PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ ESCUELA DE GOBIERNO Maestría en Ciencia Política y Gobierno La persistencia de la política: redes políticas en el altiplano puneño Tesis para optar el Título de Magister en Ciencia Política que presenta: Paulo César Vilca Arpasi Asesora: María Rosa Alayza Mujica Lima, julio de 2014 2 A la familia Vilca Arpasi y a Alicia. 3 AGRADECIMIENTOS Una noche puneña y una tarde limeña hablando de política con Aldo Santos, Paul Chata y Mauricio Zavaleta, fueron el origen de esta tesis. Con ellos hemos compartido arduos e incomprendidos debates políticos que alimentaron luego muchas de las reflexiones que he desarrollado a lo largo de este trabajo. Les debo a los tres el mayor de los agradecimientos. La asesoría de María Rosa Alayza junto con su generosidad y aliento durante todo el proceso de construcción de la tesis han sido esenciales para culminarla. Las observaciones y correcciones de Rosa me permitieron enfocar el objeto de la investigación, llevar adelante el trabajo de campo, empezar la redacción y luego mejorar las diferentes versiones que le fui entregando a lo largo de estos meses. Con Javier Torres, desde hace casi quince años, tenemos como uno de nuestros principales y asiduos temas de conversación la política regional. Gracias a él y a la Asociación Servicios Educativos Rurales tuve una posición privilegiada para seguir la política puneña durante varios años y ello me ha permitido reconstruir parte de su historia. Con Javier iniciamos ese reto político y periodístico en Puno que es la revista Cabildo Abierto, desde la cual analizamos la coyuntura política del Altiplano, y por ello su lectura crítica de esta investigación ha sido fundamental. 4 También quisiera expresar un agradecimiento particular a Paula Muñoz por todos sus valiosos comentarios y sugerencias. Desde que leyó el plan de investigación y luego con las primeras versiones de la tesis, los consejos de Paula fueron esclarecedores para seguir adelante, aunque sólo a mí corresponde la responsabilidad por la forma en que finalmente fueron incorporados. Roger Cáceres Velásquez, Luis Jesús López, Mauricio Rodríguez, Alberto Quintanilla, Juan Luque, Roger Maquera, Luis Ronquillo, Jorge Romero, Miguel Valdivia, Máximo Ponce, Carmen Rosa Ponce, Braulio Gonzáles, Eloy Calderón, Ángela Chislla, Juan Casazola, Emeterio Chura, Hugo Supo, Isaac Apérregui, Eland Vera, Yovani Manrique, Germán Alejo, César Suaña, René Calsín, Héctor Calumani, Oscar Mendoza y Senon Choquehuanca son algunas de las muchas personas que me ayudaron desde sus diferentes ocupaciones y posiciones políticas a construir este trabajo. Las gracias a ellos y ellas por compartir desinteresadamente su experiencia y conocimientos, los cuales espero haber recogido con fidelidad. Al igual que en todos los demás proyectos que he emprendido, mi familia ha sido un sostén permanente para realizar este trabajo, en particular mi padre – Mario Vilca – quien, desde sus raíces aymaras, ha interpelado siempre mis interpretaciones de la política puneña. Igualmente las gracias inconmensurables a mi compañera Alicia Abanto. Su presencia y apoyo permanentes fueron el cimiento para persistir hasta el final. 5 ÍNDICE INTRODUCCIÓN CAPÍTULO 1. MARCO TEÓRICO: LOS ACTORES DE LA POLÍTICA REGIONAL 1.1. ¿Partidos políticos, movimientos regionales o redes políticas? 1.2. Redes sociales 1.3. Propuesta de interpretación: Las redes como actores centrales de la política en Puno A. Los laicos de la iglesia católica del sur andino B. Los ex militantes del Partido Unificado Mariateguista C. Los antiguos partidarios del Frente Nacional de Trabajadores y Campesinos CAPÍTULO 2. ESTADO DE LA CUESTIÓN: LOS ACTORES POLÍTICOS EN EL ALTIPLANO PUNEÑO CAPÍTULO 3. IGLESIA SUR ANDINA, IZQUIERDA CAMPESINISTA Y LOS KENNEDY DEL ALTIPLANO 3.1. La Iglesia católica del sur andino 3.2. La izquierda campesinista 3.3. Los Kennedy del altiplano CAPÍTULO 4. PUNO 1992-2001: LA DÉCADA FUJIMORISTA 4.1. El quiebre del “bloque procomunero” 4.2. El declive del Cacerismo 6 4.3. Los aymaras del PUM, el regreso Cacerista y los nuevos laicos 4.4. El líder aymara, el último Kennedy en Juliaca y el inicio del fin de la iglesia católica del sur andino CAPITULO 5: LA PRIMERA DÉCADA DEL NUEVO SIGLO EN EL ALTIPLANO 5.1. El regreso de los Puka Llakta y la primera derrota electoral de las redes 5.2. Tiempos radicales: los aymaristas del sur, el federalista fallido y la segunda derrota electoral de las redes CAPÍTULO 6. LAS REDES POLÍTICAS PUNEÑAS Y SUS MOVIMIENTOS REGIONALES DURANTE LAS ELECCIONES DEL AÑO 2010 6.1. El laico de la iglesia sur andina y el Proyecto Político AQUÍ 6.2. El candidato de la izquierda y Poder Democrático Regional 6.3. El rector y la universidad juliaqueña 6.4. Veinte años después: las elecciones regionales del 2010 CAPÍTULO 7. LA PERSISTENCIA DE LA POLÍTICA: LOS ACTORES CENTRALES DE LA POLÍTICA REGIONAL 7.1. Organizaciones, redes y bases sociales 7.2. Redes y elites regionales 7.3. Redes y movimientos regionales 7.4. Redes, independientes y solitarios de la política 7.5. Las redes y el diseño institucional subnacional 7.6. Redes y coyuntura crítica CONCLUSIONES BIBLIOGRAFÍA 7 INTRODUCCIÓN Durante la primera década del siglo XXI, con el inicio del proceso de descentralización en el Perú, los líderes y grupos políticos regionales han adquirido una importancia y protagonismo cada vez mayor en la vida política del país. Todo ello ocurre en un contexto de aumento de la conflictividad social que tiene como principal escenario a regiones como Puno, que aparece como uno de los departamentos con mayor cantidad de conflictos1, es percibido como una región donde priman los discursos radicales y antisistema, y donde existe una aguda fragmentación política que se expresa en el gran número de candidatos que participan en las elecciones regionales y municipales. En este escenario, los estudios e investigaciones sobre la política regional se concentran en el análisis de los procesos electorales regionales y los conflictos sociales. Al estar centrados en estas coyunturas, se incide en los roles jugados por los partidos políticos nacionales, los movimientos políticos regionales y la actuación de los candidatos y líderes de las protestas y movilizaciones. 1 Según el Reporte de conflictos sociales del mes de mayo del año 2014 de la Defensoría del Pueblo, en Puno existen 14 conflictos activos, de los cuales 8 son socioambientales. http://www.defensoria.gob.pe/conflictos-sociales/objetos/paginas/6/48reporte-mensual-de-conflictos- sociales-n-123_-_may.pdf. Consulta: 5 de junio del 2013. 8 El problema que se plantea en la presente investigación es que, en el caso de Puno, las perspectivas anteriores resultan insuficientes para explicar y comprender la dinámica política del Altiplano, ya que priorizan el estudio de los roles de las personas más visibles en las coyunturas electorales y en los conflictos sociales, dejando de lado el análisis de las redes políticas regionales que, tal como planteamos a lo largo de este trabajo, constituyen actores centrales que condensan una historia de por lo menos cuatro décadas en la región. En efecto, a contracorriente de las percepciones expresadas por políticos y funcionarios del nivel central, así como por los medios de comunicación nacional que consideran a los políticos puneños simplemente como líderes de las protestas o caudillos que candidatean por el poder, lo cierto es que en Puno existe una compleja dinámica política que va más allá de la conflictividad social y los procesos electorales en los que aparecen personajes y dirigentes de forma coyuntural. Entre los actores políticos de larga data que conforman el “nudo puneño”, organizaciones formales como la iglesia católica del sur andino, el Partido Unificado Mariateguista y el Frente Nacional de Trabajadores y Campesinos, tuvieron un rol destacado en la política puneña durante la segunda mitad del siglo XX, logrando articular redes que fueron relevantes en la discusión y debate regional. De manera sucinta se pueden identificar tres etapas durante las que actúan estas redes: una etapa de formación que llega hasta finales de los años 80, una segunda etapa durante la década de los años 90 bajo el régimen de 9 Fujimori y una tercera etapa que empieza con el nuevo siglo, trayendo consigo el retorno de la democracia y el inicio del proceso de descentralización. En efecto, los laicos de la iglesia católica del sur andino y los militantes del Partido Unificado Mariateguista (PUM) tuvieron una relevancia política significativa en Puno, a partir del rol conjunto que tuvieron en la década de los años 80 del siglo pasado en la lucha por la tierra a favor de las comunidades campesinas, la constitución de una red de defensa de los derechos humanos en medio de la guerra librada por Sendero Luminoso contra el Estado peruano y la participación política en los niveles de gobierno local, regional y nacional. Por su parte los partidarios del Frente Nacional de Trabajadores y Campesinos (FNTC), bajo el liderazgo de los hermanos Cáceres Velásquez, constituyeron el partido político regional que tuvo la más larga trayectoria en la vida política del altiplano a partir de su amplia hegemonía en Juliaca, ciudad a la que modernizaron comercialmente y convirtieron en la capital económica del departamento de Puno. No obstante que los grupos señalados se debilitaron durante la década fujimorista y hasta llegaron a desaparecer los partidos políticos con los que participaban electoralmente, los actores que los conformaban encontraron (crearon) otros espacios para continuar participando activamente en la escena política regional, compitiendo en elecciones municipales e impulsando la lucha contra el régimen autoritario. Con el retorno de la democracia y la posterior constitución de los gobiernos regionales el año 2002, las redes políticas puneñas encuentran un nuevo espacio de participación y la posibilidad de acceder a los niveles de 10 gobierno regional y local. Así, ex militantes del PUM, laicos de la iglesia católica del sur andino y antiguos partidarios del FNTC articularon e integraron diferentes movimientos políticos locales y regionales a lo largo de la primera década del siglo XXI en función de los escenarios electorales, tomando cada vez mayor importancia en la política regional. Aunque ninguna red consiguió ganar el gobierno regional durante esos años, su importancia electoral se haría mucho más patente durante las elecciones regionales del año 2010. En dicho proceso electoral Mauricio Rodríguez, comunicador y abogado perteneciente al grupo de laicos de la iglesia católica; Alberto Quintanilla, notario, ex diputado por Izquierda Unida y militante del desaparecido PUM; y Juan Luque, rector de la Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez y vinculado a las redes políticas del ya extinto FNTC, fueron los candidatos que obtuvieron las mayores votaciones y en conjunto sumaron poco más de la mitad del electorado altiplánico en la primera vuelta2. De esta manera, 20 años después del inicio del fujimorismo, y en un contexto político distinto al de décadas atrás (con plataformas que ya no se centraban en demandas referidas a la lucha por la tierra, la defensa de los derechos humanos o la modernización de Juliaca); las tres redes que analizo incursionaron una vez más en la política electoral regional, dando cuenta de su persistencia y capacidad de adaptación. Finalmente, y aún cuando por las características de este trabajo no va a ser posible establecer una generalización para otras regiones del país, la 2 Juan Luque obtuvo 23.336%, Mauricio Rodríguez 15.2% y Alberto Quintanilla 13.279% de los votos válidos, haciendo entre los tres un total de 51.815% (www.onpe.gob.pe). 11 revisión del caso puneño muestra la necesidad de que en los análisis de la política regional y electoral se tengan en cuenta a las redes políticas regionales. Tales actores resultan relevantes porque representan procesos de acumulación y articulación de intereses diversos de la sociedad a lo largo del tiempo, los cuales logran expresar y articular políticamente dando así forma a la política departamental. Objetivos El desarrollo de la tesis toma como punto de partida la siguiente pregunta: ¿Cuál es la relación entre las redes políticas puneñas y los políticos Mauricio Rodríguez, Juan Luque y Alberto Quintanilla, que obtuvieron las mayores votaciones, durante el proceso electoral regional del año 2010 en Puno? Teniendo ello en cuenta, este trabajo tiene como objetivo principal describir la relación entre las redes políticas puneñas y los políticos mencionados. Desde la perspectiva teórica de las redes, la tesis identifica a estos grupos que relacionan a diferentes personas y organizaciones, como actores centrales que se adaptan y responden a los incentivos y dificultades en la región; resultando en un elemento clave para explicar la historia política regional. Este objetivo se complementa – considerando una perspectiva histórica – con la descripción de los siguientes aspectos: la reconstrucción de la historia política, desde 1990 hasta el año 2010, de las redes puneñas vinculadas a Mauricio Rodríguez, Alberto Quintanilla y Juan Luque; la trayectoria política de 12 estos tres políticos; y la conformación de movimientos regionales de los que formaron parte. Por otro lado, como hipótesis para el desarrollo de este trabajo sostenemos lo siguiente: Primero, que las tres redes políticas puneñas a las que están vinculados los candidatos con mayor votación en el proceso electoral regional del año 2010 en Puno, han tenido un rol protagónico en la historia política regional desde las últimas décadas del siglo XX. Segundo, que la trayectoria política de los tres candidatos muestra que éstos forman parte y han crecido políticamente en las redes políticas indicadas. Tercero, que los movimientos regionales de los que forman parte los tres candidatos y en particular los que participaron en las elecciones del 2010, se han conformado sobre la base de las mismas redes políticas. Como veremos, la investigación recoge amplia evidencia que demuestra que las redes constituyen el espacio principal desde el cual los más importantes políticos puneños intervienen e influyen en la política subnacional del altiplano. Justificación La tesis se inscribe en una corriente de política comparada que prioriza el análisis de unidades subnacionales, las cuales presentan una serie de contrastes respecto a la política nacional. En tal sentido el trabajo busca aportar a la comprensión de la dinámica política puneña como parte de los estudios de la política sub nacional en el Perú, lo que representa un campo todavía nuevo en la ciencia política peruana. 13 Consideramos que buscando analizar procesos regionales específicos, se contribuye a entender la dinámica política regional así como a afinar los instrumentos que se brindan desde la ciencia política para comprender la política sub nacional y la problemática específica. Por otro lado, este trabajo resulta necesario en tanto contribuye a estudiar la política regional desde una perspectiva menos “electoralista” o de “conflicto social” que es la mirada que ha predominado desde la academia y en la mayoría de medios de comunicación limeños durante la última década3. En el caso concreto de Puno, como resultado de tal perspectiva, los trabajos y estudios realizados dan cuenta de una región cambiante y poco institucionalizada. Sin embargo, la vigencia de algunas redes ha sido pasada por alto, no obstante que su estudio permite encontrar ciertas continuidades y cambios políticos que no han sido abordados hasta el momento. En la sociedad puneña dichas redes han existido y fueron impulsadas por diferentes organizaciones y líderes interesados en promover respuestas a las problemáticas y necesidades de las poblaciones tanto rurales como urbanas de la región. Recogiendo esta dinámica particular se aporta a los estudios sub nacionales al identificar categorías que resultan valiosas para abordar las particularidades del análisis regional. Esta investigación también tiene una relevancia de carácter más “local” ya que reconstruye la historia política puneña reciente respecto de la cual existe un vacío. Considerando ello, el análisis retoma la historia regional 3 Cabe tener en cuenta que la Ley de Bases de la Descentralización del año 2002 brinda un nuevo marco legal a realidades político – regionales ya constituidas. 14 ubicando diferentes etapas en las que diferentes organizaciones, liderazgos y propuestas van madurando y sosteniendo sus redes propias en diálogo con las condiciones cambiantes de la región. Metodología El departamento de Puno ha sido caracterizado como una región con altos niveles de conflictividad social y fragmentación política, sin embargo consideramos que los estudios existentes resultan insuficientes para explicar su compleja dinámica política. La selección de la política regional puneña como materia de tesis, responde a la intención de brindar una explicación que incluya una perspectiva histórica y que, a la par, de cuenta de las particularidades con las que se construye la política en la región. Las fuentes primarias utilizadas han sido la observación y la investigación cualitativa basada en entrevistas personales (fueron entrevistadas 35 personas conforme al cuadro que se detalla más adelante), mientras a nivel de fuentes secundarias se ha considerado la investigación cualitativa de resultados electorales, antecedentes electorales e información periodística. En virtud de ello, la identificación de los grupos considerados en este trabajo toma como referencia los resultados electorales del año 2010, proceso en el que a pesar del elevado número de candidatos4, los tres primeros alcanzaron en conjunto poco más del 50% del electorado. A ello se agrega que estos mismos candidatos contaban con experiencia política anterior (electoral y no electoral), lo que se aprecia en la revisión de datos de los tres casos 4 El año 2010 participaron en las elecciones regionales puneñas 21 movimientos políticos. 15 escogidos, a través de las hojas de vida e historial de postulaciones que consta en el portal Infogob del Jurado Nacional de Elecciones. En esta determinación también se ha considerado el seguimiento realizado a la política regional desde las elecciones del año 2002, básicamente a partir de la experiencia personal en la región y el trato directo con políticos, analistas, líderes, académicos y otras personas5. Ello permitió identificar una serie de vinculaciones entre los diferentes actores y elaborar un mapeo de los principales candidatos y sus colaboradores. Adicionalmente se tomó como referencia información periodística, lo que implicó la revisión de noticias en medios de comunicación, tanto local como nacional, además de una serie de conversaciones con periodistas y operadores políticos. Asimismo, se llevó adelante la revisión bibliográfica de estudios y documentación relativa a cada caso, lo que permitió perfilar la trayectoria de las redes y ciertos políticos puneños, y de esa manera determinar los aspectos a ser profundizados en la siguiente etapa de la investigación. Por otro lado, se ha realizado una revisión bibliográfica de la teoría relativa al caso. Con el material acumulado se realizaron las entrevistas a profundidad con la finalidad de reconstruir la historia política de las redes. Así, se han realizado entrevistas a los tres candidatos y a personas que conforman sus entornos (asesores, operadores e integrantes de las redes) para ahondar en su biografía política y profesional. Seguidamente se llevaron a cabo entrevistas a 5 El autor ha sido abogado de la Vicaría de Solidaridad de la Prelatura de Ayaviri, comisionado de la Defensoría del Pueblo, coordinador regional de la Asociación Servicios Educativos Rurales en Puno e integrante del comité editorial de la revista de análisis político Cabildo Abierto. 16 políticos, expertos, analistas y periodistas con el objeto de reconstruir y establecer hitos en la historia política regional e indagar en la trayectoria de las redes y sus integrantes. En conjunto se han realizado 35 entrevistas personales en las ciudades de Puno, Juliaca y Lima entre los meses de setiembre a diciembre del 2013, de acuerdo al siguiente detalle: Entrevistado Número Lugar Candidatos regionales 3 Puno y Juliaca Asesores y operadores 8 Puno, Juliaca y Lima Integrantes de las redes 13 Puno, Juliaca y Lima Políticos puneños 5 Puno y Juliaca Expertos y periodistas 6 Puno y Juliaca Todo esto ha permitido contar con un conjunto de datos que permitieron contrastar la información, analizar la evidencia y finalmente proceder a la redacción del trabajo. Plan de la Tesis La tesis está organizada en base al siguiente esquema: el primer capítulo se refiere a la perspectiva teórica para determinar la centralidad de los actores en la política regional considerando como referencia la definición de redes. El segundo capítulo trata el estado de la cuestión, reseñando los diferentes estudios elaborados sobre actores y política regional puneña. El capítulo tres desarrolla el origen de las tres redes políticas seleccionadas. El capítulo cuatro pasa revisión a la historia de cada una durante los años 90. El quinto capítulo desarrolla la historia política regional durante la primera década del nuevo siglo, incorporando la variable electoral, así como el rol de otros actores que permiten entender el comportamiento de las redes políticas. El 17 sexto capítulo aborda de manera específica la actuación de las redes políticas en las elecciones del año 2010 en Puno así como la biografía política de los tres principales candidatos. Y el sétimo capítulo realiza el análisis de los tres casos tratados en el trabajo, tomando como base los hallazgos y la literatura relativa al tema. 18 CAPÍTULO 1 MARCO TEÓRICO: LOS ACTORES DE LA POLÍTICA REGIONAL Diferentes trabajos de ciencia política sobre el sistema político peruano se han dirigido a explicar la crisis de los partidos políticos y la vigencia de la democracia sin estos actores. Vergara (2006) señala, por ejemplo, que existen una serie de debilidades históricas y estructurales de los partidos tradicionales a las que se agregan factores institucionales que impiden su resurgimiento como actores relevantes de la política. La preocupación del autor por esta situación se agrava al constatar los desencuentros que podrían darse cuando: “…las regiones están en manos de agrupaciones que se organizan en las vísperas de elecciones, en que los partidos son más débiles que nunca en dichos niveles y donde las regiones reciben mucho dinero por el canon”6. Sin duda alguna, los partidos políticos nacionales son actores importantes y por tanto su fortalecimiento es una de las tareas a realizar en una “democracia sin partidos” como la peruana (Tanaka 2005). Sin embargo, al lado de estas preocupaciones, resulta válido preguntarse sobre su centralidad en el funcionamiento de la política realmente existente. 1.1. ¿Partidos políticos, movimientos regionales o redes políticas? 6 Vergara 2006: 132-133 19 En un trabajo que contrapone el rol de los partidos políticos y las facciones en el debate legislativo uruguayo, Morgenstern (2001) se pregunta cómo definir y caracterizar a un actor central en el sistema político. Para el caso que estudia, el autor considera la disciplina de partido dentro de una coalición como el factor a ser tomado en cuenta para determinar la categoría de análisis más importante. De esta manera, una coalición de partidos políticos será el actor central si es que vota cumpliendo de manera disciplinada lo acordado en la coalición, pero si por el contrario, un partido o facción quiebra lo acordado en la coalición, entonces lo más adecuado es enfocar el análisis en esta última subunidad, en tanto es el actor central. Actor central en el debate legislativo uruguayo Disciplina de partido en las votaciones Actor central Partidos votan conforme lo acordado en la coalición Coalición Partido o facción quiebran lo acordado en la coalición Partido o Facción Tomando como referencia la interrogante de Morgenstern para analizar el escenario de la política regional peruana, una primera pregunta a responder es si los partidos políticos nacionales constituyen una categoría adecuada para estudiar la política regional. Como lo señalan los estudios mencionados de Tanaka y Vergara, en el Perú los partidos atraviesan una larga crisis y ni siquiera existe un sistema de partidos a nivel nacional y menos regional; a lo que se agrega que actualmente la mayoría de gobiernos regionales7 están 7 Los Gobiernos Regionales fueron constituidos como parte del proceso de descentralización. La Ley 27783, Ley de Bases de la Descentralización señala en su artículo 28 que las regiones son unidades territoriales geoeconómicas, en tanto el artículo 31 indica que el gobierno regional es ejercido por el órgano ejecutivo de la región. Por su parte, la Ley 27867, Ley Orgánica de Gobiernos Regionales, indica 20 liderados por políticos elegidos por fuera de los partidos políticos nacionales. En suma, las circunstancias descritas evidencian la intrascendencia práctica de los partidos políticos nacionales a nivel de la política sub nacional8; por tanto, no se constituyen como categorías centrales de análisis. Aún más, en el caso específico de Puno, los partidos políticos nacionales no han sido los principales protagonistas en la competencia electoral regional. Grupos políticos y procesos electorales Proceso electoral Grupos políticos con mayor votación 2002 Movimiento por la Autonomía Regional Quechua y Aymara – MARQA Poder Democrático Regional – PDR 2006 Avanza País 9 Poder Democrático Regional – PDR 2010 Reforma Regional Andina Integración, Participación Económica y Social Puno – RAÍCES Proyecto Político Aymaras y Quechuas Unidos e Integrados – AQUÍ Ahora bien, siguiendo en la misma perspectiva para definir al actor central, esta vez en el nivel regional, otra serie de estudios ha identificado como tal a los movimientos regionales. De este modo, concentran su análisis en las agrupaciones que vienen participando en los procesos electorales regionales realizados desde el año 2002 con el inicio del proceso de descentralización. en el artículo 2 que estas instancias de gobierno son “Son personas jurídicas de derecho público, con autonomía política, económica y administrativa en asuntos de su competencia, constituyendo, para su administración económica y financiera, un Pliego Presupuestal” 8 Las regiones en las que obtuvieron la victoria partidos políticos nacionales en primera vuelta fueron La Libertad con el APRA y Tacna con Acción Popular. En segunda vuelta, Somos Perú logró ganar en Huánuco. El partido Alianza para el Progreso participó como alianza electoral y consiguió la victoria en Lambayeque y Ayacucho. 9 Como veremos más adelante, el presidente regional Hernán Fuentes fue un invitado del grupo político Avanza País y rompió con éste aún antes de asumir el cargo. Posteriormente creó el Frente Amplio de Puno – FAP. 21 Dichos trabajos, al dirigir su atención a los procesos electorales, no se adentran más allá de estos escenarios, asumiendo en mayor o menor medida que el actor central de la política subnacional son los movimientos regionales que articulan a los diferentes actores políticos. Cabe recordar que estas organizaciones se encuentran reconocidas en la Ley N° 28094, Ley de Partidos Políticos10 vigente en el país y constituyen una institución formal establecida para competir electoralmente por el poder a nivel subnacional11. De Gramont (2010) ratifica esta posición cuando afirma la importancia de analizar los movimientos regionales, cuyo surgimiento es una consecuencia de la debilidad y ausencia de legitimidad de los partidos políticos, una reacción al “vacío de representación partidaria a nivel regional”. Asimismo, analizando las elecciones del año 2010, Barrenechea (2010) encuentra que este proceso confirma la formación de una “proto-clase política regional” articulada alrededor de políticos con experiencia en procesos electorales, pero sin capacidad para establecer organizaciones partidarias y a la que todavía le falta un largo trecho para afirmar que cuenta con un sistema de partidos de nivel subnacional. Otras investigaciones dedicadas al estudio de los movimientos regionales identifican algunas dificultades del sistema político a nivel regional (Barrenechea 2010, Vera 2010, Remy 2010 a, Remy 2010 b, Tanaka 2009, Tanaka y Guibert 2011). Una de ellas es la fragmentación política, la cual se 10 “Ley 28094. Artículo 17.- Movimientos y Organizaciones Políticas de alcance local Se entienden como movimientos las organizaciones políticas de alcance regional o departamental (…) En las elecciones regionales o municipales pueden participar los movimientos”. 11 Como organizaciones políticas, los movimientos regionales cumplen una dinámica propia durante los procesos electorales, desarrollan sus propios discursos, tienen acceso a medios de comunicación, recursos, organizaciones sociales, llegan a alianzas entre ellos, etc. Aunque su existencia y trayectoria no dependen de los partidos nacionales, ello no implica que no exista cercanía y lazos con algunos. 22 constata a través del sustantivo incremento del número de listas de candidatos, especialmente para el proceso electoral del año 2010, fenómeno que además vendría acompañado de una privatización y personalización de la política. Muñoz y García (2011) sostienen una interpretación diferente indicando que más que fragmentación, lo que existe es una desarticulación política que persistiría no obstante el gradual fortalecimiento de los movimientos políticos regionales y la consolidación de algunos liderazgos departamentales. En efecto, las autoras señalan que el número de listas de candidatos en elecciones es un indicador que sólo da cuenta del “grado de coordinación existente en el lado de la oferta política”. Vale decir, ello solamente revela cuán capaces fueron los líderes políticos de coordinar su candidatura con otros actores. “La confusión entre un mayor número de listas con mayor fragmentación muestra que hace falta mayor claridad conceptual para poder distinguir qué caracteriza al sistema político peruano”12. Las autoras enfatizan que es necesario distinguir entre los fenómenos de fragmentación, nivel de competencia política y volatilidad del sistema de partidos, lo cual implica analizar las dinámicas sub nacionales. Por su parte, desde la teoría de formación partidaria y capitales políticos Zavaleta (2012) avanza en el análisis explicando que las agrupaciones políticas que participan electoralmente han seguido dos rutas para organizarse: la mayoría ha optado por el establecimiento de alianzas coyunturales de carácter electoral que no implican la construcción de un aparato partidario permanente 12 Muñoz y García 2011: 13. 23 (coaliciones de independientes), mientras sólo unas pocas han conseguido cierta institucionalización (partidos regionales). En este trabajo tomamos un camino distinto al seguido en los estudios anteriores e indagamos en la trayectoria de otros actores que sobre todo han estado actuando en la sociedad y han estado alejados de la política formal electoral que representan los movimientos regionales, ya que, tal como señala Giddens (2010), la vida política se encuentra con mucha frecuencia mucho más allá de los marcos ortodoxos de los partidos políticos, las reglas electorales y los propios organismos gubernamentales13. En efecto, y volviendo a la pregunta planteada por Morgenstern, es necesario determinar si en la política subnacional peruana existen otros actores centrales distintos a los partidos políticos y los movimientos regionales, cuya actuación permite explicar o por lo menos complementa la explicación sobre el devenir social y político en las regiones. Bien recuerda Meléndez (2012) que la historia contemporánea también incluye a los “políticos de a pie”, aunque muchas veces éstos acaben en el anonimato y sumidos en “la soledad de la política.” Asumiendo estas consideraciones, en este trabajo identificamos a las redes políticas como actores centrales de la política subnacional en el departamento de Puno. Creemos que la existencia y funcionamiento de estas redes permite describir y explicar en buena parte la historia política del 13 En el mismo sentido va lo advertido por Helmke y Levitsky (2003) sobre la importancia del estudio de las instituciones informales, puesto que centrar la atención en las reglas formales dejando de lado las reglas informales puede ser insuficiente y conlleva el riesgo de dejar de lado una serie de elementos que son importantes para entender el comportamiento político. 24 altiplano. La persistencia de las redes y de la política que desde ellas se realiza respondiendo a un contexto cambiante, es el punto central de este trabajo. Actor central en la política regional puneña Actuación política Actor central política regional Partidos políticos no intervienen en la política regional NO Movimientos regionales sólo tienen vigencia en procesos electorales NO Redes políticas intervienen permanentemente en la política regional SÍ Siguiendo esta argumentación, a continuación desarrollamos los siguientes puntos: primero abordamos algunos aspectos teóricos sobre las redes, en segundo lugar contrastamos el caso de las redes puneñas con los elementos indicados, a fin de verificar la pertinencia de la teoría a nuestra materia de análisis, y finalmente hacemos un repaso de diversos estudios que tratan la identificación y trayectoria de los actores políticos en Puno. 1.2. Redes sociales Desde la perspectiva de la Sociología, Giddens (2010) realza la importancia de la unión de las personas “para poder realizar diferentes actividades que de otro modo no podrían llevar a cabo por ellas mismas”. Esta cooperación se realiza de diferentes maneras, siendo dos de esas formas la organización y las redes. Con relación a las organizaciones, el autor señala que son grupos con miembros identificables con un objetivo común, cuyo logro se busca mediante la realización de acciones colectivas. En las sociedades modernas estas 25 organizaciones tienden a ser formales, con objetivos expresa y claramente determinados, cargos formales y jerarquía de autoridad, reglas y procedimientos definidos y son las más difundidas en la actualidad. El ejemplo más importante es la organización burocrática. Las redes sociales constituyen otra de las formas de actuación conjunta que existe en la sociedad. Giddens señala que éstas son “todos aquellos contactos directos e indirectos que relacionan a una persona o a un grupo con otras personas o grupos”; y en el caso de las redes personales, éstas incluyen a las personas que son conocidas unas de otras directa o indirectamente. En el mismo sentido, Emmanuel Lazega define a las redes como “…un conjunto de relaciones específicas (por ejemplo colaboración, apoyo consejo, control o también influencia) entre un número limitado de actores”14. Planteando la necesidad de iniciar un diálogo entre la teoría sociológica y la ciencia política, Barozet (2012), complementa estas nociones indicando que las redes constituyen una cadena multi-direccional que está integrada por diferentes dimensiones, en las cuales las personas se relacionan unas con otras y que en conjunto crean una determinada área social. Como vemos, todas las definiciones anteriores de redes inciden en la relación de las personas y grupos con objetivos y espacios comunes de colaboración en mayor o menor medida. De allí viene la importancia de las redes, en tanto éstas otorgan mayor ventaja a las personas y grupos que las 14 Citado por Barozet (2012). LAZEGA, Emmanuel, Réseaux sociaux et structures relationnelles, Paris, PUF, 1998: 5. 26 integran, aunque ciertamente no todas las redes tienen el mismo poder ni alcance. Estos puntos son relevantes para realizar la identificación de las redes y diferenciarlas de las organizaciones formales y grupos sociales, aunque éstas pueden formar parte de aquellas o incluso darles origen como veremos más adelante. Aunque el concepto de redes ha sido básicamente utilizado en la sociología, Barozet señala que generar un diálogo entre la teoría sociológica referida a las redes y sus aplicaciones en el campo de la ciencia política, permite adoptar una visión más amplia de algunos temas en los que ha primado básicamente el enfoque institucional. El autor explica que el estudio de las redes resulta particularmente útil cuando se realiza el estudio de una serie de prácticas sociales que se realizan en espacios informales en los que, como dice Elias, “cabe romper con el pensamiento bajo la forma de sustancias aisladas y pasar a reflexionar acerca de las relaciones y las funciones”15. En estos casos, es necesario pasar del análisis de las categorías a los vínculos, y eso es lo que realizamos en este trabajo, siguiendo la ruta de otros estudios en la ciencia política que asumen esta misma perspectiva16. Un ejemplo de esta aplicación del concepto de redes a la ciencia política en el campo del análisis electoral lo da Frankel (1991). El autor apela al análisis de las redes con la finalidad de explicar la importancia que tienen los vínculos y 15 Citado por Barozet (2012). ELIAS, Norbert, La société des individus, Paris, Pocket, 1987: 49-50. 16 Una serie de trabajos en ciencia política aplican el concepto de redes al estudio de fenómenos políticos como el análisis electoral (Frankel 1991), el diseño y toma de decisiones sobre políticas públicas (Klickert y otros 1997), las políticas de colaboración internacional (Alcañiz 2010), la formulación de iniciativas legales (Aleman y Calvo 2011) y los procesos decisorios a nivel local donde la cooperación y la confianza entre los actores son condiciones básicas (Berardo y Mazzalay 2012). 27 patrones amicales entre vecinos para explicar el sentido de la votación a favor del partido laborista en Gran Bretaña, ya que es a partir de estas relaciones que se difunde la información y se forma la opinión política. En efecto, la opinión de una persona y las decisiones que eventualmente vaya a adoptar, van a depender en gran medida de su inserción en determinadas redes que son los espacios en los que se transmiten determinados pareceres, influencias, convicciones, etc. Un elemento adicional que otorga el recurrir el análisis de las redes es que permite resolver el largo debate sobre las relaciones entre estructuras sociales versus agencia (Alcañiz 2010), en tanto que lo relevante vendrá a ser la descripción del funcionamiento de la red como espacio de articulación entre ambas categorías. Lo cierto es que las redes forman parte de la vida cotidiana y sin los vínculos sociales que ellas generan no es posible la participación social y menos la política. Al contrario, la articulación y movilización social y política, constituyen una forma de expresión de las redes alrededor de determinados temas. De esta manera, el concepto de red es útil para identificar una forma de cooperación entre las personas que, en este caso, empieza en la sociedad y pasa al mundo de la política. Lo importante en cualquier caso es señalar que con este planteamiento teórico, pasamos al siguiente punto: el proceso de identificación de las tres redes políticas puneñas. 28 1.3. Propuesta de interpretación: Las redes como actores centrales de la política en Puno El trabajo de Mauricio Zavaleta (2012) sobre partidos regionales y coaliciones de independientes a nivel subnacional señala que en algunas de las “regiones con pobres niveles de acceso” del Perú, los partidos que han surgido lo han hecho teniendo como base redes sociales preexistentes. Haciendo referencia a lo tratado por Rosenston y Hansen sobre la importancia de la movilización política de los ciudadanos en Estados Unidos, tarea en la que las redes tienen un rol fundamental, Zavaleta indica que en el Perú: “…la mayoría de redes sociales que han servido de apoyo a una agrupación política nueva provienen de organizaciones extintas (partidos políticos, grandes sindicatos, etc.); antiguos espacios de socialización y acción política durante las décadas del setenta y ochenta, remanentes de la sociedad política previa a 1992”17. En su estudio, el autor opta por centrar el análisis en la articulación política, los incentivos para la formación de partidos y los sustitutos partidarios. Esto le permite encontrar una serie de elementos que considera claves en la política regional: señala la existencia de algunos partidos regionales, identifica la formación de coaliciones de independientes y determina el inicio de la carrera de los políticos regionales a través de organizaciones económicas (empresas y radios) que reemplazan los aparatos partidarios. Precisamente uno de los casos para sustentar sus hallazgos se encuentra en el departamento de Puno, donde realiza el seguimiento a la participación política de dos movimientos regionales: AQUÍ y RAICES, liderados por los dos políticos que alcanzaron los porcentajes de votación más 17 Zavaleta 2012: 35 29 altos en las elecciones del año 2010. De acuerdo a lo analizado, ambos grupos serían ejemplos de coaliciones de independientes. A diferencia de lo planteado por Zavaleta no seguimos la ruta de los movimientos regionales puneños y sus operadores en la coyuntura electoral, sino prestamos atención a tres redes políticas que existen y actúan en esta región desde hace varias décadas y cuya actuación política no ha estado vinculada exclusivamente a procesos electorales: los laicos de la iglesia católica del sur andino, los ex militantes del Partido Unificado Mariateguista y los antiguos partidarios del Frente Nacional de Trabajadores y Campesinos. Como lo hemos señalado, consideramos a estos grupos como actores centrales de la política en el Altiplano. Sin embargo, es necesario determinar primero los elementos comunes que relacionan a las personas y grupos que conforman estas redes. El procedimiento que seguiremos para llevar a cabo esta tarea se expresa en el siguiente cuadro: Identificación de redes políticas Organización de la cual surge la red Creencias e intereses comunes Personas y grupos que forman parte de la red Factores de permanencia en la red Organizaciones e instituciones vinculadas a la red A continuación realizamos un análisis de cada uno de los casos identificando las organizaciones de las cuales han surgido o que dieron origen a las diferentes redes, las creencias e intereses comunes de quienes forman parte de ellas, la determinación de las personas y grupos que las integran, los 30 factores que permiten la permanencia en la red y las organizaciones e instituciones vinculadas a cada una. A. Los laicos de la iglesia católica del sur andino La iglesia católica del sur andino conformada por diferentes jurisdicciones eclesiales ubicadas en el sur del Perú fue un sector progresista que cumplió un rol destacado en la lucha por la tierra y la pacificación en Puno. Teniendo como guías principales a la Teología de la Liberación, la opción preferencial por los pobres18 y una visión culturalista en su relación con la población, creó una amplia red de instituciones pastorales19 para cumplir labores de acompañamiento y formación de la población campesina e indígena, las cuales fueron dirigidas y realizadas, entre otros, por laicos que compartían en buena parte la visión política y teológica que se construía en las reuniones de trabajo organizadas para analizar el proceso político y establecer el enfoque teológico que lo interpretaba20. “En estos espacios se revisa el papel y la misión de la Iglesia, así como el trabajo pastoral en la situación concreta que vive el país y en particular la que vive el sur andino. Se busca responder así, desde las exigencias de la fe, a las necesidades del pueblo pobre” (Jara 2006). 18 De acuerdo a esta doctrina de la iglesia católica el trabajo pastoral debe enfocarse en las poblaciones pobres, entendiendo y atendiéndoles según sus condiciones de vida, considerando que las personas tendrán que ir asumiendo un proceso de transformación personal y de las condiciones de injusticia que les impide desarrollarse. Ello requiere que la doctrina de la iglesia maneje un análisis de la realidad discutido a la luz del Evangelio, para definir ciertas prácticas pastorales comunes (método ver, juzgar y actuar). Esta perspectiva es asumida por la iglesia católica latinoamericana desde la Conferencia de Obispos Latinoamericanos de Medellín (1968) y se ratifica en Puebla (1979) y Aparecida (2007). 19 Entre éstas se pueden mencionar al Instituto de Pastoral Andina, las Vicarías de Solidaridad, los Institutos de Educación Rural, las Cáritas, entre otros. 20 El Instituto de Pastoral Andina – IPA organizaba todos los años reuniones de reflexión sobre temas de Coyuntura y Teología en el distrito de Chucuito, a los que asistían obispos, sacerdotes, monjas y laicos de todo el sur andino. 31 Hasta finales de los años 80 del siglo XX un sector de la iglesia católica surandina mantuvo una serie de coincidencias políticas con el Partido Unificado Mariateguista lo que se expresaba en la dirección de diferentes instituciones eclesiales por parte de laicos con militancia partidaria. Sin embargo, luego del quiebre de dicha relación alrededor de 1990, los laicos que permanecieron en dichas instituciones adoptaron como regla general dejar la militancia en partidos políticos. La década de los años 90 fue un periodo en el que el trabajo político no partidarizado de los laicos se realizó desde las diferentes instituciones pastorales y ONGs vinculadas a la iglesia que se encargaban de la ejecución de una serie de proyectos de desarrollo en la región. La permanencia en la iglesia católica les exigía apartarse de los partidos políticos. Las cosas se modificaron a medida que la iglesia católica sur andina se debilitaba por el cambio de los obispos progresistas que fueron reemplazados por prelados de tendencia conservadora21. Para inicios de la primera década del nuevo siglo, los laicos modificaron su decisión de evitar la política partidaria, ingresando a la competencia electoral de forma progresiva (primero a nivel local en el año 2002 y luego a nivel regional en el año 2006). Dada la cercanía que tenían por años de trabajo conjunto y aún cuando muchos dejaron de pertenecer formalmente a las instituciones de la iglesia católica por diferentes circunstancias, la trayectoria e interés político de los líderes de este grupo, así como el haber formado parte de alguna institución pastoral o mantener vínculos con sacerdotes u otros religiosos les permitió 21 De manera progresiva fueron reemplazados los obispos de Puno, Juli y Ayaviri. 32 continuar articulados y apoyar el proyecto político que lideró uno de los laicos más reconocidos entre ellos, Mauricio Rodríguez, quien fue finalmente elegido presidente regional el año 2010. Red de laicos de la iglesia católica sur andina Organización de la cual surge la red Creencias e intereses comunes Personas y grupos que forman parte de la red Factores de permanencia en la red Organizaciones e instituciones vinculadas a la red Iglesia católica del sur andino - Perspectiva de la Teología de la Liberación y opción preferencial por los pobres - No militancia política partidaria - Laicos que formaron parte de las entidades de la iglesia católica - Permanencia en la iglesia católica - Mantienen vínculos con sacerdotes u otros religiosos/as - Participación en espacios impulsados por la iglesia católica - Gobiernos provinciales Sandia y Carabaya - Consorcio Municipalidades Norte de Puno - Comisión de la Verdad y Reconciliación y Mesa de Concertación Lucha contra la pobreza - Radio Onda Azul - Radio Pachamama - Proyecto político AQUÍ B. Los ex militantes del Partido Unificado Mariateguista El Partido Unificado Mariateguista – PUM fue una de las agrupaciones políticas más importantes que conformaban Izquierda Unida y de las que actuaban en Puno hasta la década de los años 80 del siglo pasado. Integrado por militantes puneños y foráneos que llegaron al altiplano desde diferentes lugares del país fue uno de los actores clave conjuntamente con la iglesia católica durante el proceso de lucha por la tierra iniciado por las comunidades campesinas al inicio del primer gobierno de Alan García. 33 También jugó un rol destacado en la lucha por la paz que impulsó la iglesia católica como respuesta a la violencia política iniciada en Puno por el Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso. Asimismo, durante estos años militantes del PUM fueron elegidos en diferentes puestos estatales y llegaron a controlar la principal organización campesina, la Federación Departamental de Campesinos de Puno (FDCP). Los enfrentamientos internos, el quiebre de su alianza con la iglesia católica y la arremetida del discurso antipartido llevado adelante por el fujimorismo, debilitaron aún más al partido político en Puno y el resto del país. Muchos de los militantes abandonaron el partido, sin embargo un grupo de ellos se rearticuló en el sur del departamento logrando impulsar la carrera política del líder campesino aymara Gregorio Ticona que pasó de ser alcalde del distrito de Pilcuyo en 1989 a alcalde provincial de Puno en 1998 y congresista de la República el 2000. Estos ex militantes pumistas formaron el Frente Independiente Juntos por Obras (FIJO) a mediados de los años 90, se aliaron al partido Somos Perú al final de la década y luego de que Ticona se convirtiera en un tránsfuga hacia el fujimorismo, quienes quedaron en Puno fundaron un nuevo movimiento político, Poder Democrático Regional (PDR), con el que participaron durante los diferentes procesos electorales regionales desde el año 2002, teniendo al mismo candidato, Alberto Quintanilla, a pesar de no conseguir la victoria. Como la mayor parte de los partidos que formaron Izquierda Unida, los ex PUM se alejaron de las posiciones políticas radicales que les dieron origen, sin embargo, sus propuestas siempre estuvieron enfocadas o se construyeron 34 tomando como base una plataforma campesinista22 y el trabajo con las comunidades desde la FDCP. Las pugnas que existieron luego de su segunda derrota electoral el año 2006 produjeron un quiebre en la red que dio cuenta de las prioridades y reglas políticas vigentes en esta agrupación: tuvo que dejar el movimiento el grupo de técnicos más cercano a Quintanilla pero que al mismo tiempo tenía menos vinculación con el trabajo campesino. El movimiento continuó bajo la dirección de los integrantes de la línea campesinista y de quienes actuaban desde la FDCP. Red de ex militantes del PUM Organización de la cual surge la red Creencias e intereses comunes Personas y grupos que forman parte de la red Factores de permanencia en la red Organizaciones e instituciones vinculadas a la red Partido Unificado Mariateguista - Trabajo con sectores comunales en base a propuestas campesinistas - Vinculación con líderes del antiguo PUM - Ex militantes del PUM La permanencia depende de seguir la línea campesinista - Gobiernos municipales de Pilcuyo, Ilave y Puno - Red de Municipalidades Rurales - Frente Independiente Juntos por Obras y Poder Democrático Regional - Federación Campesinos de Puno - Radio Juliaca C. Los antiguos partidarios del Frente Nacional de Trabajadores y Campesinos El Frente Nacional de Trabajadores y Campesinos – FNTC, el partido de los hermanos Cáceres Velásquez, fue el partido regional más importante de 22 En este caso lo central era el acceso a la tierra por parte de las comunidades campesinas y la promoción del desarrollo rural considerando la problemática de estas organizaciones. 35 Puno y el que hegemonizó el poder municipal en Juliaca, la ciudad comercial más relevante, desde su fundación hasta inicios de la década de los años 90, periodo en el que sus partidarios fueron elegidos alcaldes distritales y provinciales, diputados, senadores e inclusive su principal líder, Roger Cáceres llegó a ser candidato presidencial en 1980, 1985 y 1990 (Apaza 2001). Aunque el FNTC se inició impulsando una plataforma de reivindicación campesina regional (reforma agraria), su responsabilidad en el gobierno local de Juliaca así como el contar con representantes y voceros frente al gobierno central, dio a sus propuestas políticas un carácter predominantemente localista. Al ser el grupo político hegemónico en la provincia de San Román, el FNTC contribuyó de manera decisiva a la consolidación de una identidad juliaqueña que sirviera de base a los esfuerzos realizados para lograr el desarrollo de la ciudad. El mecanismo para conseguir ese objetivo fue la lucha por la creación de una universidad, lo que se concretó con la fundación de la Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez (UANCV) a inicios de los 80. Además de ser el principal centro de estudios de la zona norte del departamento, la UANCV se convirtió en un espacio de articulación de los partidarios del FNTC, donde éstos asumieron una serie de cargos y responsabilidades. De hecho, la fundación promotora ha sido y es dirigida hasta la actualidad por Róger Cáceres Velásquez, mientras que varios de sus rectores han formado parte del partido cacerista23. Con la desaparición del FNTC luego de las derrotas electorales sufridas en los años 90, la UANCV se convirtió en el principal espacio desde el cual los 23 El actual rector de la UANCV, Víctor Huamán Meza, formó parte del FNTC. 36 antiguos partidarios de este grupo político continúan participando en la política local y regional. Antiguos alcaldes y dirigentes del FNTC permanecen en la universidad y desde allí participan directamente o apoyan la conformación de movimientos regionales y candidatos. Red de ex partidarios del FNTC Organización de la cual surge la red Creencias e intereses comunes Personas y grupos que forman parte de la red Factores de permanencia en la red Organizaciones e instituciones vinculadas a la red Frente Nacional de Trabajadores y Campesinos Propuestas políticas identificadas con Juliaca - Ex partidarios y simpatizantes del FNTC - Integrantes de la Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez - Pertenencia a la universidad - Relación con los hermanos Cáceres Velásquez - Municipalidad de San Román-Juliaca - Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez - Movimiento Integración Andina, RAÍCES - Radio Sol de los Andes A la luz de la teoría existente, considero que existen elementos para definir a los grupos descritos como redes políticas. Al mismo tiempo, un elemento que vale ir resaltando es que las tres redes tienen origen en instituciones formales (la iglesia católica, el PUM, el FNTC) y perduran en el tiempo a pesar de la debacle de dos de ellas y el cambio en la posición política de la otra. Sin embargo, fueron en estas instituciones formales (sociales y políticas) donde se crearon los espacios de socialización que permitieron consolidar las ideas los vínculos personales, las reglas, las propuestas y, en cierta medida, los liderazgos principales, que conducirían la intervención de las redes hasta su encuentro en las elecciones del año 2010. 37 CAPÍTULO 2 ESTADO DE LA CUESTIÓN: LOS ACTORES POLÍTICOS EN EL ALTIPLANO PUNEÑO La dinámica política puneña y los actores que forman parte de ella han sido materia de estudios de diversa índole, los cuales identifican a una serie de actores que intervienen en determinados contextos: elites, autoridades, funcionarios, candidatos a elecciones, líderes, campesinos, movimientos regionales, ONGs, organizaciones económicas, sociales, gremios, frentes de defensa, etc. Cada uno, desde su perspectiva, nos permite acercarnos a la construcción de un mapa político regional y nos brinda elementos para ubicar y analizar la actuación de las redes políticas como actores políticos relevantes. Sin duda, el trabajo más ambicioso en términos históricos y políticos sobre el altiplano es “La batalla por Puno” de José Luis Rénique (2004), en el que el autor logra dar una mirada de largo plazo a la historia política regional puneña y ubica a sus principales actores. Abarcando un periodo que se inicia pasada la primera mitad del siglo XIX con la Rebelión de Juan Bustamante y llega hasta finales del siglo XX con la derrota en el campo puneño de Sendero Luminoso, Rénique revela la trayectoria y actuación de una serie de actores políticos, redes, organizaciones e instituciones públicas y privadas que tienen 38 como telón de fondo las luchas campesinas por la tenencia de la tierra, expresión de una conflictividad permanente. Al llegar a la segunda mitad del siglo XX, Rénique describe la llegada y surgimiento de tres actores cuyo rol ha sido preponderante para poner al altiplano puneño en el mapa político nacional, manteniendo vigente una tradición contestataria al gobierno central y poniendo en evidencia las limitaciones institucionales del Estado peruano: el Partido Unificado Mariateguista (PUM), el Frente Nacional de Trabajadores y Campesinos (FNTC) y la iglesia católica del sur andino. Aunque no trata con la misma amplitud a cada uno de ellos, Rénique explica la visión y propuestas que tenían para la región, y muestra las líneas de continuidad que siguieron en medio de la compleja dinámica política que llega hasta inicios de los años 90, tiempo en que finaliza el estudio. El trabajo de Rénique es el que construye el mapa político más completo de Puno y es el que tomamos como referencia principal para identificar a las redes políticas que juegan un rol protagónico en esta región y cuyo quehacer político es materia de estudio en la tesis. Los otros estudios existentes sobre los actores políticos puneños asumen una perspectiva más acotada que lo tratado por Rénique, pero permiten enriquecer la información de algunos de ellos y amplían la interpretación sobre su rol e importancia. Por un lado tenemos los trabajos de Diez, Villegas, Vera, Jara, Rozas y Zavaleta que prestan atención a la trayectoria de ciertas personas y grupos políticos; mientras los estudios de Cotler y otros, Vilca, Pajuelo y Meléndez, además de la trayectoria de los 39 actores, los ubican en el contexto de las transformaciones sociales que se producen en la región. 2.1. Trayectorias personales y grupos políticos puneños Con respecto al primer grupo, Alejandro Diez (2003) aborda los ámbitos de ejercicio del poder y de construcción de las elites en Puno, dando cuenta de los grupos y espacios en los que actúan los líderes regionales puneños. Diez señala que en los ámbitos primarios de socialización se encuentran las familias de notables (ex hacendados) que, aunque han visto resquebrajarse su poder, continúan manteniendo un reparto estamental del mismo y los cargos a nivel regional; a diferencia de las familias con origen campesino, que tienen como principal espacio de socialización política a los gremios y movimientos populares. Entre los ámbitos secundarios se encuentran la universidad, las iglesias, los gremios, los partidos políticos, los círculos de profesionales y las ONG. El autor describe el rol de los medios de comunicación como catalizadores políticos, aunque señala que éstos se encuentran subordinados a redes de interés que buscan formar corrientes de opinión favorables a determinadas políticas o grupos de poder. Asimismo, Diez ensaya un listado de grupos que podrían ser considerados como parte de las elites puneñas: los grupos de poder económico (los industriales, los pequeños y medianos comerciantes, los empresarios de turismo, los productores e intermediarios vinculados al negocio lanero y los contrabandistas); los tecnócratas y 40 burócratas; los dirigentes; los desarrollistas o románticos del desarrollo24 y los intelectuales. El trabajo de Diez permite ubicar a diferentes actores y situarlos dentro de determinados grupos sociales, siendo útil para esbozar un esquema de acceso al poder económico y político puneños en un momento histórico determinado (al inicio del proceso de descentralización impulsado por el gobierno de Alejandro Toledo), pero no avanza más allá de este acercamiento inicial y no presta atención a las redes que sostienen a las elites y grupos de poder identificadas como tales en el trabajo. Villegas (2006) también desarrolla una aproximación a las características de las elites puneñas señalando la diversidad de su procedencia, la cual se derivaría de los cambios sociales ocurridos en el país. Coincide con Diez en que estas elites están formadas por familias de notables ligadas a la propiedad de la tierra, redes de profesionales, funcionarios de ONGs, dirigentes de partidos políticos, organizaciones y gremios, funcionarios e intelectuales; y que son ellas las que asumen responsabilidades de gobierno. Sin embargo, su distinta procedencia, así como su heterogénea composición, impediría el surgimiento de relaciones de complementariedad entre sus integrantes y por tanto las relaciones de colaboración serían prácticamente inexistentes, prevaleciendo la conflictividad. La consecuencia de esta situación sería la de un escenario de “todos contra todos” y por tanto se establecerían condiciones para un ejercicio autoritario del poder. Si bien Villegas acierta al indicar la complejidad de la relación entre diferentes grupos de poder en Puno, deja de 24 Diez se refiere con estos términos a los profesionales, directivos y técnicos de las ONG. 41 lado las acciones de cooperación y acciones conjuntas llevadas a cabo por parte de los diferentes actores y, al igual que Diez, tampoco identifica las redes que los sostienen. El trabajo de Vera (2010) señala el surgimiento en Puno de una serie de organizaciones políticas que recurren a reivindicaciones culturalistas y étnicas basadas en un imaginario colectivo que evoca una historia de rebeliones y separatismos. Partiendo de dicha perspectiva, el autor trata la trayectoria de uno de estos actores políticos, el Movimiento por la Autonomía Regional Quechua y Aymara (MARQA), liderado por David Jiménez, que ganó las primeras elecciones regionales puneñas y fue una experiencia política que, según sus líderes, se conformó para impulsar la construcción de una nación quechua y aymara. El estudio de Vera resulta importante porque ubica en el escenario político regional a un dirigente y un grupo de actores que actúan sobre la base de una identidad común de origen (la pertenencia a un partido político de izquierda como Puka Llacta), construyen una propuesta y logran acceder al nivel de gobierno, aunque finalmente acaban postergando su plataforma política y reeditan “formas de caudillismo autoritario, neo-patrimonialismo y clientelismo, alejados de la consolidación de liderazgos y élites regionales”. En esta tesis también tratamos el caso de MARQA como uno de los actores que permite reconstruir la reciente historia política puneña, aunque a diferencia del autor no nos centramos en el estudio del uso de los discursos étnicos como instrumentos para obtener el poder. 42 Lupe Jara (2006) reconstruye la historia de la iglesia católica en el sur andino hasta mediados de la década de los años 90. El trabajo descansa en la memoria de obispos, curas, monjas y agentes pastorales, e incorpora una interpr etación teológica como sustento de la misma. La lucha por la tierra, la paz y los derechos humanos aparecen como expresiones concretas de la acción desarrollada en Puno por la iglesia católica, así como de la coordinación permanente que existía entre todos sus integrantes. El estudio de Jara es minucioso en documentar las posturas teológicas y su correlato en la actuación eclesial, priorizando la visión de religiosos y religiosas. Sin embargo, en su relato, los laicos y sus trayectorias son los extras de la historia a pesar de que de estas personas dependió en gran medida convertir en acción concreta la “defensa de la vida”. No obstante ello, este trabajo resulta fundamental para entender las reglas y espacios de formación de quienes forman parte de las redes de la iglesia católica. A partir del análisis de las lógicas de postulación de los candidatos regionales, Rozas (2012) muestra la persistencia de un grupo de políticos puneños que participan sucesivamente en los procesos electorales y mantienen cierta notoriedad llegando a formar parte de “una suerte de élite regional en ciernes”, entendida ésta como el grupo dentro del cual se encuentran los probables ganadores de las contiendas electorales. En el caso de Puno, la autora toma como referencia a Alberto Quintanilla, líder del movimiento Poder Democrático Regional, a Luis Butrón, actual alcalde de la capital departamental y a Mariano Portugal, ex alcalde puneño y elegido congresista el año 2011 por el partido político Perú Posible. El estudio de 43 Rozas analiza la trayectoria de estos actores que tienen en común experiencia política, acceso a recursos para seguir con sus carreras políticas y entornos de colaboradores más o menos permanentes; sin embargo, al centrar su estudio en los individuos, la autora deja de lado el análisis, por lo menos en el caso de Quintanilla, de la red en la que éste se desenvuelve. Finalmente, se encuentra el estudio ya descrito en los puntos anteriores de Zavaleta (2012), que a partir de los casos de los movimientos regionales puneños AQUÍ y RAÍCES, entre otros, identifica a las coaliciones de independientes como una práctica política prácticamente institucionalizada para la competencia electoral. Aunque los movimientos regionales han derrotado a los partidos nacionales, esto no les ha significado mayor fortaleza, por lo que todavía deben funcionar y organizarse como coaliciones coyunturales de políticos independientes que comparten cierto interés común durante los procesos electorales. 2.2. Trayectorias y transformaciones del contexto puneño En el segundo grupo de trabajos se encuentran Cotler y otros (2009) que señalan que Puno es una sociedad en transición donde el contexto de transformaciones que atraviesa no permite establecer grupos de intereses económicos con mayor capacidad de influencia (elites); en tanto la dispersión política que se presenta en todos los niveles (regional, provincial y distrital) obedecería parcialmente a la debilidad de los grupos políticos. Así, las autoridades regionales y locales serían sobre todo independientes sin claras referencias políticas nacionales. 44 Este trabajo también introduce en el análisis a actores que enarbolan reivindicaciones de carácter étnico (aymaras indigenistas), aunque se precisa que estas posturas no pasan de ser “las clásicas reivindicaciones regionales”. El estudio aporta a ubicar el desenvolvimiento de los actores regionales en el marco del proceso de descentralización y su vinculación con las organizaciones nacionales y el gobierno central, aunque lo acotado del periodo de tiempo analizado (la reforma descentralista en los gobiernos de Alejandro Toledo y Alan García) no permite establecer la continuidad histórica de estos grupos políticos ni los espacios sociales en los que se desenvuelven. El rol de los sectores campesinos en Puno se ha ido canalizando políticamente a través de los “profesionales campesinos” (Vilca 2011), quienes adquieren cada vez mayor liderazgo y protagonismo a lo largo de todo el departamento, lo que les permite acceder a cargos de elección, a nivel local distrital y provincial en primera instancia, y posteriormente a nivel regional. Este tema es tratado por Pajuelo (2009) a partir del estudio del conflicto de Ilave, que analiza la vida política local articulada en torno del gobierno municipal en un escenario de cambios sociales en el altiplano. Pajuelo llama la atención sobre los grupos aymaras cuya actuación, a partir de la crisis que sacudió Ilave el año 2004: “…ha acentuado un fenómeno de reivindicación del orgullo aymara, entre cuyas expresiones se halla la difusión del mencionado discurso en torno a la vigencia de la nación aymara”. En el estudio se señala la existencia de una serie de activistas que comparten esta visión y entre los que se encuentran docentes de escuelas y universidades, así como integrantes de gremios. Aunque esto no ha significado 45 la formación de un movimiento político organizado y con continuidad en el tiempo, sí ha permitido el surgimiento de liderazgos políticos electorales en la zona sur de la región. Si bien es cierto el trabajo de Pajuelo se enfoca en el ámbito local y en el rol de actores aymaras, también brinda elementos discursivos e identifica formas de articulación política que no se circunscriben a los procesos electorales, por lo cual aporta al conocimiento de la dinámica política regional. Meléndez (2012) también analiza el rol de actores aymaras cuyo protagonismo surge en escenarios de conflictividad, poniendo en relevancia su importancia como operadores políticos. El autor trata los casos del ex alcalde Ilave Miguel Ángel Flores, que reemplazó al asesinado Cirilo Robles25, y el dirigente aymarista Hugo Llano, cuya arena es la movilización social. Aún cuando ambos personajes ejercen liderazgo y tienen una indudable importancia política en sus respectivos ámbitos de influencia, no logran superar lo que Meléndez llama “la doble brecha” de la intermediación política (social y político- electoral), convirtiéndose en solitarios de la política. Más allá del enfoque de este trabajo que da cuenta de las limitaciones políticas de estos actores a nivel electoral, el caso de los aymaras es importante para entender el contexto político puneño y el papel que juegan políticos puneños en los conflictos sociales. Tomando en cuenta los documentos reseñados, abordaremos a continuación la trayectoria de las redes conformadas por militantes pumistas, partidarios frenatraquistas y laicos católicos que se han mantenido activas en la 25 Alcalde de la provincia de El Collao – Ilave, asesinado por una turba el 26 de abril del año 2004. 46 política puneña gobernando municipios, participando en procesos electorales, luchando por la democracia, creando universidades, dirigiendo organizaciones sociales, luchando entre ellas y también contra otros actores. Esta participación política se ha mostrado claramente en el proceso electoral regional del año 2010, donde los tres principales candidatos representaron a cada uno de los sectores políticos antes señalados: Mauricio Rodríguez a los laicos de la iglesia católica, Juan Luque a los partidarios del FNTC y Alberto Quintanilla a los militantes pumistas. Con sus particulares estrategias, victorias y derrotas, y a pesar de la desaparición formal y las crisis de las organizaciones que les dieron origen, así como de la compleja historia política puneña de las últimas décadas, son estas tres redes las que han mantenido y mantienen un rol central en el altiplano. 47 CAPÍTULO 3 IGLESIA SUR ANDINA, IZQUIERDA CAMPESINISTA Y LOS KENNEDY DEL ALTIPLANO A lo largo de la segunda mitad del siglo XX, tres nuevos actores ingresaron al quehacer político puneño, impulsando desde su propia perspectiva una serie de acciones y propuestas que permitieran superar los tradicionales problemas de, en palabras de Bourricaud, “la región más india del Perú”. Desde las décadas de los 50 y 60, la iglesia católica del sur andino, los partidos de izquierda (varios de los cuales devendrían en el Partido Unificado Mariateguista) así como el movimiento político juliaqueño liderado por los hermanos Cáceres Velásquez (que formarían luego el Frente Nacional de Trabajadores Campesinos), planteaban una agenda reformista para garantizar el acceso a la tierra de comuneros y comuneras y de esta manera erradicar la ancestral pobreza que afectaba a este sector mayoritario de la población del Altiplano. Para ello asumieron la defensa del campesinado, impulsaron la reforma agraria, apoyaron la constitución de diferentes organizaciones rurales, y cuando fue necesario movilizaron a miles de campesinas para exigir al gobierno central la adopción de políticas y medidas a su favor. Se trataba de 48 dar forma y articular políticamente demandas sociales y desde allí conseguir del Estado nacional respuestas favorables con políticas de atención a la problemática campesina en varias dimensiones (la tierra, la pobreza, los derechos humanos). Realizar este trabajo requería el concurso de muchas personas, la formación de sus simpatizantes, la creación de una identidad política y realizar acciones de movilización y protesta cuando fuera necesario, todo lo cual devino en la conformación de redes así como en la constitución de partidos y movimientos. En el siguiente capítulo se desarrolla la trayectoria de estos actores hasta finales de la década de los años 80. 3.1. La iglesia católica del sur andino A mediados de la década de 1960, surgió en el sur del Perú una región pastoral católica que marcaría la política puneña durante las siguientes décadas: la iglesia del sur andino. Ésta comprendía diferentes prelaturas y diócesis del sur peruano26 que coordinaban de manera conjunta y permanente sus diferentes planes pastorales. La constitución de esta región ocurrió a partir de la confluencia de diferentes factores como la fundación de Prelaturas Nullius27 encargadas a congregaciones de misioneros de tendencia 26 Comprendía las siguientes jurisdicciones eclesiales: la arquidiócesis de Cusco, las diócesis de Puno y Abancay, las prelaturas de Chuquibambilla, Juli, Ayaviri y Sicuani, la vicaría episcopal de Caylloma y la arquidiócesis de Ayacucho. 27 Actualmente se denominan prelaturas territoriales y se encuentran reguladas en los puntos 368 a 370 del Código de Derecho Canónico. La prelatura territorial es una determinada porción del pueblo de Dios, delimitada territorialmente, cuya atención se encomienda por circunstancias especiales a un Prelado que la rige del mismo modo que un Obispo diocesano. 49 progresista28, la promoción de estudios de las culturas indígenas quechua y aymara, así como el desarrollo de una visión conjunta de la pastoral inspirada en el mensaje del Concilio Vaticano II y perspectiva de la Teología de la Liberación (Klaiber, 1996). Un momento relevante para este trabajo fue la fundación en 1969 del Instituto de Pastoral Andina con la voluntad de “conocer el alma andina y poner en pie al campesinado”29, que brindó el soporte ideológico y político a las acciones que se desarrollaron a lo largo de las décadas siguientes. Aunque con el paso de los años, algunas jurisdicciones eclesiales de la región se alejaron de esta forma de trabajo, ésta se mantuvo en el departamento de Puno y las provincias altas del Cusco, la diócesis de Puno y las Prelaturas de Ayaviri, Juli y Sicuani siendo ellas sumamente activas en el trabajo pastoral coordinado. De esta manera se fundaron una serie de entidades como los Institutos de Educación Rural (IER) Waqrani en Ayaviri y Palermo en Juli, radio Onda Azul en Puno y durante la época del conflicto armado interno, las Vicarías de Solidaridad de Puno, Ayaviri, Juli y Sicuani con el encargo principal de defender los derechos humanos. El rol desempeñado por los diferentes obispos como líderes de la iglesia regional o local fue crucial por el compromiso que conllevaba y porque permitió superar la postura tradicional de la iglesia católica ligada a los grupos de poder (Zambrano y Rodríguez 1997). Pero también resultó importante el trabajo de los sacerdotes y religiosas que, llegados desde diferentes partes del mundo, 28 Los Maryknoll en Juli, los Sagrados Corazones en Ayaviri y los Carmelitas norteamericanos de la nueva Observancia en Sicuani. 29 Luis Dalle, citado por Lupe Jara (2006: 412) 50 asumieron el compromiso de trabajar de manera conjunta por y al lado de los campesinos quechuas y aymaras. “La riqueza de la Iglesia sur andina, paradójicamente, es su pobreza, es que éste es un lugar difícil… difícil y riquísimo a la vez, porque es una cultura rica, compleja, con mucha historia (…) pero es un lugar muy difícil por el clima, por la pobreza, por la altura y por la complejidad de la cultura (…) Y ésta es una Iglesia que desde el comienzo se identificó con la cultura, con la problemática del lugar”30. Todo esto se complementaba con el trabajo desarrollado por los laicos, quienes se encargaban directamente de llevar adelante las acciones de capacitación, difusión, construcción de obras productivas, asistencia técnica y de defensa legal. Pero los laicos no sólo desempeñaban tareas técnicas, sino que en su mayoría participaban activamente en la discusión de los lineamientos. Los encuentros de coyuntura y teología convocados por el IPA en Chucuito (Puno) año a año representaban un espacio para formarse en la discusión y en el análisis político y eclesial de la región y el país. Es desde su propia tarea socio pastoral, desde inicios de los años 80, que la iglesia católica puneña coincide con partidos de izquierda como Vanguardia Revolucionaria surgiendo una suerte de alianza sustentada en el trabajo conjunto de estos sectores en la lucha por la tierra, que era la principal demanda de los campesinos puneños31. La iglesia católica sur andina prestó un apoyo decidido a esta reivindicación, tan es así que en 1985 Monseñor Francisco D´Alteroche, Prelado de Ayaviri, recurrió al recién electo presidente Alan García para que acceda al pedido de tierras que era una demanda que 30 P. Simon Pedro, citado por Lupe Jara (2006: 410) 31 Las demandas de tierra de los campesinos tienen una larga historia la cual es anterior a la Reforma Agraria implementada por el gobierno de Juan Velasco, que fue considerada insuficiente al dejar en manos de empresas de propiedad social y no de comunidades campesinas grandes extensiones (Rénique 2004). 51 crecía día a día, y que poco tiempo después del pedido del obispo trajo como consecuencia las primeras tomas de tierras de las Empresas de Propiedad Social (EPS), exigiendo la conformación de una “comisión reestructuradora” (1985). Estas acciones fueron dirigidas y alentadas desde organismos eclesiales como el IER Waqrani en Ayaviri y radio Onza Azul desde la capital departamental. El IER era dirigido por Ricardo Vega que era al mismo tiempo laico y militante del PUM, tal como ocurría con otras personas que pertenecían tanto a la iglesia católica como a dicho partido. A inicios de los ochenta, mientras la lucha por la tierra era un eje principal del trabajo eclesial, la violencia senderista arreciaba tanto como las respuestas de las fuerzas de seguridad estatal. En medio de esta situación, la respuesta de la iglesia católica fue la creación de las Vicarías de Solidaridad, una de cuyas acciones al lado de la defensa de los derechos humanos, fue conformar un frente pro comunero en el que también participaron militantes del PUM y dirigentes campesinos de las diferentes bases de la FDCP. Desde ese espacio se denuncian los ataques senderistas, la represión de la policía y el ejército y se organizan multitudinarias marchas por la paz reclamando el respeto a la vida y la finalización de la guerra. Una serie de documentos respaldan la defensa del campesinado y la lucha por la paz que aglutinaba a la mayoría de cristianos, dando cuenta de la posición pública de la iglesia católica del sur andino sobre el problema de la tierra y la lucha por la paz. Por ejemplo, “En el altiplano, para vivir se necesita tierra”, “La tierra, don de Dios-Derecho del Pueblo”, “Puno quiere la paz” y 52 “Sembrar la vida para cosechar la paz” (IPA y CEP 1994). Este arduo trabajo logró evitar que el altiplano se convierta en otro cruento campo de batalla. No obstante haber logrado articular fuerzas que venían de diferentes canteras, en favor de los campesinos, a finales de los años 80 la coincidencia entre el PUM y algunos sectores de iglesia católica iba llegando a su fin. Enfrentamientos entre laicos y militantes y la decisión de un sector del partido izquierdista de “pasar a la lucha armada” (lo que finalmente no concretaron) fueron algunos de los motivos para un rompimiento que trajo hondas consecuencias en la vida política de todos los involucrados. 3.2. La izquierda campesinista Durante la década de los años 70, el “campesinismo” limeño se trasladó al altiplano puneño (Rénique 2004) con el objeto de organizar a la población rural marginada por la reforma agraria, en un escenario en el que, según ellos, persistían las prácticas del gamonalismo expresadas en las empresas asociativas agrarias creadas por el Velasquismo. Personajes venidos de fuera como militantes de Vanguardia Revolucionaria (VR), Juan Mendoza y Ricardo Vega32, entre otros, fueron los encargados de llevar adelante este trabajo en las provincias del norte (Melgar, Azángaro, Carabaya y Huancané). Al mismo tiempo llegaron a la zona sur del departamento otros militantes de izquierda como Augusto Castro, 32 Mendoza y Vega también eran dos laicos de la iglesia católica y contaron con el apoyo de sacerdotes para llegar a Puno. 53 pertenecientes a partidos como el Partido Comunista Revolucionario (PCR)33 y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Muchos de los recién llegados y los que se irían formando durante esos años sumaban a su militancia izquierdista su identidad y trabajo en las instituciones de la iglesia católica, aunque no siempre había total coincidencia entre unos y otros. El objetivo común de todos ellos era impulsar la lucha campesina por la tierra, para lo cual aglutinaron a dirigentes quechuas como Zenobio Huarsalla, Juan Rojas y Rufino León, y aymaras como Saturnino Corimayhua, Gregorio Ticona y Felipe Aleluya, entre otros. Como parte de estos esfuerzos, Vanguardia Revolucionaria fundó en 1978 la Federación Departamental de Campesinos de Puno (FDCP). La FDCP fue uno de los principales canales para difundir las propuestas de los partidos de izquierda. Entre las bases de esta organización jugó un rol trascendental la Federación Unificada de Campesinos de Melgar (FUCAM), que contaba con la asistencia técnica del IER Waqrani dirigido primero por Juan Mendoza y después por Ricardo Vega. De estos gremios surgió la iniciativa de proceder a la reestructuración de las tierras de las empresas agrarias a favor de las comunidades campesinas. En 1983 se produjo una grave sequía en Puno, generando una mayor presión de los sectores rurales para la toma de tierras, mientras simultáneamente Izquierda Unida lograba una victoria electoral en gran parte del departamento, llegando a la alcaldía de la capital el militante Jaime Ardiles. 33 Mayores detalles del rol y acciones cumplidas por estas personas son descritas por José Luis Rénique (2004). 54 Ese mismo año, otro puneño, Saturnino Corimayhua asumió la Secretaría General de la Confederación Campesina del Perú, reemplazando al líder piurano Andrés Luna Vargas. En 1984 se produjo la fundación del Partido Unificado Mariateguista (PUM), integrado por VR, PCR y el MIR, lo que permitió que este partido alcance “un peso impresionante en la región: siete ONGs, un importante respaldo de la iglesia, unos seiscientos compañeros organizados por la FDCP, más de doscientos comités de mujeres, 36 alcaldías ganadas por IU, dos diputados” (Rénique 2004). Uno de estos diputados era Alberto Quintanilla. Para 1985 la lucha por la tierra constituía la principal demanda campesina recogida por la FDCP, activamente apoyada por la iglesia católica y los laicos-militantes. Luego de realizadas las primeras tomas en el segundo semestre de 1985, el gobierno central emitió en febrero de 1986, los Decretos Supremos 005-86-AG y 006-86-AG que disponían el inicio del proceso de reestructuración de las tierras de las empresas asociativas, dando un plazo de 120 días para ello (Valero y Flores 1997). Mientras se llevaba adelante este proceso se realizaron nuevas tomas de tierras, ventas ficticias, adjudicaciones injustificadas, retrasos en los trámites etc. No obstante estas dificultades y los reclamos presentados al gobierno, en febrero de 1987 se dio por terminada la reestructuración. El trabajo realizado por el PUM convirtió a este partido en la fuerza política más importante del departamento tanto a nivel electoral como organizativo. Pero no era la única fuerza de izquierda. Desde años antes, el Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso (PCP-SL), había llegado al 55 Altiplano, generando una cruenta guerra con el Estado, donde la mayoría de víctimas fueron campesinos y campesinas, pero también militantes del PUM, el APRA y otros partidos. Como respuesta a esta embestida, se establece un frente procomunero conformado por militantes del PUM, sacerdotes y laicos de la iglesia católica y dirigentes campesinos que, a la larga, impidió que Puno se convierta en un “segundo Ayacucho” (CVR 2003: 274, Rénique 2004). Pero ésta no fue la única respuesta del PUM. El Ande Rojo fue la otra. Creada como una instancia coordinadora para enfrentar la propuesta aprista del Trapecio Andino, entre sus tareas estuvo llevar adelante “el viraje” que, entre otras acciones, implicaba constituir organismos de autodefensa. Para ello militantes puneños y otros llegados de fuera iniciaron un proceso de adiestramiento militar que no se tradujo en actos armados. Sin embargo, como señalan algunos involucrados, esta decisión sería uno de los motivos para el rompimiento con su principal aliado en Puno, un sector de la iglesia católica. Mientras tanto, la participación electoral todavía era una opción estratégica y de acumulación de poder para el PUM. Es así que en el marco del proceso de regionalización, logran ganar las elecciones regionales en la recién constituida región José Carlos Mariátegui. En 1990 el militante pumista Romeo Paca se convirtió en presidente regional al ser designado como tal por el recientemente elegido Consejo Regional sobre la base de una alianza conformada por partidos de izquierda que apenas duró ocho meses y acabó con la renuncia de Paca al PUM, aunque éste continuó ejerciendo la presidencia regional con el apoyo del UNIR, el PCP, el APRA y FREDEMO (Rénique 2004). La precariedad institucional de los gobiernos regionales, el 56 asambleísmo y el nuevo escenario político acabaron con la experiencia descentralista, es así que, como todas las regiones constituidas a finales del gobierno aprista, el gobierno regional José Carlos Mariátegui sería disuelto por Alberto Fujimori con el autogolpe del 5 de abril de 1992 y reemplazado por el Consejo Transitorio de Administración Regional (CTAR). 3.3. Los Kennedy del altiplano34 El 18 de mayo de 1968, la Plaza San Martín en Lima fue testigo de una masiva manifestación política: la marcha de los chullos. De esta manera se dio nacimiento formal al Frente Nacional de Trabajadores y Campesinos – FNTC, dirigido por los hermanos Cáceres Velásquez (Gonzáles 1994). Ello ocurrió luego de varios años de trabajo político a través de la Democracia Cristiana y del Frente Sindical Campesino, en los que Roger Cáceres, Néstor Cáceres, Átalo Gutiérrez, Julio Arce y otros dirigentes campesinos quechuas y aymaras de la región, impulsaron la adopción de medidas que permitieran mejorar las condiciones de vida de campesinos y trabajadores del sector rural puneño, entre las cuales se encontraba por ejemplo, constituir al departamento de Puno en una región piloto para el desarrollo de la reforma agraria (Rénique 2004). El bastión del movimiento fue la ciudad de Juliaca, capital de la provincia de San Román, y de la que serían alcaldes los otros dos hermanos Cáceres Velásquez: Luis (en tres oportunidades) y Pedro. Sin embargo, a nivel nacional, 34 Frase atribuida a Enrique Chirinos Soto para identificar a los hermanos Cáceres Velásquez que lideraban el Frente Nacional de Trabajadores y Campesinos. 57 sería la figura de Roger la más importante, ya que desde su curul de parlamentario fue un activo promotor de la creación de escuelas, colegios e institutos, además de provincias y distritos; asimismo impulsó la construcción de carreteras, centros de salud y otras obras de infraestructura (Diez 2003). Por otra parte, desde la alcaldía provincial de San Román, el FNTC llevó adelante el proceso de modernización de la ciudad de Juliaca cuya población creció exponencialmente desde la década de 1940. El objetivo era dotar a la ciudad de servicios públicos y obras de infraestructura que permitieran seguir impulsando el crecimiento urbano, atender las necesidades de vivienda de los miles de migrantes de la zona norte del departamento que llegaban todos los días y fomentar el crecimiento comercial e industrial que los dotaría de puestos de empleo y recursos económicos. Tres fueron los proyectos fundamentales en este camino: la construcción del aeropuerto Manco Cápac, la constitución del Parque Industrial Taparachi y la creación de la Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez. Un aspecto que cabe resaltar es que desde Juliaca se veía a la burocracia asentada en la capital, Puno, como un obstáculo para que esta ciudad pudiera obtener el apoyo gubernamental (Calsín 2001). Esto produjo una serie de protestas, la más importante de las cuales ocurrió en noviembre de 1965 cuando el alcalde Luis Cáceres y otros líderes fueron detenidos por la gravedad de los hechos de violencia que causaron varios fallecidos y decenas de heridos. Esta movilización es uno de los hitos históricos de la ciudad y muestra la lucha de esta población por concretar sus demandas, pero también evidencia la rivalidad permanente con la ciudad de Puno. 58 Entre los proyectos reclamados por la población y la dirigencia de Juliaca, la creación de la universidad es la que requirió más esfuerzo y fue el resultado de todo un proceso social ideado por Néstor Cáceres, el más lúcido de los hermanos que murió prematuramente en 1968. El objetivo final de esta tarea era dotar a Juliaca de un espacio educativo propio para continuar su modernización y desarrollo de forma autónoma respecto de la capital departamental. La creación de una universidad que permitiera formar una elite profesional con la identidad propia de la ciudad (Gonzáles 1994) resultaba fundamental para ese propósito. Esta propuesta muestra una realidad y un discurso muy distinto al descrito antes en Puno. La propuesta de los hermanos Cáceres responde a una ciudad en formación, con un mercado en ebullición y donde gentes de diferentes zonas rurales llegaban a encontrarse en un nuevo espacio donde el intercambio comercial lo era todo. En este cuadro, la integración implicaba proveer los cuadros profesionales a un sector emergente que, además buscaba avanzar en industrialización y fortalecer sus vínculos económicos con Lima y el sur del país. Todo estaba por hacerse y todo era posible a través de la política. Las gestiones para contar con una universidad se iniciaron en 1966 con la instalación de una filial de la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa (UNSA) a partir de la cual “se buscaba naturalmente marchar luego a la independización tal como ocurrió con otras filiales como la Universidad Comunal del Centro en Pasco, en Ica”35. 35 Entrevista personal con el autor. Juliaca, setiembre 2013. 59 “Nosotros luchamos por la creación de la universidad. Era un pedido que empezó desde los años sesenta para no depender de Puno. Todo el pueblo quería su propia universidad”.36 La filial de la UNSA no duró mucho siendo cerrada en 1968, no obstante haberse ofrecido la donación de un terreno municipal de 30 hectáreas en Taparachi. Poco después, otro de los hermanos Cáceres, Pedro, logró la creación de la universidad particular Túpac Amaru; sin embargo esta tampoco tuvo éxito y fue desactivada por el gobierno militar impuesto en 1968. Durante los años siguientes, militantes del FNTC como Braulio Gonzáles que se encargó de elaborar el expediente respectivo, apoyados por diferentes organizaciones juliaqueñas, bregaron por la creación de una universidad hasta que finalmente el 23 de octubre de 1981, en plena Plaza de Armas de Juliaca, fue fundada la Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez (UANCV). El alcalde era Luis Cáceres Velásquez y el presidente de la Comisión organizadora e Inspector de Cultura y Educación de la municipalidad, el propio militante cacerista Braulio Gonzáles. En Lima, mientras tanto los congresistas Róger y Pedro Cáceres se sumaron gestionando la ley de creación. “En el año 81 era alcalde Luis Cáceres, en ese mismo periodo, su hermano Roger era senador y su otro hermano Pedro era diputado, entonces habían una presencia política importante y yo pienso que esas condiciones fueron las que finalmente fueron aprovechadas para que se gestionara la creación de una universidad para Juliaca”.37 La nueva universidad no sólo fue un centro de formación educativa, sino que formó parte de un proyecto político que contó con el apoyo y dirección del FNTC desde el inicio. 36 Entrevista personal con Róger Cáceres Velásquez. Lima, setiembre 2013. 37 Entrevista personal con el autor. Juliaca, setiembre 2013. 60 “Gran parte de la fundación promotora estaba integrada por gente vinculada al FNTC. En gran medida el FNTC, en la primera etapa organizativa de la universidad ha tenido presencia muy importante… el FNTC fue el que condujo prácticamente la universidad”.38 El éxito de los proyectos impulsados por los Cáceres Velásquez a favor de Juliaca, garantizaron el apoyo electoral de la ciudad al FNTC. Roger Cáceres fue elegido y reelegido congresista, su hermano Pedro también llegó al Parlamento, mientras a nivel municipal el FNTC dirigió la municipalidad provincial de San Román durante toda la década a excepción del periodo 1987- 1989. Entre todos los alcaldes destacó Luis Cáceres Velásquez quien trasladó las pretensiones políticas caceristas a Arequipa, destino de miles de migrantes puneños. El estilo provocador, directo y la fama de eficiente de Cáceres le valieron para ser elegido alcalde de la segunda ciudad del país en 1987. Con todos estos acontecimientos, el apelativo de los Kennedy del Altiplano estaba plenamente justificado. La hegemonía del FNTC en Juliaca y su crecimiento político en Arequipa, sin embargo, eran también una muestra de que el carácter campesinista y rural del partido se habían diluido a lo largo de los años, siendo reemplazado por una identidad política pragmática ligada a lo urbano, lo comercial y lo empresarial, que eran las características de los migrantes que habitaban en las cada vez más grandes periferias de la “ciudad de los vientos” y la “ciudad blanca”. Por otro lado, la cada vez menor permanencia de los Cáceres en Juliaca fue debilitando al FNTC y sus bases. A pesar de ello, el partido logró victorias 38 Entrevista personal con el autor. Juliaca, diciembre 2013. 61 electorales. Una de ellas fue la elección en 1989, con el mayor número de votos, del diputado regional Braulio Gonzáles, quien debido a ello se encargó de conducir el proceso de transición para la creación de la Región José Carlos Mariátegui. Mientras tanto, a nivel municipal el FNTC ganó nuevamente las elecciones de 1989, siendo electo alcalde Vidal Chávez Lipa, quien fue el último alcalde elegido como representante del partido manteniendo la denominación original y a quien le tocó enfrentar las adversas condiciones sociales para los partidos políticos a inicios de los 90. 62 CAPÍTULO 4 PUNO 1992-2001: LA DÉCADA FUJIMORISTA Luego de una década marcada por la lucha por la tierra de las comunidades campesinas puneñas y la violencia política iniciada por Sendero Luminoso y respondida duramente por el Estado (Rénique 2004), el altiplano peruano iniciaba la última década del siglo XX en medio de un escenario político distinto: la reestructuración de las tierras se había estancado debilitando con ello el rol de las organizaciones campesinas y sus aliados, y la última columna senderista era diezmada por la acción conjunta del Ejército, la Policía y los ronderos campesinos de Sollocota (CVR 2003: 280). Al mismo tiempo, a inicios de los 90, el trabajo realizado durante varios años por el “bloque procumunero”, que expresaba el trabajo coordinado realizado por sectores de la iglesia católica del sur andino y el Partido Unificado Mariateguista, llegó a su fin en medio de confusas circunstancias y enfrentamientos que veinte años después todavía son respondidos con reserva, cautela o largos silencios por algunos de los protagonistas; mientras en Juliaca los hermanos Cáceres Velásquez y el Frente Nacional de Trabajadores y Campesinos (FNTC) perdían la hegemonía política que mantuvieron en la municipalidad provincial a manos de nuevos actores políticos independientes. 63 Durante los años que siguieron, el PUM y el FNTC desparecieron formalmente de la política regional, siendo reemplazados por otros actores y operadores políticos surgidos al amparo de la política antipartido del fujimorismo, mientras que por otro lado los cambios a posturas conservadoras de la jerarquía eclesial en la Diócesis de Puno, afectarían el trabajo llevado hasta entonces por un sector de la iglesia católica sur andina39. Sin embargo, esto no significó la desaparición de las redes de militantes, partidarios y laicos, quienes continuaron interviniendo en la vida política puneña a lo largo de los siguientes años, tal como lo demuestra la conformación del FIJO con Gregorio Ticona y la alcaldía ganada por Pedro Cáceres en Juliaca. Aunque las estrategias fueron distintas a las de la década anterior y también fueron dispares los resultados obtenidos, estos actores persistieron en medio de un contexto adverso. Este capítulo está dedicado a narrar estos hechos ocurridos durante la última década del siglo XX, años en los que el fujimorismo se convirtió en la principal fuerza política del país. 4.1. El quiebre del “bloque pro comunero” A finales de los años 80 se produjo la división del PUM entre zorros y libios40 a nivel nacional, mientras que en Puno – el principal campo político del partido en el interior del país – se sumaban otras dos confrontaciones. Una 39 Durante la década de los años 90, se produjo una desmovilización de gran parte de los actores sociales y políticos en el país, situación que cambió con el regreso a la democracia y el inicio del proceso de descentralización impulsado por el gobierno de Alejandro Toledo (Tanaka 2002). 40 Los zorros (moderados) y los libios (radicales) fueron dos grupos que surgieron al interior del PUM y mantuvieron una serie de debates sobre el carácter de la izquierda peruana. Los zorros abandonaron el partido en 1998 (Garay 2008). 64 tenía en orillas opuestas a los pumistas puneños y a los que eran enviados por la cúpula central del partido en Lima y la otra que enfrentaba a los laicos con militancia pumista con los laicos que no la tenían. A la larga esta última tensión dejaría mayores secuelas debido al abandono (aunque muchos lo recuerdan como expulsión) de las filas de la iglesia católica, por parte de los militantes de izquierda, que hasta entonces compartieron su labor pastoral en las ONGs y otras entidades eclesiales con su pertenencia político partidaria. Así, los jóvenes militantes limeños que llegaban al altiplano a inicios de los 90 para cumplir diferentes tareas de organización política se encontraban con una serie de resistencias por parte de sus compañeros puneños que miraban de soslayo y con sospecha a los recién llegados. El principal dirigente del partido en el departamento, Fernando Rodríguez, reivindicaba la necesidad de una conducción regional regateando apoyo a los foráneos, lo que iba generando una serie de desencuentros y debilitaba la acción política. No era extraño por tanto que quienes arribaban estuvieran varias semanas sin contacto alguno con el partido y tuvieran que esperar el arribo de dirigentes nacionales para recién tener la oportunidad de participar en reuniones e integrarse al trabajo. “Cuando llegué a Puno estuve más de quince días sin tener contacto con nadie del partido. Tuvo que llegar el Toche para que pudiera participar en una reunión con los compañeros puneños”.41 Con todo, el PUM contaba en Puno con un amplio aparato, cuadros dirigenciales, militantes y simpatizantes en todas las provincias; una bancada congresal en la capital; ONGs con generosos recursos financieros; acceso al 41 Entrevista personal con el autor. Lima, octubre 2013. 65 principal medio de comunicación radial (Onda Azul)42 que era de propiedad de la Diócesis de Puno y también dirigían la principal organización campesina (la Federación Departamental de Campesinos de Puno). Acostumbrados a la participación electoral también obtuvieron el gobierno de la Región José Carlos Mariátegui conformada por los departamentos de Moquegua, Tacna y Puno en 1989. Desde esa posición, el PUM se enfrentaba con otro poderoso enemigo: el PCP Sendero Luminoso, cuya columna principal, dirigida por el estudiante arequipeño Juan Carlos Olivares del Carpio, “el Gringo”, “batía” el campo en el corredor que iba de San Juan de Salinas en Azángaro a las provincias altas de Cusco. La poca efectividad de la respuesta estatal a través de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional así como la propia ideología política revolucionaria del PUM dieron fuerza a la propuesta aprobada en su segundo congreso nacional de enfrentar a Sendero Luminoso “vía la constitución de organismos de autodefensa y medidas de preparación militar” (CVR 2003: 278). Militantes entrenados en los campos de guerra de América Central, como el “camarada Quispe” – uno de los responsables del entrenamiento militar de los militantes pumistas –, llegaron durante esos años al Altiplano con este propósito que finalmente no alcanzaron a concretar. La mayoría de protagonistas atribuye a esta decisión de una parte del PUM, el motivo para el quiebre de la coincidencia que tenía con un sector la iglesia católica puneña, a inicios de los 90. Esto ocurrió en un contexto en el 42 Por ejemplo, por acuerdo del directorio de la radio se otorgó una hora de programación radial a la FDCP pumista. 66 que se produjeron ataques y asesinatos de campesinos que participaban de acciones de lucha por la tierra por parte del PCP-SL, así como la destrucción del IER Waqrani de la Prelatura de Ayaviri. Así por ejemplo, a raíz de un trágico incidente en la Cooperativa Agraria de Trabajadores Quisuni, ocurrido en julio de 1990, que acabó en el asesinato de 6 personas, la Prelatura de Ayaviri emite un pronunciamiento alejándose de las tomas de tierras y deslindando responsabilidades respecto de los militantes del PUM que condujeron el IER Waqrani a “título personal”. El bloque procomunero estaba disuelto (CVR 2003: 568). A ello se suma que desde hacía tiempo atrás existía una lucha al interior de los organismos e instituciones eclesiales entre los laicos que militaban en los partidos de izquierda y los que no tenían militancia política. Estos últimos acusaban a los primeros de utilizar a la iglesia y los recursos que ésta les facilitaba para conseguir sus propios objetivos partidarios, lo que en verdad tenía mucho sustento, pero esta situación formaba parte del estado normal en que habían funcionado las cosas durante varios años. Fue el obispo de la diócesis de Puno, Jesús Mateo Calderón, el primero que tomó la decisión de romper el vínculo con los trabajadores que militaban en el PUM y lo mismo ocurrió en las otras dos prelaturas del departamento (Ayaviri en el norte quechua y Juli en el sur aymara). Este proceso fue sumamente expeditivo cortándose todo acceso a las instalaciones de la iglesia a los militantes católicos del PUM. “Todos estábamos listos para dar el viraje (…) lo que ocurre es que después de eso nos sacaron de la UNEC, a todos. Normalmente nos reuníamos en Onda Azul y nos dijeron que ya no podíamos entrar. Les 67 preguntamos por qué si ellos sabían lo que pasaba y nos dijeron, sí pues, pero las cosas han cambiado”.43 Los cambios que se produjeron durante esos tiempos incluyeron también a los responsables de las principales instituciones que tenían militancia partidaria. Un ejemplo es ilustrativo por la importancia del organismo involucrado: la salida de Ricardo Vega como director del Instituto de Educación Rural (IER) de la Prelatura de Ayaviri, dejando al PUM sin su principal centro de formación campesina y asesoría a las organizaciones rurales del norte. Del mismo modo, la gran mayoría de jóvenes “unecos” puneños44 que compartían dicha afiliación con su pertenencia a la Juventud Mariateguista, eran obligados a optar entre su compromiso eclesial o su pertenencia política. Así, el rompimiento marcaría a fuego la vida y simpatías de buena parte de la clase política puneña. “Fue muy difícil para todos nosotros. Años después la monja que te digo me pidió disculpas llorando”.45 Con el fin del trabajo que realizaba con un sector de la iglesia católica, el PUM perdió importantes recursos, entre ellos el acceso al principal medio de comunicación radial, la dirección de instituciones de capacitación campesina, la posibilidad de contar con fuentes de financiamiento de ONGs y también a una parte de sus militantes que decidieron permanecer en la iglesia. 4.2. El declive del Cacerismo 43 Entrevista personal con el autor. Puno, setiembre 2013. 44 Se denominaba a así a los integrantes de la Unión Nacional de Estudiantes Católicos - UNEC 45 Entrevista personal con el autor. Puno, setiembre 2013. 68 En Juliaca, el contexto político era distinto al que se vivía en la capital departamental y en las demás provincias. El carácter comercial y emprendedor de la ciudad de los vientos no había sido incorporado como parte de las preocupaciones de la izquierda puneña o la iglesia católica, más preocupadas por la situación del campesinado y el acceso a la tierra. Juliaca no era sino un lugar extraño para los revolucionarios que creían que el comercio y la pequeña empresa que bullían en la ciudad de los vientos no tenían mayor importancia. “Nunca nos interesó lo que pasaba en Juliaca. Era un lugar de paso entre Puno y las demás provincias donde estaban las bases campesinas”.46 Todo lo contrario ocurría con el FNTC, el partido político de los hermanos Cáceres Velásquez que hizo de esta ciudad su principal bastión electoral. De manera similar al PUM, el FNTC contaba también con un aparato político consolidado: congresistas liderados por Roger Cáceres Velásquez en Lima, el gobierno de la municipalidad provincial de San Román, activos militantes en buena parte de la región, recursos económicos y el principal medio de comunicación de la provincia (Sol de Los Andes). Y por si fuera poco, en 1987, Luis Cáceres Velásquez fue elegido alcalde de la segunda ciudad más importante del país: Arequipa. En esta ciudad Luis Cáceres emprendió la construcción de una serie de obras de infraestructura y dio inicio un polémico proceso de reordenamiento del comercio ambulatorio47. Estas acciones le valieron para ser reelegido en 1990 alcanzando notoriedad a nivel nacional dada su heterodoxa forma de gobierno, 46 Entrevista personal con el autor. Lima, octubre 2013. 47 Cáceres recurrió al desalojo violento de los ambulantes utilizando vehículos tipo rochabús con el que se “limpiaba” las calles. 69 lo que lo llevó a postular a la alcaldía de Lima en 1992, elecciones en las que la victoria correspondió al alcalde Ricardo Belmont. En el altiplano, mientras tanto, el reconocimiento definitivo de la Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez por parte de la Asamblea Nacional de Rectores en 1992, fue el último logro importante de los Cáceres a favor de la ciudad de Juliaca, la cual los recompensaba con sus votos elección tras elección. Sin embargo, ese mismo año el FNTC sufrió una derrota en su principal bastión electoral al fracasar el intento reeleccionista del entonces alcalde Vidal Chávez. El alejamiento de los hermanos Cáceres de Juliaca tuvo como consecuencia el debilitamiento de sus vínculos políticos en una ciudad cuya población seguía creciendo año a año al igual que su economía informal. Los hijos de los campesinos que llegaron durante las décadas pasadas ya no eran solamente comerciantes, habían logrado pasar por las aulas de la UANCV y tenían sus propias aspiraciones políticas que iban más allá de los partidos políticos tradicionales y los caudillos que los dirigían. A ello se sumó un acontecimiento meramente pintoresco como fue la candidatura a la alcaldía provincial de Cliver Sanabria, un popular cómico de la calle a quien se conocía como “el payasito Cirilo Quispe”. La empatía lograda por este personaje le permitió lograr el triunfo en las elecciones municipales, liderando una lista independiente. Era esta la mejor muestra de que al Altiplano puneño también había llegado la antipolítica48 y el declive cacerista. 48 Meléndez (2002), recurriendo a Degregori, entiende por antipolítica “una vocación por empresas políticas individualistas, electorales sin organización ni propuesta (menos ideología) que se sostengan en el tiempo, que alienten el desprestigio de la clase política”. 70 4.3. Los aymaras del PUM, el regreso Cacerista y los nuevos laicos Luego de que el 5 de abril de 1992 Alberto Fujimori quebrara el orden democrático, convocó a un referéndum para la aprobación de la Constitución Política elaborada por el Congreso Constituyente Democrático para el año 1993. Puno fue la región en la que el Sí a la nueva Constitución fue derrotado más ampliamente.49 Aunque la crisis política del PUM a nivel nacional, que coincidió en Puno con el quiebre del trabajo conjunto con un sector de la iglesia católica del sur andino, llevó al abandono del partido de muchos de los militantes, los que quedaron realizaron una ardua aunque dispersa campaña por el No. Este trabajo se hizo desde las diferentes organizaciones campesinas que todavía controlaban, la más importante de las cuales fue la Federación Departamental de Campesinos de Puno (FDCP). La FDCP fue el brazo campesino del PUM cumpliendo un rol fundamental en el proceso de toma de tierras de los años 80. La organización tenía bases provinciales, distritales y líderes quechuas y aymaras eran capacitados en las escuelas campesinas. Entre las federaciones provinciales quechuas las más fuertes eran las bases de Melgar (la FUCAM) y Azángaro; mientras que las de El Collao y Huancané lo eran en la zona aymara. Precisamente de la Federación de Campesinos de El Collao-Ilave surgió el político campesino y líder aymara más importante de esa década. 49 Votó por el No 67.36% mientras el Sí tuvo 17.16%. En: http://pdba.georgetown.edu/Elecdata/Peru/refdm93dept.html. Consulta: 1 de noviembre de 2013. 71 Para lo que quedaba del PUM en Puno mantener el control de la FDCP resultaba fundamental y lo mismo pensaban otros sectores provenientes del mismo partido como el Partido Mariateguista Revolucionario, que asesoraba a las bases campesinas aymaras y a su principal dirigente Gregorio Ticona, ex vicepresidente de la FDCP, ex militante del PUM, ex candidato a diputado por Izquierda Unida y primer alcalde provincial de la recién creada provincia de El Collao. Precisamente, el flamante alcalde aymara fue el encargado de organizar el encuentro departamental de la FDCP del año 1993 en la ciudad de Ilave. En esa oportunidad su grupo tomó el control de la organización aliándose a las bases de la provincia de Melgar que eran controladas por el ex director del IER Waqrani de la Prelatura de Ayaviri y ex militante pumista Ricardo Vega. Los pocos militantes que habían permanecido en el PUM hasta ese momento se retirarían derrotados de la reunión y luego abandonaron el partido por inercia. “Nunca hubo necesidad de renunciar al partido. Simplemente nos extinguimos. Cada quien se fue yendo por su lado”.50 Pero la victoria de Ticona no pasó de ser un hecho simbólico porque la FDCP no recuperó el protagonismo que tuvo los años pasados, se fue alejando de las comunidades y sus nuevas demandas, y acabó languideciendo durante buena parte de los 90. A pesar de esta debilidad fue el espacio de encuentro de un grupo de jóvenes y persistentes militantes aymaras de origen campesino como Máximo Ponce y Lolín Medina a cuyo esfuerzo corresponde el haber evitado la desaparición de la organización. 50 Entrevista personal con el autor. Lima, octubre 2013. 72 “Nosotros fuimos los que nos quedamos en la federación. Yo he estado todos esos años acompañando, resistiendo”.51 Por su parte, la iglesia católica del sur andino continuó el trabajo socio pastoral, encargando la dirección de sus organismos pastorales a otros sacerdotes y laicos, éstos últimos naturales de Puno en su gran mayoría. En radio Onda Azul entre los nuevos directivos estuvieron el padre José Lois y la hermana Bárbara Philippart, aunque sería el subdirector de la radio, Mauricio Rodríguez, quien asumiría la vocería principal del medio por encargo del obispo Calderón durante los siguientes años. Desde dicha posición, Rodríguez se convirtió en uno de los laicos más importantes y conocidos en el departamento. En Ayaviri (Melgar), mientras tanto, la dirección del IER Waqrani fue encargada a un joven médico veterinario, Zenón Choquehuanca, con el encargo de imprimirle un trabajo técnico a los proyectos que desarrollaban, desvinculando a la institución de la asesoría política que se brindaba a la FUCAM. “Monseñor D´Alteroch me pidió asumir la Dirección del IER en Ayaviri... luego del atentado al IER Waqrani se constituyó una Comisión que determinó que el IER y la FUCAM eran como una sola cosa… A partir de ahí, casi medio equipo salió y después ya salieron todos y hubo un cambio en el enfoque, bajar el tono más político si quieres”.52 Estos cambios no fueron tranquilos ni rutinarios: equipos enteros salieron de las entidades en las que trabajaban mientras otras ONGs perdieron el financiamiento. Pero no sólo fueron laicos los que dejaron la región, sino también algunos de los sacerdotes que habían liderado el trabajo pastoral los años pasados tuvieron que adecuar su actuación a la nueva coyuntura. A pesar de este complejo proceso y las rupturas internas que se produjeron, los obispos 51 Entrevista personal con el autor. Lima, octubre 2013. 52 Entrevista personal con el autor. Puno, setiembre 2013. 73 de las 3 prelaturas mantuvieron el trabajo conjunto, se siguieron organizando las reuniones de coyuntura y teología en Chucuito, y las Vicarías de Solidaridad continuaron denunciando las violaciones de derechos humanos. Sin embargo, la política partidaria, en la forma en que había sido ejercida durante la década pasada, dejó de ser una opción para los laicos y laicas, que evitarían durante muchos años cualquier intento de ejercer la ciudadanía política que con tanto ahínco difundían entre la población campesina a la que acompañaban. Por otro lado, en Juliaca muchos de los derrotados partidarios del FNTC recalaron en la UANCV asumiendo cargos administrativos como el ex alcalde Vidal Chávez y Braulio Gonzáles, manteniendo desde allí una oposición permanente a la gestión municipal del alcalde Sanabria. La inexperiencia de éste en la gestión pública y su carencia de aliados costarían caro al inexperto alcalde que acabaría siendo reemplazado por su teniente alcalde, Samuel Larico Mamani, quien lo denunció por malos manejos. La derrota municipal del año 1992 fue un duro golpe para el FNTC y es por ello que para las elecciones de 1995 nuevamente un Cáceres Velásquez postula a la alcaldía. Esta vez se trataba de Pedro, ex diputado y congresista constituyente, que decidió postular para recuperar el bastión electoral liderando una lista independiente con la que finalmente logró la victoria. Mientras tanto, en Arequipa, su sobrino Roger Cáceres Pérez, también resultó elegido como alcalde provincial. Ambas victorias permitieron a los Cáceres recuperar parte del espacio político. A nivel nacional, el año 1995, el país tuvo un nuevo proceso electoral presidencial. El candidato de la oposición era el embajador Javier Pérez de 74 Cuellar que inició su campaña en Puno, considerado uno de los bastiones de resistencia contra el gobierno. Pérez de Cuellar ingresó al país proveniente de Bolivia por la ciudad de Yunguyo y desde allí encabezó una caravana que fue entusiastamente recibida en Ilave por el alcalde Gregorio Ticona quien había sido asesorado por antiguos compañeros de la izquierda como Eduardo Gonzáles, logrando consolidar su liderazgo más allá de sus bases rurales originales. Gracias a una gestión de gobierno municipal que combinaba mecanismos de participación de las comunidades campesinas en la ejecución presupuestal así como la construcción de obras de infraestructura, Ticona consiguió su reelección como alcalde de El Collao-Ilave. “Nosotros desarrollamos una gestión municipal exitosa, organizamos a los campesinos, decidimos con ellos los proyectos… y también hicimos obras importantes, el coliseo, el terminal, la feria de ganado. Se nos ha criticado por haber hecho un coliseo tan grande, pero por qué un campesino no puede tener acceso a unas buenas instalaciones”.53 Las elecciones presidenciales de 1995 fueron un termómetro para el régimen fujimorista. En Puno, la amplia derrota en el referéndum de 1993 fue respondida con la ejecución de proyectos como la electrificación rural y, sobre todo, el inicio de la construcción de la Central Hidroeléctrica de San Gabán II ubicada en la selva alta de la provincia de Carabaya, un sueño largamente anhelado por los puneños que se puso en agenda nacional a partir de la denominada “marcha de los mechachuas”54. El fujimorismo cumplió así con una de las reivindicaciones históricas del altiplano, lo que permitió a Alberto Fujimori 53 Entrevista personal con el autor. Lima, octubre 2013. 54 San Gabán, un sueño hecho realidad, 10 años después. En: http://www.losandes.com.pe/Nacional/20100117/32044.html. Consulta: 4 de noviembre del 2013. 75 obtener una cómoda victoria electoral en el altiplano: el 63% de puneños apoyó la reelección presidencial. Entre los principales operadores del gobierno se encontraba el Coronel EP Alberto Pinto Cárdenas, quien coordinaba las acciones y proyectos de apoyo directamente con la Presidencia de la República (Rénique 2004), reemplazando de hecho a los funcionarios regionales encargados de esta tarea en el Consejo Transitorio de Administración Regional y, de paso, dejando claro el carácter político partidario de las fuerzas armadas durante el fujimorismo. Pero Pinto no sería el único ya que el gobierno también ubicó en la Dirección Regional Agraria a otro de sus principales operadores políticos: Gustavo Ibarra Imata, un antiguo compañero universitario de Absalón Vásquez, fue el encargado de dirigir la red de ingenieros extensionistas que recorrían el campo puneño ejecutando los proyectos agrarios, ganaderos y de forestación. El fujimorismo también captó a periodistas como José Carlos Apaza Aleman con el objeto de desarrollar una labor similar a la que realizaban los medios afines al gobierno desde Lima55. No obstante ello, durante la segunda mitad de los 90 el fujimorismo sufriría una nueva derrota electoral en el altiplano, esta vez a nivel municipal. La victoria correspondió a Gregorio Ticona el emergente líder aymara que venía del sur de la región. 55 Informe de Gestión de la congresista Anel Towsend 2001-2006, donde se señala que se solicitó la ampliación de la denuncia contra el ciudadano José Carlos Apaza Aleman, “quien había recibido fondos de la corrupción para la fundación de un diario en Puno”. Congreso de la República (2006: 58). 76 4.4. El líder aymara, el último Kennedy en Juliaca y el inicio del fin de la iglesia católica del sur andino Con su reelección en Ilave en 1995, los objetivos de Ticona dejaron de estar circunscritos a los límites de su provincia. Con la finalidad de concretar tales aspiraciones políticas, formó junto a otros antiguos militantes del PUM el movimiento Frente Independiente Juntos por Obras (FIJO). Aunque el nombre de la agrupación estaba a tono con el discurso antipartido y con el interés en el desarrollo de obras de infraestructura que imprimió el fujimorismo durante los 90, el FIJO sirvió para aglutinar nuevamente a parte de la militancia izquierdista puneña con el objetivo de ganar la alcaldía de la capital del departamento. El tiempo de la revolución era parte del pasado y de lo que se trataba en ese momento era aprovechar el espacio municipal, que era el único que quedaba a nivel subnacional y daba la posibilidad de tentar eventualmente el salto al ámbito nacional56. Gregorio Ticona y el FIJO ganaron la elección de 1998 en la capital departamental con el 39.31% de los votos57, convirtiendo al líder aymara en “el primer alcalde indio” (Vilca 2011) y el principal político del departamento. Sin embargo, Puno no era Ilave. Desde el primer momento el nuevo alcalde tuvo que enfrentar una doble oposición: por un lado la de quienes se negaban a aceptar en el cargo a un cholo ilaveño y por el otro, el ataque permanente de los fujimoristas. 56 Como señala Meléndez (2002), durante los años 90, fue usual la “promoción directa” de alcaldes provinciales al Congreso de la República, como resultado de inexistencia de espacios políticos intermedios. 57 www.infogob.com.pe 77 En Juliaca, Pedro Cáceres intentó la reelección en 1998, pero la deslucida gestión municipal que condujo estuvo alejada de los afanes modernizadores que impulsó el FNTC en la década anterior, a lo que se sumó su precario estado de salud. Ambos factores produjeron la derrota del partido cacerista. De esta manera, Pedro fue el último de los Kennedy con un cargo político en la ciudad que les permitió mantener presencia política a lo largo de varias décadas. El nuevo alcalde electo de la provincia de San Román fue Ricardo Castillo Cáceres, el candidato de Somos Perú. Los años finales de la última década del siglo pasado se produjo un nuevo quiebre para la iglesia católica del sur andino con el reemplazo en 1998 del Obispo de Puno, Jesús Mateo Calderón, por Jorge Carrión, prelado con ideas eclesiales y políticas distantes del catolicismo progresista. El ingreso del obispo Carrión trajo como consecuencia una serie de desencuentros con los sacerdotes y laicos puneños, siendo uno de los hechos más resaltantes el despido de varios de los trabajadores de radio Onda Azul, entre los que se encontraba Mauricio Rodríguez. También se realizaron cambios en las direcciones de otros organismos eclesiales como la Vicaría de Puno, cuyos trabajadores dejaron la institución y formaron la Asociación Fe y Derechos Humanos (FEDERH). Sin embargo, desde las Prelaturas de Ayaviri y Juli el trabajo articulado continuó a través de organismos eclesiales encargados a los laicos como Cáritas Juli, conducida por Juan Casazola, la Vicaría de Juli, coordinada por Luz Herquinio que fue acompañada por Luis Ronquillo y Juan Monzón, radio la Voz del Allincapac en Macusani, dirigida por Michel Portier, y la Vicaría de 78 Ayaviri donde se encontraban los abogados Enrique Quilla, César Rodríguez y Edgardo Rodríguez. Uno de los espacios de articulación fue la Mesa de Trabajo sobre Uso y Tenencia de la tierra en Puno58constituida con el objeto de continuar impulsando uno de los principales temas de trabajo político realizado en la década de los 80s: el acceso a la tierra de las comunidades campesinas. Sin embargo, transcurridos más de diez años desde las primeras tomas de tierras, la situación en gran parte del campo puneño en el segundo lustro de los 90 era distinta y lo que buscaban de manera prioritaria miles de comuneros campesinos no era el acceso a nuevas tierras, sino un título individual que garantizara su derecho a la propiedad y el mecanismo para ello era la parcelación de las tierras comunales. Ello iba a tono con la nueva política agraria impulsada por el fujimorismo a partir de la denominada “ley de tierras59”, cuyo objetivo era la promoción de actividades económicas privadas en las tierras rurales, así como con el trabajo del Proyecto Especial de Titulación de Tierras – PETT, que tuvo como tarea principal la formalización de la propiedad privada rural. Los organismos de la iglesia católica y la FDCP, que acompañaron las luchas campesinas por el acceso a la tierra, nunca comprendieron estas nuevas demandas, dejando a los campesinos en manos de abogados e ingenieros que encontraron en esta fiebre por obtener un título de propiedad 58 Integrada por las Vicarías, los IER y las Cáritas de las Prelaturas de Juli y Ayaviri y otras ONGs como el Centro de Capacitación Campesina Puno – CCCP y el Centro de Promoción del Desarrollo Rural – CPDR. 59 Ley 26505, Ley de la inversión privada en el desarrollo de las actividades económica en las tierras del territorio nacional y de las comunidades campesinas y nativas. 79 individual de los campesinos puneños, nada más que una oportunidad de trabajo. “Creo que cometimos un error desde la federación. Debimos trabajar con las comunidades cuando se hizo la parcelación, porque las dejamos solas y mira cómo han acabado”.60 El nuevo elemento articulador de las redes de la iglesia católica y de la izquierda pumista fue la lucha por la recuperación de la democracia a finales de la década. Los organismos pastorales de las Prelaturas de Ayaviri y Juli, ONGs de militantes de izquierda, la FDCP y otras organizaciones populares se unieron y movilizaron activamente denunciando los actos de corrupción y autoritarismo del fujimorismo. En alianza con las entidades que tenían el mismo objetivo desde Lima como la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos y el Foro Democrático, se realizaron múltiples campañas de educación ciudadana, se produjeron materiales informativos y se recurrieron a medios de comunicación para generar una corriente de opinión crítica al gobierno. Sin un partido político como en el pasado, los colectivos de ONGs se convirtieron en el instrumento para la acción conjunta. Las elecciones del año 2000 polarizaron a todo el país y también a Puno. Gregorio Ticona, que se alió con el alcalde de Lima Alberto Andrade, decidió dejar la alcaldía puneña para postular al Congreso por Somos Perú, resultando elegido y siendo reemplazado en la municipalidad por su teniente alcalde, el médico Julián Salas. El entusiasmo que generó esta victoria en las bases pumistas no duró mucho porque el exitoso político ilaveño acabó 60 Entrevista personal con el autor. Lima, octubre 2013. 80 convirtiéndose en uno de los tránsfugas captados por Vladimiro Montesinos61. Este hecho fue un golpe mortal para el FIJO que desapareció de la escena política junto con su líder. De forma similar, en el caso del FNTC, Luis Cáceres Velásquez y su hijo Roger Cáceres Pérez, elegidos congresistas por Arequipa por el Frente Popular Agrícola del Perú (FREPAP-FIA), también formaron parte del grupo de tránsfugas captado por el fujimorismo62, desprestigiando a su agrupación. Así, y a pesar de haber dado la lucha política al fujimorismo durante toda la década, los principales líderes de las redes del PUM y del FNTC acabaron aliándose al régimen autoritario, paradójicamente en circunstancias en que éste llegaba a su fin y cuando, con la recuperación de la democracia, se daba inicio a un nuevo escenario político en el país y en Puno. 61 La marcha de los 4 chanchullos. En: http://www.caretas.com.pe/2000/1629/articulos/transfugas.phtml. Consulta: 12 noviembre 2013. 62 El juego sucio del poder. En: http://www.caretas.com.pe/2000/1624/articulos/poder.phtml. Consulta: 12 de noviembre 2013. 81 CAPÍTULO 5 LA PRIMERA DÉCADA DEL NUEVO SIGLO EN EL ALTIPLANO Con la fuga al Japón de Alberto Fujimori y el fin de su gobierno a finales del año 2000, Valentín Paniagua asumió la presidencia transitoria del país. Los colectivos y grupos que lucharon por la recuperación de la democracia en Puno dedicaron entonces sus esfuerzos a promover el funcionamiento de los nuevos espacios de participación creados por el nuevo gobierno. La constitución de la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza, cuyo primer presidente fue el párroco de la ciudad de Ayaviri, Gastón Garatea63, conjuntamente con la formación de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación así como el inicio del proceso de descentralización durante los primeros meses del gobierno de Alejandro Toledo, dieron un nuevo impulso al trabajo político de los antiguos militantes del PUM y un sector de los laicos de la iglesia católica sur andina que recuperaron parte de protagonismo político en la región. No ocurrió lo mismo con las redes del FNTC en Juliaca. Sin los Cáceres Velásquez, muchos de los dirigentes del antiguo partido juliaqueño se encontraban en la UANCV y desde allí impulsan algunos movimientos políticos. 63 Sacerdote perteneciente a la congregación de los Sagrados Corazones. Fue Vicario de la Prelatura de Ayaviri y párroco en la misma la ciudad. 82 El más importante sería el Movimiento Regional de Integración Andina (MIA) que llevó como candidato a la alcaldía provincial de Juliaca a Juan Luque Mamani, rector de la Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez, algunos años después. Durante estos años, además, otros actores políticos que se originaron en sectores de izquierda con menor arraigo electoral y político durante los años 80 (Puka Llacta y Patria Roja), rivalizaron y hasta derrotaron electoralmente a las redes políticas del PUM, la iglesia católica y el FNTC64. David Jiménez y Hernán Fuentes, los dos primeros presidentes regionales puneños serían los abanderados del autonomismo y el federalismo respectivamente. Este capítulo trata el recorrido político puneño durante la primera década del nuevo siglo. 5.1. El regreso de los Puka Llacta y la primera derrota electoral de las redes La convocatoria a elecciones presidenciales el año 2001 y elecciones regionales un año después, sin la participación del fujimorismo, dieron apertura un nuevo escenario político en Puno en el que los diferentes actores se organizaron para participar políticamente conformando movimientos regionales, instalando medios de comunicación y en general interviniendo activamente en el impulso de iniciativas políticas lanzadas como parte del nuevo clima democrático como la Mesa de Concertación para la lucha contra la pobreza, la Comisión de la Verdad y Reconciliación y el proceso de integración regional. 64 Con la realización de las elecciones del año 2002, regresaron a la escena política varios liderazgos departamentales bajo el paraguas de los movimientos políticos regionales en contraposición a los “independientes” que caracterizaron la década del Fujimorato. (Meléndez 2002). 83 En el caso de las redes pumistas su primer ejercicio electoral se produjo en las elecciones del 2001 con la participación de la dirigenta campesina de la FDCP y la Confederación Campesina del Perú, Paulina Arpasi, como candidata al Congreso de la República en la lista del partido político Perú Posible. Arpasi, que contó con todo el apoyo de la FDCP y también de un sector de las redes de la iglesia católica, fue elegida congresista en medio de una gran expectativa, aunque su vinculación con las bases e instituciones que la llevaron a este cargo acabó muy pronto. Ello fue consecuencia de la decisión de la ex dirigente de sumarse al partido político de Alejandro Toledo y trabajar directamente con la esposa de éste, Eliane Karp, lo que implicaba dejar de lado las tradicionales demandas que había defendido durante su vida dirigencial. “Nosotros le hicimos la campaña a Paulina Arpasi. La idea era llegar al Congreso con la propuesta política campesina pero ella se fue apartando y acabó con la gente de Toledo”.65 Sin embargo el nuevo escenario no sólo fue auspicioso para los laicos de la iglesia y los militantes pumistas, ni tampoco fueron estos los más efectivos para aprovecharlo a nivel regional, tal como lo demostró el surgimiento del Movimiento Regional por la Autonomía Quechua y Aymara (MARQA). En efecto, a finales del año 2001, un grupo de antiguos dirigentes estudiantiles de la Universidad Nacional del Altiplano de la década de los años 70, que militaron en el grupo de tendencia maoísta Puka Llacta66, entre quienes se encontraban David Jiménez y Luis Ortiz, se alió con intelectuales de 65 Entrevista personal con el autor. Lima, octubre 2013. 66 Puka Llacta formó parte de la tradición maoísta de la izquierda peruana junto con Patria Roja y Sendero Luminoso (Lynch 2006). 84 tendencia indigenista como José Luis Ayala y Feliciano Padilla67 constituyendo el movimiento MARQA con la finalidad de participar en las primeras elecciones regionales (Vera 2010). Esta no era la primera experiencia electoral de Jiménez, quien había regresado a Puno luego de estar más de veinte años fuera de la región como gerente de empresas asociativas en Ancash y Junín y postuló al Congreso de la República por el partido Unión por el Perú en las elecciones presidenciales del año 2001, sin resultar electo. A partir de dicha experiencia y aprovechando la convocatoria a elecciones para presidente regional, decide postular a este cargo, para lo cual convoca a varios de sus ex compañeros universitarios con los que militó en Puka Llacta. Este grupo izquierdista de tendencia maoísta que surgió a partir de un sector radicalizado del PCP-Patria Roja (Rénique 2004), integró durante varios años a maestros, técnicos y profesionales, muchos de origen campesino, adquiriendo un carácter más urbano que el PUM que estaba concentrado en el campo (Vera 2010). Puka Llacta, que durante los años 80 tuvo posiciones filosenderistas y prácticamente no participó de la vida política electoral más allá de las aulas universitarias, desapareció en los años 90 pero varios sus integrantes permanecieron en la región y en la Universidad Nacional del Altiplano, adquiriendo un perfil tecnocrático (Diez 2003). Serían ellos quienes formarían parte del núcleo del movimiento de Jiménez aportando su experiencia política y su tradicional rivalidad con los pumistas. 67 Ayala y Padilla son dos prolíficos literatos. Padilla es además profesor universitario. 85 Por su parte, luego de la fallida experiencia con Gregorio Ticona, militantes del PUM, algunos de los cuales formaron parte o apoyaron al FIJO, como Máximo Ponce, Emeterio Chura, Lolín Medina, Julián Paúcar y Jorge Romero, entre otros, constituyeron un nuevo movimiento político, Poder Democrático Regional (PDR). La principal base de esta nueva iniciativa política fue la FDCP y desde su primera participación electoral tuvo al mismo candidato a la presidencia regional en todas las elecciones que vendrían, el ex diputado por Izquierda Unida y notario en la ciudad de Juliaca, Alberto Quintanilla Chacón. Quintanilla era considerado para este grupo como el principal vínculo entre los izquierdistas puneños y la izquierda limeña agrupada en torno al liderazgo de Javier Diez Canseco que durante esos años formó el Partido Democrático Descentralista. Por otro lado, los laicos de la iglesia sur andina, mantenían sus reservas a la participación política electoral y partidaria. El ejemplo más claro de esta posición fue la declinación para ser candidato al gobierno regional de Juan Casazola, secretario general de Cáritas Juli y designado como presidente de la MCLCP regional por el padre Gastón Garatea. Sin embargo, otros grupos de laicos sí decidieron dar el paso a la política partidaria. Así, a finales del año 2001 en el local de Cáritas Juli en Puno se realizó una reunión con la participación de varios laicos entre los que se encontraban Mauricio Rodríguez, Michel Portier, Luis Ronquillo, Enrique Quilla, Cristóbal Yujra, Juan Casazola68, entre otros. El objetivo de la reunión era 68 No obstante haber declinado para ser candidato, Casazola formó parte del grupo de laicos que buscó participar políticamente impulsando la conformación de un movimiento regional. 86 evaluar las posibilidades de constituir un movimiento político y participar en las elecciones municipales y regionales. La propuesta no llegó a concretarse para el nivel regional, pero sí para el nivel municipal en las provincias del norte, Sandia y Carabaya donde se conformaron los movimientos Mosoq Sandia y Mosoq Carabaya. Sólo este último consiguió la inscripción electoral resultando elegido alcalde el laico francés Michel Portier. En Sandia también ganó el ex abogado de la oficina de la Vicaría de Ayaviri en Sandia, Enrique Quilla, pero al no conseguir las firmas suficientes para inscribir a Mosoq Sandia, postuló por el movimiento pumista Poder Democrático Regional69. En Juliaca mientras tanto, se produjo una pugna familiar por el control de los medios de comunicación de propiedad de los Cáceres Velásquez tras la muerte de Pedro el año 2002. Entre éstos se encontraba radio Sol de Los Andes que era la estación radial más antigua de Juliaca (transmitía en AM desde 1961) y fue una potente herramienta para la difusión de las propuestas políticas del FNTC en buena parte de la región norte del departamento, así como Sur TV. Finalmente los medios quedaron en manos de la familia de Pedro, tomando las riendas su hijo Enrique Cáceres. Éste le da un matiz distinto a la televisora, que deja de ser una herramienta política y pasa a ser un medio de entretenimiento y negocio (Dettleff 2012). No obstante, desde la radio, y bajo la dirección periodística del antiguo militante del FNTC Oswaldo Marín, se mantiene la línea política, aunque la ausencia del liderazgo que imprimieron los hermanos Cáceres debilitó el 69 El caso de Enrique Quilla es interesante porque participa e interactúa tanto en la red de laicos como en la red pumista sin renunciar explícitamente a ninguna. 87 potencial de este medio. El año 2002, el FNTC consigue su inscripción electoral como organización local provincial, pero ninguno de sus candidatos a alcaldes en los tres distritos que conforman la provincia de San Román (Cabana, Cabanillas y Caracoto), es elegido. Sólo uno de sus militantes alcanza a ser electo como regidor en la Municipalidad de Juliaca, Víctor Hilasaca. Aunque el FNTC ya no constituía una opción viable electoralmente, un grupo de antiguos partidarios de este partido ubicados en la UANCV busca la creación de un movimiento político alterno para participar electoralmente y acceder a los cargos de poder local. En esta tarea, la universidad se convertiría en el principal instrumento alrededor del cual estos políticos juliaqueños continuaron siendo protagonistas de la política puneña. Durante el proceso electoral del año 2002, los dos principales candidatos fueron David Jiménez y Alberto Quintanilla, ambos provenientes de la izquierda. Quintanilla parecía tener las mejores opciones ante el recién llegado Jiménez, pero fue el discurso de este último que ensalzaba la identidad quechua y aymara y se presentaba como un técnico eficiente (Diez 2003), frente a las tradicionales reivindicaciones campesinistas de su principal rival del PDR, el que triunfó en las elecciones. Votación MARQA y PDR Elecciones regionales 2002 Movimiento Político % Votos válidos Número de votos Movimiento por la Autonomía Regional Quechua y Aymara – MARQA 26.48 121,780 Poder Democrático Regional – PDR 23.64 108,703 Fuente: www.onpe.gob.pe Elaboración propia 88 Las redes de la iglesia católica, sin candidato y movimiento propio a nivel regional durante este proceso electoral promovieron la suscripción de un acuerdo de gobernabilidad que considerara la propuesta de un plan de desarrollo concertado regional elaborado por la MCLCP (Panfichi y Dammert 2006). Apenas iniciado su mandato, David Jiménez desconoció los acuerdos auspiciados por la MCLCP, recordando las viejas rencillas políticas de años atrás entre Puka Llacta, el PUM y la iglesia católica. Durante el gobierno de Jiménez, además, se inició el largo proceso de conflictos sociales en Puno, cuya fecha de inicio está claramente determinada: 29 de mayo del 2003, cuando centenas de estudiantes universitarios se enfrentaron a patrullas combinadas del ejército y la policía durante el estado de emergencia declarado por el gobierno de Alejandro Toledo (Vilca 2011). Pero sin duda alguna el conflicto que mayor impacto tuvo en Puno durante la primera década del nuevo siglo, fue el asesinato del alcalde de El Collao – Ilave, Cirilo Robles Callomamani, el 29 de abril del año 2004, luego de varias semanas de protesta de la población por la comisión de supuestos actos de corrupción y malos manejos (Pajuelo 2005). Este hecho cambió profundamente la relación entre las autoridades municipales y la población en las zonas rurales, pero además abrió el espacio a nuevos actores que enarbolaron discursos de reivindicación étnica. Por otro lado, la gestión de Jiménez también fue acusada de cometer actos de corrupción, lo que generó que se dictara una orden de captura contra 89 el propio presidente regional70 quien se mantuvo prófugo de la justicia durante varios meses hasta que logró la revocatoria de la decisión judicial. Estos hechos generaron en la región una sensación de ingobernabilidad y crisis permanente. La respuesta política de Jiménez a esta situación, tomando como ejemplo la propuesta autonomista del movimiento camba en Santa Cruz de la Sierra en Bolivia, fue lanzar el Movimiento por la Autonomía de Puno, apoyado por un “manifiesto de los intelectuales de Puno”71. Ésta propuesta, sostenía que el desarrollo regional sólo sería factible en tanto se obtuviera la autonomía administrativa, económica, cultural y sobre todo política del territorio habitado por la población quechua y aymara (Vera 2010). Pero al ser contrastada con el estilo de gestión de MARQA, no pasaba de ser un discurso político que permitía al presidente regional mantener una posición contestataria frente al gobierno toledista y aprovechar el ánimo anticentralista en la región. Con las nuevas elecciones presidenciales en ciernes, Jiménez y su movimiento regional se sumaron al Frente Social convocado por Alan García y el APRA y buscaron infructuosamente la reelección el año 2006. Con la derrota en estas elecciones regionales72, MARQA desapareció del escenario regional y Jiménez volvió a abandonar Puno pasando a convertirse en un operador del ex 70 Frisancho asume presidencia regional mientras Jiménez fuga. En: http://www.larepublica.pe/23-04- 2005/frisancho-asume-presidencia-de-puno-mientras-jimenez-fuga. Consulta: 7 de noviembre del 2013. 71 Puno busca autonomía siguiendo el ejemplo boliviano. En: http://peru21.pe/noticia/76412/puno- busca-autonomia-siguiendo-ejemplo-boliviano. Consulta: 7 de noviembre del 2013. 72 MARQA sólo obtuvo el 5.67 % de los votos válidos (www.onpe.gob.pe). 90 ministro aprista Hernán Garrido Lecca en el conflicto por el manejo de la azucarera Andahuasi73. Durante esos años, desde las provincias del norte se impulsó la conformación del Consorcio de Municipalidades del Norte de Puno (COMUNORP) integrada por los municipios provinciales de Carabaya, Sandia, San Antonio de Putina y Azángaro, dirigidos por laicos de la iglesia y ex militantes del PUM como Percy Choque, quienes fueron asesorados por técnicos de ONGs74 y proyectos que compartían la misma procedencia de los alcaldes (por ejemplo Jorge Romero y Senon Choquehuanca). COMUNORP se convirtió en la principal plataforma de oposición institucionalizada al gobierno regional de Jiménez Sardón (Muñoz 2007), pero también fue el escenario para el desarrollo de diferentes iniciativas impulsadas por sectores de la sociedad civil de izquierda como el presupuesto participativo. La experiencia en el gobierno local de los alcaldes de Sandia y Carabaya, los laicos Michel Portier y Enrique Quilla, fue importante para la participación política de los laicos, ya que permitió derribar una serie de mitos y temores de sus compañeros de otros organismos eclesiales, animándolos a tomar la decisión de experimentar la política partidaria. El trabajo realizado por la Comisión de la Verdad y Reconciliación fue otro espacio en el que participaron las redes de la iglesia sur andina. Los 73 Andahuasi: El otro rostro del conflicto. En: http://www.larepublica.pe/05-06-2013/andahuasi-el-otro- rostro-del-conflicto. Consulta: 7 de noviembre del 2013. 74 La principal institución asesora de los alcaldes laicos del norte de Puno fue la Asociación Servicios Educativos Rurales – SER, que también tuvo un origen vinculado a la iglesia Católica a inicios de los años 80 y ejecutó en Puno una serie de proyectos de desarrollo, varios en alianza con diferentes instituciones eclesiales, en los que participaron laicos que posteriormente ingresaron a la política. Otras entidades que asesoraron a los alcaldes fueron el Proyecto Fortalece y la REMURPE. 91 grupos de investigadores movilizados en Puno fueron en su mayoría laicos que trabajaron en las instancias pastorales de defensa de los derechos humanos y la propia oficina del Sur Andino estaba dirigida por uno de ellos, Edgardo Rodríguez Gómez, ex abogado de la Vicaría de Ayaviri. La participación en el trabajo de la CVR fue una de las últimas acciones conjuntas realizadas por las Vicarías de Solidaridad ya que a partir del año 2004 se produjeron cambios fundamentales en la jerarquía eclesial de las Prelaturas de Ayaviri y Juli que acabaron por desmontar la estructura que sostuvo el trabajo de sacerdotes y laicos por más de cuarenta años. Monseñor Juan Godayol, prelado de Ayaviri, fue reemplazado por un Obispo perteneciente al Sodalicio de la Vida Cristiana, Kay Martín Schmalhausen, mientras en la prelatura de Juli se nombró como Obispo a José María Ortega Trinidad, de la Hermandad de Santa Cruz, ligada al Opus Dei. Los nuevos prelados sostenían una visión conservadora del rol de la iglesia católica y modificaron el trabajo pastoral alejándose de lo realizado durante las décadas pasadas. “El choque entre los dos sectores de la Iglesia del sur andino era inminente. Más allá de una cuestión de estilos —uno horizontal, andino, participativo; el otro más vertical, romano y caritativo—, se trata de una batalla de contenidos y prioridades” 75. Asumiendo una actitud más confrontacional y tradicionalista que la que tuvo años antes el obispo Jorge Carrión de la diócesis Puno, los nuevos prelados despidieron a sacerdotes, monjas y laicos y desactivaron diferentes organismos de las pastorales sociales como las Vicarías de Solidaridad. Pero 75 Pecados cardenales. La iglesia del sur andino en peligro. En: http://www.idl.org.pe/idlrev/revistas/180/hildegard.pdf. Consulta de 10 noviembre del 2013. 92 no se detuvieron allí, sino que también dejaron de lado a las dos órdenes que sostuvieron largos años el trabajo en cada prelatura: los Sagrados Corazones y los Maryknoll. El Instituto de Pastoral Andina (IPA), entidad creada en 1969 por los obispos que constituyeron la iglesia católica para desarrollar la investigación social en el sur andino y guiar el trabajo pastoral también cambió su rol pasando a ser una entidad meramente orientada a la catequesis. Estas nuevas circunstancias llevaron a los laicos que dejaron la iglesia católica a fundar una serie de nuevas organizaciones. El esfuerzo más importante fue la constitución del Instituto Sur Andino de Investigación y Acción Solidaria (ISAIAS) con el objetivo de reemplazar al IPA y “conservar el espíritu de la iglesia sur andina”76, bajo la dirección del sacerdote Víctor Ramos. Al lado de ISAIAS se constituyeron el Instituto Sur Andino de Derechos Humanos (ISADH) formado por laicos de las Vicarías de Ayaviri y Juli y la Asociación Derechos Humanos y Medio Ambiente fundada por Patricia Ryan, hermana Maryknoll, y otros laicos de la prelatura de Juli. En medio de este complejo escenario, el referéndum realizado como parte del proceso de integración regional el año 2005 fue otro momento en el que las redes puneñas de laicos y militantes pumistas desarrollaron un trabajo político articulado en alianza con otras entidades que apoyaban el proceso de descentralización. Fue este un momento relevante en el que actores sociales y empresariales de Tacna, Arequipa y Puno consensuaron una agenda común a favor del Sí a la conformación de una región formada por los tres departamentos. Los resultados del referéndum fueron desfavorables en todo el 76 Entrevista personal con el autor. Puno, setiembre del 2013. 93 país excepto en Arequipa, postergando de manera indefinida la posibilidad de conformar macroregiones y, de paso, convirtiéndose en una derrota electoral para quienes impulsaron la integración regional. Pero el calendario electoral que marcaba la cercanía de unas nuevas elecciones regionales, no daba tiempo para evaluar las implicancias del traspié descentralista. El crecimiento en la región de discursos políticos de tinte radical como el aymarismo y el antaurismo trajo consigo el surgimiento de nuevos actores que derrotarían electoralmente por segunda vez a laicos de la iglesia, militantes pumistas y partidarios del FNTC. 5.2. Tiempos radicales: los aymaristas del sur, el federalista fallido y la segunda derrota electoral de las redes El conflicto de Ilave en abril del año 2004 no sólo permitió el reconocimiento de los aymaras a nivel nacional (Vilca 2011) sino fue el escenario en el que se consolidó un discurso reivindicatorio de base étnica en medio del pueblo aymara. Los largos meses entre el inicio de las protestas contra el alcalde Cirilo Robles y la realización de las elecciones complementarias de octubre de ese año, generaron un contexto de tensión y resistencia frente a las decisiones del gobierno central, en el que el principal lazo de unión entre tenientes gobernadores, dirigentes gremiales y vecinales, presidentes de comunidades y hasta líderes de los comerciantes, fue la común identidad cultural aymara de los movilizados. A partir de este hecho, y tomando como referencia el discurso político indigenista boliviano, dirigentes como Hugo Llano enarbolaron una propuesta 94 política aymarista que consistía en reivindicar la identidad étnica de este pueblo indígena como fundamento para acceder al poder. El éxito de estas propuestas se vio reflejado en las elecciones del año 2006, con la victoria de los candidatos municipales que las enarbolaban, en las provincias del sur de Puno: El Collao-Ilave, Chucuito-Juli y Yunguyo (Vilca y Santos 2007). Tomando como base la cercanía con los nuevos alcaldes, líderes aymaristas como Llano y su entonces lugarteniente Walter Aduviri e intelectuales aymaras provenientes de las canteras de la iglesia católica sur andina como Vicente Alanoca, laico de la parroquia San Miguel de Ilave, asumieron responsabilidades administrativas en las municipalidades. Pero su propuesta política iba más allá de la gestión local por lo que impulsaron la conformación de la Unión de Municipalidades Aymaras (UMA) que aglutinaba a las cinco provincias con población aymara del departamento y también constituyeron el Frente de Defensa por los recursos naturales de la zona sur. Utilizando esta última organización participaron activamente en la política regional los años siguientes y movilizaron a la población aymara tras una serie de demandas diversas como la lucha por la integridad territorial de Puno frente a la región Moquegua, las denuncias de contaminación contra la minera Aruntani y finalmente con la adopción de una posición antiminera frente al proyecto minero Santa Ana de la candiense Bear Creek Company que acabó en el “Aymarazo” del año 2011. Durante estos años, otra organización aymarista que también aprovechó el nuevo contexto para difundir sus propuestas, la Unión Nacional de Comunidades Aymaras (UNCA). Ella fue fundada en la década de 1980 por 95 representantes de comunidades campesinas, multicomunales, directivos de la liga agraria José Carlos Mariátegui y otros dirigentes como Bonifacio Cruz, laico de la iglesia católica, que fue su primer presidente. La UNCA promovió la ejecución de proyectos productivos sin dejar de lado la revaloración de la identidad y a partir de esta identidad cultural promover el desarrollo integral para las familias y comunidades. La organización estaba integrada en su mayoría por profesionales y estudiantes universitarios o egresados de institutos superiores y desde sus inicios promovió un discurso indigenista reivindicando la identidad aymara, constituyéndose en un espacio de formación de cuadros aymaras como Milton Cariapaza ó Rolando Pilco Mallea, otro laico de la iglesia católica. Los cuadros de la UNCA intentaron participar electoralmente el año 2006 con la conformación del movimiento Sentimiento y Unidad por el Mundo Andino (SUMA) pero no lograron la inscripción. No obstante durante los siguientes años continuaron difundiendo sus discursos, participaron en movilizaciones y convirtiéndose en el principal núcleo desde el que se difunde el discurso de reivindicación étnica en el sur del país. Los aymaristas no fueron los únicos con un discurso radical en el Altiplano. En Juliaca un abogado y propietario de medios de comunicación, se convirtió en el principal vocero de posiciones antisistema cercanas al antaurismo. Hernán Fuentes fue (sigue siendo) conductor de un programa en donde diariamente denunciaba al gobierno nacional, regional y a los gobiernos locales exigiendo cambios radicales y proponiendo la constitución de una nueva república. 96 Las aspiraciones de Fuentes iban más allá de ser un broadcaster, y por ello el año 2006 postuló a la presidencia del gobierno regional puneño invitado por el partido Avanza País-Partido de Integración Social, que a su vez tuvo como candidato a la presidencia de la República a Ulises Humala. El grupo de Fuentes estaba conformado en Puno por reservistas del Ejército Peruano vinculados al movimiento etnocacerista de Antauro Humala y por militantes de Patria Roja. De hecho, el hermano de Hernán Fuentes, Isauro, era uno de los principales dirigentes de este último partido desde los años ochenta cuando formaba parte de las bases del SUTEP en el distrito de Asillo (Azángaro), de donde ambos eran originarios. Utilizando las ondas radiales de radio Perú y su canal televisivo Televisión Perú, así como de la extendida red de reservistas y simpatizantes de Patria Roja en las zonas rurales, Fuentes fue el outsider puneño que derrotó a Alberto Quintanilla, el líder izquierdista que postuló por segunda vez con el PDR. Votación Avanza País y PDR Elecciones regionales 2006 Movimiento Político % Votos válidos Número de votos Avanza País – Partido de Integración Social 18.80 98,574 Poder Democrático Regional – PDR 18.44 96,681 Fuente: www.onpe.gob.pe Elaboración propia Las consecuencias de este resultado provocaron un cisma en el movimiento pumista puneño, con la salida del PDR de los “quintanillistas”, que era como se llamaba a los profesionales vinculados a las ONG (como Jorge Romero, Miguel Valdivia, Edgar Tisnado y Jesús Betancur), permaneciendo los militantes de la línea campesinista vinculados a la FDCP (entre estos se 97 encontraban Máximo Ponce, Lolín Medina, Claudia Coari77 y Emeterio Chura), y por cierto, también Alberto Quintanilla. Lo que ocurrió es que durante las semanas previas a las elecciones, en el ambiente izquierdista puneño se respiraba un aire de triunfo, por lo que la derrota frente a un candidato supuestamente desconocido como Hernán Fuentes fue hasta cierto punto inesperada y motivó agrias discusiones y acusaciones de los quintanillistas contra los campesinistas que dirigieron la campaña, y por ello se les exigía renunciar ya que impidieron la suscripción de alianzas con otros sectores políticos y conseguir un mínimo de apoyo que les hubiera permitido lograr la victoria, ya que la distancia final entre Fuentes y Quintanilla fue 0.36% de los votos válidos78. En efecto, durante las semanas previas a la inscripción de las listas de candidatos se produjo un acercamiento entre militantes del PDR y laicos de la iglesia sur andina, con el objeto de promover una postulación conjunta. Superando las desconfianzas que los habían dividido años atrás, Alberto Quintanilla y Mauricio Rodríguez, acompañados de sus equipos más cercanos de entonces79, sostuvieron una reunión para formar una alianza. Sin embargo, no pudieron concordar en la incorporación del Partido Nacionalista: el PDR buscaba negociar con dicha agrupación mientras Rodríguez y su equipo eran contrarios a aliarse al partido humalista. Se acordó entonces que el PDR evaluara el dejar de lado al nacionalismo, pero al final no hubo una 77 Claudia Coari fue elegida congresista por Puno el año 2011. 78 Avanza País obtuvo 18.803 % y el PDR 18.442 % (www.onpe.gob.pe) 79 Además de Rodríguez y Quintanilla participaron Luis Ronquillo y Michel Portier por el lado de los laicos y Jorge Romero y Miguel Valdivia por el lado de los ex PUM. El autor de la tesis participó en la reunión dada su amistad con Mauricio Rodríguez. 98 comunicación ni acuerdo sobre este punto. Esta discrepancia acabó con la posibilidad de volver a unir a las antiguas redes de los años ochenta, mientras el PDR tampoco concretó su alianza con el Partido Nacionalista. Más allá de las negociaciones con el PDR, los laicos liderados por Mauricio Rodríguez, acordaron conformar un movimiento regional denominado Integración para participar directamente en las elecciones regionales y municipales del 2006, pero no tuvieron éxito. En principio, no pudieron obtener las firmas necesarias para inscribir el movimiento, por lo que días antes del cierre de inscripciones de candidatos se logró un acuerdo con el Partido por la Democracia Social para que Rodríguez postule por dicha agrupación. Rodríguez y el grupo de laicos que lo acompañaban inscribieron la candidatura, empero esta fue observada por el Jurado Nacional de Elecciones porque uno de los consejeros no cumplía con los requisitos para postular. Michel Portier y Enrique Quilla, los alcaldes de Carabaya y Sandia, tampoco lograron la reelección en sus provincias. Esta dura lección sirvió a Rodríguez y al equipo que lo rodeaba para asumir la importancia de contar con nuevos y más aliados políticos si es que querían tentar la presidencia regional el año 2010. Los laicos ya estaban embarcados en la política partidaria y les resultaba imprescindible disponer de un movimiento regional propio para viabilizar su participación electoral. Cabe indicar que Rodríguez, luego de su salida de Onda Azul, dedicó sus esfuerzos a constituir una radio con similares características a las del obispado de Puno, para lo cual recibió el apoyo de laicos católicos europeos y de la agencia de cooperación Fastenopfer, Acción Cuaresmal Suiza. Esto le 99 permitió crear Radio Pachamama el año 200380 y conducir durante varios años el programa principal de la emisora, Valgan Verdades, llegando prácticamente a todas las provincias de la región. En Juliaca, mientras tanto, ex partidarios del FNTC liderados por el último regidor de ese partido en la Municipalidad provincial de San Román, Víctor Hilasaca, conformaron el Movimiento Regional de Integración Andina (MIA) el año 2006, utilizando como símbolo el chullo, con el objeto de explicitar su pertenencia y orientación política. “El MIA fue constituido en base al FNTC. El ingeniero Víctor Hilasaca, que era dirigente del FNTC, en razón de que el FNTC no tenía ya vida activa, él logró comprar un kit y logró juntar las firmas necesarias para mantener como movimiento regional al FNTC… (por discrepancias con los Cáceres) Hilasaca optó por dejar el FNTC y constituir un movimiento nacido de esas mismas esencias, con el mismo símbolo, simplemente cambiando colores”81. La candidatura al gobierno regional por el MIA fue asumida por Braulio Gonzáles, quien fuera presidente del comité fundador de la Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez en la década de los 80, ex Secretario General provincial del FNTC, diputado por el mismo partido en la década de los años 80 y regidor municipal durante varios periodos. Gonzáles aceptó la invitación de quien en ese momento postulaba a la municipalidad provincial de Juliaca, el rector de la UANCV Juan Luque. En efecto, el año 2006 el gobierno regional de Puno no era el objetivo buscado por la red del FNTC, sino la recuperación de la municipalidad 80 Radio Pachamama pertenece al Instituto IDEAL, asociación civil fundada en 1993 por estudiantes de Derecho de la Universidad Nacional de Altiplano, entre quienes se encontraban Mauricio Rodríguez y Juan Casazola. Tiene la asesoría del sacerdote Luis Zambrano con quien Rodríguez escribió un libro sobre la vida del Obispo Jesús Mateo Calderón. 81 Entrevista personal con el autor. Juliaca, diciembre 2013. 100 provincial de San Román. Juliaca, al igual que treinta años atrás para los antiguos líderes del FNTC, seguía siendo la principal circunscripción electoral. La candidatura fue asumida por Juan Luque, el exitoso rector de la universidad juliaqueña quien se convirtió en uno de los principales candidatos. Luque ingresó a trabajar a la UANCV durante los años 80 y 90, cuando lo relevante para la incorporación a dicha casa de estudios era la vinculación (pertenencia o simpatía) con el FNTC. “Yo le digo que todos los que han ingresado a trabajar a la universidad andina hasta la década del 90 han ingresado por el FNTC porque tenían alguna relación con el FNTC o con algún dirigente o con algún miembro del FNTC”82 La postulación de Luque obedeció a su posición como principal autoridad de la universidad cuya creación y funcionamiento fue uno de los principales logros de los Cáceres y el FNTC. Quince años después de su fundación, la universidad era el principal centro de formación de profesionales en Juliaca y además era el espacio más importante de reivindicación de la identidad juliaqueña. Dada su importancia política, la candidatura del rector Luque parecía ser la más natural tanto para él mismo como para los ex partidarios del FNTC. En ese escenario, el movimiento regional MIA era solamente un vehículo para canalizar la participación electoral. La campaña municipal del año 2006 fue dura y sucia en Juliaca, afectando a los dos principales candidatos: al propio Juan Luque y al pastor evangélico Hugo Quinto que postulaba por Restauración Nacional. Las 82 Entrevista personal con el autor. Juliaca, diciembre 2013. 101 posibilidades del rector fueron socavadas debido a una serie de acciones como la que relata Mauricio Zavaleta (2012) sobre la difusión de: “…un video con alumnos de la UNCV en las que estos denunciaban abusos de autoridad y mostraban imágenes de grietas en los edificios construidos en el campus durante su gestión. Ambos materiales fueron entregados a los periodistas previamente contratados, pero el impacto fue mayor ya la información se fue cubierta por numerosos medios en la provincia”. El rector Luque fue finalmente vencido por el carisma de un candidato que labró su prestigio desde las orquestas musicales, el profesor y director musical David Mamani, candidato de Siempre Unidos. Votación tres primeros grupos Elecciones municipales Juliaca 2006 Movimiento Político % Votos válidos Número de votos Siempre Unidos 15.39 17,749 Restauración Nacional 14.28 16,469 Movimiento Regional de Integración Andina – MIA 12.12 13,975 Fuente: www.onpe.gob.pe Elaboración propia No obstante, esta derrota no desanimaría a Luque ya que su siguiente paso fue preparar su postulación para el siguiente proceso electoral, esta vez ya no a la alcaldía provincial, sino a la presidencia de la región. Sin embargo, el rector no llevaría adelante mayores esfuerzos para fortalecer el movimiento regional que lo llevó como candidato ni tampoco impulsó la conformación de uno nuevo. La red del FNTC y los recursos con que contaba la UANCV eran mucho más importantes para la futura aventura política, por lo que, tal como hicieron los Cáceres en la ciudad de Juliaca, su objetivo fue dotar de infraestructura a la universidad y ampliar su cobertura educativa a otras provincias de la región. 102 Mientras tanto, en enero del 2007, Hernán Fuentes asumió la presidencia regional mostrando una actitud confrontacional, ya que antes de empezar su gestión había roto con el grupo político Avanza País que le facilitó el membrete para postular, enfrentándose con los también recientemente electos consejeros regionales y con su propio vicepresidente, Mauro Justo, militante de Patria Roja. Su gestión estuvo marcada desde el inicio por una serie de escándalos y acusaciones de corrupción83 que merecieron una serie de investigaciones judiciales. Sin embargo, Fuentes aprovechó el nuevo cargo para difundir su imagen de político radical, buscando ganar presencia más allá de la región. Su apoyo a la constitución de las denominadas Casas del ALBA por las que llegó a ser citado al Congreso de la República84, la simpatía con la causa de Antauro Humala y sus pedidos para que éste sea liberado85, así como el lanzamiento de la propuesta federalista, tuvieron como finalidad posicionar a Fuentes a nivel nacional para tentar una candidatura presidencial86. El federalismo de Fuentes no contó con apoyo ni siquiera en Puno ni entre sus colegas de otras regiones, quienes por el contrario, expresaron públicamente su desacuerdo. Fuentes también enfrentó una serie de marchas 83 Investigan irregularidades en primer año de Fuentes. En: http://elcomercio.pe/edicionimpresa/html/2008-01-05/investigan-irregularidades-primer-ano-gestion- hernan-fuentes.html. Consulta: 9 de noviembre del 2013. 84 Hernán Fuentes responderá por el ALBA ante el grupo congresal. En: http://www.larepublica.pe/27- 10-2007/hernan-fuentes-respondera-por-el-alba-ante-grupo-congresal. Consulta: 9 de noviembre del 2013. 85 Hernán Fuentes: la sentencia es política. En: http://www.larepublica.pe/19-09-2009/hernan-fuentes- la-sentencia-es-politica. Consulta: 9 de noviembre del 2013. 86 Los fines electorales del libro de Fuentes. En: http://www.noticiasser.pe/29/04/2009/descentralizacion/los-fines-electorales-del-libro-de-hernan- fuentes. Consulta: 9 de noviembre del 2013. 103 de protesta en su contra87 por promesas incumplidas como el asfaltado de la carretera Yunguyo-Copani-Zepita o la ausencia de medidas para mitigar la contaminación de la cuenca del río Ramis, acabando su periodo de gobierno de forma similar a su antecesor David Jiménez: en medio de acusaciones de corrupción, conflictos sociales irresueltos y sin ningún proyecto de servicios básicos, infraestructura o productivo, que tuviera alcance regional. Desvanecidas sus intenciones presidencialistas nacionales, Hernán Fuentes tampoco intentó postular a la reelección en Puno. El Frente Amplio de Puno – FAP, movimiento que impulsó desde la presidencia regional, llevó como candidato a su hermano, Isauro Fuentes, sin mayor suerte88. El tiempo de los discursos radicales no tuvo cabida en las elecciones del año 2010. Había llegado el momento del laico de la iglesia católica sur andina. 87 La Lima de Fuentes. En: http://www.larepublica.pe/columnistas/observador/la-lima-de-fuentes-08- 04-2009. Consulta: 10 de noviembre del 2013. 88 El FAP obtuvo el 5.211% de los votos válidamente emitidos (www.onpe.gob.pe) 104 CAPÍTULO 6 LAS REDES POLÍTICAS PUNEÑAS Y SUS MOVIMIENTOS REGIONALES DURANTE LAS ELECCIONES DEL AÑO 2010 El año 2010, una nutrida lista de más de 20 candidatos intentó llegar a la presidencia regional puneña. Sin embargo, desde un inicio, tres fueron los políticos con las mayores opciones: Juan Luque, Mauricio Rodríguez y Alberto Quintanilla. El rector, el laico y el líder izquierdista representaron el protagonismo electoral de las redes de partidarios frenatraquistas, militantes pumistas y de un sector de laicos de la iglesia. El siguiente capítulo da cuenta de la trayectoria de los tres políticos mencionados y la participación de los integrantes de las redes políticas en la conformación de los movimientos regionales con los que postularon en las elecciones del año 2010. La descripción concluye con la actuación de las redes políticas en las elecciones del año 2010, las alianzas que realizaron y los resultados finales de este proceso. 6.1. El laico de la iglesia sur andina y el Proyecto Político AQUÍ Mauricio Rodríguez nació en Ituata, provincia de Carabaya, en diciembre de 1958. A los 14 años llega a Puno a realizar sus estudios secundarios compartiendo aulas con los futuros congresistas Yohny Lescano y Gustavo 105 Pacheco Villar. Poco tiempo después funda con otros jóvenes cercanos a la iglesia el grupo Juventud Mariana, colectivo juvenil de la pastoral social. A los 20 años ingresa a radio Onda Azul donde permanece por más de 25 años, desempeñándose como director de programación y sub director, entre otros cargos. A diferencia de la mayoría de personas que trabajaban en esta radio en los años 80, Mauricio Rodríguez no militó en el PUM, siendo uno de los más críticos a la forma en que se dirigía el medio de comunicación y defendiendo la autonomía política que éste debía mantener frente al partido izquierdista. Esta situación lo llevó a organizar una toma de local de la radio en 1991, evidenciando el conflicto existente al interior de la diócesis de Puno entre los laicos que militaban en el PUM y los que no tenían militancia partidaria. El obispo Jesús Mateo Calderón zanjó la controversia reemplazando poco después a los directivos de la radio que habían sido cuestionados. Desde Onza Azul y dada su cercanía con el obispo de Puno, Mauricio Rodríguez se convirtió en uno de los periodistas más conocidos e influyentes de la región; sin embargo, en 1998 tuvo que dejar la diócesis de Puno con la llegada del nuevo obispo Jorge Carrión, dedicando sus esfuerzos durante los siguientes años a la creación de una radio propia para lo cual recurrió al apoyo de sacerdotes y organizaciones vinculadas a la iglesia católica como la agencia suiza Fastenofter. El 2003 Mauricio Rodríguez, consiguió concretar el funcionamiento de Radio Pachamama, iniciativa que impulsó desde el Instituto de Desarrollo, Educación y Asesoría Legal (IDEAL) Puno. IDEAL fue la asociación civil que 106 conformó en su época de estudiante de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional del Altiplano junto con otros laicos como Juan Casazola89 y Raúl Salamanca90. El nuevo medio de comunicación, tuvo un alcance similar a Onda Azul y fue clave para consolidar la presencia política de Rodríguez en el departamento, dejando siempre clara su vinculación laica, tal como lo expresa el eslogan utilizado desde su inauguración: “Pachamama, la voz del sur andino”. Desde el programa “Valgan Verdades”, Rodríguez comentaba diariamente el quehacer político regional y entrevistaba a los protagonistas, convirtiéndose de esa manera en un líder de opinión. Además, el alcance de la radio se potenciaba en el sector rural con la difusión de programas emitidos en quecha y aymara. Luego de no haber podido concretar su candidatura a la presidencia regional el año 2006, al haber sido rechazada su inscripción por el Jurado Nacional de Elecciones, desde las cabinas de radio Pachamama, Rodríguez fue sumando una serie de apoyos para garantizar su postulación en las elecciones del 2010. Entre las personas más importantes sumadas a su causa se encontraban Roger Cahua, biólogo azangarino que convocó a ex dirigentes estudiantiles de la Universidad Nacional del Altiplano; así como un grupo de dirigentes aymaristas como Hugo Llano, ex presidente del Frente de Defensa de los recursos naturales de la zona sur, y Milton Cariapaza, dirigente acoreño vinculado a la Unión Nacional de Comunidades Aymaras. A su vez el núcleo de 89 Abogado. Formó parte de radio Onda Azul, fue Secretario General de Cáritas Juli y Coordinador Regional de la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza. 90 Abogado que trabajó en la Vicaría de Juli. 107 los laicos estaba representado en un primer momento por Luis Ronquillo91, quien sería designado más adelante como jefe de campaña, y Nancy Montesinos92, uniéndose luego Roger Maquera93, Michel Portier94 y César Rodríguez95, entre otros. A partir de la confluencia de estos actores se conformó el movimiento regional denominado Proyecto Político Aymaras y Quechuas Unidos por el Cambio – AQUÍ, bajo el liderazgo indiscutido de Mauricio Rodríguez aunque éste no tuviera ningún cargo formal en el movimiento. El nombre obedecía a la incorporación en el ideario del concepto indígena andino de “el Buen Vivir, el Allin Kausay, el Suma Qamañaq, que es finalmente la justicia social a plenitud… el equilibrio de la sociedad con la naturaleza, esa vida en armonía, esa relación entre el hombre y la naturaleza en el mundo andino”96. El movimiento recién constituido se convirtió así en el instrumento electoral de los laicos liderados por Rodríguez y sus nuevos aliados (ex líderes estudiantiles y dirigentes aymaristas). La primera tarea fue la recolección de las firmas necesarias para lograr la inscripción. A diferencia de lo ocurrido el año 2006, el trabajo fue organizado con mayor anticipación, se designaron responsables de las diferentes instancias del movimiento y se constituyeron comités de apoyo en diferentes 91 Docente. Formó parte de la Vicaría de Juli. 92 Economista. Formó parte de la UNEC y trabajó en diferentes instituciones pastorales. 93 Abogado. Integró la Juventud Agraria Rural Campesina – JARC (impulsada por la iglesia católica) en la provincia de El Collao, las Vicarías de Juli y Ayaviri y la Defensoría del Pueblo en Puno. 94 Laico francés. Director de Radio la Voz del Allin Ccapac y alcalde provincial de Carabaya en el periodo 2003-2006. 95 Abogado. Formó parte de la Vicaría de Ayaviri, oficina de Carabaya, y fundó el Instituto Sur Andino de Derechos Humanos. 96 Entrevista personal con Mauricio Rodríguez. Puno, setiembre 2013. 108 provincias. Superada esta primera valla, se pasó a establecer las responsabilidades para llevar adelante el proceso de negociación con otras agrupaciones menores, recabar los fondos y elaborar el plan de gobierno. Estas dos últimas tareas fueron encargadas a Alcides Huamaní, profesor de la facultad de Economía de la Universidad Nacional de Altiplano y amigo personal de Rodríguez, quien se convirtió en uno de sus principales aliados, sumando a la causa a un grupo de profesionales de dicha casa de estudios. De esta forma y luego de años de esfuerzo y construcción de la iglesia sur andina y, cuando esta había sido reemplazada oficialmente en Puno por tendencias eclesiales conservadoras en su dirección, un laico surgido de su seno y perteneciente a los grupos progresistas se aprestaba a convertirse en uno de los principales protagonistas de la política regional. El apoyo decidido de la red de laicos, así como el contar con nuevos aliados de la Universidad Nacional del Altiplano y dirigentes aymaristas, todos congregados en el proyecto político AQUÍ, permitirían a Mauricio Rodríguez entrar a la competencia por la presidencia regional. 6.2. El candidato de la izquierda y Poder Democrático Regional Alberto Quintanilla Chacón nació en Puno en diciembre de 1951. Realizó sus estudios secundarios en Arequipa y posteriormente cursó estudios de Derecho, Sociología y Economía en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en Lima. Quintanilla empieza su vida política en la capital del país afiliándose al Partido Comunista Revolucionario a finales de la década de los años 70. 109 A inicios de los 80 se incorpora como uno de los asesores de la FDCP manteniendo siempre una relación directa con la dirigencia del partido Izquierda Unida en Lima. En 1985 es elegido como diputado del Congreso Nacional junto con el ex alcalde provincial de Puno, Jaime Ardiles. Quintanilla fue reelegido en 1990, dejando el Congreso en 1992 luego del autogolpe de Alberto Fujimori. Pese a la desarticulación de los partidos políticos en la década del 90, Quintanilla no se desvincula del PUM y además impulsa la conformación de la Asociación de Defensa Legal (ADL) en 1994, junto con otros abogados como Luz Herquinio97, Enrique Quilla98 y Luis Salas, afiliándose a la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos. Pero la defensa de los derechos humanos no fue la única causa que apoyó Quintanilla, sino también la recuperación por la democracia en coordinación con el Foro Democrático. A diferencia de los laicos de la iglesia que se vinculaban sobre todo con ONGs limeñas en esta tarea, Quintanilla y su grupo apostaban por un espacio con participación de los partidos políticos. A nivel profesional, mientras tanto, Quintanilla es nombrado Notario Público en Juliaca, ciudad donde su familia era propietaria de la radio del mismo nombre. Es de resaltar que, no obstante contar con un medio de comunicación, Quintanilla no sigue la ruta de otros broadcasters regionales como Hernán 97 Abogada. Integró parte del CODEH Puno, fue Coordinadora de la Vicaría de Juli, investigadora de la Oficina Regional Sur Andina de la Comisión de la Verdad y Reconciliación y Defensora del Pueblo en Puno. 98 Abogado que formó parte de la Vicaría de Ayaviri, oficina de Sandia, y elegido alcalde provincial de Sandia del 2003 al 2006. 110 Fuentes o Mauricio Rodríguez, que utilizaron la radio para consolidar su presencia política. El año 2002 participa de las primeras reuniones en que es fundado Poder Democrático Regional, por parte de ex militantes del PUM (activistas de la FDCP como Máximo Ponce99, Lolín Medina100, dirigentes aymaras del FIJO entre los que se encontraban Emeterio Chura101 y técnicos de ONGs como Jorge Romero102 y Miguel Valdivia103), como una suerte de “versión regional y remozada del PUM”104. A pesar de su prácticamente completa coincidencia con el Partido Democrático Descentralista primero y el Partido Socialista después, el PDR siempre optó por ser una entidad con autonomía política. La persistencia de la desconfianza de los militantes provincianos frente a las directivas venidas de la capital, aunada a la necesidad de mantener una identidad regionalista en un contexto electoral desarticulado de lo nacional, fueron el motivo para seguir este camino, aunque ciertamente sus integrantes podían actuar de forma más pragmática, tal como lo demostró la candidatura de Quintanilla como Vicepresidente en la lista encabezada por Javier Diez Canseco en las elecciones presidenciales el año 2006. El PDR es el único movimiento regional que desde su constitución trató de mantenerse como tal en la vida política regional, realizando reuniones 99 Fue dirigente de la Juventud del PUM, dirigente y asesor técnico de la FDCP, militante del FIJO. 100 Dirigente de la FDCP y asesor técnico 101 Profesor. Fue militante del PUM y fundador del FIJO. 102 Economista. Fue militante del PUM, funcionario municipal en la gestión de Gregorio Ticona y técnico de diferentes ONGS y proyectos. 103 Sociólogo. Perteneció a la Juventud del PUM, UNEC y técnico de diferentes ONGs en Puno. 104 Entrevista personal con Alberto Quintanilla. Juliaca, setiembre 2013. 111 permanentes de su comité central y participando en todos los procesos electorales regionales, siempre con el mismo candidato: Alberto Quintanilla. Esto fue consecuencia de una suma de factores como la necesidad de contar con recursos para llevar adelante las campañas electorales, el liderazgo de Quintanilla al interior del grupo y la ausencia de otras figuras con el mismo prestigio. Sin embargo, el hecho de haber sido fundado por militantes con experiencia política partidaria, aunado a la propia actitud horizontal y contemporizadora de Quintanilla, no permitieron que el PDR se convierta en el típico grupo político puesto a disposición de un caudillo. En los diferentes procesos electorales en los que participaron, Quintanilla y el PDR buscaron sumar nuevos aliados sin mayor éxito, tal como ha sido relatado en los capítulos anteriores. El año 2006, por ejemplo, sostuvieron conversaciones con los laicos de la iglesia católica y los militantes del Partido Nacionalista, pero no lograron concretar acuerdos con ninguno de ellos. Precisamente luego de las elecciones de ese año en que fueron derrotados por Hernán Fuentes por escaso margen105, se produjo el cisma más importante en el PDR con la salida de los “quintanillistas”, quedando en el movimiento los “campesinistas” de la FDCP y los aymaras del FIJO. La salida de técnicos vinculados a las ONGs, entre los que se encontraban Jesús Betancur, Secretario Técnico de la Red de Municipalidades Rurales de Puno 105 Fuentes obtuvo 18.8% y Quintanilla 18.4% de los votos válidamente emitidos. 112 (REMURPE-Puno)106, acabó por dejar al PDR sin vínculos con los gobiernos locales y debilitó a sus operadores en varias provincias107. No obstante ello, el año 2010, el PDR se aprestaba para participar nuevamente en un proceso electoral regional. Entre los cálculos de los ex pumistas, la alianza entre el Partido Socialista (su alter ego nacional) y el Partido Nacionalista de Ollanta Humala, les permitiría sumar votos y era el vehículo para alcanzar la presidencia regional en su tercer intento. 6.3. El rector y la universidad juliaqueña Juan Luque nació en la provincia de Azángaro en 1959. Acabados sus estudios secundarios llegó a Puno en 1976 para seguir estudios superiores de Contabilidad en la Universidad Nacional del Altiplano. Aunque no realiza vida política estudiantil, simpatiza con el FER pekinés y conoce al futuro presidente regional David Jiménez Sardón. Culminados sus estudios y ya graduado como contador, Luque se incorporó como profesor contratado en la recientemente formada Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez de Juliaca en 1984, lugar donde laboró de manera ininterrumpida, ejerciendo prácticamente todos los cargos universitarios: docente nombrado, decano, coordinador de sede, vicerrector administrativo y finalmente rector en dos oportunidades. En ese entonces la universidad no contaba con un local propio y funcionaba en el Centro Comercial N° 2; sin embargo gracias a las gestiones 106 Jesús Betancur fue también dirigente campesino de la FDCP y la FUCAM en la provincia de Melgar. 107 La REMURPE Puno formó una serie de espacios de articulación de regidores, regidoras y funcionarios municipales. 113 realizadas por el FNTC que gobernaba la municipalidad, ésta donó un terreno en Taparachi (ubicada en la salida a Puno, al sur de la ciudad) donde años después se edificó su actual local. El apoyo de los hermanos Cáceres y otros militantes del FNTC fue fundamental para los docentes y alumnos de la universidad, muchos de los cuales apoyan activamente a esta agrupación. Luque no llegó a militar pero participó en actividades del partido, especialmente en su provincia natal con el entonces alcalde Edmundo Núñez108. “Era un simpatizante. En ese entonces (los Cáceres) hacían algo por Juliaca, bastante gente los admiraba por el trabajo que hacían, pero nunca he tenido cargos a nivel del partido”109. Un momento importante para Luque fue su designación como coordinador de la Sede de la UANCV en la ciudad de Puno el año 1998. Desde ese puesto Luque demostró sus habilidades de gestor administrativo pero lo más importante fue que dio cuenta de sus capacidades para asumir la conducción de toda la universidad. Juan Luque fue nombrado rector en julio del año 2003 siendo reelegido cinco años después. Su gestión se caracterizó por la ejecución de una serie de proyectos de infraestructura tanto en la ciudad universitaria en Juliaca como en la sede de Puno y otras provincias (Ilave al sur y Azángaro al norte), lo que permitió el incremento del alumnado con el consiguiente ingreso de mayores recursos financieros. Pero Luque no sólo se dedicó a las obras de infraestructura universitaria, también incursionó en la política regional. Así, el año 2006 postuló a la alcaldía 108 Alcalde de la provincia de Azángaro elegido por el FNTC en el periodo 1981-1983 109 Entrevista personal con Juan Luque. Puno, setiembre 2013. 114 provincial de Juliaca por el Movimiento Regional de Integración Andina (MIA), agrupación impulsada por ex dirigentes del FNTC como Víctor Hilasaca110, e invitó a postular como candidato a la presidencia del gobierno regional a Braulio Gonzáles, ex Secretario General del FNTC, funcionario de la UANCV y uno de los fundadores de este centro de estudios111. Luque fue el candidato a la alcaldía por el MIA por diferentes motivos: su condición de rector de la universidad juliaqueña, la efectividad demostrada en la ejecución de obras, así como la posibilidad de disponer de recursos para afrontar la campaña. El objetivo de esta postulación era emular la ruta dejada por el FNTC, conformando un grupo político que desde dicha ciudad alcanzara presencia regional. Durante las elecciones del 2006, Luque fue uno de los principales candidatos junto con el candidato evangélico de Restauración Nacional, Hugo Quinto; sin embargo el enfrentamiento entre estos dos acabó por desgastarlos permitiendo la victoria de David Mamani, profesor y director de orquestas musicales que postuló representando al partido Siempre Unidos. La derrota de Luque en este proceso electoral no impidió que éste fuera reelegido como rector el año 2008, ni que dejara de lado sus aspiraciones políticas, ya no solo provinciales sino regionales. Consciente que para tener éxito era necesario, además de la red del FNTC y los recursos de la universidad, contar con nuevos aliados y un movimiento político con un alcance mayor al MIA del año 2006, que estaba circunscrito principalmente a Juliaca, 110 Dirigente y ex regidor de la Municipalidad provincial de San Román por el FNTC y el MIA. 111 Abogado y periodista. También fue regidor de la municipalidad provincial de San Román y diputado regional, elegido por el FNTC. 115 llegó a un acuerdo con uno de los ex profesores universitarios de la UANCV, el ex alcalde de la ciudad de Puno, Mariano Portugal. Portugal era el fundador del movimiento Reforma Regional Andina Integración, Participación Económica y Social Puno (RAICES), una suerte de franquicia política creada para presentar candidatos en las elecciones del año 2010, que puso a disposición de Luque la candidatura regional, mientras él tentaba un regreso al sillón municipal de la capital regional. Como en el año 2006, el rector se aprestaba a conseguir la presidencia regional, para lo cual contaba con el aparato universitario, una alianza con un político cuajado como Mariano Portugal en Puno y además el apoyo y experiencia de antiguos militantes de la red del FNTC ubicados tanto en la UANCV como en otros espacios. Entre estos últimos se encontraba, por ejemplo, Oswaldo Marín, candidato a la municipalidad provincial de Juliaca por RAICES, y uno de los periodistas más conocidos de la ciudad de los vientos y conductor del principal noticiero emitido por la radio de los Cáceres, Sol de los Andes. Además Luque logró sumar como candidato a la vicepresidencia a un antiguo compañero de las aulas universitarias, el profesor de la Universidad Nacional del Altiplano, Héctor Calumani, quien sería su apoyo en la capital regional. 6.4. Veinte años después: las elecciones regionales del 2010 El año 2010, el departamento de Puno bullía de movimientos y candidatos al Gobierno Regional. Dándole la razón a quienes calificaban a Puno como la región más fragmentada políticamente, 23 agrupaciones se 116 inscribieron inicialmente para participar en el proceso electoral regional, y muchas decenas más para las elecciones provinciales y distritales. Luego del proceso de tachas e impugnaciones, el Jurado Electoral Especial calificó positivamente a 21 grupos entre partidos políticos nacionales y movimientos regionales112. No obstante esta gran dispersión de candidaturas, la votación en primera vuelta fue menos fragmentada de lo que se preveía: tres grupos obtuvieron en conjunto más del 50% de los votos y sólo otros 3 lograron superar el 5% de apoyo. Votación cinco primeros movimientos políticos Elecciones regionales 2010 - Primera vuelta Movimiento Político % Votos válidos Número de votos Reforma Regional Andina Integración, Participación Económica y Social Puno 23.336 114,912 Proyecto Político AQUÍ 15.200 74,850 Gran Alianza Nacionalista – Popular – Poder Democrático Regional 13.279 65,388 Moral y Desarrollo 5.997 29,532 Frente Amplio de Puno 5.211 25,662 Movimiento Andino Socialista 5.094 25,082 TOTAL 68.117 335,426 Fuente: www.onpe.gob.pe Elaboración propia Los resultados electorales de la primera vuelta dieron como ganador a Juan Luque quedando Mauricio Rodríguez en segundo lugar. No obstante, Luque no consiguió más del 30% de votos requeridos para ser elegido 112 Postularon al Gobierno Regional las siguientes listas: Fuerza Nacional; Unión por el Perú; Acción Popular; Movimiento Nueva Izquierda; Partido Humanista Peruano; Restauración Nacional; Partido Aprista Peruano; Despertar Nacional; Fonavistas del Perú; Sí Trabaja; Proyecto Político AQUÍ; Frente Amplio para el desarrollo del Pueblo; Gran Alianza Nacionalista – Popular – Poder Democrático Regional; Reforma Regional Andina Integración, Participación Económica y Social Puno; Movimiento Regional de Integración Andina; Moral y Desarrollo; Movimiento Independiente Unión y Cambio; Frente Amplio de Puno; Movimiento Andino Socialista; Movimiento político construyendo por la Región Sur; y Movimiento Agrario Puneño. 117 presidente regional en primera instancia, por lo que se convocó a una segunda vuelta entre estos dos candidatos. Alberto Quintanilla acabó tercero y si bien es cierto no estuvo muy lejos de Rodríguez, esta derrota fue más significativa al ser la tercera consecutiva de las bases pumistas. Sin embargo, los resultados también mostraban un hecho más significativo en términos de la historia política regional: como si el departamento de Puno se encontrara en la década de los años 80 del siglo XX, con el FRENATRACA, el PUM y un sector de la iglesia católica del sur andino interviniendo activamente en política, los movimientos liderados por Juan Luque (RAICES), Mauricio Rodríguez (AQUI) y Alberto Quintanilla (PDR) – en ese orden – eran los más importantes y eso se expresaba en la votación donde en conjunto alcanzaban el 51.815% de los votos. Habían pasado poco más de 20 años desde la última elección regional para que actores de estos sectores políticos lograran obtener resultados similares a los de dos décadas atrás. Como ha sido descrito a lo largo de este trabajo, durante todo este tiempo las redes de un sector de laicos de la iglesia, militantes del PUM y partidarios del FNTC no fueron ajenas a la política regional y por el contrario, actuaron activamente desde diferentes espacios políticos. Para el año 2010, cada grupo contaba con movimientos regionales para participar en las elecciones regionales y acabaron liderando las preferencias ciudadanas. Sin embargo, para lograr estos resultados, las redes y quienes las lideraban políticamente tuvieron que negociar una serie de alianzas y acuerdos con otros sectores y personajes políticos con la finalidad de mejorar sus posibilidades electorales. 118 En el caso de Alberto Quintanilla y los ex PUM del PDR, concretaron una alianza con el Partido Nacionalista de Ollanta Humala inscrita formalmente en el Jurado Nacional de Elecciones como Gran Alianza Nacionalista – Popular – Poder Democrático Regional. No obstante, este acuerdo presentó una serie de dificultades desde el inicio dada la imposibilidad de consensuar las candidaturas municipales y al Consejo Regional así como el uso del símbolo electoral (el PDR logró que se utilizara la zampoña, su símbolo desde el 2002). Ello trajo como consecuencia que las bases nacionalistas no apoyaran la campaña de Quintanilla y por el contrario buscaran acercarse a otros grupos. Pero no todo fueron dificultades en la campaña del grupo pumista, ya que incorporaron como candidato a la vicepresidencia regional a Juan Casazola, uno de los laicos más conocidos y presidente de la Mesa de Concertación para la Lucha contra la Pobreza durante varios años113. Casazola tenía una serie de vinculaciones con sectores campesinos y eclesiales a partir de su trabajo como Secretario General de Cáritas en la Prelatura de Juli, el cual dejó debido al cambio de obispo. Casazola fue cercano al movimiento de los laicos liderado por Mauricio Rodríguez, pero finalmente optó por aceptar la invitación del PDR. Su candidatura y participación fue vista por algunos partidarios de este grupo como un primer paso para renovar el liderazgo que ejercía Quintanilla, quien postulaba por tercera vez y, a decir de varios de sus 113 Laicos de la iglesia católica propusieron a Juan Casazola ser el candidato al gobierno regional el año 2002, pero éste desistió. 119 compañeros, arrastraba un pasivo por las derrotas sufridas114 los años 2002 y 2006. Juan Luque, por su parte, contaba con el aparato de la UANCV y el apoyo de los antiguos partidarios del FNTC. La alianza con el ex alcalde de Puno Mariano Portugal le proporcionó un movimiento para postular y la posibilidad de contar con el apoyo de los simpatizantes y operadores del político puneño, aunque por otro lado tuvo que aceptar limitaciones en la conducción del grupo y en la determinación de candidaturas a alcaldías y al Consejo Regional. Asimismo, con la finalidad de reforzar la campaña en la capital, Puno y la zona aymara del sur invitaron a Héctor Calumani, natural de Pomata115, con quien Luque compartió las aulas universitarias y además contaba con experiencia en la gestión pública como ex Presidente Ejecutivo Encargado y ex Secretario Técnico del Consejo Transitorio de Administración Regional. Pero lo importante para el rector y el grupo que lo acompañaba fue que, a nivel regional, podían considerarse los principales representantes de los políticos juliaqueños, tal como ocurrió años atrás con el FNTC. Si bien no tuvieron un movimiento político propio y tuvieron que recurrir a otros grupos para postular, en los hechos se habían convertido en la carta política más importante de la ciudad de los vientos para la presidencia de la región. Juliaca fue su principal bolsón electoral tal como demostró la votación en primera 114 Como señala un analista político puneño: “Quintanilla es un buen político pero mal candidato. Es la ´Lourdes Flores´ de Puno porque no sabe lo que es ganar”. Entrevista personal con el autor. Puno, setiembre 2013. 115 Distrito de la provincia de Chucuito-Juli, de población mayoritariamente aymara. 120 vuelta y eso repercutía inevitablemente a nivel regional al ser esta ciudad la jurisdicción con mayor número de votantes116. El líder de la red de laicos, Mauricio Rodríguez, sumó el apoyo de otros sectores distintos a los eclesiales, aunque en su caso estos aliados se incorporaron como militantes del movimiento político AQUÍ, lo que constituía la principal diferencia con el PDR y RAÍCES y tal vez fue un factor para su futuro triunfo. En efecto, formaban parte del movimiento regional dirigentes aymaristas como Hugo Llano, Milton Cariapaza o Alimber Condori y también otro grupo de ex dirigentes estudiantiles como Roger Cahua y Fredy Vilcapaza que inclusive participaron en la fundación de la agrupación. Todos ellos trabajaron en la recolección de firmas y en la formación de comités a lo largo de la región, generando un mejor espacio de coordinación. Rodríguez designó como candidato a vicepresidente a Héctor Bermejo, quien provenía de los sectores aymaristas y también era profesor de la Universidad Nacional del Altiplano. Precisamente de esta última institución provendría el otro sector de apoyo a su campaña en el que jugó un rol importante el catedrático Alcides Huamaní que aglutinó a diferentes profesionales de dicha casa superior de estudios. Inicialmente estuvieron encargados de elaborar el Plan de Gobierno pero luego Huamaní asumió la tarea de obtener los fondos para la campaña. La principal debilidad de Mauricio Rodríguez en la primera vuelta fue Juliaca donde apenas logró 5.698 % de 116 El año 2010 sufragaron en toda la provincia de San Román-Juliaca 149,953 electores, mientras en el distrito de Juliaca lo hicieron 139, 419. De estos, 44,496 votaron por Juan Luque (39.061 % de votos válidos), seguido muy por detrás por Alberto Quintanilla que obtuvo 16,444 votos (14.435%). Por otro lado, en toda la provincia de Puno votaron 141,597 personas y en el distrito de Puno sufragaron 81,272 personas. En: www.onpe.gob.pe. 121 votos, quedando muy atrás de Juan Luque. Ello fue compensado en parte con el apoyo que recibió en Puno, donde obtuvo el primer lugar. Los resultados de la primera vuelta a nivel de consejeros regionales y autoridades municipales provinciales117 favorecieron ampliamente al grupo de Juan Luque como se puede apreciar en el siguiente cuadro: Movimientos regionales, consejeros y alcaldes elegidos Elecciones 2010 Movimiento regional Consejeros Regionales elegidos Alcaldes provinciales elegidos RAICES 7 118 5 119 AQUÍ 2 120 1 121 PDR 1 122 - Acción Popular 1 1 Moral y Desarrollo 1 2 Restauración Nacional 1 1 Movimiento Agrario Puneño 1 Frente Amplio para el Desarrollo de Puno 1 Siempre Unidos 1 Fuente: www.onpe.gob.pe Elaboración propia Por otro lado, en lo referido a la votación para la presidencia regional a nivel provincial, Juan Luque logró la victoria en 8 provincias, Mauricio Rodríguez en 4 y Alberto Quintanilla en 1. Considerando el porcentaje de votos válidos el resultado fue el siguiente: 117 En el caso de autoridades distritales, RAICES tuvo 20 alcaldes, PDR 14 y AQUÍ 12. 118 Las provincias de los consejeros elegidos fueron: Yunguyo, Azángaro, Melgar, San Antonio de Putina, Huancané, El Collao y Lampa. En: www.infogob.com.pe. 119 Las municipalidades provinciales ganadas por RAÍCES fueron: Azángaro, Huancané, Lampa, Melgar y Yunguyo. En: www.infogob.com.pe. 120 Las consejeras representaban a las provincias de Puno y Moho. En: www.infogob.com.pe. 121 Municipalidad provincial de San Antonio de Putina. En: www.infogob.com.pe. 122 El consejero elegido representaba a la provincia de San Román. En: www.infogob.com.pe. 122 Votación presidencia regional RAÍCES, AQUÍ y PDR nivel provincial Elecciones 2010 Provincia RAÍCES % AQUÍ % PDR % Azángaro 28.538 13.848 6.948 Carabaya 10.464 21.576 14.723 Chucuito 11.191 11.191 12.496 El Collao 17.856 9.549 8.974 Huancané 21.473 14.812 12.396 Lampa 25.827 16.940 16.462 Melgar 26.264 10.163 15.054 Moho 16.459 23.774 5.774 Puno 13.672 27.614 16.812 San Antonio de Putina 20.605 18.795 11.731 San Román 39.061 5.698 14.435 Sandia 13.211 15.653 12.217 Yunguyo 22.290 13.862 11.725 Fuente: www.onpe.gob.pe Elaboración propia Aunque todo parecía favorecer al rector juliaqueño y estar cuesta arriba para Mauricio Rodríguez, la estrategia seguida por cada uno de los candidatos durante las semanas siguientes explica el resultado final de este proceso eleccionario y da cuenta de la mejor lectura política del momento por parte del grupo de los laicos. Desde el inicio, la campaña para la segunda vuelta fue cruenta y se convirtió en una confrontación abierta entre las ciudades de Puno y Juliaca que mantienen una rivalidad histórica permanente123. Para el año 2010, y tal como lo expresó la votación de la primera vuelta, cada una contaba con su propio candidato por lo que fue inevitable que esta circunstancia no ahondara las 123 Un antiguo dicho popular en la región dice que “Mientras Puno danza, Juliaca avanza”, haciendo referencia a la importancia dada en la capital a la festividad de la Virgen de la Candelaria, mientras en Juliaca se prioriza la actividad comercial. El último acto de esta rivalidad se produjo en abril del año 2013 con el paro convocado en Juliaca exigiendo que la construcción de un hospital nivel IV de ESSALUD se realice en esta ciudad, no obstante haberse determinado como lugar a la capital del departamento. Ver El Clásico altiplánico: Puno y Juliaca chocan por hospital. En: http://www.larepublica.pe/25-04- 2013/el-clasico-altiplanico-puno-y-juliaca-chocan-por-hospital. Consulta: 15 de noviembre del 2013. 123 diferencias y los ataques permanentes entre ambos enrareciendo el ambiente político124. Luque y sus partidarios, creyendo cercana la victoria, dejaron de sumar nuevos aliados asumiendo que todos los que proponían apoyarlos querían simplemente aprovecharse de su inevitable llegada al poder. Esto generó una corriente de rechazo y acusaciones de soberbia a este grupo, a lo que se sumaron acusaciones por el uso indebido de recursos de la UANCV. Esto obligó al rector a solicitar una licencia temporal de su cargo. Por el contrario, Rodríguez y su grupo adoptaron como estrategia obtener el apoyo de buena parte de los perdedores de la primera vuelta. Al mismo tiempo concentraron buena parte de sus fuerzas en Juliaca, el bastión principal de Luque, con el objeto de ganar algunos puntos. De hecho Rodríguez mismo se mudó a la ciudad durante algunas semanas mientras sus colaboradores visitaban todos los medios de comunicación para dar a conocer sus propuestas. A ello se agrega la performance personal de los candidatos. Rodríguez, periodista y conductor radial durante varios años contaba con un mejor manejo público que Juan Luque, cuyo perfil era más el de un administrador sin demasiado carisma para ganar adhesiones. La ausencia de Juan Luque a los primeros debates no ayudó a revertir esta debilidad125. 124 La segunda vuelta fue calificada de enfrentamiento entre “barras bravas” por el analista político Paul Chata, quien expresó su preocupación por el rechazo que esto generaba en la población. Diario Los Andes, 30 de noviembre del 2010. 125 Uno de estos episodios se dio en el debate convocado para discutir la problemática alpaquera, al cual no asistió Juan Luque, por lo que fue duramente criticado. 124 El resultado final de la votación de la segunda vuelta realizada el 10 de diciembre del año 2010 fue el siguiente: Votación segunda vuelta presidencia regional Elecciones 2010 Provincia AQUÍ % RAÍCES % Azángaro 40.448 59.552 Carabaya 71.199 28.801 Chucuito 62.966 37.034 El Collao 62.866 37.134 Huancané 57.242 42.758 Lampa 57.209 42.791 Melgar 63.050 36.950 Moho 62.946 37.054 Puno 69.641 30.359 San Antonio de Putina 52.239 47.761 San Román 28.706 71.294 Sandia 53.297 46.703 Yunguyo 52.978 47.022 TOTAL 52.788 47.212 Fuente: www.onpe.gob.pe Elaboración propia Como se aprecia, la estrategia de campaña del Proyecto Político AQUÍ demostró ser mucho más efectiva que la del movimiento RAICES, al haber logrado aumentar su apoyo electoral más de tres veces (pasó de 15.200% a 52.788%) y ganando además en 11 de las 13 provincias126. De esta manera el laico se convirtió en el tercer presidente regional de Puno y junto con él, un sector de las redes de la iglesia católica sur andina y sus nuevos aliados, asumían por primera vez el gobierno en el Altiplano. Ver Puno: Luque y Rodríguez inician campaña rumbo a la segunda vuelta. En: http://www.noticiasser.pe/10/11/2010/candidatos-punenos-inician-campana-rumbo-segunda-vuelta. Consulta 15 de noviembre del 2013. 126 Además de Juliaca, Juan Luque sólo ganó en Azángaro, su provincia natal. 125 Colofón Poco más de tres años después del proceso electoral del año 2010, el escenario político puneño muestra algunas continuidades que han formado parte de la historia política de los últimos años. Juan Luque y su grupo han constituido un nuevo movimiento regional, el Proyecto de la Integración para la Cooperación – PICO, que postula al antiguo rector de la UANCV a la presidencia. Aunque Luque ya no ostenta el principal cargo de la universidad juliaqueña fue designado como Coordinador de la sede en la ciudad de Puno, convirtiéndose en el principal funcionario de dicha entidad en la capital departamental. Entre otros integrantes del nuevo movimiento, el Secretario General en la provincia de San Román – Juliaca es el principal conductor de radio Sol de los Andes, Oswaldo Marin, antiguo militante del FNTC, MIA y candidato a la municipalidad provincial por RAICES, mientras en la provincia de Puno el mismo cargo lo tiene Adan Urquizo Oblitas, profesor de la UANCV. Alberto Quintanilla sigue siendo uno de los principales dirigentes del PDR y este movimiento ha acordado que sea nuevamente su candidato, por lo que postulará por cuarta vez a la presidencia regional. Al igual que en anteriores ocasiones, los antiguos pumistas buscan establecer alianzas con otros sectores de la izquierda puneña, especialmente las que conforman el Frente Amplio de Izquierda. Mauricio Rodríguez y su movimiento político AQUÍ han estado centrados en el gobierno de la región, luego de superar su mayor momento de crisis a los pocos meses de haber asumido el cargo debido a las protestas de un sector de 126 la población aymara contraria a la empresa minera Santa Ana, que tuvo su momento más álgido cuando miles de pobladores de la zona sur llegaron a la capital departamental ocupándola por varios días. En un primer momento Rodríguez anunció su postulación a la reelección y solicitó la licencia temporal al cargo de presidente regional; sin embargo pocos días después desistió de la misma, siendo reemplazado por Hugo Llano. En cualquier caso, el nuevo proceso electoral mostrará cuánto persisten las redes en la política puneña o si son otros los actores políticos que asumirán el protagonismo que éstas mantuvieron durante las últimas décadas en el altiplano127. El futuro en Puno está abierto. 127 Otros candidatos que han confirmado su participación son los renunciantes Luis Butrón y Lucio Ávila, ex alcalde provincial de Puno y ex rector de la Universidad Nacional del Altiplano respectivamente. Asimismo, se encuentran el General (r) William Andía, los empresarios mineros Alexander Flores y Tomás Cenzano, y el dirigente aymarista Walter Aduviri. 127 CAPÍTULO 7 LA PERSISTENCIA DE LA POLÍTICA: LOS ACTORES CENTRALES DE LA POLÍTICA REGIONAL La región Puno ha sido caracterizada como una de las que muestra mayor incremento de la fragmentación política, lo que se expresa en el número creciente de movimientos regionales que intenta llegar a la presidencia regional (Remy 2010a). Esta es una constatación concreta: el año 2002 postularon siete, el 2006 fueron 12 y el 2010 llegaron a inscribirse 23, aunque finalmente 21 fueron los autorizados para participar por el Jurado Electoral Especial. Algo similar ocurre a nivel de los gobiernos municipales, donde el promedio de listas provinciales el año 2010 fue de 10 por jurisdicción, mientras a nivel distrital llegaron a ser 8 por cada uno de los 109 distritos puneños. En suma una “pulverización de la política” (Vilca y otros, 2010). Por otro lado, los movimientos políticos regionales que se inscriben para participar en las elecciones tienen en general una existencia formal limitada ya que se cancela la inscripción de aquellos que no obtienen más del 5% de los votos128, por lo que antes de cada nuevo proceso electoral deben iniciar la 128 Ley 28094, Ley de Partidos Políticos Artículo 13: (…) “En el caso de los movimientos de alcance regional o departamental, la inscripción se cancela cuando no hubiesen superado el cinco por ciento (5%) de los votos válidamente emitidos en el proceso electoral en el que hayan participado, a nivel de su circunscripción”. 128 recolección de firmas y cumplir el resto de requisitos formales establecidos en la legislación129. Si bien es cierto que el estudio de estos actores formales es importante porque nos permite observar una serie de elementos para entender la política subnacional (acumulación, fragmentación, desarticulación), su análisis presenta ciertas limitaciones al momento de hacer el seguimiento a los políticos y políticas cuya actuación va más allá de los procesos electorales, tal como ocurre en Puno en el caso de las tres redes y los candidatos cuya trayectoria es estudiada en el presente trabajo. Es desde esta perspectiva que el análisis de las redes toma relevancia para entender el proceso político regional. Así por ejemplo, como señalan Freidenberg y Levitsky (2007: 564) para el caso del estudio de los partidos políticos: “…los especialistas deberían ir más allá de los estatutos de los partidos y entrar en el mundo tenebroso de la política informal… Es un terreno empírico difícil. Sin embargo, mientras lo evitemos, los especialistas tendrán una imagen incompleta – y, en efecto, engañosa – de cómo funcionan los partidos políticos”. Un primer paso en el camino propuesto por Freidenberg y Levitsky para ir más allá de la política formal ha sido la identificación de un grupo de actores distinto a los movimientos regionales. Luego de haber caracterizado a una serie de grupos como redes (capítulo 1) y haber descrito su trayectoria en la historia política puneña hasta el año 2010 (capítulos 3, 4, 5 y 6), nuestro siguiente paso consiste en revisar una serie de aspectos que dan cuenta que el análisis de las 129 Como se indicó anteriormente, en las elecciones del año 2010 en Puno, obtuvieron más del 5% de votos 6 de los 21 movimientos regionales que presentaron candidaturas. 129 redes puneñas explica el proceso político de manera más amplia que si sólo prestamos atención a los movimientos regionales visibles en la etapa electoral y, a nuestro entender, sustentan su carácter de actores centrales de la política en el altiplano. 7.1. Organizaciones, redes y bases sociales Como señala José Luis Rénique (2004), el problema de la tierra y las demandas campesinas constituyen un asunto central para entender el proceso político puneño. En este trabajo demostramos la intervención activa en la política regional durante las últimas décadas del siglo XX, de tres organizaciones que elaboraron propuestas específicas con el objeto de dar respuestas a dichas demandas y, de paso, solucionar la postergación histórica de las masas indígenas: la iglesia Católica, el Partido Unificado Mariateguista y el Frente Nacional de Trabajadores y Campesinos. Estas organizaciones articularon una serie de personas las cuales no solamente compartieron espacios políticos y laborales, sino acabaron conformando redes, es decir grupos de personas con contactos directos e indirectos (Giddens 2010) y relaciones de colaboración, consejo e influencia (Lazega, citado por Barozet 2012). Además del origen común y las relaciones, estas redes mantuvieron presencia en determinados espacios sociales y ciertas creencias e intereses comunes, lo que fortaleció la vinculación entre sus integrantes. Estos aspectos no son menores ya que, de manera similar a la importancia que encontró Frankel (1991) en los vínculos y patrones amicales 130 existentes entre vecinos, que explican el sentido de la votación en Inglaterra, es a partir de las relaciones surgidas entre quienes integraban la iglesia Católica, el PUM y el FNTC que se construye su posición política y se determina su actuación en el ámbito social regional. Así por ejemplo, con la recuperación de la democracia el año 2001, los laicos se embarcaron en las acciones impulsadas por sectores cercanos a la iglesia Católica como la Mesa de Concertación para la lucha contra la pobreza o la Comisión de la Verdad y Reconciliación. Algo similar ocurrió con la red del PUM que asumió una posición descentralista y pro municipalista impulsada por los integrantes que colaboraban con los alcaldes del PDR y con la recién formada Red de Municipalidades Rurales de Puno – REMURPE Puno; mientras los partidarios del FNTC no dejaron de fortalecer su identidad juliaqueñista desde la UANCV que fue impulsada por los Cáceres Velásquez. Con respecto a su origen, éste constituye un factor que otorgó a cada red estudiada un sello característico y una identidad diferenciada que ha persistido a lo largo de los años y sobrevivió a la desaparición de la organización primigenia (tal como ocurrió en el caso del PUM y el FNTC como parte de la crisis de los partidos políticos peruanos), y al apartamiento de los integrantes de la red de la organización inicial (en el caso de los laicos de la iglesia como respuesta al cambio político de la jerarquía eclesial). Pero más allá de cada circunstancia particular, la tendencia y las posiciones políticas se mantuvieron y adecuaron a los diferentes escenarios (la defensa de los derechos humanos durante la violencia política, por ejemplo, se convirtió en la 131 demanda para implementar las reparaciones a las víctimas de la violencia política). No obstante la importancia de la identidad entre los integrantes de la red, no ha significado que éstos vayan a permanecer de manera indefinida en la misma. Las redes han estado sujetas como cualquier otra organización a pugnas internas y al abandono de sus integrantes como resultado de las mismas, tal como lo muestran la salida de militantes pumistas del PDR luego de las elecciones del año 2006, la postulación del laico Juan Casazola como vicepresidente del PDR el año 2010 o la decisión de los antiguos partidarios del FNTC de dejar de lado el MIA juliaqueño para pasar al nivel regional. Por otro lado, cada una de las redes tuvo presencia en sectores sociales determinados que conformaron su base social (organizaciones campesinas, de comerciantes, estudiantes y docentes universitarios, grupos de animadores cristianos, profesionales de ONGs, etc.) y expresaron en mayor o menor medida las demandas que éstas planteaban. Los casos de la red del FNTC con su base social mayoritariamente juliaqueña y el de la red del PUM con su base campesina, compartida parcialmente con la red de los laicos, son un buen ejemplo de esta situación. Contar con bases sociales fue un factor que permitió que obtuvieran triunfos electorales municipales durante los años 90 al FIJO y al FNTC, hasta que sus principales dirigentes acabaron siendo absorbidos por el Fujimorismo, golpeando duramente su credibilidad política durante la siguiente década. Aunque en esta nueva etapa la base social ya no pudo garantizarles triunfos electorales, sí continuó siendo un elemento importante para darles presencia 132 política y convertir a sus candidatos en protagonistas de las campañas regionales: el PDR pumista y Alberto Quintanilla estuvieron a punto de ganar la presidencia regional en dos oportunidades (2002 y 2006), las redes del FNTC y Juan Luque fueron uno de los principales animadores en la elección municipal juliaqueña del 2006, mientras el año 2010 las tres redes encabezaron las preferencias electorales a nivel regional y el laico Mauricio Rodríguez acabó siendo elegido presidente regional. 7.2. Redes y elites regionales En el estudio de la dinámica política es imprescindible abordar el tema de la actuación de las elites y los grupos de poder. Sin embargo, como señala Imízcoz (1996), es necesario contextualizar a estos grupos considerando sus relaciones y vínculos con determinadas redes sociales que son las que finalmente les otorgan capacidad de acción y sustentan su autoridad y liderazgo. Diez (2003) y Villegas (2006) señalan la presencia de elites regionales y grupos de poder actuando en la política puneña, aunque ciertamente de forma limitada, en tanto Rozas (2012) habla de una elite en ciernes como explicación a la postulación reiterada de algunos candidatos. Por el contrario, Cotler y otros (2009), indican que no se puede determinar la existencia de elites regionales, tanto por ser Puno una sociedad en transición como por la dispersión política imperante, resultado a su vez de la debilidad de los diferentes grupos políticos existentes. 133 Ambas posiciones divergentes sobre la presencia de elites políticas, económicas y sociales en Puno, dan cuenta de lo discutible de este punto y, además, no existen estudios a profundidad que traten el tema, más allá de los señalados. Al respecto cabe mencionar que aunque una perspectiva de análisis de las elites y grupos de poder puneños resulta útil para resaltar la importancia de determinados actores políticos y, eventualmente, ubicarlos en un mapa de poder regional, este enfoque puede ser limitado para explicar el comportamiento y trayectoria de los políticos puneños. Así por ejemplo, los tres principales candidatos a la presidencia regional el año 2010 pueden ser ubicados como parte de la elite puneña o de un sector de ésta: Alberto Quintanilla sería integrante de una familia de notables, Mauricio Rodríguez formaría parte de la elite eclesial y de las ONG, en tanto el rector Juan Luque se incluiría en la elite universitaria. Sin embargo, la evidencia encontrada en este trabajo muestra que la importancia política de estos personajes deriva en mayor medida de su pertenencia o articulación a determinadas redes que, como hemos visto, constituyen espacios plurales a nivel socio económico y cultural, y cumplen un rol clave con su participación en los procesos electorales. Por otro lado, el concepto de ámbitos de socialización que utiliza Diez nos da el punto de partida para identificar los espacios de origen o de actuación de determinados actores políticos (iglesia, universidad, gremios, partidos, etc.), y resulta complementario al de las redes que nos permite hacer el seguimiento de las trayectorias más allá de las organizaciones señaladas por el autor. Y es 134 dentro de esos otros espacios donde los militantes pumistas, partidarios del FNTC y laicos de la iglesia Católica han actuado luego de la desaparición y/o las crisis sufridas por sus organizaciones primigenias. El seguimiento a la trayectoria de las redes puneñas también pone en cuestión la perspectiva de Villegas sobre la ausencia de acciones de cooperación entre los sectores de la elite como causa para el surgimiento de la conflictividad y brinda un marco mayor al planteado por Rozas sobre los candidatos que participan en más de una elección. En efecto, la existencia de redes que intervienen en la política regional y que conforman movimientos regionales para asegurar su participación electoral y realizan una serie de acciones conjuntas es la mejor muestra de estrategias y relaciones de cooperación entre diferentes actores. Además, esta actuación conjunta y cooperativa permite explicar (sin dejar de lado lo señalado por Rozas sobre el peso de la decisión personal y la ambición natural de los políticos para asumir una candidatura, ni poner en cuestión su liderazgo dentro de cada red) la persistencia electoral de Alberto Quintanilla y el PDR pumista desde el año 2002, pese a haber sido derrotados sucesivamente; la postulación de Juan Luque a la municipalidad provincial de San Román-Juliaca y al gobierno regional de Puno apoyado por los partidarios del FNTC; o los intentos electorales de Mauricio Rodríguez y otros laicos desde el año 2002. 7.3. Redes y movimientos regionales 135 El ámbito electoral subnacional iniciado en el marco del proceso de descentralización, ha sido uno de los espacios de intervención política de las redes puneñas, para lo cual recurrieron a la conformación de movimientos regionales que, tal como se evidencia en el presente trabajo, han tenido carácter instrumental. A lo largo de la primera década del siglo XXI, las redes políticas que analizamos fueron conscientes de la necesidad de llevar adelante esta tarea, sin que esta circunstancia haya afectado su condición de redes sino que, por el contrario, el mantenerse como tales les facilitó brindar sustento social a los movimientos regionales en épocas electorales. A diferencia de lo sostenido por De Gramont (2010) sobre la relevancia de los movimientos regionales como los actores que ocupan el vacío dejado por los partidos políticos nacionales en el nivel regional, el caso puneño muestra que tal vacío es relativo y que los actores más relevantes no son los movimientos regionales. En efecto, a pesar que la crisis de los partidos políticos trajo consigo su desaparición, en el departamento de Puno no se produjo un vacío político regional, ya que las redes que surgieron de partidos como el PUM y el FNTC continuaron actuando políticamente y participando a nivel electoral tal como hemos visto a lo largo de este estudio. Si bien es cierto, durante diferentes periodos, su debilidad se hizo más evidente ello no significó su desaparición de la escena política regional. Por otro lado, el caso de Puno también relativiza el argumento en el extremo que sostiene que los movimientos regionales han reemplazado a los partidos políticos, debido a que en este departamento han sido las redes las 136 que dieron surgimiento a diferentes movimientos regionales con el objetivo de concretar su participación electoral. Tal vez el mejor ejemplo de ello (un movimiento regional sostenido por una red) sea Poder Democrático Regional (PDR), que se formó tras la desaparición del FIJO (vinculado a la misma red en los años 90 y desintegrado luego de que el político aymara Gregorio Ticona se convirtiera en uno de los congresistas tránsfugas del Fujimorismo), y ha mantenido su inscripción participando en todos los procesos electorales desde el año 2002. Como lo señalan sus propios integrantes, el PDR se creó como el instrumento electoral de las redes pumistas y respondió desde el inicio a la lógica campesinista de sus fundadores (la mayoría de los cuales resistió al torbellino antipartidos en la Federación Departamental de Campesinos de Puno). Por tanto no fue un movimiento con “autonomía política” ni ha logrado adquirir vida orgánica propia130. Esto se expresa, además, en la decisión de la red de preservar la identidad regional del movimiento. Aunque el líder principal, Alberto Quintanilla, mantiene sólidos vínculos con las dirigencias nacionales del Partido Socialista y ha sido él mismo candidato a vicepresidente acompañando a Javier Diez Canseco el año 2006, el PDR no fue absorbido por el partido político nacional. Por supuesto, esto también responde a una necesidad política práctica: es más sencillo “conformar y mantener” un movimiento regional que conserva su inscripción electoral antes que embarcarse en la conformación de un partido 130 Actualmente, el PDR y la FDCP comparten el mismo local de reuniones. 137 nacional y desde allí tener que negociar con otros actores las decisiones y acciones a tomar. Sin embargo, la autonomía de la red regional no significó que se rompan lazos con los actores del ámbito nacional, por el contrario, en ocasiones fue necesario que asumieran los acuerdos a los que arribó el partido nacional, como en el caso de la alianza entre el Partido Socialista y el Partido Nacionalista Peruano el año 2010. Pero aún en estos casos existió margen para rescatar lo regional, como lo mostró la exigencia para usar el símbolo del PDR en la boleta electoral del 2010. Otro ejemplo de relación entre red y movimiento regional es el de los partidarios del FNTC. Éstos también han recurrido a la conformación de movimientos regionales, aunque de forma mucho más pragmática. Luego de la desarticulación del partido que les dio origen y la pérdida de influencia de los hermanos Cáceres Velásquez, los partidarios frenatraquistas constituyeron diferentes agrupaciones políticas para participar electoralmente. En un primer momento fue el Movimiento por la Integración Andina (MIA), la agrupación electoral utilizada para recuperar el gobierno de la municipalidad provincial de San Román – Juliaca, con la candidatura del rector de la UANCV Juan Luque, y posteriormente el mismo Luque llegó a un acuerdo con el broadcaster puneño Mariano Portugal para que sea el movimiento RAICES el vehículo electoral131 durante el año 2010. Esta estrategia permitió a la red del FNTC sumar el apoyo de otros sectores, aunque de forma precaria y 131 Para el proceso electoral del 2014, se ha conformado el movimiento PICO, liderado por Juan Luque quien se ha inscrito como candidato al gobierno regional. 138 poco sostenible como lo expresó el resultado de la segunda vuelta de las elecciones regionales de ese año. En cualquier caso, lo importante no ha sido el movimiento, sino participar en las elecciones. En el caso de la red de laicos, también llevaron adelante la creación de movimientos regionales, aunque en su caso, el comportamiento político ha sido más heterogéneo. En un primer momento impulsaron movimientos locales para participar en las elecciones municipales y luego se embarcaron en la creación de un movimiento regional que no logró inscribirse por no cumplir los requisitos de la ley electoral, frente a lo cual llegaron a un acuerdo con un partido nacional (el Partido por la Democracia Social) para participar en las elecciones regionales; sin embargo esta alternativa también se frustró por temas formales, impidiendo la candidatura a la presidencia regional de Mauricio Rodríguez el año 2006. Aprendida la lección, para el año 2010, la red laica apostó nuevamente por un movimiento regional propio, para lo cual tuvieron que organizarse con anticipación. Lo interesante de este proceso es que los laicos sumaron a su propuesta a otros sectores (aymaristas y universitarios) quienes colaboraron activamente en las tareas de recolección de firmas y constitución de comités políticos, que son los requisitos legales para conseguir la inscripción. De esta manera estos grupos participaron desde un inicio en la conformación del proyecto político AQUÍ. En conclusión, más allá de las rutas seguidas por cada una de las redes para conformar movimientos políticos regionales, el carácter de estos últimos responde a los intereses y propuestas políticas del grupo que los ha 139 conformado. Por ello, la organización, la determinación de candidaturas, los acuerdos y alianzas, y las estrategias electorales dependen más que de una vida partidaria, de la dinámica particular de cada una de las redes. En el caso del PDR, es básica la posición de los actores ligados a la FDCP, para el MIA y RAÍCES, lo relevante fue la decisión de los actores ubicados en la UANCV, mientras en el movimiento AQUÍ es el grupo de laicos el que interviene la adopción de las decisiones. Por otro lado, como lo muestran los casos de la red de laicos y la de partidarios del FNTC, éstas no se mantienen bajo un solo movimiento regional, sino que van conformando otros grupos políticos formales: permanece la red política aunque cambie el vehículo para la participación electoral. 7.4. Redes, independientes y solitarios de la política Se ha resaltado el carácter de independientes (Zavaleta 2012) y “solitarios” (Meléndez 2012) de ciertos actores políticos puneños. Esta condición determinaría que deban constituir “coaliciones de independientes”132 para participar electoralmente, en el primer supuesto, y limitaría sus posibilidades de éxito electoral en el segundo, al no poder superar la “doble brecha” de la intermediación política. Sin embargo, este estudio aporta elementos que ubican a estos actores en un contexto político mayor y permite apreciar su vinculación con propuestas políticas que responden a la dinámica particular de las redes cuya historia 132 La coalición de independientes de Zavaleta es un concepto que busca responder a la ausencia de partidos políticos en la competencia electoral regional. En su base se encuentra una concepción que considera que la política se hace principalmente desde los partidos. 140 hemos reconstruido. Además, asumimos una concepción amplia de la política, en la cual no solamente se consideran a los partidos políticos u otras organizaciones formales, sino también a otros actores como las redes políticas. En efecto, los casos de los movimientos políticos AQUÍ y RAÍCES que Zavaleta toma como ejemplos de coaliciones de independientes podrían ser reinterpretados si se considera que ambas organizaciones políticas formaron parte de la estrategia de las redes de laicos católicos y de partidarios del FNTC para buscar acceder al gobierno regional. A ello se agrega que Mauricio Rodríguez y Juan Luque han contado con el apoyo de redes que les dan un soporte organizativo básico para constituirse como líderes políticos primero, y candidatos con opciones electorales después. Por supuesto, este apoyo de las redes también le resta fuerza al supuesto carácter de independientes de ambos personajes. En la hipótesis planteada por Meléndez para el caso del dirigente aymarista Hugo Llano, cuyo liderazgo se construye a partir de su actuación en determinados conflictos sociales sin lograr convertirse en una alternativa electoral, su soledad política no se extiende en el tiempo, ya que acaba vinculándose con la red de laicos y forma parte de los sectores que colaboran en la conformación del movimiento político AQUÍ. Entendiendo que la política no se agota en persistir en la candidatura propia ni en el liderazgo de los conflictos sociales, Llano apoya a Mauricio Rodríguez y se convierte en uno de sus principales operadores, además de obtener él mismo, una nueva plataforma para sus futuras pretensiones. 141 Para los ejemplos de AQUÍ y RAÍCES y también para el caso del PDR, lo que finalmente determina la actuación de los políticos es su relación con las redes estudiadas. Dicho esto, cabe preguntarse si es que Juan Luque, Mauricio Rodríguez o Alberto Quintanilla hubieran tenido la misma oportunidad política si es que efectivamente hubieran sido independientes. A tenor de lo desarrollado en nuestra tesis la respuesta sería negativa. Sin embargo, tratar este tema abre la puerta a otro punto importante: ¿qué diferencia a estos líderes de los típicos caudillos políticos? Aunque no ha sido materia de la tesis tratar directamente este aspecto, se puede afirmar que la diferencia principal radica en el margen que existe para la actuación personalista de los políticos. La pertenencia a la red exige a los dirigentes actuar respondiendo a intereses colectivos de determinadas bases sociales, tener en cuenta las creencias e intereses comunes y respetar las reglas mínimas que rigen en cada grupo. Por otro lado, la incorporación de otros sectores a los movimientos impulsados por las redes o la suscripción de alianzas con actores diversos en determinados momentos, responde sobre todo a una estrategia de campaña electoral y a la necesidad de sumar colaboradores. Por lo demás, esta es una práctica habitual de agregación de intereses en cada proceso electoral. Tal como ha sido señalado en los puntos anteriores, para estos casos lo central también es el análisis de la red política. Simplificando y tomando en cuenta lo desarrollado en este trabajo es posible afirmar que los actores políticos puneños más importantes durante un proceso electoral como el 2010 no fueron individuos independientes o solitarios que se organizaron para una 142 coyuntura electoral, sino grupos que venían formando parte del escenario político puneño desde las décadas pasadas. 7.5. Las redes y el diseño institucional subnacional Durante los años 90 el fujimorismo llevó a cabo una recentralización de las funciones gubernamentales. Los gobiernos regionales se convirtieron en Consejos Transitorios de Administración Regional y prácticamente el único espacio para el quehacer político fueron los gobiernos municipales. En medio de estas circunstancias, las redes políticas de Puno respondieron políticamente concentrando sus esfuerzos políticos en estos últimos espacios que, al mismo tiempo, recibieron mayores recursos económicos al cambiarse la forma de distribución del Fondo de Compensación Municipal (FONCOMUN) (Muñoz 2005). El caso de Gregorio Ticona de las redes pumistas es el más claro ya que convierte el gobierno municipal y su condición de alcalde en la plataforma que le permite asumir un liderazgo político relevante en todo el departamento de Puno. Para el caso de las redes del FNTC, el retorno de Pedro Cáceres también va en ese sentido, aunque su alcance se limita a Juliaca, la ciudad más poblada del altiplano para entonces. Por otro lado, con el cambio del diseño institucional que se realiza como parte del proceso de descentralización y la convocatoria a procesos electorales regionales, las redes se adecúan y organizan para asumir un rol político y electoral en este nuevo espacio. Esto exigió aumentar sus capacidades con el 143 objetivo de pasar de lo local a lo regional y no todas tienen el mismo éxito al principio. La que mejor responde es la red pumista que forma el PDR sobre la base del antiguo FIJO y se convierte en un actor que compite electoralmente a nivel regional, sin dejar de lado lo municipal, tal como lo demuestra su influencia en la Red de Municipalidades Rurales de Puno – REMURPE Puno, dirigida por sus militantes hasta el año 2006. La red del FNTC, por su parte, empezó priorizando lo local centrando su participación electoral en Juliaca. El objetivo de recuperar primero la hegemonía política en esta ciudad puede ser una explicación para esta situación. La red de laicos es la que más dificultades tiene en el paso de lo municipal a lo regional. Esto se explica en parte por la inexperiencia de sus integrantes para cumplir los requisitos establecidos en la legislación electoral, pero también por las dificultades derivadas del cambio de obispos y la incertidumbre que ello trajo consigo. Para superar estas limitaciones, ambas redes concertan acuerdos con otras agrupaciones lo que finalmente les permite disponer de las herramientas formales para competir por el poder regional y municipal. Como se aprecia, el cambio del diseño institucional electoral que se requería para dar paso al nivel regional es otro de los factores e incentivos que da cuenta del quehacer seguido por las redes políticas puneñas. Lo municipal primero y lo regional después son los campos de actuación a los que estos grupos se han adecuado con éxito y les permite mantener el protagonismo político en la región. 144 En otro nivel de análisis, esta capacidad de adaptación de las redes políticas muestra la necesidad de prestar atención a las formas y costumbres particulares de la política a nivel regional, ya que inclusive puede afirmarse que las propias redes representan una forma de adaptación de la política subnacional a las condiciones particulares en las que se desenvuelven. Esto nos permite entender mejor el comportamiento político y encontrar, como en lo referido al diseño institucional, las diferentes respuestas brindadas por los actores regionales a las decisiones que se toman en el nivel nacional. 7.6. Redes y coyuntura crítica El modelo teórico que ofrece el institucionalismo histórico señala que durante el desarrollo político existen coyunturas críticas (critical junctures133), vale decir momentos clave de crisis y transiciones que abren espacio a diferentes alternativas y rumbos posibles. En estas circunstancias “las decisiones políticas que se toman al formar una institución o al iniciar la actividad tendrán una influencia prolongada y definida sobre la política dominante” (Peters 2003). Esta categoría teórica resulta útil para analizar elementos comunes, diferencias y también las decisiones adoptadas en el ámbito de las redes estudiadas en la tesis. Éstas atravesaron una serie de coyunturas críticas, las cuales, como veremos, fijaron su derrotero político. 133 “A critical juncture may be defined as a period of significant change, which typically occurs in distinct ways in different countries (or in other units of analysis) and which is hypothesized to produce distinct legacies” (Collier y Collier 1991: 29). 145 Un primer punto a mencionar en este sentido es que pese a las diferentes coyunturas críticas que afrontaron, las redes puneñas no han desaparecido. Todo lo contrario: para empezar, las redes no solamente sobrevivieron a la desaparición o crisis de las organizaciones que les dieron origen, sino que esta circunstancia fue capitalizada para autonomizarse de aquellas, fortalecer su propia identidad y fijar nuevas estrategias para superar las inevitables pérdidas que tuvieron a lo largo del tiempo. En este sentido es claro el caso de los partidos políticos que dieron origen a dos de ellas, el PUM y el FNTC. Pese a que ninguno de ellos sobrevivió a la política antipartidos fujimorista de la década de los años 90, los militantes pumistas y partidarios del FNTC se adaptaron a las circunstancias, continuaron interviniendo de manera coordinada en la política (priorizando el nivel municipal), formaron movimientos independientes y lograron victorias electorales relevantes en las ciudades más importantes del departamento: Puno y Juliaca. Además, en el caso de la red del FNTC fue clave en su futuro político consolidar el funcionamiento de la Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez en la ciudad de Juliaca. A finales de la misma década, la red de laicos también sobrevivió a los cambios eclesiales ocurridos en la diócesis de Puno que significaron la salida de la iglesia católica de varios de sus dirigentes más importantes, entre los que se encontraba el futuro presidente regional Mauricio Rodríguez. Algo similar ocurrió a mediados de la década del 2000 cuando nuevos cambios en las Prelaturas de Ayaviri y Juli, produjeron el retiro de la iglesia de otro grupo importante de laicos. Ya fuera de la iglesia, muchos de los laicos se 146 organizaron para continuar el trabajo que venían desarrollando, crearon sus ONGs y también conformaron movimientos políticos para concretar su participación política. Otra coyuntura crítica ocurrió a inicios del nuevo siglo cuando los dirigentes más representativos de las redes del FNCT y del PUM elegidos como congresistas fueron captados por el fujimorismo, como parte del grupo de tránsfugas. En el caso del PUM, este hecho acabó con la carrera de Gregorio Ticona y la del FIJO, el movimiento político creado por la red pumista; sin embargo, con el lanzamiento del proceso de descentralización poco tiempo después, se configuró un escenario para la creación de Poder Democrático Regional (PDR), movimiento regional vigente hasta la actualidad. Esta decisión responde también a la forma tradicional de actuación política de esta red, ya que es la que más apuesta a una forma de organización formal. Aunque esto le ha dado presencia electoral en todos los procesos en los que ha participado, no ha sido suficiente para lograr una victoria. Según esta experiencia, mantener un mismo movimiento regional no parece ser la mejor forma de lograr el favor de la ciudadanía puneña. Para la red del FNTC, la pérdida de credibilidad de los hermanos Cáceres significó acabar con lo poco que quedaba del partido y el fin de sus aspiraciones políticas en el nivel nacional. Las consecuencias también se presentaron a nivel municipal en Juliaca donde no lograron otras victorias electorales; empero a raíz de este nuevo contexto, se refuerza la decisión de recuperar su protagonismo político en esta ciudad que había sido 147 históricamente su plaza más importante. Desde su posición en la UANCV la red del FNTC empezó su reconquista de Juliaca para, desde allí, recién intentar saltar a nivel regional. Un tema adicional a señalar es que cada proceso electoral significa además de un incentivo de participación para las redes, un momento crítico por las dificultades que trae el superar una derrota electoral. En el caso de los antiguos partidarios del FNTC eso ha sido acompañado por la decisión de recurrir a diferentes movimientos políticos para encarar la siguiente elección: primero fue el MIA y posteriormente RAÍCES. Mientras que los militantes pumistas que han continuado con el mismo movimiento desde el año 2002, sufrieron el año 2006 la pérdida de un sector importante que estaba disconforme con la línea campesinista; en contraste, para los laicos, el no haber podido competir electoralmente el año 2006, los llevó a conformar un movimiento político en alianza con otros grupos. Otro carácter que tiene la coyuntura crítica ocurrida con el quiebre de la alianza que sostenía un sector de la iglesia católica del sur andino con el PUM hasta finales de los años 80. A raíz de esta no sólo se deja de lado el trabajo conjunto que venían realizando, sino que genera una profunda pérdida de confianza política entre los integrantes de ambos sectores, la cual no logró ser superada a pesar del paso de los años; ello impidió la suscripción de acuerdos electorales. Además, para el caso de los laicos, implicó que durante toda la década de los años 90 y los primeros años del nuevo siglo, éstos se resistieran a la política partidaria y electoral. Sólo ante su salida obligada de la iglesia católica, y en parte gracias a los ejemplos de los gobiernos municipales de 148 algunos de sus integrantes, la red laica se animó a dar el paso a la política electoral. Sin embargo fueron ellos los que finalmente tendrían el mayor éxito al conseguir el gobierno regional puneño. ******* Los elementos tratados dan cuenta de una continuidad en la historia política de Puno con la presencia de redes originadas en organizaciones formales, con bases sociales y que persisten y se adecúan a diferentes escenarios y diseños institucionales. Uno de ellos es el ámbito electoral en el que las redes han participado en distintos momentos, adoptando las formas establecidas por las reglas formales que rigen tales procesos, pero sin que esto haya significado su disolución. Así las redes políticas analizadas, desde sus creencias y posiciones particulares, los espacios en los que se desenvuelven, sus propuestas para la región, así como sus éxitos y derrotas políticas, deja en claro que han sido y son estos actores los que han dado forma a la historia y al devenir del altiplano, haciendo que persista la política bajo formas diferentes. 149 CONCLUSIONES El año 2010, tres políticos puneños destacaron electoralmente entre los más de 20 que postularon a la presidencia regional. No obstante ello, el centro de atención ha sido, al igual que en otras elecciones, el alto número de listas en un departamento que “representa” la fragmentación política. Con la desaparición formal de los partidos políticos a inicios de los años 90 y el debilitamiento de las organizaciones sociales y otras instituciones civiles durante los años del fujimorismo, la política puneña aparentó convertirse en un campo donde imperaban los independientes. Por otro lado, con la recuperación de la democracia y el inicio del proceso de descentralización, diferentes y cambiantes movimientos regionales liderados también por políticos catalogados como independientes intentaron acceder al gobierno regional, nueva instancia de poder subnacional. A través del presente trabajo, encontramos que los tres políticos participantes en el proceso electoral del 2010, y cuya trayectoria ha sido estudiada en este documento, no solamente tienen en común el haber obtenido las votaciones más altas en dicha elección regional sino que su biografía política se encuentra vinculada a las tres redes políticas más importantes de la región durante las últimas décadas del siglo pasado hasta la actualidad. 150 Conscientes de la precaria institucionalización política y los límites que presenta el estudio de las organizaciones formales, optamos por el enfoque teórico de las redes para llevar adelante la revisión y análisis del proceso político puneño. Esto nos ha permitido encontrar ciertas continuidades políticas que, a su vez, explican el comportamiento de los tres principales actores de las últimas elecciones regionales en Puno y de los grupos que los apoyan. Cabe señalar que aunque abordar un periodo de tiempo amplio limita la posibilidad de profundizar en ciertos aspectos y actores, el trabajo alcanza los objetivos planteados al inicio de la investigación y, consideramos, aporta a una comprensión más amplia de la dinámica política regional puneña, a partir de los siguientes hallazgos: 1. La trayectoria de las redes puneñas y su persistencia en la historia política puneña La iglesia Católica del sur andino, el Partido Unificado Mariateguista y el Frente Nacional de Trabajadores y Campesinos, fueron el origen de tres redes cuya participación, protagonismo y persistencia, constituye una característica de la política puneña. Estas, a su vez, muestran como la persistencia de la política en Puno ha ido tomando formas diferentes, respondiendo a incentivos y crisis, pero donde el elemento de continuidad se sustenta en la conformación de las redes políticas estudiadas. Por otro lado, durante estas décadas, las redes han sido espacios de socialización y construcción de propuestas políticas que buscaron dar respuesta a la problemática del departamento y convertirse en acciones 151 concretas. A pesar de su debilidad en algunas etapas, las redes no han rehuido a la política y por el contrario han logrado mantener protagonismo, crear instituciones y sus líderes llegaron a convertirse en las alternativas electorales más importantes para la ciudadanía puneña. En tal sentido, podemos afirmar que las redes políticas puneñas son actores centrales de la política en el Altiplano, tanto por su permanente intervención en los diferentes acontecimientos ocurridos a lo largo de los últimos 20 años (que no se circunscriben a lo electoral), como por ser espacios de articulación permanente y de construcción de propuestas, ya sea la modernización de Juliaca, la lucha por la tierra o la opción preferencial por los pobres. Asimismo, sostenemos que no es posible entender la complejidad de la política puneña sin considerar la dinámica de estos actores que actúan de forma colectiva e incorporan una serie de demandas de determinadas bases sociales que, de otro modo, tendrían dificultades para formar parte de las preocupaciones que deben ser atendidas en este departamento. Ciertamente, las redes no monopolizan toda la actuación política ni tampoco han logrado victorias electorales de forma permanente, pero constituyen el espacio de actuación de los políticos puneños y nos permiten apreciar de manera más amplia la complejidad y los roles que cumplen estos diferentes actores, así como la dinámica de acumulación en la política puneña. 2. Los políticos del año 2010 y su pertenencia a las redes puneñas 152 Tras la caída del sistema de partidos en el país a inicios de los años 90, una de las consecuencias a nivel subnacional fue la visibilización y protagonismo de “nuevos” actores políticos. Así, en el departamento de Puno diferentes personajes políticos conformaron grupos locales y regionales para participar electoralmente. Entre estos, Gregorio Ticona con el FIJO, David Jiménez con MARQA, Alberto Quintanilla con PDR, Hernán Fuentes con FAP, Juan Luque con MIA y RAÍCES, y Mauricio Rodríguez con AQUÍ, fueron los que tuvieron mayor relevancia y varios de ellos lograron victorias en el ámbito electoral, especialmente con el inicio del proceso de descentralización que instauró las elecciones a nivel regional. Para explicar el rol y presencia de estos actores, algunos estudios referidos a la política regional han desarrollado conceptos como coaliciones de independientes o solitarios de la política. Sin embargo, en el presente trabajo consideramos que tales aproximaciones dejan de lado ciertos elementos importantes de la trayectoria de los políticos puneños (espacios de formación, pertenencia a determinadas instituciones, experiencia electoral) que evidencian su pertenencia a determinadas redes. En efecto, considerando que durante los procesos electorales, políticos como Alberto Quintanilla, Mauricio Rodríguez o Juan Luque participan liderando determinados movimientos regionales, lo relevante para explicar su desempeño político es que todos ellos pertenecen a las redes que han mantenido un protagonismo permanente en la historia puneña desde las últimas décadas del siglo XX: la iglesia católica del Sur Andino, el PUM y el FNTC. 153 Estas redes fueron espacios de formación de diferentes políticos puneños que adquirieron y fortalecieron determinadas posiciones y propuestas frente a la coyuntura regional, a partir de su participación en tales ámbitos; y es así como las redes otorgaron una identidad política a estos actores. Así lo muestran los casos de los tres políticos que hemos estudiado en el presente trabajo, los cuales fueron parte o simpatizaron con el PUM, el FNTC y la iglesia católica desde los años 80 del siglo pasado. Como vimos, prácticamente toda la trayectoria política y profesional de estas personas se ha desarrollado o ha estado vinculada a las instituciones y organizaciones que dependían de las diferentes redes: Alberto Quintanilla fue diputado por la izquierda puneña, asesor de la FDCP y dirigente del PDR; Juan Luque desempeñó toda su vida profesional en la UANCV de la ciudad de Juliaca controlada por el FNTC, postuló a la municipalidad por el MIA formado por ex militantes del partido de los Cáceres y luego candidateó al gobierno regional; mientras Mauricio Rodríguez desempeñó cargos de dirección de radio Onda Azul, propiedad de la Diócesis de Puno, lideró los diferentes grupos de laicos que buscaron competir electoralmente y desde Radio Pachamama apoyó las diferentes iniciativas de la iglesia católica y sus entidades pastorales. Pero no sólo estos tres políticos formaron parte de las redes, sino también otras personas que participaron junto con ellos en la vida política puneña. Algunos ejemplos en el caso de la red del FNTC son los de Braulio González, Oswaldo Marín y Víctor Hilasaca; como parte de la red del PUM podemos mencionar a Máximo Ponce, Jorge Romero y Emeterio Chura; y en la 154 red de los laicos se encuentran Roger Maquera, Luis Ronquillo y César Rodríguez, entre otros. Sin embargo, han sido los tres líderes y candidatos los que han demostrado la mayor voluntad política para intervenir en la política regional, y los que han sabido aprovechar sus habilidades para aglutinar tras ellos a los demás integrantes de las redes y, finalmente, forman parte de la elite puneña: Quintanilla es el dirigente articulado con la izquierda limeña, fue diputado en la época de oro del PUM y es un notario con recursos económicos; Rodríguez llegó a ser uno de los principales periodistas de la región, fue un laico cercano al Obispo Jesús Mateo Calderón, lideró la lucha contra el PUM en radio Onda Azul y se enfrentó al nuevo Obispo Jorge Carrión; mientras Luque es el burócrata universitario por excelencia, demostró sus capacidades de gestión cuando fue encargado de la oficina de Coordinación de la UANCV en Puno y luego al ser elegido rector, liderando la expansión y dotando de infraestructura a su institución. Como vemos, desde su particular posición y pese a que no todos estos políticos han tenido la misma fortuna, puede afirmarse que su pertenencia a determinadas redes es lo que les ha permitido alcanzar notoriedad, sostener su participación electoral y les abrió la posibilidad de sumar apoyos y establecer alianzas en cada una de las elecciones en las que han intervenido en la región. 3. Los movimientos regionales y las redes puneñas Con el inicio de la reforma descentralista y la realización de los diferentes procesos electorales regionales desde el año 2002, en el 155 departamento de Puno se han constituido diferentes movimientos regionales y han sido este tipo de organizaciones las que han tenido mayor éxito electoral. Ello se vio claramente el año 2010 cuando RAÍCES, AQUÍ y PDR obtuvieron en conjunto más de la mitad de la votación en primera vuelta. Aunque una primera lectura puede dar la impresión de que son entonces movimientos regionales como los mencionados los principales actores políticos del altiplano, a lo largo de este trabajo hemos visto que en realidad, estas organizaciones políticas han sido el mecanismo utilizado por las tres redes puneñas estudiadas para participar en la política regional. El mejor ejemplo es el de Poder Democrático Regional (PDR), que fue fundado por militantes pumistas para participar en las elecciones regionales del año 2002 y, desde entonces, ha participado en todos los procesos electorales. Tal como lo reconocen sus propios integrantes, la conformación de este movimiento obedeció al interés de la red para obtener el gobierno de la región, y no obstante no haber logrado su objetivo hasta el año 2010, continúa siendo el instrumento para garantizar su presencia política. De forma similar, los laicos de la iglesia católica han constituido diferentes movimientos. Algunos han tenido carácter local como Mosoq Caraba y Mosoq Sandia para participar en las elecciones municipales del año 2002; otros no pudieron concretarse como el movimiento regional Integración para el año 2006, y finalmente acabaron creando el Proyecto Político Aymaras y Quechuas Unidos e Integrados (AQUÍ) el año 2010, contando para ello con el apoyo de otros actores. Y en todos estos casos, estas organizaciones han funcionado como medio para la participación electoral. 156 La red del FNTC también conformó movimientos como el Movimiento Regional de Integración Andina (MIA) el año 2006, aunque el interés en ese momento fue lograr al gobierno municipal de Juliaca. Y para el 2010 establecieron una alianza con otros actores con el propósito de utilizar el movimiento Reforma Regional Andina Integración, Participación Económica y Social Puno (RAÍCES) como vehículo electoral con un alcance que vaya más allá de la ciudad de Juliaca. Pese a que las redes estudiadas no dieron los pasos para que sus movimientos regionales logren constituirse en partidos políticos regionales, en un escenario político como el puneño, el esfuerzo de la red pumista por sostener un movimiento regional durante más de una década, así como las acciones llevadas a cabo por las redes del FNTC y los laicos por establecer otros movimientos y participar electoralmente a lo largo de los años, han significado una muestra de su interés y esfuerzo sostenido por el futuro político de la región. 4. Los políticos puneños y las redes: más allá de los partidos y los movimientos regionales El sistema político peruano establece a los partidos políticos, alianzas de partidos y movimientos regionales, como las organizaciones formales autorizadas para intervenir en los procesos electorales. Como tales, tienen 157 reconocimiento legal y cuentan con un marco jurídico que regula su actuación134. Sin embargo, luego de la desaparición del PUM y el FNTC que fueron dos de los grupos políticos más relevantes hasta inicios de los año 90, durante las últimas dos décadas ningún partido político ha tenido una presencia relevante en el departamento de Puno ni sus dirigentes han tenido roles destacados en la coyuntura regional. En el caso de los movimientos regionales, como vimos, un número cada vez más creciente de éstos ha participado en los procesos electorales puneños desde el año 2002, pero en la mayoría de los casos su vigencia no ha sobrevivido a las campañas electorales y han tenido un carácter meramente instrumental para quienes los han conformado y liderado. En este escenario, las redes surgidas del PUM y el FNTC, y la red que tiene origen en la iglesia católica del sur andino, han mantenido una presencia permanente en la política puneña, y sus principales dirigentes han logrado convertirse en los políticos relevantes es la región. Por otro lado, estas redes han atravesado una serie de coyunturas críticas, en virtud de las cuales los actores que las integran tomaron una serie de decisiones que definieron su permanencia, a pesar de la desaparición o cambio de condiciones en las organizaciones formales que les dieron origen, así como las características que definirían su actuación. Visto todo ello, resulta necesario que en el estudio de la política regional se incorpore a aquellos actores independientemente de su carácter no formal. 134 Ley 28094, Ley de Partidos Políticos, artículos 1, 15 y 17. 158 Las redes políticas no son organizaciones formales como los partidos políticos o los movimientos regionales; sin embargo ellas han dado lugar a organizaciones formales como los movimientos regionales. Pero como hemos podido apreciar en esta investigación las redes representan a actores que permanecieron por décadas y cumplieron un rol político, compartieron intereses y creencias y espacios sociales. Por otro lado, independientemente de su carácter no formal las redes permiten una agregación de intereses acordes con la trayectoria, creencias y posiciones de las organizaciones que les dieron origen. Como tales, explican las decisiones y comportamiento de los actores que pertenecen o están vinculados a ellas. Además, formar parte de las redes reporta ventajas a sus integrantes ya que les permite contar con diferentes niveles de apoyo y desenvolverse en espacios de confianza. La persistencia de un trabajo político desde la sociedad, la capacidad de haber generado respuesta en momentos históricos difíciles o no haber desaparecido en otros, así como el haber logrado llegar a puestos importantes representan expresiones de la vitalidad de las redes y sus integrantes. Por tanto, el estudio de su trayectoria constituye una tarea imprescindible para lograr entender la política regional en toda su amplitud y particularidad. 5. Redes, partidos políticos y procesos electorales Señalamos al inicio de esta tesis la preocupación existente en la ciencia política sobre la viabilidad de una democracia sin partidos políticos, y nos preguntamos también si es que dada la debilidad de estos, no son otros los 159 actores centrales de la política a nivel regional. A ello cabe agregar la cuestión si estos otros actores tienen un rol en el funcionamiento de la institucionalidad democrática vigente y si su existencia resulta sostenible para fortalecerla en una región como la puneña. Al recorrer la historia del altiplano de las últimas décadas constatamos la presencia e importancia de tres redes que se originaron en organizaciones políticamente relevantes durante la segunda mitad del siglo pasado en Puno: la iglesia Católica, el PUM y el FNTC. De lo encontrado en este trabajo, se muestra que estas redes han articulado el espacio social con el mundo de la política de forma eficaz dando lugar a la persistencia de la política en momentos críticos o tomando decisiones que les permitieron proyectarse al futuro de modo consistente. Tras décadas de actuación en condiciones favorables y desfavorables, consideramos que la vigencia de las redes y su participación en la política puneña constituyen una respuesta a favor del fortalecimiento democrático, especialmente si se tiene en cuenta que constituyen canales de intervención en la competencia política electoral. En efecto, encontramos que las redes son espacios para la elaboración de propuestas, la articulación de intereses comunes y además brindan apoyo político y organizativo a aquellos líderes e integrantes de las mismas que participan electoralmente, tanto a nivel municipal como a nivel regional. De esta manera, han logrado ocupar de hecho el espacio que el sistema político tradicionalmente reserva a los partidos. En efecto, frente a la precaria institucionalización partidaria, las redes del PUM, el FNTC y la iglesia Católica 160 del sur andino, han competido a nivel electoral de forma permanente convirtiéndose en alternativas concretas para la ciudadanía puneña. Para ello, las redes han actuado de forma dinámica con el objetivo de adaptarse a los cambios institucionales electorales producidos durante los últimos años, lo que da cuenta de su capacidad para responder a las políticas aprobadas por el nivel nacional de gobierno. El año 2010, el mapa electoral recogió con claridad la importancia de las redes políticas puneñas, lo que se tradujo al final en la victoria de una de ellas a nivel regional. Casi cuatro años después, y estando ad portas de un nuevo proceso regional y municipal, se presenta nuevamente otra oportunidad que las pondrá a prueba y cuyo resultado nos dirá si las cosas han cambiado o no en Puno. Queda como interrogante abierta su futuro político en la segunda década de un nuevo siglo. También es pertinente reconocer que el estudio de las redes no lo explica todo en la política puneña. Otros factores como el surgimiento de discursos de carácter étnico y el peso de las economías ilegales son elementos que también merecen ser tomados en cuenta en el presente de la región. Para finalizar, es necesario relevar la necesidad de incorporar una visión menos electoralista y formal en el análisis de la dinámica política sub nacional, lo que implica, entre otras cosas, hacer un seguimiento más fino a las diferentes realidades regionales y las particulares respuestas que surgen frente a fenómenos como la crisis de los partidos en el interior del país. 161 BIBLIOGRAFÍA Alcañiz, Isabella 2010 Bureaucratic Networks and Governement Spending: A Network Analysis of Nuclear Cooperation in Latin America. En: Latin American Research Review, Volume 45, Number 1. Aleman, Eduardo; y Ernesto Calvo 2011 Explaining Policy Ties in the Argentine and Chilean Congresses: A Network Analysis of Bill Initiation Data. Presentado en Annual Meeting of the Midwest Political Science Association, Chicago. Apaza, Hugo 2001 Temas Históricos de Juliaca. Compendio Histórico y Cultural. Juliaca. Xullaka Editores. 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