Abstract
"Se ha dicho, hace ya mucho tiempo, que un hombre colgado no sirve para nada y que
los suplicios inventados para el bien de la sociedad deben ser útiles a esta sociedad.
Es evidente que veinte ladrones vigorosos, condenados a trabajar en las obras
públicas toda su vida, sirven al Estado con su suplicio y que su muerte no sirve más
que al verdugo, que cobra por matar a los hombres en público" (VOLTAIRE, 1766,
133).
Temas
Derecho penitenciario -- Perú.
Condiciones de trabajo -- Perú.