for a critical realist relational sociology, Donati (2015, p. 86-87), señala que la diferencia básica entre una sociología transaccional (Emirbayer) y una sociología relacional se encuentra en la manera cómo se entiende el concepto de relación social “desde el punto de vista ontológico65, epistemológico66 y puntos de vista metodológicos”. Donati (1995)67, explica que “la idea básica de la sociología relacional es que la comprensión y la explicación de los fenómenos sociales comienza con el presupuesto de que la relación es una realidad sui generis”68, La relación es una realidad, pero es inmaterial, no observable directamente “pero constituye una realidad existente e identificable analíticamente, y por ello permite entenderla como realidad sui generis” (Garro-Gil, 2017). Para este pensador, la sociología yerra al identificar en los individuos y en las estructuras los fenómenos sociales, dejando de lado el papel que juegan las relaciones como verdaderos generadores del fenómeno, cuya comprensión, tratamiento y/o solución requiere del establecimiento de nuevas conexiones (Donati; 2020)69. Por el propio carácter sui generis 65 La relación social como fenómeno real o su percepción de la realidad en su conjunto. 66 La relación social desde las visiones, teorías y prácticas científicas. 67 Cultura y comunicación. Una perspectiva relacional. DONATI, P. (Pierpaolo), “Cultura y comunicación. Una perspectiva relacional”. Comunicación y sociedad. 1995, Vol VIII, Nº1, p. 61-75. URI: https://hdl.handle.net/10171/8479, Editorial: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Navarra https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=4323751 68 “ALL’INIZIO È LA RELAZIONE” EL PARADIGMA RELACIONAL DE PIERPAOLO DONATI. Javier Ros Codoñer, Tesis Doctoral, UNIVERSIDAD CATÓLICA DE VALENCIA SAN VICENTE MÁRTIR. El primer autor en definir y utilizar el concepto sui generis fue E. Durkheim quien hace referencia a él en estos términos: “Sin duda cada uno contribuye a la elaboración del resultado común; pero los sentimientos privados se convierten en sociales sólo cuando se encuentran con la acción de fuerzas sui géneris producidas por la asociación: por efecto de estas combinaciones y de las alteraciones recíprocas que resultan, aquellos se convierten en algo diferente. Se verifica una síntesis química que concentra y unifica los elementos sintetizados, y, por eso, los transforma.” Durkheim, E., Sociología y filosofía. Comares, Granada, 2006 pág. 159. Pie de página 34, Pág. 35 69 Donati, Pierpaolo (2020). «Si cambiamos la cultura de las relaciones sociales, otro mundo es posible». Entrevista. Texto María Isabel Solana [Com 04 MIC 15]. Fotografía Manuel Castells [Com 87]. Nuestro Tiempo, INVIERNO 2020. https://hdl.handle.net/10171/8479 52 de las relaciones, no pueden ser manipuladas a voluntad, en términos de relativismo cultural y construccionismo (Donati, 2015, p. 88). La consistencia de su sociología relacional descansa en la concepción de la relación social como un efecto emergente de un proceso de morfogénesis70 social: “… una relación social es aquella referencia – simbólica e intencional – que conecta sujetos sociales en la medida en que actualiza o genera un vínculo entre ellos, es decir, en cuanto expresa su acción recíproca. Esta acción recíproca consiste en la influencia que los términos de la relación tienen el uno sobre el otro, y en el efecto de reciprocidad emergente entre ellos” (Donati, 2006, p. 15). Para la sociología relacional los fenómenos sociales, tienen su origen y desarrollo en las relaciones. Dar acento a lo relacional permite que las miradas, reflexiones, comprensiones, de los fenómenos sociales sean desde y en la relación social. Este acento en las relaciones sociales da el carácter de originalidad a la teoría relacional. En esta sociología las relaciones sociales no deben ser tomadas en oposición al sistema social ni a la acción social, son los lazos que vincula “acción social (subjetividad e intersubjetividad) y sistema social (estructura objetiva y subjetiva)” (Donati, 2002, p. 205, como se citó en Terenzi, 2008, p. 46)71. La ontología en la que se apoya este pensador es la del realismo crítico, analítico y relacional (Donati, 2018, p. 434), desde el punto vista epistemológico el conocimiento sociológico consiste en comprender y explicar los hechos sociales como efectos que emergen de relaciones sociales, consecuentemente la sociedad "es relación" y "no tiene relación" 70 La noción de morfogénesis se emplea con referencia al proceso que atraviesa un organismo para adoptar su forma. Permite que un sistema sea viable. https://definicion.de/morfogenesis/ 71 Terenzi, Paolo. Relación social y realismo crítico en la obra de Pierpaolo Donati. Università di Bologna (Italia)RES nº 10 (2008) pp. 39-52 53 (Donati, 2015, p. 87). Una pareja, las empresas y la familia, existen en la medida en que los actores practican una cierta estructura relacional de pertenencia. Las permanentes relaciones de interdependencia que se establecen entre los motivos responsables del actuar de los individuos con las condiciones estructurales y culturales, es el objeto de la sociología relacional; “de esta forma supera los límites del individualismo y del holismo metodológicos y adopta una lógica relacional que es capaz de ver los problemas sociales en clave relacional”. (Sandoval-Estupiñan, 2012, p. 252)72 Dépelteau (2018)73 encuentra que, existiendo diferencias conceptuales entre los pensadores relacionales, (como los ya mencionados de Emirbayer vs. Donati, Dépelteau vs. Donati), coinciden en un conjunto de ideas o principios que conforman lo que denomina “núcleo ideacional del pensamiento relacional – y de la sociología relacional”, entre ellos están: 1. El principio de interdependencia, que expresa la interdependencia de las entidades, por este principio estas “son lo que son y hacen lo que hacen porque están interactuando entre sí dentro de este o aquel campo social, red, figuración, mundo social, etc.” (Dépelteau, 2018, p. 17). Ambos aspectos, identidades y acciones surgen de las interacciones, desconocer este hecho aceptando que provienen de alguna “esencia” distorsiona su plena comprensión74. 72 Sandoval-Estupiñán, L. Y. (2012) La sociología relacional: una propuesta de fundamentación sociológica para la institución educativa. Educ. Educ. Vol. 15, No. 2, 247-262. file:///F:/Socio.%20relac.%20- %20Sandov.%20y%20Garro%20-%20La%20soc.%20relac.pdf 73 Relational Thinking in Sociology: Relevance, Concurrence and Dissonance. En The Palgrave Handbook of Relational Sociology. François Dépelteau Editor. Laurentian University Sudbury, Ontario, Canada. 2018. https://www.relationalsociology.it/wp-content/uploads/2018/11/Donati_ch-22-in-Handbook-of-Relational- Sociology.pdf 74 Dépelteau grafica este principio con un ejemplo, un paciente no es un paciente en sí mismo, como una 'cosa' o una 'esencia' que existe fuera de relaciones específicas. Ella es una paciente y se comporta como lo hace solo a través de sus interacciones con el psicoanalista. Lo mismo es cierto para el psicoanalista. Además, los resultados de la terapia dependen en gran parte de sus interacciones; y la dinámica de la terapia depende también de las experiencias pasadas, recuerdos, conocimientos, emociones y así sucesivamente de los dos interactuantes. 54 2. El principio del pensamiento procesual, el universo no está formado por sustancias que interactúan entre sí como bolas de billar. Es dinámico y fluido porque “es un vasto proceso compuesto por sub-procesos, sub-sub-procesos y así sucesivamente, emergiendo y evolucionando a través de relaciones entre 'entidades' interdependientes (que son mismos procesos)” (Dépelteau, 2018, p. 17). 3. El principio de rechazo a los dualismos, un orden social establecido sobre las interacciones entre varias “entidades”, deja fuera de juego a los dualismos “estáticos tradicionalmente empleados en los debates teórico-conceptuales en ciencias sociales” (Moreno, 2020, p. 18). 4. El principio de coproducción, ningún fenómeno natural o social -incluyendo la coproducción del conocimiento-, se da al margen de las interacciones entre los diversos interactuantes humanos y no humanos involucrados. (Dépelteau, 2018, p. 18) Este autor reconoce que un tema pendiente en la sociología relacional es la importancia de los actuantes no humanos, “especialmente (pero no sólo) si creemos que no podemos dividir sociedad y naturaleza y si queremos entender completamente la vida social humana y los muchos desafíos importantes que enfrenta actualmente la humanidad” (Délpeteau, 2018, p. 20). Profundizar desde la sociología relacional el estudio de un personaje como Arguedas que oye hablar a las piedras, que en sus narraciones “los animales se expresan, se comunican verbalmente con los hombres, resultan dotados de cualidades humanas, hasta se hacen confidentes e interlocutores cálidos” (Mariátegui, 2015)75, podría subsanar en algo esa falencia, pero está fuera de los propósitos del presente trabajo. 75 Mariátegui, J. Arguedas o la agonía del mundo andino. Acta Herediana, Vol. 48, octubre 2010 - marzo 2015 55 En resumen, asumimos la perspectiva de Donati en la que explicar un hecho social en términos relacionales requiere dar cuenta de cómo “este hecho surge de la interdependencia entre los actores que se relacionan en un determinado contexto espacial temporal; mientras tanto, estos actores alteran su identidad y su forma de actuar en relación con la interdependencia entre ellos” (Donati, 2015, p. 436). A la sociología relacional le corresponde analizar el proceso a través del cual se da esa estructura de dependencia. 3. La sociabilidad La palabra sociabilidad tiene su origen en el latín, tiene dos componentes léxicos, “socius” (compañero o asociado) y -bils (capacidad o habilidad). Acercarse a las primeras preocupaciones académicas por la sociabilidad requiere remontarse hasta la tradición filosófica griega, especialmente a Aristóteles quien la entiende en su forma más simple “como una necesidad natural de las sociedades, y de los individuos que las conforman” (Quinteros, 2005, p. 3). Modernamente su éxito en la academia se dio en el siglo XX, de la mano de Simmel. Según Chapman (2015, p. 3), la “noción de sociabilidad era considerada indivisible y esencial al hombre; se trataba de la clásica concepción de que el hombre era un animal político, que realizaba sus acciones para un beneficio común”. El mismo autor citando a Morell, (1999, p. 116-117), señala que la sociabilidad era: “[…] El tratamiento y correspondencia de unas personas con otras”, definición que no sufrirá cambios en el Diccionario de Esteban de Terreros y Pando (1776-1793), donde figura como “trato de unas personas con otras”. Iglesias-Sahagún (2017, p. 65-66), menciona a Jean-Louis Guereña (1993) quien encuentra que sociabilidad figuraba ya en el Diccionario de Autoridades de 1739, como “el tratamiento y correspondencia de unas personas con otras”. Actualmente la 56 Real Academia Española considera sociabilidad como “cualidad de sociable”76, no distingue entre socialización y sociabilidad, definición que no ayuda mucho pues se refiere a las personas que tienen facilidad para establecer relaciones sociales y le agrada relacionarse con otras personas, pero el concepto de sociabilidad en términos sociológicos es mucho más rico. El Diccionario de Sociología77, no consigna este término. La idea de sociabilidad fue planteada por Simmel en 191078 en el discurso de apertura del Primer Congreso de la Asociación Sociológica Alemana. En dicho evento Simmel presentó el tema “sociología de la sociabilidad”. Este texto aparecería posteriormente en el capítulo III, de “Cuestiones fundamentales de sociología”, con el título de La sociabilidad, donde lo define como “la forma lúdica de la socialización”. Maurice Agulhon, será reconocido por Iglesias-Sahagún (2017, p. 65), como el “descubridor” de la noción de sociabilidad como objeto historiográfico, motivo por el cual, según el autor, su nombre quedó asociado a los de Simmel y Gurvitch en la incorporación de este concepto como categoría de investigación y análisis en el campo de las ciencias sociales y humanas. Para Vernik (2002, p. 20), la clave de la sociología simmeliana es el concepto de sociabilidad, que es la forma lúdica o artística de la sociedad, pero también es ese "estar- juntos porque sí", por fuera de las coerciones del cálculo y de la avidez del dinero y el poder. 76 https://dle.rae.es/sociabilidad 77 Diccionario de Sociología. Salvador Giner, Emilio Lamo de Espinoza y Cristóbal Torres (eds.). Ciencias Sociales. Alianza Editorial. 2001. 78 Iglesias-Sahagún, Luis Gregorio. LA SOCIABILIDAD, UNA PUESTA AL DÍA. Facultad de Psicología, Universidad Autónoma de Querétaro. 2017 Múgica Fernando y Lourdes Flamarique. GEORG SIMMEL: CIVILIZACIÓN Y DIFERENCIACIÓN SOCIAL (IV). Serie de Clásicos de la Sociología Cuadernos de Anuario Filosófico. Departamento de Filosofía Universidad de Navarra 31080 Pamplona (Spain). 2003 Chapman, William. El concepto de sociabilidad como referente del análisis histórico. * Este artículo es el resultado de la investigación titulada “Formas de sociabilidad política en Popayán, 1832-1853”. investigación & desarrollo vol. 23, n° 1 (2015) - issn 2011-7574 (on line) https://www.redalyc.org/pdf/268/26839041001.pdf Recuperado 10.06.21 https://www.redalyc.org/pdf/268/26839041001.pdf 57 Sociabilidad es una de las formas de interacción social, a diferencia de su matriz, la socialización, suele pasar desapercibido en el conocimiento común, pero su importancia en la vida cotidiana es inversamente proporcional a esa carencia de reconocimiento. El ser humano permanentemente está desplegando relaciones sociabilizadoras, incluso dentro de aquellas relaciones con intereses marcados, se abre espacios para la sociabilización como pueden ser en la familia, en el trabajo, en el colegio, entre otros. Aunque muchas veces no nos damos cuenta que estamos en un continuo proceso de socialización, somos conscientes de que vivimos en sociedad y que recibimos información de esta, así como también somos conscientes de la respuesta que damos a esas informaciones. En todo caso, lo vemos como algo normal, sin embargo, hay una forma de socialización particular que lleva en embrión la crítica a los planteamientos epistemológicos de la sociedad, la sociabilidad (Vega, 2015, p. 4). En aquellas culturas ajenas a la racionalidad occidental que conservan una visión unificada de la sociedad y la naturaleza (Descola y Palson, 2001, Gasché y Vela, 2011)79 y donde las relaciones entre los hombres como entre estos y la naturaleza se consideran relaciones sociales, la sociabilización es más profunda y permanente por cuanto está presente en todas las actividades que realiza el hombre. La sociabilidad, el momento lúdico de la vida, con su apuesta por relaciones totalmente placenteras equilibra la sociedad frente al peso de relaciones constringentes propias de la socialización80, pudiendo propiciar a futuro la formación y posterior 79 “la naturaleza, en el mundo bosquesino, es parte de la sociedad y forma con ella una unidad sociológica que hemos llamado “socie-tureza”. Gasché, Jorge y Vela, Napoleón, Sociedad Bosquesina, Tomo II, pág. 242. 80 Como se ha dicho en el pie de página n°14. 58 institucionalización de subculturas. Su contenido es el placer que genera el estar juntos, construye ambientes contentos, gratificantes, sin más objetivos que el de disfrutar, pasar momentos gratos. La sociabilidad excluye todo tipo de interés que no sea solamente el placer de estar reunidos. La sociabilidad es una forma de interacción social que no apunta a ningún fin, carece de un plan ordenado. Simmel (2002), dice que “la sociabilidad, en su configuración pura81 no tiene una finalidad material, no tiene contenido ni resultado que estuviera, por así decir, fuera del momento sociable como tal”. La sociabilidad puede responder a necesidades e intereses, “Seguramente es el resultado de necesidades e intereses específicos si los seres humanos se juntan en asociaciones de culto o bandas de ladrones” (p. 82). Según Simmel la sociabilidad tiene que ver con impulsos (“impulso de sociabilidad”). Ese impulso le lleva a buscar constantemente relacionarse con otras personas Pero, más allá de estos contenidos concretos, todas estas socializaciones van acompañadas de un sentido por ellas, de una satisfacción por el hecho de estar socializado, por el valor de la formación de la sociedad como tal, de un impulso que tiende a esta forma de existencia y que es a veces el que primeramente provoca aquellos contenidos reales que sostienen una socialización en particular (Simmel; 2002, p. 82). 81 El capítulo III, de Cuestiones fundamentales de sociología, se titula precisamente, La sociabilidad (Ejemplo de sociología pura o formal) 59 Así como el impulso artístico está dotado de pureza, el impulso a la sociabilidad “da lugar al puro proceso de socialización, a la pura forma de conectarse libremente e interactuar recíprocamente los individuos entre sí” (Múgica y Flamarique, 2003, p. 42) Para algunos autores como Giner, (2001, p. 351); Quinteros, (2005, p. 5); Chapman; 2015, p. 5)82, la sociabilidad obedece a un deseo innato, propio de la naturaleza humana que busca relacionarse con otros. Desde la psicología Asch (1962) y Klineberg (1954), niegan causales naturales de sociabilidad, el primero además afirma que “…no poseemos órganos de sociabilidad” (Quintero, 2005, p. 5). Independiente de los círculos en donde se da la sociabilidad, esta es ajena al exhibicionismo material, la fama, la arrogancia, la soberbia, las distinciones, méritos y reconocimientos, la discriminación, excluye todos aquellos personalismos que puedan resentir al grupo, los momentos sociabilizantes se caracterizan por la frugalidad, por la sobriedad, por ser espacios de entendimientos espontáneos que refuerzan la seguridad de las identidades, las ideas y las creencias, por el solo hecho de estar juntos y contentos. En la sociabilidad no han de entrar las significaciones objetivas que la personalidad pueda poseer, aquellas que tengan su centro fuera del círculo actual; la riqueza y la posición social, la erudición y la fama, capacidades excepcionales y méritos del individuo no han de jugar ningún papel en la sociabilidad, o como mucho pueden dar un leve acento de aquel carácter 82 Quinteros menciona a los psicólogos Salomón Asch y Otto Klineberg, quienes descartan que la sociabilidad sea innata del ser humano. El primero, “sostiene la inexistencia de un impulso de sociabilidad en la conformación biológica de la especie humana, y propone más bien, la existencia de un interés social de los hombres por estar en consonancia con los otros. Además "…no poseemos órganos de sociabilidad" (Asch 1962, p. 36)”. Para el segundo, señala que la sociabilidad es algo no natural, sin embargo, reconoce las nefastas consecuencias que puede tener para un individuo que ha estado toda su vida en asociación con otros, una repentina completa privación de su sociabilidad (Klineberg 1954, p. 160). 60 inmaterial con el que únicamente se puede introducir la realidad en el artificio social de la sociabilidad. Lo mismo que estos elementos objetivos que rodean a una persona, también deben quedar suprimido lo más pura y profundamente personal en su función como componente de la sociabilidad: lo más específicamente personal de la vida, del carácter, del estado de ánimo, del destino, tampoco tienen un lugar en la sociabilidad. Es una falta de tacto - porque contradice al momento aquí exclusivamente dominante de la interacción- el traer consigo a una situación de sociabilidad sólo el estado de ánimo personal alegre o disgustado, la exaltación o la depresión, la luz y oscuridad de lo más profundo de la vida (Simmel, 2002, p. 85) La sociabilidad se presta a la exteriorización ya sea de manera directa o proyectándola hacia otros, de los temores y traumas, anhelos y expectativas, frustraciones y éxitos, es decir de todo aquello que por diferentes motivos se mantienen ocultos, son aireados en un ambiente de regocijo y gozo. Para expresar las relaciones lúdicas expuestas en la sociabilidad simmeliana, Maffesoli (1988), utiliza el concepto de socialidad83. Este autor construye una oposición entre lo social y la socialidad (sociabilidad), la primera se caracteriza por la racionalidad, la rigidez, el orden y la determinación, mientras que lo socialidad da cuanta de la importancia “de la imagen, de las pasiones, elementos todos que califico no como irracionales, sino como no racionales y que intervienen en la vida social”84. Para Maffesoli (2014), la postmodernidad 83 En este trabajo se entiende por socialidad a la predisposición de ciertas especies entre ellas los seres humanos al gregarismo, es decir a vivir agrupados, en el caso de estos últimos formando grupos sociales o comunidades, posibilitando interacciones de colaboración con fines de sobrevivencia y crecimiento. 84 Michel Maffesoli propone una sociología de lo cotidiano. Entrevista, De la masa al neoindividualismo. Gerard Imbert. El País. Paris. 1988. 61 hace que la socialidad tenga las características de la solidaridad orgánica, significando el regreso de las formas de solidaridad como son las nuevas formas de generosidad, el hacerse cargo del otro de forma horizontal, el vínculo social, entre otros85. 4. Simmel y Epicuro, el placer y la libertad Una de las características resaltantes de la sociabilidad es el placer. Parafraseando a Donati, se puede decir que la sociabilidad no busca el placer, es placer. El Diccionario de la lengua española86 define placer como agradar o dar gusto, denota que algo agrada o se aprueba. Para Nietzsche es “la satisfacción de la voluntad única”87, es la escenificación humana de lo dionisíaco, la embriaguez, la desmesura. Esta acepción nietzschechiana del placer de desbordante gozo, de ilimitado desenfreno, lo encarna Oscar Wilde, según el autor de la Introducción a El retrato de Dorian Gray. En un pasaje de dicha introducción el escritor es considerado “un dionisíaco exaltador de los goces del vivir, un fascinante -y fastuoso- apegado al paraíso terrestre, y un dilapidador gozoso, en intensidad de su propia vida”. Refuerza este concepto la frase “Yo nunca he buscado la felicidad. ¡Qué importa la felicidad! Yo he buscado el placer”, frase que según el autor de la introducción corresponde al neopaganismo, corriente que pone al placer delante de felicidad. Ubica a Wilde dentro del epicureísmo por su exaltada manera de vivir88. 85 Michel Maffesoli en FLACSO-México. Entrevista por Pablo Cuevas Valdés, con el apoyo de Daniel Gutiérrez Martínez y traducida al español por Carolina Muñoz Canto. Revista Estudiantil Latinoamericana de Ciencias Sociales. RELACSO – FLACSO, MEXICO. N° 5, 2014. http://relacso.flacso.edu.mx 86 https://dle.rae.es/placer?m=form 87 Friedrich Nietzsche, El nacimiento de la tragedia o Grecia y el pesimismo. Alianza Editorial, S. A., Madrid, Sexta reimpresión: 2004 http://juliobeltran.wdfiles.com/local-- files/cursos%3Aebooks/Nietzsche__El_nacimiento_de_la_tragedia__Ed_Alianza_B.pdf 88 Luís Antonio de Villena, Introducción. El retrato de Dorian Gray, Oscar Wilde, Editorial Planeta, 2003. España. http://relacso.flacso.edu.mx/ 62 Esta última afirmación está muy lejos de lo que el filósofo Epicuro entiende por placer, en la Carta a Meneceo se lee, “Y así como no elige en absoluto el alimento más abundante, sino el más agradable, así también no es el tiempo más largo, sino el más placentero el que disfruta”. El placer epicureano no es el dispendio ni la abundancia cuantitativa, es la riqueza de la calidad, es el goce con moderación, con frugalidad, es la ausencia de dolor. El sentido simmeliano del placer propio de sociabilidad está más cerca de Epicuro que de la desmesura. En su tesis doctoral Marx se fija en Epicuro mostrando especial interés en los movimientos del átomo que el pensador propone. A diferencia de loa atomistas Leucipo y Demócrito que estaban convencidos que los átomos poseían solamente dos movimientos, la caída y la repulsión, Epicuro adiciona un tercer movimiento, la declinación de los átomos cuando caen. Esta desviación de trayectoria “es semejante a la libertad” (Anzola, 2019, p. 86). Para este autor la desviación que menciona Epicuro no responde a ninguna necesidad, es absolutamente espontánea, no está planeada, es libre. Además, encuentra que para Marx el valor fundamental de Epicuro es el de presentar un hombre libre, espontáneo (Anzola; 2019, p. 90), independiente, sin ataduras ni presiones, que se desarrolla a nivel ético y social para encontrar la felicidad. A nivel ético considera que Marx ve en Epicuro “a un pensador que defiende al hombre en su integridad: al hombre libre e independiente que se desarrolla a nivel ético y social para encontrar la felicidad” (Anzola, 2019, p. 91). Marx ve en la mirada de Epicuro, por vez primera, la subjetividad humana y la llama la subjetividad monádica. Hay que recordar que en la Escuela del Jardín Epicuro enseñaba la filosofía a los esclavos y las mujeres. Videla (2001, p. 96), siguiendo a Marx señala que este movimiento es importante porque permite “entender tanto los cambios del mundo visible, la contingencia del universo, 63 cuanto la autonomía del sujeto, la libertad”, precisa, además que “Epicuro ha descubierto la ley de la subjetividad” (Videla, 2001, p. 97). 64 CAPÍTULO III: METODOLOGÍA 1. Tipo de investigación. La metodología a utilizar en el presente estudio será el del enfoque cualitativo, por cuanto se busca principalmente conocer loa sentidos de las formas de sociabilidad generada por la interacción de Arguedas con los trabajadores de la UNALM, y que ha permitido la construcción de un tipo de percepción/imagen en estos sobre la figura de Arguedas, así como las emociones y sentimientos presentes durante los momentos de sociabilidad. 2. Población y muestra. Nuestra población son los trabajadores de la UNALM. Para extraer la muestra se ha realizado un muestreo no probabilístico, llamado muestreo por conveniencia, seleccionándose a los entrevistados por estar convenientemente disponible. Procurándose comprender, no obstante, a los trabajadores administrativos también, para elaborar una imagen más cabal de Arguedas. En total se entrevistó a 10 personas. Previo a la entrevista a cada una de ellas se les decía que la información que brinden será para conocer los recuerdos que tenían sobre Arguedas para aportar a un trabajo de investigación de tesis donde los personajes principales son Arguedas y los trabajadores que tuvieron trato con él, o que le conocieron y escucharon a sus compañeros hablar de él aunque no lo hayan tratado. Las entrevistas procedieron con las personas que aceptaron voluntariamente participar del estudio. En el anexo N°1 se presentan las entrevistas con las fotos de cada uno de los participantes a excepción de aquellos que no quisieron que figure sus fotos. Adicionalmente se recogió información de algunas/os trabajadoras/es actuales que en su infancia, adolescencia y juventud vivieron con sus familias dentro de la universidad. La 65 información que brindaron se apoyó en sus recuerdos corroborando previamente con algunos hermanos mayores y si están vivos, padres y madres. Sus colaboraciones fueron voluntarias luego de saber para que se requería la información. 3. Técnicas de recolección de datos Fuentes primarias: Para realizar esta investigación se realizaron entrevistas semi estructurada, de carácter abierto y flexible, a fin de cumplir con el objetivo de la investigación. Fuentes secundarias: libros, artículos e investigaciones sobre el tema. Para las entrevistas lo primero que se ha elaborado son las guías de entrevistas, que se adjunta, para posteriormente localizar a los entrevistados, no obstante, el aislamiento físico que nos tocó debido a la pandemia. Estas entrevistas sirvieron para complementar algunas otras que previamente se habían realizado. Guía de entrevistas • Nombre del entrevistado • Lugar de nacimiento • Ocupación – actividad que desarrollaba • ¿Cómo conoció a JMA? • ¿Cómo era, cómo lo veía Ud., cómo lo veían sus amigas/os? • ¿En qué idioma conversaba con las/os trabajadoras/es? • ¿Qué es lo que más recuerda de él? 66 • ¿Tiene alguna anécdota o algo que le haya llamado la atención? • ¿Puedo citar su nombre? 4. Análisis de datos Se empleó el método hermenéutico en el análisis de las entrevistas, que consiste en encontrar el sentido y el significado de los datos brindados por los entrevistados. Así mismo se empleó la teoría emergente que consiste en categorizar a fin de encontrar regularidades en los datos de tal manera que podamos analizarlos. Se han extraído significados de los datos recopilados mediante las entrevistas. Lo primero que se ha realizado es transcribir las entrevistas grabadas, luego se ha realizado una primera organización de los datos de acuerdo a las unidades significativas que se han podido extraer. Estas unidades significativas han sido codificadas y etiquetadas y fueron organizados por categorías. Una vez categorizados fueron sujeto de análisis e interpretación. 5. Matriz de operacionalización de variables No ha sido pertinente por cuanto no se ha trabajo con variables sino con categorías. Las variables son más propias de las investigaciones cuantitativas, mientras las cualitativa utiliza las categorías. 67 CAPÍTULO IV: HALLAZGOS. 1. El hermano con terno. El sub título lo tomo prestado de uno de los entrevistados. Refleja el sentimiento reciproco entre Arguedas y los obreros. En algún momento escucharon que decía que era un trabajador con terno, el ingenio influenciado por el profundo sentimiento de aprecio que lo tenían hizo que lo llamaran “hermano con terno”. Presentamos los hallazgos producto de las entrevistas. 2. La UNALM en la época de José María Arguedas como profesor. La Universidad Nacional Agraria La Molina se crea el año 196089 sobre la base de la Escuela Nacional de Agricultura. Ese mismo año se crea la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales que más adelante cambió a Ciencias Sociales y luego a Economía y Planificación. Nelson Manrique, que en ese tiempo era estudiante de la UNALM, comenta que la universidad estaba muy vinculada a la Sociedad Nacional Agraria (SNA). Este “frente gremial de los terratenientes”, como lo denomina, solía ser dirigido por ex rectores de la UNALM90. De acuerdo al mismo autor se puede destacar tres aspectos que revivían permanentemente el mundo rural andino en el centro de estudios: las instalaciones que pertenecían a una antigua hacienda como fue La Molina, la presencia de numerosos estudiantes migrantes; y los cerca de dos mil trabajadores obreros, de los cuales “más o menos el 90% eran migrantes ayacuchanos”91, enviados por sus propias comunidades con la misión de capacitarse en determinadas especialidades para luego retornar a sus pueblos92. 89 http://www.lamolina.edu.pe/portada/acerca/res_historica.htm 90 Manrique Nelson, Pensar que otro futuro es posible. En “Arguedas y el Perú de Hoy”. Carmen María Pinilla (Editora General). Gonzalo Portocarrero/Cecilia Rivera/Carla Sagastegui (Editores). SUR Casa de Estudios del Socialismo. p. 48. 2005 91 Ibid. p. 49 92 “Los más codiciados eran la maestranza de los vehículos y los comedores”. Ibid. p. 49 68 En una entrevista que le hace Julio Alfaro93, Manrique amplía la visión rural andina de la universidad Agraria al precisar que funcionaba con una lógica de hacienda: “tiene sus enganchadores, contactos, en determinadas comunidades, hay una gran vinculación entre determinadas comunidades y la hacienda tal”. Inclusive señala que algunas comunidades alimentaban de trabajadores a la universidad. Este paisaje rural andino se veía reforzada por la presencia permanente de los trabajadores no solo en horas de trabajo si no también fuera de ella ya que tenían sus viviendas dentro del campus94. El fuerte apego de los trabajadores a sus tradiciones musicales hizo que tomaron por asalto el auditorio de la universidad para escuchar un concierto del guitarrista huamanguino, Raúl García Zarate, por quien Arguedas guardaba mucha consideración además de tener una alta valoración a sus músicas, según el mismo entrevistado. De lo anteriormente señalado se puede colegir que la cultura andina expresada en la música mantenía fuerte vitalidad entre los trabajadores. En el mundo andino el trabajo no es un castigo, tiene otro fundamento, totalmente alejado del ascetismo que contribuyó al desarrollo del capitalismo en Europa occidental. Portocarrero señala que entre los migrantes andinos: “el culto al trabajo tiene otro fundamento que aquel que la ética protestante proporcionó al capitalismo europeo. La reforma protestante santificó al trabajo, pero desarraigó el horizonte de la fiesta, la alegría pasó a estar contaminada por la culpa. El esfuerzo austero se convirtió en el eje de la vida y la clave de la salvación. En los Andes centrales el vínculo entre trabajo y fiesta ha conservado una vitalidad visible en las celebraciones patronales y en 93 En el mes de junio del año 2021 94 Las agrupaciones de viviendas eran cuatro formando especie de barrios, tres de las cuales tenían el nombre del lugar donde estaban instaladas, el Vivero, la Ranchería, el Patero, y la Baticueva. 69 los conciertos populares. Estamos lejos de la fiesta sin trabajo propia del mundo rentista, pero también lejos del trabajo sin fiesta que caracteriza al protestantismo. La perspectiva de una laboriosidad alegre y colectiva es un legado de la antigüedad peruana que debemos agradecer, y valorar como uno de los fundamentos de nuestra emergente peculiaridad nacional.” (Portocarrero, 2014)95 Este ambiente rural descrito líneas arriba es el que acoge a Arguedas cuando llega a la UNALM en el año 1961. Existen testimonios de ex profesores y ex estudiantes de la universidad recopilados por Alfaro que dan cuenta de hasta tres formas de cómo Arguedas permanentemente mostraba lo importante que eran los trabajadores de la universidad y su interés por ellos. Una primera forma era, como lo señala el profesor Azril Bacal, haciendo notar insistentemente su preocupación por ellos en los Consejos de Facultad, cenáculo de profesores y estudiantes abocados a discusiones más administrativas que académicas invisibilizando la situación de los trabajadores. En ese contexto Arguedas era una rara avis. Para Bacal, Arguedas creaba comunidad, una comunidad molinera formada por profesores, estudiantes y trabajadores. Alberto Gonzáles, recordando a su ex profesor, es de la misma opinión, “para Arguedas la universidad era una comunidad de docentes, trabajadores y estudiantes”. (Entrevistas proporcionadas por Julio Alfaro) Una segunda forma era en el plano académico, invitaba a los trabajadores a las aulas para que transmitan sus experiencias a los estudiantes, Gonzáles recuerda que en las clases de Arguedas “había personas de la Asociación de Trabajadores”, pero también solía llevar a los 95 Andes milenarios por Gonzalo Portocarrero. Columna, diario El Comercio. 30/07/2014. https://elcomercio.pe/opinion/columnistas/andes-milenarios-gonzalo-portocarrero-346778-noticia/?ref=ecr 70 estudiantes a las parcelas donde estaban los trabajadores para que conversen no solamente temas técnicos sino sobre sus experiencias, sus vivencias. Esta práctica contribuía a su permanente propósito -frustrado por su muerte- de formar una comunidad96. En la UNALM al juntar a los tres elementos de la vida universitaria, profesores, estudiantes y trabajadores y que tiene que ver con la tercera forma que lo resume el profesor Solari “fomentaba la relación de alumnos con los propios trabajadores”. En esa misma línea Bacal notaba que Arguedas buscaba que los estudiantes se integren con los trabajadores animándolos a acercarse a ellos “por ejemplo, enseñando temas que le interesaban al pueblo, como la sexualidad o educación sexual”, abriendo la posibilidad de orientar de una manera horizontal en determinados temas a los campesinos dentro de la propia universidad. Estas afirmaciones que son corroborados en la entrevista mencionada por otros profesores, inclusive por su esposa97 se desarrollaban en el marco de una estrategia múltiple de formación profesional como es el complementar la teoría dada en aula con la práctica en campo, para la recuperación de los saberes campesinos andinos, para aportar en la formación humanística de los futuros profesionales y finalmente buscando reforzar la vitalidad de la cultura andina, esa vitalidad que se expresa en la comunidad. 96 Hace referencia a todos los actores sociales que dan vida a la comunidad universitaria de la UNALM. “Toda vida de conjunto, íntima, interior y exclusiva, deberá ser entendida, a nuestro parecer, como vida en comunidad”. Ferdinand Tönnies, Comunidad y Sociedad. Ed. Lozada. Bs. As. 1947.p. 19-20. file:///C:/Users/PC/Downloads/Comunidad_y_Sociedad_Ferdinand_Tonnies_p.pdf 97 Ratto, “Aconsejaba a los alumnos que se vincularan con los trabajadores de la universidad, que la mayoría de ellos eran también campesinos”; Samaniego, “La universidad tenía en ese entonces muchos inmigrantes ayacuchanos y le gustaba conversar con ellos, eran trabajadores, empleados y conserjes. Conversaba con ellos en quechua…”; Sibyla (esposa), “…le gustaba comunicarse especialmente con los trabajadores porque conversaba en quechua”. Edmundo Murrugarra entrevistado por Alfaro en el año 2004, dice “Para Arguedas la universidad era una comunidad de docentes, trabajadores y estudiantes, quienes deberían tener un acercamiento con los trabajadores, tal como lo hacía él mismo” 71 El trato entre estos dos actores sociales no era ajeno a un sector de docentes y estudiantes quienes contemplaban la excelente relación que tenían, los más perspicaces se sorprendían por la cordialidad y el afecto con que se trataban. Andrés Solari, uno de los ex estudiantes entrevistado por Alfaro testimonia el alto nivel de empatía que había entre ellos, así como la sorpresa que le causó observar esa afectuosa y estrecha relación. Comenta que habiendo encargado hacer una cama al carpintero de la universidad, mientras conversaban vio aparecer a Arguedas quién iba expresamente a visitar al carpintero, quedando gratamente sorprendido por “el cariño con que se saludaron, el trato fino entre ellos y la conversación tan amable que tuvieron…”98.(Alfaro, 2005, p. 200) El deseo de formar comunidad en la UNALM hay que buscarlo en el significado menos teórico y en su experiencia de lo que es una comunidad andina en Arguedas99. La comunidad es el núcleo de la cosmovisión100 andina. En esta el hombre y la naturaleza forman una unidad inseparable perpetuamente y promueve una forma de vida que pone por delante la búsqueda de la felicidad a partir de los principales valores comunitarios: la solidaridad, la ayuda mutua y la reciprocidad. Portocarrero101 encuentra que, para Arguedas, 98 Alfaro, Julio. La Universidad Según Arguedas. En “Arguedas y el Perú de Hoy”. Carmen María Pinilla (Editora General). Gonzalo Portocarrero/Cecilia Rivera/Carla Sagastegui (Editores). SUR Casa de Estudios del Socialismo. p. 200. 2005. 99 “Arguedas tuvo un conocimiento de la realidad social fundado en su experiencia directa, en sus vivencias, en su capacidad de observación y de identificación con la gente y en sus aptitudes para la comprensión del mundo social”. Carmen María Pinilla. ARGUEDAS: CONOCIMIENTO Y VIDA. PUCP. 1994. p. 31 100 Es bastante común presentar a la cosmovisión como sinónimo de racionalidad. Para Peña Cabrera, la primera es una intuición de la totalidad, la segunda es un proceso, ambos se condicionan mutuamente. “Racionalidad occidental y racionalidad andina”. Antonio Peña Cabrera. Cuadernos de Investigación en CULTURA Y TECNOLOGIA ANDINA, Nº 2. Edición: CIDSA – PUNO. 1992. p. 6. 101 Portocarrero (2005). Luchar por la descolonización sin rabia ni vergüenza: el legado pendiente de José María Arguedas. En “Arguedas y el Perú de Hoy”. Carmen María Pinilla (Editora general). Gonzalo Portocarrero/Cecilia Rivera/Carla Sagastegui (Editores). SUR Casa de Estudios del Socialismo, p. 40-41. 72 “la gran herencia del mundo andino es la vivencia de la comunidad con la potenciación del ánimo que ella produce. No hay otro camino a la felicidad que el romper las fronteras del yo, que el encuentro con otro cuerpo. La comunidad es una forma de socialidad que impide tanto la competencia individualista como el ejercicio sádico del poder. Por tanto, la arrogancia y la envidia, de un lado, y la crueldad y el resentimiento, del otro. Para Arguedas la vivencia de comunidad es recurrente en el mundo andino. Las instituciones comunales fomentan este tipo de socialidad. Aquí está la fuerza del mundo indígena, su capacidad de “mover montañas”. Esta capacidad ha permitido que el mundo andino resista el “acorralamiento” del gamonalismo. Mas, desde luego, en las comunidades libres que en las haciendas. […] En todo caso Arguedas parece confiar en la disposición comunitaria. No importa que los comuneros se transformen en migrantes puesto que ellos podrán rehacer vínculos comunitarios en sus nuevos entornos. La cultura andina no será desvirtuada”. (Portocarrero, 2005, p. 40) La comunidad es una forma de vida donde elementos heterogéneos alcanzan armonía en sus vidas en común, es el ámbito de la democracia (Gasché y Vela, 2011, p. 1714)102, del respeto, la reciprocidad de la liberación de las emociones y sociabilidad permanentes. la comunidad es importante por ser una institución donde se generan normas y manejan conflictos. No es un barrio cualquiera de un distrito, no es un 102 Democracia activa la denominan Gasché y Vela a la “dinámica de la convivencia cotidiana de todo comunero. Su experiencia práctica es la de la vivencia diaria, ella “llena el tiempo vivencial” con libertad personal, respeto del otro y gestos de reciprocidad y generosidad que cumplen con la exigencia de igualdad y justicia, y garantiza la satisfacción gustosa, placentera de la movilidad, la sociabilidad y el consumo. En Sociedad Bosquesina. Tomo II. p. 171 73 pueblo joven, sino un ámbito que reúne personas articuladas que quieren vivir en paz, con responsabilidades mutuas y normas de convivencia. Son entidades donde se ejerce ciudadanía, eso que justamente falta en grandes ciudades como Lima en la que el que tiene poder (que puede ser dinero, influencias políticas o un vehículo más grande que su contendor) atropella al otro, en sentido literal y figurado, para hacer prevalecer sus intereses (Chirif, 2015)103. 3. Imágenes de José María Arguedas desde los trabajadores Las imágenes que se presentan son el resultado de las interacciones sociales que se dieron entre Arguedas y los trabajadores. Para Simmel las interacciones son las formas como las personas se relacionan entre sí. Este pensador presta tanta importancia a las interacciones que la convierte en el núcleo de su sociología (Giner, 2001, p. 352). De esta manera se puede afirmar que las interacciones son la raíz de la sociedad, “La sociedad… solo es la síntesis o el término general para la totalidad de esas interacciones específicas… La sociedad es idéntica a la suma total de esas interacciones. (Simmel, 1978, como se citó en Ritzer, 1993, p. 308)104. Ciertamente, otro autor que tiene mérito en el estudio de las interacciones es Goffman, que define las interacciones como aquella situación que se da “exclusivamente en las situaciones sociales, es decir, en las que dos o más individuos se hallan en presencia de sus respuestas físicas respectivas (Goffman, 1991, p. 173)105. 103 Alberto Chirif. (2015). La mermelada de De Soto. https://www.servindi.org/actualidad/135351 104 “Entre los teóricos clásicos que se interesaron por la interacción social como nivel de la realidad social, se encuentran Durkheim, Simmel, Schutz y Mead. La sociología contemporánea profundizó en lo relacionado a la interacción, lo cual se puede apreciar en el funcionalismo estructural de Parsons, Blumer, Berger y Luckmann”. “Las teorías de la interacción social en los estudios sociológicos”. Dunia Pino Bermúdez y Yanet Alfonso Gallegos. Universidad de Cienfuegos. Cuba. 2011. https://www.eumed.net/rev/cccss/14/pbag.html 105 Goffman, Erving (1991), “El orden de la interacción. En Goffman, Erving, Los momentos y sus hombres. Ed. Paidós, Barcelona, p.173 74 Del análisis de las entrevistas de las interacciones entre Arguedas y los trabajadores que se realizó para este trabajo, se pueden construir tres imágenes que no son necesariamente excluyentes y que las identificamos como psicológico, personal y profesional. 4. Imagen psicológica. Hace referencia a las expresiones de los trabajadores sobre ciertos rasgos de Arguedas que puede corresponder a la dimensión psicológica. En la universidad había dos sectores de trabajadores, los empleados que desempeñaban labores administrativas y los obreros. Se conoce que con los primeros Arguedas mantenía relaciones mayormente formales, vinculadas a las actividades académicas. Para este sector era una persona modesta, nada fuera de lo común, poco comunicativa, parca, melancólica. Lo que sigue son los comentarios de una ex secretaria de la Facultad de Economía cuya oficina quedaba junto a la de Arguedas. El Dr. Arguedas era un profesor más de Ciencias Humanas y Sociología; era un profesor común y corriente, no llamaba la atención, era como lo que se conoce de perfil bajo, no ostentoso, sencillo. Nunca le vi furioso, malhumorado, tampoco le vi alborozado, muy alegre, reírse a carcajadas, efusivo. (Nancy Estrada-secretaria) La secuencia de adjetivos nos presenta a una persona discreta, que evitaba la figuración, que prefería la mesura, manteniendo el equilibrio emocional. En su recuerdo la entrevistada manifiesta que “nunca le vi furioso, malhumorado, pero tampoco le vi alborozado, muy alegre, reírse a carcajadas, efusivo” (Nancy Estrada. Secretaria). Este comportamiento moderado generaba en ella la imagen de una “persona triste” que cuando lo veía le “daba pena”. 75 Debido a ese perfil bajo pocas personas del círculo administrativo a excepción de las de la Facultad de Economía lo conocían Mis compañeras de otras Facultades, no le conocían. Me parece que era más conocido por la gente de ciencias sociales (Nancy Estrada. Secretaria). La imagen que perdura entre los obreros, salvo pequeñas coincidencias con la de la administrativa es totalmente diferente. Ellos veían su rostro normal, de semblante serio, su cara engañaba, no era rabioso. Tampoco notaban tristeza en su rostro, es más, aseguran que nunca lo vieron triste, todo lo contrario, era muy alegre, para algunos entrevistados su alegría se reflejaba en el rostro. Mientras a la secretaria la sencillez, el perfil bajo, le ocasionaba sentimiento de pena, para los obreros era signo de humildad, una humildad asociada al mundo andino “como serrano era humilde, amable” (Maximiliano Urbano). 5. Imagen personal y profesional La imagen personal es la forma cómo Arguedas era percibido por los trabajadores. Estos construyeron una imagen tomando en cuenta la apariencia física, la vestimenta, los gestos, el uso del idioma y el comportamiento, que habiéndolo internalizado lo exteriorizan espontáneamente cuando es requerido. Por imagen profesional se entiende la percepción que tenían los obreros de Arguedas como profesional, principalmente como profesor universitario. Los recuerdos resaltan reiterativamente la alegría, la empatía, el desprendimiento, la horizontalidad en el trato y el compromiso por defender la cultura de las comunidades andinas y dentro de ellos el idioma quechua. Para los obreros su sola presencia transmitía 76 alegría. Sin embargo, mencionan también su oposición expresada abiertamente por el abuso de los profesores contra ellos. En cuanto a la imagen profesional, los entrevistados concuerdan en que fue muy buen profesor, amante de las prácticas de campo ya sea dentro de la universidad como en otros lugares del país, “le gustaba los viajes, salía a provincias con los alumnos, me acuerdo que se iban a Huaraz” (Armando Quispe). Mencionan también que escucharon a los estudiantes decir que era buen profesor, corroborando sus apreciaciones. 6. Los valores de José María Arguedas. Reconociendo que no abarcamos todo lo que expresan los entrevistados identificamos algunos valores que se ajustan al termino hermano. a. Fraternidad, definida por la RAE como “perteneciente o relativo a los hermanos”, enfatiza la hermandad, donde prima el buen trato, la camaradería, la tolerancia, sobre la unión de las personas se construye relaciones amistosas, orientadas a compartir. Arguedas es un militante de la fraternidad, Gustavo Gutiérrez, lo ve persiguiendo obstinadamente el mito de la “fraternidad de los miserables”, que es el terror de los hacendados (Gutiérrez, 2014)106. Las entrevistas revelan que Arguedas veía a los obreros como hermanos. Sentimiento que no ocultaba haciéndoles saber en determinados momentos107; más que paisano andino lo consideraban un hermano. Parece ser que este trato corresponde a su aprecio por la vida en comunidad. 106 Gutiérrez, Gustavo. (2014). Entre las Calandrias. Un ensayo sobre José María Arguedas. Biblioteca Nacional del Perú. 2014. 107 Hasta ahora no hay registros de un trato parecido a los estudiantes, menos aún a los profesores. 77 Su muerte fue perder a un gran amigo, … fue perder a un hermano, ¿por qué hermano?, porque alguna vez eso dijo, que éramos hermanos, ¿en quechua?, yo le escuché en castellano, pero seguro que también habrá dicho en quechua. Además, así le sentíamos los trabajadores, como un hermano. ¿Cómo un hermano con terno?, si, como un hermano con terno (Víctor Olmedo). Un día le escuché decir que somos hermanos, pero había hablado en quechua, wayque. (Herminio Pérez). … era diferente, no era como otros profesores que a veces tenían trato diplomático, pero mantenían distancia con los obreros, dijo, que éramos hermanos, le sentíamos los trabajadores como un hermano (Víctor Olmedo). ¿Cómo lo recuerdo?, como un gran amigo que nos buscaba para conversar, un hermano mayor (Herminio Pérez). Era un profesor que nos trataba bien, había otros que nos maltrataba. (Saturnina Coronado). b. Afecto, las entrevistas demuestran el profundo aprecio que sentía Arguedas por los obreros que en ocasiones llegaba a la identificación. Ese aprecio era retribuido por los trabajadores. Para Ortiz (2002)108, los andinos son personas ajenas a las demostraciones públicas de afecto, “Cuanto más privada es la circunstancia, más afable es la relación”. Las entrevistas nos entregan un Arguedas que va a contracorriente de lo afirmado por Ortiz. Abiertamente se identificaba y compartía 108 Ortiz, Rescaniere, A. Carnaval y humor andinos. Anthropologica, 20(20), 293-308. https://doi.org/10.18800/anthropologica.200201.017 78 las tristezas y alegrías de los obreros, se ponía en la situación de ellos. Considerarse como un trabajador (obrero) vestido con terno le permitía consolar a la vez que era consolado, para conseguir el afecto tenía que darlo, buscaba dar y recibir afecto. Posiblemente no era visible para el observador criollo/mestizo, no así para los campesinos migrantes andinos con quienes interactuaba en la universidad, ellos si demostraban públicamente el afecto. Montoya (1995, p. 33), reconoce que tanto Arguedas como los obreros no ocultaban el afecto, “José María era la persona que reclamaba el derecho de contar con un afecto a partir del afecto que él ofrecía”109, la búsqueda de obreras no solo era para conversar, dar rienda suelta al humor y chacchar coca, también era para dar y recibir afecto como dice Montoya. La sociabilidad es también el intercambio de afecto. En una ocasión un compañero me dijo que se encontraron con Arguedas, se saludaron con el doctor, él se paró a conversar, ellos estaban incómodos porque estaban sucios, con sus ropas de trabajo, ahí dice que fue que el doctor les dijo que él era un trabajador más, igual que ellos, pero con terno (Víctor Olmedo). …era un profesor que se acercaba a nosotros, a veces ponía sus manos en nuestro hombro. (Herminio Pérez) era un trabajador más, pero con terno, así le considerábamos (Víctor Olmedo). era una persona normal, parecía serio, siempre le he visto con terno, por algunos compañeros de trabajo sabía que era alegre, que daba buen trato a los 109 Montoya Rodrigo, Desgarrado, pero vital. En “Arguedas siempre”. UNALM/TAJMA. Editora Nilda Varas. 1995. 79 trabajadores, que se reunían para conversar, que también tocaba algo de música (Rolando Jauregui). Cuando murió, todos estábamos tristes, si era nuestro hermano… su muerte me sorprendió… estuve en su velorio, le acompañamos muchos trabajadores junto con los estudiantes, también le hemos acompañado hasta el cementerio (Herminio Pérez). Nos sorprendió su muerte, qué íbamos a pensar que iba a morir de esa manera… En su velorio estábamos los trabajadores… en distintos momentos, yo estuve varias horas acompañando su cuerpo, era el hermano que ha muerto. Le acompañamos junto con los alumnos, hasta el cementerio. Es que, de nuevo te digo, él tenía una relación muy estrecha con nosotros (Víctor Olmedo). c. Solidaridad y generosidad, es la disposición de ayudar a los demás sin intenciones de sacar beneficios, es decir de manera desinteresada. Frente al acentuado maltrato por parte de algunos profesores a los trabajadores,110 reconocen la presencia de estos valores en el actuar de Arguedas que lo sentían como actitud de defensa y protección hacia ellos, más aún cuando criticaba ese comportamiento de sus colegas asociándolo al maltrato de los patrones a los indios en el mundo andino. Por otro lado, rechazaba también los maltratos de los trabajadores hacia sus colegas, mostrando aprecio por las personas que compartían su punto de vista. 110 Descendientes de estos obreros que trabajan actualmente en la universidad corroboran con mucha discreción esta información. 80 No les gustaba el maltrato a los obreros, había profesores que trataban mal a los obreros, tampoco les gustaba el maltrato que daban los patrones a los peones, a los campesinos… él decía que en la sierra los patrones maltrataban a los campesinos. (Víctor Olmedo). En una oportunidad estando en su oficina el Dr. Arguedas, escuchó que una de mis colegas me preguntó con ciertos aires de desprecio por el conserje, se incomodó mucho por ese trato, cuando se dio cuenta que le respondía a mi colega que no debe referirse de esa manera, que el conserje es un compañero de trabajo igual que nosotras, me preguntó de dónde era y me felicitó, porque -me dijo-, usted es una persona que no hace distinción entre las personas y que el trabajador merece ser tratado bien. (Nancy Estrada. Secretaria) El Dr. Arguedas, no estaba de acuerdo en clasificar a los trabajadores en obreros y empleados, decía que ahí está mal la universidad, que todos eran trabajadores, que no se puede actuar de esa manera como si la universidad fuera de gamonales. (Nancy Estrada. Secretaria). Una vez intercedió ante las autoridades por unas trabajadoras viudas, querían que les mejorarán sus condiciones de trabajo, les llegaron a mejorar. (Guillermo Pérez). Era una buena persona, era muy servicial, ¿con nosotros?, si, pero también con los alumnos (Armando Quispe). 81 …por lo menos en una oportunidad él es quien trajo a los danzantes de tijeras para la festividad (se refiere a la festividad de “La Santísima Cruz”, que se celebraba en la UNALM) (Maximiliano Urbano). Para la secretaria entrevistada un rasgo de solidaridad y generosidad encuentra en el obsequio que le hizo de una de sus obras, ella supone que fue por ser amable con él A mí me regaló un libro autobiografiado, no recuerdo el nombre, lo leí, me pareció muy fuerte, le regalé a mi hermano mayor a quien si le gustó porque después de leerlo compró otras de sus obras. Pienso que me regaló porque yo era amable con él, le invitaba café, algunas veces de manera amable me decía que no quería. (Nancy Estrada. Secretaria) Valoraba mucho a las mujeres, en Los Ríos Profundos, en el capítulo El Motín, describe con mucho detalle las actitudes de las mujeres frente a la codicia de los poderosos, presenta a doña Felipa como una líder sabia, capaz de poner orden en medio de los laberintos, a la vez muy humana, cuando de compartir algo se trata no olvida a los más necesitados. Cuando las mujeres salen con las mulas cargadas de sal con dirección a Patibamba, todas dan vivas a la lideresa, doña Felipa, esta “no se había olvidado de los indefensos, de los “pobres” de Patibamba. Con la violencia del éxito ninguna otra se había acordado de ellos”111. En la UNALM, mostraba abiertamente cierta predilección por conversar con las mujeres obreras, por eso muchas veces sus paseos fuera de su oficina los orientaba directamente a encontrarse con ellas. Además, les prestaba apoyo como en el caso de las viudas que se mencionó líneas arriba. 111 Arguedas, José María. (1988). Los Ríos Profundos. Pág. 95. 82 Le gustaba caminar, salir de su oficina a conversar con las trabajadoras que estaban barriendo, que trabajaban en parques y jardines, ellas no se acercaban, él era el que se acercaba a conversar con las trabajadoras, hablaban en quechua, le gustaba más conversar con las mujeres, siempre llevaba coca que compartía con las señoras, la mayoría de esas señoras ya han fallecido. (Armando Quispe). … hablábamos de nuestros lugares, de las canciones, los bailes, las fiestas, las chacras. Buena persona. (Saturnina Coronado) Recuerdan su gusto por la música, los bailes andinos, tanto en las conversaciones “hablaba…de las canciones, los bailes, las fiestas”, como con el entonamiento de instrumentos musicales, señalan que “le gustaba la música, tocar instrumentos”, un entrevistado especifica los instrumentos, “tocaba guitarra, quena y zampoña cuando se reunía con sus amigos (se refiere a los obreros) en las kermeses que organizaba la universidad ”, otro entrevistado refiere “Yo le he visto tocar guitarra y hasta quena, también cantaba bonito”, asegurando que le ha escuchado cantar bien. En ocasiones parece que ensayaba algunos pasos de baile “a veces zapateaba un poquito cuando escuchaba un huaynito”. Pero también apreciaba las músicas de España como lo recuerda una entrevistada “le gustaba también la música española”. La comunicación con los obreros se daba en idioma quechua, permanentemente mostraba preferencia por el uso de este idioma. Daba mucho valor a esta lengua porque, les decía a los obreros, “era una riqueza y una necesidad”, “que no se podía entender nuestra realidad si no se sabía quechua”. Las conversaciones siempre alegres giraban en torno a los lugares por donde había transitado y/o vivido, Abancay, pero mayormente de Ayacucho, Puquio, donde 83 dijo que “ahí había vivido”, demostrando que conocía bastante a la gente de la sierra, sus canciones, comidas, hasta sus vestimentas. El uso de este idioma se debe para un entrevistado a que “tal vez porque nosotros éramos más de Ayacucho, por eso hablábamos en quechua, nos reíamos bastante”. 7. El humor. Notas Entre las manifestaciones humanas cuya aparición siguen siendo incógnitas está el humor. Sin embargo, se puede afirmar que desde tiempos inmemoriales acompaña a la especie humana habiendo evolucionado con ella. Su extrema complejidad impide tener una definición precisa, así lo entiende Pabón (2020)112, al escribir su tesis precisamente sobre el humor menciona que autores con enfoques diferentes como “Escarpit (1962), Fernández (1988) y Blaistein (1992) concuerdan en que definir el humor es difícil e incluso la idea de encontrar una definición que pueda explicar el humor en toda su complejidad resulta imposible”. Esta dificultad es notoria en la diversidad de acepciones que le asigna el DRAE que van desde “genio, índole, condición, especialmente cuando se manifiesta exteriormente”, “cada uno de los líquidos de un organismo vivo”, “estado afectivo que se mantiene por algún tiempo”, incluyendo también la jovialidad y el humorismo. 113 En la mitología griega el personaje que representa el humor es el Momo. Se le atribuye comportamientos cargados de bromas, burlas, ironías, es decir todo aquellos que pueda significar críticas tanto a los hombres como a los dioses. Por atacar a estos últimos fue 112 Pabón, Juan. (2020). El Humor Una aproximación conceptual a partir de los aportes de teóricos y humoristas en distintos momentos de la historia. Trabajo de Grado para optar por el título de Comunicador Social Campo profesional Producción Radiofónica y Producción Audiovisual. Pontificia Universidad Javeriana. Bogota. https://repository.javeriana.edu.co/bitstream/handle/10554/55292/TG- Pab%C3%B3n%20Rodr%C3%ADgez,%20Juan%20David.pdf?sequence=3 Recuperado 9.9.23 113 https://dle.rae.es/humor https://repository.javeriana.edu.co/bitstream/handle/10554/55292/TG-Pab%C3%B3n%20Rodr%C3%ADgez,%20Juan%20David.pdf?sequence=3 https://repository.javeriana.edu.co/bitstream/handle/10554/55292/TG-Pab%C3%B3n%20Rodr%C3%ADgez,%20Juan%20David.pdf?sequence=3 84 expulsado del Olimpo, pero sin perder sus cualidades divinas. Dentro de la constelación de divinidades griegas el Momo podría ser considerado el más humano114. Entre los pensadores griegos sobresale el atomista Demócrito, mencionado en el capítulo anterior de este estudio, conocido también como el filósofo risueño por su talante humorístico, su aprecio por la alegría era tanto que llegó a considerar al humor como el objetivo de la vida despertando la ira de Platón que propuso quemar sus libros tal como lo refiere Diógenes de Laercio 115: “…Platón quiso quemar los escritos de Demócrito en bloque, todos cuantos lograra reunir, pero que Amiclas y Clinias los pitagóricos, le disuadieron, diciendo que no obtendría ningún provecho; pues sus libros ya estaban en manos de muchos. Y es inverosímil tal acción. Platón, que menciona casi a todos los filósofos antiguos, en ningún lugar cita a Demócrito, ni siquiera donde debería contradecirle, evidentemente porque sabía que se enfrentaba al mejor de los filósofos”. Otro pensador como Aristóteles, en su obra “Retórica”, propone al humor como una técnica para captar la atención y la simpatía del público, y como un paliativo para la tensión. Citando a Gorgias señala 114 El Rey Momo: La historia de un dios caído del Olimpo, burlón y trasgresor. Perfil. 13 octubre 2023. https://www.perfil.com/noticias/actualidad/rey-momo-historia-dios-caido-olimpo-burlon-transgresor.phtml 115 De los Reyes, David (2013). DEL HUMOR Y LA RISA EN LA FILOSOFÍA GRIEGA ANTIGUA. Revista Filosofía Nº 24. Universidad de Los Andes. Mérida-Venezuela, 2013 / ISSN: 1315-3463. Página 30 85 En cuanto al recurso a la risa, dado que parece tener cierta utilidad en los procesos y que Gorgias afirmaba -y hablaba con razón- que se debía refutar la seriedad de los oponentes con la risa y su risa con la seriedad, en la Poética quedó dicho cuántas clases de recursos a la risa hay, de los cuales unos son apropiados para un hombre libre y otros no, de modo que deberá usarse el que sea apropiado para uno mismo. La ironía es más adecuada para el hombre libre que la payasada, pues quien practica la primera lo hace para su propio divertimento, mientras que el payaso busca el de los demás (Aristóteles, 2009, p. 314) Personajes como Mijail Bajtín y Bertolt Brecht, coinciden en el rol subversivo que puede tener el humor. Para el primero, es una forma de comunicación que se da en contextos de inversión de todo lo establecido formalmente, es la desacralización de la seriedad y la ambigüedad propia de la comunicación. El segundo es consciente de que el humor es un medio para hacer reír, pero considera también que tiene un rol cuestionador del status quo y promotor de la conciencia social. En el mundo andino, el personaje mitológico humorista, bromista y causante de la diversión es el Achura, seres de reducido tamaño, casi diminutos poseedores del humor, la alegría y las bromas, que lo transmiten en la vida cotidiana en los lugares donde se presenten. En la Amazonía tiene dentro de su mitología al Chullachaqui116 como el representante del humor, se le identifica como un duende o demonio del bosque que imita a las personas en sus actos 116 Conocido también como Shapshico y Yashingo. 86 y apariencias con fines burlescos o seductores. Sus principales víctimas son las/os chacareras/os, madereros, leñadores y las poblaciones bosquesinas. En otro contexto, como el limeño, Martuccelli (2015), encuentra que el humor es uno de los elementos de la cotidiana sociabilidad limeña contemporánea, se caracteriza por dejar de lado la jovialidad, la agudeza117 para dar paso a la burla cruel y a la humillación de la víctima, es la consolidación efímera del prestigio individual del victorioso luego de haber destrozado la autoestima del perdedor. En este tipo de humor que se produce en el marco de un espacio de enfrentamiento imaginario en donde hay unos ganadores y otros perdedores El humor apunta menos a trasgredir las formas de la cultura dominante -como al estudiar el carnaval lo señaló Bajtin en 1974, que a expresar un sentimiento de júbilo personal cuando se aplasta a los otros indiferentemente de su posición social. El júbilo se produce ante la capacidad de poner, más o menos temporariamente, a alguien otro por debajo de uno (Martuccelli, 2015, p. 222) En la frondosa bibliografía sobre Arguedas el humor es un campo poco explorado. Al reseñar el libro El zorro de arriba y el zorro de abajo, José Miguel Oviedo118 da cuenta de la ausencia de trabajos sobre el humor, “Poco o nada se ha dicho sobre el humor de Arguedas, humor fresco y áspero como un manantial andino”, y es que el humor también abre puertas para conocer a las personas, así lo entiende Oviedo cuando menciona que le “permitió entender muchas cosas de él”. 117 Una de las acepciones de humor según el DRAE. 118 José María Arguedas, El zorro de arriba y el zorro de abajo. Edici6n critica. Eve-Marie Fell, coordinadora. Paris/Madrid: Colección Archivos No 14, 1990. 87 Los estudios van acordes con las expresiones de las fotografías más difundidas, semblante serio, circunspecto, grave, pensativo. Para conocer la dimensión humorística de Arguedas, se debe penetrar en la cultura popular, campo vedado para muchos de los trabajos serios, de corte académico. Al respecto Beltrán (2020)119 comenta Nuestro tiempo tiene un enorme déficit en la comprensión de los fenómenos de la risa. Esto se debe a que la cultura elevada, académica, necesita construirse sobre la seriedad. La cultura de la risa es cultura popular, porque son las clases populares las que han cultivado la risa para sobrellevar sus contrariedades y dificultades. La cultura académica se distancia de la cultura popular porque la ve un obstáculo para su desarrollo. En el testimonio “Soy hechura de mi madrastra”, se encuentran varios pasajes cargados de humor, recordando el maltrato de su madrastra, dice, “pasaba las noches conversando y viviendo tan bien que si mi madrastra lo hubiera sabido me habría llevado a su lado, donde sí me hubiera atormentado”. A modo de sátira ubica en determinada clase social vigente en el Perú a los equinos, “y los potros y los caballos de raza fina son muy caprichosos porque son aristocráticos”. De manera humorística también menciona su amistad con el burro, “nunca hubo amigos que se amaron más que yo y el burro”, “yo me iba conversando con, quizás, uno de los mejores amigos que he tenido en este mundo: el "Azulejo" inmortal”. El humor en los escritos de Arguedas se caracteriza por su finura y por estar entramado con temas de mayor profundidad como sucede en este testimonio. 119 Beltrán Almería, L. (2020). Humorismo, la cultura de la risa. LETRAS, (68), 15-36. https://doi.org/10.15359/rl.2-68.1 88 Algunas personas que lo han conocido le atribuyen mucho sentido de humor, además de ser alegre, burlón. Tenaud120, quien a la vez que descarta las poses pedantes y de soberbia intelectual, menciona que: Cuando estaba de buen humor, y en ese tiempo era lo más frecuente, cantaba a voz en cuello: "Tambobambino majtatas, yawar mayu apamun”. Tenía un gran sentido de lo cómico y contaba anécdotas con entonación y ademán ilustrativos. Ponía la cara e imitaba el tono de voz del profesor de matemáticas que increpaba al alumno Arguedas: "¡Está usted tapado, mi amigo”! O remedaba a su padrastro cuando reprendía al niño Arguedas, quien por inadvertencia le había rozado la pierna: "¡Qué interés tienes en estar dándome patadas?" (Teneaud, 2002, p. 177) Igualmente, Montoya quien como lo señala tuvo un paso fugaz UNALM, da cuenta del buen talante de Arguedas por el humor Finalmente, me gustaría insistir en que de Arguedas debería quedarnos no solamente la imagen del hombre desgarrado y sufriente, sino también la imagen del hombre vital que, reía a boca llena, contaba chistes en quechua de todos los colores, se divertía como nadie, gozaba y disfrutaba con un Atipanacuy de adivinanzas… ¿Desgarrado? sí, ¿sufriente? sí, pero también vital, enérgico, gracioso y cáustico (Montoya, 1995, p. 40) Ese humor y alegría de Arguedas no eran ajenos a las interacciones que tenían con los obreros. Los entrevistados risueñamente lo comentan. Recuerdan los momentos alegres que 120 Tenaud, R. (2002). Algunos recuerdos de José María Arguedas. Anthropologica, 20(20), 177-179. https://doi.org/10.18800/anthropologica.200201.009 89 pasaban, la gracia que tenía para contar chistes, muchas veces adaptados al entorno andino o creados en el momento y que expresados en quechua causaba hilaridad entre sus interlocutores quechua hablantes121. Ante el humor de los obreros soltaba su risa espontáneamente. Cito algunas de las expresiones de los entrevistados. Mis amigos decían que contaba chistes en quechua. (Augusto Gonzáles). Cuando se iba al local del sindicato, era una alegría. Como digo, creo que con nosotros se sentía muy alegre… nosotros también. (Herminio Pérez) Nos contaba chistes…todo en quechua, chistes serranos. (Herminio Pérez) … nos contaba chistes, ¿en quechua?, si todo en quechua, chistes serranos, ¿te … ¿Por qué creo que se sentía alegre?, porque se reía, se veía en su cara la alegría, ¿y los trabajadores?, también se sentían muy alegres cuando conversaban con él o cuando les visitaba. (Herminio Pérez). … He sabido que se contaban chistes en quechua, por eso digo que seguro por eso le gustaba juntarse con los obreros. (Rolando Jauregui) Se le notaba muy contento, era alegre, reilón, le gustaba las bromas, hacía bromas en quechua. (Armando Quispe). Nos reíamos bastante, contaba chistes en quechua. (Guillermo Pérez). 121 Finalizado la entrevista uno de los informantes me dijo que se reían porque lo entendían en quechua,” en español ya no es chiste”. 90 Dentro de los aspectos de la sociabilidad que señala Simmel, no encontramos aspectos relacionados a la aparte humana que es el humor dentro de la sociabilidad, con estas líneas sobre Arguedas contribuimos en ampliar el concepto. 91 CONCLUSIONES 1. En esta tesis se estudia las formas de socialización de José María Arguedas y los trabajadores obreros de la Universidad Agraria La Molina, en una de sus expresiones más libres y lúdicas, que Simmel llama sociabilidad. Sociabilidad que se da en el terreno de la vida cotidiana y de manera espontánea, fuera de las interacciones guiadas por un contenido objetivo, por una finalidad o un interés, sino por el simple deseo de estar juntos, conversar, hacer bromas, compartir momentos gratos. El enfoque más pertinente para el estudio de esta interacción social es el del enfoque microsociológico y aplicando la teoría relacional. Como lo señala Sabido122, para Simmel “el ser es un ser para otros, contra otros, frente a otros o con otros” (2017, p. 380). 2. El tipo de sociabilidad establecido entre Arguedas y los trabajadores obreros de la UNALM puede graficarse a cabalidad con la palabra que según los entrevistados el mismo Arguedas se llamaba “un trabajador con terno”, y que los trabajadores le daban una connotación familiar llamándole “un hermano con terno”. Esta figura grafica a cabalidad la relación democrática establecidas entre ellos. Todos eran iguales. Arguedas que tenía la jerarquía social y funcional de docente, se despojaba y era despojado de esas condiciones, para aparecer ante ellos como iguales. Era un momento artificial democrático que se creaba en esos instantes bajo las relaciones lúdicas de entre todos, dando vida a lo que Sábato denomina estratos horizontales, formados por las personas de gustos semejantes (Sábato, 1983). 122 Sabido, O. (2017: 380), encuentra que para Simmel “el ser es un ser para otros, contra otros, frente a otros o con otros (Emirbayer, 1997; Vernik, 2003a; Pyyhtinen, 2009; Lee y Silver, 2012: 128).”. Revista Mexicana de Sociología 79, núm. 2 (abril-junio, 2017): 373-400. 92 3. Influyó en esta condición el hecho de que los trabajadores en un alto porcentaje fueran ayacuchanos y hablaran quechua? Si. Es el idioma que aprendieron en la familia. El que ellos hablaran su lengua materna en un medio criollo y en tiempos en que el quechua no tenía el reconocimiento que hoy día tiene, hacía que se tejieran entre ellos una especie de hermandad espiritual. Para Castellanos (2013) “el ser humano entra en contacto con la realidad de acuerdo con las modalidades y las posibilidades que le ofrece su lengua materna”. Duch, sostiene que “las grandes palabras (amor, gratitud, odio, beligerancia, justicia, paz, etc.) que marcarán positiva o negativamente los grandes hitos de su existencia (se refiere al recién nacido), se configuran en el seno de la familia” (Solares & Lavaniegos, 2008). Por lo tanto, la lengua materna hacía que la sociabilidad discurriera con mayor facilidad, que las conversaciones fueran más sabrosas, conversaciones entre iguales, donde se contaban sucesos de sus tierras. José María Arguedas, en esas reuniones solía contar chistes, y todos celebraban esos chistes, hablaban de las comidas conocidas por casi todos al igual que los lugares por donde habían transitado. Eso no significa que Arguedas era el personaje porque de haber sido así se evaporaba la sociabilidad, sino que cuando contaba esos chistes, mediante el festejo se equilibraba la condición de ser el portador del chiste. Nos preguntamos, ¿qué hubiera pasado si los trabajadores obreros no hubiesen sido ayacuchanos y quechua hablantes?, ¿Habría habido sociabilidad?, la respuesta es afirmativa, sí, hubiese existido sociabilidad por las relaciones horizontales que ya se habían establecido entre todos ellos. Lo que habría cambiado, sería la intensidad de la sociabilidad. El paisanaje, lo hacía más profunda, más sentida, más de acogida. Las conversaciones en quechua que mantenían acendraban más la cercanía entre ellos. La condición agraria de la universidad, el paisaje de campo, también contribuyó a la creación de un tipo más intenso de sociabilidad 93 4. Exceptuando las relaciones con los estudiantes, en Arguedas se distinguen dos tipos de socialización en la universidad. Una, la que tenía con sus colegas docentes, con las autoridades y con un sector de los trabajadores y otra con los trabajadores obreros. La socialización con sus colegas, las autoridades y con un sector de trabajadores categorizados como empleados, está orientada por un contenido que tenía un objetivo, una finalidad propia de sus funciones universitarias, profundamente formales, con roles establecidos, como se nota claramente en la entrevista a la señora secretaria. Con los trabajadores su interacción era en el terreno de la sociabilidad, sin búsqueda de finalidad u objetivos sino la libre reunión por el placer de conversar y estar juntos, predominantemente espontáneas. Esto no significa que con sus colegas no tuviera relaciones de sociabilidad. Si los tenía con los amigos más cercanos, pero no era del tipo que desarrollaba con los obreros por algunas de las razones que hemos señalado en líneas arriba. Arguedas, era un personaje comprometido con los pobres, con la gente de abajo, con los campesinos, y esos estaban ahí, compartiendo el mismo espacio de la universidad, por lo que acercarse a ellos era una forma de acercarse a ese Perú profundo que siempre busco reivindicar y reconocer en su real valía. Esos afectos, también jugaba un papel importante en su tipo de sociabilidad con los trabajadores. 5. A partir de este tipo de sociabilidad practicada, en términos prácticos se establecían relaciones, que hoy llamamos interculturales. Relaciones donde personajes de distintas culturas, etnia y procedencia tienen las mismas consideraciones, los mismos valores. Donde se conservan y respetan las diferencias. A partir de este tipo de experiencia, los trabajadores obreros, guardan un gran recuerdo de un personaje que los considero con mucho respeto, pero al mismo tiempo era parte de ellos. Estas experiencias sienten que no han vuelto a vivir en su centro de trabajo. Y por eso la imagen grata y el recuerdo cariñoso a José María 94 Arguedas. Cuando murió, los trabajadores asimilaron con mucho dolor el golpe no solo por la pena de quien pierde un hermano sino también por lo inesperado, por lo sorpresivo del acontecimiento, nadie presagiaba lo que sucedería minutos después de entregarle una carta a Armando Quispe (ver el extracto de la entrevista en el anexo N° 1) para que lleve al correo, según el entrevistado al momento de recibir la carta “su cara no mostraba preocupación, ni tristeza, cuando me entregó la carta su rostro era normal”, de ahí que al retornar a la oficina se sorprende porque “ya se había matado”. Está fuera de mi alcance explicar que ha sucedido en los momentos previos a la decisión, a lo que voy es a la desagradable sorpresa (“su muerte nos sorprendió”, Herminio Pérez) que una tarde de los últimos días del mes de noviembre de 1969 vivieron de un momento a otro los trabajadores. Ya no sería lo mismo a la hora del lonche en la cafetería donde se reunía con los trabajadores, tampoco las charlas en el local de la Asociación de Trabajadores de la Universidad Nacional Agraria (ATUNA), que eran locales de encuentro casi rutinario como lo recuerda Armando Quispe o lo sugiere Rolando Jáuregui, otro entrevistado, esos lugares dejaron de ser espacios de sociabilidad. 6. Se debe resaltar el importante papel del humor en la relación de Arguedas con los trabajadores. Hay consenso entre los entrevistados que Arguedas, como se mencionó líneas arriba contaba chistes, era un hombre muy alegre, divertido, no ocultaba sus risas. Lamentablemente ninguno de los entrevistados mencionó algún chiste. 7. La mayor dificultad que se tuvo para enriquecer esta investigación es no poder contar con más entrevistas a los trabajadores obreros. Muchos de ellos ya jubilados. Unos retornaron a sus pueblos de origen, otros, alcanzados por la muerte por la edad y la enfermedad del Covid. 8. Lo más relevante de esta tesis, además de los objetivos alcanzados y trabajado con una categoría analítica de gran valía, es haber rescatado la figura de los trabajadores obreros 95 dentro del universo arguediano. Raramente tomado en cuenta cuando se trata de estudiar la vida y la obra de este peruano de todas las sangres. Ayudó mucho el contar con entrevistas espontaneas y conversaciones que por muchos años había tenido con los trabajadores y mi cercanía con ellos 96 RECOMENDACIÓN Quedan muchas cosas por conocer. Se podría hacer un esfuerzo para ubicar a obreros y obreras sobrevivientes para reconstruir con más detalle las relaciones de sociabilidad que presenta este trabajo. He averiguado que algunos ex obreros están en sus comunidades y pueblos ayacuchanos, no suelen venir a Lima, habría que ir en sus búsquedas. 97 BIBLIOGRAFÍA Alfaro, J (2022). José María Arguedas yachachik: Sus aportes hacia una educación universitaria de calidad. UNALM Alfaro, J. (2005). La Universidad Según Arguedas. En “Arguedas y el Perú de Hoy”. SUR Casa de Estudios del Socialismo. p. 200. Anzola, J. (2019). La tesis doctoral de Marx. Cuadernos de Filosofía Latinoamericana. 40(121) pp. 77-93 https://revistas.usantotomas.edu.co/index.php/cfla/article/view/5471/5215 Aranda, E. (2007). Las cambiantes formas de sociabilidad y de construcción de identidades en Lima Metropolitana. Debates en Sociología Nº 32. https://revistas.pucp.edu.pe/index.php/debatesensociologia/article/view/2562/2506 Arguedas, J. M. (1986). 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No, ellas no se acercaban, él era el que se acercaba a conversar con las trabajadoras, hablaban en quechua, le gustaba más conversar con las mujeres (se refiere a las señoras de parques y jardines que hacían trabajos cerca de su 108 oficina), siempre llevaba coca que compartía con las señoras, la mayoría de esas señoras ya han fallecido. Le gustaba reunirse con los trabajadores, había una cafetería donde a veces tomaban lonche. Siempre era bien amigable, conversador, era tratable, le gustaba ir al local del sindicato para charlar con los trabajadores, en ese tiempo se llamaba Asociación de Trabajadores de la Universidad Agraria (ATUA), se le notaba muy contento, era alegre, rielón, le gustaba las bromas, hacía bromas en quechua. Si, se notaba que le gustaba la música, pero yo nunca le he escuchado cantar, tampoco le he visto tocar algún instrumento. Se iba al local del folclor (ahora es el Taller de Arte José María Arguedas, TAJMA), a tocar instrumentos. Siempre estaba vestido con un chalequito o su saquito, tenía un maletín. Le gustaba los viajes, salía a provincias con los alumnos, me acuerdo que se iban a Huaraz ¿Cómo le recuerdo?, buena gente, tratable, alegre, le gustaba dialogar, conversar, la música. Era una buena persona, era muy servicial, ¿con nosotros?, sí, pero también con los alumnos. Una tarde me pidió que le haga el favor de llevar una carta al correo, ¿Para quién?, no sé a quién le dirigía, pero era para España, cuando regreso a la oficina ya se había matado. No, su cara no mostraba preocupación, ni tristeza, cuando me entregó la carta, su rostro era normal. 109 Sra. Saturnina Coronado (Fue entrevistada en 1996. Estaba jubilada, pero realizaba trabajos como contratada. Parecía que no era muy de su agrado hablar de Arguedas a pesar de identificarme como profesor de la universidad) Trabajó en la UNALM desde 1967 a 1993, le llamaba el doctor Arguedas, dijo que era una persona muy jovial y amigable. Tocaba guitarra, quena y zampoña, cuando se reunía con sus amigos en las quermeses que organizaba la universidad generalmente en el Jardín Botánico. Le gustaba también la música española. (Aproximadamente a un año de la primera entrevista la encontré, a la pregunta de cómo considera a José María, respondió): Era un profesor que nos trataba bien, había otros que maltrataban. A veces hablábamos de nuestros lugares (se refiere al lugar de origen), de las canciones, los bailes, las fiestas, las chacras. Buena persona. 110 Sr. Guillermo Pérez (Entrevistado en 1996. Colaboró según él “dando todo lo que sabía” de Arguedas) He conocido al Dr. Arguedas cuando yo trabajaba como personal de limpieza. Lo recuerdo como una persona muy buena que siempre pensaba en los demás y no solo en él mismo, no era egoísta como otros profesores. Una vez intercedió ante las autoridades por unas trabajadoras viudas, quería que les mejoraran sus condiciones de trabajo, llegaron a mejorar. Yo veía como que le gustaba estar con los trabajadores, así me parecía, algunas veces yo también estaba. ¿De qué se hablaba?, de todo, hasta del trabajo. De Ayacucho, Puquio, otros lugares que decía que conocía, hablaba de Abancay, también, pero más de Ayacucho, talvez porque nosotros éramos más de Ayacucho, por eso hablábamos en quechua, nos reíamos bastante, contaba chistes en quechua, también le he visto cantar y tocar guitarra, también hablaba de las comidas de la sierra. Lo considero como una persona buena y amigo de los trabajadores. 111 Sr. Maximiliano Urbano (Entrevistado en 1996, posteriormente en el año 2021 se le hizo una segunda entrevista). Entré a trabajar el año 1968, como obrero en la cocina de la universidad. No he tenido un trato directo con el profesor Arguedas, le he conocido porque lo veía y porque los trabajadores hablaban bastante de él, ¿qué decían?, que era buena persona, que tenía muchos amigos entre los trabajadores, que conversaba bastante con ellos, que hablaba quechua, que era muy alegre. Él participaba en las festividades que había en la universidad, como “La Santísima Cruz”, por lo menos en una oportunidad él es quien trajo a los danzantes de tijeras para esa festividad. Puedo decir que como persona, como serrano era humilde, amable, conversaba con los trabajadores, siempre trataba de apoyar a los trabajadores, nunca decía no. También decían que era muy buen profesor. 112 Sr. Herminio Pérez (Entrevistado en 1996, una segunda conversación fue el año 2018. Falleció en la época de la pandemia del COVID-19) Estoy trabajando desde 1956, pero en planilla estoy desde 1964, bien pichoncito entré. Yo soy de Acocro, que es un distrito de Huamanga, pero no soy huamanguino, soy acocrino (risas). Le he conocido al doctor Arguedas, era muy querido por los trabajadores, conversaba con nosotros, en quechua hablábamos, de Ayacucho, quechua ayacuchano, una vez nos dijo que conocía Puquio, porque ahí había vivido, también Abancay, pero no era ayacuchano, era andahuaylino. Él conocía bastante a la gente de la sierra, conocía sus canciones, sus comidas, hasta sus ropas, hablaba de las chacras de la sierra. Yo le he visto tocar guitarra y hasta quena, también cantaba, ¿cómo me parecía?, me parecía bonito, yo también canto y tengo mi conjunto musical, se llama “Corazón de Huamanga”, yo le he escuchado cantar, por eso sé que cantaba bien. No sé si llegaba a la casa de algún obrero, por lo menos yo no sé. Un día le escuché decir que somos hermanos, pero había hablado en quechua (wayqe) 123, por eso le 123 https://www.soyquechua.org/2019/12/hermano-en-quechua.html 113 he entendido, quechua de Ayacucho pues. También le gustaba la comida de la sierra. Yo no le he visto emborracharse, quizás tomaba sus tragos, pero no le he visto borracho, nunca, alegre si le he visto, riéndose, cantando, tampoco le he visto bailar, a veces zapateaba un poquito cuando escuchaba un huaynito. ¿De qué hablaba?, de sus viajes, de los pueblos que conocía, de las costumbres, siempre hablaba en quechua, al menos con nosotros, aunque también hablaba en español, yo veía que se sentía mas contento cuando estaba con nosotros y con los alumnos, que con los profesores, me parece que a veces nos buscaba para conversar, ¿conversaba con todos los alumnos?, no creo que con todos, pero los alumnos también le buscaban para conversar, ¿sobre qué?, seguro sus cursos, nunca he oído, pero esos alumnos eran también serranos y sabían tocar guitarra, charango, quena, algunos también cantaban. ¿Cómo lo veía yo?, como un profesor que se daba con todos los trabajadores, cuando se iba al local del sindicato, era una alegría. Como digo, creo que con nosotros se sentía muy alegre, ¿nosotros también?, claro nosotros también, si era un profesor que se acercaba a nosotros, a veces ponía sus manos en nuestro hombro, nos contaba chistes, ¿en quechua?, si todo en quechua, chistes serranos, ¿te acuerdas de algún chiste?, ya no, muchos años han pasado, yo era joven. ¿Por qué creo que se sentía alegre?, porque se reía, se veía en su cara la alegría, ¿y los trabajadores?, también se sentían muy alegres cuando conversaban con él o cuando les visitaba. Cuando murió, todos estábamos tristes, si era nuestro hermano. ¿Cómo le llamaban los trabajadores, doctor, profesor?, más le decíamos doctor, también le decían profesor, alguna vez un trabajador le dijo paisano, ¿no se molestó?, no, de repente no había escuchado, pero nunca se le veía molesto. 114 Su muerte me sorprendió, nos dolió mucho. Nunca llegué a saber por qué se disparó. Estuve en su velorio, le acompañamos muchos trabajadores junto con los estudiantes, también le hemos acompañado hasta el cementerio. ¿Cómo lo recuerdo?, como un gran amigo que nos buscaba para conversar, un hermano mayor (risas). Herminio Pérez con el sharango 115 Sr. Víctor Olmedo (Entrevistado en 1996, una segunda conversación fue el 2017 o el 2018. Falleció en la época de la pandemia del COVID-19) Yo no soy de la sierra, soy de Pachacamac, entré a trabajar en la Agraria en 1961. He conocido al Dr. Arguedas, él era un trabajador mas, pero con terno, así le considerábamos, un compañero me dijo que en una ocasión se encontraron con Arguedas, se saludaron con el doctor, él se paró a conversar, ellos estaban incómodos porque estaban sucios, con sus ropas de trabajo, ahí dice que fue que el doctor les dijo que él era un trabajador mas, igual que ellos, pero con terno. El doctor era diferente, no era como otros profesores que a veces tenían trato diplomático, pero mantenían distancia con los obreros. Su muerte fue perder a un gran amigo, aunque no soy de la sierra, fue perder a un hermano, ¿por qué hermano?, porque alguna vez eso dijo, que éramos hermanos, ¿en quechua?, yo le escuché en castellano, pero seguro que también habrá dicho en quechua. Además, así le sentíamos los trabajadores, como un hermano. ¿Cómo un hermano con terno?, si, como un hermano con terno (risas). 116 ¿Si era rabioso?, no, no era rabioso, su cara engañaba, era serio, pero no era rabioso, yo diría que era muy alegre. Pero no le gustaba el maltrato, ¿había maltrato?, sí, había profesores que trataban mal a los obreros, tampoco le gustaba el maltrato que daban los patrones a los peones, a los campesinos, ¿cómo sé eso?, él decía que en la sierra los patrones maltrataban a los campesinos. Creo que era muy sentimental. ¿si le he visto triste?, por lo menos yo, nunca le he visto triste, como te digo, era una persona seria, pero muy alegre. De repente en otros lugares se ponía triste. Nos sorprendió su muerte, qué íbamos a pensar que iba que iba a morir de esa manera, quien te puede informar es Rolando Jáuregui124. En su velorio estábamos los trabajadores, ¿todos?, creo que sí, en distintos momentos, yo estuve varias horas acompañando su cuerpo, era el hermano que ha muerto. Le acompañamos junto con los alumnos, hasta el cementerio. Es que, de nuevo te digo, él tenía una relación muy estrecha con nosotros. ¿Si se juntaba con los profesores?, seguramente, yo trabajaba lejos de su oficina, pero sí sé que era muy amigo de un profesor a quien le decían “coquero”125, ¿por qué coquero?, porque siempre tenía una bolsita con hojas de coca, a veces invitaba, ¿al doctor Arguedas?, no me consta que le invitaba, pero es posible que le haya invitado, pero como te digo, no he visto, algunos de mis compañeros decían que masticaban. A veces contaba bonitos relatos que había recogido de sus viajes por el Perú, principalmente de los pueblos de la sierra con los que mantenía contacto permanentemente, se notaba que conocía bastante y bien la sierra. ¿Sobre el quechua?, decía que era una riqueza y una necesidad, él decía que no se podía entender nuestra realidad si no se sabía el quechua. 124 Le digo que sobre ese punto ya conversé con Rolando Jáuregui. 125 Se refiere al psicólogo Baldomero Cáceres, que también era profesor en la UNALM. 117 Cuando he sido dirigente del sindicato organizábamos muchas huelgas de los trabajadores, durante una de esas huelgas aproveché el tiempo para mandar a hacer un cuadro en la Escuela de Bellas Artes, con la figura del doctor Arguedas, el fondo era un paisaje de la sierra y los danzantes de tijeras que tanto le gustaban. Este cuadro se iba a colocar cuando había reuniones o actuaciones, pero misteriosamente desapareció del local del sindicato. Lo recuerdo como te decía como un hombre muy bueno, que le gustaba estar con nosotros. 118 Sra. Nancy Estrada (Entrevistada por teléfono. Mayo 2022.) Cargo: Secretaria Facultad de Economía. Actualmente jubilada. La oficina del Dr. Arguedas estaba junto a la mía, no sé porque estaba ahí porque él pertenecía a Sociología que al igual que CC HH, sus oficinas se encontraban en otro lugar. El Dr. Arguedas era un profesor mas de CC HH y Sociología, era un profesor común y corriente, no llamaba la atención, era como lo que se conoce de perfil bajo, no ostentoso, sencillo. Yo lo notaba como medio retraído. Algunas veces lo veía caminar cabizbajo. Nunca le vi furioso, malhumorado, pero tampoco le vi alborozado, muy alegre, reírse a carcajadas, efusivo, mas bien me parecía una persona triste, cuando lo veía, me daba pena. El Dr. Arguedas era visitado frecuentemente por los profesores Baldomero Cáceres y Sologuren con quienes, especialmente con el último conversaban mucho, parece que era muy su amigo. Nunca le vi fumar, parece que no fumaba. Cuando el profesor Cáceres, que si era fumador lo visitaba, creo que le incomodaba, por eso es que le dije al profesor Cáceres que antes de entrar a la oficina del Dr. Arguedas dejara las cenizas de su cigarro en el cenicero que yo tenía sobre mi escritorio. Los que mas concurrían a su oficina eran alumnos, les escuché decir que era un buen profesor. Supe que contaba interesantes historias. En realidad, tampoco eran muchos los alumnos que le visitaban, principalmente acudían aquellos que tenían cierta orientación política de izquierda. 119 Por las tardes solía venir a su oficina una mujer alta, blanca, algunas veces cuando yo salía del trabajo ellos se quedaban, no sabría decir que relación tenían, pero estudiantes y profesores afirmaban que era su pareja, yo no puedo hacer esa afirmación. El Dr. Arguedas, no estaba de acuerdo en clasificar a los trabajadores en obreros y empleados, decía que ahí está mal la universidad, que todos eran trabajadores, que no se puede actuar de esa manera como si la universidad fuera de gamonales. En una oportunidad estando en su oficina el Dr. Arguedas, escuchó que una de mis colegas me preguntó con ciertos aires de desprecio por el conserje, se incomodó mucho por ese trato, cuando se dio cuenta que le respondía a mi colega que no debe referirse de esa manera, que el conserje es un compañero de trabajo igual que nosotras, me preguntó de dónde era y me felicitó, porque, me dijo, usted es una persona que no hace distinción entre las personas y que el trabajador merece ser tratado bien. Mis compañeras de otras Facultades, no le conocían. Me parece que era más conocido por la gente de ciencias sociales. Creo que después de su muerte es cuando aumenta su fama. A mí me regaló un libro autografiado, no recuerdo el nombre, lo leí, me pareció muy fuerte, le regalé a mi hermano mayor a quien si le gustó porque después de leerlo compró otras de sus obras. Pienso que me regaló porque yo era amable con él, le invitaba café, algunas veces de manera amable me decía que no quería. Nunca le vi participar de las reuniones de los profesores cuando celebraban algo. El día del suicidio, me encontraba con dos compañeras de trabajo en el baño alistándonos para salir del trabajo, nos habíamos quedado porque estábamos tipiando tesis. Lo había visto en su oficina, en un momento escuché algo, mi colega me dijo que el sonido era de un disparo, de una bala. 120 Sr. Rolando Jáuregui. (Entrevista presencial. Octubre 2021. Cuando quieren averiguar sobre los últimos minutos de Arguedas antes del disparo y cómo fue encontrado posterior al disparo, recurren a Rolando. Por la confianza que nos tenemos, al momento de concertar la entrevista me dijo que no es la persona mas indicada ya que sabía muy poco de lo que yo quería, orientándome hacia Armando Quispe. Sin embargo, fue muy colaborador) Yo le decía doctor, le trataba con respeto, no tuve amistad con él, cuando llegaba le saludaba, él entraba a su oficina, algunos profesores y alumnos iban a buscarle, no vi que algún trabajador haya ido a buscarle por cosas que no eran del trabajo, era una persona normal, parecía serio, siempre le he visto con terno, por algunos compañeros de trabajo sabía que era alegre, que daba buen trato a los trabajadores, que se reunían para conversar, que también tocaba algo de música. Organizo un taller de música folklórica. Yo he sido el último (la última persona) que le he visto con vida, al ruido del disparo que escuché, no le di demasiada importancia ya que atrás de la oficina había cultivos de maíz y siempre disparaban a los pájaros. Ayudé a levantarle porque todavía estaba con vida, para que lo metan en el carro, no recuerdo quién ha sido el chofer, ese momento eso ero lo de menos. Los trabajadores se pusieron muy tristes cuando murió. No le he frecuentado porque a la hora que terminaba el trabajo, mis compañeros se iban al local de la ATUNA (el gremio de los trabajadores), que ahora es el SUTUNA (Sindicato Unitario de Trabajadores de la Universidad Nacional Agraria La Molina), otros se iban a hacer deportes o a divertirse, yo me quedaba haciendo unos cachuelos que me dio un profesor de agronomía, prefería ganar una platita, que ir a botarla en reuniones. Eso es todo lo que puedo decir. Si, parece que muchas veces él iba a buscar a los trabajadores, seguro se sentía contento con ellos. Ah, sí, algo de eso también he 121 sabido, que se contaban chistes en quechua, por eso digo que seguro por eso le gustaba juntarse con los obreros. Sí, en ese tiempo había obreros. 122 Sr. Augusto Gonzales “Chalaco” (Entrevista presencial. Octubre 2021) Entré a trabajar a la universidad en el año 1958. El doctor era una buena persona, su oficina era un chalet donde había vivido el administrador de la universidad, yo vivía al costado de su oficina (ese tiempo los trabajadores vivían dentro de la universidad), mi hijo a veces se metía a la oficina del doctor. Compartía mucho con los trabajadores, en su mayoría eran gente provinciana, principalmente de Ayacucho, decían que era muy buena gente, por eso cuando falleció se sintieron muy tristes porque lo conocieron, como tenían contacto permanentemente con ellos se sintieron tristes, tuvieron pena. Era una persona tranquila, alegre, buena gente. En ese tiempo no era la figura que es hoy. No he escuchado decir que llegaba de visita a casa de algún trabajador. Yo le decía doctor, siempre iba vestido con saco y corbata. Algunas veces le veía con un charango o una guitarra. 123 No era molesto, tenía una forma de ser un poco serio. Mis amigos decían que contaba chistes en quechua, que escuchaba huaynos y que chacchaba con ellos. Compartía también bastante con los alumnos, también le gustaba estar con ellos, con la guitarra. Era un docente normal, no era una figura como ahora. Mi recuerdo es que era muy sencillo y amigo de los trabajadores. 124 Sr. Máximo Cancho (Entrevista presencial. Mayo 2021. Nos advirtió que conocía poco) Entré a la Agraria en 1966, soy de Ayacucho. En la época de Arguedas trabajé en Jardines, le conocí porque nos cruzábamos en el trayecto dentro de la universidad. Sí, nos saludábamos. Nunca conversé con él, solamente nos saludábamos. No sé si habrá ido a la casa de algún trabajador, nunca escuché decir eso. Yo le veía siempre con corbata. Nunca le he visto con bolsa de coca. El doctor hablaba quechua con los trabajadores, Era buena gente. ¿Cómo le recuerdo?, hablando quechua con los paisanos, era buena persona. Me contaron que el doctor cantaba con los alumnos, pero yo nunca le he visto cantar. El TAJMA lo formaron después de su muerte. 125 Mural en el comedor universitario UNALM Foto: Armando Díaz Barba, 2023 126 Busto en el Paraninfo de la UNALM Foto: Armando Díaz Barba, 2023